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- Rocavarancolia Rol
Casino Lago Áureo
11/04/23, 04:58 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Localizado en el Barrio Derruido, este llamativo edificio de piedra de dos plantas cuenta una torre abalconada a ambos lados. El edificio y ambas torres culminan en un tejado del color de la Luna Roja. La fachada cuenta con varias cristaleras grandes en ambas plantas y varios arcos dan acceso a la planta baja, donde se encuentra la parte principal del casino y a la que se accede mediante unos ostentosos portones de cristal. Hay cuatro vidrieras en cada extremo de la planta baja, en las que predominan los colores rojos y dorados y en ellas aparece una representación de la decaestrella.
También cuenta con una puerta trasera algo más discreta y, a través de ella, cruzando los arcos que también se encuentran aquí, se accede a un lago creado específicamente para el casino, al estar lindando con las montañas. En el lago hay embarcaciones protegidas mágicamente para que no puedan sacarse del mismo pero que los clientes pueden utilizar si lo desean.
Referencia de la fachada
Referencia de la parte trasera
Vista del lago de noche
También cuenta con una puerta trasera algo más discreta y, a través de ella, cruzando los arcos que también se encuentran aquí, se accede a un lago creado específicamente para el casino, al estar lindando con las montañas. En el lago hay embarcaciones protegidas mágicamente para que no puedan sacarse del mismo pero que los clientes pueden utilizar si lo desean.
- Interior:
- El interior está iluminado por zonas con una gran cantidad de lámparas estratégicamente colocadas para conseguir un efecto concreto, por lo que algunas zonas se encuentran en penumbra. De noche, a través de las numerosas cristaleras emana una buena cantidad de luz que refleja en el lago.
La planta baja está dividida entre la zona de juegos y el bar, situado en la zona oeste de la misma, donde se sirven toda clase de cócteles y bebidas caras. En la zona de juegos hay varias mesas de cartas con crupiers , un par de ruletas, también atendidas por empleados, y varias máquinas tragaperras hechas específicamente para el local: funcionan mediante magia y runas, aunque su concepto básico es como el de cualquier otra tragaperra y requieren de monedas de oro para activarse. Aunque el dueño del casino solo busca el beneficio económico y no le interesa que se apueste nada más que dinero, no es raro ver a criaturas inmorales y gente de con gustos extraños de toda clase apostando con literalmente cualquier cosa (como partes del cuerpo, propias o de otra persona). Los empleados hacen la vista gorda.
Desde la primera planta, tras la barra del bar, también se puede acceder al sótano que está dedicado íntegramente al almacenaje de las bebidas que se ofertan y otros enseres del casino.
Mediante dos escaleras al fondo se puede acceder a la segunda planta, que no es más que una zona que bordea la primera planta y cuenta con barandillas de seguridad y algunos sillones para descansar o beber, además de contar con una buena vista del exterior a través de los grandes ventanales al no haber obstáculos en medio. A cada lado de esta planta se accede a las torres.
La torre este, a la que se accede por una puerta de madera que da a unas escaleras de caracol, es el despacho personal del jefazo (Gapiccio Garoni). Cuenta con un enorme escritorio de ébano, una silla de cuero, dos sillones a cada lado del mismo material y varias cajas fuertes de gran tamaño.
La torre oeste da acceso a la zona VIP de la cual no todo el mundo conoce su existencia y la asunción extendida es que ahí se encuentra el cuarto personal del socio de Garoni (Luca Barone), aunque no se puede ver el acceso a la misma. Tras un enorme cartel que contiene una ilustración del casino se encuentra oculto un sistema rúnico que da acceso a esta zona, abriendo el hueco hacia otras escaleras de caracol. Siempre hay un empleado en la segunda planta asegurándose de que nadie indebido toca donde no debe. La zona VIP no es más que una sala todavía más lujosa con una gran mesa para juegos de cartas y otra ruleta, donde se hacen apuestas de cantidades astronómicas. Tiene también su propia barra de bar donde se sirven las bebidas más caras y exclusivas.
