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Plaza de la Fuente

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Plaza de la Fuente - Página 47 Empty Plaza de la Fuente

02/08/11, 06:49 pm
Recuerdo del primer mensaje :

Es una plaza amplia y rectangular con un monumento en el centro, una fuente formada por serpientes entrelazadas de cuyas bocas sale el chorro que llenaba la pila.

Sevent

Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad

Plaza de la Fuente - Página 47 Empty Re: Plaza de la Fuente

08/03/23, 08:27 pm
Abel, quien rebotaba incansable contra las paredes y sobre los escalones del edificio, parecía una masa monstruosa compuesta por tentáculos oscuros, la cual salía despedida por la puerta principal de la prisión.

Cada vez que lograba incorporarse, caía sobre sus cuatro extremidades, por lo que, hasta conseguir levantarse otra vez, tenía que continuar así con su camino. Era lógico, ya que el muchacho, quien se mantenía firme en mantener su identidad en secreto, no veía casi nada y se había metido entre ceja y ceja la idea de que había un monstruo del que escapar con suma rapidez.

No obstante, finalmente había conseguido salir de allí intacto. Tras unos cuantos segundos, frenó su marcha y logró, por fin, andar sobre sus dos pies. Interpretaba que se encontraba fuera del edificio debido a la tenue luz que iluminaba su piel a través de sus mechones

- Lo… hemos… conseguido… – musitó, dirigiendo las palabras a sus compañeros de escape imaginarios, puesto que el chico estaba tan ensimismado en sus fantasías que desconocía que la gente del torreón no lo había seguido.

Sentía que un torbellino de emociones apuñalaba su estómago. Pese a que le ilusionaba encontrarse en un mundo mágico con criaturas únicas e increíbles, notaba que la situación le sobrepasaba en todos los sentidos. El muchacho llevaba años prácticamente encerrado en su cuarto, sin casi posibilidades de interacción tanto con otros como con el exterior. Y, en el fondo, sabía que, ante tal cantidad de estímulos novedosos, estaba repitiendo los mismos patrones de conducta que había tenido hasta ahora: huir y esconderse.

Exhausto, notaba que el cansancio se mezclaba con el mareo y el mareo. El sobreesfuerzo físico provocaba que caminara tambaleándose de un lado a otro, errático y sediento, totalmente atrapado en la oscuridad de su melena.

- S… O… S…- intentaba decir en voz alta entre jadeos, con el objetivo de que alguien le oyese y acudiese al escuchar esas palabras de auxilio universales – …Monstruos…

Continuó moviéndose mientras repetía esas palabras hasta que se chocó de forma súbita contra algo.

- ¡Ah! – gimió el joven en un intento de ahogar un gran grito de sorpresa, puesto que se había dado cuenta de que se algo no era algo, sino alguien. Tanto él como sus compañeros no estaban solos, había encontrado a más gente en plaza.  

Por desgracia, el muchacho ignoraba que había colisionado con una chica bastante peligrosa.


Última edición por Sevent el 08/03/23, 11:38 pm, editado 1 vez
Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación

Plaza de la Fuente - Página 47 Empty Re: Plaza de la Fuente

08/03/23, 11:08 pm
Al salir del lugar, Ethan estuvo muy tentado de regresar sobre sus pasos y abrazar al lagarto.
Lo que se encontraba ante ellos era un golpe de realidad muy desolador. Ruinas lúgubres y edificios cuyas formas eran espeluznantes. <<Akeyo "querida", tu no necesitas a gente con un "don especial", tu lo que necesitas son putos obreros>>

Con un nerviosismo convertido en una sonrisa congelada, Ethan decidió que era suficiente. Desvió la vista de los recovecos oscuros, las callejuelas serpenteantes y los extraños ruidos para centrarse exclusivamente en aquellos que lo acompañaban. Al menos así, se sentía abrigado.

El primero en el que reparó fue aquel que tenía de la manita. Aniol era un encanto y por su actitud parecía un niño que escuchaba. Lamentaba que el pobre tuviera que encontrarse en ese sitio tan horrendo, y por ello, a medida que avanzaban intentaba amenizar el paseo. Le daba ligeros apretones con la mano, balanceaba un poco el brazo o le revolvía el pelo a la vez que le decía "Good good, you are doing good" tratando de levantarle los ánimos. Confiaba por la escasa comunicación de ambos, que llegará a entenderle.

Y luego estaba el... otro... No se explicaba como alguien en ese estado podía desbordar tanta alegría y energía... Sobre todo energía, DEMASIADA ENERGÍA. Ethan le vigilaba a medida que correteaba de un lado a otro. Sólo se dirigiría a él, si este empezaba a alejarse considerablemente respecto al grupo. En cuyo caso le llamaría por su nombre con una firmeza y sequedad hiriente. Siendo la primera vez, que Ethan, aún sin levantar la voz demostraba tener cierto carácter. No iba a estar dispuesto a perder a un niño porque este no entendiera el contexto en el que se encontraba.

Hasta Connor le parecía ahora la mejor de las compañías. Con la ayuda de un lagarto gigante y un sitio inhóspito, el chaval se había convertido a sus ojos en una figura respetable.
Ethan que en principio temía que supiera apuñalar, ahora deseaba que guardará un machete bajo el chaleco. Iba con la mentalidad de poli bueno, poli malo. A la primera que no funcionará el diálogo, estaba dispuesto a ver qué planes tenía en mente el pelirrosa.

-Hey, Connor. Gracias por no habernos dejado tirados antes. Sea cual sea el motivo, se aprecia.

Ethan decidió cortar la conversación cuando la callejuela se abrió ante ellos. Habían llegado a una extraña plazoleta donde un grupo de personas aguardaban junto a una fuente. Le alegraba notar que la mayoría eran humanos. Con la excepción del joven gatuno, que, tras el descubrimiento del lagarto, le parecía razonablemente normal.

-Bueno... Parece que tenemos compañía. No os separéis mucho porfa...

Al menos, quitando la cara de mala hostia de la joven que ya conocían ninguno daba la impresión de ser hostil. Y él, ya venía con uno que el mal carácter lo traía de serie. Así que lo consideraba tablas.
Seth

Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental

Plaza de la Fuente - Página 47 Empty Re: Plaza de la Fuente

09/03/23, 11:57 am
Connor, Ethan y los dos niños, que se presentaron como Aniol y Damian, salieron al exterior. El paisaje era simplemente desolador, y el motero frunció el ceño preocupado al ver la ciudad en ruinas. <<Nos han tirado a un puto agujero y han cerrado con llave...Hijos de puta...>>. Pensó con furia, para después darse la vuelta y observar la prisión de la que habían salido.

Connor caminó junto a los otros tres, en guardia por si aparecía algo peligroso o extraño. De vez en cuando miraba de reojo a los dos críos, pero éstos estaban bien controlados por Ethan. Quien tuvo que llamar con voz autoritaria alguna vez a Damian. El motero procuraba no mirar mucho al niño andrajoso, le recordaba demasiado a su yo de diez años. Con la única compañía del frío, el hambre y la mierda que iba acumulando con el paso del tiempo. No podía estar seguro del todo, pero podía apostar a que aquel chiquillo repelente y molesto vivía en la calle. Eso o sus padres eran unos guarros de cuidado, unos cabrones o ambas cosas. Aniol por su parte era mucho más calmado y limpio, y le recordaba más a su yo antes de fugarse del orfanato. Un niño con nada fuera de lo común, con sus miedos y sus ilusiones.

