Primer sueño de Devoss

Ya dentro del torreón me doy cuenta de que es diferente. Para empezar no hay escaleras para ir al piso de arriba, casi no hay luz y el techo está agujereado. Es como si estuviera en otro planeta... de nuevo. Pero sin duda, lo que más destaca son el resto de mis compañeros, pues están incrustados en las paredes igual de flacos  que Varsai.

Pego un respingo cuando la puerta se cierra sola, y las voces me hablan pero esta vez de las bocas de los demás. La varmana permanece en silencio.- Oh, Dios mio, ¿qué os ha pasado?-. Escucho con atención lo que dicen, ¿cuándo les he pedido piedad? Me quedo petrificado al oír el final de la frase.

Tentarles con mi dulce olor... Esto me da muy mala espina, cualquiera diría que quieren...comerme. Huelo algo, un olor delicioso, me quedo estupefacto al descubrir que ¡sale de mi! Retrocedo mientras no dejo de mirarlos, esto es irreal. Mis manos cambian, las siento inútiles, blandas y cálidas. Es como si  se hubieran transformado en comida. Y así es, pues el excelente aroma proviene de ellas. Pierdo los nervios, esto está pasando el límite, sé lo que quieren hacer conmigo. Lo deduzco.-¡NO!¡ATRÁS!-. No sé que les pasa, pero tampoco voy a perder el tiempo averiguándolo.

Me giro y corro en dirección a la puerta, debo huir. El paisaje de donut gigantes era más bonito.

La varmana me señala y el resto de mis compañeros como movidos por un resorte  empiezan a desencajarse de las paredes. Todos tienen colmillos y pretenden usarlos. Corren hacia mi, no llego hasta la puerta pues Varsai me alcanza antes.  Esquivo por los pelos su dentellada y me permito tener esperanza. Quizá pueda escapar, pero aún si lo hiciera, ¿adónde iría? No me da tiempo a planear nada pues aparecen los refuerzos.

Intento llegar hasta la salida, pero alguien me agarra por detrás con fuerza <<¡Maldita sea casi lo tenía!>>. Caigo fugazmente al suelo y deduzco que ha debido de atraparme Sekk o Jace por la facilidad con que lo ha hecho. Llega el resto y en cuestión de segundos me tienen inmovilizado, lloro de miedo, pero también al sentir sus dientes en mi piel, pues empiezan a morder y a desgarrar. Grito de dolor intentando zafarme de sus manos, nunca he sentido nada igual en toda mi vida. Mi grito queda apagado ya que me han arrancado parte del cuello. Siento que mi vida se va, no tengo fuerzas para oponerme. No puedo resistirme. Es un sufrimiento horrible más allá de lo imaginable, nunca pensé que doliera tantísimo.

Observo sus caras ensangrentadas comiéndose mi carne ,  me doy cuenta de que no han tocado mis manos, es curioso ya que es lo que huele a comida. Pero dejo de pensar en esto cuando viene otra oleada de tortura agonizante . <<Sí que estaban hambrientos>>.

¿Aquí acaba todo? ¿Tanto tiempo sobreviviendo para morir de esta forma? ¿A manos de mis compañeros? Siento un dolor en las yemas, me miro uno de mis dedos y descubro que tiene  boca y dientes. <<Esto no puede estar pasando>> Entonces se escucha un fuerte rugido, para mi significa la salvación. Pues el sonido les ha distraído. Pero ¿servirá de algo? No tengo energías para escapar. Pero algo fluye dentro de mí. Furia. No debo caer hoy. Hoy no. Es estúpido que haya salido con vida de tantas cosas para que se acabe mi historia aquí. Devorado por lo que alguna vez fueron mis amigos.

Con un rápido movimiento logro soltarme de algunas manos. Me doy la vuelta para situarme de cara al suelo. Con todo el sufrimiento que conlleva, e intento arrastrarme hacia el exterior. No voy muy rápido pero ¿qué puedo hacer? Quizás estén tan confusos que consiga huir. O puede que muera en el intento.

Pero debo intentarlo al menos, si mi vida va a terminar  ahora... Será “luchando”.

Lo único en lo que pienso es en lo imbécil que soy. Podría morir y todo por aceptar la  propuesta de un desconocido. Para tener una vida diferente, para tener una vida menos aburrida. Lo que daría ahora por tener mi antigua vida... ¿Qué ha mejorado? Nada, esto no es mejor y ahora lo veo con claridad, mientras me arrastro por el suelo con múltiples mordiscos producidos por mis amigos.

