Mesón “El jardín de sevli”
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Mesón “El jardín de sevli”
05/05/20, 12:42 am
Recuerdo del primer mensaje :
Casa de dos alturas y planta rectangular con un patio trasero cerrado por un muro con verja que tiene un portal estrecho para acceder a este directamente. Por su lado derecho linda con otra casa abandonada, pero por el resto de laterales da a la calle. Tanto las paredes como el muro son de piedra, y las puertas, las ventanas y las contraventanas son de madera. Las vigas que sostienen el tejado, formado por tejas oscuras y planas, son también de madera y sobresalen por el exterior creando el alero de la casa.
El patio contiene un pozo en el centro, y alrededor de este hay siempre parterres de hortalizas, especias y algunas plantas ornamentales que son cultivadas con la ayuda de la magia. De las vigas que sobresalen por los laterales de la casa cuelgan macetas con las enredaderas de flores rosadas que dan nombre al mesón. Este está escrito sobre la puerta en una tabla tallada.
El interior tiene los suelos de madera, con zócalos altos y sencillos del mismo material cubriendo la parte inferior de las paredes. La piedra restante está enlucida con yeso, alisando la superficie de las paredes y haciendo las estancias un poco más luminosas. La decoración más destacable del local son las plantas. Muchas enredaderas de sevli se encuentran en macetas colgantes desde el techo, pero también hay otras plantas de hojas grandes y verdes en los rincones. De noche se ilumina gracias a los farolillos sinhadres que cuelgan por el techo, aunque su fuente de luz es mágica.
La planta baja contiene una estancia amplia con algunas columnas donde se encuentran las mesas y sillas para los comensales. Al fondo hay una barra de madera que sobresale un poco para servir bebidas con algunos taburetes, tras la que se encuentra la cocina. La puerta que lleva a esta es de cantina y fácil de abrir sin manos. Desde la cocina se puede acceder a una gran despensa que aprovecha, en parte, el espacio bajo las escaleras, donde se guardan la mayoría de alimentos. Al lado derecho de la barra hay otras dos puertas: una da al baño para la clientela, y la otra lleva a las escaleras que dan acceso a la vivienda.
Estas escaleras conducen a un salón comedor con una mesa pequeña, cuatro sillas, un sofá y una butaca. Alrededor de este salón hay varias puertas que llevan al resto de habitaciones: un baño, una biblioteca con despacho, un cuarto de invitados y las habitaciones de Eara y Ayne. La decoración es mucho más sencilla en la planta superior, a pesar de que en ella hay, a mayores, alfombras. Existe una pequeña buhardilla sobre la última planta que aprovecha el espacio dejado por el tejado a dos aguas, pero como apenas tiene espacio no hay ningún acceso al lugar.
El patio contiene un pozo en el centro, y alrededor de este hay siempre parterres de hortalizas, especias y algunas plantas ornamentales que son cultivadas con la ayuda de la magia. De las vigas que sobresalen por los laterales de la casa cuelgan macetas con las enredaderas de flores rosadas que dan nombre al mesón. Este está escrito sobre la puerta en una tabla tallada.
El interior tiene los suelos de madera, con zócalos altos y sencillos del mismo material cubriendo la parte inferior de las paredes. La piedra restante está enlucida con yeso, alisando la superficie de las paredes y haciendo las estancias un poco más luminosas. La decoración más destacable del local son las plantas. Muchas enredaderas de sevli se encuentran en macetas colgantes desde el techo, pero también hay otras plantas de hojas grandes y verdes en los rincones. De noche se ilumina gracias a los farolillos sinhadres que cuelgan por el techo, aunque su fuente de luz es mágica.
La planta baja contiene una estancia amplia con algunas columnas donde se encuentran las mesas y sillas para los comensales. Al fondo hay una barra de madera que sobresale un poco para servir bebidas con algunos taburetes, tras la que se encuentra la cocina. La puerta que lleva a esta es de cantina y fácil de abrir sin manos. Desde la cocina se puede acceder a una gran despensa que aprovecha, en parte, el espacio bajo las escaleras, donde se guardan la mayoría de alimentos. Al lado derecho de la barra hay otras dos puertas: una da al baño para la clientela, y la otra lleva a las escaleras que dan acceso a la vivienda.
