Conectarse
Últimos temas
Barrio DerruidoAyer a las 09:21 pmSethUna estrella muerta sigue dando luzAyer a las 02:45 pmTakAsí lavaba, así así14/01/25, 01:44 pmTakMás polvo que sangre13/01/25, 05:14 pmRavenDonde caben dos, caben tres13/01/25, 05:11 pmRaven
Estadísticas
Tenemos 205 miembros registradosEl último usuario registrado es SIRJARNuestros miembros han publicado un total de 52747 mensajesen 1078 argumentos.
Licencia
Licencia de Creative Commons
Rocavarancolia Rol por los usuarios del foro está licenciado bajo Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Ir abajo
Raven
Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75

Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.

Armas : Ethan Lanza partesana y una daga

Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.

La fabula del dragón y la princesa  - Página 2 Empty La fabula del dragón y la princesa

17/07/24, 07:58 pm
Recuerdo del primer mensaje :

Era una tarde aburrida, una de las muchas donde las horas se volvían densas y eternas ante el poco entretenimiento que un triste torreón de piedra podía darles. El sol empezaba a esconderse tras las montañas dando lugar a una invasión de tonos dorados que se filtraban por la ventana de la habitación. Connor descansaba tumbado boca arriba sobre una de las camas y Ethan usándolo de almohada reposaba de lado sobre su pecho, distraído mientras leía unos folios malamente doblados. Habían juntado dos de los muebles para hacer un intento de cama matrimonial lo suficientemente amplía como para que aguantara sus diversas posturas, cada vez más absurdas precisamente por la cantidad ingente de minutos muertos que tenían.

-La verdad, no sé qué cojones puse aquí. No se si es que tenías que juntar ambas manos, o una iba sobre la otra… o…

Entrecerró los ojos acercándose los apuntes para intentar descifrar el jeroglífico feo de manos simplificadas. En general, cuando sus compañeros practicaban magia solía unirse como espectador, ya fuera por curiosidad o por hastío al no tener nada mejor que hacer. Escribir le tenía entretenido y darle clases caóticas al pelirrosa siempre era un hobby interesante. Así ocupaba más tiempo a lo largo del día pero sobre todo, así se sentía un pelín más útil al verse negado de aquellas dotes.

-Pff ni idea, pero bueno, dudo que el hmmm nudo de ce-rá-ti-ca -Pronunció despacio pues seguía sin entender el significado de aquel hechizo- nos interese mucho, según la propia guía solo sirve para que no se te desmonten bocadillos…

Hasta ahora había estado también mirando hacía el techo, en diagonal sobre el conjunto de camas, con una pierna recogida y la otra, la mala, estirada para evitar presión de más. Tenía la melena suelta, esparcida sin ningún decoro sobre la camisa de tirantes de su compañero y quizá, si no se le hiciera el ataque de aquel oso un acontecimiento fantasioso al darse la vuelta habría tenido más cuidado a la hora de apoyarse. Hincó los codos en su pecho mientras dejaba ambas piernas levantadas, meciéndose distraídas mientras le colocaba los papeles a la altura de la clavícula. Pasó uno y luego otro hasta dar con el acertado, el hechizo que desde luego más le valía aprenderse.

-Vale, olvídalo, pasamos a uno mejor. Es más me parece estúpido de tu parte -Levantó la mirada para dedicarle un intercambio acusatorio, como un profesor que te reñía al no traerle hecha la tarea.- que a día de hoy no te hayas molestado ni en aprenderte el de cortar. ¿Sabes la potencia que tendríamos si todos supierais hacer esa cosa? Ni espadas, ni arcos, ni leches, un gesto y ale, uno menos.

Dejó descansando la palma de su mano sobre la camisa del canadiense para estar medio apoyado ahora que de vientre para arriba estaba incorporado para poder verle mejor. Con la otra mano, la que sostenía un papel doblado, le señaló como culpable por aquel acto de vagueza. Seguro que si hubiera atendido mejor en las clases habría podido defenderse con la magia en aquel horroroso encuentro. Una parte de él quería omitir, la otra, culpable, trataba de no buscar con la mirada la cicatriz que se le había quedado aún usando el collar.

-¿Que tienes que decir en tu defensa?

