Una conversación al atardecer

Recuerdo del primer mensaje :

Habían pasado un par de días después de la visita con baño incluido en el palacete. Desde ese día Chromsa no había dejado de pensar en lo que había ocurrido allí. Había estado muy nervioso, especialmente con Adam sin un motivo claro excepto el hecho de que todos estaban desnudos. Intentó relacionarse poco para poder entender el por qué de aquello mientras trabajaba en el huerto. El ochrorio pensó que eso le aclararía los pensamientos, pero algunos de sus compañeros seguían pasando por allí. Era por la tarde cuando se estaba dando por vencido. -Si tan solo hubiera...- no terminó de decirse eso cuando se le ocurrió un lugar. Si tenía suerte no debería haber nadie allí.

Con cierta rapidez Chromsa se dirigió al interior del torreón, subiendo las escaleras para llegar a la azotea. -(Un atardecer desde lo alto del torreón viendo toda la ciudad seguro que me ayudará a pensar)- se dijo. No tardó mucho en estar en la azotea y, efectivamente, las vistas eran especiales en ese momento del día. Era una pena que el ochrorio no pudiera disfrutar del todo del paisaje por su vista. Desde luego habría sido un buen lugar para pensar, salvo por un detalle. Alec también estaba allí. ¿Cómo se le podría haber olvidado de que el terrestre pasaba mucho tiempo allí? No había mucho que hacer al respecto, así que se limitó a decir: -Ah, hola Alec. Pensaba que estabas en otra parte. Si estabas haciendo algo no quiero molestar, me vuelvo abajo mejor- Estaba a punto de irse, pero añadió: -Aunque si no te viene mal, quería tomar un poco el aire por aquí. Te prometo que no molestaré.- Tal vez, aunque el terrestre estuviera allí, podría aclararse gracias al ambiente.

Alec asintió a las palabras del ochrorio, sabía que tenía razón y por las palabras del chico creía que empezaba a entender cuál era el problema. Bueno, no es que fuera un problema en sí mismo, pero quizá su compañero de torreón nunca había llegado a desarrollar aquellos sentimientos por nadie antes.

-Y dime Chromsa - comenzó con un amago de sonrisa asomando bajo la barba,- ¿notas cosquillas en la boca del estómago cuando piensas en esa persona?

Quizá aquello fuera decisivo, si se sumaban todos los factores el resultado no podría ser más claro.

Después de responder a su pregunta y siguiendo el patrón de mirarle de vez en cuando, Chromsa se fijó de que en la cara de Alec había desaparecido casi cualquier duda que pudiera tener. ¿Eso era bueno, no? Aunque el ochrorio sentía cierta intranquilidad por ello.

La pregunta le sorprendió tanto que no pudo evitar abrir los ojos como platos. -Pu-Pues sí, ¿cómo lo has sabido? ¿Es que te ha pasado alguna vez?- preguntó perplejo.

Aunque intentara hacer memoria de si lo había escuchado en su familia o leído en alguno de sus libros, en su mente no encontraba ninguna mención a que se pudiera tener cosquillas en el estómago al pensar en alguien. Por supuesto con ciertas cosas como la comida después de un día duro de trabajo sí que podía haber movimiento por parte del estómago, ¿pero al pensar en alguien? Aquello era desconcertante. Eso o Chromsa intentaba inconscientemente alejar la idea que cada vez iba cobrando más sentido al fondo de su cabeza.

El amago de sonrisa se convirtió en una de verdad cuando el ochrorio le confirmó que así se sentía.

-Entonces permíteme ser el primero en felicitarte - respondió dándole una palmada suave en la espalda.- No te pasa nada malo - obvió la pregunta que le dirigió su amigo.- Eso que sientes, amigo mío, es que estás enamorado de alguien - finalizó ensanchando su sonrisa.

Teniendo en cuenta quiénes se habían bañado aquel día el escocés podía hacer pesquisas, podía incluso ya olerse algo pero no le iba a preguntar al ochrorio al respecto. Aquello era cosa suya.