Estas escaleras conducen a un salón comedor con una mesa pequeña, cuatro sillas, un sofá y una butaca. Alrededor de este salón hay varias puertas que llevan al resto de habitaciones: un baño, una biblioteca con despacho, un cuarto de invitados y las habitaciones de Eara y Ayne. La decoración es mucho más sencilla en la planta superior, a pesar de que en ella hay, a mayores, alfombras. Existe una pequeña buhardilla sobre la última planta que aprovecha el espacio dejado por el tejado a dos aguas, pero como apenas tiene espacio no hay ningún acceso al lugar.
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- Personal del mesón:
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: sanaí
Habilidades: habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Mesón “El jardín de sevli”
11/12/24, 01:41 pm
Eara abrió los ojos con interés al escuchar que era una coincidencia que ella hubiese trabajado en el Macetero. No le quiso interrumpir para preguntar al respecto, pero él mismo no tardó en hacerlo. Eara no se había cruzado nunca a nadie más por trabajo en los portales, así que ya había asumido que trabajaba para Jack desde el primer momento. El vampiro siempre estaba detrás de gente que tuviese interés en las plantas, más si tenían transformaciones relacionadas con ello.
—¡Sí! Sí que es una casualidad enorme —respondió riendo—. Yo ayudé con el cuidado de los viñedos durante un tiempo, aunque las partes que requerían… más magia las hacían otros. —Había dudado antes de decirlo, porque aunque estaba confortable en la conversación no quería admitir que no tenía esencia tan rápido.
Desde que Neil no trabajaba allí sabía menos de quiénes iban y venían, por lo que no había oído nada sobre Padre Foresta o su transformación. Veían a Jack algunas veces, pero lo único que les había dicho de sus empleados nuevos era que tenía cubiertos todos los huecos, que era algo que necesitaban saber para tener tranquila la conciencia.
Al empezar a explicarle sus problemas para meter plantas en Serpentaria Eara sonrió recordando los suyos propios. Como además compartía habitación con Ayne había querido ocupar aún menos espacio con macetas, por lo que había mantenido algunas plantas decorando las instalaciones de Jack en el Macetero y, después, se había desatado cultivando plantas en el huerto y la casa nueva.
Eara iba a responderle cuando Padre Foresta pareció caer en algo de forma repentina. Una vez más abrió la boca sorprendida, aunque enseguida se ensanchó en una gran sonrisa.
—¿Amira? —preguntó—. ¡Rocavarancolia sí que es pequeña! Ya es la segunda casualidad grande en tan poco rato —dijo ahora riendo—. ¿Sois amigos?
De ser el caso, Eara se sentiría aún más segura, ya que conocía a la chica y no se relacionaría con el ochrorio si fuese mala persona.
—¡Sí! Sí que es una casualidad enorme —respondió riendo—. Yo ayudé con el cuidado de los viñedos durante un tiempo, aunque las partes que requerían… más magia las hacían otros. —Había dudado antes de decirlo, porque aunque estaba confortable en la conversación no quería admitir que no tenía esencia tan rápido.
Desde que Neil no trabajaba allí sabía menos de quiénes iban y venían, por lo que no había oído nada sobre Padre Foresta o su transformación. Veían a Jack algunas veces, pero lo único que les había dicho de sus empleados nuevos era que tenía cubiertos todos los huecos, que era algo que necesitaban saber para tener tranquila la conciencia.
Al empezar a explicarle sus problemas para meter plantas en Serpentaria Eara sonrió recordando los suyos propios. Como además compartía habitación con Ayne había querido ocupar aún menos espacio con macetas, por lo que había mantenido algunas plantas decorando las instalaciones de Jack en el Macetero y, después, se había desatado cultivando plantas en el huerto y la casa nueva.
Eara iba a responderle cuando Padre Foresta pareció caer en algo de forma repentina. Una vez más abrió la boca sorprendida, aunque enseguida se ensanchó en una gran sonrisa.
