Burdel de Dama Espasmo
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Burdel de Dama Espasmo
02/08/11, 06:13 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de cinco plantas de madera pulida con fachadas llenas de balcones y techadas con tejas azules. La entrada es un arco rectangular decorado con farolillos y da a una sala circular decorada con doseles y tapices. Una abertura atraviesa el edificio verticalmente, filtrando la luz que va a dar a una fuente de cristales de colores. Se utilizó como refugio para cosechados durante la primera cosecha pero actualmente es un negocio puesto en funcionamiento.
- Empleados del burdel:
Mephis
Género: Le da igual (usa principalmente pronombres femeninos)
Raza: Desconocida
Transformación: Cambiante.
Descripción física: Puede tener cualquier aspecto que desee pero su forma favorita es el de una persona menuda y andrógina, de rasgos finos y aniñados, enormes ojos azules con pestañas espesas , nariz algo respingona y una boca pequeña y carnosa. Salvo por petición expresa todo en ella es completamente blanco a excepción de los ojos, cuyo iris suele colorear de rosa o azul pálido. Esa es su marca personal, pues no quiere pasar desapercibida si no que se la reconozca al instante. Le gusta llevar el cabello rizado y por encima de los hombros. Suele usar maquillaje discreto, a excepción de los labios que le gusta pintar de distintos tonos de azul. Adora la ropa pomposa, como de muñeca, con muchos encajes y volantes y los adornos de flores para el pelo. Sus joyas favoritas son las perlas. Siempre viste colores claros.
Personalidad: Sus servicios son los más caros de todo el burdel ya que puede ser literalmente lo que el cliente desee y por eso mismo se lo tiene bastante creído. Su temperamento hace que resulte difícil de tratar aunque ha mejorado con los años gracias a la convivencia con sus compañeros. Con los clientes es complaciente pero sin perder la vena de princesita caprichosa que muchos encuentran encantadora. Le gusta ser el centro de atención y que la halaguen pero odia a la gente vulgar y que se tomen demasiadas confianzas con ella. Es muy demandante con Cain y él la consiente todo lo que puede. Prefiere pasar su tiempo libre a solas o en compañía de Zedrig o Cain, sus dos personas favoritas. Le encantan las flores y las rosas en particular, siempre tiene flores frescas en la habitación.
Jau
Género: Masculino.
Raza: Terrícola.
Trasformación: Licántropo tigre.
Descripción física: Es un tipo grande, de 1’97 de altura, espaldas anchas y cuerpo musculado. Tiene la mandíbula bien marcada, nariz recta y unos ojos penetrantes y brillantes de color ambarino. Su piel bronceada a veces muestra marcas más oscuras que imitan su pelaje animal. Le gusta llevar otros rasgos de su transformación parcial como la cola, los colmillos o nariz oscura. Lleva el pelo corto, rapado en la nuca degradado de negro a naranja. Le gusta demasiado ir sin camiseta y suele vestir pantalones anchos de algodón o de lino, y no más complementos que alguna pulsera de cuero. Tiene dos piercings en la parte superior de la oreja izquierda.
Personalidad: Es un tipo energético, muy amigable y de buen temperamento. Le gusta socializar y estar rodeado de gente y tiene muchos amigos fuera del burdel. Su presencia puede resultar algo intimidante al principio pero se disipa pronto una vez lo oyes hablar. Eso sí, aunque es difícil que se enfade cuando lo hace es terrible. Adora bailar, los deportes de equipo y en general cualquier actividad física que le permita quemar energía. No puede pasar mucho tiempo encerrado o se pone nervioso e irritable. A pesar de no ser mucho de adornos es coqueto a su manera y lleva una dieta y rutina de ejercicios muy estricta. Es el predilecto de Gahna y a menudo está reservado solo para ella.
Vivia
Género: Femenino.
Raza: Idrina.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es una joven de piel gris perla, finísima y delicada sin ningún tipo de marca ni cicatrices, algo increíble teniendo en cuenta que fue una esclava antes de llegar al burdel. Su cabello es liso y largo hasta media espalda y lo lleva teñido de verde pálido. Tiene los ojos verdes, grandes y almendrados, labios finos y orejas similares a las aletas de un pez. Su cuerpo es esbelto, de 1’67 de altura, con cuello fino y piernas bien torneadas. Es increíblemente flexible. Le gusta la ropa de colores claros y prefiere las telas ligeras y transpirables. No usa casi joyas salvo en ocasiones especiales o para complacer a algún cliente.
Personalidad: Se le da bien leer a las personas y ha desarrollado sus habilidades sociales para adaptarse a cualquier situación. Su vivacidad y encanto la hacen realmente popular, especialmente entre hechiceros y brujos ególatras, pues se le da muy bien halagar a la gente. A veces usa su habilidad para leer a las personas para manipularlas a su favor, y no es raro que consiga sacar más de un regalo. Le entusiasma la magia y tiene la habitación llena de cachivaches mágicos, además de libros de hechizos que nunca podrá utilizar. Cuando está cómoda deja salir su insaciable curiosidad. Es la mejor amiga de Ariven.
Ariven
Género: Femenino.
