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- Rocavarancolia Rol
La Cercanía
03/05/17, 02:12 pm
Recuerdo del primer mensaje :
La Cercanía
El portal se abre sobre el mar en una zona del polo norte, cerca de varias playas vírgenes del continente de Alaia. No muy lejos de ahí, se alzan varios poblados de pescadores y una ciudad portuaria. Iritria queda al sur; Islasanta, al sudoeste. Ambas lo suficientemente lejos como para requerir medios de transporte.
El portal se abre sobre el mar en una zona del polo norte, cerca de varias playas vírgenes del continente de Alaia. No muy lejos de ahí, se alzan varios poblados de pescadores y una ciudad portuaria. Iritria queda al sur; Islasanta, al sudoeste. Ambas lo suficientemente lejos como para requerir medios de transporte.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: La Cercanía
12/11/18, 05:16 pm
La idrina vio que el fantasma no parecía estar reaccionado mal ante ellos y dejó de preocuparse cuando le vio sonreírle.
—No creo que pase nada por esto. Me informé de las restricciones de este mundo antes de venir: deberíamos evitar los núcleos urbanos y dejarnos ver en exceso, no obstante.
Rasqa asustó al fantasma no mucho después, no obstante y la idrina tan solo pudo primero ponerse en guardia al escuchar algo que sonaba demasiado como la entonación de un hechizo. Por suerte no ocurrió nada y el fantasma tan solo se fue.
>>…Y, quizás evitar provocar conflictos —reprendió a Rasqa en tono suave mientras este se ría pero suspirando ligeramente—. Tal vez sea mejor que evitemos por todos los medios dejarnos ver… Aunque no puedo anticipar la presencia de fantasmas entre la niebla.
Se preguntaba qué hacer a continuación cuando de pronto notó la presencia de criaturas en la niebla. Criaturas de una forma claramente reconocible y familiar: peces. Pero lo extraño se encontraba en el hecho de que, con toda seguridad, los peces estaban flotando en el aire. Así se lo hizo saber al moloch.
—Tengo mucha curiosidad por verlos. ¿Qué te parece si nos acercamos? No están muy lejos pero están… nadando bastante rápido. —La nebulomante había dudado sobre el verbo que debía usar para describir el movimiento de los peces, pero sin duda sus vaivenes y aleteos eran exactamente iguales a los que efectuarían bajo el agua—. Sígueme — añadiría una vez aceptase su proposición.
—No creo que pase nada por esto. Me informé de las restricciones de este mundo antes de venir: deberíamos evitar los núcleos urbanos y dejarnos ver en exceso, no obstante.
Rasqa asustó al fantasma no mucho después, no obstante y la idrina tan solo pudo primero ponerse en guardia al escuchar algo que sonaba demasiado como la entonación de un hechizo. Por suerte no ocurrió nada y el fantasma tan solo se fue.
>>…Y, quizás evitar provocar conflictos —reprendió a Rasqa en tono suave mientras este se ría pero suspirando ligeramente—. Tal vez sea mejor que evitemos por todos los medios dejarnos ver… Aunque no puedo anticipar la presencia de fantasmas entre la niebla.
Se preguntaba qué hacer a continuación cuando de pronto notó la presencia de criaturas en la niebla. Criaturas de una forma claramente reconocible y familiar: peces. Pero lo extraño se encontraba en el hecho de que, con toda seguridad, los peces estaban flotando en el aire. Así se lo hizo saber al moloch.
—Tengo mucha curiosidad por verlos. ¿Qué te parece si nos acercamos? No están muy lejos pero están… nadando bastante rápido. —La nebulomante había dudado sobre el verbo que debía usar para describir el movimiento de los peces, pero sin duda sus vaivenes y aleteos eran exactamente iguales a los que efectuarían bajo el agua—. Sígueme — añadiría una vez aceptase su proposición.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: La Cercanía
13/11/18, 04:33 am
Rasqa agachó la cabeza en un leve gesto de disculpa.
—Perdón, perdón —se excusó—. ¡Es que creía que se estaba poniendo chulito!
El moloch se rio porque en el fondo no parecía que se hubiera ido por su culpa: antes de escapar corriendo, al fantasma le había dado tiempo a cantar y hacer gestos que le recordaron a los de un hechizo. Rasqa no le había dado importancia, el hecho de ser un rocavarancolés le hacía sentir blindado en un mundo como la Cercanía y a veces pecaba de imprudente.
—No lo haré de nuevo —decidió. Su tono recordaba al de un niño siendo regañado más que al de una persona verdaderamente arrepentida. Al fin y al cabo, Rasqa había dado un estirón hace poco, aun era más joven que adulto—. Pero será mejor que hagamos nos acerquemos más, por si acaso.
Irianna cambió de tema entonces y le habló de unos peces que flotaban por el aire. Rasqa se olvidó por completo de su pequeño desliz y abrió los ojos como platos. Lo mejor de viajar a los mundos vinculados era, aparte de las fogatas, el momento en el que descubría que había más cosas que la ciudad conquistadora. Rasqa avanzó tras Irianna, confiando a ciegas en su visión.
Antes de que el moloch alcance a ver a las pirañas, Irianna podrá intuir a través de la niebla cómo estas se acercan a un pequeño montículo rocoso. Si afina lo suficiente, descubrirá que hay pequeños pájaros escondidos entre los huecos de la piedra erosionada. Las crías de las gaviotas cercanas salen corriendo de los nidos, agitando sus alas sin desarrollar en un intento fútil de huir. Las pirañas se arremolinan en torno a ellas y las devoran en un par de segundos, dejando poco más que huesos a su paso.
Lo siguiente que hace el banco de peces es girarse en dirección a los rocavarancoleses.
—Perdón, perdón —se excusó—. ¡Es que creía que se estaba poniendo chulito!
El moloch se rio porque en el fondo no parecía que se hubiera ido por su culpa: antes de escapar corriendo, al fantasma le había dado tiempo a cantar y hacer gestos que le recordaron a los de un hechizo. Rasqa no le había dado importancia, el hecho de ser un rocavarancolés le hacía sentir blindado en un mundo como la Cercanía y a veces pecaba de imprudente.
—No lo haré de nuevo —decidió. Su tono recordaba al de un niño siendo regañado más que al de una persona verdaderamente arrepentida. Al fin y al cabo, Rasqa había dado un estirón hace poco, aun era más joven que adulto—. Pero será mejor que hagamos nos acerquemos más, por si acaso.
Irianna cambió de tema entonces y le habló de unos peces que flotaban por el aire. Rasqa se olvidó por completo de su pequeño desliz y abrió los ojos como platos. Lo mejor de viajar a los mundos vinculados era, aparte de las fogatas, el momento en el que descubría que había más cosas que la ciudad conquistadora. Rasqa avanzó tras Irianna, confiando a ciegas en su visión.
Antes de que el moloch alcance a ver a las pirañas, Irianna podrá intuir a través de la niebla cómo estas se acercan a un pequeño montículo rocoso. Si afina lo suficiente, descubrirá que hay pequeños pájaros escondidos entre los huecos de la piedra erosionada. Las crías de las gaviotas cercanas salen corriendo de los nidos, agitando sus alas sin desarrollar en un intento fútil de huir. Las pirañas se arremolinan en torno a ellas y las devoran en un par de segundos, dejando poco más que huesos a su paso.