Seth

Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental

La fabula del dragón y la princesa  - Página 2 Empty Re: La fabula del dragón y la princesa

06/09/24, 05:13 pm
Connor fue un espectador divertido ante las reacciones de Ethan mostrando una ligera sonrisa socarrona, aunque en el fondo su corazón latía con fuerza como si de un tambor de guerra se tratase. Preso de la incertidumbre y la expectación mientras se perdía en la mirada de su amigo. Aquella confusión y estupor en sus ojos, visiblemente confundido por lo que el motero estaba diciendo y haciendo... Mientras tanto, sus mejillas y orejas adquiriendo aquel tierno color rosado le confirmaban que no había sido un error acercarse de aquella manera al británico. Y aunque hubiera sido un puto error... A Connor le importaba tres cojones en ese momento, porque vivir en el club le había enseñado a actuar y ya luego arrepentirse de las consecuencias si era necesario. Y él ya se había contenido lo suficiente. Solo quería terminar lo que una vez habían empezado en el palacete sin distracciones o niños que cuidar.

Ethan era su amigo, sí, pero desde aquel entrenamiento en el patio se había encendido una mecha en el canadiense que solo se había apagado tras sufrir varias y continuas tragedias. El palacete avivó de nuevo aquel incendio, pero había terminado enfriándose bajo el peso de las circunstancias otra vez. Putada tras putada y matanza tras matanza habían logrado distraer la mente de Connor hacia temas más importantes como seguir respirando, sobrevivir y lamentarse, joder. Pero en ese instante, ambos en la cama y sin ningún cabrón o monstruo a la vista... Casi podía fingir que eran dos putos chavales en su cuarto, allá en el club de Texas a mundos de distancia. Con la única preocupación de dejarse llevar, pero primero asegurarse de que estaba bien cerrada la puerta de su habitación, no fuera que uno de sus hermanos moteros decidiera que era un buen día para creerse un puto gilipollas gracioso...

El movimiento lento de Ethan auguraba un desenlace que Connor esperó con ansias. Su mano derecha seguía posada en la mejilla del británico, allá donde la cicatriz coronaba sus labios y era incapaz de despegar la maldita vista. Por otro lado, su mano izquierda dejó que los dedos de Ethan se entrelazaran con los suyos en un agarre suave pero firme que el motero se negaría en soltar ni aunque le pagaran por ello. Su pecho latía con fuerza bajo la piel y las pálidas cicatrices. Porque había estado a punto de morir, joder... Pero había sobrevivido. Estaba vivo. Y eso era lo único que importaba en ese puñetero instante. Ethan, una distancia entre sus labios que ya se antojaba ridícula, y él mismo.

El beso fue ínfimo y tímido. Más una caricia que un propio beso en sí. Notó el relieve de su cicatriz así como Ethan debió notar la suya. Cicatrices gemelas que se juntaron brevemente. Como si se hubiera tratado de un puzle por fin montado que su dueño volvía a desperdigar para empezar de nuevo. El calor ascendió por su cuerpo, sacándole a Connor un breve suspiro mientras se separaban. ¿El puto alivio que sentía era porque  Ethan le había dado lo que deseaba? ¿O quizás era porque no había rechazado su propuesta y no se había creado un incómodo momento? Ni siquiera sabía que putos nombres ponerles a todas las sensaciones que le invadían en ese instante, pero la tónica general de aquellas emociones era clara y Connor actuó en consecuencia: Sonrió con franqueza. Una media sonrisa a medio camino entre la diversión por verlo rojo como un jodido tomate y una serie de pensamientos mucho más adultos. No quería parar. Ahora no. Un beso breve no era suficiente, joder. El susurro de Ethan pidiendo disculpas a pocos centímetros de sus labios solo sirvió para encenderle más debido a la ternura de su frase y lo que implicaba, y a que no pudiera evitar soltar una corta risotada ante lo tonto que podía ser a veces el británico. Incluso en una situación así parecía sentirse culpable por alguna puta razón. Connor meneó la cabeza un par de segundos con una sonrisa de medio lado.