Todo el interior está decorado con extravagancias vintage en forma de cuadros, esculturas y plantas caras. Estas últimas cuentan con su propio sistema de riego automático mágico.
Referencia de la fachada
Referencia de la parte trasera
Vista del lago de noche
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Casino Lago Áureo
18/07/23, 10:22 pm
Notaba todavía a Keiriarei algo nerviosa, por lo que evitó mirar en su dirección demasiado a menudo. Consultó su reloj de bolsillo para estar seguro de que iba bien de tiempo para reunirse con el tacaño de su socio y convencerle de unas cuantas cosas, pero lo cierto es que todavía se podría permitir preparar mejor lo que le iba a decir en cuanto terminase aquella entrevista. Luca agradecía que la vieja momia no estuviese interesada en entrevistar personalmente a los candidatos: varias posibles buenas adiciones al personal del Casino podrían verse disuadidos si tenían que tratar con el ex-miembro del Consejo. A veces se preguntaba por qué seguía colaborando con Gapiccio Garoni, pero la verdad era que aunque el hombre tenía sus grandes fallas también tenía dinero y una buena cabeza para el cálculo. Lástima que lo desaprovechase tan a menudo.
—Ah, perfecto: de esa talla no tenemos ni que encargarlos —respondió a la ulterana cerrando la tapa de su reloj y devolviéndolo a su bolsillo, para después anotar el número en el papel y, esta vez sí, entregándoselo a Xiao—. Hazme el favor de entregarlo después, ya sabes —le dijo más brevemente para no repetirse—. Parece que conoces como mínimo unos cuantos detalles de cultura humana —volvió a dirigirse a la ulterana con una sonrisa y les indicó con un gesto a ambos que le acompañasen fuera del cuarto—. Somos bastantes ciudadanos procedentes de la Tierra, así que eso siempre es algo útil para cualquier circunstancia.
Volvieron sobre sus pasos, porque el kell pensaba regresar a su despacho. Una vez frente a su puerta se apoyó en su bastón y se dirigió al fuzanglong y a la kitstune mostrando una amplia sonrisa.
>>Hemos terminado por hoy. Xiao te acompañará a la salida. Nos vemos dentro de tres días.
Volvería a extender la mano para estrechársela a Keiria y los despacharía a ambos con un asentimiento a su guardaespaldas.
—Ah, perfecto: de esa talla no tenemos ni que encargarlos —respondió a la ulterana cerrando la tapa de su reloj y devolviéndolo a su bolsillo, para después anotar el número en el papel y, esta vez sí, entregándoselo a Xiao—. Hazme el favor de entregarlo después, ya sabes —le dijo más brevemente para no repetirse—. Parece que conoces como mínimo unos cuantos detalles de cultura humana —volvió a dirigirse a la ulterana con una sonrisa y les indicó con un gesto a ambos que le acompañasen fuera del cuarto—. Somos bastantes ciudadanos procedentes de la Tierra, así que eso siempre es algo útil para cualquier circunstancia.
Volvieron sobre sus pasos, porque el kell pensaba regresar a su despacho. Una vez frente a su puerta se apoyó en su bastón y se dirigió al fuzanglong y a la kitstune mostrando una amplia sonrisa.
>>Hemos terminado por hoy. Xiao te acompañará a la salida. Nos vemos dentro de tres días.
Volvería a extender la mano para estrechársela a Keiria y los despacharía a ambos con un asentimiento a su guardaespaldas.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Casino Lago Áureo
21/07/23, 02:19 pm
El fuzanglong esperó observando distraídamente el metro volar y estirarse de un lado a otro, deteniéndose por un segundo en las manos y ojos de Keiria siempre que este pasaba cerca de estos, como si buscase más muestras del carácter infantil de los kitsunes, alguna excusa para robarle el deseo de hacer el tonto "por su propio bien". No hizo falta.
—Señor —respondió con una breve reverencia de barbilla a la orden de Luca, yendo a coger el papel pero quedándose con la mano en el aire. Bueno, pues habría que esperar un poco más. A la segunda sencillamente asintió, tomando papel y recado antes de seguirle.