—¿Amira? —preguntó—. ¡Rocavarancolia sí que es pequeña! Ya es la segunda casualidad grande en tan poco rato —dijo ahora riendo—. ¿Sois amigos?
De ser el caso, Eara se sentiría aún más segura, ya que conocía a la chica y no se relacionaría con el ochrorio si fuese mala persona.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Mesón “El jardín de sevli”
19/12/24, 06:47 pm
La risa de Eara le estaba resultando muy contagiosa al brujo, aunque no le parecía extraño. Quitando el hecho de que estaba siendo muy agradable, las numerosas coincidencias estaban siendo inesperadas.
-Oh, entiendo, más o menos el mismo trabajo entonces. No es que pueda cambiar nada de los microclimas, eso es cosa de Erika, pero sí que para algunas cosas ayuda la magia- comentó tranquilo después de la chica. El puesto recomendaba la magia y había jugado a su favor cuando lo contrataron, pero Chromsa sabía que para recoger la cosecha y cuidarla no era extremadamente necesario. Entre sus compañeros había esclavos y ciudadanos sin magia que trabajaban sin dificultades, por eso no le había dado tanto peso a la duda de Eara aunque... ¿Qué transformación tenía? No veía ningún cambio aparente, aunque tampoco es que hubiera visto a nadie de Sinhdro hasta ahora, ¿sería un caso como el de Kirés?
-¡Justo!- respondió con emoción en cuanto salió el nombre de la francesa. No lo había mencionado por si acaso, pues había empezado a usar otro para desconocidos, pero ahora que sabía que la chica lo conocía se había ido cualquier tipo de apuro. -Casi parece un designio de la Acromía- bromeó entre carcajadas ligeras con todas las casualidades. Por el momento lo creía más como algo del azar, pero no iba a ser él quien dudara de los caminos inescrutables de la fe. El fauno asintió a la pregunta de la chica y explicó: -Pasamos la criba juntos. La verdad es que siempre he sentido que nuestro grupo ha estado muy unido, con dificultades a veces, pero aún así...- La duda se le habría notado en la voz con lo último, no tanto por las tensiones que habían ocurrido durante aquellos tiempo sino por los que ahora faltaban. Seguían adelante, pero los amigos que nunca volvería a ver dolerían por siempre.
Tampoco quería amargar la conversación por un momento, así que hizo hueco en su mente calmándola y siguió con lo que estaba. -Un día tengo que venir a probar. Hasta ahora no tenía mucho dinero y un amigo mío solo me ha llevado alguna vez a la Taberna del Mago Tuerto, pero tengo curiosidad de explorar más sitios- dijo echando un rápido vistazo a la fachada del mesón. -¿Tienes alguna recomendación sobre qué pedir?- le preguntó a Eara con una sonrisilla. Si era la dueña, no iba a encontrar a nadie mejor para saber que platos eran los mejores.
-Oh, entiendo, más o menos el mismo trabajo entonces. No es que pueda cambiar nada de los microclimas, eso es cosa de Erika, pero sí que para algunas cosas ayuda la magia- comentó tranquilo después de la chica. El puesto recomendaba la magia y había jugado a su favor cuando lo contrataron, pero Chromsa sabía que para recoger la cosecha y cuidarla no era extremadamente necesario. Entre sus compañeros había esclavos y ciudadanos sin magia que trabajaban sin dificultades, por eso no le había dado tanto peso a la duda de Eara aunque... ¿Qué transformación tenía? No veía ningún cambio aparente, aunque tampoco es que hubiera visto a nadie de Sinhdro hasta ahora, ¿sería un caso como el de Kirés?
-¡Justo!- respondió con emoción en cuanto salió el nombre de la francesa. No lo había mencionado por si acaso, pues había empezado a usar otro para desconocidos, pero ahora que sabía que la chica lo conocía se había ido cualquier tipo de apuro. -Casi parece un designio de la Acromía- bromeó entre carcajadas ligeras con todas las casualidades. Por el momento lo creía más como algo del azar, pero no iba a ser él quien dudara de los caminos inescrutables de la fe. El fauno asintió a la pregunta de la chica y explicó: -Pasamos la criba juntos. La verdad es que siempre he sentido que nuestro grupo ha estado muy unido, con dificultades a veces, pero aún así...- La duda se le habría notado en la voz con lo último, no tanto por las tensiones que habían ocurrido durante aquellos tiempo sino por los que ahora faltaban. Seguían adelante, pero los amigos que nunca volvería a ver dolerían por siempre.
