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- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
¡Eureka!
20/12/23, 05:36 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Con tanta conmoción, aquellos macabros cristales habían quedado relegados a un cuarto o quinto plano. No volvieron a aparecer en su mente hasta que, por casualidad, vio a Kalna con uno en la mano. La libense se había cortado y lo sujetaba para hacerlo brillar. Era ciertamente muy extraño que aquello fuese lo único que hacían. Encima parecía que solo brillaban mientras lo sujetaba la persona a la que pertenecía la sangre y en ninguna otra circunstancia. Parecían artefactos mágicos inútiles, y eso no tenía el más mínimo sentido. ¿Por qué alguien crearía algo tan ineficiente?
Es por ello que cuando vio que, al cabo de unas horas, el cristal de la libense dejó de brillar por mucho que lo sujetase, se le empezó a ocurrir realizar algunas pruebas. La primera de todas, preguntándole tímidamente a Kalna si le importaba colaborar para realizar averiguaciones, fue que la chica utilizase otro cristal. Seguía sin gustarle que aquella cosa funcionase con sangre y que nadie tuviera que cortarse, pero dentro de lo malo, al menos era la única persona del torreón a la que no le dolía el pequeño corte. Siempre que limpiasen bien la herida no tenía que infectarse, y Rägjynn insistiría en ayudarle a hacerlo calentando un poco de agua y vendando la herida.
—Y ahora sí que brilla… Pero el otro no. ¿Por qué? —observaba pensativo ambos cristales: el que sujetaba Kalna al que acababan de introducirle sangre y el que parecía que ya no servía más que había estado brillando hasta hacía un par de horas.
Era de noche, además, y sin encender una antorcha estaba comprobando que… incluso para iluminar era bastante ineficiente. Podía servir si no tenías nada mejor, pero…
—¿No te parece a ti también que emite demasiada poca luz para lo… eh… engorroso y extraño que es su funcionamiento? ¿Y el otro…? Bueno, lo siento si te estoy pidiendo que te hagas demasiados cortes. Pero me gustaría comprobar… Yo también voy a participar. ¿Podrías probar a introducir s-sangre de nuevo en él a ver qué pasa? Y después lo haré yo…
Le aborrecía la idea, pero no era justo pedirle a la libense que se cortase varias veces sin ni siquiera hacerlo él mismo. A fin de cuentas ya habían visto que no ocurría… nada. Nada más que la emisión de aquella luz mediocre. Al haberse apagado el cristal que ahora recogía con cuidado para volver a acercarlo a ellos su mente empezaba a realizar elucubraciones nuevas.
Con tanta conmoción, aquellos macabros cristales habían quedado relegados a un cuarto o quinto plano. No volvieron a aparecer en su mente hasta que, por casualidad, vio a Kalna con uno en la mano. La libense se había cortado y lo sujetaba para hacerlo brillar. Era ciertamente muy extraño que aquello fuese lo único que hacían. Encima parecía que solo brillaban mientras lo sujetaba la persona a la que pertenecía la sangre y en ninguna otra circunstancia. Parecían artefactos mágicos inútiles, y eso no tenía el más mínimo sentido. ¿Por qué alguien crearía algo tan ineficiente?
Es por ello que cuando vio que, al cabo de unas horas, el cristal de la libense dejó de brillar por mucho que lo sujetase, se le empezó a ocurrir realizar algunas pruebas. La primera de todas, preguntándole tímidamente a Kalna si le importaba colaborar para realizar averiguaciones, fue que la chica utilizase otro cristal. Seguía sin gustarle que aquella cosa funcionase con sangre y que nadie tuviera que cortarse, pero dentro de lo malo, al menos era la única persona del torreón a la que no le dolía el pequeño corte. Siempre que limpiasen bien la herida no tenía que infectarse, y Rägjynn insistiría en ayudarle a hacerlo calentando un poco de agua y vendando la herida.
—Y ahora sí que brilla… Pero el otro no. ¿Por qué? —observaba pensativo ambos cristales: el que sujetaba Kalna al que acababan de introducirle sangre y el que parecía que ya no servía más que había estado brillando hasta hacía un par de horas.
Era de noche, además, y sin encender una antorcha estaba comprobando que… incluso para iluminar era bastante ineficiente. Podía servir si no tenías nada mejor, pero…
—¿No te parece a ti también que emite demasiada poca luz para lo… eh… engorroso y extraño que es su funcionamiento? ¿Y el otro…? Bueno, lo siento si te estoy pidiendo que te hagas demasiados cortes. Pero me gustaría comprobar… Yo también voy a participar. ¿Podrías probar a introducir s-sangre de nuevo en él a ver qué pasa? Y después lo haré yo…
Le aborrecía la idea, pero no era justo pedirle a la libense que se cortase varias veces sin ni siquiera hacerlo él mismo. A fin de cuentas ya habían visto que no ocurría… nada. Nada más que la emisión de aquella luz mediocre. Al haberse apagado el cristal que ahora recogía con cuidado para volver a acercarlo a ellos su mente empezaba a realizar elucubraciones nuevas.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: ¡Eureka!
04/02/24, 10:10 pm
Asintió vigorosamente a Rick sonriendo cuando afirmó con casi tanta emoción como sentía él que tenían magia. Ante su pregunta subsiguiente, no obstante, su actitud se relajó un poco y tuvo que detenerse en pensar su respuesta: aquello era algo que ya no tenía tan claro.
Antes de que pudiera empezar a hablar, escuchó la voz de le sanaí a sus espaldas, girándose con el brazo del revés todavía en su mano y se lo mostró con una gran sonrisa ante su pregunta.
—¡Airi, los cristales eran lo que faltaba! —le explicó recuperando el entusiasmo— ¡Son catalizadores de magia que hay que cargar primero para que funcionen!
Seguramente a le sanaí le alegraría saberlo especialmente, pues había sido elle quien se había fijado primero en aquellos extraños artefactos.
>>Estaba a punto de responder a una pregunta de Rick… —continuó girándose de nuevo hacia el humano—. La verdad es que no estoy completamente seguro de cómo funcionan: yo nunca había visto un cargador de magia que emplease la sangre como medio para captarla. Pero creo que es algo como lo que has dicho: absorben la magia de la sangre en esos tubitos que tienen dentro, que deben formar alguna clase de circuito mágico… Y parece que les lleva muchas horas convertir la magia que se les introduce mediante la sangre en energía mágica pura, para así poder utilizarlos para amplificar la propia capacidad mágica de cada uno. No sé si es porque estos hechizos requieren mucha más energía mágica que los mjörnís, pero me resulta extraño que no pudiésemos hacer ni el más simple sin contar con un cargador. Es verdad que normalmente es mejor tener algún catalizador que te ayude, sobre todo con hechizos complejos, porque hacer magia es agotador… Y también creo que es verdad lo que has dicho de que no parece que tengan demasiada. Quiero decir… He notado algo de cansancio solo por hacer este hechizo tan simple —señaló el borde brillante del vaso.
Rägjynn se dio cuenta de que, como siempre que surgía un tema que le interesaba y que además conocía bastante bien, estaba hablando mucho. Un poco avergonzado, dejó el vaso sobre la mesa y, aunque podría haber seguido comentando más cosas, calló para que sus compañeros pudiesen intervenir en la conversación o probar a realizar algún hechizo ellos mismos si querían.
Antes de que pudiera empezar a hablar, escuchó la voz de le sanaí a sus espaldas, girándose con el brazo del revés todavía en su mano y se lo mostró con una gran sonrisa ante su pregunta.
—¡Airi, los cristales eran lo que faltaba! —le explicó recuperando el entusiasmo— ¡Son catalizadores de magia que hay que cargar primero para que funcionen!
Seguramente a le sanaí le alegraría saberlo especialmente, pues había sido elle quien se había fijado primero en aquellos extraños artefactos.
>>Estaba a punto de responder a una pregunta de Rick… —continuó girándose de nuevo hacia el humano—. La verdad es que no estoy completamente seguro de cómo funcionan: yo nunca había visto un cargador de magia que emplease la sangre como medio para captarla. Pero creo que es algo como lo que has dicho: absorben la magia de la sangre en esos tubitos que tienen dentro, que deben formar alguna clase de circuito mágico… Y parece que les lleva muchas horas convertir la magia que se les introduce mediante la sangre en energía mágica pura, para así poder utilizarlos para amplificar la propia capacidad mágica de cada uno. No sé si es porque estos hechizos requieren mucha más energía mágica que los mjörnís, pero me resulta extraño que no pudiésemos hacer ni el más simple sin contar con un cargador. Es verdad que normalmente es mejor tener algún catalizador que te ayude, sobre todo con hechizos complejos, porque hacer magia es agotador… Y también creo que es verdad lo que has dicho de que no parece que tengan demasiada. Quiero decir… He notado algo de cansancio solo por hacer este hechizo tan simple —señaló el borde brillante del vaso.
Rägjynn se dio cuenta de que, como siempre que surgía un tema que le interesaba y que además conocía bastante bien, estaba hablando mucho. Un poco avergonzado, dejó el vaso sobre la mesa y, aunque podría haber seguido comentando más cosas, calló para que sus compañeros pudiesen intervenir en la conversación o probar a realizar algún hechizo ellos mismos si querían.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: ¡Eureka!
06/02/24, 03:28 pm
Aún con la emoción del momento, Rick se giró al escuchar la voz de le sanaí y se le ensanchó la sonrisa al ver que estaba tan sorprendide como ellos. Asintió a la explicación del mjörní y dijo: -Por fin se ha resuelto el misterio de los cristales. Räg ha probado de nuevo y bueno, ahí tienes el resultado- No podía dejar de ver la película al borde del vaso, era asombrosa aún con lo "sencillo" que parecía.
Rägjynn pasó luego a responder su pregunta, añadiendo de paso algunas ideas más sobre el funcionamiento de la magia rocavarancolesa. El neoyorquino tomó con cuidado de no cortarse uno de los cristales de la mesa, fijándose en las partes que iba mencionando su compañero. La sangre acababa en el centro, lo recordaba de la otra vez, y de allí todas esas ramificaciones entonces se encargaban de extraer magia. No negaba que le costaba entender del todo cómo producían aquel efecto y las demás especificaciones, pero más o menos se estaba quedando con la mayoría. -Desde luego si es por la cantidad de sangre no me extraña que tarden tanto. O es algo del diseño que no tengo ni idea- comentó centrándose en el cristal una última vez antes de volver a mirar al resto.
-Ya veo. Entonces supongo que habrá que practicar con cuidado, igual que con los entrenamientos- dijo luego de que Räg terminara. Si tal como había teorizado el mjörní aquellos conjuros necesitaban más energía que los de su mundo, les convenía no forzarse aún con la ilusión de hacer magia. -(Aunque por un día que no vamos a hacer mucho más...)- pensó antes de girarse hacia Airi. -Tenemos unos cuantos cristales cargados, así que... ¿Lo intentamos también?- preguntó con cierto entusiasmo que, aunque algo relajado, era evidente. Al final les había venido bien que tantos probaran a cortarse cuando los descubrieron. Y, aunque le seguía dando algo de cosa, ahora al menos le veía una utilidad. Tal vez se lo replantease y colaborara para cargarlos.