De nuevo no intervino en su despedida y se limitó a asentir a Luca, poniendo rumbo a la salida con una oreja atenta hacia atrás para asegurarse sin necesidad de mirar que Keiriarei le seguía. Por supuesto había notado el cambio de aires tras la regañina y, por mucha empatía que pudiera sentir (que tampoco era demasiada) por un jarro de agua fría de ese nivel, no sería él en quien encontraría consuelo verbal. Luca ya le había quitado importancia y él no iba a darle más validación, ni que decir de echar por tierra el toque de atención, eso sería alimentar sus ganas de volver a las bromitas. No obstante tampoco era ningún chivato: sin la presencia del kell y siempre que no importunase demasiado ni a él ni al casino, a Xiao no podía importarle menos lo que hiciera o dejase de hacer la ulterana. Ahora, el fuzanglong actuaría en consecuencia.
El camino tuvo un manto de silencio, donde solo respondía a algún que otro saludo o apodo de sus compañeros con pequeños cabeceos. Cuando llegaron a la puerta principal Xiao la abrió por ella y se hizo a un lado para que la chica pudiera pasar. No sabía si tendría alguna pregunta, pero ahí tendría margen para hacerla.
—Nos vemos en tres días, Keiriarei.
Su cola se agitó una sola vez, un movimiento breve pero llamativo hasta hacerse a uno de sus laterales. Si la kitsune se fijaba vería el círculo perfecto que había hecho con ella a ras del suelo. Su semblante serio no haría fácil saber si era adrede o no.
A fin de cuentas él también había aprendido de humanos.
—Señor —respondió con una breve reverencia de barbilla a la orden de Luca, yendo a coger el papel pero quedándose con la mano en el aire. Bueno, pues habría que esperar un poco más. A la segunda sencillamente asintió, tomando papel y recado antes de seguirle.
De nuevo no intervino en su despedida y se limitó a asentir a Luca, poniendo rumbo a la salida con una oreja atenta hacia atrás para asegurarse sin necesidad de mirar que Keiriarei le seguía. Por supuesto había notado el cambio de aires tras la regañina y, por mucha empatía que pudiera sentir (que tampoco era demasiada) por un jarro de agua fría de ese nivel, no sería él en quien encontraría consuelo verbal. Luca ya le había quitado importancia y él no iba a darle más validación, ni que decir de echar por tierra el toque de atención, eso sería alimentar sus ganas de volver a las bromitas. No obstante tampoco era ningún chivato: sin la presencia del kell y siempre que no importunase demasiado ni a él ni al casino, a Xiao no podía importarle menos lo que hiciera o dejase de hacer la ulterana. Ahora, el fuzanglong actuaría en consecuencia.
El camino tuvo un manto de silencio, donde solo respondía a algún que otro saludo o apodo de sus compañeros con pequeños cabeceos. Cuando llegaron a la puerta principal Xiao la abrió por ella y se hizo a un lado para que la chica pudiera pasar. No sabía si tendría alguna pregunta, pero ahí tendría margen para hacerla.
—Nos vemos en tres días, Keiriarei.
Su cola se agitó una sola vez, un movimiento breve pero llamativo hasta hacerse a uno de sus laterales. Si la kitsune se fijaba vería el círculo perfecto que había hecho con ella a ras del suelo. Su semblante serio no haría fácil saber si era adrede o no.
A fin de cuentas él también había aprendido de humanos.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Casino Lago Áureo
01/08/23, 11:27 pm
Cuando el kell dio el visto bueno a su talla de zapatos y señaló sus conocimientos Keiria asintió en su dirección, dando a entender con ello que si que conocía bastantes aspectos de la cultura humana y que se aseguraría de tenerlos bien en cuenta al tratar con sus nuevos compañeros si eso resultaba útil para el casino. A continuación Luca dio por concluida la entrevista y le siguieron hacia su despacho, donde por fin se despidió de ellos y le indicó al fuzanglong que la condujera a la salida.