A Ethan en cambio siguió estudiándolo mientras andaban por ese callejón recto. Aún no se fiaba del todo de él, la desconfianza era una de sus medidas de supervivencia más efectivas al fin y al cabo, pero es cierto que ya no estaba tan alerta como antes. Parecía un chico... normal. Como cualquier otro con el que se habría cruzado en Texas y no le habría hecho caso, a no ser que le tocara los huevos al club y a Eva. Pero con la luz moribunda de ese día y la tensión más calmada, pudo observar la cicatriz de su rostro. Y se preguntó si escondía más de lo que mostraba, como él mismo. <<Si es así se lo acabaré sacando, aunque sea a hostias>>. Meditó antes de que el británico hablara y lo sacara de su trance. Que le agradeciera no abandonarlos le pilló algo por sorpresa, y Connor se limitó a asentir mientras escuchaba. "Sea cual sea el motivo, se aprecia"... Al motero le sonó a que el chico no confiaba del todo en él. Pero lo cierto es que lo entendía perfectamente. Sí que se había quedado para proteger a Aniol, pero con Ethan había sido una cuestión de estrategia. No quiso dejarlo tirado para que saliera de allí con vida y le contara a los demás que lo había abandonado, para perder la seguridad y confianza del grupo. Y visto cómo se había comportado de asustadizo el hombre perro, había hecho bien en quedarse.

-No hay de qué, joder.- Le contestó, con la atención fija en un edificio ruinoso y oscuro de mal aspecto. Después lo miró con gesto serio, mientras se ajustaba el chaleco. -Tú también tuviste un buen par de cojones con el puto perro, poniéndote delante del niño.- Le concedería a Ethan. Nunca se lo admitiría, pero le daba algo de rabia esa faceta que había mostrado el británico. Porque sabía que algunos de sus hermanos de carretera no habrían tenido esa clase de valor para arriesgar su vida por la de un jodido niño vestido de reno navideño. Por eso pensaba que aunque desconfiara del británico, al menos Ethan merecía oír ese halago que tanto le fastidiaba decir.

Justo entonces la calle terminó y se encontraron ante una gran plaza, con una fuente de piedra adornada con serpientes. Aunque lo que le llamó la atención a Connor fue que había más gente allí. La mayoría humanos excepto uno de aspecto felino. Teniendo en cuenta lo que había visto dentro de la prisión, su aspecto solo hizo que levantara una ceja mientras lo estudiaba con curiosidad. Entre ellos pudo ver a la chica con la que había hablado antes, Kalna.

-¿Ves a esa puta rara de ahí?- Le diría a Ethan mientras observaba a Kalna.-Va a su puto rollo, joder...-Informó sin quitarle la mirada a la chica.


Última edición por Seth el 09/03/23, 10:37 pm, editado 1 vez
Isma

Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad

Plaza de la Fuente - Página 47 Empty Re: Plaza de la Fuente

09/03/23, 12:43 pm
Cuando empezaron a caminar fuera de aquella prisión, Damian no paraba de mirar a su alrededor. Mejor dicho, no paraba en general. Estaba señalando y comentando todo lo que veía, correteando alrededor del grupo a veces delante de ellos, otras veces detrás. En ocasiones se colocaba al lado de alguno de los tres, mirándolos. No sabía exactamente cómo actuar, siendo en su mayoría su modo por defecto que parecía que le daban cuerda. Eran personas jóvenes, el de la cresta parecía el más mayor y Ethan no sería mucho menor pero aquel chico, Aniol, se llevaría más de una mirada intrigada del italiano por el camino. Podría ser de su edad y eso era nuevo, nunca había hablado con nadie así de joven.

Mirando al fondo, en aquella plaza, pudo ver al fideo con pelo y a una chica pelirroja algo cabreada con otro chico joven con cara de listillo acompañado de… ¿de otro ser fantástico? Tenía rasgos de gato y orejas grandotas pero mayoritariamente encajaba en el molde humano, al menos a simple vista. Damián inconscientemente no lo repudió tantísimo como al chucho, pues sus rasgos eran más “sutiles” en su lógica.

Luego estaba aquella mujer fuerte, pálida e intimidante, tanto como el pelirrosa. Su madre era de rasgos más delicados y el contraste de ver aquella mole de mujer le hizo arquear su boca en forma de “o”, sorprendido. Connor parecía mirarla, sonaba algo molesto por el tono en el que hablaba.

¡Oh, una fuente! —en el medio de la plaza había una bonita fuente adornada con serpientes. El monumento llamó lo suficiente la atención del chico como para acercarse a ella corriendo dando zapatazos. El agua que corría de la fuente le hizo tragar, el italiano estaba seco y sin dudar ni un segundo, ignorando a quien le hablase e incluso a la mujer gigante, metió sus manos en ella haciendo forma de cuenco para poder beber grandes cantidades. Al terminar de beber, con su boca mojada se dio la vuelta suspirando de alivio—. ¡Bufff! Estaba seco, jooooder que rica.

Que raro, eso le sonó raro en la cabeza. ¿Esas eran sus palabras?

Uy… Eh… ¿Qué? Que raro hablo de pro- ¡Ahhh que rar-! ¡Ahhh, que coraj-! ¡Me escucho ma-! ¿¡Que coño?! —se estaba retroalimentando solo en su confusión, cada vez que hablaba en su nueva lengua se quejaba. Se tiraría así un buen rato.
LEC

Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.

Plaza de la Fuente - Página 47 Empty Re: Plaza de la Fuente

09/03/23, 07:24 pm
Pronto la plaza dejó de estar desierta, cuando dos chicos llegaron corriendo, como huyendo de algo. ¿Acaso habían empezado las pruebas ya? Entonces debía estar alerta, para cuando llegaran los enemigos poder enfrentarse a ellos. Ojalá se hubiera podido traer su espada, la iba a necesitar y el combate sin armas no era su especialidad.

De los dos chicos había uno de piel clara y el pelo de un color normal, que le gritaba cosas en un idioma (¿o dos?) que no entendía, y otro de piel más oscura y el pelo de un color naranja que no le llamaba tanto la atención como sus facciones: ese morro se le antojaba tan extraño que tardó más de la cuenta en fijarse que llevaba oro. «¡Por fin!» Fuera de donde fuese, al menos parecía ser hijo de alguna noble, lo que al menos le confería cierto estatus a pesar de ser un chico. Alguien mínimamente digno de estar allí con ella. Les señaló la fuente e hizo gestos para darles a entender que bebiesen, ya que así esperaba poder entenderse.

La siguiente en llegar fue aquella chica que la había mirado como su compatriota de los valles, a la que dedicó un repaso con la mirada de arriba abajo. Al menos era una chica, pero no tenía nada de especial salvo que había sido tan poco inteligente que no solo era que llevase un calzado incómodo, es que ni siquiera iba calzada. Ella podía haber priorizado ir guapa y fiera a calentita, pero al menos se había llevado unas botas con las que poder andar.

Y luego…luego llegó una masa de pelo negro, que parecía ser de lo que habían estado huyendo los dos primeros. Su cuerpo se tensó ligeramente mientras la figura iba de un lado a otro de manera tan errática que le costó saber a dónde iba hasta que casi la tuvo encima. Su instinto y los reflejos reaccionaron antes de lo que pudo pensar si era o no un enemigo, y le agarró de la ropa para lanzarle en la dirección en la que se había estado moviendo, aprovechando el impulso.

El problema era que la fuente estaba en medio de su trayectoria, y que alguien más, del que solo se percató una vez hubo lanzado a bola de pelo, estaba ahora bebiendo de ella.
Jack
Jack

Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia

Personajes :
Jack: Vampiro de humo terrícola.
Atol/Skarog: Helión libense.
Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
Tawar: Repobladore de la montaña

Unidades mágicas : 12/12
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco


Humor : Os falta bosque, gigantes

Plaza de la Fuente - Página 47 Empty Re: Plaza de la Fuente

10/03/23, 10:06 pm
Los dos gigantes le imitaron y le repobladore no se lo podía creer. ¡Le habían entendido! Habían pronunciado su nombre súper bien, por la Flora, y había dado un saltito en las manos cuando le había dicho el suyo el gigante que le llevaba. También le agradeció a Airi con otro gesto de cabeza como el suyo que le prestara sus dos manos.
¡Sí, así! ¡Airi... Airi, gracias! ¡Reghin! —exclamó con toda la ilusión de la Flora.

