El Río

Miro las huellas.
-Tienes razón...
Me levanto y me pongo alerta. Le indico con un gesto que beba ella. Miro a todos los lados por si se nos acercase algo.

Aprovecho el momento para volver a agacharme y beber. Me lavo la cara con el agua del río y me seco con la camiseta.
- Da gracias a que soy muy observadora - le digo mientras me levanto y bajo un poco por la orilla del río - aunque lo que estuviera ayer aquí se ha ido, aprovechémonos a pescar algo y si pasa algo podemos salir corriendo... aunque ¿dónde guardarémos lo que capturemos?

Pienso un momento.
-¿Hay alguna caja o saco en el torreón? Si es así, voy a buscarlo en un momento...

- No tengo ni idea - le digo - de todos modos, no creo que sea buena idea separarnos... intentemos buscar peces grandes y si no queda otra pues los llevaremos en la mano - respondo.
Comienzo a descalzarme y retuerzo mis pantalones hasta la altura de la rodilla para poder meterme en el río. Después me aseguro de tener el cuchillo bien atado y palo en mano me acerco a la orilla.

-Ya...-tiene razón en lo de evitar separarnos-. Vale, hagámoslo así.
La imito y entro en el rio, dispuesto a pescar buenas piezas.

No me alejo demasiado de la orilla por lo que pueda pasar. Miro el agua con atención y agarro mi palo con firmeza. Los peces nadan tranquilos, parecen ser inconscientes de nuestra presencia. Sigo a uno con la vista e hico el palo en el agua, pero es demasiado rápido y se me escapa.
- ¡Porras! - digo mientras pego un puñetazo al agua - casi lo tenía...

Veo el intento de Abi de atrapar un pez y esbozo una sonrisa divertida. Trato de pescar uno que pasa por mi lado, pero se me escapa por poco.
-Vaya...es más difícil de lo que parece...

- Jo... con el hambre que tengo - digo con rabia mientras persigo a otro.
Ésta vez no se me escapa digo mientras tiro el palo y me tiro al agua cazándolo con las manos.
- ¡Aníbal que se me escapa! - digo mientras noto que el pez se me escurre entre los dedos.

Me lanzo y ayudo a Abi. Entre los dos sacamos el pez del agua.
-¡Ya tenemos algo de comer!

- ¡Bien, bien! - digo mientras lo tiro a la orilla.
Saco el cuchillo y le corto la cabeza para que deje de moverse. Al rato cesa.
- ¡Hala así no se escapa! - digo satisfecha - parece una trucha - lo observo de cerca - ¡buah! me da igual, tengo tanta hambre que me lo voy a comer sea trucha o no - digo sonriente mientras escurro el agua de mi camiseta - me ha dejado empapada...
- ¿Seguimos? - le digo de vuelta a la orilla.

-Buf, este pez nos ha dejado bien mojados...-digo mientras me quito la camisa y la dejo a la orilla-. Ale, vamos a por más.
Sonriente por haber atrapado al menos a uno, empiezo a buscar más presas.

Le hago un nudo a la camiseta y le sigo de vuelta al río. Recupero el palo y vuelvo a reseguir la orilla. Apuñalo el agua en vano puesto que los peces se me escapan.
- Parece que se han dado cuenta de que vamos a por ellos y huyen todos - le digo mientras vuelvo a pinchar el agua.
- Ahora que pienso... tengo una idea para llevar más agua al Torreón - le digo - podemos utilizar tu camiseta de bolsa para meter agua y rellenar la jarra del Torreón... eso sí el pez en la mano - añado sonriente y un poco distraída de la pesca.

-Vale. Pero luego me compras otra camisa, ¿eh?-digo de broma.
Intento pescar algún pez más. Un par se me escapan, pero el tercero consigo atraparlo. Lo dejo en la orilla y, como hizo Abi con el anterior, le corto la cabeza con el cuchillo.
-Dos...

Me río ante el comentario y sigo a lo mío.
- Bien - digo mientras veo como otro pez cae en nuestras manos.
Me fijo en el lecho del río.
- Oye Aníbal... ¿tú crees que ésa especie de algas que hay en el fondo serán comestibles? - le pregunto - a lo mejor saben a verdura...
En la orilla se ve caminar a un cangrejo corriendo hasta la orilla, tras hablar voy detrás de él y le pego con el palo hasta que se queda patas arriba y deja de moverse. Después lo dejo en el montón y me río ante lo que he hecho.
- No sabía cómo matarlo - comento mientras me llevo una mano a la cabeza y sonrío.

Muevo la cabeza.
-Yo tampoco, pero mientras lo que hagamos funcione...
Miro las algas.
-No sé, no sé...¿y si son venenosas?

- MMMmmmm.... pues si las algas fuesen venenosas los peces se habrían muerto y el agua no sería potable, ¿no? - le digo - no lo sé, pero tengo hambre no puedo evitar pensar en arrasar con todo lo que se pueda comer - digo sonriente.
- De momento tenemos dos peces y un cangrejo... mira haber si pescas algo más - respondo - quizás en éstos árboles de alrededor del río haya algún fruto comestible.

Me encojo de hombros.
-También es verdad...
Me sumerjo y arranco algunas algas. Las dejo junto a los peces.
-Busquemos algún fruto, pero poco más, que si no no podremos cargar con toda la comida que hemos recopilado...