—Hasta pronto, señor Barone. —se despidió del humano tras estrecharle la mano una vez más, acompañando sus palabras con una leve reverencia antes de darse la vuelta para seguir al carabés.
Recorrieron el casino en silencio, pues la kitsune no tenía demasiadas ganas de charlar, y aunque su acompañante sí que intercambió palabras con algunos de sus compañeros de trabajo ella permaneció sumida en sus pensamientos durante todo el trayecto. Sus ojos no perdían detalle, a pesar de todo, y para cuando llegaron a la puerta ya había empezado a hacerse una idea de cómo funcionaban las cosas en aquel lugar.
Cuando por fin respiró aire fresco la ulterana se permitió hacerlo en profundidad, relajando un tanto su postura al tener ya un pie en la calle mientras su nuevo compañero permanecía con formalidad frente a la puerta. Sus palabras le hicieron sonreír, pues llevaban implícitas las expectativas de un nuevo futuro laboral, pero cuando se volvió hacia él y vio lo que estaba haciendo con la cola no pudo contener un bufido de incredulidad.
—¿Enserio? —preguntó mientras alzaba una ceja—. ¿Me acaba de caer una buena regañina precisamente por esa tontería y porque en teoría no sabías que era y ahora me lo haces tu a mi? —añadió con una sonrisa incrédula, negando ligeramente con la cabeza más para sí que para su interlocutor. En cierta manera le hacía gracia.
Con un suspiro de resignación le tendió una mano amistosa a la manera humana, dejando a un lado las ganas de devolvérsela para otro momento.
—Creo que tu y yo no hemos empezado con el mejor pie, pero si te parece bien me gustaría enmendarlo antes de despedirnos —sugirió—. Me llamo Keiriarei, como ya sabes, pero casi todo el mundo me llama Keiria o Kei —se presentó oficialmente. No sabía si el otro aceptaría el gesto, pero tanto si se presentaba como si no la kitsune no podría evitar sacar a colación algo que había escuchado de camino hacia la salida—. ¿A ti por qué te llaman Cupido? —inquirió con curiosidad.
—Hasta pronto, señor Barone. —se despidió del humano tras estrecharle la mano una vez más, acompañando sus palabras con una leve reverencia antes de darse la vuelta para seguir al carabés.
Recorrieron el casino en silencio, pues la kitsune no tenía demasiadas ganas de charlar, y aunque su acompañante sí que intercambió palabras con algunos de sus compañeros de trabajo ella permaneció sumida en sus pensamientos durante todo el trayecto. Sus ojos no perdían detalle, a pesar de todo, y para cuando llegaron a la puerta ya había empezado a hacerse una idea de cómo funcionaban las cosas en aquel lugar.
Cuando por fin respiró aire fresco la ulterana se permitió hacerlo en profundidad, relajando un tanto su postura al tener ya un pie en la calle mientras su nuevo compañero permanecía con formalidad frente a la puerta. Sus palabras le hicieron sonreír, pues llevaban implícitas las expectativas de un nuevo futuro laboral, pero cuando se volvió hacia él y vio lo que estaba haciendo con la cola no pudo contener un bufido de incredulidad.
—¿Enserio? —preguntó mientras alzaba una ceja—. ¿Me acaba de caer una buena regañina precisamente por esa tontería y porque en teoría no sabías que era y ahora me lo haces tu a mi? —añadió con una sonrisa incrédula, negando ligeramente con la cabeza más para sí que para su interlocutor. En cierta manera le hacía gracia.
Con un suspiro de resignación le tendió una mano amistosa a la manera humana, dejando a un lado las ganas de devolvérsela para otro momento.
