Sarah y la tristeza

Sarah miraba en el cielo los murciélagos volando,  además desde la azotea ya se podían apreciar alguna estrella.

No pensaba en nada particular, cuando sentía el impulso de salir a las calles de Rocavarancolia cuando no podía dormir por la sensación subía para mirar la ciudad le relajaba, aun sin saber que suponía que tenia que buscar.

Sara miraba las siluetas que creaba la oscuridad entre la ciudad de Rocavarancolia. Cuando escucho a alguien detrás suya. Y se giro rápidamente.

- Eres tu- dijo entre tranquila y decepcionada parte de ella quería estar sola- llevo un tiempo sin dormir mucho, puedes acercarte si quieres.

-Perdón, no no te vayas, la verdad nose porque ultimamente estoy tan borde- dijo porque ahora que había intentado acercarse a los demás también su enfado y sus ganas de alejarse habían crecido con ella.

-¿Te puedo pedir un favor?- le pregunto mirándole a los ojos de manera sincera.

Una risa se escapó de entre sus labios al escuchar el comentario de Toni, la verdad es que tenía razón.

-¿Alguna vez has deseado huir?¿Te has sentido un engaño una estafa?¿Alguna vez te has sentido ahogado por las propias voces de tu cabeza?- preguntó en alto, quizás Toni tenía la respuesta. Pensaba mientras el brillo de las llamas en la noche iluminaban sus ojos. Parecía perdida, sensible y cansada. No era así como se había imaginado su vivencia en esta ciudad de ensueño, prefería lidiar con monstruos que con sus pensamientos.

-Pensé que no me importaba pensé que estaba bien, que era normal, ni siquiera me afecta pero ahora no me entiendo, tengo tanto miedo. Porque no se que hay debajo de tantas capas, de cumplir las expectativas de todo el mundo, fue llegar aquí y darme cuenta de lo enfadada que estaba con todos con la tierra con mi familia pero sobre todo conmigo- respiro siempre acababa de hablando de ella por la noche pensaba para si misma.