Biblioteca Mágica

Cuello tenso, falta de fuerza en las mejillas al esbozar una sonrisa. Como llevaba haciendo desde que llegó a Rocavarancolia, Shizel ignoró esos signos como si no se hallasen allí.
-Los de la Sede disfrutáis de variedad, entonces- comentó de forma casual mientras volvía a descartar otro ejemplar-. Los de Serpentaria solo socializamos con los libros.
Frunció el ceño al sacar de una balda lo que a todas luces parecía un libro de cocina. "¿Qué hace esto en mentalis...? Ah", pensó asqueado, y lo devolvió a su lugar. La página por la que había abierto explicaba con excesivo detalle cómo preparar sesos de nublino a la mariscada.
-Idris- se limitó a decir ante la siguiente observación de Zmey-. Una visita corta.
Otros le habrían hecho preguntas y por eso había evitado darles detalles, pero tenía la sensación de que al piromante se lo podía decir sin más, precisamente porque para él era un tema de pasada.
Volvió a dejar el siguiente libro en la estantería con un bufido. En lugar de evitarle la migraña rebuscar entre los títulos se la estaba agravando. Se frotó la sien con disimulo.
-¿Buscas algo en concreto? Quizá tengas más suerte que yo.

-Idris...- el nombre le produjo una sensación desagradable. Sin saber muy bien por qué, comentó en voz muy baja-Yo estuve en Sinhdro hace poco...

El libro que había cogido estaba demasiado desordenado y parecía una guía orientativa para crios más que un libro de hechizos propiamente dicho. Se fijó en que lo había dejad en su estante al mismo tiempo que Shizel dejaba el suyo con una mueca de asco. Amagó una risa.

-Busco magia afin a mi dominio- comentó- He estado dedicándole más tiempo a los entrenamientos físicos porque digamos que me facilita el control del fuego... Y recientemente me he metido con alquimia, así que estoy descuidando la magia.- estaba notablemente menos tenso. Miró al idrino mientras se masajeaba las sienes- ¿Estas bien? ¿Qué has venido a buscar tú?

Shizel alzó una ceja cuando Zmey mencionó su propia visita a Sinhdro, en una clara pregunta de "¿Y...?" que sería fácil de ignorar por el piromante si lo veía oportuno.

Negó con la cabeza cuando el brujo hizo referencia a su malestar, indicando que no era nada importante.
-Cualquier manual básico de mentalismo que no esté escrito ni en dialecto prehistórico ni para gente que lleva años practicándolo. Si es en tebeos y con dibujitos mejor- resopló. Lo había dicho en broma pero la perspectiva se le antojaba crecientemente apetecible.
Por precaución se abstuvo de mencionar sus planes con RR en la conversación: no había tenido ocasión de comprobar si el tiempo que sinhadre y foner habían pasado juntos les había acercado de alguna forma o todo lo contrario.
-Si buscas magia afín al fuego te sugiero empezar por hechizos térmicos- dijo distraídamente mientras hojeaba un librito que por fin mostraba indicios de ser prometedor-. Los hay bastante más complejos que calentar ollas, y el calor aparece naturalmente cuando hay fuego- lo había leído en el libro que había consultado para mantener a raya la escarcha de su cuerpo antes de su primera noche en la habitación de Alder.

Zmey se quedó en silencio unos segundos, como meditando en las posibles aplicaciones de hechizos térmicos más allá de para lo que los usaba diariamente. Pareció dar con un par de ideas interesantes, pues se le escapó una sonrisa maliciosa.

-Gracias, buscaré lo que me has dicho. Por cierto, Biblios ordena los libros a propósito para putear a los cosechados. Suele poner los más difíciles al alcance y los sencillos a veces incluso los esconde,y tengo entendido que los cambia con cada visita...

