Tatuador a tiempo parcial

Hacer tatuajes era más un hobby para Cain que otra cosa, y era raro que accediese a hacerlo para alguien fuera de su círculo, pero Noel le había presentado a una novata encantadora y no podía negarle un favor a nadie del Cuchitril. Había pedido quedar después de mediodía por el tema de su horario de trabajo pero ni eso le había dado la oportunidad de dormir en condiciones. Llevaba una racha de insomnio más larga de lo habitual, daba gracias por las pociones reconstituyentes y el maquillaje para cubrir las ojeras porque no quería darle una mala impresión a la novata.

Hizo preparar una de las salas de la planta baja para recibir a su invitada. En la última remodelación habían llegado a la conclusión de que era mucho más cómodo tener varias salas polivalentes que pudiera usar como despacho improvisado para esos casos y así no tener que hacer que sus visitas subieran hasta la última planta (y le ahorraba meter desconocidos en su espacio personal).

El demonio de la puerta le avisó de que su invitada había llegado, y que no lo hacía sola. Salió él mismo a recibirlas.

-Buenas tardes -saludó -Un placer verte de nuevo, Samika.

Su ojo dorado pasó entonces a la otra chica. Era realmente guapa, pero no de forma natural, estaba seguro de que la Luna Roja estaba implicada. Se presentó y le tendió la mano.

-Soy Twix, encantada -respondió ella. Cain no supo que su aura de belleza estaba enmascarando lo seco de sus palabras.

En cuanto supo que su amiga iba a hacerse un tatuaje, Twixy’s no podía no apuntarse. Incluso aunque la criba y su estancia en Rocavarancolia, así como la magia, habían diluido su mentalidad frivy sobre las cosas permanentes seguía pareciéndole algo super importante y quería estar presente. Además todavía desconfiaba de los demás habitantes de la ciudad, aunque nunca lo demostrase. Abrirse camino en los círculos sociales seguía siendo importante. El tipo no le dio mala impresión de a primeras; iba arreglado, se notaba que cuidaba su aspecto aunque su estética estuviera en sintonía con la de esa horrible ciudad.

Cain las invitó a entrar y las condujo por el corredor principal hasta la sala que había acondicionado, a la derecha. Twixy’s pudo ver el salón principal de pasada, solo un segundo, pero fue suficiente para que le diesen ganas de verlo mejor. Y no era solo el salón, todo estaba decorado con sumo cuidado, algo que no había visto mucho desde que la cosecharon.

La salita en la que entraron tenía una mesa baja con un juego de té. La tetera humeaba y desprendía un suave aroma floral. El invocador había tenido cuidado en rebajar los perfumes al mínimo para no saturar a la evaki, así que no había incienso ni ambientadores de ningún tipo. La luz era ténue pero suficiente para que no fuera molesto. Sobre el suelo de tatami habían preparado un futón.

-Cuando quieras podemos empezar -dijo Cain -Podemos tomar el té antes o después, como tú prefieras.

Se lo contaba todo a Twixy's, siempre que se encontraba contaba sus avance y lo que le iba pasando y por supuesto, el hecho de encontrar a un tatuador que le ayudase con la importante cuestión de tener formas cómodas de vestirse no fue la excepción y una cierta protección. Dado que ambas conocían a Noel, ponerlo en común hizo mas sencilla la conversación y la frivy en cuanto supo el momento en el que iría a ver a Cain, decidió ir con ella y a Samika le aprecio perfecto.

Conocía el camino al burdel ya que fue con Noel en la primera ocasión. La primera vez que entró, fue prudente e intento no visualizar demasiado con su ecolocalización por cuestiones de privacidad. Imaginaba el lugar tendría cuartos con insonorizan y todo eso, pero ya había tenido sorpresas y conversaciones varias que no deseaba escuchar tanto en la sede como en serpentaria en su momento, para escarmentar. En esta ocasión sin embargo, curiosa por como lucia el lugar si se permitió hacer una visualización general del espacio en cuanto Cain le permitió entrar, reconociendo de inmediato su voz a pesar de haberlo solo una vez.

-Gracias por recibirnos, Cain- añadió suavemente Samika una vez Twix se presentó. Tenía un voz encantadora al punto de vista de la evaki, se lo había parecido la primera vez que la oyó y se lo seguía pareciendo ahora y viniendo de ella era un gran halago, que lo primero que notaba de las personas eran sus voces. La evaki sonrió, siguiéndole junto a Twixy's, hacia la sala que imaginaba estaba acondicionada por el brujo para hacerle ese favor. Estaba un poco nerviosa aun así por el tatuaje, nunca se había hecho uno ¿dolería? Imaginaba que si. Pero era un caso de necesidad.