Raza: Nublina.
Transformación: Demonio del fuego arruinado (tiene una piedra de Luna incrustada en el pecho, sobre el escote).
Descripción física: Mide 1’72, de cuerpo bien trabajado, caderas anchas y pechos firmes. Su piel tiene un color rojizo y es bastante oscura. Sus ojos rasgados son como brasas encendidas y varían de color, pasando por distintos tonos anaranjados. A veces se tiñe la esclerótica y los dientes de negro. Tiene el cabello negro azabache, largo y ondulado, y le gusta recogérselo en trenzas, colas altas, moños... Posee una cola fina y larga terminada en punta de flecha y le gusta usar prótesis de cuernos que se cambia cada cierto tiempo. Puede chamuscar cosas tocándolas y tiene la capacidad de aumentar mucho su temperatura corporal, además de ser resistente al fuego; por desgracia su nivel de magia es menor de lo que debería y no tiene afinidad para la magia de invocación.
Personalidad: Es una chica pasional, pero mide sus acciones al milímetro y le gusta dar la impresión de que tiene todo bajo control. Tiene una fuerte presencia, por lo que no suele pasar desapercibida. Es dominante en la cama y algo sádica, le gustan los juegos y crear escenas, es lo que más disfruta de su trabajo. Es muy cariñosa con sus amistades. Le gusta reír y es aficionada a la bebida fuerte y las largas conversaciones sobre cualquier tema. También adora la música, ya sea escucharla, bailarla o incluso cantarla. Le encantan las joyas, siempre lleva pulseras o pendientes de algún metal precioso, y suele vestir con colores oscuros para que hagan contraste. Tiene preferencia por las telas vaporosas y las trasparencias aunque el trabajo le exija mucho cuero y látex. De diario usa mucha ropa terrícola. Es la mejor amiga de Vivia.
Zedrig
Género: Masculino.
Raza: Nublino.
Transformación: No tiene.
Descripción física: De complexión delgada y 1’73 de altura (alto para ser nublino). Su piel es blanca con moteado azul en hombros, sienes, inicio de la columna y caderas. Tuvo cicatrices que han sido curadas con magia aunque aún le queden en muslos y muñecas. Además tiene un complejo tatuaje rúnico en tinta blanca a lo largo de su columna. Sus manos terminan en garras pero a veces usa fundas de silicona para que no le estorben. Tiene el cabello azul oscuro y le gusta llevarlo corto y con flequillo. Sus ojos también son azules, oscuro en el iris y claro en la esclerótica. Suele vestir con ropa tradicional de su mundo, aunque también le gusta el estilo sinhadre y el asiático terrestre. No es de llevar muchos adornos fuera del trabajo pero le gustan las gargantillas y el maquillaje y recientemente las garras libenses.
Personalidad: Es dulce y complaciente. Pasivo, de pocas palabras y voz suave, casi tímida. Al menos es así como se presenta ante sus clientes. En la realidad es un chico retraído y desconfiado al que le desagradan las multitudes y la gente escandalosa. Gran observador, sabe leer el ambiente y cómo evitar los conflictos. Fue sujeto de experimentación mágica por lo que todo lo relacionado con ella le hace sentir incómodo y guarda cierto rencor contra algunos transformados. Es un poco cínico y puede llegar a ser bastante cruel con sus opiniones, aunque rara vez las comparta. La lectura es su pasatiempo favorito. Es el mejor amigo de Mephis.
Vanyme
Género: Masculino
Raza: Ulterano terra.
Transformación: No tiene.
Descripción física: Es alto (1’83) y esbelto, con musculatura ligera. Tiene el pelo morado berenjena, algo por debajo de los hombros y lo suele llevar trenzado y recogido en una cola alta. Sus rasgos son marcados y regios, aunque aún algo suaves debido a su juventud. Tiene la piel muy morena, con algunas cicatrices sin importancia en manos y pies que ha insistido en conservar. Sus ojos son dorados, ligeramente rasgados, y son los que le dan su nombre. Intenta vestir con ropa cómoda; faldas largas, pantalones anchos de tela fina y suave, algunos adornos de piel o hueso, pero ha terminado cediendo a las joyas de oro que Cain no para de regalarle. Ha desarrollado cierto gusto por los kimonos de seda y los bordados de tonos metálicos.
Personalidad: Muy tímido, todavía sobrepasado por la situación en la que se encuentra pero poco a poco abriéndose a los demás. Es dulce y tranquilo, de risa fácil cuando está rodeado de gente de confianza. Con los clientes es distante y taciturno, pero famoso por su delicadeza. Se ha convertido en un ávido lector y tiene mucho interés por el arte y la música (incluso está pensando en aprender a tocar algún instrumento). Le gustan muchísimo los animales; tiene dos conejitos como mascota.
Wheem
Género: masculino.
Especie: varmano granta.
Transformación: brujo de las opiaceas.
