De cabeza en cabeza

15/05/20, 01:18 am

Lulú y Baste habían vuelto del mercado y el repoblador dejó que la paranoia se fuera a dormir. En el cuerpo deformado del ordés se reflejaba el cansancio mental que sentía. Daba igual lo lejos que quedara la puñetera torre, los traumas le perseguían y todavía no dormía bien, así que Baste aprovechaba esos momentos en los que sus dos horas diarias de sueño se acumulaban durante varios días hasta que el cansancio le golpeaba como un rayo. En esta ocasión, además, al surcamentes le venía especialmente bien: tenía algo que hacer.

El repoblador, que ahora parecía más bien una ardilla voladora de seis patas, se encaramó a las paredes de Serpentaria y se desplazó a saltitos hasta dar con la persona que buscaba: Naeleth. Ya se conocían, pues vivían en el mismo edificio y resultaba inevitable, pero hasta ahora no había reunido el valor para hablar con ella de algo más que conversaciones de ascensor.

La encontró en una de las zonas comunes.

—Hola, Naeleth —la saludó a la vez que planeaba hacia el respaldo de un sofá cercano. <<Brrrr…>> Sintió un escalofrío al acercarse un poco más a ella —. ¿Tienes un momento?

15/05/20, 01:25 am

La mentalista estaba sentada en el salón, con un libro en su regazo y un zumo delante de ella cuando escuchó la voz del pequeño repoblador, justo a tiempo para verle planear hacia otro de los asientos.
—Sí, dime —respondió con expresión curiosa mientras dejaba su libro a un lado.
Los únicos cinco nuevos habitantes de Serpentaria no eran demasiado habladores y la criomante estaba bastante segura de que muy probablemente podrían beneficiarse de sus conocimientos, pero entendía que les diese reparo pedirle nada. Se preguntaba si el acercamiento del surcamentes tenía algo que ver con eso.

15/05/20, 02:08 am

El roedor novato se sentó sobre sus cuartos traseros y se frotó las cuatro manos con nerviosismo, en pares de dos. Era difícil.

—He oído que haces cosas con… ¿Las cabezas? Los pensamientos de la gente. —Sus orejillas temblaron con inquietud y comenzó a menear el rabo, con la punta plegada—. Yo también hago algo con ellas, pero… —El repoblador no tenía vocabulario para explicar lo que quería—. A mi… A mi amigo Baste le pasa algo, está muy mal. Tiene algo en el coco a lo que no llego, he buscado dentro, pero… —se llevó las manos superiores a los mofletes y se los apretó, estresado. Decidió que, como los rodeos no estaban funcionando, iría directamente al grano—. Creo que se está volviendo loco. No quiero que lo maten, ni que muera, ni que se mate. ¿Esas cosas se curan? ¿Sabes que fruto tengo que comerme?

Lulú ni siquiera sabía qué parte de lo que hacía como surcamentes era algo único suyo y había dado por hecho que Naeleth lo entendería. Total, todas las cabezas que había visto por dentro eran similares, ¿cómo iba a sospechar nada?

15/05/20, 02:25 pm

—Así es: soy mentalista —le aclaró al repoblador antes de que prosiguiese con su explicación.
Conocía la transformación de Lulú. En cuanto supo que existía una criatura tal quiso informarse al respecto, a fin de cuentas sus habilidades estaban relacionadas con su campo de estudio.

Atendió con seriedad a la explicación que, aunque era poco precisa, podía comprender sin demasiado problema. A su amigo ordés le había tocado una transformación verdaderamente complicada: no cualquiera que se transformase en paranoia lo aceptaría con facilidad y estaba claro que Baste no era uno de ellos. Eso, sumado a los posibles traumas que la nublina estaba segura que aquel grupo arrastarba hacía que fuese sencillo para ella suponer parte de la bomba de relojería que el surcamentes pudiese haber visto en la cabeza de su amigo.

—Vale, a ver... Primero: tranquilízate, porque casi todo se puede solucionar y aunque tendría que examinarle primero estoy convencida de que si él colabora podemos ayudarle seguro. Sobre los frutos... he leído acerca de tus habilidades, pero parece que esos frutos solo contienen recuerdos sin mucha relevancia, ¿no? Corrígeme cualquier cosa errónea, por favor, pero si es como yo lo he entendido me parece que no bastaría con que te comieses ninguno de esos frutos. Pero... —adoptó una pose pensativa, llevándose un dedo frente a los labios y cruzando las piernas—. Con tu ayuda y el uso del mentalismo tendríamos una combinación perfecta para abordar problemas psicológicos. ¿Qué piensas, Lulú? ¿Crees que podrías convencer a Baste para que nos deje ayudarle de este modo?

Aquel asunto interesaba enormemente a Naeleth, más allá del simple hecho de ayudar a alguien que necesitase sus conocimientos.

18/05/20, 05:35 pm

Lulú asintió y respiró hondo, aunque lo hizo un poco a regañadientes, si es que tenía sentido. Las primeras palabras de la mentalista le dolieron un poco, porque (al contrario que ella), el surcamentes no se había informado en absoluto sobre nada que fuera suyo. Había estudiado las paranoias para poder ayudar a su amigo y había ido descubriendo poco a poco sus habilidades con la práctica.

—Por el fuego… —resopló—. No lo sabía. Pensaba que algo me estaba frenando de ir más allá de esos recuerdos inútiles, aunque estaban ricos... —reconoció. Guardó silencio durante unos instantes, meditabundo. Su idea inicial era la de comerse frutos porque había comprobado que no pasaba nada malo en la cabeza de la paranoia, incluso cuando entró en cierta ocasión sin permiso. Sin embargo, no sabía qué aportaría el mentalismo en todo esto—. Si se lo pido yo sé que dirá que sí, pero ¿sería peligroso para él? Solo quiero que se olvide un poco de lo que nos pasó y de… bueno, de lo que hizo para tener los ojos que tiene ahora, ya me entiendes… —sonrió nervioso, agachando las orejas con un pelín de culpa ajena.