Lo siguiente que hace el banco de peces es girarse en dirección a los rocavarancoleses.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: La Cercanía
13/11/18, 06:03 pm
La idrina se detuvo e indicó a Rasqa que hiciera lo mismo cuando detectó que los peces se dirigían hacia un montículo. Para cuando logró distinguir que aquellas pequeñas criaturas que parecían encontrarse en el interior, probablemente en huecos, de lo que parecía una formación de rocas, eran aves de pequeño tamaño los peces ya habían comenzado a devorarlas. No entendió muy bien lo que estaba pasando en un principio, pues se le hacía un tanto confusa la escena percibiéndola a través de la niebla, pero cayó en la cuenta de lo que posiblemente acababa de presenciar justo para notar como el banco de peces viraba hacia ellos.
—Los peces vienen hacia aquí y es posible que intenten atacarnos —le comunicó a Rasqa—. Voy a absorber parte del banco de niebla entre ellos y nosotros, tratando de abrir un hueco el tiempo suficiente para que se vean obligados a cambiar de dirección y después tratar de atraparlos en un espacio reducido con un hechizo de contención. Me gustaría verlos de cerca sin tener que matarlos…
Dicho eso, la nebulomante se puso manos a la obra.
—Los peces vienen hacia aquí y es posible que intenten atacarnos —le comunicó a Rasqa—. Voy a absorber parte del banco de niebla entre ellos y nosotros, tratando de abrir un hueco el tiempo suficiente para que se vean obligados a cambiar de dirección y después tratar de atraparlos en un espacio reducido con un hechizo de contención. Me gustaría verlos de cerca sin tener que matarlos…
Dicho eso, la nebulomante se puso manos a la obra.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: La Cercanía
19/11/18, 04:37 am
A Rasqa le sorprendió el aviso de Irianna, pero frenó en seco. Cuando le explicó lo que ocurría, el parqio esbozó una sonrisa socarrona.
—Mira, como en los viejos tiempos —rio mientras Irianna hacía sus cosas de bruja—. Si nos los hubiesemos encontrado durante la cosecha, ¿crees que nos habrían comido? —preguntó con total curiosidad.
Ahora sabía que podían espantarlos, quemarlos vivos, electrocutarlos, asfixiarlos… Había tantas formas de deshacerse de unos pececillos, que a Rasqa le asustaba más tener que tomar la decisión y descartar tantas buenas alternativas que las propias criaturas en sí.
La idea de Irianna funciona tal y como cabría esperar: las pirañas quedan atrapadas en el cerco de niebla, incapaces de abandonarlo. Algunas boquean en los límites, enseñándoles los dientes; las más bravas incluso abandonan la bruma durante unos segundos antes de volver aterradas por su incapacidad para respirar fuera de la niebla. Bastan unos segundos para que se alejen de los bordes y se concentren en el interior del pequeño banco artificial, nadando en círculos.
—¿Cómo sabías que funcionaría? ¿Puedo probar una? —preguntó Rasqa entonces. Si hubiera ido solo, probablemente ya se habría echado una piraña a la boca.
—Mira, como en los viejos tiempos —rio mientras Irianna hacía sus cosas de bruja—. Si nos los hubiesemos encontrado durante la cosecha, ¿crees que nos habrían comido? —preguntó con total curiosidad.
Ahora sabía que podían espantarlos, quemarlos vivos, electrocutarlos, asfixiarlos… Había tantas formas de deshacerse de unos pececillos, que a Rasqa le asustaba más tener que tomar la decisión y descartar tantas buenas alternativas que las propias criaturas en sí.
La idea de Irianna funciona tal y como cabría esperar: las pirañas quedan atrapadas en el cerco de niebla, incapaces de abandonarlo. Algunas boquean en los límites, enseñándoles los dientes; las más bravas incluso abandonan la bruma durante unos segundos antes de volver aterradas por su incapacidad para respirar fuera de la niebla. Bastan unos segundos para que se alejen de los bordes y se concentren en el interior del pequeño banco artificial, nadando en círculos.
—¿Cómo sabías que funcionaría? ¿Puedo probar una? —preguntó Rasqa entonces. Si hubiera ido solo, probablemente ya se habría echado una piraña a la boca.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: La Cercanía
19/11/18, 11:43 pm
—Lo habrían intentado, pero espero que hubiésemos sido capaz de defendernos —le respondió en tono entre divertido y preocupado una vez finalizó sus hechizos.
Se acercó a la “pecera” improvisada que había creado. La niebla volvía a unirse poco a poco, pero hasta que los animales fuesen capaces de romper las barreras que había colocado a su alrededor pasaría un tiempo. Cuando se acercó a ellos, además, todo el banco hizo amago de morderla antes de darse de bruces contra el hechizo y permanecer observándola abriendo y cerrando amenazadoramente las fauces.
>>Son alguna clase de pirañas de niebla… Es fascinante. —Se giró hacia Rasqa con un leve gesto de incomprensión en su rostro ante su pregunta—. ¿Cómo? Pues… supongo que usando la lógica. Si nadaban en la niebla era muy probable que no pudieran vivir fuera de ella. Como los peces en el agua pero en la niebla. De todos modos pensaba encerrarlos igual, pero quería asegurarme de que no tenían tiempo de huir. Son rápidos. —Seguía observando a aquellas criaturas, empezando a bullirle varias ideas en su cabeza y apenas se encogió de hombros ante la segunda pregunta del moloch—. Adelante si quieres, puedo sacar una volviéndola intangible. Pero ten cuidado con las espinas.
Si el parqio no ponía ninguna pega a su proposición haría lo que había dicho. Suponía que Rasqa prefería cazar él mismo a la piraña, o de lo contrario habría propuesto dormir una antes de sacarla. Pero desde luego un pequeño pez, por muy feroz que pudiera ser, no se encontraba entre las preocupaciones de la nebulomante. Aun así, esa ferocidad y el hecho de que pudiesen nadar entre la niebla…
>>Creo que volveré en otro momento y me llevaré un ejemplar. Tengo que hacerle varias preguntas a Giz.
Se acercó a la “pecera” improvisada que había creado. La niebla volvía a unirse poco a poco, pero hasta que los animales fuesen capaces de romper las barreras que había colocado a su alrededor pasaría un tiempo. Cuando se acercó a ellos, además, todo el banco hizo amago de morderla antes de darse de bruces contra el hechizo y permanecer observándola abriendo y cerrando amenazadoramente las fauces.
>>Son alguna clase de pirañas de niebla… Es fascinante. —Se giró hacia Rasqa con un leve gesto de incomprensión en su rostro ante su pregunta—. ¿Cómo? Pues… supongo que usando la lógica. Si nadaban en la niebla era muy probable que no pudieran vivir fuera de ella. Como los peces en el agua pero en la niebla. De todos modos pensaba encerrarlos igual, pero quería asegurarme de que no tenían tiempo de huir. Son rápidos. —Seguía observando a aquellas criaturas, empezando a bullirle varias ideas en su cabeza y apenas se encogió de hombros ante la segunda pregunta del moloch—. Adelante si quieres, puedo sacar una volviéndola intangible. Pero ten cuidado con las espinas.
Si el parqio no ponía ninguna pega a su proposición haría lo que había dicho. Suponía que Rasqa prefería cazar él mismo a la piraña, o de lo contrario habría propuesto dormir una antes de sacarla. Pero desde luego un pequeño pez, por muy feroz que pudiera ser, no se encontraba entre las preocupaciones de la nebulomante. Aun así, esa ferocidad y el hecho de que pudiesen nadar entre la niebla…
>>Creo que volveré en otro momento y me llevaré un ejemplar. Tengo que hacerle varias preguntas a Giz.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: La Cercanía
21/11/18, 03:02 am
Rasqa dudaba que él hubiera sido capaz de escapar volando de aquellos seres, especialmente cuando apenas había empezado a crecer, pero en aquel momento no le hería reconocerlo. Al parqio le resultaba sencillo reconocer la verdad desde un presente tan prometedor para él.