-Oye, te lo digo en serio, cabronazo...- Murmuró dejando de un lado la risotada y poniéndose algo más serio y centrado. Volvió a negar con la cabeza, aunque sin hostilidad alguna. Sólo amabilidad y comprensión. Y mucha impaciencia. - Deja de pedir disculpas de una puta vez...- Y antes de que pudiera hablarle o interrumpirle ésta vez fue Connor quién se lanzó hacia él. Juntó los labios con los suyos en un beso menos suave y un poco más fiero, repleto (ahora sí) de una pasión que no había tenido ocasión de desatar hasta ahora. Sus manos descendieron hacia la delgada cintura de Ethan, donde las cerró con firmeza pero no la suficiente para hacer daño. Sus labios buscaron con más anhelo aún los del británico, en un intento por buscar de nuevo el relieve de su cicatriz como si fuera su único sustento. Su brazo intentó a base de pequeños empujones juguetones tirar a Ethan hacia un lado de la cama, buscando una posición más cómoda para ambos. Lo consiguiera o no, Connor volvería a hablar con la mirada casi enturbiada por el deseo.- Aún no he olvidado el puto insulto que me has hecho... Eso de que ya no soy un tío chungo y esas mierdas...- Susurró sin poder evitar que sus ojos se desviaran de nuevo hacia la boca del británico un par de veces. Desvió la vista hacia la pared, fingiendo con tanta fuerza que meditaba sobre algo que Ethan casi podría ver engranajes girando dentro de su cabeza, luego se volvió de nuevo hacia él con una sonrisa sincera.- Pero ésto ayuda a que te perdone un poco, cabrón sin corazón...-

Incapaz de pensar en cualquier otra cosa o en consecuencias y apoyado en la cama con uno de los codos, Connor intentaría besarlo de nuevo.
Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación

La fabula del dragón y la princesa  - Página 2 Empty Re: La fabula del dragón y la princesa

18/09/24, 12:25 am
Aquel beso se sintió como la primera calada de tabaco que das en tu vida, esa donde te ves de golpe abrumado y las dudas solapan parte de tu raciocinio. Solo que tras las primeras toses, con la intriga recién formada y la nueva sensación mojando tus labios nace una interrogante mayor. Querías comprobar una última vez, para saber si aquello era tan bueno como decían o si al contrario, te estaba condenando.

Ethan conocía muy bien esa emoción porque de arrepentimientos iba su vida por eso, que parte del humo quedará disipado por una respuesta contundente le sacó una ligera risa sincera e inesperada. Acababan de besarse, de volver cenizas lo que podría haber sido simplemente una amistad pero ahí estaba Connor para impedirle volverle a pedir perdón en un bucle que a veces le resultaba infinito. Si bien abrió la boca para decir algo, no llegó a vocalizar ninguna palabra, es más tampoco llegó a pensar en nada recurrente.

Cuando sus labios se volvieron a juntar fue como tomar una calada, y después otra y otra, llenándose cada vez más los pulmones de una toxina tan tóxica como podía ser en ese momento la necesidad por afecto. Sentía el calor empezar a formarse en su pecho mientras las manos del canadiense le tumbaban sobre la cama y él, rendido ante esa nueva droga simplemente se dejaba hacer. Era extraño pues habían llegado a ese punto porque él había prendido el mechero, pero ahora que la llama consumía el resto del tabaco en cada nuevo beso, cada caricia y cada agarre dejaba su mente difuminarse en el vapor que parecían estar emanando solo por la cercanía de sus cuerpos. Ethan se acomodó dejando parte de su modestia atrás, como si aquel encuentro no fuera más que un entrenamiento que se había ido de control rodeo los hombros del pelirrosa con sus brazos y le pegó aún más para que no se pensara el querer separarse. A veces morir asfixiado en el humo era mejor opción que tratar de razonar si el placer que te daba aquello era un efecto placebo o al contrario, una emoción real. No quería pillarse, le daba absoluto terror hacerlo.

Pero no le daba tanto miedo deleitarse entre los brazos de alguien que le sacaba prácticamente un cuerpo y medio. Vaya, que quizá y solo quizá esa iba a ser la primera pelea en la que estaba más que dispuesto a perder.

-Uhum. -¿Qué le estaba diciendo? Ethan asintió al comentario de Connor como si aún tuviera engranajes funcionando en su cabeza tras aquel beso tan pasional. Lo unico que le quedaba era el eco de los chasquidos que se hacían al juntar ambas bocas y joder, no podía evitar que se le fuera la mirada a donde no debía. -Perdón, si eh… lo que tu digas grandullón.