También había escuchado los nombres de los demás, pero era demasiada información. Tan solo se había quedado con el que había intentado tocarle sin permiso. ¡Quién se habría creído ese Damian! Le había mirado con un mohín antes de centrarse en el camino que estaban siguiendo el grupo entero.

Si atender a una conversación de gigantes fue caótico, salir al exterior fue sobrecogedor. Le repobladore ahogó un grito tapándose la boca con dos de sus manos. Abrió mucho los ojos y dio varias vueltas sobre las manos poniendo su mirada en todo lo que podía ver, en todas direcciones. ¡Todo le era desconocido! Tuvo que asimilar que habían salido de una especie de cueva gris, el sitio donde había despertado, pero pronto otro estímulo le robó la atención, como que hubiera más cuevas así alrededor del claro en el que se encontraban o que no hubiera ni un solo árbol en el pequeño horizonte que alcanzaba con su vista. ¿Pero dónde estaban? No había oído hablar de una región así en su vida. Hasta el cielo estaba demasiado cerca, sin árboles que taparan su visión.

Y por si fuera poco, todos los gigantes se estaban reuniendo en el centro de aquel extraño claro, donde había otra estructura de lo más inusitada. Escuchar el agua correr fue motivo de alegría y acaparador de su atención plena, pero no quería poner un pie en ese suelo gris. ¿Cómo iba a moverse por allí a salvo, sin poder brincar ni trepar a las ramas y sus hojas? ¿Podría saltar entre gigantes amables como Airi y Reghin? «Quizás si me subo a su cabeza pueda ir de uno en uno, o intentar que llegue al agua algune de elles» No se había fijado bien en lo que pudiera estar pasando allí entre los gigantes, pues solo quería llegar y saltar al agua. No había probado bocado desde... ¡ni se acordaba!

Así pues, volvió a darle unos toques a Airi con una mano mientras con la otra señalaba la el montículo peculiar del centro. A elle le pisarían si se acercaba por el suelo, definitivamente, por mucho que fuera silbando y gritando, pero a lomos de un gigante quizás tendría más suerte y podría beber. «No se lo van a creer cuando lo cuente en casa, ¡Tawar, domadore de gigantes!» se reía para sus adentros.

_________________________________________

No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
Kanyum
Kanyum

Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
Nohlem: varmano granta. 1’69m
Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m

Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento.
Status : Prrrr prrrrr

Plaza de la Fuente - Página 47 Empty Re: Plaza de la Fuente

10/03/23, 10:30 pm
Bendito fuera Rick y todos sus antecesores. Nohlem bajó las manos poco a poco, visto que efectivamente el chaval no conocía a la otra ni existía alianza para matarle, bien. La mujer -con ese aspecto no era adecuado describirla como chica- les señaló la fuente sin más, que teniendo en cuenta todo lo que estaba pasando llegados a este punto le daba igual beber de ella. La chica pelirroja a la que habían visto antes le dijo algo a Rick mientras él seguía creciendo en nervios. Se acercó a la fuente bordeando discretamente a la más alta, a paso ligero pero cauteloso, mientras contenía el mareo, trataba de controlar su pulso y su respiración.

Su hermana. Había tenido una hermana, la había olvidado y vuelto a recordar el mismo día que le habían traido al abismo de los desamparados. El color de pelo de una y el oro de la otra le inquietaban por ello. Tenía que estar siendo una paranoia, una ilusión, le habían metido magia en la cabeza para volverle loco, no obstante los recuerdos eran demasiado claros, más naturales incluso que la totalidad de su último año vivido, más que todo lo que estaba experimentando en ese mismo instante. Era hijo único y de alguna forma tenía una melliza. En casa no existía un cuarto para su hermana y aún así sabía perfectamente donde estaba. Recordaba pillarla bailando sola, pintarse las uñas en su tocador blanco mientras él le hablaba de amoríos, cuando se peleaban por el tocadiscos, como dejaba los libros que se estuviera leyendo por toda la casa, como se metían en el armario de su padre cuando jugaban al escondite de pequeños, las últimas discusiones...
No la había visto- no, no había existido durante un año, pero ahora la recordaba perfectamente. Ni siquiera sus padres la habían echado en falta. ¿Qué demonios había pasado?

Con el pulso hecho una pena y la boca más pastosa que una babosa atacada por hormigas Nohlem se agarró a una serpiente de piedra y bebió de ella. Sintió todo el recorrido del agua como si nada hubiera cruzado su garganta durante todo un día, y si creía que eso iba a aliviarle mentalmente tanto como lo hizo físicamente estaba muy equivocado. Sus ya de por sí confusos pensamientos dejaron de estar en varmano, y al querer pensar cualquier palabra en su idioma materno simplemente se había ido, reemplazada por otra.

¿Qué? —oírlo fue más raro aún—. ¿¡Qué!? Amarillo, flauta, casa, pez, biombo. Qué. Nohlem… Kahlo…  —ojiplático se llevó ambas manos a la frente, la masajeó y se sentó en el borde de la fuente, inclinado hacia delante—. Estoy loco. Me estoy volviendo loco. Quiero irme a casa. No entiendo nada ¡pero sí entiendo esto! y no entiendo como entiendo esto, no- —el ruido de un golpe y las salpicaduras le hicieron voltearse. Pegó un grito al ver de nuevo a la masa de pelo negro que los había perseguido estampada contra el agua y se levantó de un salto—. ¡POR EL AMOR DE UNA ABUELA QUÉ OS PASA!

Había distancia suficiente entre él y el peligro, además tenía a la mujerona en medio, pero… a parte de la criatura, ¿eso en el agua era un crío?

Que me parta un rayo de una maldita vez por favor.

_________________________________________

♪♫♬:
Harek
Harek

Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma

Personajes :

Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia.
Armas :

  • Rick: Sable y arco
  • Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire

Status : The journey never ends

Humor : Cualquier cosa me vale.

Plaza de la Fuente - Página 47 Empty Re: Plaza de la Fuente

10/03/23, 11:32 pm
La chica gótica no le respondió y se limitó a señalarles la fuente para que bebieran de ella. -(¿No sabe ninguno de los dos, entonces?)- se preguntó sopesando si debía hacerle caso. Sin embargo, una voz que sí entendió le hizo girarse en la dirección de la que provenía. La chica que había visto en las mazmorras estaba delante de él, con un inglés con un claro acento escocés, totalmente seria y con una de las lenguas más afiladas que había escuchado nunca. Con el esbozo de una leve sonrisa pícara, le respondió con un sarcasmo más ligero: -Podría, pero no sería la mejor opción en un sitio que no conozco y puede ser peligroso para los presentes- Se estaba arriesgando a llevarse alguna reprimenda más fuerte de ella, pero quería demostrar que también podía jugar a ese juego. Con una actitud más relajada e intentando transmitir buen rollo, se presentó: -Soy Rick, encantado. ¿Y...?-

Otra palabra que conocía le hizo girarse y poner la atención a algo que había visto por el rabillo del ojo, pero que no le había dado importancia hasta ahora. Por un momento vio como el monstruo del que habían escapado se acercaba a la fuente, ahora ya a dos patas. Ahora que se fijaba bien, parecía una persona y estaba seguro que había dicho algo en español. -(No fastidies que...)- pensó mientras se daba cuenta de la confusión que había tenido en las mazmorras. En cuanto vio que la metalera comenzaba a agarrar al humano, se adelantó y con una mano hacia adelante exclamó: -¡Espera, no!- Pero ya era demasiado tarde y el español salió volando hacia la fuente.