—Creo que tu y yo no hemos empezado con el mejor pie, pero si te parece bien me gustaría enmendarlo antes de despedirnos —sugirió—. Me llamo Keiriarei, como ya sabes, pero casi todo el mundo me llama Keiria o Kei —se presentó oficialmente. No sabía si el otro aceptaría el gesto, pero tanto si se presentaba como si no la kitsune no podría evitar sacar a colación algo que había escuchado de camino hacia la salida—. ¿A ti por qué te llaman Cupido? —inquirió con curiosidad.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Casino Lago Áureo
02/08/23, 11:55 pm
La cola del fuzanglong se deslizó con elegancia hasta volver a una curva natural detrás suya, rodeando sus tobillos por la longitud que le sobraba casi con inocencia. Se mantuvo impasible a su queja, incluso si una pequeña, pequeñíiiisima chispa de sonrisa quisiera hacerse con una de sus comisuras. No por empatía, sino por darse por complacido al devolvérsela sin la intervención de Luca. La parte de pegarse le sobraba, eso sí.
—Hm. No eres la única que sabe jugar. Es solo que yo sé dónde hacerlo.
Aquello era una advertencia velada, un consejo camuflado con un premio: pícame aquí y no pasa nada, hazlo dentro y sufrirás al kell. “Y aprendo rápido”, pensó por último, pero ese era un detalle que la kitsune tendría que descubrir por sí sola. Es verdad que no sabía lo que era eso del círculo hasta hacía unos minutos, pero no le importaba que creyera que se la había colado con una actuación magistral que no existía. Igual que podía barrer el suelo con sus compañeros las poquísimas veces que se mojaba a jugar con ellos al póker, engañar a una ilusionista era otro reto que no le importaba marcar en su lista. Cuando la ulterana le tendió la mano se quedó mirándola un par de segundos antes de estrechársela. Sería un sieso y un capullo, a veces en porcentajes muy distintos, pero también sabía que la convivencia en el entorno laboral si agradable, mejor.
—No empiezo con el mejor pie con nadie. No te sientas especial por ello —esta vez sí, un sonrisa más leve que la de la Mona Lisa adornó su rostro lo que duraba un parpadeo. Su última pregunta le sonsacó un resoplido nasal, una exhalación que casi no se oiría por la música que escapa de dentro al mantener la puerta abierta. Y ahí estaba, otra sonrisa. La miró a los ojos, pero sin poderes de por medio. De momento—. ¿Estás enamorada, Kei?
Era más rocavarancolés que carabés, pero seguía prefiriendo los nombres cortos.
—Hm. No eres la única que sabe jugar. Es solo que yo sé dónde hacerlo.
Aquello era una advertencia velada, un consejo camuflado con un premio: pícame aquí y no pasa nada, hazlo dentro y sufrirás al kell. “Y aprendo rápido”, pensó por último, pero ese era un detalle que la kitsune tendría que descubrir por sí sola. Es verdad que no sabía lo que era eso del círculo hasta hacía unos minutos, pero no le importaba que creyera que se la había colado con una actuación magistral que no existía. Igual que podía barrer el suelo con sus compañeros las poquísimas veces que se mojaba a jugar con ellos al póker, engañar a una ilusionista era otro reto que no le importaba marcar en su lista. Cuando la ulterana le tendió la mano se quedó mirándola un par de segundos antes de estrechársela. Sería un sieso y un capullo, a veces en porcentajes muy distintos, pero también sabía que la convivencia en el entorno laboral si agradable, mejor.
—No empiezo con el mejor pie con nadie. No te sientas especial por ello —esta vez sí, un sonrisa más leve que la de la Mona Lisa adornó su rostro lo que duraba un parpadeo. Su última pregunta le sonsacó un resoplido nasal, una exhalación que casi no se oiría por la música que escapa de dentro al mantener la puerta abierta. Y ahí estaba, otra sonrisa. La miró a los ojos, pero sin poderes de por medio. De momento—. ¿Estás enamorada, Kei?
Era más rocavarancolés que carabés, pero seguía prefiriendo los nombres cortos.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Casino Lago Áureo
06/08/23, 01:34 am
La sonrisa de la kitsune se ensanchó aún más tras la advertencia del fuzanglong, pues la muchacha sabía leer entre líneas, pero no comentó nada al respecto y se limitó a asentir con una mueca divertida. El apretón del chico fue sorprendentemente firme para la poca sangre que aparentaba tener en las venas con aquella fachada siesa que se gastaba, lo que le agradó, y cuando le respondió con una pullita y una sonrisa fugaz Keiria casi creyó que podrían llegar a entenderse. Siempre que el jefe no anduviera cerca, claro, de ser así su relación debía ser estrictamente profesional.