Cuando Irianna habló de lógica, el parqio esbozó una sonrisa.
—Yo simplemente les habría atacado —reconoció.
Estaba seguro de que habría sido divertido quemar a todos esos peces. Por eso, cuando la nebulomante se ofreció a sacar uno, Rasqa accedió. En cuanto abandonó la niebla, el pez comenzó a boquear y al cabo de unos segundos se agitó con violencia.
—Pues sí que se ahogan fuera de la niebla —se rio. El moloch se sentía orgulloso de que Irianna fuera tan perspicaz.
Mala suerte para el pez, Rasqa no le dio tiempo a nada una vez el animal perdió la intangibilidad. Lo tomó con una de las garras y se ayudó de la otra para partirle el cuello sin destrozar la carne. Acto seguido hincó sus dientes en él, lo subió hasta uno de los pinchos encendidos a su espalda y lo dejó clavado. Hizo un esfuerzo breve para subir la potencia de sus llamas y lo recogió en cuanto estuvo a su gusto: quemado por fuera y crudo por dentro.
—A Giz… ¿Ese era el lagarto bipedo con la cosa esa alrededor del cuello, no? —Estaba casi, casi seguro, pero no perdía nada por confirmarlo. Fuera como fuese, intuyó (quizás erróneamente) lo que la nebulomante quería—. ¿Vas a pedirle que te fabrique más de estas? —preguntó, divertido ante la imagen de Irianna desatando el caos con bancos de niebla plagados de esos pequeños demonios—. ¿Alguna vez te has planteado unirte al ejercito o la idea de pelear por la ciudad?
Rasqa tenía claro que Irianna era capaz de valerse por sí misma, pero no solo eso, sentía que su transformación tenía un potencial oculto para causar destrucción, aunque de forma muy distinta a la de la suya propia o a la de algunos amigos como Devoss, Kimbra o Sekkeh. Se trataba de algo más sutil. Rasqa no veía a Irianna escogiendo ese camino, no obstante, pero sentía curiosidad por la respuesta de la bruja. Mientras la esperaba, no dudaría en llenarse la boca con un buen mordisco de su tentempié improvisado.
Si retoman el rumbo, o si Irianna expande su visión con la niebla, se extenderá ante ellos una estepa fría: cubierta de hierba oscura, matorrales aquí y allá y algún que otro árbol bajo, de tronco retorcido y hojas cercanas al negro. Algunas aves rapaces atravesarán la bruma en busca de pequeños roedores, lagartos o insectos.
Cuando Irianna habló de lógica, el parqio esbozó una sonrisa.
—Yo simplemente les habría atacado —reconoció.
Estaba seguro de que habría sido divertido quemar a todos esos peces. Por eso, cuando la nebulomante se ofreció a sacar uno, Rasqa accedió. En cuanto abandonó la niebla, el pez comenzó a boquear y al cabo de unos segundos se agitó con violencia.
—Pues sí que se ahogan fuera de la niebla —se rio. El moloch se sentía orgulloso de que Irianna fuera tan perspicaz.
Mala suerte para el pez, Rasqa no le dio tiempo a nada una vez el animal perdió la intangibilidad. Lo tomó con una de las garras y se ayudó de la otra para partirle el cuello sin destrozar la carne. Acto seguido hincó sus dientes en él, lo subió hasta uno de los pinchos encendidos a su espalda y lo dejó clavado. Hizo un esfuerzo breve para subir la potencia de sus llamas y lo recogió en cuanto estuvo a su gusto: quemado por fuera y crudo por dentro.
—A Giz… ¿Ese era el lagarto bipedo con la cosa esa alrededor del cuello, no? —Estaba casi, casi seguro, pero no perdía nada por confirmarlo. Fuera como fuese, intuyó (quizás erróneamente) lo que la nebulomante quería—. ¿Vas a pedirle que te fabrique más de estas? —preguntó, divertido ante la imagen de Irianna desatando el caos con bancos de niebla plagados de esos pequeños demonios—. ¿Alguna vez te has planteado unirte al ejercito o la idea de pelear por la ciudad?
Rasqa tenía claro que Irianna era capaz de valerse por sí misma, pero no solo eso, sentía que su transformación tenía un potencial oculto para causar destrucción, aunque de forma muy distinta a la de la suya propia o a la de algunos amigos como Devoss, Kimbra o Sekkeh. Se trataba de algo más sutil. Rasqa no veía a Irianna escogiendo ese camino, no obstante, pero sentía curiosidad por la respuesta de la bruja. Mientras la esperaba, no dudaría en llenarse la boca con un buen mordisco de su tentempié improvisado.
Si retoman el rumbo, o si Irianna expande su visión con la niebla, se extenderá ante ellos una estepa fría: cubierta de hierba oscura, matorrales aquí y allá y algún que otro árbol bajo, de tronco retorcido y hojas cercanas al negro. Algunas aves rapaces atravesarán la bruma en busca de pequeños roedores, lagartos o insectos.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: La Cercanía
21/11/18, 05:30 pm
Irianna asintió cuando Rasqa preguntó por Giz y se echó a reír.
—Bueno, no exactamente… Al menos no por ahora. Quiero saber si puedo aprender a domarlas para que me hagan caso y poder usarlas de forma ofensiva. Ocultas entre la niebla podrían resultar un buen as bajo la manga… —Volvió a su mente la escena que había presenciado hacía escasos minutos, protagonizada por aquellos agresivos peces devorando sin piedad a las crías de ave—. Pero también quiero preguntarle si sería posible crear otros peces que naden en la niebla a partir del código genético de estas pirañas.
La pregunta sobre unirse al ejército la pilló un poco de sorpresa, por lo que se giró hacia el moloch mientras este empezaba a comer.
>>Pues… no, la verdad. No creo que eso sea lo mío y creo que me quitaría demasiado tiempo para escribir. Quiero buscar algo que me permita trabajar por mi cuenta y que me sirva como inspiración… Aún no tengo mucha idea, al menos estoy ahorrando con mi trabajo en el Macetero. ¿Sabe bien la piraña?
Propuso al parqio retomar el viaje una vez hubiese finalizado su pequeño tentempié. Las pirañas que había dejado atrapadas seguían nadando en círculos dentro del hechizo de contención, pero una vez estuviesen a una distancia prudencial lo desharía por completo para que nadasen hacia donde quisieran.
—¿Y tú estás contento en el ejército o te planteas cambiar de trabajo alguna vez? —Le preguntaría justo antes de notar que el paisaje cambiaba—. Parece que por aquí empieza a haber vegetación, es una especie de llanura. A ver si este lugar también tiene algo nuevo que ofrecer.
—Bueno, no exactamente… Al menos no por ahora. Quiero saber si puedo aprender a domarlas para que me hagan caso y poder usarlas de forma ofensiva. Ocultas entre la niebla podrían resultar un buen as bajo la manga… —Volvió a su mente la escena que había presenciado hacía escasos minutos, protagonizada por aquellos agresivos peces devorando sin piedad a las crías de ave—. Pero también quiero preguntarle si sería posible crear otros peces que naden en la niebla a partir del código genético de estas pirañas.
La pregunta sobre unirse al ejército la pilló un poco de sorpresa, por lo que se giró hacia el moloch mientras este empezaba a comer.
>>Pues… no, la verdad. No creo que eso sea lo mío y creo que me quitaría demasiado tiempo para escribir. Quiero buscar algo que me permita trabajar por mi cuenta y que me sirva como inspiración… Aún no tengo mucha idea, al menos estoy ahorrando con mi trabajo en el Macetero. ¿Sabe bien la piraña?