Tampoco quería amargar la conversación por un momento, así que hizo hueco en su mente calmándola y siguió con lo que estaba. -Un día tengo que venir a probar. Hasta ahora no tenía mucho dinero y un amigo mío solo me ha llevado alguna vez a la Taberna del Mago Tuerto, pero tengo curiosidad de explorar más sitios- dijo echando un rápido vistazo a la fachada del mesón. -¿Tienes alguna recomendación sobre qué pedir?- le preguntó a Eara con una sonrisilla. Si era la dueña, no iba a encontrar a nadie mejor para saber que platos eran los mejores.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: sanaí
Habilidades: habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Mesón “El jardín de sevli”
25/12/24, 08:41 pm
A Eara le resultaba extraño y curioso estar hablando de conocidos comunes con alguien que acababa de conocer en la calle de casualidad. Primero Jack y Erika, y después Amira. Al parecer, la humana era compañera de criba y se llevaban bien, lo que era un alivio. «Cuando entre en el próximo turno tengo que contárselo» se dijo. La chica no hablaba demasiado a veces de su vida personal, quizá por eso no había escuchado previamente los nombres de muchos de sus compañeros de criba, pero a Eara le hacía ilusión conocerla más poco a poco. No quería sentir que había un muro entre ellos y sus empleados.
Padre Foresta mencionó algunas dificultades entre sus compañeros, ante lo que la sonrisa de Eara perdió fuerza, reconociendo aquel sentimiento y sabiendo perfectamente cómo se sentía. Podía referirse a muchas cosas, de hecho: problemas durante la criba, de convivencia, o tragedias que hubieran sufrido juntos, antes o después de la Luna. Era lógico que él no elaborase, así que la sinhadre se limitó a asentir con solemnidad y comprensión.
—Es bueno que estéis unidos, la adversidad es… común en esta ciudad —dijo.
El chico pareció decidir que aquella no era una ruta cómoda para la conversación y cambió de tema, parecido a cómo ella misma había desviado la conversación del cierre de Sinhdro.
—Oh, ven cuando quieras, creo que te va a gustar la decoración del interior —le respondió con una sonrisa cómplice, imaginando que le agradaría sentarse rodeado de plantas—. Te recomiendo venir un día que esté Amira, que seguro que conoce mejor tus gustos para decirte qué pedir. Ah, pero si preferís venir todos los amigos juntos a comer un día os prometo que la casa se va a portar bien —agregó con una sonrisa. Ya les había dejado claro tanto a Neil como a Amira que podían tener deferencia con sus propios invitados cuando viniesen a comer, estuviesen o no de turno ese día. No lo había consultado con Ayne, que era la mente de negocios, pero esas cosas a ella no le preocupaban en lo más mínimo.
»No conozco demasiado otros sitios para recomendarte otros locales —admitió después—, pero desde luego la Taberna vale la pena por la música. ¿Estaba el dullahan violinista cuando fuiste?
Padre Foresta mencionó algunas dificultades entre sus compañeros, ante lo que la sonrisa de Eara perdió fuerza, reconociendo aquel sentimiento y sabiendo perfectamente cómo se sentía. Podía referirse a muchas cosas, de hecho: problemas durante la criba, de convivencia, o tragedias que hubieran sufrido juntos, antes o después de la Luna. Era lógico que él no elaborase, así que la sinhadre se limitó a asentir con solemnidad y comprensión.
—Es bueno que estéis unidos, la adversidad es… común en esta ciudad —dijo.
El chico pareció decidir que aquella no era una ruta cómoda para la conversación y cambió de tema, parecido a cómo ella misma había desviado la conversación del cierre de Sinhdro.