Descripción física: Mide 1’65 y es delgado aunque con una musculatura bien formada gracias al trabajo y el baile. Es ágil y elegante con sus movimientos. Su piel es oscura y tiene el cabello rojo y liso cortado a media melena que a veces se recoge en una coleta baja. Sus ojos son de un rojo muy oscuro y su nariz felina es negra. Casi siempre tiene un cigarrillo en la boca. Tiene múltiples pendientes en las orejas que se va cambiando a placer. Le gusta la ropa de su mundo: pantalones de vestir, camisas y chalecos, trajes de chaqueta, a veces algún sombrero… No le gusta usar maquillaje.
Personalidad: Es lo que se suele llamar un vividor, amante de los placeres de la vida y con la brújula moral estropeada desde antes de llegar a la ciudad. Directo, brusco y con un ácido sentido del humor, aunque también sabe endulzar sus palabras para conseguir sus objetivos. Apasionado del baile, la bebida y cualquier droga que se fume. Tiene un serio problema con el juego y sigue acumulando deudas por culpa de este. Aunque se queje a menudo, en el fondo no tiene muchos remilgos para con sus clientes.
Dama Circe
Género: Femenino
Raza: Terrícola
Transformación: Licántropo.
Descripción física: En su forma humana mide 1’60. Tiene curvas marcadas: caderas anchas, buen culo, pecho generoso y tripita. Su piel suele estar bronceada y no tiene más marcas que algún lunar y estrías ya cicatrizadas en los muslos. Los rasgos de su rostro son redondeados, si bien algo asalvajados por el brillo especial de sus ojos marrones o la chispa de su sonrisa. Su cabello es castaño y liso, y le gusta llevarlo corto. En su forma lobuna, su pelaje es pardo moteado, sus ojos están vascularizados y es más grande que un lobo normal. Tiene una forma de vestir llamativa y le gusta seguir como puede las últimas tendencias tanto de la Tierra como de Frivo. Adora los pendientes grandes y los estampados animales y siempre tiene la manicura a punto. Es muy raro verla sin maquillaje, aunque sea la raya del ojo.
Personalidad: Es algo salvaje e impulsiva. Se pica con facilidad, tiende tener rabietas y puede llegar a ser verdaderamente borde, pero también es muy juguetona y bromista. Es algo menos refinada que sus compañeras, muchas veces habla más de lo que debería y le traiciona el entusiasmo cuando algo capta su atención. A pesar de todo se preocupa por sus compañeros y resalta por su sentido del humor y su animosidad. Le encantan los eventos sociales y el barullo y estar al tanto de cualquier cotilleo. En su tiempo libre le gusta salir a bailar o a beber con sus amigos y recientemente se ha enganchado a las telenovelas frivys, en parte por las risas y en parte de verdad (también le gustan los dibujos animados de la Tierra y los realities). Mantiene sus precios bajos a propósito, ya que según ella le ofrecen una mayor diversidad de clientes y es más interesante; ya ha alcanzado el nivel de vida que quiere y no pretende aspirar a más.
Vlad (esporádico)
Género: Masculino.
Raza: Terrícola
Transformación: Incubo.
Descripción física: Es un hombre de 1’88 de alto, de presencia imponente. Tiene rasgos rasgos regios y elegantes, aunque su personalidad altiva a veces los arruinen. Su piel es pálida, adornada con diversas cicatrices y escarificaciones, cortesía de su ama. Tiene piercings en los pezones, al inicio del hueso pélvico y en la base del pene. Su cuerpo está bien trabajado pero con una musculación más estética que por trabajo físico. Apenas tiene vello corporal. Unos cuernos curvos asoman entre su melena oscura, larga y lisa. Tiene los ojos rojos y sus uñas son largas y negras. Su lengua es larga y sus dientes afilados, y posee una cola acabada en punta que se va oscureciendo desde la base hasta adquirir el tono rojizo de la sangre seca. Viste con ropa libense de buena calidad para trabajar: faldas largas, gargantillas de cuero, cadenas… De diario usa ropa formal terrícola.
Personalidad: La personificación del libertinaje. Aun conservando los modales y el porte de su pasado noble, su desproporcionada libido le hace tener la mente puesta siempre en el sexo, y es en estos momentos cuando tiene permiso para dar rienda suelta a sus múltiples fetiches. No es demasiado exigente y mantiene unos precios a veces ridículos, pues suele interesarle más la recarga de magia que el dinero, pero le gusta tomarse su tiempo en el cortejo, seduciendo y jugando con sus objetivos. Morboso y calculador, sumiso ante su única ama, Mánia, cuya autoridad reconoce aun por encima de la de Cain. Es un ávido lector, tanto de novela como de poesía, y un amante de la música clásica.
- Referencias visuales:
-Tablón del burdel
-Tablón de Mephis
-Planta baja y termas
-Primer y segundo piso
-Tercer y cuarto piso
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Re: Burdel de Dama Espasmo
26/04/22, 09:34 pm
El brujo siguió al cambiante con cierta expectación, abriendo mucho los ojos cuando por fin atisbó el interior de la habitación que habían alquilado. Aquella estancia era una auténtica obra de arte para los sentidos y resultaba difícil mantener la vista fija en un único detalle, pues todo parecía estar hecho para atraer la atención.