Propuso al parqio retomar el viaje una vez hubiese finalizado su pequeño tentempié. Las pirañas que había dejado atrapadas seguían nadando en círculos dentro del hechizo de contención, pero una vez estuviesen a una distancia prudencial lo desharía por completo para que nadasen hacia donde quisieran.
—¿Y tú estás contento en el ejército o te planteas cambiar de trabajo alguna vez? —Le preguntaría justo antes de notar que el paisaje cambiaba—. Parece que por aquí empieza a haber vegetación, es una especie de llanura. A ver si este lugar también tiene algo nuevo que ofrecer.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: La Cercanía
24/11/18, 05:46 pm
Rasqa sonrió de forma mezquina ante la respuesta de Irianna.
—Si los imbéciles esos vuelven a atacarte, tus peces tendrán alimento para una semana —soltó una carcajada.
Rasqa no se preocupaba por Irianna, ella sabía defenderse de los mercenarios tocamorros y tenía un dominio útil para escapar de peligros mayores. Más aún si la bruja contaba con un ejército de peces asesinos, pues Rasqa se imaginó eso antes que una pecera.
—Está bastante buena —dijo sobre la piraña—. Quizás para la próxima vez la tostaría un poco más, la comida siempre se puede tostar un poco más.
>>Sobre lo otro… El ejército me encanta, me lo paso muy bien, estoy aprendiendo a pelear y conociendo a gente nueva. Además, tampoco es que Rocavarancolia esté muy guerrillera últimamente, así que… —había algo de pena en sus palabras, aunque el moloch la usaba para enmascarar cierto alivio. No le temía a la guerra, pero era consciente de lo mal que fue la última para la ciudad. No quería nada similar para los suyos—. Eso sí, cuando nos hicieron construir las torres, ¡qué coñazo! Más les vale que los rumores sean ciertos y traigan dragones. Fíjate, si vinieran… Ahí quizás sí que querría cambiar de trabajo.
El libro de los dragones fue uno de los que más le acompañó durante la cosecha, en una de las épocas en que más indefensión había tenido. La admiración que sentía por aquellas criaturas era inconmensurable, le fascinaba todo de ellos: su tamaño, sus alientos, la anatomía de sus alas, las diferentes especies conocidas o los huecos que se habían ganado en la historia… El hecho de que fueran tan poderosos sin necesidad de Lunas Rojas tan sólo alimentaba la admiración del parqio.
—Si yo montara sobre un dragón sería un poco raro, ¿verdad? —dijo de pronto, en tono de broma. Lo cierto era que le gustaría y no le parecía tan descabellado, había visto imágenes de criaturas más grandes y aparatosas que él a lomos de un dragón. No obstante, a la vez sentía que traicionaría a su propia naturaleza si le cedía el vuelo a otras alas que no fueran las suyas.
El suelo vibra de pronto y responde por sí solo a la pregunta de la bruja. Sin embargo, dentro del banco de niebla que abarcan sus dones no encontrará la fuente del temblor. Notará, eso sí, como las aves que antes cazaban ahora huyen y los pequeños animales que eran sus presas cavan con urgencia el suelo o vuelven a sus madrigueras.
Rasqa agitó la cola, visiblemente emocionado ante la vibración del suelo. Sentía que se escondía el premio gordo de La Cercanía detrás de aquellas sacudidas.
—¿Ves algo? ¿Podemos buscar de dónde viene? —Lo último que quería era perderse el mejor plato.
Era tal su interés, que tiró el resto de la piraña hacia atrás y puso todos sus sentidos a trabajar para su instinto cazador. La niebla lo hacía todo más complicado, pero ahora agradecía más que nunca los entrenamientos que llevó a cabo con Irianna.
Las vibraciones se repiten cada pocos segundos. En menos de un minuto, Irianna percibe a varias criaturas adentrándose en su banco de niebla: cérvidos sin cornamenta, con un par de colmillos similares a los de un jabalí. Están huyendo.
—Si los imbéciles esos vuelven a atacarte, tus peces tendrán alimento para una semana —soltó una carcajada.
Rasqa no se preocupaba por Irianna, ella sabía defenderse de los mercenarios tocamorros y tenía un dominio útil para escapar de peligros mayores. Más aún si la bruja contaba con un ejército de peces asesinos, pues Rasqa se imaginó eso antes que una pecera.
—Está bastante buena —dijo sobre la piraña—. Quizás para la próxima vez la tostaría un poco más, la comida siempre se puede tostar un poco más.
>>Sobre lo otro… El ejército me encanta, me lo paso muy bien, estoy aprendiendo a pelear y conociendo a gente nueva. Además, tampoco es que Rocavarancolia esté muy guerrillera últimamente, así que… —había algo de pena en sus palabras, aunque el moloch la usaba para enmascarar cierto alivio. No le temía a la guerra, pero era consciente de lo mal que fue la última para la ciudad. No quería nada similar para los suyos—. Eso sí, cuando nos hicieron construir las torres, ¡qué coñazo! Más les vale que los rumores sean ciertos y traigan dragones. Fíjate, si vinieran… Ahí quizás sí que querría cambiar de trabajo.
El libro de los dragones fue uno de los que más le acompañó durante la cosecha, en una de las épocas en que más indefensión había tenido. La admiración que sentía por aquellas criaturas era inconmensurable, le fascinaba todo de ellos: su tamaño, sus alientos, la anatomía de sus alas, las diferentes especies conocidas o los huecos que se habían ganado en la historia… El hecho de que fueran tan poderosos sin necesidad de Lunas Rojas tan sólo alimentaba la admiración del parqio.
—Si yo montara sobre un dragón sería un poco raro, ¿verdad? —dijo de pronto, en tono de broma. Lo cierto era que le gustaría y no le parecía tan descabellado, había visto imágenes de criaturas más grandes y aparatosas que él a lomos de un dragón. No obstante, a la vez sentía que traicionaría a su propia naturaleza si le cedía el vuelo a otras alas que no fueran las suyas.
***
El suelo vibra de pronto y responde por sí solo a la pregunta de la bruja. Sin embargo, dentro del banco de niebla que abarcan sus dones no encontrará la fuente del temblor. Notará, eso sí, como las aves que antes cazaban ahora huyen y los pequeños animales que eran sus presas cavan con urgencia el suelo o vuelven a sus madrigueras.
***
Rasqa agitó la cola, visiblemente emocionado ante la vibración del suelo. Sentía que se escondía el premio gordo de La Cercanía detrás de aquellas sacudidas.
—¿Ves algo? ¿Podemos buscar de dónde viene? —Lo último que quería era perderse el mejor plato.
Era tal su interés, que tiró el resto de la piraña hacia atrás y puso todos sus sentidos a trabajar para su instinto cazador. La niebla lo hacía todo más complicado, pero ahora agradecía más que nunca los entrenamientos que llevó a cabo con Irianna.
***
Las vibraciones se repiten cada pocos segundos. En menos de un minuto, Irianna percibe a varias criaturas adentrándose en su banco de niebla: cérvidos sin cornamenta, con un par de colmillos similares a los de un jabalí. Están huyendo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: La Cercanía
27/11/18, 12:26 am
La idrina no pudo evitar sonreír ante el comentario de Rasqa. No creía que aquellas pirañas pudiesen devorar tan fácilmente a un transformado, ni siquiera a unos tan lamentables como el grupo al que se refería el moloch, pero…
—Como mínimo seguro que se llevarían un buen susto, esos incompetentes —completó sus pensamientos en voz alta.