Al momento cayó en un punto importante, volviendo de nuevo a preguntar a su otro compañero: -Räg, ¿el cristal que has usado tiene algo distinto o se ve igual que antes? No se si también tendrán alguna forma de saber cuanta magia les queda-
Rägjynn pasó luego a responder su pregunta, añadiendo de paso algunas ideas más sobre el funcionamiento de la magia rocavarancolesa. El neoyorquino tomó con cuidado de no cortarse uno de los cristales de la mesa, fijándose en las partes que iba mencionando su compañero. La sangre acababa en el centro, lo recordaba de la otra vez, y de allí todas esas ramificaciones entonces se encargaban de extraer magia. No negaba que le costaba entender del todo cómo producían aquel efecto y las demás especificaciones, pero más o menos se estaba quedando con la mayoría. -Desde luego si es por la cantidad de sangre no me extraña que tarden tanto. O es algo del diseño que no tengo ni idea- comentó centrándose en el cristal una última vez antes de volver a mirar al resto.
-Ya veo. Entonces supongo que habrá que practicar con cuidado, igual que con los entrenamientos- dijo luego de que Räg terminara. Si tal como había teorizado el mjörní aquellos conjuros necesitaban más energía que los de su mundo, les convenía no forzarse aún con la ilusión de hacer magia. -(Aunque por un día que no vamos a hacer mucho más...)- pensó antes de girarse hacia Airi. -Tenemos unos cuantos cristales cargados, así que... ¿Lo intentamos también?- preguntó con cierto entusiasmo que, aunque algo relajado, era evidente. Al final les había venido bien que tantos probaran a cortarse cuando los descubrieron. Y, aunque le seguía dando algo de cosa, ahora al menos le veía una utilidad. Tal vez se lo replantease y colaborara para cargarlos.
Al momento cayó en un punto importante, volviendo de nuevo a preguntar a su otro compañero: -Räg, ¿el cristal que has usado tiene algo distinto o se ve igual que antes? No se si también tendrán alguna forma de saber cuanta magia les queda-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: ¡Eureka!
07/02/24, 02:23 pm
Rägjynn y Rick no tardaron en responderle uno detrás de otro, confirmando lo que ya había supuesto y más.
—¿Los… cristales? —balbuceó, acercándose más al mjörní para ver el vaso de cerca. Sabía perfectamente qué hechizo era el que estaba haciendo aquello sin necesidad de indicaciones, pero pensar que los catalizadores de los que hablaba Räg habían estado desde el principio con ellos… No sabía si alegrarse o llevarse las manos a la cabeza, pero ganó lo primero porque, sin duda, hacer magia podía ser su salvación.
»¡No me lo puedo creer! —exclamó con una gran sonrisa, y cogió uno de los cristales para verlo de nuevo, como si pudiese descubrir ahora algún detalle que se había pasado por alto las decenas de veces que había hecho lo mismo previamente.
Escuchó la explicación del mjörní con atención, aunque sus ojos estuviesen puestos en la gema. Su teoría tenía sentido, o eso suponía. Debía fiarse del criterio de quien realmente sabía, aunque en los últimos tiempos ya se había ido acostumbrando a todos aquellos términos nuevos para darles sentido en su cabeza.
No intervino de nuevo hasta que Rick le sugirió hacer una prueba. Apartó los ojos del cristal y los miró a ambos, sintiendo excitación por primera vez en días. ¿Sería capaz de hacer lo mismo que Rägjynn llevaba haciendo toda su vida? De pronto su estómago se tensó de nervios y presión, pero asintió con la cabeza y se aferró al catalizador. Ya se encontraba pasando las páginas del libro de magia para encontrar algo apropiado que probar cuando escuchó la pregunta de Rick.
—Es verdad… ¿cuánto se supone que duran, al menos los que tú conoces? —preguntó frunciendo el ceño. No sería bueno que se gastasen demasiado rápido cuando costaba tanto cargarlos y había que herirse cada vez.
Sus dedos se habían detenido sobre la página del hechizo térmico. Lo siguiente que podían probar era a cambiar la temperatura del agua del vaso, que ahora reposaba sobre la mesa, ya que parecía seguro al no implicar fuego.
—¿Los… cristales? —balbuceó, acercándose más al mjörní para ver el vaso de cerca. Sabía perfectamente qué hechizo era el que estaba haciendo aquello sin necesidad de indicaciones, pero pensar que los catalizadores de los que hablaba Räg habían estado desde el principio con ellos… No sabía si alegrarse o llevarse las manos a la cabeza, pero ganó lo primero porque, sin duda, hacer magia podía ser su salvación.
»¡No me lo puedo creer! —exclamó con una gran sonrisa, y cogió uno de los cristales para verlo de nuevo, como si pudiese descubrir ahora algún detalle que se había pasado por alto las decenas de veces que había hecho lo mismo previamente.
Escuchó la explicación del mjörní con atención, aunque sus ojos estuviesen puestos en la gema. Su teoría tenía sentido, o eso suponía. Debía fiarse del criterio de quien realmente sabía, aunque en los últimos tiempos ya se había ido acostumbrando a todos aquellos términos nuevos para darles sentido en su cabeza.
No intervino de nuevo hasta que Rick le sugirió hacer una prueba. Apartó los ojos del cristal y los miró a ambos, sintiendo excitación por primera vez en días. ¿Sería capaz de hacer lo mismo que Rägjynn llevaba haciendo toda su vida? De pronto su estómago se tensó de nervios y presión, pero asintió con la cabeza y se aferró al catalizador. Ya se encontraba pasando las páginas del libro de magia para encontrar algo apropiado que probar cuando escuchó la pregunta de Rick.
—Es verdad… ¿cuánto se supone que duran, al menos los que tú conoces? —preguntó frunciendo el ceño. No sería bueno que se gastasen demasiado rápido cuando costaba tanto cargarlos y había que herirse cada vez.
Sus dedos se habían detenido sobre la página del hechizo térmico. Lo siguiente que podían probar era a cambiar la temperatura del agua del vaso, que ahora reposaba sobre la mesa, ya que parecía seguro al no implicar fuego.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: ¡Eureka!
10/02/24, 12:29 pm
Sonrió ante el entusiasmo de sus compañeros y ser rio ante la “incredulidad” de Airi. Por fin ocurría algo positivo. Y algo en lo que podía contribuir que sería verdaderamente útil en aquel lugar.
Tanto el humano como le sanaí tenían dudas similares acerca de los cargadores, por lo que su siguiente explicación fue dirigida a ambos.
—Varía mucho según la capacidad y la calidad del tipo de cargador o catalizador mágico —empezó respondiendo a la pregunta de Airi—. Y también cuánta energía consuman los hechizos que hagas con su ayuda. Así que es complicado decir siquiera una aproximación general. La verdad es que tampoco sé si es mucha o poca sangre porque… bueno, es que nunca había visto un cargador que funcionase con sangre —añadió respecto al comentario de Rick. Se rascó la nuca. Quería intentar buscar alguna comparación que le permitiese responder a la pregunta de algún modo—. Ah, en realidad más que de tiempo… Deberíamos hablar de número de hechizos que se pueden realizar con ellos —cayó en la cuenta de que quizás estaban asumiendo qué era lo primordial—. Es cierto que si pasan mucho tiempo sin usarse podría desvanecerse la magia captada, pero no es algo que ocurra normalmente. Los cargadores que suelen proporcionarnos a los estudiantes del Templo, se pueden usar para… ¿Algo más de diez hechizos? —aventuró dubitativo—. Son hechizos muy sencillos los que sabemos hacer nosotros, claro. Lo que sí puedo decir es que no les lleva tantas horas cargarse por completo.
Ante la última pregunta de Rick, el mjörní volvió a tomar uno de ellos entre sus dedos para intentar volver a observar detenidamente el pequeño entramado de tubitos por los que discurría la sangre. Primero observó uno desprovisto de magia, otro ya cargado, y aquel en el que acababan de introducir sangre recientemente y que aún se podía ver flotando dentro. Este último lo tuvo que apartar bastante más rápido de su rostro, con una leve mueca de desagrado.
>>No puedo decir que vea ningún indicador, ni que entienda el… proceso que siguen. Aunque, una vez tienes cierta experiencia realizando hechizos, puedes notar la diferencia al conjurarlos si llevas un cargador que se está agotando. Te cansas mucho más, probablemente no salga con la potencia que esperas… ¡Ah! —se dio cuenta de lo que él mismo estaba diciendo en ese momento, ante la perspectiva de que sus amigos iban a probar a hacer sus primeros hechizos— Tened cuidado porque es la primera vez que vais a hacer un hechizo: si empezáis a notar un cansancio excesivo parad, por favor.
No quería alarmar a nadie, por lo que dejó su explicación ahí por el momento, pero lo último que quería era que alguien se desmayase por haber sido negligente guiándoles. De todas formas, observó con curiosidad el hechizo que planeaba intentar Airi: sin duda si lograban hacerlo funcionar, aquel iba a resultar muy útil.
Tanto el humano como le sanaí tenían dudas similares acerca de los cargadores, por lo que su siguiente explicación fue dirigida a ambos.
—Varía mucho según la capacidad y la calidad del tipo de cargador o catalizador mágico —empezó respondiendo a la pregunta de Airi—. Y también cuánta energía consuman los hechizos que hagas con su ayuda. Así que es complicado decir siquiera una aproximación general. La verdad es que tampoco sé si es mucha o poca sangre porque… bueno, es que nunca había visto un cargador que funcionase con sangre —añadió respecto al comentario de Rick. Se rascó la nuca. Quería intentar buscar alguna comparación que le permitiese responder a la pregunta de algún modo—. Ah, en realidad más que de tiempo… Deberíamos hablar de número de hechizos que se pueden realizar con ellos —cayó en la cuenta de que quizás estaban asumiendo qué era lo primordial—. Es cierto que si pasan mucho tiempo sin usarse podría desvanecerse la magia captada, pero no es algo que ocurra normalmente. Los cargadores que suelen proporcionarnos a los estudiantes del Templo, se pueden usar para… ¿Algo más de diez hechizos? —aventuró dubitativo—. Son hechizos muy sencillos los que sabemos hacer nosotros, claro. Lo que sí puedo decir es que no les lleva tantas horas cargarse por completo.
Ante la última pregunta de Rick, el mjörní volvió a tomar uno de ellos entre sus dedos para intentar volver a observar detenidamente el pequeño entramado de tubitos por los que discurría la sangre. Primero observó uno desprovisto de magia, otro ya cargado, y aquel en el que acababan de introducir sangre recientemente y que aún se podía ver flotando dentro. Este último lo tuvo que apartar bastante más rápido de su rostro, con una leve mueca de desagrado.