También comprendo que mi plan es inútil, me muevo como un caracol. Es imposible que no me cojan de nuevo y empiecen a morder... Pero algo les distrae, olvidan a la presa agonizante que intenta escapar. Sólo veo una luz repentina y escucho el sonido de masticar. Me detengo un momento para mirar atrás y... no hay techo algo lo ha arrancado o más bien... comido.

Entonces veo a la criatura causante, es una aglomeración de esferas luminosas.<<Que cojones...>>
Otra criatura de luz más humanizada arranca una parte de la base. <<Estoy alucinando, debe ser eso>> La situación da un giro inesperado, pues veo como uno de mis compañeros es aplastado por un trozo de piedra. <<Que se  jodan>> Ahora les toca a ellos ser los acosados.

Aún así no sé que camino tomar. ¿Debería irme? Puede, pero estaría más expuesto a los seres de luz que quizá no solo comen roca. ¿Debería quedarme? Quizás, pero acabarán por comerse el torreón y estaré en las mismas circunstancias. Por ahora decido acercarme más a la puerta, cuando llego estiro un brazo hacia el pomo. Lo agarro con fuerza e intento levantarme, a la primera no lo consigo.

A la segunda casi, pero es difícil cuando tengo los brazos llenos de mordeduras. Finalmente lo consigo a la tercera y me apoyo a la pared resoplando mientras las lágrimas discurren por mis mejillas. Estoy cansando, solo quiero abrir los ojos y despertarme lejos de aquí, en Amsterdam a ser posible. Ahora sí llega el momento de la decisión, una bastante importante.

Después de un pequeño debate mental decido abrir la puerta, con suerte estarán demasiado ocupados los seres de luz comiéndose el torreón y mis compañeros intentando no ser aplastados. Pongo la mano derecha en el pomo y lo giro. La puerta se abre y salgo al exterior...

La escena que me encuentro al salir es totalmente inesperada. Los donuts gigantes están de pie, con sus armas de caramelo y escudos de galletas luchando contra unos...¿robots ninjas? <<¿¡Que es esto!? >> Acabo de escapar de unos caníbales y unos monstruos de luz y me encuentro esta ridícula escena.

Me pego a la pared del torreón mientras avanzo, con la esperanza de que no me vean ambos bandos. De camino observo la batalla y me sorprenden los resultados. Los donuts le están ganado a los robots. Esto es una gran locura y ha pasado el límite, quizás me esté volviendo loco.

Me resiento de las heridas, escuecen bastante, tuve que haber sido más rápido. Entonces mi plan falla. Uno de los dulces gigantes me ve y me...¡habla! ¿He oído bien? ¿Sargento Trapezoide? No es que fuera muy bueno en los estudios pero sé que es un trapezoide. Me miro el cuerpo y no veo nada raro, me entra un mal presentimiento y al tocarme la cara noto que tiene dicha forma.

Me asusto rápidamente al no saber que está pasando. Cada vez la situación es mas disparatada y se vuelve más aún al intentar hablar. Pues me cuesta mucho, me toco la lengua y mi sorpresa es enorme al descubrir que tiene la apariencia de una salchicha.

Miro por un corto tiempo al que me ha hablado y le pregunto con dificultad:-¿Quiénes sois vosotros?- No sé si quiero que me conteste.

El donut me responde. ¿Planeta Donut? ¿Padres Arcoiris? ¿Qué clase de estúpida broma es esta? Retrocedo extrañado ante la contestación del dulce gigante. <<Acabo de salir de una pesadilla para meterme en el sueño de un niño de siete años.>> Sin previo aviso aparece un robot ninja para atacar, pero es destrozado velozmente por el donut. Su “sangre” nos salpica...es zumo de manzana.

Está bastante eufórico, por lo visto quieren devorar su planeta y pretende defenderlo. Dicho eso se encamina hacia la batalla. No tengo ni idea de que debo hacer, lo primero que se me ocurre es buscar un lugar seguro. ¡Pero es que no hay! ¡Todo el lugar es un condenado campo de batalla!

Quizás no sea la opción más viable, pero estoy herido, cansado y lo último que quiero es estar desprotegido. Corro detrás del donut parlante y cuando estoy lo bastante cerca le digo: - Esto...soldado, te ordeno que me protejas. Es un ...ascenso.- Espero que funcione, si esta “cosa” hace lo que le digo quizás yo no muera y así pueda bombardearle con varias preguntas.