Pasó por intento de índice del volumen que tenía en las manos y al no encontrar nada que le agradase lo cerró, y se acercó a la estantería donde estaba Shizel. Calculaba que ordenaría los libros por dificultad, alternando direcciones con cada estantería, y posiblemente con cada estante. Zmey iba a la biblioteca a menudo, a horas variadas, por lo que había coincidido conel bibliotecario más de una vez. Había descifrado su sistema a base de observar y contrastar, pero no siempre le funcionaba, pues el bibliotecario también disfrutaba tomándole el pelo. Por suerte para él, ese día no iba a quedar mal.

-Creo que este podría servirte- dijo agachandose para coger un tomo no muy grueso del úlimo estante de abajo. Se había ido a la otra punta de la sección de mentalismo.- No tiene dibujos pero parece escrito en una lengua comprensible- sonrió tímidamente al tendérselo.- Hmm ¿te importa si te pregunto por qué te ha dado por el mentalismo? ¿Vas a especializarte o curiosidad?

Él no quería especializarse exactamente pero el camino que iba a tomar en la magia era bastante obvio. Conocía su potencial y pretendía explotarlo todo lo que pudiera, pero tampoco descartaba otras ramas.

-Sí, lo sé- Shizel suspiró. Durante la cosecha solía venir mucho y creía haber empezado a cogerle el tranquillo, pero desde que tenía acceso al estudio de Serpentaria se había acostumbrado a que existiese un orden racional entre las categorías de libros-. Pero hace tiempo que no vengo a menudo.
"Ya podía Saren seguir trabajando aquí y hacer de guía."

"Tiene buena pinta", pensó mientras echaba un vistazo preliminar al tomo que Zmey le había pasado. Los ejemplos usaban sujetos humanos por lo que para sus experimentos iniciales con las ratas no le sería demasiado útil, pero cuando pudiese avanzar a pruebas más complejas sería un buen texto de referencia. Por su parte, el librito que había cogido mientras hablaba con el piromante resultaba ser un diccionario de términos especializados que estaba redactado en un tono tan condescendiente que Shizel se sentía insultado mientras lo leía, pero que le venía realmente bien.
-Con esto creo que ya tengo todo lo que necesito- declaró el skrýmir cerrando con decisión ambos ejemplares. Su cabeza le agradeció dejar de hacer esfuerzo mental, aunque fuese ligero. En la sonrisa que devolvió a Zmey se traslucía algo de alivio-. Gracias.

La siguiente pregunta del brujo le cogió por sorpresa, y se lo pensó un poco antes de contestar. No se había planteado especializarse en nada en concreto ni había tenido la sensación de que fuese necesario centrarse en una sola rama de la magia. Sólo... tenía la impresión de que si le echaba tiempo suficiente lo acabaría sabiendo todo. Lo quería todo, de hecho.
-Ninguna de las dos cosas en realidad- acabó por decir-. Necesito solucionar unas cosas en casa, y hacerlo pasa por estudiar mentalismo, no queda otra. Es una rama muy delicada y por eso prefiero documentarme bien y practicar primero con seres más sencillos- se quedó pensativo un ratito más dándole vueltas al tema de la especialización para al final echarse a reír en voz baja-. No, imposible. Elegir una rama de la magia y renunciar al resto me partiría el corazón.

Zmey esbozó una media sonrisa. Shizel estaba flipado igual que todos los de Maciel, pero de una forma que resultaba agradable. El entusiasmo en general le resultaba agradable, sobretodo si era por temas que también le interesaban a él.

-Yo me centraré por el momento en magia de combate, he estado pensando en unirme al ejército...- comentó.

Aquello no se lo había dicho a nadie, ni siquiera a Yoel, pero era una idea que le había rondado la cabeza bastante tiempo. Él quería ser alguien en la ciudad, y dada la fama de Rocavarancolia era la forma más facil, a su parecer. << La idea del burdel ya está cogida>> pensó, pero no quiso decirlo en voz alta. Además, nada más entrar tendría al menos un sueldo por lo que podria comprar ingredientes de alquimia, armas mejores y otras cosas.

En esas apareció Yoel, asomandose por uno de los pasillos. Zmey vio como se ponia nervioso nada más ver a Shizel.