Le respondió con cierta sorna pues a pesar del rubor que manchaba sus mejillas había costumbres que no podían perderse. Tampoco quisó mediar más palabras pues aunque la idea de Connor fuera volver a besarlo, el londinense, ansioso, se adelantaría. No por que se hizara de la cama, al contrario, una de sus manos iría a acariciar su nuca hasta anclarse en su pelo y tirar de él hacía abajo. Allí donde pudiera volver a deleitarse con el calor que emanaba. Claro que volvió a besarlo y claro que aún a sabiendas de que jugar con fuego acaba quemando subió la intensidad. Lo que al principio era suavidad, ahora eran mordiscos que tiraban de su labio y lo que de un comienzo era un suave abrazo sobre sus hombros ahora era un agarre tenso en su espalda, dejando marca en las arrugas de su camiseta a medida que sus manos recorrían el contorno.

Claro que, entre tanto movimiento sus hojas de apuntes quedaron desperdigadas por el suelo y mientras Ethan alzaba una rodilla para acomodarse también se separaba momentáneamente del canadiense para escuchar, tenso. Porque no estaban solos, en lo absoluto y sabía (Aún no del todo consciente) de que no quería ser visto por otros del torreón.

-Connor, mierda, tus clases. -Farfulló bajo como si hubiera algo de verdad en tan absurda queja. -Mierda…

Repitió en apenas un murmullo de lo poco convencido que estaba por parar aquello. ¿Acaso se le podía culpar? Tras esas semanas de mierda, tras el hambre y el miedo… Él solo era un joven necesitado, quizá de más, quizá algo egoísta, quizá el sentirse anhelado por dos de los chicos más guapos que había conocido en su vida en parte le llenaba un ego inexistente. Quizá y solo quizá necesitaba sentirse querido como una mera validación. Quizá nada de aquello estaba bien, pero quizá ya poco le importaba. No quiso darle más vueltas y simplemente, volvió a besarlo. Con suerte el fuego actuaría antes que el arrepentimiento.
Seth

Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental

La fabula del dragón y la princesa  - Página 2 Empty Re: La fabula del dragón y la princesa

23/10/24, 06:19 pm
Connor había jugado con fuego muchísimas veces. Situaciones peliagudas en las que corría el riesgo de perder algo importante o alguien que le importaba, aunque no siempre fuera consciente. La primera situación que recordaba fue cuando se escapó de aquel orfanato y malvivió en la calle durante meses: Podía perder su libertad si las autoridades lo encontraban. La segunda prueba fue más larga y constante, porque vivir con los Wyverns no era tan fácil como quería hacer parecer. Una vida acogedora donde la muerte y la violencia esperaba a cada esquina, pero también la familia y el hogar: Podía perder a sus hermanos en cualquier momento y eso era lo que siempre le había aterrado.

Ahora, desbaratado y vulnerable ante aquellos besos de Ethan... Sentía que volvía a jugar con fuego. Uno cálido y agradable, pero también voraz y egoísta. Una parte de su mente le decía "Cuidado", porque quizás ardiera hasta los cimientos toda la amistad que había construido con el británico. Pero al contrario que en las otras ocasiones... Nunca había deseado tanto dejarse quemar, joder. Dejarse llevar por ese vapor que casi parecía poder tocar y que les rodeaba a ambos. No sabía que pasaría después de aquello, pero pensar en el futuro era pedirle mucho a la mente nublada de un motero impulsivo. Eso era un problema para otro Connor en otro tiempo. El de ahora solo quería más y más. Hasta ser una puta mancha negra en la cama y ser ceniza.

Disfrutó de ver cómo Ethan se acomodaba en la cama debajo suya y rodeaba sus hombros para empujarlo hacia él. Dejando con bastante claridad que aquello no iba de un par de besos. Aquello prometía más. Connor sonrió levemente mientras volvía a dejarse llevar por el sabor de sus labios y el dulce sonido de los mismos al separarse. Aquel roce tan sutil y a la vez fiero de sus cicatrices. Su mano izquierda sujetaba con firmeza la cadera de Ethan y amenazaba con la promesa de explorar más en el futuro, mientras la otra se deslizaba por su cuello hasta acabar en su nuca y aferrar con delicadeza parte de su cabellera. Dejando que sus dedos jugaran con aquel mar de oscuridad que era el pelo del medio japonés. Connor dejó escapar parte del aire retenido en sus pulmones, como si se ahogara en una nube de deseo. Sólo para volver a sumergirse en ella.