—Oh, ven cuando quieras, creo que te va a gustar la decoración del interior —le respondió con una sonrisa cómplice, imaginando que le agradaría sentarse rodeado de plantas—. Te recomiendo venir un día que esté Amira, que seguro que conoce mejor tus gustos para decirte qué pedir. Ah, pero si preferís venir todos los amigos juntos a comer un día os prometo que la casa se va a portar bien —agregó con una sonrisa. Ya les había dejado claro tanto a Neil como a Amira que podían tener deferencia con sus propios invitados cuando viniesen a comer, estuviesen o no de turno ese día. No lo había consultado con Ayne, que era la mente de negocios, pero esas cosas a ella no le preocupaban en lo más mínimo.
»No conozco demasiado otros sitios para recomendarte otros locales —admitió después—, pero desde luego la Taberna vale la pena por la música. ¿Estaba el dullahan violinista cuando fuiste?
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Mesón “El jardín de sevli”
26/12/24, 07:46 pm
-Eso parece- se limitó a responder con una brevísima mueca al comprender las palabras de la sinhadre. Durante sus primeros meses allí los mayores problemas que habían tenido habían sido algunos encuentros con monstruos entre las ruinas y los intentos de Setenta y Siete por fastidiarlos. Con el tiempo tocó enfrentarse a la muerte de Qirra, los estragos que el lagarto había causado en otros grupos, compartir la historia de Iemai... Y aún con todo había sido en los últimos tiempos donde Rocavarancolia había mostrado su peor cara llevándose a varios de sus compañeros y mostrándole el sufrimientos de tantos otros como ellos. Era descorazonador y el ochrorio no tenía claro cómo habrían seguido adelante de no ser por sus amigos y su fe. Había maldad, cierto, pero tenía bien claro que también había una bondad desbordante entre los ciudadanos. Unos amigos que más bien eran una segunda familia, nuevos conocidos con aspiraciones de mejorar la ciudad o algo tan sencillo como una conversación tranquila en una calle que hacía tiempo habría creído peligrosa lo demostraban. Una muestra más del Equilibrio y de que la misión que tenía por delante no era en vano.
Pero volviendo a temas más sencillos, el fauno mostró una amplia sonrisa con los consejos de Eara. -Lo tendré en cuenta. No se si llegaré juntar a todo el mundo, pero puedes contar que un día vendré- dijo animado, sus hojas flotando plácidamente con la sola idea de cómo sería el local por dentro. Ciertamente Amira sabría mejor que plato recomendarle, pero había querido preguntar por si acaso. Al fin y al cabo, quitando los asuntos más escabrosos y teniendo en cuenta que a veces su instinto lo dificultaba, la actitud de Eara y el hecho de que tantos de sus conocidos fueran comunes le daban mucha seguridad para confiar en ella.
-¡Oh, sí! Un par de veces hemos coincidido con una de sus actuaciones. Toca muy bien, creo que es lo que más me gusta del sitio- confesó recordando con algo de ilusión las melodías del violín a la luz de las velas. De normal era un ambiente que podía tolerar al estar con Erknest, pero aún así en ocasiones no terminaba de sentirse del todo cómodo. Fuera la poca luz, la cantidad de gente en un espacio así o el comportamiento de la misma; o todos a la vez, su inquietud a veces se disparaba. Aunque por suerte, para lo bueno y para lo malo, estar acompañado del Caballero Ciervo hacía que todo fuera más curioso. -Mi amigo alguna vez ha intentado unirse a su música, pero... Todavía le queda para llegar al nivel del resto de grupos que van por allí- comentó aguantando una risilla. El kamaitachi se había animado en ciertas ocasiones a cantar algunas melodías que conocía de La Tierra al son del violinista, aunque para suerte de todos el trasgo o algún cliente habitual lo había parado al instante. Al brujo le había bastado escucharle "entonar" una sola nota para entender sus prisas al respecto, por mucho que apreciara a su amigo.
Se cruzó de brazos volviendo al tema tranquilamente. -Es muy interesante escuchar música e instrumentos de otros mundos, la verdad. Algunas me recuerdan mucho a las melodías que tocábamos en Ochroria- comentó. Justamente había sido en una de las visitas a la Taberna que había descubierto cierto tipo de música de La Tierra que había empezado a gustarle mucho por eso mismo. Algún día tendría que preguntarles a sus compañeros terrestres por grupos de música "celta", o algo así le había dicho Erknest que era.
