Barrio de los Callejones sin Salida

Seguimos andando y marcando las calles por donde pasamos. Siempre alerta, con el escudo en alto.

Pego un respingo.
-Pero ¿qué...?
¿un fantasma? muevo la cabeza. Salgo corriendo y, de repente, veo...¡las cestas!
-Abi. coge tú una!
Cojo la otra y salgo pitando siguiendo las marcas. Salgo del entramado de casas con Abi.
(SIGUE EN EL TORREÓN MACIEL)

Un fantasma sale de una casa chillando con los brazos abiertos.
- ¡Qué coj....! - me corto antes de terminar de hablar.
- ¡Fuera de aquí! - le chillo mientras sigo a Aníbal y le amenazo con el palo.
A lo lejos se ven las cestas... así que corremos a por ellas, con el fantasma detrás.
El viento trae unas carcajadas, pero no soy capaz de ubicarlas.
Giro la cabeza hacia atrás, el fantasma nos sigue persiguiendo.
- ¡Largo! - le chillo.
Agarro una de las cestas y meto la mano en otra intentando llenarla hasta arriba.
Después tiro de ella y rodeandolas despistamos al fantasma y seguimos las marcas para salir del entramado.

(SIGUE EN EL TORREÓN MACIEL)

Entramos poco a poc con la última vez.
- Aún siguen nuestras marcas - informé mientras con la mano tocaba las marcas.

Llego con Abi. Asiento.
-Sí, eso es bueno...
Sin bajar la guardia, cojo la delantera y alzo el escudo para parar cualquier ataque que venga de frente. Empezamos a seguir las marcas.

- En parte, significa que nadie ha vuelto - le digo mientras saco una de las espadas de mi espalda - las cestas no tienen que andar lejos...

Seguimos andando hasta que llegamos a las cestas. Guardo mi espada y cojo una cesta. La lleno hasta el tope con el contenido de otra. Con un gesto, le digo a Abi que haga lo mismo.

Repito la misma acción que Aníbal, en silencio y captando cualquier sonido con atención. Me cargué una cesta en un brazo e hice lo mismo con otra. Me pesaba, pero prefería cargar un poco más antes que quedarme sin comer.
- Ya está, vámonos ya - le digo por lo bajo.

Asiento y nos dirigimos a la salida de este barrio con extrema cautela.

- Vámonos antes de que se den cuenta de que falta algo - añadi cogiendo un ritmo rápido para salir de allí cuanto antes.


(SIGUE EN EL TORREÖN MACIEL)

Asiento y empiezo a correr yo también.
(SIGUE EN EL TORREON MACIEL)

Ya hacía varias semanas que Freejey malvivía entre las intrincadas calles del Barrio de los callejones sin salida.

Tras despertarse en Rocavarancolia, Freejey había bebido de la fuente y se había marchado por libre, hasta que se perdió en El Barrio de los callejones sin salida, donde decidió establecerse al tener una bañera cerca.

La suerte y su agilidad habían sido sus más valiosas compañeras, solo había tenido un par de encontronazos con algunas criaturas que no consiguieron hacerle mal ya que hasta ahora conseguía escapar, y las bestias no se molestaban en perseguirle durante demasiado rato.

Había improvisado un refugio en una casa abandonada, donde pasaba las noches cubierto con unas mantas ajadas y roídas que había encontrado.

Pero Freejey no se iba a contentar con quedarse sentado esperando a la muerte, así que decidió alejarse para explorar un poco.

(Sigue en El rio)

Después de una rato de andar por la ciudad siguiendo el mapa llegamos a la entrada de lo que parece un laberinto de casas ... miro desconfiado la entrada, avanzamos un poco y llagamos a la primera bifurcación, y dudo ... no quiero que nos perdamos, miro las paredes y se me ocurre algo ... marcar la ruta con la punta de la daga, por lo que escojo un camino y hago una señal propia con la daga ...
-Vamos - les digo en voz baja, no se que puede haber en este lugar, pero seguro que sera peligroso - ...
Avanzamos en silencio, alertas, con la música de la bañera de fondo ... ¿ música?, genial, mas monstruos al banquete ...

Vacuum nos guía hasta una extraña zona de la ciudad que no me gusta. Frunzo el ceño, pensativa, pero no digo nada, y sostengo con fuerza la espada corta, con cautela. Sigo al chico, mirando a mi alrededor con curiosidad. Parece un laberinto... Vacuum marca una de las paredes para que no nos perdamos. Aun así, esto me preocupa, pero no dejo que los demás lo noten.
Oigo una música.
- ¿Sabéis que es eso? - pregunto en un susurro.