-¿Grandullón... eh?- Murmuró con sorna y una leve sonrisa al verlo tan desubicado. Los ojos perdidos en el contorno de sus labios separados y en la rojez tan jodidamente atractiva de sus mejillas. Ni siquiera había escuchado del todo el mecánico "perdón" de Ethan. Nublado como estaba por volver a acercarse de nuevo, porque aunque había sido él mismo quien se separara para volver a hablar... Había sido un error, joder. Quería más. Quería seguir. Por eso abrazó con jodidas ganas que fuera Ethan quien se lanzara ahora a por él. Se sentía como un puto náufrago ante la visión de un banquete real.

Dejó que el fuego le invadiera de nuevo cuando sus labios volvieron a juntarse en un beso al que le faltaba expulsar electricidad y rayos. Soltó un leve gruñido placentero ante la fiereza con la que ahora actuaba Ethan. Y lejos de quedarse atrás, Connor respondió con la misma intensidad elevada. Si iban a caer en la puta desgracia y el arrepentimiento... Lo iban a hacer juntos. Respondió los mordiscos en los labios con más mordiscos. Su corazón bombeando con tanto anhelo que podía sentir las pulsaciones en su cabeza. Suspiró de gusto ante el agarre fuerte que sentía en su espalda y el recorrido que empezaban a hacer sus dedos. Connor hizo lo propio y agarró con fuerza las caderas del británico, como si quisiera impedir que desapareciera porque todo aquello era un puto sueño. Su otra mano apretó con algo más de presión su nuca, incapaz de controlar el calor que le recorría el cuerpo y circulaba hacia abajo y más abajo. Sus cuerpos aplastando las hojas de apuntes y dando por olvidado lo que se suponía que debía haber sido una tarde de lecciones mágicas...

-Que le den a las clases, joder...- Murmuró con un bufido divertido e impaciente, cuando Ethan se separó temporalmente creándole unos segundos de confusión. Se dio cuenta de cómo intentaba escuchar si había alguien cerca, pero a Connor le daba igual. Sólo quería que su preocupación desapareciera para volver a acercarse a él. En aquel momento, a su mente imprudente tanto le daba si les pillaban.- Además... soy una mierda de alumno... Me encantaba saltármelas...-

El reencuentro de sus labios fue como volver a estallar en una puñetera supernova. Mientras lo besaba, Connor agarró las piernas de Ethan y le dio un tirón juguetón hacia él, para que el británico perdiera esa postura medio incorporada que había adoptado antes para escuchar algún sonido. Luego se acomodó él mismo a su lado, aunque parte de su pesado cuerpo recaía sobre el suyo. El motero volvió a besarlo mientras su mano izquierda, la que tenía la gran cicatriz en la palma, se empezaba a meter lentamente por debajo de la camiseta con el objetivo de acariciar su torso.

-No lo haces mal, joder...- Susurró con cortos besos en un lateral del cuello. Su tono medio burlón dejaba entrever el principio de una broma. Y es que Connor no había olvidado cómo Ethan le había dicho que no era un tío chungo.- Para ser un puto inglesito, quiero decir...- Dejó caer con retintín y sorna. Luego lo volvió a besar con una sonrisa como si así pudiera acallar su respuesta.
Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación

La fabula del dragón y la princesa  - Página 2 Empty Re: La fabula del dragón y la princesa

18/11/24, 01:19 pm
Pronto el suelo se llenó de hojas, como una lluvía otoñal que acompañaba a la tormenta provocada por ambos jóvenes. La cama sonaba con más fuerza de la debida, a causa de su antigüedad y la fuerza del cariño que estaban haciendo, porque si el britaníco en su momento tenía alguna objeción, esta había quedado disuelta en el aliento ajeno. La aspereza en la voz de Connor le había erizado la piel, en un cosquilleo eléctrico que culmina con cada chasquido formado entre sus labios. Joder que si era mal alumno, pero es que él era peor profesor. No podía ofrecerle magia, ni siquiera práctica, sólo el intercambio ardiente de un pacto no firmado y cuyas cláusulas se mantenían en el aire, dispersas, sin quedar concretas de ninguna de las formas.

Era demasiado débil, tanto que cuando el frío tacto de Connor chocó contra su torso una risa entrecortada se escapó de entre sus labios. ¿Cómo podía ser que la misma aspereza que otras veces le conseguía arrancar quejidos de dolor ante los golpes, ahora le robará suspiros entrecortados, expectantes por ver hasta donde subían?. Ethan cerró momentáneamente los ojos, mordiéndose el labio con cada nuevo beso depositado en su cuello, adoraba esa trayectoría, tanto que cuando los labios de Connor regresaron a los propios su dulzor supo aún mejor.