-Pen...sé que hablabas solo- dijo con voz muy baja. Zmey quiso estrangularlo.

Llevaba dos gruesos tomos entre los brazos. Miró hacia atrás como pensando si dedería volver por donde había venido, pero Zmey suspiró y lo llamó para que saliera.

-Yoel, este es Shizel, fuimos compañeros de criba pero en torreones distintos- Zmey no quería que se le notase las pocas ganas que tenía de presentar a nadie.- Shiz, este es Yoel, ahora vive conmigo.

No dio más explicaciones. Zmey se puso algo tenso. Sabía que elidrino se pondría a hacer preguntas y luego le soltaría un sermón y muchos insultos como habían hecho todos los demás. Estuvo tentado de decirle adiós en ese momento y ahorrarse el problema, pero Shiz se había portado bien con él en el pasado y tenía que al menos concederle el beneficio de la duda.

-Suena bien- aprobó Shizel. Cuando era cosechado había pasado bastante tiempo rebuscando libros sobre duelismo mágico, preparándose para que nada en la ciudad les cogiese desprevenidos, y era cierto que era una rama interesante. Y amplia, además, teniendo en cuenta en qué ciudad se encontraban.

Se giró hacia el recién llegado con curiosidad. "Sinhadre", comprobó a primera vista. "Zmey debe habérselo traído." El piromante había mencionado una visita a su mundo, y Shizel sabía bien que aquel chaval no estaba entre los cosechados.

La interacción entre ambos era... extraña. Una mezcla de detalles y gestos inconscientes de cuyas razones nada sabía. Y la alternativa idrina para una situación de aquéllas, fuese cual fuese, siempre era la misma: barrerlo todo bajo la alfombra. No inquirir a menos que saliese el tema o no se estuviese razonablemente seguro de que no había moros en la costa. Limitarse a lo inofensivo.
Además, añadió la permanente parte de su cabeza centrada solamente en la fría curiosidad, preguntar delante del interesado era completamente contraproducente.

-Encantado- dijo amablemente. No incluir a Yoel en la conversación habría sido de mala educación, por lo que trató de que el sinhadre se sintiera cómodo-. ¿Te adaptas bien a la Sede? La mayoría de los que viven allí son raros pero inofensivos.
"Unos más que otros", añadió mentalmente con cierta malicia. Se preguntó qué tipo de transformados habría visto Yoel y si él mismo le resultaría curioso en comparación con Zmey, cuya transformación no le había reportado cambios físicos.

Pensar en la Sede le había recordado que en Serpentaria iba a sentirse como un tigre enjaulado hasta que pudiese practicar magia en condiciones de nuevo, y no era lo bastante confiado como para explorar en esas condiciones zonas desconocidas de Rocavarancolia. Pero pasarse por el minarete a hacer cierta visita podía solucionarle el aburrimiento el resto de la tarde.

La reaccion de Shizel sorprendió a ambos sinhadres por igual, pero uno lo pudo disimular mejor que el otro. Yoel se sintió incómodo, no sabía muy bien como actuar, pero supuso que Zmey esperaba que fingiese que todo era normal.

-Pues... más o menos. Es la primera vez que salgo de la Sede, me paso el dia en la habitación leyendo- explicó. Luego desvió la vista a Zmey- Nos... ¿ibamos ya?

El piromante miró los libros que había elegido. No iba a necesitar muchos más por el momento, así que era un buen momento para irse. Miró a Shizel.

-Eh... si no tienes nada más que hacer puedes venirte- propuso, no muy seguro de sus palabras- Aunque pareces cansado...

No tenía muchas oportunidades de socializar, al menos de forma no-hostil, y Shizel era de las pocas personas que le caían bien de su criba, por lo que no iba a dejar escapar la oportunidad de al menos hablar un poco más antes de que Alder pudiese decirle nada. Claro que tampoco quería atosigarlo.