Conocía el interés de Rasqa por los dragones y ella misma había echado más de un vistazo a aquel libro que leían él y Varsai durante la criba con bastante frecuencia, sin duda fascinada por la majestuosidad de aquellas criaturas.
—Si están reconstruyendo las viejas Dragoneras no creo que sea sin motivo —opinó. Era lógico pensarlo teniendo en cuenta lo poco que parecía invertir el Consejo en reconstrucciones a juzgar por el estado de la ciudad—. Ojalá podamos ver a los dragones aunque sea de lejos… Qué emocionante. —A continuación dejó escapar una pequeña carcajada con la imagen mental que le proporcionó Rasqa—. Sería curioso de ver, pero aunque tu anatomía se parezca bastante a la de los propios dragones seguro que ha habido toda clase de ciudadanos con transformaciones de todo tipo montando dragones en el pasado —comentó sin saber que más o menos se había hecho eco de los pensamientos del propio parqio.
En ese momento el suelo tembló. La idrina se puso en alerta de inmediato y trató de encontrar una posible fuente. Solo notó la presencia de varios animales de distintos tamaños que, claramente, huían.
—No… No sé qué está ocurriendo —respondió a Rasqa de forma distraída mientras seguía mirando hacia todas partes, tratando de discernir algo a través de la niebla. Una nueva vibración le hizo desequilibrarse y tuvo que esforzarse por no caer al suelo—. Será mejor no caminar —dijo tras lanzarse un hechizo de levitación. Fue poco después cuando vio a criaturas algo mayores que acababan de entrar en su rango de percepción, acercándose a toda prisa—. Sea lo que sea parece estar más adelante. Los animales huyen en nuestra dirección. ¿Será solo un terremoto normal y corriente o habrá algo más que esté haciendo temblar el suelo? —Se giró hacia el moloch—. Tal vez desde el aire podamos acercarnos a observar… Pero si se vuelve muy peligroso es mejor que imitemos a la fauna local.
Contando con su niebla y magia la nebulomante se sentía relativamente segura, pero tenía claro que si los animales se comportaban así era porque había un motivo de peso para ello.
—Como mínimo seguro que se llevarían un buen susto, esos incompetentes —completó sus pensamientos en voz alta.
Conocía el interés de Rasqa por los dragones y ella misma había echado más de un vistazo a aquel libro que leían él y Varsai durante la criba con bastante frecuencia, sin duda fascinada por la majestuosidad de aquellas criaturas.
—Si están reconstruyendo las viejas Dragoneras no creo que sea sin motivo —opinó. Era lógico pensarlo teniendo en cuenta lo poco que parecía invertir el Consejo en reconstrucciones a juzgar por el estado de la ciudad—. Ojalá podamos ver a los dragones aunque sea de lejos… Qué emocionante. —A continuación dejó escapar una pequeña carcajada con la imagen mental que le proporcionó Rasqa—. Sería curioso de ver, pero aunque tu anatomía se parezca bastante a la de los propios dragones seguro que ha habido toda clase de ciudadanos con transformaciones de todo tipo montando dragones en el pasado —comentó sin saber que más o menos se había hecho eco de los pensamientos del propio parqio.
En ese momento el suelo tembló. La idrina se puso en alerta de inmediato y trató de encontrar una posible fuente. Solo notó la presencia de varios animales de distintos tamaños que, claramente, huían.
—No… No sé qué está ocurriendo —respondió a Rasqa de forma distraída mientras seguía mirando hacia todas partes, tratando de discernir algo a través de la niebla. Una nueva vibración le hizo desequilibrarse y tuvo que esforzarse por no caer al suelo—. Será mejor no caminar —dijo tras lanzarse un hechizo de levitación. Fue poco después cuando vio a criaturas algo mayores que acababan de entrar en su rango de percepción, acercándose a toda prisa—. Sea lo que sea parece estar más adelante. Los animales huyen en nuestra dirección. ¿Será solo un terremoto normal y corriente o habrá algo más que esté haciendo temblar el suelo? —Se giró hacia el moloch—. Tal vez desde el aire podamos acercarnos a observar… Pero si se vuelve muy peligroso es mejor que imitemos a la fauna local.
Contando con su niebla y magia la nebulomante se sentía relativamente segura, pero tenía claro que si los animales se comportaban así era porque había un motivo de peso para ello.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: La Cercanía
03/12/18, 05:10 pm
Que Irianna le diera la razón a cosas que él decía o pensaba siempre le reconfortaba. La bruja era la más racional de su manada adoptiva, si tenía que dirigirse a alguien para que le devolviera las patas a tierra era ella. Así, sus palabras le hicieron creer que de verdad tendría algún futuro entre dragones.
Rasqa comenzaba a divagar sobre cómo afectaría la vuelta de estos seres a la ciudad conquistadora cuando el suelo tembló y preguntó a Irianna si veía algo. Alzó el vuelo en cuanto la bruja lo sugirió y puso toda su concentración en busca de alguna pista de lo que ocurría. Por desgracia, un entorno tan brumoso como el de la Cercanía daba para poco, así que no le quedaba otra que confiar en Irianna.
—Sea lo que sea, espero que merezca la pena —. Incluso si debían huír, Rasqa quería sorprenderse.
Los temblores se hacen más fuertes en cuestión de segundos, el suelo vibra a la vez que un titán estepario camina. Otro cérvido se interna en la niebla e Irianna presencia cómo tras él cruza una mole de plumas de más de cinco metros. El cuerpo del titán estepario recuerda, salvando las distancias, al de una gallina. El plumaje blanco de la bestia se agita y el ave gigante se abalanza con violencia sobre el mamífero. Su pico rapaz atrapa al cérvido y se cierra sobre él. Los huesos de la presa se parten al instante, pero el titán estepario lo agita y lo golpea contra el suelo un par de veces antes de soltar su agarre. Después de eso solo queda comer.
Rasqa comenzaba a divagar sobre cómo afectaría la vuelta de estos seres a la ciudad conquistadora cuando el suelo tembló y preguntó a Irianna si veía algo. Alzó el vuelo en cuanto la bruja lo sugirió y puso toda su concentración en busca de alguna pista de lo que ocurría. Por desgracia, un entorno tan brumoso como el de la Cercanía daba para poco, así que no le quedaba otra que confiar en Irianna.
—Sea lo que sea, espero que merezca la pena —. Incluso si debían huír, Rasqa quería sorprenderse.
***
Los temblores se hacen más fuertes en cuestión de segundos, el suelo vibra a la vez que un titán estepario camina. Otro cérvido se interna en la niebla e Irianna presencia cómo tras él cruza una mole de plumas de más de cinco metros. El cuerpo del titán estepario recuerda, salvando las distancias, al de una gallina. El plumaje blanco de la bestia se agita y el ave gigante se abalanza con violencia sobre el mamífero. Su pico rapaz atrapa al cérvido y se cierra sobre él. Los huesos de la presa se parten al instante, pero el titán estepario lo agita y lo golpea contra el suelo un par de veces antes de soltar su agarre. Después de eso solo queda comer.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: La Cercanía
03/12/18, 06:26 pm
Pronto se hizo más evidente que haber abandonado el suelo había sido una decisión sensata al volverse todavía más violentos aquellos temblores repentinos. Cuando la gigantesca criatura entró en su rango de visión dentro del banco de niebla la idrina se apresuró a hacer uso de la niebla mágica para poder verlo también con los ojos.