Para mi sorpresa decide protegerme, pero no han pasado ni dos segundos cuando cae abatido por un robot ninja. ¿Con un arma de fuego? Me propongo salir huyendo, no es lo mismo una espada que una pistola. Pero es abatido por los demás donuts, que se ponen alrededor mía moviéndose en círculos. No entiendo nada, cada vez todo está empeorando, no tiene ningún sentido. Y menos lo tiene aún cuando veo la base, pues parece sacada de una película de Star Wars.

Vamos avanzando, yo sin sacar una explicación lógica de todo esto. Pero hasta en una situación tan ridícula como esta el peligro existe. Aparecen unos cocodrilos que disparan...¿Avispas? ¡No entiendo nada! Despierto en un mundo de donuts, me encuentro a mis compañeros y casi me devoran, vienen unos seres de luz gigantes y empiezan a comerse el torreón, de repente los donuts son guerreros que se enfrentan a robots ninjas, hay una nave espacial y me atacan cocodrilos que lanzan avispas asesinas.

¿¡Qué está pasando!? Debo de estar soñando, no hay otra explicación, no puede ser que esto sea real. ¡Es imposible! Cuando las avispas se abalanzan sobre mi por acto reflejo me agacho dando un grito. Si estas avispas me pican y son mortales... más me vale que esto sea un sueño.

Evidentemente no consigo esquivarlas, me he agachado por acto reflejo y las avispas no son tontas. Estas me pican en mi cara, produciéndome dolor cada vez que los aguijones atraviesan la piel. Los soldados donuts no pueden ayudarme, pues ellos también tienen sus propios problemas.

Los ataques infligidos por los insectos hacen que me salgan ronchas. A las mismas le aparecen alas y se despegan de mi cuerpo. ¿Me estoy descomponiendo? Veo como trozos de mi cara vuelan hacia el cielo dividiendo mi visión. <<Un ojo por cada trozo>> En ningún momento paro de pedir ayuda, y sobre todo de gritar de sufrimiento. Creía que después de que me mordieran nada iba a ser peor, pero está claro que me equivoqué. Me voy desgranando hasta que no queda nada de mí.<<Como si no hubiera existido >>.

Me despierto, de primeras pienso que estoy en Letargo. No es así y miro sorprendido a mi alrededor. Estoy ileso, todo daño ha desaparecido sin dejar ningún rastro.Me encuentro en la habitación de mi casa. <<Mi verdadera casa>> Escucho un ladrido cerca mía, me incorporo y veo a un cachorro de perro. Ya no distingo la realidad de la ficción. ¡¿Alguien me busca la lógica en esta locura, por favor?!

¿Qué es lo real? ¿Será que todo lo de Rocavarancolia lo he soñado? No, imposible. Han sido unas experiencias demasiado vívidas. ¿Pero y si toda esta aventura me la he inventado mientras dormía? Debo buscarle una explicación a todo esto. Miro al perro de reojo desconfiando de él. Me pongo de pie y veo que el animal tiene un lazo en cuello, como si se tratara de un regalo. Lo que significa que mis padres deben estar por aquí. No quiero encontrármelos, soy bastante reacio con las apariciones de mis padres desde lo de las casas malditas. Pero tengo que hacer algo, paso por al lado del perro en dirección a la salida.

<<Por favor que no intenten devorarme,por favor...>> ¿Tanto es pedir algo de tranquilidad?

Pero a veces es imposible que algo no te pille por sorpresa. Llevamos bastante tiempo en Rocavarancolia, y no me han vuelto a engañar  las casas malignas. Nunca me he vuelto a dejar manipular por sus palabras cariñosas, ni por esas expresiones  que son idénticas a las que usan los familiares de verdad. Pero esta vez es diferente, puede que todo haya sido un sueño bien logrado. Puede que mi estancia en la ciudad no sea más que fruto de mi imaginación y que me acabe de despertar. Si algo he aprendido es que todo es posible.

Por eso, cuando la puerta se abre y veo a mis padres el alivio me invade. Escucho todo lo que me dicen controlándome. ¿Qué le ponga un nombre? Eso ya no importa, porque estoy aquí de vuelta. La pesadilla ha terminado, y quizás no vuelva a soñarla. No puedo evitar llorar de emoción, ver a mis padres de nuevo me llena de una alegría indescriptible. Ahí plantados en la puerta, como en los viejos tiempos.

Quizás esto sea real, me aferro a ese sentimiento mientras las lágrimas discurren por mis mejillas. Creía que me había hecho fuerte, que nada podría conmigo. Pero no es así, todo este tiempo me he olvidado de que solo soy un adolescente, un niño.

-No...sé como llamarlo... pero me gustaría quedármelo.- Sólo quiero que todo vuelva a la normalidad.<<Son tan reales...>>