-¿Perdón? -Fue lo único que logró desentrañar de la espesura de su mente. El intentó de queja no sonó muy convincente. -Este inglesito te ha pateado el culo más de una y dos veces allí fuera.. eh?

Que le callará con otro beso no pudo sentarle mejor. Sus manos se movieron hacía el rostro del canadiense, acariciando sus mejillas para afianzarse en torno a su nuca tirando ligeramente hacía abajo. Poder acariciar el inicio de una cresta ya caída era suave, pero también indicaba todo el tiempo que habían compartido juntos. Había detalles antiguos, como la cicatriz que compartían en la boca y que ahora se fundía en una sola, pero también otras nuevas, más pequeñas y recientes. Ethan le mordió el labio, tirando con cierta burla del mismo cuando se alejó mínimamente de él.

-Tu cicatriz, es más grande. Me gusta.

No mentía, ver sus heridas reflejadas en alguien ajeno era un espejo más agradecido que ver las propias. Así le dedicó un corto pico en esa zona, sobre los labios que tenía partidos y mal curados. Un pico que pronto se convirtió en dos, tres, cuatro, hasta que volvió a pegarse para convertir el beso en uno más largo y lento. Le costaba mantener el ritmo despacio cuando toda la adrenalina de su cuerpo le rogaba subir la intensidad, descubrir donde tenía el resto de cicatrices el motero, y ver si de verdad podía morir bajo el peso contrarió. En vez de ello profundizó el beso, que para ironía, se le daba mejor gracias a la práctica con el felino. Su lengua no pidió permiso para adentrarse en territorio enemigo, dejando que fueran sus propios suspiros quienes le cegaran del resto de sonidos ajenos. Estaba bien allí, jugueteando con su piercing y perfilando el final de los dientes de Connor, deseoso por conocer una pizquita más allá.

O así fue, al menos, hasta que el murmulló se volvió más claro y las voces, lejos de ser un ruido hueco se convirtieron en pisadas cercanas. Ethan soltó un quejido roto, como el de un animal que acababa de ser descubierto, y tras unas palmadas sobre los hombros de Connor, trató de apartarle asustado. Cubriendo con una de sus palmas la boca del mismo, mientras la otra terminaba de empujarlo por la altura del pecho. Su mirada se centró entonces en la puerta, inmóvil, como si el solo hecho de respirar pudiera alertar de que estaban allí dentro. Solo su corazón seguía bombeando a un ritmo frenético, ensordeciendo parte de su escucha y a la par, afinando su paranoia.

-Shhhhhhh -Le rogó sin desviar su foco de la entrada. Estaba susurrando todo lo bajito que podía. -Creo que está subiendo alguien.
Seth

Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental

La fabula del dragón y la princesa  - Página 2 Empty Re: La fabula del dragón y la princesa

24/12/24, 06:28 pm
La respuesta que le dio Ethan a su burla logró sacarle una suave carcajada al motero. No por que pensara que estuviera equivocado, de hecho el japonés sí que le había pateado el puto culo en varios entrenamientos, si no porque lo dijo con la típica confusión de quién se está besando con alguien y le hablan de algo totalmente aleatorio. Había sido jodidamente gracioso y adorable esa mierda, y como consecuencia de ello Connor ensanchó su sonrisa mientras le besaba para callarle. Satisfecho de crearle aquellas sensaciones y reacciones, a la par que él le provocaba las mismas. Sus manos empezaron a deslizarse hacia abajo, en dirección al bajo vientre dónde se aferraron con fuerza a las caderas como si soltarle significara cortar aquel encuentro tan íntimo entre ellos.