>>No puedo decir que vea ningún indicador, ni que entienda el… proceso que siguen. Aunque, una vez tienes cierta experiencia realizando hechizos, puedes notar la diferencia al conjurarlos si llevas un cargador que se está agotando. Te cansas mucho más, probablemente no salga con la potencia que esperas… ¡Ah! —se dio cuenta de lo que él mismo estaba diciendo en ese momento, ante la perspectiva de que sus amigos iban a probar a hacer sus primeros hechizos— Tened cuidado porque es la primera vez que vais a hacer un hechizo: si empezáis a notar un cansancio excesivo parad, por favor.
No quería alarmar a nadie, por lo que dejó su explicación ahí por el momento, pero lo último que quería era que alguien se desmayase por haber sido negligente guiándoles. De todas formas, observó con curiosidad el hechizo que planeaba intentar Airi: sin duda si lograban hacerlo funcionar, aquel iba a resultar muy útil.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: ¡Eureka!
15/02/24, 05:05 pm
La felicidad del salón solo crecía por momentos para el neoyorquino con cada detalle, descubrimiento y sonrisa que ocurría. Ver a sus compañeros tan ilusionados con los cristales y la magia era un soplo de aire fresco que le hacía falta luego de la catástrofe de días anteriores. Hasta el modo de activar los cargadores había pasado a un segundo plano con la ilusión de que la magia estuviera ya al alcance del grupo.
Le sanaí ya había mostrado la emoción que tenía, así que cuando lo miró, Rick asintió con una sonrisa e hizo un gesto con la mano, un "adelante" mudo para que continuara con las pruebas de hechizos. Antes de atender a la respuesta de Rägjynn, miró con curiosidad qué conjuro había escogido Airi. -(Interesante. Y desde luego se puede notar tan bien como el anterior si funciona)- pensó con ganas de ver cómo iría el nuevo intento. Recordaba algunos de los que aparecía en el libro, aunque seguramente ojearía cuando llegara su turno para probar uno distinto.
Escuchó las respuestas del mjörní con mucho interés. Que no hubiera una forma de saber cuanta magia almacenaba o le quedaba a un cristal exactamente era un pequeño inconveniente, aunque con lo que fue diciendo las dudas que tenía al respecto se disiparon. -Uhmm, curioso. Con suerte estos nos sirven para un número parecido.- comentó llevándose una mano al mentón. Así que funcionaba por usos, imaginaba que a más complicado más magia haría falta. -(Más o menos es como una barra de maná de algún videojuego)- pensó divertido buscándole un paralelo conocido. Solo que no había objetos para recuperarla, ellos mismos tenían que hacerlo.
Siguió la mirada por los cristales que fue examinando su compañero, no viendo tampoco nada raro. Sin embargo el detalle que mencionó fue una grata sorpresa. -Oh, ya veo. Es algo intuitivo entonces- dijo con confianza renovada por la noticia. Aunque tardaran un poco en acostumbrarse, si podían saberlo al hacerlos ya estaba solucionado.
El chico asintió a la advertencia de Räg. -Lo tendré en cuenta, tranquilo- le aseguró. Tenía muchas ganas de probar, claro, pero lo recordaría si empezaba a encontrarse débil. De momento, el neoyorquino se giró a presenciar el intento de Airi con mucha curiosidad por el resultado. Mientras tanto, aquello le hizo verbalizar una nueva duda: -Que entonces, ¿la resistencia va aumentando a medida que haces más hechizos? ¿Igual que con cualquier ejercicio?-
Le sanaí ya había mostrado la emoción que tenía, así que cuando lo miró, Rick asintió con una sonrisa e hizo un gesto con la mano, un "adelante" mudo para que continuara con las pruebas de hechizos. Antes de atender a la respuesta de Rägjynn, miró con curiosidad qué conjuro había escogido Airi. -(Interesante. Y desde luego se puede notar tan bien como el anterior si funciona)- pensó con ganas de ver cómo iría el nuevo intento. Recordaba algunos de los que aparecía en el libro, aunque seguramente ojearía cuando llegara su turno para probar uno distinto.
Escuchó las respuestas del mjörní con mucho interés. Que no hubiera una forma de saber cuanta magia almacenaba o le quedaba a un cristal exactamente era un pequeño inconveniente, aunque con lo que fue diciendo las dudas que tenía al respecto se disiparon. -Uhmm, curioso. Con suerte estos nos sirven para un número parecido.- comentó llevándose una mano al mentón. Así que funcionaba por usos, imaginaba que a más complicado más magia haría falta. -(Más o menos es como una barra de maná de algún videojuego)- pensó divertido buscándole un paralelo conocido. Solo que no había objetos para recuperarla, ellos mismos tenían que hacerlo.
Siguió la mirada por los cristales que fue examinando su compañero, no viendo tampoco nada raro. Sin embargo el detalle que mencionó fue una grata sorpresa. -Oh, ya veo. Es algo intuitivo entonces- dijo con confianza renovada por la noticia. Aunque tardaran un poco en acostumbrarse, si podían saberlo al hacerlos ya estaba solucionado.
El chico asintió a la advertencia de Räg. -Lo tendré en cuenta, tranquilo- le aseguró. Tenía muchas ganas de probar, claro, pero lo recordaría si empezaba a encontrarse débil. De momento, el neoyorquino se giró a presenciar el intento de Airi con mucha curiosidad por el resultado. Mientras tanto, aquello le hizo verbalizar una nueva duda: -Que entonces, ¿la resistencia va aumentando a medida que haces más hechizos? ¿Igual que con cualquier ejercicio?-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: ¡Eureka!
17/02/24, 02:00 am
Antes de intentar nada, Airi escuchó la respuesta de Rägjynn. Entendía que todo era especulación y que a veces le ponían en un aprieto esperando guía cuando, hasta donde sabían, la magia de aquel lugar podía ser muy diferente de la que él conocía pese a las similitudes que daba a entender el libro de recetas.
Su explicación le resultó satisfactoria, porque aunque no podía precisar nada, al menos les daba una idea para no enfrentarse a aquello desde el más completo desconocimiento. Especialmente le interesaba aquello del cansancio mágico, porque si él no se lo hubiera advertido, seguramente intentaría practicar más de la cuenta para poder ir entendiendo por sí misme todo lo que acababa de oír. Solo podían experimentar para saber cuánto duraban aquellos cargadores.
—Gracias, creo que ya lo entiendo mejor —le dijo—. Y tendré cuidado con eso.
Airi miró a Rick para asegurarse de que no quería probar primero, pero parecía esperar a que elle realizara el hechizo que había elegido. Empezó a practicar con los dedos para asegurarse de que recordaba el hechizo correctamente, con los ojos pegados al papel. La pregunta de Rick le desconcentró, porque también quería saber la respuesta, pero decidió seguir practicando en silencio un poco más mientras escuchaba la respuesta.
Cuando se sintió preparade leyó mentalmente el hechizo y luego lo recitó tratando de coordinarlo. Como en otras ocasiones, notó una chispa mágica calentándole la punta de los dedos, pero esta vez era algo más intenso, como una corriente que manaba de ellos hacia el vaso. No tenía claro que hubiese ocurrido nada, así que rompió su concentración enseguida de puros nervios. Nada parecía haber cambiado. Del vaso no salía vapor, pero cuando lo tocó sintió que el agua estaba más que tibia.
—¿Creo que ha funcionado? —exclamó con nerviosismo—. He parado muy pronto, pero… noté algo. Más que cuando practicaba antes, quiero decir.
También se sentía extrañe, pero de eso no mencionó nada. No había hecho nada, pero se sentía como si hubiese realizado un gran esfuerzo que no recordaba en los últimos segundos. ¿Era eso lo que el mjörní les había advertido? No es que no pudiese continuar si se lo proponía, pero no esperaba que el cansancio fuese tan notable.
Su explicación le resultó satisfactoria, porque aunque no podía precisar nada, al menos les daba una idea para no enfrentarse a aquello desde el más completo desconocimiento. Especialmente le interesaba aquello del cansancio mágico, porque si él no se lo hubiera advertido, seguramente intentaría practicar más de la cuenta para poder ir entendiendo por sí misme todo lo que acababa de oír. Solo podían experimentar para saber cuánto duraban aquellos cargadores.
—Gracias, creo que ya lo entiendo mejor —le dijo—. Y tendré cuidado con eso.
Airi miró a Rick para asegurarse de que no quería probar primero, pero parecía esperar a que elle realizara el hechizo que había elegido. Empezó a practicar con los dedos para asegurarse de que recordaba el hechizo correctamente, con los ojos pegados al papel. La pregunta de Rick le desconcentró, porque también quería saber la respuesta, pero decidió seguir practicando en silencio un poco más mientras escuchaba la respuesta.
Cuando se sintió preparade leyó mentalmente el hechizo y luego lo recitó tratando de coordinarlo. Como en otras ocasiones, notó una chispa mágica calentándole la punta de los dedos, pero esta vez era algo más intenso, como una corriente que manaba de ellos hacia el vaso. No tenía claro que hubiese ocurrido nada, así que rompió su concentración enseguida de puros nervios. Nada parecía haber cambiado. Del vaso no salía vapor, pero cuando lo tocó sintió que el agua estaba más que tibia.
—¿Creo que ha funcionado? —exclamó con nerviosismo—. He parado muy pronto, pero… noté algo. Más que cuando practicaba antes, quiero decir.
También se sentía extrañe, pero de eso no mencionó nada. No había hecho nada, pero se sentía como si hubiese realizado un gran esfuerzo que no recordaba en los últimos segundos. ¿Era eso lo que el mjörní les había advertido? No es que no pudiese continuar si se lo proponía, pero no esperaba que el cansancio fuese tan notable.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: ¡Eureka!
18/02/24, 03:26 pm
Asintió con una sonrisa cuando tanto el humano como le sanaí aseguraron que se tomarían en serio su advertencia. No dudaba de su buen juicio, pero a fin de cuentas era un terreno completamente nuevo para ellos.
Räg no compartía el “optimismo” de Rick sobre cuántos hechizos les permitirían realizar aquellos cargadores tan extraños por cómo había notado una punzada de agotamiento al realizar antes el hechizo, pero realmente tampoco podía saberlo al ser algo tan distinto a lo que estaba acostumbrado. Los propios hechizos no estaban compuestos igual, a fin de cuentas, aunque había aspectos que seguían resultándole extraños. Era como si siguiese faltando algo en el puzle, porque parecía todo demasiado ineficiente. Claro que el principal fallo podía estar sin más en los propios catalizadores, si aquellos hechizos necesitaban de uno siempre para poder realizarse, estaba claro que aquellos no eran los mejores. Dudaba que no hubiese cargadores con mejor capacidad y eficiencia.
Vio con interés a Airi realizar el hechizo y dudar acerca del éxito del hechizo. En aquella ocasión no había ningún indicador visual, por lo que el mjörní tocó el vaso con la palma de la mano.
—¡Sí, ha funcionado! —le aseguró a le chique con entusiasmo al notar que, sin lugar a dudas, el cristal estaba tibio al tacto en aquel momento—. ¿Cómo te encuentras? Si notaste mucho cansancio es mejor que esperes antes de intentar ningún otro hechizo —se preocupó.
