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Torreón Letargo (Archivo II)

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Rocavarancolia Rol
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Caillech
Caillech

Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)
Personajes : Caillech: Suele tener mal caracter y un humor peor, normalmente a causa del hambre que la irrita. Es muy impulsiba y a veces se deja de llevar por sus impulsos sin pensar. Aun así si consigues su amistad la tendrás para siempre, cosa que pocos son los afortunados que logran.
Alexandra: es una buena amiga, siempre que puedas tratar con su gran pereza y su extraña fascinación hacia la sangre.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 26 Empty Torreón Letargo (Archivo II)

09/11/11, 08:05 pm
Recuerdo del primer mensaje :

Oía pasos detras de mi, pero en ningún momento miré atras para comprobar si eran los humanos o el ser quien me perseguía. Tampoco me quité la mano de la nariz, el intenso hedor me habría frenado al instante. Hacer cualquiera de las dos cosas solo haría que perdiera unos valiosos segundos que podrían ser la diferencia entre mi vida o mi muerte a manos de aquel apestoso ser. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Solo la imagen de él comiendo mi cuerpo inerte me ponía enferma. Esa era, en definitiva, la peor final para alguien como yo, terminar anclada a alguien como eso. No había ni peor muerte ni peor destino, estaba segura. Era un destino que no le esperaba ni a mi peor enemigo, ni siquiera a un Ranta.

Mientras corría más de una vez maldecí a mi suerte. No podía haber sido un ser que no poseyera olor, no debía ser el engendro que peor olía de toda la ciudad quien nos debía de perseguir. Las estrellas no debían de estar muy contentas conmigo para hacerme tal cosa. Ciertamente, no era de su agrado. Eso era algo que había descubierto hace mucho tiempo, el mismo día que me expulsaron de la tribu por un crimen que no era mío.

A mitad del recorrido mis pulmones empezaron a pedirme más aire de la que le facilitaba por la mordaza que tenía por mano alrededor de ellos. Debía encontrar un lugar pronto donde el aire fuera minimamente respirable o perder al engendro de vista, sino no sabía lo que podría llegar a pasar. Y lo cierto era que prefería no pensar en ello. Esas imagenes o pensamientos no me ayudarían en nada a salir de esta. No me servían de nada más que para ponerme peor y como tal los expulsé de mi mente, encerrándolos bajo llabe en algún rincón oscuro de la que no pudiera salir.

Nadie puede describir, entonces, mi dicha y alegría cuando vi como se alzaba una torre no a muchos metros de mí. ¡Si!, grité para mis adentros, esa debía ser la otra torre de la que nos habían hablado aquella pareja, la torre que nos mantendría a salvo. Debía llegar allí a toda costa, no podría aguantar mucho más de la forma que estaba.

Reuní todas las fuerzas que aún tenía y los empleé para alargar aún más las zancadas. Mientras más cerca veía la torre más esfuerzo hacía yo para acortar aún más la distancia hasta que desapareció dicha distancia. Entré como una exalación, de la misma forma que había entrado en la otra torre, aunque esta vez no me impulsaba el enfado sino las ganas de sobrevivir. Nada más transpasar el umbral di una gran bocanada de aire mientras me quitaba la mano de la cara.

- Si, esto es otra cosa - dije mientras me hacía con cuanto aire podía almacenar mis pulmones, parecía que quisiera succionarlo. Ciertamente, no deseaba pasar por aquella esperiencia jamás. Ya podía aprender muchas cosas que no pensaba pasar por semejante dolor sensorial nuevamente. - Por, Nasandra, esto duele... - me doilían la nariz. Me volvía a llevar las manos a esta con la esperanza de que así disminuyese el dolor punzante. Hasta ahora no me había permitido sentir nada, pero en estos momentos me venía la factura por haber pasado tanto tiempo con aquel ser de olor tan penetrante.

_________________________________________

Al principio lloré,
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.

Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar

Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 26 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

24/03/12, 01:15 am
Mientras dialogo con Giz me doy cuenta de que oigo mucho mejor que el día anterior. De hecho me da la impresión de percibir cualquier sonido más fácilmente. La distorsión seguía ahí, pero ya no me costaba entender lo que decían y podía distinguir mejor los sonidos. Al fin se estaba pasando el problema inicial de audición que acarreaba la transformación.
Tanto Giz como yo hacemos gestos de desagrado con la cabeza cuando él se ríe, pero por motivos diferentes. << Al menos la resaca es algo transitorio... >>, pienso con tristeza. El tema de las risas me preocupaba cada vez más, pero no había nada que pudiera hacer por el momento. Me animé un poco al respecto de irnos del torreón al comprobar el entusiasmo de Giz al respecto.
-Supongo que los humanos sentimos apego con facilidad por los lugares en los que vivimos... Somos bastante sedentarios -le explico-. Pero tienes razón, puede que vayamos a un sitio aún mejor. Respecto a las armas... me temo que tenemos que dejarlo todo aquí, el pergamino dice que no podemos llevarnos nada que estuviese inicialmente en el torreón.
Mientras hablábamos se nos acercó Cail, disculpándose por lo acontecido en la taberna.
-Nos lo contó Jack -le digo con expresión seria-. Creo que ayer le causamos demasiados problemas a Jack... Pero sé que es consencuencia de tu transformación. Cuando entrenes con Jack haz todo lo posible por aprender lo que te enseñe y poner interés en ello, creo que sigue dispuesto a ayudarte, pero trata de hacerle ver que de verdad quieres poner empeño en ello.
No me sentía con ánimo de ser duro con ella, pero tampoco quería pensase que no pasaba nada por lo que había hecho. Decdí no añadir nada más y concentrarme en el traslado.
-¿Serpentaria? -me giré hacia Giz-. Ah, es el refugio para magos del que habla el pergamino. ¿Sabes algo de ella? -pregunté-. Yo no estoy seguro de entrar en ninguna de las dos categorías. No tengo mucha pinta de guerrero, aunque se supone que puedo utilizar mis plumas como armas... Y puedo hacer magia pero ahora mismo no tengo ni una gota de ella. La verdad es que me gustaría intentar dominar ambos campos, pero si tú te vas a Serpentaria me iré contigo. Supongo que tú iras al refugio para guerreros, Cail -me giré hacia ella de nuevo-. Viviremos en lugares separados por primera vez desde que llegamos aquí... Pero no pasa nada, nos podemos ver a menudo, seguro.
Recordé entonces que aún no había leído nada acerca de las transformaciones de los demás.
-Oh, voy a buscar mi ropa y mientras os preparais me pondré a leer el libro acerca de transformaciones.

Subí al dormitorio y recogí mis cosas. Mi camiseta y pantalones que llevaba puestos cuando llegué a la ciudad. Mis botas... ya no me las podría poner. Mis pies habían cambiado mucho y además había crecido un poco. Lo mismo me sucedería con los pantalones. Y mi chaqueta. Mi preciada chaqueta de cuero. Tampoco podría volver a ponérmela porque no pensaba rajarla para poder meter las alas. Lo doblé todo lo mejor que pude y lo envolví en una tela. Después bajé y pedí el libro a Giz.