Percibió la duda en la voz de Yoel y no hizo más preguntas.
-Pensaba precisamente en pasarme por la Sede- le confirmó a Zmey-. Si esperáis a que localice al encanto de bibliotecario de este lugar os acompaño.
Shizel estaba de buen humor; pronto podría empezar sus pruebas. En consecuencia el trayecto hasta el minarete enlazó con una conversación cuyos temas centrales fueron principalmente la magia y conocidos de la sede, ya que eran los puntos comunes entre el piromante y el skrýmir.

Sigue en la Sede de los Taumaturgos.

Llegué al gran edificio y esperé por DL en la entrada. Al fin lo vi acercarse y le dediqué una sonrisa.

-Buenos días, me alegro de que hayas venido.- y entramos.- Veamos, necesito libros relacionados con animales terrestres, ¿sabes por donde pueden estar?- sabía que el foner se había pasado un buen tiempo en la biblioteca y no me vendría mal si me decía donde estaban los libros.

Acaba de ver a Enredo esperándole, tuvo que saludarle para que lo reconociera dado que había salido de la Sede sin parecer en lo mas mínimo a el mismo, como últimamente hacía. En aquellos momentos el aspecto de DL era irreconocible, tenia un color de piel mas moreno que el suyo recubierto por una capa de escamas pardas por los brazos, cuello y perdiéndose bajo la ropa, uñas retráctiles como las de un felino, una larga cola de reptil fuerte y flexible y ojos con pupilas verticales de color verde. Ni siquiera su cabello era el suyo sino que traía el cabello oscuro y algo largo, sus mismos rasgos eran mas afilados. Al ver a Enredo le sonrió mostrando dos hileras de dientes puntiagudos.

-Animales, dices. Me he recorrido esa sesión prácticamente y hay de todo. ¿Buscas algo en especifico o te da un poco igual?- pregunto con un voz mas suave que la suya similar a un siseo mientras se adentraba en la Biblioteca y soltaba al brujo para andar por entre las estanterías sin hacer ruido, llevándolo a donde se encontrara la sección de animales, donde entraba categoría muy diversas.-Todo esta bastante revuelto por acá - añadió son alzar la voz y siguiendo hablando en ese tono suave mientras tomaba un par de libros que el se había leído u ojeado donde venían imágenes bastante claras de diferentes especies, pasándoselas al brujo.

-Pues.... como ya he dicho animales terrestres y pensándolo bien me gustaría que fuese un animal de zonas boscosas, ¿habrá de eso? -le pregunto observando sus cambios con detenimiento.- ¿Qué se supone que eres hoy? Por cierto, ¿que se siente al tener cola? -no era la primera persona que veía con cola, pero si la única con la que tenía confianza para preguntarlo.

El foner me condujo a una sección de la biblioteca y me cogió un libro para que lo hojease.

-No, lobos no. No quiero que se me coma al gato cuando lo traiga. Ciervos tampoco, demasiado grande para mi habitación.- seguí pasando páginas y al final tenía dos o tres opciones. Me gustaba el lince, y quizá podría domarlo. También estaba un lagarto que podía alimentar fácilmente. Y luego mi favorito de esos, el panda rojo y el que seguramente pediría.

-¿Que te parecen estos? El panda es fácil de alimentar, es tranquilo y el clima de la ciudad es adecuado, pero dime tu opinión, que seguro que tendrás que sufrir al animal también,- le comente con una sonrisa aunque lo cierto es que no tenia ni idea de si al cambiante le gustaban los animales.

No respondió a su pregunta, no hace falta lo averiguaría mismo a lo que si le presto atención fue ala pregunta que le hizo sobre su nueva transformación. Le resultaba peculiar que preguntara eso siendo que era evidente.