Pero volviendo a temas más sencillos, el fauno mostró una amplia sonrisa con los consejos de Eara. -Lo tendré en cuenta. No se si llegaré juntar a todo el mundo, pero puedes contar que un día vendré- dijo animado, sus hojas flotando plácidamente con la sola idea de cómo sería el local por dentro. Ciertamente Amira sabría mejor que plato recomendarle, pero había querido preguntar por si acaso. Al fin y al cabo, quitando los asuntos más escabrosos y teniendo en cuenta que a veces su instinto lo dificultaba, la actitud de Eara y el hecho de que tantos de sus conocidos fueran comunes le daban mucha seguridad para confiar en ella.
-¡Oh, sí! Un par de veces hemos coincidido con una de sus actuaciones. Toca muy bien, creo que es lo que más me gusta del sitio- confesó recordando con algo de ilusión las melodías del violín a la luz de las velas. De normal era un ambiente que podía tolerar al estar con Erknest, pero aún así en ocasiones no terminaba de sentirse del todo cómodo. Fuera la poca luz, la cantidad de gente en un espacio así o el comportamiento de la misma; o todos a la vez, su inquietud a veces se disparaba. Aunque por suerte, para lo bueno y para lo malo, estar acompañado del Caballero Ciervo hacía que todo fuera más curioso. -Mi amigo alguna vez ha intentado unirse a su música, pero... Todavía le queda para llegar al nivel del resto de grupos que van por allí- comentó aguantando una risilla. El kamaitachi se había animado en ciertas ocasiones a cantar algunas melodías que conocía de La Tierra al son del violinista, aunque para suerte de todos el trasgo o algún cliente habitual lo había parado al instante. Al brujo le había bastado escucharle "entonar" una sola nota para entender sus prisas al respecto, por mucho que apreciara a su amigo.
Se cruzó de brazos volviendo al tema tranquilamente. -Es muy interesante escuchar música e instrumentos de otros mundos, la verdad. Algunas me recuerdan mucho a las melodías que tocábamos en Ochroria- comentó. Justamente había sido en una de las visitas a la Taberna que había descubierto cierto tipo de música de La Tierra que había empezado a gustarle mucho por eso mismo. Algún día tendría que preguntarles a sus compañeros terrestres por grupos de música "celta", o algo así le había dicho Erknest que era.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: sanaí
Habilidades: habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Mesón “El jardín de sevli”
29/12/24, 09:10 pm
Eara le agradeció la intención de comer en el restaurante, que parecía genuina. No solo le agradaba la idea de ganar clientela, sino la posibilidad de conocer gente nueva en la ciudad, gente de confianza con la que poder interactuar sin que importase su estatus. Esperaba de verdad que ese fuese el caso.
Padre Foresta también había tenido la suerte de poder ver al violinista en directo. Al admitir que era lo que más le gustaba del sitio no pudo evitar decir:
—Me pasa parecido.
Era un caso un poco distinto el suyo. Se sentía tan fuera de lugar en la taberna que realmente la música era lo único que le ayudaba a no querer salir por la puerta. Si se trataba solo de beber algo y hablar, prefería ir a la bodega de Jack por bastante.
»¿Tu amigo toca? ¿O canta? —preguntó. No podía imaginarse la historia que había detrás de aquel comentario, así que en su mente el amigo de Padre Foresta era un aficionado a la música que se estaba esforzando, igual que Ayne, en aprender a dominar un instrumento o su voz—. La verdad es que estando aquí se nos ha abierto todo un mundo de instrumentos y melodías nuevas… a mí me encanta, pero quien entiende más de música es mi compañero. Cuando vengáis le convenceré para que os toque alguna canción sinhadre, y tu amigo puede hacer lo mismo, si quiere.
La música era bienvenida en el mesón, siempre que no molestase a ningún cliente. Si todavía no recurrían mucho a amenizar con ella era por falta de contactos y práctica por parte de Ayne.