Sin dudarlo corrió hasta él y pudo comprobar dos cosas: que un niño que no había visto hasta ahora también había caído dentro y que Nohlem, que estaba cerca, estaba hablando en otro idioma. Cierto era que no le había entendido en ningún momento, pero lo que decía ahora le sonaba lo suficientemente distinto para pensar en ello. -(Que demonios, no hay tiempo que perder)- se convenció mientras dio un trago al agua antes de extender una mano a los dos caídos para levantarlos. -¡Eh! ¿Estáis bien? ¿Os duele algo?- dijo en dirección a ambos con una voz que se le hizo extraña. Aquello no era inglés y, aunque intentará pensar en ello, cualquier cosa aparecía en aquel idioma que estaba pasando a ser el suyo. -(Vaya día de locos se está quedando. ¿Falta algo más?)-
Aes
Aes

Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
Fleur: Humana (Francia)
Siwani
Aniol: Humano (Polonia)


Unidades mágicas : 9/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D

Plaza de la Fuente - Página 47 Empty Re: Plaza de la Fuente

11/03/23, 12:27 pm
El paisaje con el que el reducido y variopinto grupo se encontró no fue para nada el esperado para el polaco. Ante ellos se extendía una ciudad yerma y sin vida, repleta de esquinas, recovecos y calles sinuosas que no llegaban hacia ninguna parte. Parecía un puzzle de esos que su hermana Tabitha dejaba siempre a la mitad, como si estuviera construida a medias o alguien hubiera decidido arrasar una gran parte. Era horrendo y oscuro. Pero si no se encontraba en el Polo Norte… ni en un mundo de fantasía y color… ¿Qué era aquel lugar?. Parecía el mundo del país de los villanos-malos-malísimos. Aniol pensó que sin duda papá y mamá se enfadarían mucho con Akeyo por haberle llevado hasta allí. Debían estar buscándole de manera desesperada, y aunque estaba dispuesto a asumir ese precio si el riesgo hubiera merecido la pena… sin duda ahora solo quería volver a casa por muy especial que fuera.

Lo que significaba que los demás también eran personas especiales. Connor le infundía miedo, simple y llanamente, pero de alguna forma durante aquella caminata se mostró más calmado e indiferente y entendió que si no le molestaba quizá no tendría por qué ponerse con él de la misma forma que se puso con el Señor Perro Grande. En cambio, quien más pensamientos contradictorios le generaba era Damian, el niño que no paraba quieto y durante todo el trayecto no cesaba de mirarle sin disimulo, como si le sorprendiera algo de él que no lograba identificar.  ¿Sería su cabello largo? A todo el mundo no le gustaba que un chico tuviera melena… ¿O sería su mono de renito? De pronto se sintió ridículo e intimidado pero al mismo tiempo curioso. Aunque un poco cafre, no parecía mostrarse triste ni ser mala persona.

Está muy flaquito —susurró en voz queda en dirección al británico sin recordar que este no podía entenderle—. Seguro que hay comida cerca, tiene que comer el pobrecito —dijo, al tiempo que le crujían sus propias tripas. Aniol apretaba la mano del muchacho de vez en cuando, palpando con cuidado algunas irregularidades en la piel que identificó como cicatrices. Al salir de la oscura mazmorra pudo comprobar gracias al aumento de luz que su rostro y algunas zonas estaban surcadas por heridas mal curadas. Lejos de asustarse sintió cierta lástima, aunque el chico no dejaba de parecerle muy guapo, seguro que a su hermana Jassia le encantaba. Harían buena pareja cuando se lo presentara.

La presencia de Ethan hacía que las cosas parecieran menos feas y el niño recibía como un bálsamo tranquilizador lo que él percibía como calidez. Pudo distraerse apretándole de vez en cuando la mano o balanceando el brazo como si estuvieran paseando por un parque. Cuando en inglés le parecía escuchar que lo estaba haciendo bien le miraba y sonreía con los ojos un poco brillosos, sin querer distraerse demasiado para no tropezar con los adoquines destrozados de la calle.

Al poco llegaron a lo que parecía una plazoleta, aunque esta no se parecía a la de su ciudad donde había muchos puestecitos y un mercado. En su lugar carecía de ruido y de personas. Solo pudo ver a un par o tres que acababan de llegar poco antes. Antes de que pudiera apreciar mejor su aspecto el caos se desató y los hechos ocurrieron rápido. La mujer que daba miedo empujó a un chico alto y desgarbado hacia la fuente.
¿Por qué ha hecho eso? Podría haberse apartado… —los ojos color miel de Aniol se abrieron de par en par cuando descubrió que el otro niño se había alejado de ellos y escapaba de su campo de visión. Abrió mucho la boca cuando le vio en el agua, arrollado por el chico grande y sangrando por la nariz. Le temblaron las rodillas—. ¡Ay, que se nos mató! —decidió no acercarse, ya que otro chico de los mayores lo hizo, supuso que preocupándose por el estado de Damian. Aniol apretó más fuerte aún la mano de Ethan para retenerle si este se movía—. No te apartes porfa porfa porfa, todos están muy locos… —sentía como la cabeza le daba vueltas por tanta información. La gente se empujaba o hablaba con histeria en idiomas desconocidos, como el chico de más allá y de pelo anaranjado quien no lucía en mejor estado mental que él.

¿Era un… ELFO?.

_________________________________________

"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."

"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."

"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."

"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
Tak
Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
Kin: demonio raigaurum irrense.
Ayne: anima sinhadre.
Eara: sinhadre sin esencia.
Nime: demonio mineral libense.
Iemai: cercana, fallecida.
Airi: sanaí.


Unidades mágicas : 8/8

Síntomas : Tendencia a alargar sus baños.

Armas :
Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
Kin: alfanje y guan dao.
Ayne: sable.
Eara: ballesta de repetición.
Nime: dagas.
Airi: diálogo y esconderse.


Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧

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11/03/23, 09:05 pm
Airi se alegraba de que hubieran podido presentarse todos y lograr comunicar al menos una cosa a pesar de las circunstancias. Cuando escuchó su nombre pronunciado con un acento extraño por el lagarto humanoide le resultó un poco cómico, pero tal vez solo eran sus nervios no sabiendo aún cómo encajar todo aquello. Otra cosa que no supo encajar fue el nombre del aarko bípedo, pero porque no era capaz de repetirlo ni mentalmente como había hecho con otros –su idioma parecía funcionar por golpes de voz secos y llenos de consonantes, todo lo contrario a su propia lengua– . Mientras observaba al aarko asintió, esperando poder oírlo un par de veces más antes de que necesitase decirlo en voz alta.

Cuando empezaron a dirigirse al exterior Airi se dio cuenta de que Taguar había dejado de estar inmóvil. Había dicho algo, que lógicamente no había entendido, pero por sus gestos parecía contento, y al verlo dar un saltito Airi no había podido evitar sonreírle. Tal vez no era tan peligroso, y si hasta ahora había estado nervioso podía entender perfectamente cómo se sentía. Sin tener su diminuto tamaño ya tenía miedo, no quería imaginarse lo que era para Taguar.