-Reptiliano y en cuanto a la cola, se siente como si tuviera una extremidad que puedo mover como un tercer brazo- respondió  lentamente tomando un nuevo libro con la cola ya que sus manos estaban ocupadas para echarle un vistazo antes de devolverlo a su lugar. Su explicación no era exactamente esa, pero era complicado de explicar sino lo habías sentido nunca, el tener cola para el ya no resultaba raro igual que no le era raro cuando movía uno de sus brazos. Escuchando como Enredo iba eliminando criaturas que no le interesaban, llegando a ver por encima de su ojo aquella cosita peluda que aprecia haber atraído su atención. Le miro interrogativamente cuando dijo que el también tendría que lidiar con el animal y sonrió en respuesta.

-En FONERA no existen animales que no quieran comerte o matarte, que tampoco es que haya demasiados, tampoco vi ninguno en esta ciudad que no sea así, así que por mi esta bien- respondió con calma mirando al pequeño animal mostrado en el libro. Le gustaban los animales pero hasta ahora no había visto ninguno que no intentara atacarle- Tendrías que cuidar su alimentación o podrías tener problemas con las plantas de tu cuarto. Aunque, ¿Donde piensas conseguir este animal?-  pregunto entregándole de vuelta el libro y mirándolo con obvia curiosidad, no parecía que fuera a ser fácil si lo que decía el libro era cierto y estaba en peligro en el mundo del que provenía- Esta ciudad no tiene mucha vegetación, si te consigues uno, mejor que lo hechices o algo para que pueda defenderse de necesitarlo- añadió  con objetividad una animal que no fuera capaz de defenderse, o no tuviera alguna habilidad no sobreviviría en la ciudad, menos si como imaginaba Enredo pretendía tenerlo con el la mayoría del tiempo.

-F.O.N.E.R.A. debe ser triste si todos los animales quieren matarte, en la tierra tenemos muchos como mascotas, y la gran mayoría no suelen atacar sin motivo, ya sea que les molestes o algo así. Los animales de aquí son.... excepciones, guardan mucho parecido con los terrestres y sin embargo se nota que han sufrido cambios mágicos.- respondí al cambiante.- Su alimentación no será problema, en Serpentaria hay mucha verdura y mira, dice aquí que si crecen en cautividad pueden comer algo de carne, de todas formas me viene bien que sea así ya que no creo que se meta con Sombra. Pienso comprarlo, a Giz, de los cuchitrileros, parece que se dedica a la genemagia así que intentare pedirle uno.- hice una pausa mientras pensaba en lo ultimo que dijo DL.- No creo que el animal vaya a salir mucho de Serpentaria, de todas formas tienes razón, seguramente le encante un collar que le proteja.

Seguí hojeando el libro por si acaso me había saltado un animal que me gustase mas pero no pareció ser el caso. Con todo la afirmación del foner sobre su mundo me hizo darme cuenta de lo poco que sabía de él, así que decidí preguntarle.

-DL, ¿cómo es tu mundo? ¿que hacías antes de venir?, es que acabo de darme cuenta de que apenas se nada de tu mundo ni de como funciona.

La explicación de Enredo de conseguiría al bichillo peludo lo dejo satisfecho, ya que conseguía a os del cuchitril y había sido Giz si no recordaba mal el que lo ayudo cuando se transformo colocándole un espejo. No lo había vuelto a ver desde ese día así que el sabe que estudiaba genemagia era un dato nuevo bastante interesante.

-Cuando vayas a ver a Giz me gustaría acompañarte, a ser posible- comento mientras miraba algún os libros con interés y distracción, de ellos había sacado muchas ideas para sus cambios, era una gran fuente de información e imágenes. No se espero que Enredo comenzara a preguntarle sobre F.O.N.E.R.A en aquellos momentos, recordaba haber mencionado diversas cosas de su mundo antes pero igualmente satisfizo la curiosidad del brujo mientras seguía ojeando un libro con criaturas mitad aves mitad reptil.

