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Zmey: La frustración del piromante.  Empty Zmey: La frustración del piromante.

01/12/20, 08:21 pm
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Nada más cruzar el portal Zmey se alejó de su escuadrón. No esperó al permiso de romper filas, ni habló con nadie, se alejó volando para que no pudieran seguirle y se adentró en los callejones ennegrecidos del barrio quemado. Años atrás, en su primera Luna Roja, le habían castigado por provocar un incendio en la ciudad. Ya estaba en bastante mal estado como para destrozarla aún más, le habían dicho, pero dudaba seriamente que le reprendiesen por azuzar sus llamas contra edificios que ya eran carbón. Necesitaba descargar su rabia contra algo. Estaba enchido de magia. Y furioso.

La posible conquista de Sinhdro, su mundo natal, había sido un sueño que lo había arrullado por las noches durante sus años de entrenamiento. La sociedad que había sentado las bases para la caída de su cordura. La cultura que no podía recordar sin sentir rencor y desprecio. Podría tomarse su venganza personal disfrazándola de deber y disfrutaría oyendo a los que fueron sus vecinos gritar de miedo y dolor. Oh, vaya si lo disfrutaría. Pero su sueño había sido truncado de repente, sin explicación. ¿Qué circunstancias inesperadas? ¿Qué podía llevar a cerrar un portal de un mundo tan inocuo como ese? No podía pensar en ese momento, solo quería destrozar algo.

Un hechizo de llamarada chasqueó en su lengua e hizo estallar una casucha de paredes ennegrecidas. La madera y las cenizas volaron por todas partes. Una manada de alimañas que había usado la casa como refugio echó a correr espantada y Zmey se giró bruscamente hacia ellos. Con un gesto amplio de los brazos hizo saltar las llamas del edificio al animal más rezagado, que soltó un alarido en cuando el fuego le alcanzó. Atrapado por el dolor y el miedo no fue capaz de escapar, no intentó correr. Zmey subió la temperatura del fuego más y más y los chillidos de la criatura se convirtieron rápidamente en el silbido del vapor escapando de su carne. El animal quedó calcinado. Zmey pateó el cadáver chamuscado contra un muro. Desenvainó sus armas y fue a por el resto de alimañas.
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