En respuesta a su pregunta el carabés le lanzó otra de vuelta tras soltar un resoplido apenas audible que se parecía sospechosamente a una risa, algo completamente inesperado. Casi igual de inesperado que la pregunta que le hizo, pues aunque aparentemente tuviera que ver con el tema se le antojaba muy rara.
—¿Yo enamorada? —replicó con un bufido divertido, manteniéndole la mirada sin titubear mientras rebuscaba en sus bolsillos en busca de una cajita de rapé dorada a la que le había dado un uso mejor que el original—. No, la verdad es que no —reconoció al final, tomando un caramelo de limón del estuche y metiéndoselo en la boca con un gesto fluido y elegante—. ¿Acaso eres una especie de celestina y me vas a buscar pareja? ¿De ahí viene el apodo? —inquirió con una sonrisa, tendiéndole la cajita en un ofrecimiento silencioso. El contenido eran caramelos, por supuesto, pero el objeto tenía la útil y misteriosa capacidad de ofrecer al que lo usara el sabor que más le apeteciera en ese momento—. No se si van por ahí los tiros o si solo estas tanteando el terreno descaradamente, pero si es el primer caso te diré que no estoy interesada y, en caso de que sea el segundo, confieso que me parece un poco precipitado para ser el primer día. —se permitió bromear para tomarle un poco el pelo, agitando ligeramente las colas a su espalda con sutileza. Si Xiao al menos parpadeaba desconcertado sería una pequeña victoria personal.
La pelirroja no era muy de rechupetear los dulces, por lo que no tardaría en triturar el suyo entre los dientes con evidente satisfacción mientras esperaba la respuesta de su nuevo compañero.
En respuesta a su pregunta el carabés le lanzó otra de vuelta tras soltar un resoplido apenas audible que se parecía sospechosamente a una risa, algo completamente inesperado. Casi igual de inesperado que la pregunta que le hizo, pues aunque aparentemente tuviera que ver con el tema se le antojaba muy rara.
—¿Yo enamorada? —replicó con un bufido divertido, manteniéndole la mirada sin titubear mientras rebuscaba en sus bolsillos en busca de una cajita de rapé dorada a la que le había dado un uso mejor que el original—. No, la verdad es que no —reconoció al final, tomando un caramelo de limón del estuche y metiéndoselo en la boca con un gesto fluido y elegante—. ¿Acaso eres una especie de celestina y me vas a buscar pareja? ¿De ahí viene el apodo? —inquirió con una sonrisa, tendiéndole la cajita en un ofrecimiento silencioso. El contenido eran caramelos, por supuesto, pero el objeto tenía la útil y misteriosa capacidad de ofrecer al que lo usara el sabor que más le apeteciera en ese momento—. No se si van por ahí los tiros o si solo estas tanteando el terreno descaradamente, pero si es el primer caso te diré que no estoy interesada y, en caso de que sea el segundo, confieso que me parece un poco precipitado para ser el primer día. —se permitió bromear para tomarle un poco el pelo, agitando ligeramente las colas a su espalda con sutileza. Si Xiao al menos parpadeaba desconcertado sería una pequeña victoria personal.
La pelirroja no era muy de rechupetear los dulces, por lo que no tardaría en triturar el suyo entre los dientes con evidente satisfacción mientras esperaba la respuesta de su nuevo compañero.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Status : Prrrr prrrrr
Re: Casino Lago Áureo
11/08/23, 06:14 pm
Sin motivo por el que seguir desconfiando de Keiria Xiao la observó a ella y su caja de caramelos de una forma mucho más distraída que hasta el momento. Su cara seguía siendo de póker y su pose impecable, pero escapaba de esa tensión inicial que tenía con todo desconocido. Al no intuir malicia en sus gestos alargó la mano para coger un caramelo cuyo color transparente no delataba de que era. No tenía hambre pero bien estaba todo lo que comiera, supuso. No respondió de primeras, dejando que la kitsune hiciera las suposiciones que quisiera mientras él escrutinaba con la lengua el desaborío "dulce" que le habían regalado, impasible a sus ocurrencias. Una pena que no tuviera ningún amor, le hubiera gustado una demostración práctica.