Caillech era un trasgo... el libro decía que podían hacer magia. << Vaya, al final también ella puede >>. Hablaba sobre el hambre vorz que sentían los trasgos por la carne fresca y del precio de su magia. Tras haber leído comprendí mucho mejor por lo que debería estar pasando mi amiga.
Pasando páginas me encontré por casualidad con una criatura que podía cambiar a placer de forma... entre humana y lobuna. << Oh, claro, esto es lo que era Hannah >>. Sólo la había visto a medio transformar, pues seguramente aún no controlase su nuevo cuerpo, pero ahora que me fijaba sí que parecían rasgos de lobo lo que había visto. El libro daba poca información acerca de estas criaturas, pero era algo más fácil de entender. Sonreí con cierta malicia al leer que era una criatura sin magia. Eso me ponía en ventaja respecto a ella si intentaba hacerme daño. Al fin y al cabo cabía la posibilidad de que se hubiera vuelto más agresiva. Y estaba claro que yo no le caía muy bien. Aunque se había preocupado por mí la tarde anterior...
Por más que busqué no encontré nada acerca de lo que le había ocurrido a Alicia ni de la criatura en la que se había transformado Alphonse. Supongo que tendría que ir a la biblioteca y buscar otro libro.
Por último busqué el ser lleno de ojos, que sí venía.
-Eh, señor kaiser -le llamé para que me oyese desde la cocina-. ¿No quieres saber más acerca de tu transformación? Mira, eres un "argos magnético". Échale un ojo al libro... o mejor unos cuantos que tú puedes permitírtelo -bromeé.
Nunca había oído hablar de esa criatura, pero me pareció interesante su capacidad para percibir la variaciones en campos eléctricos. Era una criatura sin magia, sin embargo, así que el señor kaiser también iría a esa "sede de los Taumaturgos". Con Cail...
-Cail -me acerqué a ella y hablé bastante bajo-. Intenta llevarte bien con el señor kaiser, te aseguro que no es tan malo como parecía. No quisiera que os estuvieseis peleando todo el tiempo...

Volví a sumergirme en el libro pero casi al momento recordé algo.
-Oíd -digo de pronto mientras cierro el libro-. ¿Qué habrá sido de Mánia y Vlad? Espero que no les haya ocurrido nada...
Las Alicias también habían estado discutiendo acerca de qué hacer a partir de ahora. Discutir era una palabra adecuada pues no parecían estar nunca de acuerdo la una con la otra. Al final la Alicia que vestía de azul decidió que iría al refugio para magos. La de rojo, en cambio, recogió sus cosas y dijo algo como que se iría a cualquier sitio menos a ese. Antes de que pudiéramos estar listos, la Alicia de rojo anunció que ya se iba. Me levanté del sillón de un salto para despedirla.
-Hasta otra... -no sabía muy bien que decirle ya que su repentina decisión de marcharse me había cogido por sorpresa-. Volveremos a vernos pronto, espero, cuídate.
Miré alternativamente a ella y a su "hermana". Creo que esperaba que la detuviera pero la situación no podría estar nada más lejos de eso. La Alicia de azul ni siquiera se despidió de la otra Alicia. Con tristeza vi como Alicia, bueno, una de ellas, abandonaba el torreón. No sabía cuándo la volveríamos a ver.


Nota fdr: el asunto de las Alicias lo he descrito tanto por mi cuenta porque DP no puede conectarse hasta más tarde del plazo para abandonar los torreones así que nos dejó al cargo de sacar a sus personajes de aquí. La de rojo se ha ido ya para que ni siquiera podamos saber en que dirección se va y todo eso lo decida ella cuando vuelva. Espero que cuando leas esto estés conforme con como lo he hecho, nuera
Y a parte pido disculpas por mi redacción un tanto atropellada últimamente, estoy muy DERP.



Última edición por Giniroryu el 24/03/12, 03:51 am, editado 5 veces
Leonart

Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 26 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

24/03/12, 01:37 am
Toima comprobó como se iban reuniendo uno a uno los letarguinos. La resaca aun le daba guerra asi que no se unio inmediatamente a ellos sino que esperó en la cocina, a que el dolor cediese un poco. Tras unos instantes, salio a reunirse con los demás, arrastrando los pies y con la mayoria de ojos cerrados. Después, Noel habia encontrado su transformacion.

-Un nombre extraño para un cuerpo extraño...-comentó mientras parpadeaba, recorriendo el libro con la mirada y luego posandose en Cailech. Toima se acercó a ella, con aire consensuador.-Parece que vamos a tener que vivir juntos apartir de ahora...-comentó.-Espero que consigamos entendernos mejor a partir de ahora...-le dio unas palmaditas en el hombro y se volvio a girar al creciente grupo.