-Espero que esa persona te corresponda - comentó volviendo a apoyarse sobre el parapeto.

Las palmaditas y la felicitación lo desconcertaron aun más. La sonrisa que le mostraba el terrestre tampoco ayudaba a Chromsa saber cual era la respuesta a lo que le pasaba. Y entonces habló por fin.

Los ojos del ochrorio se abrieron todo lo posible y se le encendieron las mejillas. -¿¡Qu-Qué!? ¿E-Entonces esto es estar...?- intentaba decir entre titubeos. De la vergüenza había dejado de mirar a Alec y le costaba hablar. Mientras tanto su mente estaba procesando aquello.

-Y... ¿co...cómo podría saber si me corresponde?- consiguió decir un poco después. Había leído libros con historias románticas en su casa, pero nunca se le había pasado por la cabeza que le pudiera llegar a pasar. Era la primera vez que sentía ese amor y todavía no tenía claro como llevar esa situación.

Alec contempló al ochrorio cuando le reveló la bomba y no se esperaba aquella reacción. El pobre no sabía de qué se trataba hasta que el escocés se lo había dicho. Alec no se había enamorado nunca y no sabía bien lo que se sentía más allá de la atracción física, pero su hermana mayor era de las personas más enamoradizas que había conocido y podía ver los síntomas.

-Veo que no te había pasado nunca - dijo con voz relativamente sorprendida.- Bueno, supongo que todo el mundo tiene una primera vez - comentó dirigiendo una sonrisa a su compañero.

Reflexionó acerca de la pregunta de Chromsa, aquella era complicada y no tenía mucha idea.

-Bueno, supongo que hay varios métodos. Podrías decírselo de frente, y esa persona tendría que decidir si te corresponde o no. O puedes ser más sutil - compuso una cara compungida por no poder ayudar mucho más a su amigo.- No sé qué decirte, Chromsa, a mi nunca me ha pasado aunque sí que se me han declarado. Y he visto a mi hermana salir con algún tío. Puedo contarte algo de eso para ver si se te aclaran las ideas o encuentras un método propio.

-Pues sí, es la primera vez que me pasa. No me esperaba que el amor fuera así, la verdad.- dijo Chromsa todavía afectado por aquella revelación. La sonrisa de Alec le ayudaba un poco a calmarse, al fin y al cabo ahora era el único que sabía aquello.

Escuchó a la respuesta de su compañero con atención por si le daba una solución definitiva. Al principio le volvió entrar una vergüenza y un sonrojo enormes. -(¡Cómo voy a decirle...!)- pensó para sus adentros. La segunda opción sí la encontró más viable, aunque no se atrevía a hablar de esos temas con él. -No te preocupes. Si no tienes experiencia es normal que no se te ocurran más ideas pero te aseguro que ya me has ayudado bastante.- le tranquilizó con una sonrisa. -Sobre lo otro si no tienes ningún problema tal vez me venga bien para saber que hacer, todavía no lo tengo muy claro.- añadió.

Asintió mesándose la barba. Por lo que sabía Alec el amor podía ser precioso o la cosa más asquerosa del mundo, todo dependía de como se vieran las relaciones. Amigos suyos eran más normalitos pero su hermana podía ser superpegajosa con su novio y aquello repelía al escocés.

-Pues verás, una vez en una fiesta una chica me entró - explicó pensativo mientras recordaba el acontecimiento.- Estaba un poco bebida y terminamos... "enrrollándonos", y la verdad es que ella lo veía como íbamos a ser pareja pero fuera de su cuerpo la verdad es que la chica me interesaba más bien poco. Se lo dejé claro y al final pasó a por otro tío.

>>Hubo un chico que sí se me declaró como tal, me escribió hasta una carta - puso los ojos en blanco.- El chaval es mono pero no era mi tipo, así que lo rechacé educadamente.