—Menuda pasada… —susurró tras el humano, sintiéndose ligeramente mareado ante la necesidad de mirar en todas direcciones a la vez. A pesar de todo acertó a cerrar la puerta sin tropezar con sus propios pies, apoyándose con suavidad contra el marco de la misma mientras terminaba de aclimatarse—. Y huele super bien. —añadió, moviendo el hocico como si estuviera husmeando algo delicioso.
Milo no sabía demasiado sobre decoración terrícola ni ya puestos sobre decoración en general, pues en Irraria eran un tanto sobrios en aquel sentido, pero sí que sabía apreciar los colores y los elementos del cuarto y estaba realmente encantado con ellos. A falta de una expresión mejor la estética resultaba cálida y las telas vaporosas le daban un toque mágico a la atmósfera de la suite.
—Es como haberse trasladado a otro mundo. —comentó con una sonrisa bobalicona, adentrándose entre los cojines con la intención de investigar entre los numerosos cajones de las alacenas repartidas por el lugar.
La naturaleza de los tipos de lubricantes y de los diversos artículos con los que tropezó en su exploración le recordó rápidamente donde se encontraba, lo que inevitablemente le hizo enrojecer de nuevo. El hacker no podía quitarse de encima la sensación de ser un adolescente con cero experiencia en sex shops o burdeles, pero es que aquel lugar resultaba intimidante. Por suerte su novio estaba allí y podía apoyarse en él para no sentirse completamente fuera de lugar.
—Sería un puntazo, desde luego, pero fijo que Rena nos descuartiza en cuanto empiecen a llegar las facturas —replicó con una mueca divertida mientras ojeaba el catálogo de juguetes—. No jodas… —susurró en un momento dado, mirando al pelirrosa con los ojos muy abiertos mientras alzaba la carta y le señalaba un dildo gigantesco—. ¡Es del tamaño de una puta espada! —exclamó como si fuera imbécil.
—Menuda pasada… —susurró tras el humano, sintiéndose ligeramente mareado ante la necesidad de mirar en todas direcciones a la vez. A pesar de todo acertó a cerrar la puerta sin tropezar con sus propios pies, apoyándose con suavidad contra el marco de la misma mientras terminaba de aclimatarse—. Y huele super bien. —añadió, moviendo el hocico como si estuviera husmeando algo delicioso.
Milo no sabía demasiado sobre decoración terrícola ni ya puestos sobre decoración en general, pues en Irraria eran un tanto sobrios en aquel sentido, pero sí que sabía apreciar los colores y los elementos del cuarto y estaba realmente encantado con ellos. A falta de una expresión mejor la estética resultaba cálida y las telas vaporosas le daban un toque mágico a la atmósfera de la suite.
—Es como haberse trasladado a otro mundo. —comentó con una sonrisa bobalicona, adentrándose entre los cojines con la intención de investigar entre los numerosos cajones de las alacenas repartidas por el lugar.
La naturaleza de los tipos de lubricantes y de los diversos artículos con los que tropezó en su exploración le recordó rápidamente donde se encontraba, lo que inevitablemente le hizo enrojecer de nuevo. El hacker no podía quitarse de encima la sensación de ser un adolescente con cero experiencia en sex shops o burdeles, pero es que aquel lugar resultaba intimidante. Por suerte su novio estaba allí y podía apoyarse en él para no sentirse completamente fuera de lugar.
—Sería un puntazo, desde luego, pero fijo que Rena nos descuartiza en cuanto empiecen a llegar las facturas —replicó con una mueca divertida mientras ojeaba el catálogo de juguetes—. No jodas… —susurró en un momento dado, mirando al pelirrosa con los ojos muy abiertos mientras alzaba la carta y le señalaba un dildo gigantesco—. ¡Es del tamaño de una puta espada! —exclamó como si fuera imbécil.
Re: Burdel de Dama Espasmo
02/05/22, 01:55 pm
—¿¡Verdad!? —dijo a lo del traslado de mundos.
Estaban los dos como críos, tanto que se le había ido por completo la función principal de la habitación. Rox probó la cama y botó sentado en ella para comprobar que tan blandita era, simplemente pensando en lo agradable que tenía que ser dormir ahí.
—Bueno, si lo pagamos nosotros no tiene porqué matarnos. Y para ahorrar en comida siempre podemos seguir yendo a la Sede y saquear la despensa —se rió. Se había llevado una de las cortinas de la cama a la cara para examinar qué tan transparente era y, así, con la tela estirada entre las dos manos y muy pegada a los ojos -la única forma de ver nítidamente a través de ella- miró a Milo. —¿El qué? —se inclinó hacia él para ver lo que señalaba (porque eso de quitarse la cortina y dejar de hacer el tonto no era una opción), tomándose unos buenos segundos en procesarlo. La carcajada le hizo soltar la tela, eso y las ganas de verlo mejor—. ¡COJONES, trae trae!
Estiró el brazo para ver mejor el dildo en cuestión, riéndose como un memo por el coso. No solo había medidas, para hacer más gráfico el tamaño de aquello a su lado habían puesto lo que supuso era un dildo humanamente normal. Aparte la forma era como poco peculiar.
—¿Es el pito de un dragón o algo así? —el pulso y el pecho le temblaban de tanto reírse—. Tiene como… tumores malignos.