-El conde estará bien. Y si la cria está con él, tambien estará a salvo. No es un estupido y tampoco es débil, aunque me preocupa en lo que se ha convertido... y lo que nos puede obligar a hacer...-negó con la cabeza. Era un valioso compañero de cosecha. El nunca nos haria daño.

-Bueno, toca marcharnos. Si lo teneis todo ya, salimos en este mismo instante. ¿Quereis que nos separemos o vamos todos juntos hasta los sitios?-preguntó Toima.
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 26 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

24/03/12, 11:33 pm
Al tiempo que veo como la Alicia de rojo abandona en silencio el torreón, asiento a la pregunta de Noel. Algo sí que sé de ese torreón, pero tardo varios minutos en organizar las ideas en mi resacosa cabeza.

-Creo que Gael, o Koval, me dijo que vivía allí-comienzo a explicarle-. Es una torre en la que se alojan la mayoría de los magos de la ciudad, o eso creí entender, y solo recuerdo una cosa más: que la puerta tenía contraseña o algo así-carraspeo y continúo-. Seguro que allí aprendemos un montón de hechizos y cosas útiles-le digo animado-. Y si es como imagino, no tendré problemas de falta de magia, lo cual haría que fuera el sitio perfecto para mi- entonces pienso en la forma en que Noel tiene que hacerse con magia y pronto caigo en que probablemente he metido la pata-. Bueno y... yo mismo estoy dispuesto a gritar si te hace falta, ya lo sabes-esbozo mi mejor sonrisa mañanera para tratar de quitarle hierro al asunto.

Mientras Noel va a por sus cosas, yo bajo a la armería a deponer las flechas y la cimitarra, pues al final no pueden venir con nosotros. << El no poder llevar armas no jugará a nuestro favor durante el camino a los torreones, pero ahora somos todos más fuertes que los niños que nos encontramos en las celdas el primer día >>. Me digo mentalmente mientras subo. Llego a la planta baja justo a tiempo de escuchar las cualidades del nuevo Kaiser, lo cual me deja más tranquilo. << Adiós a las emboscadas sorpresivas >>.

-Lo mejor es que vayamos juntos-respondo al Kaiser-. Vamos desarmados, salvo que trajérais armas de fuera del torreón, y, aunque podemos usar magia, tampoco debemos arriesgarnos a separarnos antes de tiempo. Permaneceremos juntos mientras podamos-sentencio al tiempo que salgo del torreón, intentando que desestabilidad física no echara por tierra mi primer y probablemente último intento de llevar la voz cantante.

Sigue en la Torre Serpentaria.


Última edición por Giz el 25/03/12, 03:27 pm, editado 1 vez
Shylver

Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 26 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

25/03/12, 12:16 pm
De pronto y sin previo aviso se empiezan a escuchar gritos en el piso superior. Los gritos no parecen de dolor, ni de sorpresa. Son más bien gritos de emoción. Los gritos se van moviendo lentamente de un sitio a otro hasta que son sustituidos por un sonido de madera siendo golpeada de forma repetitiva, periódica, que culmina con mi cuerpo llegando al piso inferior después de rodar por las escaleras.

-¡Ay!-exclamo al pasar el último escalón.-Agh...

Me levanto un poco sin dejar de estar sentado y miro a mi alrededor para ver a todo el mundo hablando en grupo, y aparentemente con intención de marcharse. La emoción de antes se desvanece unos segundos para dejarme preguntar tranquilo.

-Eh, ¿a dónde va todo el mundo? ¿Paseo?