Al salir al exterior Airi dejó de prestarle atención durante un rato a la criatura planta. Le recibió una brisa fría como las que corrían algunas noches, pero cargada de humedad. En el cielo, las nubes de lluvia se arremolinaban y movían a toda velocidad, casi como si augurasen tormenta. Airi se estremeció de frío, pero también de anticipación, recordando que no tenía nada para protegerse si se levantase una tormenta de arena. Por otro lado, el paisaje que tenía delante le era tan ajeno que bien podían estar muy, muy lejos de Saohkos. Eso sí, el lugar era un páramo sin vida ni verde, al menos hasta donde podía ver, y los edificios ruinosos se extendían hasta las montañas más cercanas que se podían atisbar entre ellos.
Qué sitio tan tétrico… —murmuró.

Fue Taguar quien le sacó de su ensimismamiento una vez más, solo que ya no le asustó por hacerlo. Un poco más adelante había un monumento del que salía agua –Airi suponía que sería un artefacto captador de humedad– y más personas se reunían en torno a él. La criatura le señalaba hacia aquel lugar insistentemente, por lo que asintió y continuó caminando en aquella dirección. Allí estaban ya algunos de los que habían visto dentro del edificio anteriormente, y lo mejor que podía hacer era intentar comunicarse entre ellos para intentar entender qué pasaba. Airi deseaba que hubiese apareciese alguien que entendiese, al menos, el lenguaje de signos universal.

Lo que no esperaba era presenciar mientras caminaban cómo el chico del pelo largo era lanzado al agua. Y, si no se equivocaba, también el chico inquieto había terminado mojado por extensión. Airi no entendía qué acababa de pasar, así que se giró para ver las reacciones de sus compañeros y dirigirles una mirada entre interrogante y preocupada. ¿Se estarían peleando de nuevo? Como mínimo decidió apurar el paso para ver qué ocurría y decidir, entonces, qué hacer.
Giniroryu
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Personajes : Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
Lethe: Horus, enderth.
Rägjynn: mjörní.
Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.


Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas : Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
Irianna: arco y estoque.
Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
Lethe: arco y lanza.
Rägjynn: jō.
Naeleth: arco, sai y báculo.


Status : Gin: do the windy thing.

Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.

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11/03/23, 09:39 pm
El nombre del lobo era complicado pero Rägjynn trató de prestar toda la atención posible y asintió con expresión de concentración cuando lo pronunció muy despacio. Szezenyak era lo que había entendido y esperaba que al menos fuese suficiente por el momento. También le sonrió a la pequeña criatura cuando pronunció su nombre de forma bastante acertada.

El exterior era tan gris y ruinoso como el edificio con celdas que acababan de abandonar y que había vislumbrado desde el agujero de la pared, aunque probablemente se encontraban en otro punto cardinal. No podía saberlo con seguridad, pero era lo más probable. El frío se hizo más notable una vez al aire libre por completo y Räg se tuvo que volver a arrebujar en su haori, que por suerte ahora estaba libre de tirones.

A pesar de que todos parecían igual de perdidos que él, de alguna manera el camino los llevó a un lugar muy específico: una plaza. Y allí estaba ya Daniän que había corrido delante del resto, junto al chico de pelo largo y a más personas que era la primera vez que veía. Bueno, alguno de ellos debía ser aquel que salió corriendo, aunque ya no podía distinguirlo.
Desde la distancia observó con curiosidad a las cuatro personas desconocidas: excepto uno de ellos que tenía unos rasgos que no había visto en ningún otro, parecían más de la misma especie. ¿Cuál sería la razón de que hubiese tanta gente como aquella y en cambio él era el único mjörní? No solo él, por supuesto, tampoco había más seres como Tawar o Szezenyak, Ëiry parecía pertenecer a otra especie distinta también, y la persona de pelo anaranjado y hocico también era distinta. Que, hablando de esa persona… ¿Le ocurría algo? Parecía estar hablando mucho con una expresión que no indicaba nada bueno.

En cualquier caso, eso pasó a segundo plano cuando, aun desde la distancia, pudo ver como aquella persona con la cara pintada empujó bruscamente al de pelo largo mientras Daniän todavía estaba junto a lo que parecía una fuente. El impacto fue inevitable y Räg dejó escapar una exclamación horrorizada y, olvidándose de la precaución echó a correr en dirección a los afectados. Agnöl también parecía alterado por lo que acababa de ocurrir y eso le hizo ir aún más rápido.
¿¿Te encuentras bien, Daniän?? ¿Y tú? —miró frenéticamente de uno a otro con rostro compungido, especialmente al comprobar que el pequeño tenía una herida en la nariz.

A continuación su vista se posó sobre la persona agresora. Verla de cerca le produjo una sensación aún peor debido a su aspecto. Ni siquiera se paró a pensar en las diferencias anatómicas que si la situación hubiese estado tranquila le habrían llamado la atención. La pintura que llevaba en la cara le recordaba a algo muy concreto de las clases de historia, aunque fuese de color negro. No era mjörní, por lo que en su cultura no tenían por qué significar lo mismo los colores. No quería saltar a conclusiones, pero Räg sospechaba que aquella persona pertenecía a algún tipo de ejército en su planeta. No se le había pasado por la cabeza hasta ese instante, pero en realidad no era nada descabellado: otros mundos podían tener ejércitos todavía. Ese pensamiento le hizo temblar y mirar a todos lados. ¿El de la cresta rosa a lo mejor también…?

Rägjynn se quedó paralizado. La tarde en la que paseaba por la playa con Alysdr y Skjë apareció en su cabeza, que si ya antes le dolía ahora bombeaba de dolor. El jörd teñido de rojo, que en realidad era su sangre. Su intención había sido intentar decirle algo a esa persona que había empujado a los otros dos, pero de pronto se encontraba al borde de un ataque de pánico. Los conceptos se habían empezado a relacionar en su cabeza a demasiada velocidad y su instinto le decía que se fuese corriendo. Pero no podía moverse. El mjörní empezó a hiperventilar y su visión se volvió borrosa. Se estaba mareando. Los demás podrían observar como temblaba ligeramente y su rostro se había quedado desencajado en una expresión de miedo.

A trompicones, sin ser capaz de razonar demasiado en ese instante, se dirigió hacia el agua. Echarse agua en la cara podría ayudarle, era el único pensamiento coherente que estaba teniendo en ese momento.
D-disculpad… —tartamudeó con voz ahogada por si había alguien todavía cerca y no lo estaba viendo.

Recogió agua en las manos temblorosas haciendo un cuenco y se la echó en la cara. En ese mismo instante, otra sensación invadió su cabeza y trastabilló hacia atrás, casi cayéndose por segunda vez esa mañana. Al shock que ya estaba sufriendo se le sumó el de notar como algo invadía su mente. No tardó en darse cuenta de que era magia lo que le estaba afectando y era evidente qué hacía. En aquellas circunstancias no sabía reaccionar como era debido.
¿A… alguien me entiende ahora? —atinó a decir finalmente, inmóvil de nuevo.

Quería regresar junto al Szezenyak, Tawar y Ëiry y miró en su dirección con cara de circunstancias. Por suerte, los tres ya se habían acercado a la fuente: ahora se encontraba considerablemente más cómodo los que se habían quedado rezagados con él. De reojo también miró a la persona con pintura de guerra y después al resto. Necesitaba calmarse. A lo mejor estaba saltando a conclusiones y además no eran mjörnís. En realidad ni siquiera era la sospecha en sí lo que le había dejado en ese estado. Se frotó los ojos de repente y con la vista nublada pudo vislumbrar que el único líquido que había era agua. Dejó escapar un suspiro leve y su cuerpo pareció reaccionar por fin. Antes de intentar hacer gestos para que bebiesen los que no lo habían hecho, se dio cuenta de lo seca que estaba su boca y su garganta. Antes no había podido plantearse si el agua estaba en buen estado, pero lo cierto era que parecía muy limpia. Bebió un largo trago del chorro y en esa ocasión tan solo fue como beber agua normal.
Muffie
Muffie

Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
Wednesday: Vouivre humana británica.
Karime: Licántropa loba libense de la capital.
Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.



Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
Ka: Le falta el ojo izquierdo.
Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.


Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
Wen: Guadaña doble y arco.
Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
Kim: Arco, machetes y dagas.
Neil: Cuchara de madera y cera.
Edén: Magia y sonrisas amables.
Colmillo: inutilidad.



Humor : Absurdo

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11/03/23, 11:22 pm

Colmillo siguió al pequeño grupo por las calles que eran tal y como las había visto al asomarse por la ventana de la habitación en la que había despertado: trsite y en ruinas.

Mientras el vittya seguía al lagarto por el camino que seguramente también habían seguido los seres que parecían ser de la misma especie, Colmillo pensó que quizás todos estaban igual de perdidos que él y aquello le dejó una sensación a caballo entre preocupación y alivio, ya que no quería ser el peor enterado después de que Matka hubiera confiado en él, pero tampoco era un buen augurio que ninguno supiera por qué estaban ahí. ¿También habrían sido enviados por Matka? ¿O tenían otros dioses que les habían enviado? El zawodny se preguntó si tendría alguna oportunidad de resolver esas preguntas y todas las demás que tenía en un futuro próximo.

No tardaron mucho en llegar a una especie de plaza con una fuente en medio, lo que le alegró bastante teniendo en cuenta la sed que tenía. A rededor de esta ya se encontraban tanto los seres con los que se había encontrado anteriormente, incluido el de las manchas negras en la cara. Además, había otros cuatro seres a los que no había visto con anterioridad, aunque pudo ver que al menos dos de ellos debían ser de la misma raza que los otros, uno era muy parecido excepto por sus orejas y hocico y el cuarto... no sabía muy bien definir al cuarto ya que ni siquiera era capaz de verle la cara. Aunque el ser con manchas negras en la cara debió interpretarlo como una amenaza, ya que en cuanto se le acercó lo lanzó hacia la fuente, golpeando al maloliente en su camino. "A ver, puedo estar de acuerdo con el daño colateral, la verdad. Así al menos no olerá a estiércol de dorogo" se dijo al verlo caer a la fuente, aunque al momento se arrepintió un poco al ver la preocupación del lagarto y la sangre en la nariz del pequeño.

Ante la incomodidad que le produjo la situación al no saber exactamente qué hacer, Colmillo quedó quieto en su lugar, sin saber dónde poner las manos o a dónde mirar y preguntándose si se vería desconsiderado o mal educado de su parte beber de la fuente sin más, pero al ver como el lagarto había comenzado a temblar y ponerse nervioso, el vittya volvió a acercarse a este moviendo la cola con nerviosismo, al menos para estar en su proximidad por si necesitaba algo. No es que él fuera a ser de mucha ayuda, imaginaba, ya que no conocía en absoluto su especie, pero Colmillo pensó que al final el pánico era pánico y que, aunque no sabía el por qué le estaba dando un ataque (aunque sospechaba que quizás podía deberse a la sangre del niño o a las heridas), sí que podía haber algo que él pudiera hacer. Aunque al final no pareció hacerle falta y después de mojarse la cara y beber agua, el lagarto pasó por un breve momento de shock y finalmente pareció calmarse.

Colmillo, que había estado a su lado, se había dado cuenta del cambio de fonética en sus palabras y por un momento miró al agua con duda, pero la realidad era que tenía mucha sed y entre eso y los gestos del lagarto, no tardó mucho en decidirse a beber él también un gran trago de agua.

-HOSTIA, PUTA, JODER, ¿QUÉ COÑO? ¿POR LAS TETAS DE KORÉN? ¡SU PUTA MADRE!

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"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
Trish
Trish

Ficha de cosechado
Nombre: Serena
Especie: Humana
Habilidades: Astucia, agilidad y habilidad manual
Personajes : Serena: humana (1,60 cm)

Unidades mágicas : 5/5

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13/03/23, 06:00 pm
Serena seguía con los brazos cruzados cuando el chico reafirmó lo ingenioso que había sido comunicarse a gritos en un lugar como aquel. ¿De verdad pensaba que tenía razón? Además, el sarcasmo con el que se dirigía a ella la estaba exasperando. Decidió aun así ser lo más amable posible, al final era el único humano con el que se había encontrado, pero confirmó sus sospechas: efectivamente lo había sobrevalorado y por lo que parecía, incluso el felino actuaba de forma más inteligente que él.

Yo soy Serena, encantada de conocer a alguien tan prudente— dijo enfatizando la última palabra.

Escuchó voces a sus espaldas y se calmó al ver que se trataba de un pequeño grupo formado por cuatro personas (¡humanas!) que avanzaba hacia la fuente. Uno de ellos ya le sonaba de antes: era el chico de la cresta rosa que pensaba que estaba alumbrando el pasillo con un mechero. No le serviría de mucha ayuda para sobrevivir.

El segundo de ellos parecía el más normal, aunque ya había aprendido que no debía de regalar esos adjetivos tan a la ligera. La expresión de Serena se relajó cuando vio que el chico llevaba de la mano a un niño de unos nueve o diez años. Era todo ternura, al contrario del otro niño que había llegado con ellos y corría hacia la fuente, gritando aún más que Rick.   

Iba a llamarle la atención cuando algo se cruzó en su campo de visión, y no pudo evitar dar un respingo al comprobar que la masa de pelo había vuelto y se dirigía zigzagueando hacia ellos. Esta vez, al menos, caminaba únicamente con las dos piernas. Sin embargo, no llegó muy lejos, pues en cuanto se cruzó en el camino del árbol de Navidad, la chica lo lanzó a la fuente en un movimiento perfecto. Quizá la había menospreciado; al menos era la única que había hecho algo útil y sensato. Además, con su lanzamiento había conseguido salpicar también al niño escandaloso. «Definitivamente, tengo que aprender a hacer eso».

Un gran revuelo se formó entonces en torno a la fuente. Serena se giró al distinguir voces nuevas y sus ojos se abrieron de par en par al observar de quién provenían. El lagarto de las mazmorras había regresado, esta vez acompañado de un hombre perro y una persona con cuernos que llevaba una planta en las manos. Retrocedió hacia la fuente, irónicamente se sentía más segura cerca de la bola de pelo mojada y del niño ya no tan escandaloso. Temía que toda esa gente fuera a ser su compañía en esta aventura, pero sabía que finalmente tendría que aprender a tolerarlos. Aunque la otra opción era que aquella chica tirara a todos a la fuente...   

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No existen los finales felices; son espejismos. No te cuentan que siempre, al final, todos mueren.
Sevent
Sevent

Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad

Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad

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13/03/23, 07:14 pm
Abel sintió una gran fuerza sacudir su cuerpo y salió volando por los aires. En esos momentos, solo pudo ver a su agresora, quien parecía mirarlo con un cierto aire de superioridad mientras lo lanzaba a la fuente. Todo pasó demasiado rápido como para que el muchacho pudiese procesarlo con claridad. De hecho, el golpe resultó muy confuso, ya que no solo acabó medio ahogado por el agua fuente, sino que también colisionó sobre una especie de masa apestosa que no llegó a reconocer. Lo único que pudo concluir era que había sido atacado por una muchacha de aspecto amenazante y que el peligro podía ser inminente.

No tuvo demasiado tiempo para pensar en la situación en la que se encontraba, puesto que el agua que había tragado al caer removió sus entrañas, cosa que le hizo sentir de una forma que jamás antes había experimentado. Con la cara todavía sumergida en el agua, Abel creía escuchar cómo distintas voces preocupadas le preguntaban si se encontraba bien. No obstante, era curioso que les entendiese, pues era la primera vez que escuchaba ese idioma.