>>Sí: usar magia siempre cansa, pero sin duda adquieres más resistencia según la utilizas —respondió a la pregunta de Rick—. Hechizos tan simples como estos no deberían agotarme como lo hizo el de tapón, por eso me extrañó un poco.
Había más matices en la mezcla, pero tampoco quería repetirse demasiado hablando de nuevo sobre la probable ineficiencia de los cargadores, ni tampoco entrar en teoría mágica de la que nadie en Mjörne estaba completamente seguro de cómo de acertada era.
Räg no compartía el “optimismo” de Rick sobre cuántos hechizos les permitirían realizar aquellos cargadores tan extraños por cómo había notado una punzada de agotamiento al realizar antes el hechizo, pero realmente tampoco podía saberlo al ser algo tan distinto a lo que estaba acostumbrado. Los propios hechizos no estaban compuestos igual, a fin de cuentas, aunque había aspectos que seguían resultándole extraños. Era como si siguiese faltando algo en el puzle, porque parecía todo demasiado ineficiente. Claro que el principal fallo podía estar sin más en los propios catalizadores, si aquellos hechizos necesitaban de uno siempre para poder realizarse, estaba claro que aquellos no eran los mejores. Dudaba que no hubiese cargadores con mejor capacidad y eficiencia.
Vio con interés a Airi realizar el hechizo y dudar acerca del éxito del hechizo. En aquella ocasión no había ningún indicador visual, por lo que el mjörní tocó el vaso con la palma de la mano.
—¡Sí, ha funcionado! —le aseguró a le chique con entusiasmo al notar que, sin lugar a dudas, el cristal estaba tibio al tacto en aquel momento—. ¿Cómo te encuentras? Si notaste mucho cansancio es mejor que esperes antes de intentar ningún otro hechizo —se preocupó.
>>Sí: usar magia siempre cansa, pero sin duda adquieres más resistencia según la utilizas —respondió a la pregunta de Rick—. Hechizos tan simples como estos no deberían agotarme como lo hizo el de tapón, por eso me extrañó un poco.
Había más matices en la mezcla, pero tampoco quería repetirse demasiado hablando de nuevo sobre la probable ineficiencia de los cargadores, ni tampoco entrar en teoría mágica de la que nadie en Mjörne estaba completamente seguro de cómo de acertada era.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: ¡Eureka!
20/02/24, 01:04 am
-Uhm, entiendo- asintió ligeramente, satisfecho con la explicación de Räg. Que pudiera ejercitarse la resistencia era una buena noticia, aunque seguía estando la duda del mayor gasto que parecían tener los hechizos de allí. Rick no tenía forma de compararlo con algo a excepción del testimonio del mjörní, así que solo podía sumarse a las posibilidades de que la magia rocavarancolesa necesitara más energía, que los cristales no pudieran almacenar demasiada magia o incluso ambas a la vez. A saber si en algún momento encontrarían una explicación para aquello.
Con eso resuelto, el neoyorquino se centró con expectación en el intento de Airi. Siguió los movimientos de las manos y luego miró el vaso, por si había algún indicador como el anterior. No lo había, aunque recordando cual había escogido probablemente no sería tan visual como el de Räg. Se acercó con cierto entusiasmo para comprobar lo que estaba diciendo le sanaí y, aunque no lo había tocado antes, sonrió en cuanto notó un poco más caliente el cristal. -¡Felicidades!¡Es impresionante!- se sumó a los vítores de su compañero. Vale, tal vez un tapón mágico y calentar agua no fueran lo más fantástico del mundo comparado con a saber qué más podía hacerse con el grimorio adecuado, pero en esos momentos los desconocía y poco importaba. Por pequeña que fuera, cada muestra de magia lo llenaba de ilusión.
Espero a la respuesta de le sanaí. -Me alegra oírlo- contestó aliviado en cuanto dijo que se encontraba bien. Igualmente tenía todavía en mente la advertencia del mjörní para cuando llegara su turno, que justamente acababa de llegar. Se acercó al libro con el nerviosismo previo de las ganas de experimentar. -Vale, voy a probar con otro- declaró luego de tomar aire y empezar a pasar las páginas del recetario. Ya que estaban con el vaso, lo mejor sería probar alguno que pudiera funcionar ahí... -Este- dijo en voz baja para sí mismo luego de pasar unas cuantas más hasta dar con la indicada: un hechizo medidor, perfecto ahora que le habían cambiado la temperatura.
Repasó los movimientos necesarios y fue memorizando el conjuro, repitiendo algunos pasajes en voz baja. Luego de practicar un poco, se guardó con cuidado uno de los cristales cargados en el bolsillo y se centró en el vaso. El chico se concentró y realizó el hechizo... Pero nada. Por allí no había rastro de ninguna bola brillante ni había sentido nada distinto a las otras veces que había probado sin cargadores de por medio. Era raro, pero era la primera vez que probaba en serio. -Bueno, lo mismo me he confundido en algo con los nervios, voy a revisar un momento- dijo para sus compañeros antes de volver a prestar atención a las instrucciones. Las releyó un par de veces y, quedándose con todo, volvió a probar un poco más lento para evitar que se confundiera de nuevo. Y de nuevo, nada.
El neoyorquino empezó a extrañarse visiblemente y volvió a probar un par de veces más, con más prisa que las anteriores. Sabía que no se estaba olvidando de ningún movimiento de la mano y la pronunciación era la correcta, pero no estaba funcionando. -No entiendo... ¿Es cosa de este hechizo o hay algo que se me escapa?- acabó preguntando desconcertado a Rägjynn. Siempre podía probar con el térmico de nuevo, pero si algún hechizo estaba mal les convenía saberlo con tiempo.
Con eso resuelto, el neoyorquino se centró con expectación en el intento de Airi. Siguió los movimientos de las manos y luego miró el vaso, por si había algún indicador como el anterior. No lo había, aunque recordando cual había escogido probablemente no sería tan visual como el de Räg. Se acercó con cierto entusiasmo para comprobar lo que estaba diciendo le sanaí y, aunque no lo había tocado antes, sonrió en cuanto notó un poco más caliente el cristal. -¡Felicidades!¡Es impresionante!- se sumó a los vítores de su compañero. Vale, tal vez un tapón mágico y calentar agua no fueran lo más fantástico del mundo comparado con a saber qué más podía hacerse con el grimorio adecuado, pero en esos momentos los desconocía y poco importaba. Por pequeña que fuera, cada muestra de magia lo llenaba de ilusión.
Espero a la respuesta de le sanaí. -Me alegra oírlo- contestó aliviado en cuanto dijo que se encontraba bien. Igualmente tenía todavía en mente la advertencia del mjörní para cuando llegara su turno, que justamente acababa de llegar. Se acercó al libro con el nerviosismo previo de las ganas de experimentar. -Vale, voy a probar con otro- declaró luego de tomar aire y empezar a pasar las páginas del recetario. Ya que estaban con el vaso, lo mejor sería probar alguno que pudiera funcionar ahí... -Este- dijo en voz baja para sí mismo luego de pasar unas cuantas más hasta dar con la indicada: un hechizo medidor, perfecto ahora que le habían cambiado la temperatura.
Repasó los movimientos necesarios y fue memorizando el conjuro, repitiendo algunos pasajes en voz baja. Luego de practicar un poco, se guardó con cuidado uno de los cristales cargados en el bolsillo y se centró en el vaso. El chico se concentró y realizó el hechizo... Pero nada. Por allí no había rastro de ninguna bola brillante ni había sentido nada distinto a las otras veces que había probado sin cargadores de por medio. Era raro, pero era la primera vez que probaba en serio. -Bueno, lo mismo me he confundido en algo con los nervios, voy a revisar un momento- dijo para sus compañeros antes de volver a prestar atención a las instrucciones. Las releyó un par de veces y, quedándose con todo, volvió a probar un poco más lento para evitar que se confundiera de nuevo. Y de nuevo, nada.
El neoyorquino empezó a extrañarse visiblemente y volvió a probar un par de veces más, con más prisa que las anteriores. Sabía que no se estaba olvidando de ningún movimiento de la mano y la pronunciación era la correcta, pero no estaba funcionando. -No entiendo... ¿Es cosa de este hechizo o hay algo que se me escapa?- acabó preguntando desconcertado a Rägjynn. Siempre podía probar con el térmico de nuevo, pero si algún hechizo estaba mal les convenía saberlo con tiempo.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: ¡Eureka!
22/02/24, 01:16 pm
Airi se abrumó ante las confirmaciones de sus compañeros pero sus celebraciones le hicieron sonreír ampliamente. Esta vez la mente no le estaba jugando trucos, la corriente que había sentido había calentado el vaso y, aunque fuese poco, era notable. Las otras veces había tocado tanto el vaso para intentar determinar si había algún cambio que había terminado calentándolo con sus propias manos hasta no poder saber si había hecho algo o no.
Echaba de menos lo confiables que eran los artefactos para ese tipo de tareas, y aunque costaba elaborarlos al menos no te cansabas usándolos. En aquel momento quería ver aquello como una victoria y no dejarse llevar por la preocupación que le producía haber notado tanto en su cuerpo un efecto tan pequeño.
—Estoy bien —le contestó a Rägjynn cuando se preocupó por el cansancio mágico. No era una mentira, porque podría continuar con su vida de forma normal en ese momento, ¿pero qué pasaría si seguía practicando? Debía ser precavide. Al menos la explicación del mjörní le hizo sentirse un poco mejor, ya que él mismo consideraba que ocurría algo raro con aquella secuela—. ¿Tal vez nos sigue faltando otro elemento? ¿O hay que usar más cristales que uno a la vez? —preguntó. Todavía no tenían la certeza de haber dado con todas las claves de aquel sistema.
Cuando le tocó el turno de probar a Rick, Airi se hizo a un lado para ver qué decidía hacer, esperando que su cuerpo se recuperase mientras otros realizaban sus pruebas. Aparentaba estar haciendo bien toda la práctica, si se atendía a lo que mostraba el libro, así que estaba segure de que también lo iba a lograr a la primera… pero no fue así. Un pequeño error podía llevar a que no funcionase, suponía, y no es como si hubiesen visto a nadie realizar aquellos hechizos antes.
—¿Y si pruebas con uno de los que hemos hecho ya? Al menos sabemos que funcionan… A lo mejor es el libro el que tiene alguna errata, o hay algún gesto pequeño que se nos está pasando por alto —sugirió. No podía responder nada sobre teoría, pero era lo que haría elle en su caso.
Echaba de menos lo confiables que eran los artefactos para ese tipo de tareas, y aunque costaba elaborarlos al menos no te cansabas usándolos. En aquel momento quería ver aquello como una victoria y no dejarse llevar por la preocupación que le producía haber notado tanto en su cuerpo un efecto tan pequeño.