No necesito que me respondan, pues al levantar a cabeza veo en una pared cercana un... bonito pergamino, hecho evidentemente para llamar la atención, o más bien para forzar a la atención a centrarse sobre él. Me arrastro un poco intentando levantarme a ratos y echo un prolongado vistazo a lo que lleva escrito. ¿Irse de los torreones, en serio? No es que me importe demasiado, no le tengo mucho aprecio a los torreones, sobre todo después de ver que el estado de los mecanismos de los puentes hace que su reparación sea prácticamente imposible sin la ayuda de un herrero especializado en mecanismos de precisión, por no hablar de la necesidad de instalar una placa de engranajes nueva, y un marco. No hay entretenimiento para mis habilidades mecánicas en ese lugar.

No tengo nada que recoger de Maciel, pues me llevé mis cosas antes de salir, pero sí tengo cosas que devolver. La lanza puedo dejarla aquí, pero mi... la bañera...

-¿Os ibais del torreón sin avisarme?-pregunto a Giz, que es el que más cerca tengo.-Ya sé que ayer estuve bastante poco participativo con el grupo, pero solo era porque me vino la inspiración. Y he desarrollado unos diseños bastante interesantes mientras estaba encerrado en la habitación. El caso es... ¿Cómo os habéis organizado? ¿Quién va a dónde?-un resumen de la situación no me vendría nada mal.-Y tengo que pasar por Maciel para dejar la bañera...

Me pongo en pie como puedo y me apoyo en cualquier silla o mueble cercano. Al menos tengo el hechizo de humedad en funcionamiento. Tengo que intentar no olvidar lo que se me ha ocurrido durante la noche. Es demasiado útil como para dejarlo pasar. Si solo pudiera conseguir los materiales necesarios para construirlo... tendría a mi disposición una gran herramienta de supervivencia.
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 26 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

25/03/12, 04:30 pm
Cuando Giz me cuenta que Gael vive en Serpentaria me emociono bastante.
-¿De verdad? No me había parado a pensar que ellos podrían estar viviendo allí... A lo mejor también Jack o Adara viven en uno de los refugios -aventuro.
El señor kaiser comenta algo acerca de Vlad y siento curiosidad por saber en qué se ha transformado. Sonrío al escuchar al señor kaiser tratando de ser conciliador con Cail.
De pronto nos interrumpen unos gritos de emoción procdentes del piso de arriba y, a continuación, un ruido en la escalera. Un ruido que me suena muy familiar. Alphonse se había caído por las escaleras, probablemente por intentar bajar con demasiado ímpetu. El paralelismo con mi propia caída del día anterior es evidente y no soy capaz de reprimir una carcajada.
-Perdona que me ría, pero es que a mí me pasó lo mismo ayer -le explico a Alphonse-. ¿Estás bien?
Pide un resumen de la situación así que le pongo al corriente.
-Por ahora Giz, Alicia y yo iremos al refugio para magos, la torre Serpentaria. Gael... Koval también está allí. El señor kaiser, Caillech y Hannah irán a la Sede de los Taumaturgos. ¿Qué vas a hacer tú?

Como Alphonse tiene que volver a Maciel a dejar su vehículo de transporte improvisado, decidimos que Hannah le acompañará hasta allí mientras los demás nos dirigimos hacia los refugios.
-Giz y yo podemos pasar por Serpentaria a recoger a Gael, los demás podéis esperarnos en la sede, si os parece bien -propongo-. Vamos a mirar en el mapa donde está cada sitio. Supongo que también nos podemos guiar por el olfato de Giz y Cail... Al menos para llegar a Serpentaria.
Una vez hemos estudiado el mapa nos sentimos más preparados para salir. Recuerdo que también teníamos otros cuatro libros más en el torreón y voy a buscarlos.
-Los devolveremos a la biblioteca la próxima vez que vayamos.

Antes de irnos salgo un momento al patio y me acerco a las tumbas. No sabía cuando podría volver por allí.
-Hasta otra, Mark, Ethan... y todos los demás compañeros de Gael.
Entro de nuevo en la sala y recojo mis cosas. Atravieso la puerta del torreón decididamente acompañado por Giz. Antes de que nuestros pasos se alejen de Letargo, echo un último vistazo a nuestro hogar, algo entristecido pero con ánimo por ver que nos espera en el futuro.