Padre Foresta también había tenido la suerte de poder ver al violinista en directo. Al admitir que era lo que más le gustaba del sitio no pudo evitar decir:
—Me pasa parecido.
Era un caso un poco distinto el suyo. Se sentía tan fuera de lugar en la taberna que realmente la música era lo único que le ayudaba a no querer salir por la puerta. Si se trataba solo de beber algo y hablar, prefería ir a la bodega de Jack por bastante.
»¿Tu amigo toca? ¿O canta? —preguntó. No podía imaginarse la historia que había detrás de aquel comentario, así que en su mente el amigo de Padre Foresta era un aficionado a la música que se estaba esforzando, igual que Ayne, en aprender a dominar un instrumento o su voz—. La verdad es que estando aquí se nos ha abierto todo un mundo de instrumentos y melodías nuevas… a mí me encanta, pero quien entiende más de música es mi compañero. Cuando vengáis le convenceré para que os toque alguna canción sinhadre, y tu amigo puede hacer lo mismo, si quiere.
La música era bienvenida en el mesón, siempre que no molestase a ningún cliente. Si todavía no recurrían mucho a amenizar con ella era por falta de contactos y práctica por parte de Ayne.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Mesón “El jardín de sevli”
02/01/25, 07:42 pm
Con todas las cosas en común hasta ahora, al ochrorio no le extrañó que coincidieran también en ese aspecto de la Taberna, y eso que no sabía todo lo que se le estaba pasando por la mente a la sinhadre. Conocía el local de Jack en la ciudad, aunque salvo alguna ocasión que le habían encargado llevar parte de las botellas de las nuevas cosechas a La Bodega, no había pasado allí demasiado tiempo. Tenía que reconocer, eso sí, que parecía un ambiente en el que estaría más cómodo, tal como en el edificio que tenía delante.
-Hasta donde se solo canta- dijo ladeando un poquito la cabeza, intentando recordar sin éxito si alguna vez había hecho pinitos con algún instrumento. Aquello era una señal de que seguramente no, eso o el kamaitachi no confiaba lo suficiente en sus habilidades como para comentarlo siquiera. Aunque ahora que Eara sacaba el tema, ¿cuál le pegaba? -(Seguramente una de esas guitarras eléctricas o algo así)- se respondió al instante con una fugaz sonrisilla. Quitando lo que le habían contado sus compañeros terrestres, no había visto ninguna, pero resultaba ser un instrumento que solían usar los cantantes en algunos tipos de música. Aquello encajaba mucho con la actitud de su compañero sin duda.
El fauno asintió muy convencido con la chica. -Desde luego. Hay tanto que descubrir en todos los mundos...- comentó con cierta ilusión. Aún tenía que encontrar el momento para visitar más mundos aparte de El Macetero, además de que todavía tenía asuntos pendientes en Ochroria. Las circunstancias no habían sido las mejores hasta ahora, pero la simple idea de ver todo aquello de lo que le habían hablado sus amigos y lugares totalmente nuevos... Solo era cuestión de tiempo, tenía muchas ganas.
Al parecer Ayne estaba más versado en la música que ellos y la generosa propuesta de la dueña del local era algo que agradecía con creces. -Oh, sería fantástico si no es una molestia- dijo con emoción, sus hojas revoloteando con jovialidad cerca de él. -¿Qué instrumento toca?- preguntó con curiosidad, tal vez era alguno que conociera, estuviera o no presente en Ochroria. Sobre lo otro... -Pues... sí, imagino que le gustaría. Se lo comentaré cuando lo vea, seguro que el sitio le encanta- sus palabras, aunque en lo primero tuviera unas pequeñísimas dudas internas que no llegaron a mostrarse, eran genuinas. Lo pasarían bien simplemente por estar todos juntos, y bueno, tal vez practicaría con tiempo. O lo mismo no le apetecía cantar ese día. A saber, pero lo importante era pasar un rato agradable en conjunto.