—Estoy bien —le contestó a Rägjynn cuando se preocupó por el cansancio mágico. No era una mentira, porque podría continuar con su vida de forma normal en ese momento, ¿pero qué pasaría si seguía practicando? Debía ser precavide. Al menos la explicación del mjörní le hizo sentirse un poco mejor, ya que él mismo consideraba que ocurría algo raro con aquella secuela—. ¿Tal vez nos sigue faltando otro elemento? ¿O hay que usar más cristales que uno a la vez? —preguntó. Todavía no tenían la certeza de haber dado con todas las claves de aquel sistema.
Cuando le tocó el turno de probar a Rick, Airi se hizo a un lado para ver qué decidía hacer, esperando que su cuerpo se recuperase mientras otros realizaban sus pruebas. Aparentaba estar haciendo bien toda la práctica, si se atendía a lo que mostraba el libro, así que estaba segure de que también lo iba a lograr a la primera… pero no fue así. Un pequeño error podía llevar a que no funcionase, suponía, y no es como si hubiesen visto a nadie realizar aquellos hechizos antes.
—¿Y si pruebas con uno de los que hemos hecho ya? Al menos sabemos que funcionan… A lo mejor es el libro el que tiene alguna errata, o hay algún gesto pequeño que se nos está pasando por alto —sugirió. No podía responder nada sobre teoría, pero era lo que haría elle en su caso.
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: ¡Eureka!
23/02/24, 12:23 pm
No es que Ethan tuviera el mejor horario de sueño, pero definitivamente esos días no estaban siendo los mejores. Tener que madrugar para preparar el desayuno era una costumbre agradable cuando las noches no se hacían extremadamente largas y las horas de sueño escasamente cortas. Después de haber estado remoloneando en cama había llegado a la conclusión de que aquel día sería similar al anterior y para perder el tiempo comiendo techo prefería perderlo con algo productivo, como por ejemplo hacerse un rico té, o el símil de dudosa calidad que había encontrado en su lugar.
Después de probar diferentes experimentos cada vez peores había logrado dar con una combinación de hierbas que si bien no conocía muy bien que eran, al juntarlas con agua hirviendo y un poco de leche eran ni que fuera, bebibles. Así pues bajó en un pijama ancho que consistía en una camiseta horrendamente grande y unos pantalones igual de negruzcos y desgarbados. En primera instancia no recayó en el grupo, no porque no les hubiera visto si no porque la convivencia continua había normalizado esos pequeños momentos de independencia aún conviviendo juntos. Estaba un tanto adormilado, con el pelo suelto, los ojos caídos y unos movimientos lentos mientras vertía el agua de un cubo sobre uno de los cazos de la cocina.
Prendió un fogón y dejó que las pequeñas llamas chisporroteando fueran su único entretenimiento. La conversación de fondo poco a poco fue llegando a sus oídos, como un pequeño sendero de agua que con el pasar de los minutos iba convirtiéndose en un río. No entendía el contexto, entre bostezo y bostezo a veces razonaba alguna frase suelta para luego perderse en el murmullo lejano. Curioso acabó dándose la vuelta para ver quienes eran los protagonistas de aquella charla nocturna, intrigado de verlos juguetear con las linternas mágicas del otro día. ¿Habrían descubierto ya algo?
Bueno, tenía que terminar su bebida primero. En la ignorancia de quien solo quería un capricho que pudiera levantarle el ánimo esperó paciente a que el agua estuviera suficientemente caliente, se preparó un pequeño saquito improvisado con su mezcla similar al matarratas y empezó a crear su increíble té de hierbas alienígenas. El color de la mezcla era de un tono rojizo, convertido en un rosa más pastel al añadirle algo de leche mientras lo removía con la cuchara. Fue entonces cuando decidió acercarse al grupito formado, con una mano sujetando la taza y la otra rascándose uno de sus costados bajo la ropa.
-¿Os importa si me uno? Estoy muerto y aún así no hay manera de dormir. -Su voz más carrasposa que de costumbre se vio mitigada al cortar la frase para darle un sorbo a la bebida. Al momento, cerró los ojos y sacó la lengua, quemado por el calor que aún guardaba. -Ugg, se me olvidaba lo raro que sabía esto. -Murmuró más para sí. -He visto que estabais con las linternas mágicas esas. ¿Les habéis encontrado ya algún uso?
Después de probar diferentes experimentos cada vez peores había logrado dar con una combinación de hierbas que si bien no conocía muy bien que eran, al juntarlas con agua hirviendo y un poco de leche eran ni que fuera, bebibles. Así pues bajó en un pijama ancho que consistía en una camiseta horrendamente grande y unos pantalones igual de negruzcos y desgarbados. En primera instancia no recayó en el grupo, no porque no les hubiera visto si no porque la convivencia continua había normalizado esos pequeños momentos de independencia aún conviviendo juntos. Estaba un tanto adormilado, con el pelo suelto, los ojos caídos y unos movimientos lentos mientras vertía el agua de un cubo sobre uno de los cazos de la cocina.
Prendió un fogón y dejó que las pequeñas llamas chisporroteando fueran su único entretenimiento. La conversación de fondo poco a poco fue llegando a sus oídos, como un pequeño sendero de agua que con el pasar de los minutos iba convirtiéndose en un río. No entendía el contexto, entre bostezo y bostezo a veces razonaba alguna frase suelta para luego perderse en el murmullo lejano. Curioso acabó dándose la vuelta para ver quienes eran los protagonistas de aquella charla nocturna, intrigado de verlos juguetear con las linternas mágicas del otro día. ¿Habrían descubierto ya algo?
Bueno, tenía que terminar su bebida primero. En la ignorancia de quien solo quería un capricho que pudiera levantarle el ánimo esperó paciente a que el agua estuviera suficientemente caliente, se preparó un pequeño saquito improvisado con su mezcla similar al matarratas y empezó a crear su increíble té de hierbas alienígenas. El color de la mezcla era de un tono rojizo, convertido en un rosa más pastel al añadirle algo de leche mientras lo removía con la cuchara. Fue entonces cuando decidió acercarse al grupito formado, con una mano sujetando la taza y la otra rascándose uno de sus costados bajo la ropa.
-¿Os importa si me uno? Estoy muerto y aún así no hay manera de dormir. -Su voz más carrasposa que de costumbre se vio mitigada al cortar la frase para darle un sorbo a la bebida. Al momento, cerró los ojos y sacó la lengua, quemado por el calor que aún guardaba. -Ugg, se me olvidaba lo raro que sabía esto. -Murmuró más para sí. -He visto que estabais con las linternas mágicas esas. ¿Les habéis encontrado ya algún uso?
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: ¡Eureka!
23/02/24, 06:14 pm
Aquellos días estaban siendo algo muy fuera de lo común en Damian. El chico, acostumbrado a dormir a pata suelta junto con su madre ahora se encontraba muchas noches en vela, con una intranquilidad producto de los acontecimientos que tuvo que vivir. No quería tener pavor pero una espinita molesta lo acompañaba una y otra vez en horas de dormir, todo mientras suspiraba por la nariz y miraba a la oscuridad de la noche con su pelo revuelto. Negaba por completo tener miedo a ese pájaro de los mil demonios cagados pero Serena… No podía borrar fácilmente su garganta hinchada y sus últimos momentos antes de dormir para siempre.
Y a Damian, al contrario, el sueño no se lo llevaba y pudo ver como Ethan se levantó. En un inicio intentó cerrar los ojos, ver si podía pegar ojo para no levantarse hecho una pasa podrida el día siguiente. Abriendo los ojos se hartó, aburrido de su propia noche en vela y se levantó para ir a la puerta y beber agua, tenía la boca mas seca que la suela de un zapato.
Un bostezo sonoro salió de su cansado cuerpo, humedeciendo su boca mientras se rascaba una de sus posaderas. Se frotó un ojo, luego el otro, luego los dos. Realmente para no dormir sí que se levantó como el que durmió tres días seguidos. Se quitó unos pelos tontos de su cara, ya que su pelo era una bola caótica de hilos rubios, y fue a bajar a la cocina a beber algo.
—Hoooolaaaa… —saludó con la voz muy dormida al ver que no era el único que decidió estar despierto.
Vaya, eran un grupo grande. Rag, Airi, Kalna, Rick e, incorporándose con una taza en la mano, Ethan. Los miró con curiosidad mientras llenaba su vaso y bebía un par de veces, tenían esos cristalitos tan raros que brillaban en colores chulos. Qué diantres, eso le interesaba bastante. Frotándose la cara para despertarse, dio pasos hacia el grupo.
—Buenas nocheees —se presentó esbozando una sonrisa amigable, mirando a todos y luego a la mesa con todos esos cristales apoyando sus brazos en ésta dejándose caer. Un olor curioso venía de la taza de Ethan—. Uffff, no puedo dormir ni queriendo me cago en... ¿Qué hacéis amigachos? ¿Por qué hay tantos cristales por la mesa? ¿Qué andáis viendo en el libro? ¿Qué te has hecho ahí Ethan? Huele a… no sé, ni bien ni mal no sé es muy raro. ¿Estáis haciendo chanchullos mágicos? —al menos tuvo la decencia de no alzar la voz, más por adormilado que por respetuoso por el resto que sí estaban en el quinto sueño.
Y a Damian, al contrario, el sueño no se lo llevaba y pudo ver como Ethan se levantó. En un inicio intentó cerrar los ojos, ver si podía pegar ojo para no levantarse hecho una pasa podrida el día siguiente. Abriendo los ojos se hartó, aburrido de su propia noche en vela y se levantó para ir a la puerta y beber agua, tenía la boca mas seca que la suela de un zapato.
Un bostezo sonoro salió de su cansado cuerpo, humedeciendo su boca mientras se rascaba una de sus posaderas. Se frotó un ojo, luego el otro, luego los dos. Realmente para no dormir sí que se levantó como el que durmió tres días seguidos. Se quitó unos pelos tontos de su cara, ya que su pelo era una bola caótica de hilos rubios, y fue a bajar a la cocina a beber algo.
—Hoooolaaaa… —saludó con la voz muy dormida al ver que no era el único que decidió estar despierto.
Vaya, eran un grupo grande. Rag, Airi, Kalna, Rick e, incorporándose con una taza en la mano, Ethan. Los miró con curiosidad mientras llenaba su vaso y bebía un par de veces, tenían esos cristalitos tan raros que brillaban en colores chulos. Qué diantres, eso le interesaba bastante. Frotándose la cara para despertarse, dio pasos hacia el grupo.
—Buenas nocheees —se presentó esbozando una sonrisa amigable, mirando a todos y luego a la mesa con todos esos cristales apoyando sus brazos en ésta dejándose caer. Un olor curioso venía de la taza de Ethan—. Uffff, no puedo dormir ni queriendo me cago en... ¿Qué hacéis amigachos? ¿Por qué hay tantos cristales por la mesa? ¿Qué andáis viendo en el libro? ¿Qué te has hecho ahí Ethan? Huele a… no sé, ni bien ni mal no sé es muy raro. ¿Estáis haciendo chanchullos mágicos? —al menos tuvo la decencia de no alzar la voz, más por adormilado que por respetuoso por el resto que sí estaban en el quinto sueño.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: ¡Eureka!