Sigue en la Torre Serpentaria.
Alicia
Alicia

Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos

Personajes :
  • Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
  • Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
  • Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
  • Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.


Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 26 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

30/03/12, 06:10 pm
Ella regresó afortunadamente cuando yo ya no lloraba. Le miré con obstinación desde el borde de la cama en la que estaba sentada pero por el ligero arqueo de sus cejas, supe que mi ojos debían de seguir hinchados y enrojecidos. Una sonrisa se le escapaba poco a poco de los labios difícilmente contenida. Porque yo había llorado y aquello le hacía muchisima gracia. Agarré las sabanas cerrando el puño hasta dejar blancos mis nudillos.
-He venido a hablar sobre mi nombre.- dijo con voz hueca. Me levanté como si fuese a gritarle. ¡¿Mi?! Le hubiera dicho. Pero me mordí la lengua como si mordiese la suya para esperar. La boca me sabía bilis y al poco tiempo, tambíen a sangre. Pero me interesaba escuchar lo que tenía que decir. – No puedes llamarte Alicia.
- A eso quería llegar yo. ¿te crees que tu SI?- Mi mano, que deseaba golpearla hasta hacer su cara distinta a la mia colgaba inerte a un lado por culpa del hechizo. Me pregunté si el no poder herirle era bueno o malo. Al fin y al cabo, cuanto mas tiempo pasaba a su lado, mas monstruosa me volvía por dentro…¿servía de algo que eso no saliese hacia fuera? La chispa de una idea se me pasó por la cabeza. Luego continué con mi enfado.- TU NO ERES YO.
-LO SOMOS! LO ERAMOS. digierelo como puedas. Venimos de lo mismo.
- como mucho tu eres la hermana fea.- dije escupiendo un poco de sangre. Azul me ignoró aunque la mirada se le desvió hacia el lugar donde había escupido. Creo que estaba debatiendose entre el placer morboso de saber que yo sangraba y el asco a sí misma. Continuó con sus exigencias. Había decidido que ya me estaba hartando de oírle soltar veneno. La mitad del tiempo me insultaba y la otra mitad me recordaba que teníamos la misma cara. Lo último lo decía como si estuviese pisando clavos o mordiendo cristal, pero creo que me lo recordaba igualmente por hacerme rabiar. – así que resumiendo. ME PROHIBES llamarme Alicia? PUES YO TE PROHIBO A TI quedarte con ese nombre.
-NO PENSABA HACERLO.
-hasta tu ves que no eres mas que una copia absurda de mí. ¿que pretendes? ¿te llamo robin hood?
Robin Hood vestía de verde, gilipollas. parecía decirme su cara, que estaba muy serena de repente. Me cabreaba lo mucho que mantenía la calma.
- Azura en realidad. Piensa tu en algo que no sea absolutamente lamentable.
***
Después de mi primera y breve visita a mi otra yo, me quedé un tiempo frente a la tumba de Ethan. No quise entrar a cenar. Y el tiempo se me pasó terriblemente lento. Estaba frente a mi amigo muerto, pero demasiado ocupada en reflexionar sobre mí y mi doble. La odiaba tanto que quería llorar porque estaba respirando a pocos metros de mí. Temía la parte de mi misma que imaginaba las desgracias mas crueles para ella y odiaba mi rostro porque era el mismo que el suyo. Estaba desesperada por sentirme distinta de ella en todo lo posible. Podía ponerme una máscara, o algo así? Pero no iba a darle el gusto de ser yo quien ocultase el rostro, como si le diese la razón en ser la verdadera. Quizas solo eramos un trozo una de la otra. Y entonces eramos como hermanastras geneticamente iguales. Prefería pensar que ella era una copia. Porque sino, significaba que yo llevaba algo de ella, y ella algo mío.