-Donde yo vivía una cúpula cubría lo que aquí es el cielo, se trataba de una gigantesca ciudad del tamaño de un continente, dividida en sectores dependiendo de las castas y muy avanzada tecnológicamente. No podías dar mas de dos pasos sin que te grabaran, si que un alarma saltara, sin que tuvieras que meter algún código...seguridad y vigilancia sobre todo. - continuo explicándole un poco sobre las otras razas de la ciudad y a que criaturas se parecían que fueran del conocimiento del brujo. Así como de la peligrosidad que significa esa zona debido a lo túneles que formaban el alcantarillado, contándole resumidamente lo que el sabia o había visto, nada mas- En cuanto a mi, estudiaba informática, aunque también por mi cuenta estudie un poco de libros de biología y medicina por simple curiosidad. En F.O.N.E.R.A, tienes un trabajo asignado desde el momento en el que abres lo ojos y estudias para ello, no puedes escoger- añadió mientras cerraba el libro y realizaba el hechizo de levitación sobre si mismo para comenzar a ojear los libros de las estanterías mas altas sin mencionar mucho mas de su mundo. Dudaba que fuera importante añadir lo de que todos eran estériles y que eran creados artificialmente. Aquello ya no es que importase mucho en su realidad actual.

-Oh, a mi no me importa que vengas, es mas, no me importaría tener algo de compañía. Es que hay que entrar en el castillo, y me da un poco de.... respeto,- me reí un poco mientras lo explicaba,- Sé que suena tonto, pero el castillo de cerca tiene que imponer. Iré esta tarde, si quieres te puedes quedar a comer en Serpentaria y luego me acompañas, ¿qué te parece?

Escuché la explicación del foner sobre su mundo y me quedé un poco sorprendido.

-Suena agobiante, quiero decir, ¿para que tanto control? Deberían dejar elegir a la gente lo qe quieren hacer. Y oye, por curiosidad ¿como funciona eso de la clonación? Quiero decir, ya me pareció raro cuando no te vi el ombligo en la playa y recabé un poco de información. La verdad es que estuve un rato en shock. Oh, ¿y cómo eligen quién debe hacer qué?-pregunté con un brillo curioso en los ojos.- Lo cierto es que informático no parece una mala profesión, pero por lo demás no me gustaría vivir allí.-afirmé mientras negaba con la cabeza.

Acepto lo de ir a comer a Serpentaria de paso  sin mucho problema, hacia algún tiempo que no comía allí debido a los entrenamientos. La curiosidad de Enredo por otra parte, no estaba saciada aun y DL lo observo desde lo alto bajando lentamente hasta su altura con un libro que había cogido.

-Por eso existe un grupo de rebeldes, que no están de acuerdos con la división por castas y el excesivo control, entre otras cosas. Yo pertenecía a este - añadió pasando las paginas del libro que había cogido, observando las criaturas que allí aparecían con interés. Aunque este se sustituyo al escuchar las palabras de Enredo levantando la vista del libro para verlo- Supongo que algo similar debe existir en tu mundo si sabes lo que es un clon -aquello de algún modo facilitaba la explicación- Los foner somos todos estériles, hombres y mujeres, somos creados dependiendo de lo que falte en la sociedad. Si necesitan mas gente para lo trabajos sucios, forman rojos y negros, si es para trabajos de un rango medio con cierta importancia, entonces son los amarillos y verdes. Los blancos son la casta superior, son muy pocos y forman el consejo de F.ON.E.R.A y justo debajo de estos esta la casta azul.- la curiosidad de Enredo sobre su mundo era bastante entretenida, peor no es como si tuviera grandes cosas buenas que decir de este, por algo había querido huir de el.

-No me gustaba vivir así, con un vida limitada y condicionada por otros, por eso no fue difícil que me cosecharan. Quería irme de allí -añadió mirando a Enredo sonrió tranquilamente- Si me dieran a elegir entre volver a mi mundo y quedarme, preferiría quedarme mil veces, prefiero los monstruos de este sitio que el vivir en una prisión.- respondió tranquilamente dejando el libro donde estaba y estirándose un poco mirando al brujo atentamente-Y deberíamos irnos ya, si ya obtuviste lo que necesitabas, ¿no crees?