24/02/24, 07:25 pm
Asintió cuando Airi le confirmó que se encontraba bien, pero estaría atento a si su cualquiera que hiciese hechizos mostraba signos de agotamiento. Era la primera vez que los hacían y tal vez subestimasen el efecto que podía tener en su cuerpo por mucho que les advirtiese. La sugerencia de le sanaí, en cambio, le hizo reflexionar de nuevo mientras observaba a los cristales.
—Si se tratase de artefactos mjörnís, un catalizador de magia del mismo tipo no tiene ningún tipo de efecto acumulativo. Pero… desde luego estos son muy diferentes, así que creo que vale la pena probar esa teoría. Lo que pasa es que ahora mismo solo hay uno cargado: tendrá que ser otro día.
Atendió a los intentos de Rick por realizar otro de los hechizos. El humano parecía estar teniendo problemas con ello, a pesar de que varias veces vio claramente que estaba siguiendo las instrucciones al pie de la letra, y eso había funcionado para Airi y él sin problema.
—Sí… deberías probar uno de los que sabemos seguro que funcionan.
Desde luego existía esa posibilidad, aunque Rägjynn ya tenía en mente otra posible explicación: simplemente no quería desanimar a nadie todavía hasta descarar todas las opciones.
Antes de que Rick pudiese responderles, se acercaron dos personas que acababan de bajar a la planta baja. El mjörní había sido más o menos consciente de nuevas presencias, pero demasiado enfrascado en la magia.
—¡Ethan, Damian! —les señaló enseguida el vaso cuyo borde brillaba como inicio de respuesta a sus preguntas—. Eran cargadores mágicos. ¡Estamos pudiendo hacer los hechizos finalmente!
Y al igual que había hecho tras su éxito inicial con el hechizo tapón, les mostró a los nuevos compañeros que se habían unido como el vaso del revés mantenía el agua a raya con aquella película lumínica.
>>Y además está tibio porque Airi hizo un hechizo térmico sobre él —añadió con una sonrisa tendiéndoselo para que lo agarrase cualquiera de los dos y pudiesen comprobarlo por sí mismos.
Quería ofrecerles si querían probar a hacer algún hechizo, pero Rick aún no había terminado su turno. En cualquier caso, en cuanto Ethan o Damian fuesen a intentarlo les advertiría también acerca del agotamiento.
—Si se tratase de artefactos mjörnís, un catalizador de magia del mismo tipo no tiene ningún tipo de efecto acumulativo. Pero… desde luego estos son muy diferentes, así que creo que vale la pena probar esa teoría. Lo que pasa es que ahora mismo solo hay uno cargado: tendrá que ser otro día.
Atendió a los intentos de Rick por realizar otro de los hechizos. El humano parecía estar teniendo problemas con ello, a pesar de que varias veces vio claramente que estaba siguiendo las instrucciones al pie de la letra, y eso había funcionado para Airi y él sin problema.
—Sí… deberías probar uno de los que sabemos seguro que funcionan.
Desde luego existía esa posibilidad, aunque Rägjynn ya tenía en mente otra posible explicación: simplemente no quería desanimar a nadie todavía hasta descarar todas las opciones.
Antes de que Rick pudiese responderles, se acercaron dos personas que acababan de bajar a la planta baja. El mjörní había sido más o menos consciente de nuevas presencias, pero demasiado enfrascado en la magia.
—¡Ethan, Damian! —les señaló enseguida el vaso cuyo borde brillaba como inicio de respuesta a sus preguntas—. Eran cargadores mágicos. ¡Estamos pudiendo hacer los hechizos finalmente!
Y al igual que había hecho tras su éxito inicial con el hechizo tapón, les mostró a los nuevos compañeros que se habían unido como el vaso del revés mantenía el agua a raya con aquella película lumínica.
>>Y además está tibio porque Airi hizo un hechizo térmico sobre él —añadió con una sonrisa tendiéndoselo para que lo agarrase cualquiera de los dos y pudiesen comprobarlo por sí mismos.
Quería ofrecerles si querían probar a hacer algún hechizo, pero Rick aún no había terminado su turno. En cualquier caso, en cuanto Ethan o Damian fuesen a intentarlo les advertiría también acerca del agotamiento.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: ¡Eureka!
25/02/24, 12:42 pm
Fue le sanaí quien le ofreció alguna explicación a la poca suerte que estaba teniendo, a lo cual Rág también le animara que probara con otro. -Es posible- respondió pensativo. No era una buena noticia que tuvieran hechizos mal escritos, pero mientras funcionasen algunos ya era algo. Tenía en mente probar de nuevo el hechizo térmico, aunque enfriando el vaso para comprobar mejor si había funcionado. El procedimiento era el mismo así que debía salir bien, ¿no?
Antes de que pudiera avisar de lo que iba a hacer, dos nuevas voces le hicieron girarse. No se había dado cuenta en qué momento habían llegado Ethan y Damian con lo enfrascado que estaba con la magia. Al verlos tan cansados sintió una pequeña punzada de culpabilidad. -(Lo mismo me pasé con la emoción antes)- pensó temiéndose haber sido el culpable de que se hubieran despertado. Por suerte, la explicación de ambos y ver al británico con uno de sus improvisados tés (por lo que al menos él ya llevaba un ratito allí abajo), hizo que sus preocupaciones se esfumaran para dejar paso por completo nuevamente al entusiasmo por el descubrimiento. -¡Parece un sueño, pero es real! ¡Tenemos magia!- se sumó con ánimo al mjörní.
Dejó que los dos comprobaran el efecto de los conjuros de sus compañeros antes de avisarles: -Justo iba a probar ahora de nuevo con el hechizo térmico, por si queréis ver cómo se hace- Se acercó un momento a la cocina a por otro vaso con agua y volvió al lado del libro para buscar la página con las instrucciones. -Vale, voy a probar a bajar la temperatura del vaso, así nos aseguramos que el efecto contrario también funciona- informó a todos lo que iba a intentar. Su voz era tranquila, aunque mientras revisaba con toda la atención posible las instrucciones el chico se sentía algo nervioso. No era por el aumento del público, claro, si no por la duda de que pudiera salir mal de nuevo.
Tomó aire para concentrarse y practicó un par de veces los componentes por separado. Ya había visto cómo iba, así que no tardó en quedarse con los movimientos y palabras correctas. -Allá va- dijo cuando se sintió preparado y realizó el hechizo con soltura. Como de costumbre, no sintió ningún cosquilleo, pero aún así fue a tocar el vaso por si acaso. Seguía tal y como lo había dejado en la mesa. Lo intentó una segunda vez por probar, pero no le cogió por sorpresa que no había cambiado nada.
Miró el vaso con algo de decepción, preguntándose qué estaba haciendo mal. -No... No lo noto más frío, la verdad- dijo desconcertado, dejando espacio por si alguien quería comprobarlo, aunque no estaba seguro de que fueran a sentir algo distinto. Aún así, luego de un pequeño y bajo resoplido sacó ánimos para proponerles a los nuevo: -Oye, que no os desanime esto. A Räg y a Airi le han salido perfectamente. ¿Queréis probar?-
EL neoyorquino les dejó sitio frente al libro y el cristal a mano antes de ponerse junto a sus otros compañeros si sus prácticas iban mejor. Todavía estaba extrañado por su fallo y un poco serio mientras en su cabeza intentaba encontrar un motivo. Ese debía de haber funcionado, ¿por qué no había cambiado la temperatura? -No entiendo que ha pasado- dejó escapar en voz baja para le sanaí y el mjörní, por si tenían alguna opinión al respecto o estaban igual de perdidos.
Antes de que pudiera avisar de lo que iba a hacer, dos nuevas voces le hicieron girarse. No se había dado cuenta en qué momento habían llegado Ethan y Damian con lo enfrascado que estaba con la magia. Al verlos tan cansados sintió una pequeña punzada de culpabilidad. -(Lo mismo me pasé con la emoción antes)- pensó temiéndose haber sido el culpable de que se hubieran despertado. Por suerte, la explicación de ambos y ver al británico con uno de sus improvisados tés (por lo que al menos él ya llevaba un ratito allí abajo), hizo que sus preocupaciones se esfumaran para dejar paso por completo nuevamente al entusiasmo por el descubrimiento. -¡Parece un sueño, pero es real! ¡Tenemos magia!- se sumó con ánimo al mjörní.
Dejó que los dos comprobaran el efecto de los conjuros de sus compañeros antes de avisarles: -Justo iba a probar ahora de nuevo con el hechizo térmico, por si queréis ver cómo se hace- Se acercó un momento a la cocina a por otro vaso con agua y volvió al lado del libro para buscar la página con las instrucciones. -Vale, voy a probar a bajar la temperatura del vaso, así nos aseguramos que el efecto contrario también funciona- informó a todos lo que iba a intentar. Su voz era tranquila, aunque mientras revisaba con toda la atención posible las instrucciones el chico se sentía algo nervioso. No era por el aumento del público, claro, si no por la duda de que pudiera salir mal de nuevo.
Tomó aire para concentrarse y practicó un par de veces los componentes por separado. Ya había visto cómo iba, así que no tardó en quedarse con los movimientos y palabras correctas. -Allá va- dijo cuando se sintió preparado y realizó el hechizo con soltura. Como de costumbre, no sintió ningún cosquilleo, pero aún así fue a tocar el vaso por si acaso. Seguía tal y como lo había dejado en la mesa. Lo intentó una segunda vez por probar, pero no le cogió por sorpresa que no había cambiado nada.
Miró el vaso con algo de decepción, preguntándose qué estaba haciendo mal. -No... No lo noto más frío, la verdad- dijo desconcertado, dejando espacio por si alguien quería comprobarlo, aunque no estaba seguro de que fueran a sentir algo distinto. Aún así, luego de un pequeño y bajo resoplido sacó ánimos para proponerles a los nuevo: -Oye, que no os desanime esto. A Räg y a Airi le han salido perfectamente. ¿Queréis probar?-
EL neoyorquino les dejó sitio frente al libro y el cristal a mano antes de ponerse junto a sus otros compañeros si sus prácticas iban mejor. Todavía estaba extrañado por su fallo y un poco serio mientras en su cabeza intentaba encontrar un motivo. Ese debía de haber funcionado, ¿por qué no había cambiado la temperatura? -No entiendo que ha pasado- dejó escapar en voz baja para le sanaí y el mjörní, por si tenían alguna opinión al respecto o estaban igual de perdidos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: ¡Eureka!
26/02/24, 12:30 am
Su sugerencia fue bien recibida, pero antes de que Rick pudiese ponerse manos a la obra se les unieron otras dos personas. Ethan venía de la cocina con un vaso humeante, y casi a la vez apareció Damian escaleras abajo.