Apenas entro en la sala un suave aroma floral lleno su olfato, cálido y ligero y Samika lo agradeció, sus sentidos un tanto mas agudos, pues no solo era el oído sino también el olfato a un grado algo menor, siempre agradecían aquellas consideraciones. Le hacia sentirse mas relajada y cómoda. Realmente le gustaría tener una visión mas clara del lugar, pues por lo que podía captar con su habilidad, el lugar estaba sumamente diferente a cualquier otro edificio de la ciudad que hubiera llegado a ver y le comía la curiosidad.

-Pues...como siento que que no voy a ser capaz ni de saborear el té por los nervios, casi que prefiero hacer el tatuaje antes- dijo Samika, mirando hacia la borrosa forma del brujo rubio, moviendo sus dedos nerviosamente sobre sus muslos. Había captado el futón sobre el suelo, cosa que llamo enormemente su atención, imaginando que era donde se recostaría para hacerse el tatuaje rúnico, igual ese ambiente y estilo, le recordaba tantísimo a la ambientación japonesa que le resultaba exótico por un lado y conocido por otro. Tenia tanto de ese tinte humano mas oriental que le era familiar- Era de vestimenta y protección para mis alas, según lo hablamos...el lugar para el tatuaje se que lo quiero en la espalda, pero no se como va a eso del tipo de funcionamientos de activación, pregunte un poco aun así...pero como no es un tema que tratase mucho por lo evidente, no le preste demasiados atención en su momento. Así que ¿cual me convendría? Ya que no poseo magia activarlo con esta para mi es imposible. - añadió con un leve suspiro por no haber sido mas cuidadosa con eso, pero igual, como las runas en si no era algo tocables para ella, sabia su funcionamiento básico pero no en particular cual le convendría mas en cuanto a como activarlas.

La frivy miró a su alrededor con admiración disimulada, algo que le arrancó a Cain una pequeña sonrisa. Incluso esa habitación, que no tenía prácticamente nada, resultaba elegante. Tenía que hacerse una lista de los edificios reformados de Rocavarancolia que merecían la pena, podía ayudarle con su proyecto.

Caín rió por el comentario de la evaki.

-Lo entiendo. Pero no te preocupes, no tardaremos nada.

Junto al juego de té había un cuaderno de anillas y un pequeño maletín negro con cierres plateados. Tomó la libreta primero y le mostró una hoja a ambas mujeres: eran dos bocetos de runas, dibujados con cera coloreada para que estuvieran en relieve.

-Así quedarían, tengo algunos diseños secundarios si no te gustan estos. Por el tipo de alas que tienes te recomendaría que se pusieran en la parte alta de la espalda, casi en el cuello. Centrados para que puedas alcanzarlos con ambas manos -sugirió. -Si te parecen podemos empezar. Quítate la parte de arriba y túmbate en el futón. Hay un biombo allí -señaló una esquina de la habitación donde había un biombo desplegado con una grotesca escena de monstruos adorando a la Luna Roja pintada sobre sus hojas. También había colgado una bata sencilla de seda azul.

Twixy’s cotilleó los diseños. No eran para nada impresionantes pero no eran horribles, y si se hacían con la tinta del mismo color con el que estaban hechos los bocetos quedarían bien con el tono de piel de Samika. Hizo un sonido de aprobación, pero no quiso hacer ningún comentario para no influir en la decisión de su amiga, era ella la que iba a llevarlo al fin y al cabo.

Se sentía un poco nerviosa, no porque no confiase en la labor que hiciese Cain, sino simplemente eran las dudas sobre si le dolería mas de la cuenta o no. Casi podía escuchar a su hermano Liam llamándole cobardica por temer unos pequeños pinchacitos de nada y no los golpazos que se daba contra el tatami en sus antiguas clases de judo, cuando apenas era una novata que no sabia aterrizar. <<Y si Aakil estuviera aquí y lo escuchara, probablemente lo mandaría fuera de una patada solo por salvarlo de una patada mía, casi  puedo escucharles >> pensó Samika divertida, relajándose bastante ante el escenario que le daba su mente.

Por una parte le hacia daño pensar en ellos y en que no la recordaban, por otro lado también el pensar como podrían haber reaccionado a según que cosas, la calmaba. Realment eno pudo evitar pensar en ellos antes las acciones de Cain. Ver, o mas bien tocar lo que ponía frente a ella para que fuese capaz de notar el relieve de aquello que seria tatuado en su espalda le pareció un gran detalle. No se lo esperaba para nada y su expresión bien podía indicar aquello, ante sus ojos abiertos en sorpresa.