-Yo no recuerdo nada de que me ganaras, eh...-
Murmuró antes de perderse nuevamente en los besos de Ethan y olvidar de qué cojones estaban hablando. ¿Importaba acaso? Ni de coña. Connor había aprendido a que había que vivir el momento sin importar lo demás, aunque no siempre seguía su propia filosofía. Pero ésta vez sí era así y no podía estar más agradecido de eso. Dejó escapar parte del aire cuando las manos del japonés atraparon su nuca y acariciaron su despeinada cresta, fundiéndose ambos en nuevos cariños y deseos como si no existiera el mundo más allá de esa cama. En parte así era. Allí fuera todo era más frío y gris, joder...En cambio en esa habitación había una hoguera... no, que cojones... Había un puto sol casi a punto de explotar y que amenazaba con hacerlos arder hasta los putos huesos. Pero era cálido y hogareño, y mientras Ethan le daba un pequeño mordisco en el labio Connor pensó con un estremecimiento placentero: <<Tiene que caerse este puto sitio para querer irme de aquí, joder...>>. El único sonido de la habitación salía de sus labios rozándose y juntándose, del roce de sus ropas y de una cama que gruñía por el peso de los dos pero que aguantaba con fuerza. Casi como si no quisiera interrumpir aquel momento.

Ésta vez fue a Connor a quién le tocó responder con espesura cuando Ethan se separó momentáneamente. ¿Qué cojones había dicho? Algo de una cicatriz... ¡AH, COJONES! Hablaba de la suya... Le gustaba su cicatriz. En un acto reflejo, Connor se acarició el corte de su labio y sonrió con sinceridad ante el cumplido, mientras un calor le empezaba a invadir en el pecho. Joder, ahora quería besar con más fuerza a aquel gilipollas... Luego se encogió de hombros sin saber qué decir. Volvían al tema de las cicatrices y el pasado que ocultaban, aunque al contrario que antes, ahora estaban uno encima de otro y besándose sin parar... Antes de que pudiera contestarle, Ethan le atacó con una cadena de picos que hizo que la confusión del motero se derritiera y volviera a caer en aquella vorágine de placer.

Dejó caer parte de su peso encima de Ethan, mientras sus labios volvían a fundirse. Ambas cicatrices juntadas como una sola, parodiando una especie de puzzle que por fin estuviera unido. Connor le devolvió un mordisco algo más fuerte al labio inferior, mientras sus manos descendían un poco y empezaban a jugar a acariciar con suavidad el límite. El límite entre el final de la camiseta y el principio del pantalón del japonés... Aquella tierra de nadie que prometía algo mucho mayor que los besos. Aún no había bajado las manos lo bastante, pero era cuestión de tiempo.

-Tu cicatriz me gusta más, joder...- Murmuró mientras le besaba con lentitud en la mejilla.- Es más pequeña y te cubre menos los putos labios...- Siguió diciendo mientras se los besaba para enfatizar. Dejó escapar un suspiro cuando Ethan empezó a jugar con su lenga y su piercing, lo que provocó que Connor elevara una de sus manos para agarrarle del cuello. Un tonto y volátil agarre, que más que restringir movimiento solo dejaba ver las llamas que ardían dentro de Connor. Sus manos empezaron a descender lentamente. Rozando el borde del pantalón... Buscando.

Pero todo acababa tarde o temprano. Sobre todo lo bueno.

El murmullo no era un puto murmullo. Ahora eran pisadas demasiado cercanas como para ser tranquilizadoras. Connor se incorporó un poco, a la par que Ethan le estaba empujando el pecho y le tapaba la boca. Escuchó con atención, aún con un leve jadeo por la agitación anterior. Sus ojos abiertos de la sorpresa por la amenaza de ser pillados, pero en una capa de profundidad más abajo se escondía un poco de mala hostia. No podía ser verdad que fueran a interrumpirles...

-¿Sehh emhtá aleandoh?- Farfulló como pudo con la mano de Ethan aún tapándole la boca, a sabiendas de que esos pasos más bien estaban acercándose. Pero cómo deseaba que no lo hicieran... Estaba de rodillas en la cama y medio agazapado escuchando, pero aún seguía encima de Ethan. Con la confirmación de éste que alguien subía, Connor por fin se liberó de su agarre y sus palabras sonaron más claras, pero como un susurro frustrado.- ¡Pues vaya mierda!- Bufó cansinamente, con gran parte de aquel calor abrasador desvaneciéndose y en su lugar dejando un frío cortarrollos de mierda. Aún así, eso no le impidió robarle dos últimos y fugaces besos a Ethan, antes de echarse a su lado con torpeza y empezar a recoger las hojas de hechizos desperdigadas por las sábanas y el suelo.- ¡Rápido, cabronazo! ¡Se suponía que estabas dándome una clase!- Susurró con insistencia, pero con una leve sonrisilla en los labios.
Aes
Aes

Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.