-Hasta donde se solo canta- dijo ladeando un poquito la cabeza, intentando recordar sin éxito si alguna vez había hecho pinitos con algún instrumento. Aquello era una señal de que seguramente no, eso o el kamaitachi no confiaba lo suficiente en sus habilidades como para comentarlo siquiera. Aunque ahora que Eara sacaba el tema, ¿cuál le pegaba? -(Seguramente una de esas guitarras eléctricas o algo así)- se respondió al instante con una fugaz sonrisilla. Quitando lo que le habían contado sus compañeros terrestres, no había visto ninguna, pero resultaba ser un instrumento que solían usar los cantantes en algunos tipos de música. Aquello encajaba mucho con la actitud de su compañero sin duda.
El fauno asintió muy convencido con la chica. -Desde luego. Hay tanto que descubrir en todos los mundos...- comentó con cierta ilusión. Aún tenía que encontrar el momento para visitar más mundos aparte de El Macetero, además de que todavía tenía asuntos pendientes en Ochroria. Las circunstancias no habían sido las mejores hasta ahora, pero la simple idea de ver todo aquello de lo que le habían hablado sus amigos y lugares totalmente nuevos... Solo era cuestión de tiempo, tenía muchas ganas.
Al parecer Ayne estaba más versado en la música que ellos y la generosa propuesta de la dueña del local era algo que agradecía con creces. -Oh, sería fantástico si no es una molestia- dijo con emoción, sus hojas revoloteando con jovialidad cerca de él. -¿Qué instrumento toca?- preguntó con curiosidad, tal vez era alguno que conociera, estuviera o no presente en Ochroria. Sobre lo otro... -Pues... sí, imagino que le gustaría. Se lo comentaré cuando lo vea, seguro que el sitio le encanta- sus palabras, aunque en lo primero tuviera unas pequeñísimas dudas internas que no llegaron a mostrarse, eran genuinas. Lo pasarían bien simplemente por estar todos juntos, y bueno, tal vez practicaría con tiempo. O lo mismo no le apetecía cantar ese día. A saber, pero lo importante era pasar un rato agradable en conjunto.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: sanaí
Habilidades: habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: lanza y arco.
Status : ヽ༼ຈل͜ຈ༽ノ
Re: Mesón “El jardín de sevli”
10/01/25, 01:34 pm
Eara decidió que aquel ochrorio le caía bien. Primero habían sido las plantas, y después la música. Solo con eso ya tenían bastante en común, pero también estaba su forma amable de hablar. Ayne le diría que estaba pecando de confiada haciendo un juicio tras una breve conversación, y en parte tenía razón, que era por lo que la sinhadre no iba a dejar de ser cautelosa tan rápido.
—No creo que sea molestia, es una buena excusa para romper el hielo para él —comentó. Aquel era un muro difícil de saltar para el anima, perfeccionista por naturaleza, así que había decidido que lo empujaría a actuar en cuanto tuviese la oportunidad—. El instrumento que toca es la zanfona sinhadre, es como una caja con cuerdas que se frotan girando una manilla —explicó. Tal vez no hacía falta entrar en tantos detalles, pero sabía que había gente de otros mundos que no habían visto algo similar antes—. Si no lo habías oído nunca te va a sorprender, creo. Espero que tu amigo y tú podáis venir pronto —añadió con una sonrisa, y cogió en la mano la escalera para llevarla a la siguiente maceta de sevli. Imaginaba que había interrumpido a Padre Foresta bastante por aquel día, ya que todavía tenía que cargar su helecho frondoso hasta Serpentaria.
—No creo que sea molestia, es una buena excusa para romper el hielo para él —comentó. Aquel era un muro difícil de saltar para el anima, perfeccionista por naturaleza, así que había decidido que lo empujaría a actuar en cuanto tuviese la oportunidad—. El instrumento que toca es la zanfona sinhadre, es como una caja con cuerdas que se frotan girando una manilla —explicó. Tal vez no hacía falta entrar en tantos detalles, pero sabía que había gente de otros mundos que no habían visto algo similar antes—. Si no lo habías oído nunca te va a sorprender, creo. Espero que tu amigo y tú podáis venir pronto —añadió con una sonrisa, y cogió en la mano la escalera para llevarla a la siguiente maceta de sevli. Imaginaba que había interrumpido a Padre Foresta bastante por aquel día, ya que todavía tenía que cargar su helecho frondoso hasta Serpentaria.
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