Oí a alguien llamandome. ¿a mi o a ella? y pensé que lo primero era cambiar el nombre. Ella jamás aceptaría coger uno mientras yo fuese alicia también. Hice distintas pruebas. Decidí derivarlo desde el azul, que había cogido como color estandarte. Era lo que desde el principio me había diferenciado de ella, podía continuar siendolo.
Azul...Azula.. Azura sonaba bien.
Queria dormir y abrí la puerta, pero ella continuaba allí. Supuse que lo mejor sería ir informandole de la situación. Por otro lado estaba claro que sí había llorado. Me pareció tan patetica que me hizo sonreir.
[procedemos a tener la convesación que ya hemos leído ]
Salí y metí la mano en el bolsillo. la moneda. Ahí estaba. fría, pero me quemaba en los dedos.
Aquella moneda tenía un valor muy especial para mí. Y yo era quien la conservaba. La dejé en su sitio y miré hacia ambos lados como para asegurarme de que nadie lo habñia visto. Me sentí estúpida después del arranque de paranoia y me fui a dormir en una butaca en la planta baja.
***
Todos durmieron hasta tarde. Incluso Azura que babeaba sobre una butaca. Ojala pudiese haberle clavado un puñal. Me alejé de la butaca gruñendo. Mientras, pensaba en un nombre. No quería ser “Roja” y no pensé en ningun derivado inteligente. Rojo era mi color... rojo...fuego.. brasa...llama...
Subí a la biblioteca. Giz estaba leyendo. Le pedí ayuda. También le dije que jurase no decirle nunca a Azura que yo seguía considerandole mi amigo. Pero también añadí que no podía ser su amiga mientras Azura siguiese a su lado. Y que nunca lo sería. Me aseguré de decir el nombre de Azura siempre como Azura y no como Alicia. Y entre los dos sacamos que mi nuevo nombre era Pyro.
Pero no se lo dije a nadie mas. Me daba igual que exigencias tuviese mi hermana, ya se enterarían. Por ahora, yo podía ser Alicia y ella Azura.
Bajé y Azura había desaparecido. Pero había dejado una nota en la butaca. “tengo la moneda, JA JA JA. CAETE POR LAS ESCALERAS COPIA ABSURDA.”
Me puse tan roja como el color que vestía. La busqué hecha una furia por el torreón. La encontré en la cocina mordisqueando pan con expresión grave. Sin pensarlo, saqué un cuchillo del cajón y quise lanzarlo. Lo lancé, de hecho. Pero hice un movimiento con la mano que no habñia ordenado hacer, y el cuchillo se clavo dos metros a la derecha de donde tenía que haberlo hecho, y un metro antes. Azura se rió tan fuerte que algunos vienieron a ver que ocurría.
De color púrpura, salí de la cocina.
No podía agredirla y tras un par de trampas fallidas, quedo claro que tampoco podía pretender ser más lista que ella, dado que teníamos el mismo cerebro. Así que me fui a dormir amargada. Sabía que aquella moneda se había convertido en la manera que teníamos de derrotar una a la otra, y yo me sentía aplastada.
Lo único que podía hacer era recurrir a terceros. Partíamos de lo mismo, pero podíamos no ser iguales. Cuando recibimos un pergamino en el que nos indicaban que teníamos que mudarnos, Azura fue la primera en indicar que iría a la sede.
-Yo estaré en cualquier sitio menos ese.- cogí una mochila y me fui. Me hubiera gustado que cualquiera me detuviese. No sabía como Azura se las había apañado para quedarse con mis amigos. Y yo como mucho podía demostrarles indiferencia (en vez de enemistad), porque quien era simpatico a Azura, me irritaba enormemente. Incluso cuando yo pensaba igual, si ella lo decía en voz alta, cambiaba de opinión.
Yo no podía hacerle daño. Pero buscaría a alguien que se lo hiciese por mí.
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