Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

Al poco llegó Caín con una pera y se sentó en un puf al lado de Vacuum. Le saludé desde el suelo y seguí con mi manzana. Se está bien aquí, esto de salir corriendo, correr peligro y volver y sentarnos a comer fruta. Se me escapa una sonrisa y sigo mordisqueando la manzana, dejando los huesecillos en la mano. Al rato llega también Elliot y la saludo con un gesto porque tengo la boca llena. ¿Por qué diantres me mira? ¿Tendré algo de manzana en la cara? Por si acaso me paso la mano para limpiarme y sigo mordisqueando, hasta que Caín termina y me habla. Le miro y asiento, trago y respondo
-Hablemos pues. ¿De qué se trata?-mientras intento averiguar qué querrá, pero sin éxito.

Exhausta, voy hacia donde están todos.
- Vaya, parece que la misión no ha ido mal del todo, ¿no? ¿Habéis tenido algún problema?- pregunto, con interés, cogiendo una de las manzanas de la cesta.

El primer comentario de Jack me hace reír suavemente ... ni que fuera yo un mago experto, tres hechizos y ya no podía mas ...
-Huuumm ... ¿primos? - no lo entendí bien del todo - ... aun así no estamos a muchos kilómetros de distancia - digo con voz ausente - ...
Hay movimiento a mi alrededor, pero apenas soy consciente ... creo oír a Cain hablando con Jack, y a Elliot saludando, pero no puedo estar seguro ...
No estoy presente del todo, y sigo divagando, mientras espero que el cansancio se me pase ... me remuevo un poco, subiendo las piernas ... hablan cerca de mi, pero no los entiendo del todo, y tampoco quiero atender a una conversación a la que no he sido invitado ...
Me pongo a tararear mentalmente con la mirada perdida, siguiendo las sombras y los reflejos de la luz ...

-Hay que encontrar alguna forma para asegurar el burdel, que no vuelva a ocurrir lo de la otra noche, cuando entraron los murciélagos. Aquí ña gente se acomoda demasiado pero no podemos depender de mi Estigma... hay que buscar otra forma, tomar medidas- explica cain mirandose las manos. Seguro que Jack lo entendería mejor que nadie, luego ya podrían reunirse con los demás y repartir tareas. Le explicó también a Martalar lo que sabía de la expedición, tranquilizándola- Me alegro de que estés despierta- dijo sinceramente

Escucho atentamente a Caín y mientras le voy entendiendo, van surgiendo ideas en mi mente, tales como montar ballestas en los balcones del burdel que den a la plaza, colocar lanzas inclinadas por si algo se acerca demasiado a los muros exteriores, montar guardias...y otras que voy rechazando. Asiento cuando acaba y me levanto del suelo, luego respondo:
-Te comprendo.-me doy varios toquecitos en la sien izquierda con la misma mano y sigo.-Ya tengo algunas ideas, mañana con la luz del día empezaré con las que son posibles de momento.
Al poco llega la chica de antes, Martalar. La saludo sonriente al ver que va recuperándose y miro a las escaleras que suben. <<¿Limpiar el cuarto ahora? Hum...¿O cenar primero y limpiarlo luego?>>
-Esto...Tengo algo que hacer en la tercera planta, pero...¿Tenéis hambre? Lo digo por si lo hago ahora y ceno luego.-<<Cenaré solo entonces>>.-O ceno con vosotros y luego lo hago.

Salgodel baño y me pongo unos vaqueros caídos. Cojo una sudadera de cremallera y me la pongo sin nada debajo y sin cerrar. Subo. Me encuentro con una tertulia.
-Hola,¿de qué habláis?

Tras dar una lenta hojeada a ambos libros, los dejo abiertos sobre unas páginas que me interesan, para traducirlas luego por escrito. Había encontrado algo que podría servir. Además, hoy he estado intentando ver si podía manejarme con la espada o el arco. La primera pesaba bastante y me cuesta manejarla con facilidad. El segundo es demasiado grande y no puedo tensar bien las cuerdas... En fin, tendré que buscar otra cosa.

Me rasco la cabeza mientras me pongo en pie y entonces recuerdo algo: Cain me había advertido sobre esta habitación. Miro a mi alrededor y, como no veo nada raro, bajo al salón, para ver quien hay y ya de paso picaré algo en la cocina.

-He estado entrenando y todo eso-miento.
No quiero reconocer lo que más me asusta,no tengo ni la mas mínima idea de donde he estado.
-Hablabais de defender el burdel?

Dejo el libro tirado sobre la cama, no me había concentrado mucho a la hora de leer. Ni la primera página me había leido; tenía en la cabeza otras cosas...
Había descansado un poco de lo de esta tarde y ya me sentía mucho mejor.
Salgo de mi habitación y bajo al salón donde veo a mucha gente reunida:
-¡Hola a todos!- Me siento en uno de los divanes.