>>Mi hermana por otra parte cuando le gustaba alguien hacía todo lo posible por acercarse al tío en cuestión. Buscaba excusas para quedar, le mandaba mensajes. Hubo una vez que incluso organizó una fiesta solo para poder ver al chico que le gustaba - tenía la mirada un poco perdida en el horizonte.- No sé como se las arreglaba la tía que siempre conseguía al pobre imbécil al que perseguía.

Negó con la cabeza y volvió la mirada hacia Chromsa antes de dirigirle una sonrisa abierta.

-La cosa es que puedes buscar momentos para estar a solas con esa persona, acercarte. Algún roce aquí o allá, mostrarte más... - le dirigió una mirada significativa.- Y ver si salta alguna chispa.

>>Quizá hasta te pueda echar una mano para que cuadréis haciendo cosas juntos y demás.

Chromsa miró a Alec con cierta impaciencia por su explicación. Prestó tanta atención al terrestre como si éste le estuviera dando una clase, De las experiencias del propio Alec pudo sacar en claro que no era malo rechazar a alguien siempre y cuando se dejara claro y con educación. Era algo que siempre venía bien saber, aunque en el caso del ochrorio no fuera lo más útil en ese momento. Las tácticas de su hermana (y la idea de la carta de uno de los pretendientes de su amigo) le parecieron buenas ideas, aunque tampoco quería atosigar a su amado. -Supongo que sería la práctica o un don, o tal vez ambas cosas.- respondió al comentario que Alec hizo de su hermana.

El último consejo que le dio resumía lo que le estaba pasando por la cabeza al ochrorio. Pasar tiempo con él era fácil. Podía pedirle ayuda con el huerto, volver a practicar con él magia (o al menos intentarlo) y más situaciones que se le ocurrían. La carta sería algo más complicado, pero lo otro podía  hacerlo sin problema. Asintió a las palabras de Alec con convicción.

Sin embargo justo después la vergüenza volvió a aflorar con mucha fuerza. -E-Espera, ¿¡Sabes quién es!?- preguntó nervioso sin saber muy bien si quería conocer la respuesta.

Alec se rió abiertamente con el comentario de Chromsa.

-Puede ser, pero yo creo que a veces los tíos somos imbéciles - comentó entre risas. No es que los hombres con los que había salido su hermana fuesen unos lumbreras pero a Alec le hacía gracia que ella les diese mil vueltas a todos.

Contempló el sonrojo de su amigo con curiosidad. No tenía claro si la vergüenza era por la persona que le gustaba o por si realmente el ochrorio era así de vergonzoso para todo.

-Bueno, no lo sé a ciencia cierta - le respondió con una sonrisa calmada,- pero tengo mis sospechas. No te preocupes, no voy a decir nada a nadie - aseguró todavía con aquella sonrisa.- Si no quieres decirlo no lo digas pero, sea quien sea, te apoyaré. Al menos puedes tener a alguien con quien hablar de ello si lo necesitas - dijo poniendo una mano sobre su hombro y apretando ligeramente para intentar confortar a su amigo.

La mano de Alec y su sonrisa no lo tranquilizaron en un principio, aunque evitó que empezara a temblar ante la idea de que el resto del torreón también lo supiera, incluyendo a Adam. Las palabras del terrestre si hicieron bastante efecto.

Chromsa sonrió aliviado y miró a su amigo diciendo: -Muchas gracias Alec. Me hacía falta contarle esto a alguien y es un alivio que haya sido a ti. Si tengo alguna duda o simplemente necesito una conversación como la de hoy te avisaré.-

-Bueno, creo que ya se está haciendo un pelín tarde y no quiero molestar mucho. Nos vemos abajo.- se despidió dirigiéndose a la salida. Cuando estaba a punto de bajar se le vino un pensamiento a la cabeza. Sí, ya tenía sus sospechas, pero se lo debía por aquel momento. Además, no podría ayudarle bien si nop sabía quien era. -¡Alec!- le llamó la atención. Dudo por un momento pero al final consiguió decir: -Es Adam.- Dicho aquello salió con las mejillas encendidas de la azotea antes de que el terrestre pudiera contestarle.