-Realmente cuidas mucho los detalles, gracias por esto. Así me es mucho mas sencillo hacerme una idea mas claro de como es, que con una mera descripción- aceptó Samika sonriendo deslizando sus dedos por los dibujos del patrón de runas y no pareciendoles nada mal- Mm si, me gustan, y el lugar me parece bien, hace que sea mas sencillo el alcanzarlos y no es una zona que vaya a tocar por error solo porque si.- acepto la evaki. El suave silbido de Twixy's a su lado no paso desapercibido para Samika y casi pudo traducirlo como una aceptación a lo borrosos tonos de color de relieve que ella apenas podía discernir en su totalidad- Y supongo que si mi amiga no dijo nada de los colores es que van bien conmigo- comentó divertida, guiñándole un ojo a la frivy de buen humor y un poco mas tranquila y animada se acercaba al biombo que había indicado Cain para, tras el, sacarse la parte superior de la ropa. Por suerte sabiendo que iba a tener que quitarse ropa, había escogido algo fácil de quitar que no supusiera mucho jaleo con sus alas. Así que tranquila, se  saco el que andaba sujeto al cuello para sacárselo, así como el sujetador que había atado debajo, dejando estos sobre el borde del biombo, para seguidamente coger la suave bata azul y colocársela por encima.

Ya cuando sintió la suave tela sobre la piel desnuda de sus hombros, espalda y pecho si que se ruborizo ligeramente, dándose realmente cuenta del detalle de andar medio desnuda con dos personas mas en el cuarto, aunque bueno que estuviera Twixy's no le importaba demasiado, no seria la primera vez, su reacción aprecia ser mas por Cain en si lo cual le era un poco ridículo. <<¿ A que viene tanta vergüenza de repente? Nunca me ha importado demasiado que me viesen medio desnuda, porque total no veo a quien me mira, ni se si lo andan haciendo siquiera...pero de algún modo, resulta un poco vergonzosos de pronto >> pensó confundida por sentirse por primera en mucho tiempo un tanto consciente de si misma y de como podría lucir, cosa que nunca había tenido mucha importancia. Imaginaba que era por el lugar, que de alguna forma la sensibilizaba aunque no tuviera mucho sentido, pues al fin de cuentas no había ido al burdel para hacer uso del burdel en si mismo, así que simplemente estaba siendo un poco tonta.

Suspiro profundamente, medio bufando por su estupidez, e intentando sacudir esa repentina e innecesaria timidez, amarró el pelo en lo alto de su cabeza en un moño para que no estorbara, antes de salir de detrás del biombo, ya cubierta con la bata que únicamente estaba dejada caer sobre sus hombros y cubriendo su pecho, sin meter los brazos por las mangas.

-Bien, estoy lista- dijo Samika segura y sonriendo, echando a un lado la incomprensible vergüenza, para acercarse al futón y recostarse boca abajo dejando la bata apenas echada por debajo de sus omoplatos dejando a su vez expuesta la unión de sus alas con su espalda y sus propias alas replegadas contra sus brazos.

Twixy’s no tenía claro si ella se sentiría tranquila o profundamente insultada por la falta de interés que mostraba el invocador ante su amiga semidesnuda. Lo pillaba, trabajaba en un burdel, veía a gente desnuda a diario, pero ¿no podría al menos dedicarle una mirada de aprobación como muestra de cortesía? Era lo que hacía la gente educada (al menos en su mundo)

Cain por su parte, debido a su educación totalmente diferente a la frivy, estaba acostumbrado a medir dónde ponía los ojos para evitar incomodar a nadie, incluso sabiendo que Samika no podía verle. Aunque de todas formas, la chica de verdad no le despertaba ningún interés en ese sentido.

Preparó el calco con el diseño elegido y desinfectó la zona donde iba el tatuaje bajo la atenta mirada de la veela, luego abrió el maletín negro. Para los primeros tatuajes que había hecho en la ciudad había usado una técnica tradicional, y aún la usaba para casos especiales, pero se había agenciado una máquina terrícola en cuanto encontró alguien que se la adaptase para funcionar en Rocavarancolia y la verdad es que prefería usarla en trabajos como aquel.

-Voy a usar un hechizo anestésico para que no te duela, pero igual el sonido de la máquina te molesta -le dijo a la evaki.