Le había dado el pavo y no sabía como parar. Las mejillas se le habían puesto blancas, pero de tanto notar calor en ellas se le tiñeron de rojo inconscientemente—. Si quieres podemos… —cogió aire, usando brevemente la carta de abanico—. Podemos pedirlo o… también puedo copiarlo.
Sus cejas subieron y bajaron tantas veces que resultó ridículo aunque no por mucho tiempo, porque la risa volvió a cortarle por medio. Sus pies dieron varios golpecitos al suelo.
—¡Y-Ya!, ya en serio, quiero ver que más…¡TÚ TÚ, ESTE TIENE COMO PINCHOS!
Estaban los dos como críos, tanto que se le había ido por completo la función principal de la habitación. Rox probó la cama y botó sentado en ella para comprobar que tan blandita era, simplemente pensando en lo agradable que tenía que ser dormir ahí.
—Bueno, si lo pagamos nosotros no tiene porqué matarnos. Y para ahorrar en comida siempre podemos seguir yendo a la Sede y saquear la despensa —se rió. Se había llevado una de las cortinas de la cama a la cara para examinar qué tan transparente era y, así, con la tela estirada entre las dos manos y muy pegada a los ojos -la única forma de ver nítidamente a través de ella- miró a Milo. —¿El qué? —se inclinó hacia él para ver lo que señalaba (porque eso de quitarse la cortina y dejar de hacer el tonto no era una opción), tomándose unos buenos segundos en procesarlo. La carcajada le hizo soltar la tela, eso y las ganas de verlo mejor—. ¡COJONES, trae trae!
Estiró el brazo para ver mejor el dildo en cuestión, riéndose como un memo por el coso. No solo había medidas, para hacer más gráfico el tamaño de aquello a su lado habían puesto lo que supuso era un dildo humanamente normal. Aparte la forma era como poco peculiar.
—¿Es el pito de un dragón o algo así? —el pulso y el pecho le temblaban de tanto reírse—. Tiene como… tumores malignos.
Le había dado el pavo y no sabía como parar. Las mejillas se le habían puesto blancas, pero de tanto notar calor en ellas se le tiñeron de rojo inconscientemente—. Si quieres podemos… —cogió aire, usando brevemente la carta de abanico—. Podemos pedirlo o… también puedo copiarlo.
Sus cejas subieron y bajaron tantas veces que resultó ridículo aunque no por mucho tiempo, porque la risa volvió a cortarle por medio. Sus pies dieron varios golpecitos al suelo.
—¡Y-Ya!, ya en serio, quiero ver que más…¡TÚ TÚ, ESTE TIENE COMO PINCHOS!
Re: Burdel de Dama Espasmo
10/05/22, 09:28 pm
Milo recogió la cortina que Rox había dejado caer mientras el cambiante echaba un vistazo de cerca a los dildos, riendo con sus reacciones y mostrándose de acuerdo con la suposición de que debía de ser un miembro de dragón o algo similar. La sugerencia de pedirlo o copiarlo, sin embargo, le cortó la risa un instante y el brujo tuvo que mirar a su novio para comprobar cuán seria era su propuesta.
—Creo que no sería capaz de manejar semejante armatoste… —afirmó algo inseguro, observando al pelirrosa a través de la tela de gasa con una sonrisa nerviosa mientras el otro no podía contener más las carcajadas y empezaba a partirse de nuevo.
El consolador erizado le provocó un escalofrío, pues se asemejaba mas a un objeto de tortura que a uno de placer, e inclinándose junto al humano para verlo más de cerca no pudo evitar un nuevo estremecimiento. Había gustos de todos los tipos, era algo que tenía muy asumido después de vivir un tiempo en Rocavarancolia, y aquel catálogo era un exponente bastante significativo.
—¿Serán pinchos blanditos? —preguntó con un bufido entre divertido y dubitativo, dándole demasiadas vueltas a algo que no debería estar juzgando en primer lugar.
Intentando quitarse aquella sensación de encima el moreno se dejó caer sobre un montón de cojines y empezó a agitar los brazos para enterrarse entre ellos, observando mientras tanto los detalles de la decoración que también salpicaba el techo de la habitación. Era como si estuviera en una nube, una muy lujosa que olía extremadamente bien y en la que según había entendido se podían pedir refrigerios.
—Oye, ¿te apetece tomar algo? —le preguntó a Rox, asomando la cabeza entre las almohadas como si fuera un suricato. Había visto la carta de bebidas junto a la de juguetes.
—Creo que no sería capaz de manejar semejante armatoste… —afirmó algo inseguro, observando al pelirrosa a través de la tela de gasa con una sonrisa nerviosa mientras el otro no podía contener más las carcajadas y empezaba a partirse de nuevo.
El consolador erizado le provocó un escalofrío, pues se asemejaba mas a un objeto de tortura que a uno de placer, e inclinándose junto al humano para verlo más de cerca no pudo evitar un nuevo estremecimiento. Había gustos de todos los tipos, era algo que tenía muy asumido después de vivir un tiempo en Rocavarancolia, y aquel catálogo era un exponente bastante significativo.