Desconcertado y absolutamente empapado, intentó incorporarse y salir de ahí, pero no pudo lograrlo del todo. El dolor, el sobreesfuerzo y las ráfagas de mal olor que brotaban en el ambiente -siempre había sido bastante sensible en relación a la higiene- provocaba que su mareo fuese en aumento. Además, las nuevas sensaciones ocasionadas por el agua mágica no hacían más que empeorar la situación. Entonces, inevitablemente, ocurrió; el muchacho, incapaz de levantarse, vomitó en grandes cantidades sobre la pila de la fuente, sin reparar en el niño con el que había chocado. Así, una porción del agua ahora se había tornado de un color un tanto verdoso y se mezclaba con algún que otro solido flotante que había sido expulsado por el muchacho.

Sorprendentemente, Abel se sintió liberado, como si al tirar toda esa bilis también hubiese echado gran parte de su ansiedad lejos de su estómago. Se limpió la cara, que ahora lucía más bien amarillenta y, al mirar a su alrededor, se dio cuenta de que se encontraba rodeado de gente, algunos le miraban expectantes y otros hablaban entre ellos. Un detalle que lo asombró fue que había distintas especies de criaturas entre el grupo, como si fuesen NPJs de algún videojuego de fantasía.

Para el chico era importante no parecerles débil y dar una buena impresión. Es más, en esos momentos cualquier acto podía ser clave para su supervivencia, puesto que pudo reconocer a su agresora entre los presentes. Ahora que podía fijarse bien, tampoco era humana. De hecho, le recordaba mucho al tipo de heroínas que escribía en sus historias y, si en algo se parecían, probablemente sería una persona bondadosa, pero fría y extremadamente fuerte.

Se devanó los sesos al intentar valorar el peligro y encontrar la mejor manera de actuar. Finalmente, decidió ser honesto y rezar para que todos esos extraños empatizasen con él. Total, ya no había escapatoria posible.

De repente, el lagarto humanoide comenzó a hablar y Abel se sorprendió al confirmar que podía entenderlo.  

- Abel – le dijo señalándose a sí mismo y asintiendo con la cabeza para transmitir la comprensión del mensaje.

Mientras se presentaba, se acercó rápidamente al reptil. Para ser un lagarto le había inspirado una cierta tranquilidad desde que lo vió en la prisión. Quizás él lo podía proteger de esa chica tan bruta, a quien miraba de reojo todo el rato.

Casi guareciéndose detrás del reptil, inspiró profundamente y cogió fuerzas para hablarles de la forma más adecuada posible a los presentes. La comunicación era la única arma que le quedaba y no era demasiado habilidoso en su uso. Con el objetivo de simpatizar, el chico había retirado el pelo de su frente y el contraste visual con su apariencia de camuflaje capilar era enorme. Si no fuese por su aspecto mojado y por el novedoso color amarillento de su piel, cualquiera se sorprendería sobremanera al ver los dulces y elegantes rasgos de su cara.

- Creo que una mujer me ha secuestrado y no sé dónde estoy– dijo en un tono de voz lo suficientemente alto para que lo escuchase la mayoría del grupo, especialmente su asaltante – Por favor, no quiero pelear. Es más, estaba intentando escapar de un demonio peligroso que iba a atacarnos.

Fue al acabar la frase que se dio cuenta de que el bicho verdoso se encontraba muy cerca de ellos, concretamente acomodado en las manos de una persona con cuernos.

- ¡Ahí! – exclamó señalándolo y aferrándose a la manga izquierda del kimono del lagarto.

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Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
Raven
Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación

Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75

Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga

Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.

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14/03/23, 12:25 am
Ethan no supo cómo reaccionar ante el halago. Desvío la mirada en cuanto noto un ligero rubor invadiendo sus mejillas. Quizá Akeyo después de todo tenía razón, o quizá se estaba volviendo lo suficientemente loco como para dársela.
Sea como fuera, era verdad que en Londres nunca podría haberse dado esta situación. Connor sólo se habría dirigido a él para exigirle la cartera y dudaba que ningún padre cuerdo quisiera dejar a un niño cerca suyo. Por mucho que intentará ocultar las cicatrices, eran demasiado visibles como para evitar malentendidos... Pero allí, allí al menos pasaban a un segundo plano.
Por un momento, se dejó llevar en esa alegre ensoñación. Hasta que su vista se fijó en la muchacha mencionada, y fue testigo directo de la hostia.

Nah, definitivamente estaba perdiendo la cordura, Akeyo podía seguir yéndose a tomar por culo.

Alarmado entre el golpetazo, los gritos incoherentes de la gente y el alboroto en torno a la fuente Ethan volvió en sí. A la única conclusión que estaba llegando es que, todo aquel que tomaba del agua aprendía un nuevo idioma. Uno extraño, pero común.

-No me jodas... Dime que no acaban de golpear al niño por error... Okay vale eh.. Deberíamos de ir nosotros también y beber… ¿No?

Esto último se lo dijo a Connor con una voz menos firme de la que le gustaría. Ethan quería ir a por el niño, pero estaba en mitad de la gresca y encima, notaba los ligeros tirones en su mano como un ruego para que no se acercarán.
Rompió en enlace de Aniol con suavidad, para poder captar su atención y empezar a gesticular. De forma un poco torpe, le señaló la fuente. Procedió a crear un cuenco con las manos para llevárselo a la boca repetidamente. Así, cuando le volvió a dar la mano lo acompañó de un ligero empujón para que los tres fueran juntos. Pronto, si estaba en lo correcto no volverían a necesitar todo eso para comunicarse.

De cerca la situación no mejoró. Pudo localizar al menos a 2 personas cuyo balbuceo era propio de quien rozaba un ataque de pánico. Eso le decanto por tomar rápidamente un par de sorbos. Notando al instante el cambio.
No, no había aprendido un idioma nuevo. Las palabras que formaba su mente eran salvajemente devoradas por unas nuevas. El inglés fue el primero en desaparecer y cuando intento cambiar a japonés se dio cuenta que ya no existía. Ni si quiera recordaba las 3 frases en español que en su día aprendió para ligar con un chico latino.

Por suerte careció de ningún margen para alarmarse. La persona de la fuente estaba comenzando a tener espasmos y por inercia apartó rápidamente a Aniol de su cercanía. Lo tomo en brazos para dar unos pasos hacia atrás y dejarlo de nuevo en el suelo. Ganando un breve margen entre la antigua agresora y el accidentado.

-Oye, ¿YA NO? ¿PODEMOS CALMARNOS TODOS? - Ethan tomó aire, todo cuanto pudo. Y decidió continuar hablando, porque si paraba sólo se daría cuenta de lo extraño que sonaba- Si, nos han secuestrado a todos!! Y entiendo que estemos nerviosos, es totalmente válido. Pero por favor, nadie de aquí está solo y no, aunque seamos de especies diferentes claramente NO hay ningún monstruo. Así que eh... ¿Podemos tratar de estar todos más tranquilos? No más golpes, ni empujones, ni estampidas solo... Tratar de hablar como seres con un mínimo de inteligencia.

El enfado del inicio se fue transformando en un ruego a medida que hablaba. Lo único que el joven quería a esas alturas era un mínimo de estabilidad, y comprensión. Ojalá estuviera en lo cierto y la fuente supliera la carencia de comunicación que tenían.
Seth
Seth

Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Personajes :
Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre

Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena

Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio.