—Pues… si consideras una gallina de tamaño descomunal algo “que merezca” la pena no te sentirás decepcionado —respondió a Rasqa. Hizo una mueca al observar cómo el enorme animal devoraba a su presa, recordando a las pirañas—. Creo que es más aconsejable observarlo desde lejos: es igual de feroz que las pirañas pero en una escala mucho mayor.
La nebulomante siguió observando los detalles del animal mientras este seguía con su banquete.
>>La verdad es que es impresionante.
—Pues… si consideras una gallina de tamaño descomunal algo “que merezca” la pena no te sentirás decepcionado —respondió a Rasqa. Hizo una mueca al observar cómo el enorme animal devoraba a su presa, recordando a las pirañas—. Creo que es más aconsejable observarlo desde lejos: es igual de feroz que las pirañas pero en una escala mucho mayor.
La nebulomante siguió observando los detalles del animal mientras este seguía con su banquete.
>>La verdad es que es impresionante.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: La Cercanía
03/12/18, 06:48 pm
Rasqa solo pudo responder de una manera.
—¡No me jodas! —Acto seguido soltó una carcajada e imitó a su amiga, conjurando niebla mágica para acercar su visión hasta el origen del temblor. A falta de un sexto sentido similar al de Irianna, al parqio le costó localizar a la criatura, pero una vez la vio no pudo sino silbar entusiasmado—. ¡Padres míos! ¡Es gigante! Ojalá hubiéramos tenido bichos como este en las Islas, habría habido menos pastoreo y mucha más diversión.
El parqio notaba el calor extendiéndose por todo el cuerpo, como una pulsión instintiva que le pedía a gritos desafiar a aquella mole. Ya había cazado criaturas grandes en la ciudad, pero nada tan enorme como aquella. Su mente se llenó de preguntas: ¿Sabría a pollo? ¿Cómo olería al quemarse? ¿Podría matar a un dragón? ¿Y un dragón a ella? De lo que no tenía duda, o al menos no creía tenerla, era de su capacidad para tumbar a tamaño ser. Tal vez le faltaran cuatro metros para ponerse a su altura, pero la magia y, sobre todo, el fuego estaban de su parte.
Aun así, aquella no era una jornada de caza, así que el moloch no tuvo más remedio que contener sus ansias, aplacar el calor y observar desde una distancia prudente.
—¡Sí! Es una pasada —respondió aun así, con todo su entusiasmo. Acto seguido comenzó a pensar en voz alta—. Me pregunto si Sekkeh, Devoss y Kimbra estarían dispuestos a cazar supergallinas...
Pendiente únicamente de su preciado festín, el titán estepario está lejos de saber que le espían. Hinca el pico en la carne para cortarla y se ayuda de la lengua para tragar. De vez en cuando se acomoda agitando sus alas, vestigios que hace eras dejaron de poder con su peso, o comba su cuello para acicalarse con el pico las plumas del lomo.
—¡No me jodas! —Acto seguido soltó una carcajada e imitó a su amiga, conjurando niebla mágica para acercar su visión hasta el origen del temblor. A falta de un sexto sentido similar al de Irianna, al parqio le costó localizar a la criatura, pero una vez la vio no pudo sino silbar entusiasmado—. ¡Padres míos! ¡Es gigante! Ojalá hubiéramos tenido bichos como este en las Islas, habría habido menos pastoreo y mucha más diversión.
El parqio notaba el calor extendiéndose por todo el cuerpo, como una pulsión instintiva que le pedía a gritos desafiar a aquella mole. Ya había cazado criaturas grandes en la ciudad, pero nada tan enorme como aquella. Su mente se llenó de preguntas: ¿Sabría a pollo? ¿Cómo olería al quemarse? ¿Podría matar a un dragón? ¿Y un dragón a ella? De lo que no tenía duda, o al menos no creía tenerla, era de su capacidad para tumbar a tamaño ser. Tal vez le faltaran cuatro metros para ponerse a su altura, pero la magia y, sobre todo, el fuego estaban de su parte.
Aun así, aquella no era una jornada de caza, así que el moloch no tuvo más remedio que contener sus ansias, aplacar el calor y observar desde una distancia prudente.
—¡Sí! Es una pasada —respondió aun así, con todo su entusiasmo. Acto seguido comenzó a pensar en voz alta—. Me pregunto si Sekkeh, Devoss y Kimbra estarían dispuestos a cazar supergallinas...
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Pendiente únicamente de su preciado festín, el titán estepario está lejos de saber que le espían. Hinca el pico en la carne para cortarla y se ayuda de la lengua para tragar. De vez en cuando se acomoda agitando sus alas, vestigios que hace eras dejaron de poder con su peso, o comba su cuello para acicalarse con el pico las plumas del lomo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: La Cercanía
03/12/18, 07:04 pm
Sonrió ante el entusiasmo de Rasqa y dejó escapar una leve risa al saber que ya estaba pensando en organizar una cacería junto a sus amigos.
—Es posible que sí: podemos ofrecerles acompañarnos en otra ocasión y os guío hasta uno de estos. Tengo intención de venir más veces antes de Samhein, a fin de cuentas. Además, creo que Giz agradecería que le llevase también alguna pluma de uno de estos.
El enorme ser acabó por darse la vuelta y la nebulomante y el moloch decidieron pasear un rato más por los alrededores. La idrina le explicaría a Rasqa cualquier cosa interesante que viera, aunque no sucedió nada más reseñable hasta que finalmente decidieron que por aquel día había bastado.
>>Gracias por acompañarme: ¿a dónde te apetece que vayamos la próxima vez? —Le decía al parqio mientras regresaban al portal—. ¿Asrena? ¿Dryfus? Kirés me enseñó una buena parte de su mundo y creo que podría gustarte…
—Es posible que sí: podemos ofrecerles acompañarnos en otra ocasión y os guío hasta uno de estos. Tengo intención de venir más veces antes de Samhein, a fin de cuentas. Además, creo que Giz agradecería que le llevase también alguna pluma de uno de estos.
El enorme ser acabó por darse la vuelta y la nebulomante y el moloch decidieron pasear un rato más por los alrededores. La idrina le explicaría a Rasqa cualquier cosa interesante que viera, aunque no sucedió nada más reseñable hasta que finalmente decidieron que por aquel día había bastado.
>>Gracias por acompañarme: ¿a dónde te apetece que vayamos la próxima vez? —Le decía al parqio mientras regresaban al portal—. ¿Asrena? ¿Dryfus? Kirés me enseñó una buena parte de su mundo y creo que podría gustarte…
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
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Re: La Cercanía
04/12/18, 03:01 am
La idea de la cacería futura fue una alegría más que le dio la Cercanía, a pesar de su clima inhóspito para criaturas como los moloch. Rasqa mantuvo la niebla mágica hasta que la bestia se fue, quedando la fascinación en un segundo plano. Estaba de acuerdo con Irianna en que se podía sacar mucho provecho de cazar un ser titánico como aquel, aunque cualquier cosa que se dijera a favor de dicha caza bastaba para alimentar el entusiasmo del parqio.
Continuaron curioseando la estepa, pero no descubrieron nada tan fascinante ni por asomo. Más de esos cérvidos, pequeños roedores, aves rapaces… Nada fuera de lo común, ni amenazante. Rasqa se dedicó a charlar con su amiga bruja hasta que el viaje llegó a su fin.
—En Asrena tienen un clima mucho mejor que este —bromeó a medias. Era una verdad para él y una mentira (tanto o más grande que la supergallina) para la nebulomante—. Pero intuyo que Dryfus tiene más… leña, ¿verdad?
Rasqa no sabía dónde se acababa la sutileza y dónde empezaba la brusquedad a la hora de hablar del precio que pagaba por la magia. Lo que sí sabía era que quería seguir viajando con Irianna, incluso si no podía quemar a nadie frente a ella.