—No. Ni lo uno ni lo otro. Pero si encuentras pareja puedo hacer que te canses de ella pronto —respondió, empujando la puerta con la espalda para volver al interior—. Así que de darse el caso te recomiendo no contármelo.
Se despidió con una brevísima inclinación y entró. Tenía trabajo que hacer, Keiria ya sabía todo lo que necesitaba y no iba dejar al señor Luca más tiempo sin su guardaespaldas.
—No. Ni lo uno ni lo otro. Pero si encuentras pareja puedo hacer que te canses de ella pronto —respondió, empujando la puerta con la espalda para volver al interior—. Así que de darse el caso te recomiendo no contármelo.
Se despidió con una brevísima inclinación y entró. Tenía trabajo que hacer, Keiria ya sabía todo lo que necesitaba y no iba dejar al señor Luca más tiempo sin su guardaespaldas.
- ♪♫♬:
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Casino Lago Áureo
16/08/23, 04:32 pm
Cuando Xiao tomó un caramelo Keiria se guardó la cajita en un bolsillo tratando de no mirar descaradamente la pastilla incolora que había sacado el fuzanglong, pues no se imaginaba a qué podía saber aquello. ¿Sal tal vez? Desde luego no le habría extrañado de ser así, pues el chico era un mucho extraño, pero aunque seguía manteniendo su pose de palo la kitsune ya no percibía la extraña tensión que había mostrado al conocerla.
Su compañero se tomó su tiempo, dejándola en ascuas mientras saboreaba su “dulce”, para que al final su respuesta fuera un tanto decepcionante y algo confusa. Mientras abría la puerta con el trasero para volver al interior, de hecho, le advirtió que si se enamorara no fuera a contárselo a él.
—¿Pero eso qué tiene que ver con que te llamen Cupido… ? —le preguntó al aire, pues el carabés parecía haberse quedado sin tiempo y se limitó a despedirse con una ligera inclinación antes de marcharse.
La pelirroja se quedó unos segundos en la puerta, visiblemente confusa, pero con un encogimiento de hombros acabó dándose la vuelta para regresar a casa. Ya tendría tiempo para averiguar en condiciones el porqué de aquel mote tan raro, pues confiaba en que sus nuevos compañeros serían mucho más habladores que el guardaespaldas.
Ya a medio camino Keiria se tuvo que desviar con un suspiro, pues acababa de recordar que tenía que hablar con su nuevo exjefe y estaba segura de que la noticia no le iba a hacer mucha gracia.
Su compañero se tomó su tiempo, dejándola en ascuas mientras saboreaba su “dulce”, para que al final su respuesta fuera un tanto decepcionante y algo confusa. Mientras abría la puerta con el trasero para volver al interior, de hecho, le advirtió que si se enamorara no fuera a contárselo a él.
—¿Pero eso qué tiene que ver con que te llamen Cupido… ? —le preguntó al aire, pues el carabés parecía haberse quedado sin tiempo y se limitó a despedirse con una ligera inclinación antes de marcharse.
La pelirroja se quedó unos segundos en la puerta, visiblemente confusa, pero con un encogimiento de hombros acabó dándose la vuelta para regresar a casa. Ya tendría tiempo para averiguar en condiciones el porqué de aquel mote tan raro, pues confiaba en que sus nuevos compañeros serían mucho más habladores que el guardaespaldas.
Ya a medio camino Keiria se tuvo que desviar con un suspiro, pues acababa de recordar que tenía que hablar con su nuevo exjefe y estaba segura de que la noticia no le iba a hacer mucha gracia.
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