Personajes : Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
Fleur: Humana (Francia)
Siwani
Aniol: Humano (Polonia)


Unidades mágicas : 14/16
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.

Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D

La fabula del dragón y la princesa  - Página 2 Empty Re: La fabula del dragón y la princesa

29/12/24, 03:40 pm
Los pasos del pequeño revolotearon por los pasillos como un eco vibrante y lleno de colorines. No era un sonido rítmico y constante, parecido al de alguien que sabe dónde se encuentra lo que desea. Más bien se asemejaba a la sombra de duda de un niño que ya ha entrado en varias habitaciones sin cruzarse con el éxito.

En esta ocasión, Aniol había buscado al dragón y la grulla por varias de las inmediaciones de Sendar. Deseaba mostrarles el nuevo hechizo que logró dominar, pero ni el patio ni la azotea satisfizo sus ansias de validación, por lo que tuvo que acudir a las habitaciones puerta por puerta.

El niño cruzó el umbral como un elefante entrando en una chatarrería y durante unos segundos se quedó perplejo, observando las siluetas de Ethan y Connor muy cerca, con sus cabellos algo despeinados y todos los papeles de estudio tirados por el suelo.

¡HOLIII! —el desconcierto le duró poco, el tiempo en que su mente nublada se aclaró en un arcoiris de buenas intenciones—. ¿Nohlem ya os ha dicho lo que puedo hacer y por eso estabais probando el conjuro a escondidas? ¡QUE PILLINES! ¡Venga, que os enseño!.

El destino quiso que no se diera cuenta de que podía ser el mini profesor más inoportuno del mundo.

_________________________________________

"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."

"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."

"Las Emociones Que No Expresas Nunca Mueren."

"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
Raven
Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75

Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.

Armas : Ethan Lanza partesana y una daga

Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.

La fabula del dragón y la princesa  - Página 2 Empty Re: La fabula del dragón y la princesa

31/12/24, 02:50 pm
Fue… Fue una clase interesante, desde luego que lo fue.

Una sufrida, en la que disimular el rojo de sus mejillas fue su mayor desafío y en la que cada vez que Aniol se entretenía haciendo algún hechizo terminaba peinandose a toda prisa. Los nuevos inventos pasarón a un segundo plano tan bestia, que tras las sonrisas que le regalaba al joven Polaco, se escondía un tembleque nervioso evitando cruzar la mirada con el canadiense. No prestó atención alguna a aquella clase, porque entre otras cosas, estaba ocupado tratando de no morirse de la vergüenza en el intento.

Se habían quedado a medias, con un cojín mullido apoyado en su regazo como salvaguardias y una conversación sobre aquella situación completamente inacabada. Su única suerte fue que no podía conjurar y ese dato que en otras ocasiones le había hecho sentirse tan apartado, ahora le estaba brindando precisamente, el poder de quedarse al margen para retomar unas pulsaciones lógicas y calmadas.

No quería estar cerca de Connor, por lo que en el transcurso de las lecciones se mantuvo siempre en el lado contrario al suyo, frente a frente pero con una curiosa distancia de seguridad. Todo fuera para evitar ruborizarse frente al niño y tener que acabar explicando el porqué su compañero tenía un ligero mordisco en el labio inferior o porque su timidez afloraba con tan solo tenerle cerca. Estaba… culposamente feliz de haber obtenido una clase privada en manos del motero, y se sentía horrendamente mal, por haber deseado que el niño que tenían entremedias se esfumara otro ratito para ver si entre mayores surgían las chispas de otro tipo de magia…

Por suerte o por desgracia, según a que Ethan le preguntaras, ese fue el primer encuentro, pero no el último y como quien clandestinamente se encontraba a altas horas de la noche con un camello, siguió buscando a Connor para saborear la nueva droga que le ofrecía. Claro estaba, el joven bailaría entre dos mundos, como una luna que aún no había escogido planeta o una que simplemente no quería hacerlo, orbitaría alternándose entre sus dos mejores amigos.

Ya tendría tiempo de reflexionar, cuando las circunstancias fueran mejores… pensó, en una ingenuidad tan grande, que se le olvidó que en aquel lugar, nunca habría mejores momentos. La ciudad no te regalaba un final feliz donde comer perdices, pero al menos, por una tarde, se sintió más cerca de formar parte de un cuento de hadas que de uno cubierto de horrores.
Volver arriba
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.