Continuaron curioseando la estepa, pero no descubrieron nada tan fascinante ni por asomo. Más de esos cérvidos, pequeños roedores, aves rapaces… Nada fuera de lo común, ni amenazante. Rasqa se dedicó a charlar con su amiga bruja hasta que el viaje llegó a su fin.
—En Asrena tienen un clima mucho mejor que este —bromeó a medias. Era una verdad para él y una mentira (tanto o más grande que la supergallina) para la nebulomante—. Pero intuyo que Dryfus tiene más… leña, ¿verdad?
Rasqa no sabía dónde se acababa la sutileza y dónde empezaba la brusquedad a la hora de hablar del precio que pagaba por la magia. Lo que sí sabía era que quería seguir viajando con Irianna, incluso si no podía quemar a nadie frente a ella.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: La Cercanía
24/01/19, 09:26 pm
[Poco antes del sueño conjunto]
Hacía días que a Saria se le ponían los pelos de punta cada vez que pisaba la ciudad. No tenía tanto que ver con su misión autoimpuesta como con el hecho de que la mala suerte se podía respirar a su alrededor. Sin embargo, gracias a su interés por acabar con Seide Manoblanca, la mala sombra pasó la última semana concentrada. Había aumentado el efecto de su mal de ojo durante las apuestas sin importarle demasiado el riesgo de ser pillada, pues estaba a días de jubilarse. Había ganado dinero de sobra para que Seide recibiera la cantidad de siempre mientras ella guardaba lo demás para pagar a los mercenarios.
Se presentó en la explanada a la hora acordada, con la seguridad de que todo había salido bien. Dama Tersa había escondido un par de caracoles unas horas antes en el lugar y había visto a través de ellos a Seide. El aviso de la bruja le sirvió para movilizarse tal y como había previsto. Apareció con un pantalón bombacho y una capa corta de encaje, ambos negros con detalles dorados en los dobladillos. Ropa que la ordesa creía disimulada, perfecta para la misión. Además de reforzar los tejidos, había añadido sobre ellos un sencillo hechizo térmico que, junto a su pelaje frondoso, debería bastar para aplacar el frío.
Se alegró al ver que además de Giz e Irianna contaban con Adara, Gael y Noel porque, al fin y al cabo, se doblaba su superioridad numérica. Una vez los saludó a todos con su efusividad habitual, cruzaron el portal en pos de la nebulomante, que se servía de las cantidades ingentes de bruma de aquel mundo vinculado para rastrear al estafador de Seide. Los nervios que sentía mientras sobrevolaba el mar eran familiares, la misma sensación trepidante que cuando se vestía de la Saria Negra para limpiar las fiestas de Ordesta de degenerados.
Con lo único que no contó fue con la humedad, a la cual no tardó en dedicarle algún que otro improperio silencioso.
----
Irianna no tendría problemas para seguir a Seide Manoblanca, pues el mago se aprovechaba de la propia niebla para esconderse. Su vuelo los conduciría durante un buen par de horas en dirección sur, hacia Iritria. Seide Manoblanca disminuiría la velocidad de su vuelo dentro del continente, justo a la vez que se acercaba a la Dentadura de Viralda. En concreto, su rumbo apuntaba a las faldas de la Paleta, uno de los picos montañosos.
Hacía días que a Saria se le ponían los pelos de punta cada vez que pisaba la ciudad. No tenía tanto que ver con su misión autoimpuesta como con el hecho de que la mala suerte se podía respirar a su alrededor. Sin embargo, gracias a su interés por acabar con Seide Manoblanca, la mala sombra pasó la última semana concentrada. Había aumentado el efecto de su mal de ojo durante las apuestas sin importarle demasiado el riesgo de ser pillada, pues estaba a días de jubilarse. Había ganado dinero de sobra para que Seide recibiera la cantidad de siempre mientras ella guardaba lo demás para pagar a los mercenarios.
Se presentó en la explanada a la hora acordada, con la seguridad de que todo había salido bien. Dama Tersa había escondido un par de caracoles unas horas antes en el lugar y había visto a través de ellos a Seide. El aviso de la bruja le sirvió para movilizarse tal y como había previsto. Apareció con un pantalón bombacho y una capa corta de encaje, ambos negros con detalles dorados en los dobladillos. Ropa que la ordesa creía disimulada, perfecta para la misión. Además de reforzar los tejidos, había añadido sobre ellos un sencillo hechizo térmico que, junto a su pelaje frondoso, debería bastar para aplacar el frío.
Se alegró al ver que además de Giz e Irianna contaban con Adara, Gael y Noel porque, al fin y al cabo, se doblaba su superioridad numérica. Una vez los saludó a todos con su efusividad habitual, cruzaron el portal en pos de la nebulomante, que se servía de las cantidades ingentes de bruma de aquel mundo vinculado para rastrear al estafador de Seide. Los nervios que sentía mientras sobrevolaba el mar eran familiares, la misma sensación trepidante que cuando se vestía de la Saria Negra para limpiar las fiestas de Ordesta de degenerados.
Con lo único que no contó fue con la humedad, a la cual no tardó en dedicarle algún que otro improperio silencioso.
----
Irianna no tendría problemas para seguir a Seide Manoblanca, pues el mago se aprovechaba de la propia niebla para esconderse. Su vuelo los conduciría durante un buen par de horas en dirección sur, hacia Iritria. Seide Manoblanca disminuiría la velocidad de su vuelo dentro del continente, justo a la vez que se acercaba a la Dentadura de Viralda. En concreto, su rumbo apuntaba a las faldas de la Paleta, uno de los picos montañosos.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: La Cercanía
25/01/19, 02:26 am
Irianna
La primera parte del viaje estaba resultando bastante sencilla. Algo nerviosa debido a que nunca había hecho algo como aquello, pero sintiéndose segura en la niebla. Se habían pertrechado bien con hechizos para ocultar su presencia por distintos medios y probablemente el objetivo no se imaginaba que un nutrido grupo le seguía en aquel momento. Si así era no dio muestras de ello durante más de una hora, cuando la nebulomante indicó al resto que Seide había disminuido la velocidad, obligándoles a hacer lo propio.
—Parece que se dirige hacia esa montaña —les señaló la figura del accidente geográfico que se podía adivinar entre la niebla sin necesidad de su poder.
No mucho después aterrizaron, tras haberlo hecho Seide finalmente, y comenzaron a seguir sus pasos. La idrina les informaba de cualquier movimiento sospechoso por parte del objetivo y se aseguraba de que le seguían siempre a una distancia prudencial.
>>Se ha detenido frente a una cueva —dijo haciéndoles un gesto para que se detuvieran—. Creo que… Sí, detecto lo que parecen muebles en su interior. Ahí debe de tener su guarida.
Noel
Aquel encargo pintaba interesante. Hacia un tiempo que no les llegaba una petición de aquella índole y el sueco no dudó en mostrar su acuerdo a la operación que tenían entre manos. Además podía ocupar su mente en prepararse para la incursión y pensar menos en el quebradero de cabeza irresoluble que arrastraban desde la muerte de Tsusu.
El clima de la Cercanía le resultó agradable, pero daba gracias de contar con una nebulomante que además ya tenía experiencia en aquel planeta como guía o seguir el rastro en aquellas condiciones habría sido muy engorroso. Le hubiese gustado detenerse a observar a aquellas famosas pirañas de niebla de las que le había hablado el asreniano, pero no era el momento.