—¿Serán pinchos blanditos? —preguntó con un bufido entre divertido y dubitativo, dándole demasiadas vueltas a algo que no debería estar juzgando en primer lugar.
Intentando quitarse aquella sensación de encima el moreno se dejó caer sobre un montón de cojines y empezó a agitar los brazos para enterrarse entre ellos, observando mientras tanto los detalles de la decoración que también salpicaba el techo de la habitación. Era como si estuviera en una nube, una muy lujosa que olía extremadamente bien y en la que según había entendido se podían pedir refrigerios.
—Oye, ¿te apetece tomar algo? —le preguntó a Rox, asomando la cabeza entre las almohadas como si fuera un suricato. Había visto la carta de bebidas junto a la de juguetes.
Re: Burdel de Dama Espasmo
09/06/22, 12:10 am
—¿Qué no?
Aunque Rox era un buen actor y más ahora que su cerebro se tragaba sus facetas como una realidad, el ambiente era tan extraño, su pavo tan alto y la inquietud de Milo tan hilarante que lo quería ser una mirada picante de desafío fue abruptamente interrumpida por otra carcajada.
—¡Pero no lo mires como si hubiera matado a tu familia! —le propinó un golpe con el papel en los hocicos, partiéndose aún más por sus expresiones—. No no no, espero que no sean blanditos, le quitaría toda la gracia al trasto —tras lo siguiente le tembló el pecho y la voz por la risa—. Que sea como meterte un cactus…
El cambiante tuvo que tumbarse y limpiarse las lágrimas de tanto reír tras aquello. Era horrible. El juguete no: él era horrible. Se abanicó con la carta de armas de silicona y vibradores hasta recuperar el aliento mientras Milo se hacía una tumba con los cojines. Menos mal que podía renovar sus músculos faciales o no sería capaz de sonreír en la próxima media hora por culpa del dolor. Al menos el hielo estaba roto. Con dinamita, pero roto.
—¿Se puede pedir comida? —volteó la cabeza en su dirección, tumbado a lo estrella de mar pocha con las piernas fuera de la cama. Por no estropearla tan rápido se irguió y alisó las sábanas a su espalda, captando de refilón la carta de lo que venía siendo comestible sin connotaciones sexuales—. Aaaah. Venga, vale.
Cambió una por la otra y se acercó a Milo mientras la ojeaba. Desde refrescos a cócteles más elaborados pasando por bandejas de fruta, dulces y salados ligeros. El australiano no tenía hambre, así que se quedó en las bebidas, dejando al goloso del brujo lo demás.
—Yo quiero una copa de ronmiel —dijo tendiéndole la carta a cambio un cojín—. Aunque te digo yo que no es lo que más me apetece tomar.
Le lanzó una mirada significativa acompañada de una sonrisita ladina, con el toque de humor que le daba un movimiento rápido de cejas después.
Aunque Rox era un buen actor y más ahora que su cerebro se tragaba sus facetas como una realidad, el ambiente era tan extraño, su pavo tan alto y la inquietud de Milo tan hilarante que lo quería ser una mirada picante de desafío fue abruptamente interrumpida por otra carcajada.
—¡Pero no lo mires como si hubiera matado a tu familia! —le propinó un golpe con el papel en los hocicos, partiéndose aún más por sus expresiones—. No no no, espero que no sean blanditos, le quitaría toda la gracia al trasto —tras lo siguiente le tembló el pecho y la voz por la risa—. Que sea como meterte un cactus…
El cambiante tuvo que tumbarse y limpiarse las lágrimas de tanto reír tras aquello. Era horrible. El juguete no: él era horrible. Se abanicó con la carta de armas de silicona y vibradores hasta recuperar el aliento mientras Milo se hacía una tumba con los cojines. Menos mal que podía renovar sus músculos faciales o no sería capaz de sonreír en la próxima media hora por culpa del dolor. Al menos el hielo estaba roto. Con dinamita, pero roto.
—¿Se puede pedir comida? —volteó la cabeza en su dirección, tumbado a lo estrella de mar pocha con las piernas fuera de la cama. Por no estropearla tan rápido se irguió y alisó las sábanas a su espalda, captando de refilón la carta de lo que venía siendo comestible sin connotaciones sexuales—. Aaaah. Venga, vale.
Cambió una por la otra y se acercó a Milo mientras la ojeaba. Desde refrescos a cócteles más elaborados pasando por bandejas de fruta, dulces y salados ligeros. El australiano no tenía hambre, así que se quedó en las bebidas, dejando al goloso del brujo lo demás.
—Yo quiero una copa de ronmiel —dijo tendiéndole la carta a cambio un cojín—. Aunque te digo yo que no es lo que más me apetece tomar.
Le lanzó una mirada significativa acompañada de una sonrisita ladina, con el toque de humor que le daba un movimiento rápido de cejas después.
Re: Burdel de Dama Espasmo
30/06/22, 09:08 pm
Milo no hizo ningún comentario más acerca del dildo tras la comparación con un cactus del australiano, pues temía pecar de prejuicioso y ya no sabía que era broma y que no en todo aquello, así que mientras el otro se partía de risa y se tenía que secar las lágrimas él se limitó a sonreír mientras jugueteaba con los cojines e intentaba que no se le notara la vergüenza.