Twix hizo una mueca cuando la máquina empezó a funcionar, sin duda no era un sonido agradable y supuso que para los oídos de su amiga sería peor que para ella. Siguió el recorrido de la máquina sobre la piel morena de Samika, incómoda cada vez que veía perlas de sangre brotando de las líneas. Le habían explicado qué eran los tatuajes y la verdad es que cada vez le costaba más entender por qué alguien querría hacerse uno con fines no prácticos.

Fue rápido. En cuanto acabó la última línea Cain limpió la piel y cubrió el tatuaje con una pomada.

-Ya está. Mantenlo cubierto y no dejes que le de el sol en una temporada. Mientras esté curando te va a picar y no podrás cargarlo hasta que haya curado del todo. Puedes usar magia de cicatrización si estás muy impaciente.

Le dio una pomada a Samika y algunas instrucciones sobre cómo cuidarlo, y a Twixy’s le explicó cómo cargar la runa y cómo reconocer que el tatuaje no estaba curando bien.

-Si veis que pasa cualquier cosa venid a verme enseguida -dijo -Y ahora, ¿os apetece un té?

Samika sabía como se haCían los tatuajes en la tierra, evidentemente nunca se había hecho uno antes pero el método lo conocía, por eso atisbar por el rabillo del ojo, apenas borrosamente un utensilio muy similar al que se usaba en la tierra para hacerlos, le sorprendió un poco. Se esperaba que fuese hecho con magia, pero imaginó que tal vez era simplemente preferencias de Cain.

Tragó saliva algo nerviosa, no se había hecho uno, pero su amiga Sara si tenía uno rodeando su brazo como si fuese una brazalete. Ella le había dicho en su momento que había dolido, no a un grado de tortura pero si había sido bastante molesto. Por ello suspiro aliviada cuando escuchó lo de la anestesia.

-Esta bien, supongo que me aguantare, no pasa nada- sabia que esa cosa haría ruido y que sus sonidos con lo sensibles que eran sufrir ira pero resistió estoicamente e intentando no moverse demasiado pese a sentir sus pobres oídos sufriendo. <<Hubiese preferido el dolor de los pinchazos que este fastidiosos ruido>> resultaba bastante molesto en realidad. No pudo evitar sentir un alivio inmenso cuando terminó, tanto por el hecho de que por fin tenia su tatuaje, como por que definitivamente no tendría que escuchar ese ruido de nuevo. Aun así sonrió mientras se incorporaba y cubría bien de nuevo, escuchando con suma atención las indicaciones que le dió Cain a Twixy's para verificar que su tatuaje no se infectase y cuando podría cargarlo. No era algo que ella misma pudiera comprobar pues no podía vérselo, pero igual quiso enterarse bien. Se aseguraría de seguir las indicaciones, no le apetecía en lo mas mínimo que se infectase o algo así.

-No diría que no ahora al té. Muchas gracias Cain - aceptó Samika de mejor humor al pensar que en cuanto sanase el tatuaje, las runas podrían ser cargadas. No dudó en tomar asiento junto ala mesita donde se encontraba el servicio de té, con las figuras borrosas de Cain y Twyxy's a su alcance. Aun podía sentir el aroma suave en la habitación que relajaba aun poco sus sentidos, haciéndole olvidar un poco el ligero pitido persistente en sus oídos-¿Fue muy incomodo de ver, Twix? -pregunto mirando a Twix al decir eso, teniendo una idea de como veía esta todo eso del tema de los tatuajes.

Cain asintió, contento porque aceptasen su invitación. Se limpió las manos con un hechizo he hizo lo propio con su material de tatuar antes de meterlo de nuevo en la caja. Twixy’s estaba contenta de que hubiese sido tan rápido. Se acomodó junto a Samika en la mesa, resistiendo la tentación de manosear la tacita lacada que el invocador puso delante de ella.

-No ha sido incómodo, para nada, solo… rary. Pero no rary mal-se apresuró a corregir -Como rary pero curioso.

Twix sabía que si hubiese tenido que ver la aguja entrando y saliendo de la piel de la evaki habría sido muy distinto. Estaba claro que todavía no había pasado suficiente tiempo en Rocavarancolia.

Cain sirvió el té, uno muy claro de suave aroma. La veela se llevó la taza a la nariz y aspiró el olor. En su propio mundo a veces se echaban de menos las cosas sutiles. El brujo también les ofreció pastas, presentadas en una coqueta caja de latón. Eran muy finas y tenían trozos de frutos secos que no conocía.