—Buenas noches —saludó a ambos con una sonrisa que no ocultaba la emoción de lo que acababan de lograr. Se olvidó de preguntar si no podían dormir o qué bebía Ethan, porque ponerlos al día de lo que acababa de ocurrir ocupaba todos sus pensamientos. Airi no podía esperar a que todos en el torreón oyesen las buenas noticias, pero dado lo tarde que era tampoco podían ponerse a sacar a los demás de la cama por algo que podían ver al día siguiente. Eso sí, de estar elle entre quienes dormían habría preferido que le despertasen.
—Tenéis que probar también —les dijo, con la voz plagada de ilusión. Primero debía acabar Rick con su segundo intento, pero quería ver qué más hechizos elegían y qué ocurría.
Observó con curiosidad cómo el humano trataba de enfriar el vaso y, a su juicio, estaba realizando bien el conjuro, al menos la parte que era común a la variante que había usado elle. Le extrañó que Rick dijese no notarlo más frío, así que alargó la mano e hizo su propia comprobación, esperando que, tal vez, se tratase de un cambio muy sutil. Lo notó igual de templado que antes o, si se había enfriado, bien podía ser simplemente por el paso del tiempo.
—No parece que haya cambiando, no… —admitió con voz queda. No quería hacer sentir mal al chico, pero empezaba a pensar que algo iba mal—. ¿Se habrá descargado ya el cristal? —musitó. Le interesaba ver qué ocurría con los intentos del resto, esperando que les diesen una pista para entender qué iba mal, así que los miró para ver quién se ofrecía a probar primero.
—Buenas noches —saludó a ambos con una sonrisa que no ocultaba la emoción de lo que acababan de lograr. Se olvidó de preguntar si no podían dormir o qué bebía Ethan, porque ponerlos al día de lo que acababa de ocurrir ocupaba todos sus pensamientos. Airi no podía esperar a que todos en el torreón oyesen las buenas noticias, pero dado lo tarde que era tampoco podían ponerse a sacar a los demás de la cama por algo que podían ver al día siguiente. Eso sí, de estar elle entre quienes dormían habría preferido que le despertasen.
—Tenéis que probar también —les dijo, con la voz plagada de ilusión. Primero debía acabar Rick con su segundo intento, pero quería ver qué más hechizos elegían y qué ocurría.
Observó con curiosidad cómo el humano trataba de enfriar el vaso y, a su juicio, estaba realizando bien el conjuro, al menos la parte que era común a la variante que había usado elle. Le extrañó que Rick dijese no notarlo más frío, así que alargó la mano e hizo su propia comprobación, esperando que, tal vez, se tratase de un cambio muy sutil. Lo notó igual de templado que antes o, si se había enfriado, bien podía ser simplemente por el paso del tiempo.
—No parece que haya cambiando, no… —admitió con voz queda. No quería hacer sentir mal al chico, pero empezaba a pensar que algo iba mal—. ¿Se habrá descargado ya el cristal? —musitó. Le interesaba ver qué ocurría con los intentos del resto, esperando que les diesen una pista para entender qué iba mal, así que los miró para ver quién se ofrecía a probar primero.
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista. El amuleto curativo se carga el doble de rápido a su contacto y además es más eficaz si lo usa sobre sí mismo.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: ¡Eureka!
27/02/24, 10:57 am
-Uh, es té, ¿Quieres? -Le respondió a Damian mientras se acomodaba tras el respaldo de Rick, ambos brazos apoyados en el final de su silla. Dio otro sorbo, igual de amargo mientras asentía al coro de voces ilusionadas. -Con que magia…
Sí no mostró de primeras la misma euforia que los demás era porque entre el sueño y la poca fe no quería crearse unas expectativas que no pudieran cumplirse. La ficción había sido muy rimbombante con el tema en comparación a la cotidianidad con que ambos jóvenes hablaban de sus mundos y su respectiva magia. Quizá era algo mucho más tribal de lo que aparentaba, o peor aún, quizá tenía 0 capacidad para ello, no sabía que era peor.
Para su desgracia el ejemplo llegó rápido tomando el vaso que Räg le había ofrecido con una mano. Curioso empezó a girarlo en el sitio, acercándose junto al pequeño italiano para que también pudiera ser partícipe. Intentó buscar cualquier explicación científica, pero tristemente su raciocinio acabo muriendo ante la ilusión de ver un hechizo en directo.
-¡Hostia, que si que es magia! -Resopló esta vez encandilado, como un niño pequeño demasiado despierto por la emoción. El té ahora le sobraba así que lo colocó en la mesa para seguir examinando el nuevo tapón invisible. No caía, daba igual cuánto agitarse el vaso estando boca abajo, el agua simplemente seguía suspendida. Divertido decidió sumergir parte de la mano, percatandose de que si bien sus dedos si podrían atravesar la capa traslúcida, el líquido seguía sin escaparse. -Damian, Damian mira mira!
Le cedió el objeto para que el rubio pudiera probar también dividiéndose su atención entre el nuevo logró y el fallo estrepitoso de Rick. En esos instantes no pudo evitar chasquear la lengua y una parte de él, bastante profunda, temió que pudiera ocurrirle lo mismo. El lado positivo era que tal vez ningún humano pudiera hacer los hechizos, en cuyo caso lo único alegre era no sentirse solo en el proceso. Cuando ofrecieron voluntarios simplemente negó con suavidad incapaz de querer afrontar que pudiera ocurrirle lo mismo que al americano.
-Que pruebe primero el peque, yo prefiero ver que si no, no me entero. -Río un poco estando aún en la espalda de Rick y le apoyó una mano sobre el hombro dándole un par de toquecitos sobre el mismo. -Y nada, nada, no te preocupes, no me desanimo, quiero decir, ellos llevan toda la vida con estas cosas, seguro que solo te falta práctica.
Se encogió de hombros con esa nueva explicación, ni él se la creía pero tampoco veía porque debería de ser mentira. Hasta las actividades más sencillas cuando eran nuevas resultaban complicadas, quizá con paciencia y esmero Rick podía también.. eh…. crear tapones en las bebidas?
Sí no mostró de primeras la misma euforia que los demás era porque entre el sueño y la poca fe no quería crearse unas expectativas que no pudieran cumplirse. La ficción había sido muy rimbombante con el tema en comparación a la cotidianidad con que ambos jóvenes hablaban de sus mundos y su respectiva magia. Quizá era algo mucho más tribal de lo que aparentaba, o peor aún, quizá tenía 0 capacidad para ello, no sabía que era peor.
Para su desgracia el ejemplo llegó rápido tomando el vaso que Räg le había ofrecido con una mano. Curioso empezó a girarlo en el sitio, acercándose junto al pequeño italiano para que también pudiera ser partícipe. Intentó buscar cualquier explicación científica, pero tristemente su raciocinio acabo muriendo ante la ilusión de ver un hechizo en directo.
-¡Hostia, que si que es magia! -Resopló esta vez encandilado, como un niño pequeño demasiado despierto por la emoción. El té ahora le sobraba así que lo colocó en la mesa para seguir examinando el nuevo tapón invisible. No caía, daba igual cuánto agitarse el vaso estando boca abajo, el agua simplemente seguía suspendida. Divertido decidió sumergir parte de la mano, percatandose de que si bien sus dedos si podrían atravesar la capa traslúcida, el líquido seguía sin escaparse. -Damian, Damian mira mira!
Le cedió el objeto para que el rubio pudiera probar también dividiéndose su atención entre el nuevo logró y el fallo estrepitoso de Rick. En esos instantes no pudo evitar chasquear la lengua y una parte de él, bastante profunda, temió que pudiera ocurrirle lo mismo. El lado positivo era que tal vez ningún humano pudiera hacer los hechizos, en cuyo caso lo único alegre era no sentirse solo en el proceso. Cuando ofrecieron voluntarios simplemente negó con suavidad incapaz de querer afrontar que pudiera ocurrirle lo mismo que al americano.
-Que pruebe primero el peque, yo prefiero ver que si no, no me entero. -Río un poco estando aún en la espalda de Rick y le apoyó una mano sobre el hombro dándole un par de toquecitos sobre el mismo. -Y nada, nada, no te preocupes, no me desanimo, quiero decir, ellos llevan toda la vida con estas cosas, seguro que solo te falta práctica.
Se encogió de hombros con esa nueva explicación, ni él se la creía pero tampoco veía porque debería de ser mentira. Hasta las actividades más sencillas cuando eran nuevas resultaban complicadas, quizá con paciencia y esmero Rick podía también.. eh…. crear tapones en las bebidas?
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: ¡Eureka!
01/03/24, 12:12 am
—Té… Vaaaaleeee, dame un poco del tététéeetétéeeetétéee —canturreó al aire cuando Ethan le ofreció un poco del vaso y le metió un sorbo valiente a su contenido. Arrugó bastante la cara hacia dentro cuando sus lengua reaccionó a una creciente amargura en cuanto tragó aquella agua con un sabor tan curioso. Entrecerró los ojos, con una expresión de desagrado que no pudo ocultar cediendo de vuelta el vaso a su amigo—. Toma… No me apasiona el té, eugh... —siendo la primera vez que probaba té, quizás en su cabeza se formaría la idea de que cualquier té sabría igual a aquel líquido tan amargo.
Menos mal que Rag se encargó de sacar a Damian un poco del mal sabor de boca con una noticia la mar de impactante. Un grito ahogado se le escapó, con la boca abierta de par en par.
—¡No me digas! ¡Hechizos! ¡Ostia! —miró a su morado amigo apoyado en la mesa dando unos botes pequeños en el sitio.
Realmente el pequeño podía creer en la magia perfectamente, qué podría explicar entonces los juguetes vivos de Akeyo. Y ahora él podría hacerlo, todos podrían hacer esas cosas tan chulas y sus ojos hacían chiribitas cuando Ethan agarró el vaso que Rag les ofreció.
—¡Joooooooder que no se cae! Mira, mira, mira, miiiiraaaaa el agua… ¡Que no se cae tío! ¡Si, si, lo estoy viendo! ¡Que rayadaaaa! —exclamó ilusionado, meneando la cabeza para ver el vaso desde otros ángulos. Era agua pero no caía hacia abajo—. ¡Un truco de magia, esto me lo guardo para el circo! ¿Pero qué significa tibio, que el agua es de otro color?
Cuando tuvo el vaso en sus manos le dio meneos flojos y fuertes para confirmar que no se derramase. Se reía con el improvisado juguete, metiendo la mano. El agua estaba algo caliente, lo mismo eso significaba lo de “tibia”.
No quería distraerse mucho al escuchar que Rick quería probar otra cosa de magia. Así, viéndolo en directo, quería enterarse de todo el chanchullo para poder probar luego. Hizo unos movimientos raros y dijo unas palabras aun más extrañas con ese cristal brillante en mano, cosas de magos que poco entendía atendiendo con un dedo en el labio.
—Oh, la cagaste creo —aclaró sincero con las cejas alzadas a lo que parecía un fallo. Hizo sonidos de duda arrugando la frente, pensaba ver el vaso lleno de hielo como si estuviese en un congelador pero el resultado se le hizo un pelín decepcionante para lo espectacular que parecía soltando una pequeña pero larga pedorreta.