—Me parece que sí —contestó a su pregunta, obviando el hecho de que el pelirrosa debía haber encontrado la respuesta al ojear el catálogo—. ¿Tienes hambre? —se interesó, alargando la mano para intercambiar la carta por un cojín y poder echarle también un vistazo.
Había suficiente cantidad de bebidas y cócteles como para no probarlos todos en una sola noche, pero por suerte su novio se había decidido rápidamente por algo que tomar.
—Lo del ron miel suena bien —comentó, sumándose a su propuesta con un asentimiento de cabeza. El brujo estaba tan concentrado que tardó unos instantes en percatarse del anzuelo que le había lanzado, y cuando lo hizo y alzó la mirada algo sorprendido no pudo evitar sonrojarse ligeramente al toparse con el sugerente movimiento de cejas del cambiante—. Y yo pensando que habíamos venido a una fiesta de pijamas del todo inocente, ingenuo de mí… —se las apañó para replicar con una sonrisa divertida, devolviéndole una mirada intensa antes de volver al folleto.
El sí que tenía hambre y no tardó demasiado en dar con la sección de aperitivos y con la de dulces en particular.
—Oye, ¿las delicias turcas están buenas? —preguntó tras unos segundos de indecisión, suponiendo acertadamente que eran originarias de la Tierra. El nombre ya le atraía lo suficiente como para arriesgarse a pedir una bandeja, pero aún así tendría en cuenta la opinión del coreano por si a él no le apetecía.
—Me parece que sí —contestó a su pregunta, obviando el hecho de que el pelirrosa debía haber encontrado la respuesta al ojear el catálogo—. ¿Tienes hambre? —se interesó, alargando la mano para intercambiar la carta por un cojín y poder echarle también un vistazo.
Había suficiente cantidad de bebidas y cócteles como para no probarlos todos en una sola noche, pero por suerte su novio se había decidido rápidamente por algo que tomar.
—Lo del ron miel suena bien —comentó, sumándose a su propuesta con un asentimiento de cabeza. El brujo estaba tan concentrado que tardó unos instantes en percatarse del anzuelo que le había lanzado, y cuando lo hizo y alzó la mirada algo sorprendido no pudo evitar sonrojarse ligeramente al toparse con el sugerente movimiento de cejas del cambiante—. Y yo pensando que habíamos venido a una fiesta de pijamas del todo inocente, ingenuo de mí… —se las apañó para replicar con una sonrisa divertida, devolviéndole una mirada intensa antes de volver al folleto.
El sí que tenía hambre y no tardó demasiado en dar con la sección de aperitivos y con la de dulces en particular.
—Oye, ¿las delicias turcas están buenas? —preguntó tras unos segundos de indecisión, suponiendo acertadamente que eran originarias de la Tierra. El nombre ya le atraía lo suficiente como para arriesgarse a pedir una bandeja, pero aún así tendría en cuenta la opinión del coreano por si a él no le apetecía.
- Status : es medianoche en la discoteca cementerio
Personajes :
● Jace Stanfield: Dullahan imbécil procedente de la Tierra. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Seo Rox: Cambiante pinche furro, humano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’59m (sin botines)
Heridas/enfermedades : Alguien que le eche una mano xfi
Ficha de cosechado
Nombre: Kahlo
Especie: Varmana granta
Habilidades: Habilidad manual, inmutabilidad, carisma
Re: Burdel de Dama Espasmo
01/07/22, 12:46 am
Lo obtuso que era Milo y lo mucho que le gustaba. Incluso si respondía con su característico ingenio se notaba que en esos temas era muy irrense, lo cual le divertía sobremanera. Era de las pocas materias en las que se sentía más aventajado que él.
—Síii, pijamas —dijo–. ¡Ay! Que movidón, que me he olvidado el mío en caaasa… Voy a tener que dormir como la Luna me trajo al mundo, que maaal...
Dejó caer la cabeza con falso abatimiento a la vez que tomaba asiento a su lado entre cojines, sonriendo.
—Son un poco empalagosas para mi gusto… —su voz perdió fuerza al pensar en lo adecuado que era el dulce para la situación. En su defensa las asociaba a la película de Narnia, así que lo primero que se le venía a la mente con las delicias era un paisaje muy distinto al del cuarto—. ¡Sí sí, venga! Pegan con la ambientación y así nos metemos en el rol. ¿Seguro que no quieres un pito de hipogrifo ya que vienen? —chinchó por última vez antes de darle a las runas que avisaban al servicio. De no ser por los precios y el repelús que le daba un juguete sexual de alquiler (compartido por a saber cuantos y quienes) él mismo lo habría pedido por las risas.
Los refrigerios no tardaron en llegar y menos tardó Rox en salir a recibirlos. Dejó la bandeja en la mesita baja principal sin soltar su copa, pero antes de brindar el cambiante se llevó un dulce a los labios y se acercó al brujo para ofrecérselo así. Su sonrisa era evidente y su expresión maliciosa más todavía. Le habría encantado seducirlo vestido con sedas trasparentes pero le tocaba conformarse con sus pintas de moderno; tampoco es que hiciera falta mucho para ruborizar a su acompañante, estaba convencido de que sería capaz de hacerlo hasta llevando el disfraz de una mascota deportiva. El pensamiento le arrancó una risa.