-Parece que el granero está siendo útil para daros un empujón a los nuevos -comentó Cain. -¿Tienes algún otro trabajo, Samika? La vez que nos presentaron no tuve la oportunidad de averiguar mucho de ti.

El invocador había moderado notablemente su costumbre de espiar a los nuevos, en parte gracias a que su trabajo le tenía ocupado y en parte por las broncas que se había llevado de su personal.

Le alegró saber que no había sido un mal rato para Twix de observar todo el proceso del tatuado pues sabia de sus reservas ante el hecho de hacerse estos. Claro ella se lo había hecho por un claro motivo practico, pero imaginaba que mucha gente los tenia por algo mas estético.

Agradecida, Samika tomo la taza de té entre sus manos oliendo el suave y relajante aroma que le hacia sentir un gran nostalgia de todos esos días donde se sentaba con sus padres y hermanos a disfrutar de una buen taza de té en el salón, mientras lo escuchaba charlar al tiempo que ellos veían al televisión. Eran esos momentos donde prácticamente era capaz de visualizar la película que ellos veían pues se la pasaban comentando sus efectos, las escenas lo sucesos, todos para que ella no se perdiera las acciones de los personajes. AL final nunca terminaban de enterarse totalmente de la película pero las risas estaban garantizadas. Eran recuerdos agradables de rememoras por el aroma de una simple taza de té sin duda.

-Ahora mismo me encuentro trabajando en el ejercito. Vinieron a buscarme cuando me trasforme y dado que me gustan las artes marciales no me pareció mala idea, hice la prueba de ingreso y bueno, ahí estoy. Fue también agradable, con eso de estar ciega y apenas transformada, me sorprendió bastante el tener posibilidades para hacer algo así -añadió riéndose con algo de diversión antes de observar a la figura borrosa de su amiga- También esto influyó a que me plantease seriamente hacer algo con la ropa, ya que era muy poco practico vestirme y difícil encontrar cosas adecuadas con estas alas. Twix ha estado ayudándome hasta ahora con modelos adecuados para moverme libremente sin hacerme daño, sino habría sido una tortura -dijo Samika alegremente guiñándole un ojo a su amiga seguidamente antes de añadir- Cosa que te agradezco enormemente amiga mía y espero que me sigas ayudando con eso. - pidió la evaki con tono juguetón y una sonrisa que medio oculto en el borde de su taza cuando tomo el primer sorbo al té, que degusto por un momento buscando ver si le era conocido.

-Es lo bueno que tiene la ciudad, no tienes que adaptarte a un molde absurdo, aprecian las capacidades de todo el mundo -dijo Cain.

Era una de las cosas que amaba de Rocavarancolia: daba más importancia a los resultados que a los métodos y la brutal diversidad de razas y tipos de monstruos la hacía flexible, cambiante y maravillosa. Cualquier cosa que pudiera hacerle uno raro en su mundo de origen allí de pronto dejaba de importar.

Twix mordisqueó una pasta. Eran muy poco llamativas y el sabor también era suave pero estaban ricas y le gustaba el contraste de textura cremosa y la crujiente de los frutos secos. Los comentarios de Samika le hicieron sonreir.

-Por supuesto, me aseguraré de que vayas siempre divina en cualquier situación, ya sea un evento o una batalla -le aseguró con orgullo. Le gustaba ayudar a sus amistades en ese sentido, era divertido y además con tal variedad de cuerpos y transformaciones eran una buena práctica.

Cain alzó las cejas.

-¿Eres costurera Twixy’s? -preguntó.

-Sí, lo soy. De hecho era totaldiseñadora en mi mundo y tengo intención de seguir dedicándome a ello aquí -respondió la veela.

-¡Eso es maravilloso! No es un trabajo fácil de encontrar en esta ciudad ¿Aceptas encargos?

Twix lo miró sorprendida. Ya había recibido encargos de desconocidos pero eran en su mayoría arreglos o cosas prácticas que no suponían un reto demasiado interesante desde el punto de vista artístico. Cain le pidió diseños personalizados para sus trabajadores, algo elegante y sensual que se adaptase a los estándares de su local. El dinero no iba a ser un problema, parecía que estaba ante una de las personas más ricas de la ciudad.

Acordaron otro encuentro para discutir los detalles del encargo, encuentro al que Samika estaba invitada si le apetecía y Cain bromeó con hacerles un descuento si alguna vez querían pasar como clientas.

-Por ahora no, pero es usted muy amable -respondió Twix con una media sonrisa. El estilo de prostitución de allí no le acababa de convencer, sin embargo había oído hablar de sus fiestas y no descartaba apuntarse a alguna en el futuro.