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14/03/23, 02:05 pm
A pesar de llevar tan solo unos minutos de relativa paz, el caos pronto se hizo presente de nuevo. Damian corrió directo a la fuente aunque se le hubiera dicho que se quedara cerca, y uno de los presentes allí con el pelo negro y largo se acercó dando traspiés. Kalna lo dejó pasar dándole un empujón y éste cayó a la fuente llevándose al niño por delante. La verdad es que no podía echarle nada en cara a Kalna, probablemente habría hecho lo mismo si alguien fuera directo hacia él dando tumbos como un puto borracho.

-Eso le pasa por no hacer caso, joder.- Diría a nadie en particular, en referencia al niño lastimado. Después asintió hacia Ethan conforme con ir a beber de la fuente. El motero fue consciente de la tensión y confusión que se respiraba en el lugar. El lagarto de antes había tenido una especie de crisis o algo parecido antes de beber de la fuente y señalar a su grupo para que hiciera lo mismo, y el chico con rasgos felinos tampoco parecía encontrarse muy bien. Aquella bestia peluda también estaba dando gritos alarmado. La situación era un caos, pero era evidente que el agua tenía un efecto milagroso. Había escuchado a algunos de ellos hablar antes, dentro de la prisión, y aunque seguía sin entender lo que decían podía reconocer que manejaban un idioma diferente.

Miró con gesto de hastío y cansancio a Damian, dispuesto a acercarse y sacarlo de la fuente, pero vio cómo otro humano con gabardina de color crema se ofrecía a ayudar. La verdad es que Connor lo prefería, así no tenía que lidiar con aquel molesto y repelente niño. Con aquel tema cubierto prefirió seguir a Ethan con la intención de beber también. El motero se acercó a las serpientes de piedra y acercó los labios al chorro. En cuanto el agua empezó a introducirse en su organismo pudo notar cómo algo lo invadía. Su mente se volvió un caos vertiginoso, donde miles de nuevas palabras en otro idioma se agolpaban en su cabeza desterrando al olvido todo lo que había sabido hasta entonces. Connor escuchaba a Ethan hablar en aquella nueva lengua, y se sorprendió así mismo de entenderla a la perfección. <<Hijo de puta. Motocicleta. Cabronazo. Guitarra. Gilipollas de los cojones... Wyverns.>> Connor formulaba todas esas palabras en su cabeza en aquel nuevo idioma, con la mirada perdida en las figuras serpentinas de la fuente y expresión confusa.

Rápidamente se quitó el chaleco y le dio la vuelta para ver los parches que llevaba la prenda en la espalda. Ahí estaba el nombre de la banda en su antiguo idioma, era incapaz de leerlo pero sabía lo que ponía. <<Wyverns... MC...Texas>> Era como si las estuviera viendo por primer vez. Al menos podía reconocer con la misma familiaridad de siempre aquel dragón guiverno estampado en el chaleco. Todos aquellos parches los llevaba tatuados también en la espalda y eso le recordó que tampoco podría leer el tatuaje de su pectoral izquierdo. <<Sean>>. Pensó con el ceño fruncido antes de centrar de nuevo su atención en lo que ocurría a su alrededor, poniéndose el chaleco de nuevo. Ethan acababa de terminar de hablar, pero Connor no había prestado mucha atención. Tan absorto como había estado. En cambio fijó su mirada en el niño andrajoso y aparte de darse cuenta de que estaba sangrando por la nariz, cosa que le hizo torcer el gesto a Connor en señal de un poco de preocupación, pudo ver las arcadas y temblores del otro chico que se había caído. Había estado en suficientes juergas del club para reconocer cuando alguien iba a echar la primera puñetera papilla.

-¡Tienes que estar de puta broma, coño!- Exclamó mientras se acercaba con grandes zancadas. A los pocos segundos el chico empezó a vomitar, pero el motero llegó justo a tiempo para levantar en volandas al niño, cerca del chico con gabardina de color crema. Lo agarró del cuello de la camiseta siendo bastante bruto, debido a la velocidad con la que tenía que actuar. Y Damian se elevó en el aire como si fuera un gato durante unos segundos, mientras no dejaba de insultar en aquel nuevo idioma a Kalna. Connor abrió los ojos como platos ante aquella reacción inesperada del niño, y lo dejó caer al suelo con delicadeza entre carcajadas. -Me cago en la puta, no sabía que los tuvieras tan jodidamente grandes- Diría con una leve sonrisa antes de centrar su atención en la chica gótica. Esperaba que no se lo tuviera en cuenta, al fin y a cabo era un puñetero niño perdido en una ciudad de mierda.
Isma
Isma

Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad

Personajes :
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad.
Armas :
  • Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
  • Damian: Dientes
    Daga

Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj

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14/03/23, 02:57 pm
Aun en su confusión con sus propias palabras, Damián vio todo el proceso: Se acercó el larguilucho con pelo largo, moviédose de la manera más extraña que cualquiera podría imaginar. Incluso el pequeño dio un ligero respingo a la llamada de atención del fideo al chocar con Kalna y la mujer, de sopetón, lo agarró y lo lanzó.

¡E-EEH, Esp-! —se lo veía venir y cerrando los ojos en el último segundo soportó como pudo el impacto terrible que le propinaron con el arma humana. Salió despedido al agua junto con el fideo malrollero y en un suspiro salió de ella, sujetándose la nariz que le sangraba. No parecía grave pero la cara le ardía, la espalda le dolía y todo su cuerpo lo notaba algo magullado por lo general. Primero miró a Abel y luego a la autora del crimen. Tuvo una mezcla de rabia, pena y tristeza en su cara, estando colorado de apretar su rostro. Era obvio que se estaba aguantando las lágrimas.

Que… ¡hija de puta! ¡CABRONA! —estalló, ignorando todo lo que le rodeaba—. ¡Me cago en tu puta madre, pedazo de bruta de mierda!

Todo el mundo parecía reaccionar de formas distintas pero Kalna consiguió hacer cabrear al niño quien estaba haciendo una pataleta, con la sangre aun escurriendo de su nariz y lágrimas de rabia cayendo por su cara, ocultas por lo mojado que se encontraba. Rick ofreció ayuda a los dos pero tuvo suerte de que Damian no se haya enterado, quizas hubiese cobrado también un poco de la frustración del italiano o hasta un guantazo a la mano ayudante. Uno pareció vomitar a su lado pero con suerte no tocó nada de la inmundicia, limitándose a descargar insultos.

¡Gilipollas! ¡Puta! ¡Cabrona! ¡Te agarraba y te-te daba de ostias vaca burra! ¡Que te follen! ¡Comemierda! ¡Capulla subnormal! ¡Imb-! ¡Eh, eh, eh pelogallo! ¡¿Qué coño haces?! —parecía un torbellino, agitando los brazos y apretando sus ojos. Connor llegó a engancharlo y en mitad de la altura Damian se agitaba como podía, pero nada podía hacer bajando los brazos finalmente y dándose por vencido. Mejor dejarse bajar que comerse el suelo.

Ya medio callado, miró a Kalna y sacó su lengua con toda la mala leche que su pequeño cuerpo podría almacenar. Si pudiese echar humo de sus orejas lo hubiese hecho, odiaba estar mojado y lo estaba, empapado de pies a cabeza. Su pelo caía liso por la gravedad y la humedad hacia abajo, su camisa de tirantes goteaba agua y eso lo incomodaba, escurriendo de vez en cuando la tela. Se limpió la sangre de la nariz que ya cesó de salir y conforme se estaba poniendo al diá con lo que le rodeaba se fue calmando poquito a poco. Rayín parecía afectado por algo y al fijarse en eso, junto con la llamada de atención de Ethan lograron cortar su ametralladora de insultos por completo.

¿Por qué estáis ahora hablando italiano? ¿Sabeis italiano? —respondió a Ethan, con su cara seria y sin entender nada. Podía comprender todo lo que decian pero… ¿el italiano sonaba así de raro?
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