—Síii, pijamas —dijo–. ¡Ay! Que movidón, que me he olvidado el mío en caaasa… Voy a tener que dormir como la Luna me trajo al mundo, que maaal...
Dejó caer la cabeza con falso abatimiento a la vez que tomaba asiento a su lado entre cojines, sonriendo.
—Son un poco empalagosas para mi gusto… —su voz perdió fuerza al pensar en lo adecuado que era el dulce para la situación. En su defensa las asociaba a la película de Narnia, así que lo primero que se le venía a la mente con las delicias era un paisaje muy distinto al del cuarto—. ¡Sí sí, venga! Pegan con la ambientación y así nos metemos en el rol. ¿Seguro que no quieres un pito de hipogrifo ya que vienen? —chinchó por última vez antes de darle a las runas que avisaban al servicio. De no ser por los precios y el repelús que le daba un juguete sexual de alquiler (compartido por a saber cuantos y quienes) él mismo lo habría pedido por las risas.
Los refrigerios no tardaron en llegar y menos tardó Rox en salir a recibirlos. Dejó la bandeja en la mesita baja principal sin soltar su copa, pero antes de brindar el cambiante se llevó un dulce a los labios y se acercó al brujo para ofrecérselo así. Su sonrisa era evidente y su expresión maliciosa más todavía. Le habría encantado seducirlo vestido con sedas trasparentes pero le tocaba conformarse con sus pintas de moderno; tampoco es que hiciera falta mucho para ruborizar a su acompañante, estaba convencido de que sería capaz de hacerlo hasta llevando el disfraz de una mascota deportiva. El pensamiento le arrancó una risa.
- ♪♫♬:
- Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Ficha de cosechado
Nombre: Qwara Khumalo.
Especie: Humana sudafricana.
Habilidades: Rapidez mental, velocidad y nociones de lucha (boxeo y krav maga).
Re: Burdel de Dama Espasmo
15/07/22, 11:08 pm
Milo sonrió cuando el otro accedió a pedir las delicias turcas, aunque al mencionar el pito de hipogrifo casi se muerde la lengua intentando contener una carcajada nerviosa. Por suerte fue el propio cambiante el que descartó la idea, cosa que el brujo agradeció en su fuero interno, y se sentaron a esperar al servicio mientras continuaban intercambiando impresiones sobre la habitación.
—Menuda velocidad… —comentó el moreno apenas unos minutos después cuando alguien tocó en la puerta, haciendo amago de levantarse antes de desistir al ver que Rox era mucho más rápido.
Mientras el humano atendía la llamada y metía todo en el cuarto el irrense se quitó las zapatillas para estar más cómodo, dejándolas apartadas a un lado para que no mancharan los cojines, y cuando las bebidas estuvieron a su alcance se sentó sobre los talones para brindar con su novio. El australiano tenía otros planes, sin embargo, y antes de que pudiera darle un sorbo a su copa se inclinó hacia él con una delicia entre los dientes y una expresión maliciosa en el rostro.
—Oh. —murmuró el norteño ruborizándose ligeramente, menos cohibido de lo que el rubio esperaba a pesar de todo.
Cuando Rox se rió el hacker esbozó una sonrisa traviesa y se inclinó hacia él aprovechando el descuido, robándole un beso lleno de azúcar que se prolongó durante unos deliciosos segundos. Al retirarse se llevó también un pedazo de dulce.
—¿Empalagosas? —preguntó al recordar la opinión que tenía el rubio sobre las gominolas—. A mi no me lo parecen para nada. —replicó, relamiéndose de forma bastante sugerente para darle un poco de su propia medicina.
—Menuda velocidad… —comentó el moreno apenas unos minutos después cuando alguien tocó en la puerta, haciendo amago de levantarse antes de desistir al ver que Rox era mucho más rápido.
Mientras el humano atendía la llamada y metía todo en el cuarto el irrense se quitó las zapatillas para estar más cómodo, dejándolas apartadas a un lado para que no mancharan los cojines, y cuando las bebidas estuvieron a su alcance se sentó sobre los talones para brindar con su novio. El australiano tenía otros planes, sin embargo, y antes de que pudiera darle un sorbo a su copa se inclinó hacia él con una delicia entre los dientes y una expresión maliciosa en el rostro.
—Oh. —murmuró el norteño ruborizándose ligeramente, menos cohibido de lo que el rubio esperaba a pesar de todo.
Cuando Rox se rió el hacker esbozó una sonrisa traviesa y se inclinó hacia él aprovechando el descuido, robándole un beso lleno de azúcar que se prolongó durante unos deliciosos segundos. Al retirarse se llevó también un pedazo de dulce.
—¿Empalagosas? —preguntó al recordar la opinión que tenía el rubio sobre las gominolas—. A mi no me lo parecen para nada. —replicó, relamiéndose de forma bastante sugerente para darle un poco de su propia medicina.
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