Sin embargo ante la propuesta de hacer los hechizos tendría la oportunidad de lucirse.
—¡Uuuuuuuu! ¿En serio me dejas primero? Que puto amo —lo ultimo lo susurró bajito, apretando el puño emocionado. Luego se frotó las manos con nervio, mirando lo que tenía delante. Agarró el brillante cristal, examinándolo—. ¡Os enseño como se hace! Vale, esto me hace faaaalta yyyyy por aquí hay un libroooo. Hmmmmm… Enfriaar, enfriaaaar… ¡Aquí! ¡La solución más rápida para calentar o enfriar tus platos rápidamente es, sin duda, el hechizo térmico! —leyó divertido con un poco de voz de teletienda, como si intentase venderlo al resto—. Vale, vale. ¡Vale, ya sé como hacerlo! ¡Ojo que voy! ¡Allá va el brujo!
Leyó un par de veces en voz alta el hechizo para saber como decirlo en condiciones. Había que hacer unos movimientos específicos que también practicó un poco. Estaba impaciente pero quería hacerlo bien, quedar como un experto maestro de las artes mágicas de lo frio y lo caliente. Con una concentración notable, realizó el hechizo pero tuvo una errata. Lo repitió otra vez, equivocándose en los gestos. Meneando la cara tomó aire, porque ya se iba poniendo nervioso y sabía que eso no le ayudaría.
Con un poco más de calma lo repitió una tercera vez, haciendo bien el conjunto y por ello sonrió. Al fin iba a hacer magia, tener el poder que Akeyo le prometió y… ¿El agua no cambió? Volvió a repetir el hechizo una y otra y otra vez, en vano.
—¿Eh? —preocupado lo volvió a repetir, comprobando si se enfriaba el agua pero no, nada cambiaba en el agua—. ¿Qué pasa? ¿Esto no funciona o qué? Has dicho algo del cristal éste antes, ¿no Airi? —miró a la sanaí con las cejas arqueadas, algo frustrado. Quizás sea culpa del dichoso cristal.
Menos mal que Rag se encargó de sacar a Damian un poco del mal sabor de boca con una noticia la mar de impactante. Un grito ahogado se le escapó, con la boca abierta de par en par.
—¡No me digas! ¡Hechizos! ¡Ostia! —miró a su morado amigo apoyado en la mesa dando unos botes pequeños en el sitio.
Realmente el pequeño podía creer en la magia perfectamente, qué podría explicar entonces los juguetes vivos de Akeyo. Y ahora él podría hacerlo, todos podrían hacer esas cosas tan chulas y sus ojos hacían chiribitas cuando Ethan agarró el vaso que Rag les ofreció.
—¡Joooooooder que no se cae! Mira, mira, mira, miiiiraaaaa el agua… ¡Que no se cae tío! ¡Si, si, lo estoy viendo! ¡Que rayadaaaa! —exclamó ilusionado, meneando la cabeza para ver el vaso desde otros ángulos. Era agua pero no caía hacia abajo—. ¡Un truco de magia, esto me lo guardo para el circo! ¿Pero qué significa tibio, que el agua es de otro color?
Cuando tuvo el vaso en sus manos le dio meneos flojos y fuertes para confirmar que no se derramase. Se reía con el improvisado juguete, metiendo la mano. El agua estaba algo caliente, lo mismo eso significaba lo de “tibia”.
No quería distraerse mucho al escuchar que Rick quería probar otra cosa de magia. Así, viéndolo en directo, quería enterarse de todo el chanchullo para poder probar luego. Hizo unos movimientos raros y dijo unas palabras aun más extrañas con ese cristal brillante en mano, cosas de magos que poco entendía atendiendo con un dedo en el labio.
—Oh, la cagaste creo —aclaró sincero con las cejas alzadas a lo que parecía un fallo. Hizo sonidos de duda arrugando la frente, pensaba ver el vaso lleno de hielo como si estuviese en un congelador pero el resultado se le hizo un pelín decepcionante para lo espectacular que parecía soltando una pequeña pero larga pedorreta.
Sin embargo ante la propuesta de hacer los hechizos tendría la oportunidad de lucirse.
—¡Uuuuuuuu! ¿En serio me dejas primero? Que puto amo —lo ultimo lo susurró bajito, apretando el puño emocionado. Luego se frotó las manos con nervio, mirando lo que tenía delante. Agarró el brillante cristal, examinándolo—. ¡Os enseño como se hace! Vale, esto me hace faaaalta yyyyy por aquí hay un libroooo. Hmmmmm… Enfriaar, enfriaaaar… ¡Aquí! ¡La solución más rápida para calentar o enfriar tus platos rápidamente es, sin duda, el hechizo térmico! —leyó divertido con un poco de voz de teletienda, como si intentase venderlo al resto—. Vale, vale. ¡Vale, ya sé como hacerlo! ¡Ojo que voy! ¡Allá va el brujo!
Leyó un par de veces en voz alta el hechizo para saber como decirlo en condiciones. Había que hacer unos movimientos específicos que también practicó un poco. Estaba impaciente pero quería hacerlo bien, quedar como un experto maestro de las artes mágicas de lo frio y lo caliente. Con una concentración notable, realizó el hechizo pero tuvo una errata. Lo repitió otra vez, equivocándose en los gestos. Meneando la cara tomó aire, porque ya se iba poniendo nervioso y sabía que eso no le ayudaría.
Con un poco más de calma lo repitió una tercera vez, haciendo bien el conjunto y por ello sonrió. Al fin iba a hacer magia, tener el poder que Akeyo le prometió y… ¿El agua no cambió? Volvió a repetir el hechizo una y otra y otra vez, en vano.
—¿Eh? —preocupado lo volvió a repetir, comprobando si se enfriaba el agua pero no, nada cambiaba en el agua—. ¿Qué pasa? ¿Esto no funciona o qué? Has dicho algo del cristal éste antes, ¿no Airi? —miró a la sanaí con las cejas arqueadas, algo frustrado. Quizás sea culpa del dichoso cristal.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: ¡Eureka!
01/03/24, 07:47 pm
Le alegró ver a Ethan y Damian tan entusiasmados como el resto ante la visión de la magia, solo esperaba que el pequeño siguiese sus indicaciones en caso de que lograse hacer un hechizo y no se excediese… Aunque lo cierto fue que en sus primeros intentos obtuvo el mismo resultado que Rick. Todavía no podía estar del todo seguro, porque a fin de cuentas era la primera vez que hacían un hechizo y Airi por lo menos sí estaba acostumbrade a tratar con magia aunque fuera de otro tipo, pero a sus ojos desde luego Rick no la había “cagado” al realizar los pasos del hechizo. Tampoco el italiano, quien tras practicar un poco parecía haberlo realizado correctamente. Ambos estaban probando además el hechizo térmico, que Airi ya había logrado hacer y sabían que funcionaba.
—¿Quizás necesitéis empezar por algún otro? —el hechizo térmico no era difícil de ejecutar, pero tenía algunos matices más que el que él había escogido—. Probad con el hechizo tapón, a lo mejor…
Se notaba algo de duda en su voz, pues cada vez estaba más seguro de lo que estaba pasando y tendría que acabar por explicárselo a sus compañeros. Esperaba que Ethan al menos sí tuviese éxito, aunque no sabía si eso sería mejor o peor para sus compatriotas humanos. Para el mjörní que alguien no pudiese hacer magia era algo normal, pero a ellos se les veía tan entusiasmados con la idea que estaba razonablemente convencido de que no les iba a gustar su conclusión si continuaban sin ser capaces de hacer ninguno de los conjuros.
Mientras tanto, se había quedado con los pasos para realizar el hechizo térmico, tanto de ver a los demás practicarlo como de echarle un ojo al libro cuando no molestase, por lo que fue en busca de un segundo vaso de agua y pidió permiso para utilizar un momento el cristal que habían cargado. Repitió los pasos del hechizo, buscando esta vez enfriar y…
—Parece que todavía tiene carga.
La pregunta de Airi se respondió sola cuando el vaso se empañó un poco debido a la bajada de temperatura. Comprobó también con la mano que, efectivamente, estaba más frío que antes y el agua también. Rägjynn suspiró dejando el vaso y el cargador al alcance del resto. Aquel hechizo lo había agotado todavía más que el anterior, pues se había querido asegurar de que la diferencia de temperatura fuese notable y había imprimido algo más de potencia. O eso creía, al menos, porque todavía se tenía que acostumbrar a las diferencias con aquel sistema nuevo.
>>Agota demasiado —añadió entre pequeños jadeos—. Perdón si me repito: pero tened mucho cuidado. Me gustaría comprobar si funcionan más hechizos, pero creo que es mejor que no lo intente más hasta mañana… A lo mejor también estáis demasiado cansados para que os salga nada siquiera, como es la primera vez que lo intentáis podría ser distinto… ¿Habéis notado cansancio vosotros? —preguntó a los humanos.
—¿Quizás necesitéis empezar por algún otro? —el hechizo térmico no era difícil de ejecutar, pero tenía algunos matices más que el que él había escogido—. Probad con el hechizo tapón, a lo mejor…
Se notaba algo de duda en su voz, pues cada vez estaba más seguro de lo que estaba pasando y tendría que acabar por explicárselo a sus compañeros. Esperaba que Ethan al menos sí tuviese éxito, aunque no sabía si eso sería mejor o peor para sus compatriotas humanos. Para el mjörní que alguien no pudiese hacer magia era algo normal, pero a ellos se les veía tan entusiasmados con la idea que estaba razonablemente convencido de que no les iba a gustar su conclusión si continuaban sin ser capaces de hacer ninguno de los conjuros.
Mientras tanto, se había quedado con los pasos para realizar el hechizo térmico, tanto de ver a los demás practicarlo como de echarle un ojo al libro cuando no molestase, por lo que fue en busca de un segundo vaso de agua y pidió permiso para utilizar un momento el cristal que habían cargado. Repitió los pasos del hechizo, buscando esta vez enfriar y…
—Parece que todavía tiene carga.
La pregunta de Airi se respondió sola cuando el vaso se empañó un poco debido a la bajada de temperatura. Comprobó también con la mano que, efectivamente, estaba más frío que antes y el agua también. Rägjynn suspiró dejando el vaso y el cargador al alcance del resto. Aquel hechizo lo había agotado todavía más que el anterior, pues se había querido asegurar de que la diferencia de temperatura fuese notable y había imprimido algo más de potencia. O eso creía, al menos, porque todavía se tenía que acostumbrar a las diferencias con aquel sistema nuevo.
>>Agota demasiado —añadió entre pequeños jadeos—. Perdón si me repito: pero tened mucho cuidado. Me gustaría comprobar si funcionan más hechizos, pero creo que es mejor que no lo intente más hasta mañana… A lo mejor también estáis demasiado cansados para que os salga nada siquiera, como es la primera vez que lo intentáis podría ser distinto… ¿Habéis notado cansancio vosotros? —preguntó a los humanos.
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