-Sí, hablamos de cómo hacer que este sitio sea seguro. Esto no es como los torreones, se nos puede oclar cualquier cosa, además, creo que también deberíamos controlar mejor el tránsito de personas... -le explica Cain a Alex. Jack dice de subir al tercer piso- Yo que tú no subiría, se derramó un bote de feromonas, en dos minutos estarás duro como una piedra y tirándote a lo que tengas más a mano...- le advierte

Miro a Caín. No sé por qué, sé que él ha tenido bastante que ver en mi recuperación. Entonces, sonrío:
- Sé que no te lo he dicho desde que desperté, pero muchas gracias por todos los cuidados- digo.
Después, escucho atentamente, mientras más personas, entre las que distingo a Alexander, van llegando a la improvisada reunión.

En mi ensimismamiento alguien me sacude el hombro, vuelvo un poco en mi, incoporandome y veo a Elliot, me paso la mano por la cara, algo mas despejado ... me pregunta que que he hecho, parece una pregunta normal, pero su sonrisa la delata, en mi mente algo se queda bloqueado ...
<<¿Por qué lo tiene que saber?, no es nada malo, no es por Cain, pero ... la verdad es que Elliot ... mierda - pienso confundido - ... lo sabe seguro, ¿o no? ... no lo se ... ¿que pensara? ... >>
Todo se amontona en mi mente, pero mi expresión no me delata, aunque mis ojos cambian bruscamente de color, de un verde claro a un verde oscuro, casi negro ...
-Cosas - digo ambiguo - ... ¿y tu que hiciste? - le pregunto a su vez - ... creo que te vi en el salón, pero estabas como ausente, te salude pero no me devolviste el saludo ...
Miro a mi alrededor, hay mucha gente ... los saludo a todos con un gesto, no se cuanto tiempo llevan aquí, ni quien acaba de llagar ... Jack, Martalar, Alex, Erika y Cain a primera vista ... aparte de Elliot, con la que estoy hablando ...

Saludo a Alex y luego miro a Caín, espero la respuesta y abro mucho los ojos cuando escucho lo que me dice. Trago saliva, pues justo acaba de llegar Erika y miro a Caín, intentando ocultar la verdad.
-Hum...Pues...Me pondré una mascarilla, hay piel de colaespina de sobra, no pasará nada.-<<Esperemos que sirva...>> Echo a andar hacia la escalera y me cruzo con Dirke, al cual no he visto en todo el día. Sigo andando y...<<Oh, maldito niño, como haya estado en esa habitación...Arg...>> Me giro y observo al chico, luego echo a correr hacia la fuente y meto la cabeza, la sacudo bajo el agua y la saco bruscamente, me seco con el kimono y miro a Caín, luego miro a Erika y <<Tengo que avisarles, ¿a quién primero?>> Me acerco a la chica y le chisto, luego susurro
-Dirke huele...raro. Y hola.-acabo sonriendo, luego echo a correr escaleras arriba, entro en el cuarto de desuello y me pongo la mascarilla, apretándola a la altura de la nariz, hago inspiraciones con la boca y cuando me acostumbro, voy con paso decidido al salón, luego a las termas, y vuelvo de esta con cubos de agua, uno de estos con jabón; y varias toallas, directo a la tercera planta, a grandes zancadas, evitando a los demás para no volcar los cubos. Cuando llego, entro como si fuese un campo de minas y, respirando por la boca, me agacho y uso la esquina de una toalla mojada en jabón para intentar quitarle la fragancia.

Bajo las escaleras corriendo, con el diccionario bien cogido para no perderlo por el camino, y llego hasta el salón. Parece que vuelve a estar concurrido, y eso es algo que no acaba de hacerme mucha gracia. Me hace sentirme tonto estar rodeado de tanta gente hablando rocavarancolés....

Y es que hay verdaderamente mucha gente. Mis ojos azules se pasean de unos a otros con curiosidad, no, más que curiosidad. Es como si sintiera la necesidad de comérmelos con la mirada y... algo... <<algo mucho más divertido>> pienso mientras me muerdo el labio. Mis mejillas se colorean y noto un fuerte sofoco, debo de estar sudando de manera descontrolada, pero cuando voy a alzar el diccionario para abanicarme con él, algo hace saltar un resorte contra el ridículo en mi cerebro y agacho los brazos, sosteniendo el diccionario justo por delante de mi entrepierna. Por un lado mi cerebro me insta a que salga corriendo, pero por otro... siento el ardiente deseo de quedarme en el salón. Ambas ideas solo consiguen que me quede bloqueado como un pasmarote, tratando de abarcarlos a todos con la mirada desde mi posición y sin saber para donde ir.

Ya era imposible ignorarlo. Algo sonaba en el piso inferior, algo similar a una tabla chocando contra una pared. Y entonces una voz gritó: ¡¡Mierda!!

Alguien fue lo suficientemente listo como para recordar la trampilla del cuarto de baño. Después de todo, no llevaba al depósito de las heces.

(véase Subterráneos)