La idea de poder ayudar a Baste le había encandilado y, en el fondo, esperaba que aquel tándem del que hablaba la mentalista funcionara. Sin pensarlo demasiado, se le ocurría que Fiuxy's, Aldhias y Granta podrían beneficiarse también de aquello. Incluso él... Pero, para lo pequeño que era, podía bastante bien con el peso de la culpa acumulada.

18/05/20, 06:25 pm

Dejó que el surcamentes ordenase sus pensamientos al respecto de la información que acababa de obtener. Parecía que realmente no se había informado a fondo sobre su propia transformación, aunque la bruja podía sospechar las razones.

Negó con la cabeza cuando le preguntó si sería peligroso.
—No, en absoluto: si dices que colaborará no le va a pasar nada malo y le va a hacer mucho bien. La mayor dificultad con la que nos podemos encontrar los mentalistas es cuando nuestros pacientes ponen trabas o quieren conservar determinados recuerdos o sentimientos dañinos. Muchas veces ponen resistencia sin darse cuenta y eso sí puede ser peligroso—. No quería omitir información a pesar de que ya le había asegurado que no pasaría nada con aquel caso en particular—. Puedo hacerle olvidar con bastante precisión lo que le está haciendo daño, incluso podría sustituir recuerdos, aunque eso sí es más complicado y no sé si querría. Con tu ayuda, además, va a ser aun más fácil y seguro —le sonrió—. Aunque te aconsejo que aprendas bien qué puedes hacer con tus habilidades primero, por si acaso.

21/05/20, 12:13 pm

Lulú asintió de nuevo.

—Llevas razón, debería haberme informado antes… —reconoció. Había un poco de autodesprecio en su vocecilla aguda.

Después de todo a lo que habían asistido y lo que habían hecho, odiarse era cada vez más fácil, y aún así para Lulú era solo eso, un poco de asco hacia sí mismo; el modo más fácil de convivir con los traumas, comparado con cómo se sentían otros. Baste parecía que se arrastraba por la vida, como si él también se hubiera muerto un poco por culpa de la torre de los sueños (o re-muerto, tal vez, conociendo que todas las paranoias morían de base).

Estaba a punto de levantarse del sofá, convencido de que tocaba estudiarse a fondo, pero se detuvo. Antes de despedirse, o de dar el primer salto de muchos hacia su habitación, le asaltó un pensamiento fugaz. Sentía que, en parte, la relación que se había formado entre la paranoia y él no habría sido igual sin todo lo que habían hecho, por cruel que fuera aquella idea.

—¿No cambiará, verdad? Quiero decir, él, Baste… ¿Seguirá igual conmigo? Cuando lo arreglemos.

Era egoísta, pero si existía ese riesgo, el surcamentes preferiría buscar otra solución, algo menos drástico que amputar los recuerdos del ordés.

21/05/20, 12:57 pm

La bruja se sentía mal por aquel pequeño repoblador: podía notar cierto desasosiego en su forma de hablar y, al haber tratado ya con bastantes personas con problemas, tenía ya cierto ojo para determinados gestos o tonos de voz. Lulú quería ayudar a su amigo, pero él mismo necesitaría ayuda también. Naeleth se preguntaba si era consciente.
—Nunca es tarde: estoy convencida de que tú también tenías muchas cosas en la cabeza...
Fue su forma sutil de, quizás, tratar de hacerle pensar en ello mientras intentaba animarle un poco.

Parecía que el surcamentes ya se iba cuando le hizo una última pregunta.
—Para responder correctamente a eso tendría que extenderme mucho, pero solo vamos a tocar recuerdos y no sentimientos. Tampoco queremos eliminar todos sus recuerdos de esa época, solo los malos.

01/06/20, 08:04 pm

El roedor agachó las orejas un instante, las palabras de la mentalista le hicieron sentir vulnerable y no pudo evitar pensar si le habría mirado dentro sin su consentimiento. Recuperó la postura y negó con la cabeza tanto para ella como para sí mismo. No podía desconfiar de Naeleth si quería que ayudara a Baste, pero él no sentía que necesitase nada. <<Soy el que mejor está de todos>> se dijo, casi como una queja. Aunque Fiuxy’s tal vez le llevara la delantera en realidad. No lo sabía porque para eso debía hablar más con él y… No, no lo hacía.

—No, no, yo estoy bien —mintió, no del todo consciente de ello—. Te lo prometo.

Por suerte, creía que podía desviar la atención de ese tema retomando lo de Baste.

—Vale. Entonces… —organizó sus pensamientos para ponerlos en orden cronológico y saber qué le tocaba hacer—. Le preguntaré cuando se despierte. Mientras tanto iré a la biblioteca a por libros sobre cómo ser un buen surcamentes y me pondré las pilas. ¿Puedo preguntarte más dudas si te veo por aquí estos días?

01/06/20, 08:32 pm

Naeleth dudaba que Lulú estuviese diciendo la verdad con lo de que estaba bien, pero no se conocían tanto como para insistirle así que tan solo asintió. Al menos ya sabía que podría pedirle ayuda en el futuro si la necesitaba, tal vez pensase más en sí mismo una vez hubiesen ayudado a Baste.

—Sí, por supuesto —respondió a su pregunta—. No solo porque quiero ayudarte, es que sería beneficioso para ambos. Tus habilidades y mi especialidad creo que podrían complementarse muy bien.

De hecho, aunque la bruja no lo sospechaba en aquel momento, aquel encargo sería el inicio de una relación de negocios en el futuro próximo.

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