Cuando finalmente llegaron a lo que parecía el término de su viaje y la idrina les indicó que el objetivo se disponía a entrar en su guarida comenzaron a trazar su emboscada. Debería ser sencillo, pero…
—No hay nadie más ahí dentro, ¿no?
Irianna
—No, estoy bastante segura de e…
La idrina calló. Algo había entrado en el rango de su percepción. Algo que le resultaba familiar. El ligero temblor del suelo terminó por confirmar sus sospechas.
>>Oh, no… Se acerca un titán estepario. No podemos quedarnos aquí mucho tiem… Ha entrado. Seide entró en la cueva, seguro que también sabe lo que significan los temblores.
Los mencionados terremotos se volvían cada vez más frecuentes e intensos. La lacustre inquirió al grupo con la mirada.
Noel
—Un… ¿Qué?
El temblor del suelo le hizo sumar dos y dos. No importaba demasiado de qué se tratase en concreto: era titánico tal y como decía su nombre. No habían ido a observar la fauna, por lo que se limitó a enfocarse en la misión.
>>Hay que actuar rápido entonces, no vaya a tener algún pasadizo secreto ahí dentro o algo por el estilo. Si no hay nadie más esto debería ser fácil. ¿Vamos?
Si nadie ponía objeciones seguiría los pasos de Irianna hasta la entrada de la cueva.
La primera parte del viaje estaba resultando bastante sencilla. Algo nerviosa debido a que nunca había hecho algo como aquello, pero sintiéndose segura en la niebla. Se habían pertrechado bien con hechizos para ocultar su presencia por distintos medios y probablemente el objetivo no se imaginaba que un nutrido grupo le seguía en aquel momento. Si así era no dio muestras de ello durante más de una hora, cuando la nebulomante indicó al resto que Seide había disminuido la velocidad, obligándoles a hacer lo propio.
—Parece que se dirige hacia esa montaña —les señaló la figura del accidente geográfico que se podía adivinar entre la niebla sin necesidad de su poder.
No mucho después aterrizaron, tras haberlo hecho Seide finalmente, y comenzaron a seguir sus pasos. La idrina les informaba de cualquier movimiento sospechoso por parte del objetivo y se aseguraba de que le seguían siempre a una distancia prudencial.
>>Se ha detenido frente a una cueva —dijo haciéndoles un gesto para que se detuvieran—. Creo que… Sí, detecto lo que parecen muebles en su interior. Ahí debe de tener su guarida.
Noel
Aquel encargo pintaba interesante. Hacia un tiempo que no les llegaba una petición de aquella índole y el sueco no dudó en mostrar su acuerdo a la operación que tenían entre manos. Además podía ocupar su mente en prepararse para la incursión y pensar menos en el quebradero de cabeza irresoluble que arrastraban desde la muerte de Tsusu.
El clima de la Cercanía le resultó agradable, pero daba gracias de contar con una nebulomante que además ya tenía experiencia en aquel planeta como guía o seguir el rastro en aquellas condiciones habría sido muy engorroso. Le hubiese gustado detenerse a observar a aquellas famosas pirañas de niebla de las que le había hablado el asreniano, pero no era el momento.
Cuando finalmente llegaron a lo que parecía el término de su viaje y la idrina les indicó que el objetivo se disponía a entrar en su guarida comenzaron a trazar su emboscada. Debería ser sencillo, pero…
—No hay nadie más ahí dentro, ¿no?
Irianna
—No, estoy bastante segura de e…
La idrina calló. Algo había entrado en el rango de su percepción. Algo que le resultaba familiar. El ligero temblor del suelo terminó por confirmar sus sospechas.
>>Oh, no… Se acerca un titán estepario. No podemos quedarnos aquí mucho tiem… Ha entrado. Seide entró en la cueva, seguro que también sabe lo que significan los temblores.
Los mencionados terremotos se volvían cada vez más frecuentes e intensos. La lacustre inquirió al grupo con la mirada.
Noel
—Un… ¿Qué?
El temblor del suelo le hizo sumar dos y dos. No importaba demasiado de qué se tratase en concreto: era titánico tal y como decía su nombre. No habían ido a observar la fauna, por lo que se limitó a enfocarse en la misión.
>>Hay que actuar rápido entonces, no vaya a tener algún pasadizo secreto ahí dentro o algo por el estilo. Si no hay nadie más esto debería ser fácil. ¿Vamos?
Si nadie ponía objeciones seguiría los pasos de Irianna hasta la entrada de la cueva.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: La Cercanía
25/01/19, 04:50 pm
Gael todavía no había experimentado las condiciones de la Cercanía por sí mismo, pero se habían informado antes de adentrarse en el mundo. Era una suerte contar con la ayuda de Irianna en aquel caso. Sopesó qué cuerpo llevar y se decidió por uno de los humanoides alados con garras, ya que a fin de cuentas podía ser útil no necesitar la magia para volar todo el tiempo. Como quería algo más o menos discreto y manejable, las quimeras voladoras quedaban descartadas. Aquel cuerpo era todo lo que necesitaba para no sentir frío, pero aun así ancló un hechizo térmico a la ropa que cubría el cadáver, por si el frío excesivo podía llegar a entorpecer su movimiento. No tenía ni idea de hasta dónde habría que seguir a su objetivo, ni por tanto qué temperaturas alcanzarían.
El grupo, una vez reunido, tuvo que viajar bastante tiempo tras Seide. Gael se preguntaba si sería un tipo realmente precavido, como parecía decir el hecho de tener su escondite tan alejado del portal. Aquello podía ser un problema, pero si tenían suerte serían seis contra uno.
El fuego fatuo habría disfrutado más del vuelo si hubiesen podido ver algo. A ratos la niebla se hacía menos densa y podía apreciar el paisaje, pero en la mayor parte del tiempo solo percibía las siluetas de lo que se encontrase más cerca. Aquella bruma era perfecta para ahorrarles el trabajo de ocultarse, pero Gael no podía saciar apenas su curiosidad por aquel mundo tan diferente de los que ya conocía.
Cuando parecía que por fin iban a poder comenzar la misión, algún animal autóctono gigante les puso las cosas más complicadas. En otra ocasión le habría gustado quedarse a ver qué era, pero en aquel momento lo único que podía hacer era seguir a sus compañeros hasta la entrada. Asintió ante la pregunta de Noel. Aunque tuviese cómplices iban a tener que encargarse de ellos igualmente.
—Es mejor no perder tiempo. Aún tenemos que averiguar qué clase de protecciones tiene en su escondite.
El grupo, una vez reunido, tuvo que viajar bastante tiempo tras Seide. Gael se preguntaba si sería un tipo realmente precavido, como parecía decir el hecho de tener su escondite tan alejado del portal. Aquello podía ser un problema, pero si tenían suerte serían seis contra uno.
El fuego fatuo habría disfrutado más del vuelo si hubiesen podido ver algo. A ratos la niebla se hacía menos densa y podía apreciar el paisaje, pero en la mayor parte del tiempo solo percibía las siluetas de lo que se encontrase más cerca. Aquella bruma era perfecta para ahorrarles el trabajo de ocultarse, pero Gael no podía saciar apenas su curiosidad por aquel mundo tan diferente de los que ya conocía.
Cuando parecía que por fin iban a poder comenzar la misión, algún animal autóctono gigante les puso las cosas más complicadas. En otra ocasión le habría gustado quedarse a ver qué era, pero en aquel momento lo único que podía hacer era seguir a sus compañeros hasta la entrada. Asintió ante la pregunta de Noel. Aunque tuviese cómplices iban a tener que encargarse de ellos igualmente.
—Es mejor no perder tiempo. Aún tenemos que averiguar qué clase de protecciones tiene en su escondite.
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