Barrio Derruido
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Barrio Derruido
03/08/11, 10:56 am
Recuerdo del primer mensaje :
Zona más castigada de la ciudad. Apenas tiene edificios enteros, casi todo son escombros.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Barrio Derruido
05/03/21, 06:56 pm
Finalmente tropezó. Sin más. Simplemente resbaló con una sustancia espesa y cayó sobre las tejas. Rodó unos pocos metros debido al impulso que llevaba y cayó por un hueco. Por suerte para ella, solo se dio de bruces contra el piso del ático. Quedó durante un rato ahí estirada para recuperar fuerzas. No podía pensar en nada. Tampoco quería.
Finalmente, tanto energía como psique regresaron. Y se preguntó que qué coño estaba haciendo allí.
Se levantó al momento y se asomó por la mitad de la casa que estaba totalmente derruida. Estaba agotada de la carrera por los tejados, pero mientras no saliera volando de nuevo debería estar bien. Intentó recordar por dónde había venido, pero no lo conseguía. El hecho de que todo el vecindario fuera poco más que un montón de escombros no le ayudaba a orientarse. Y la huida no era más que un borrón en su cabeza. Estaba perdida, sola y probablemente había abandonado a todos sus amigos a una muerte segura. «Y yo voy a ser la siguiente».
Sin embargo, pronto descubrió que al menos una de sus afirmaciones no reflejaba la realidad. Se oían pasos. Pasos a la carrera y una respiración entrecortada. Alguien se acercaba deprisa. Decidió ocultarse un poco, algo que no se le daba mal, pero intentando no perder de vista la calle.
En cuanto entró en su rango de visión, reconoció enseguida que se trataba de Alyssa. La clinger casi perdió el equilibrio al ver que estaba bien. Aún faltaba saber dónde se encontraba el resto, pero era un comienzo.
—¡Alyssa! —La llamó. Justo tras el grito, se dejó ver mientras bajaba por la media fachada del edificio.
Probablemente gritar no hubiera sido lo más sensato, pero en aquel momento no quería ni pensar. Pues en sus pensamientos residía el cadáver decapitado de Qirra.
Finalmente, tanto energía como psique regresaron. Y se preguntó que qué coño estaba haciendo allí.
Se levantó al momento y se asomó por la mitad de la casa que estaba totalmente derruida. Estaba agotada de la carrera por los tejados, pero mientras no saliera volando de nuevo debería estar bien. Intentó recordar por dónde había venido, pero no lo conseguía. El hecho de que todo el vecindario fuera poco más que un montón de escombros no le ayudaba a orientarse. Y la huida no era más que un borrón en su cabeza. Estaba perdida, sola y probablemente había abandonado a todos sus amigos a una muerte segura. «Y yo voy a ser la siguiente».
Sin embargo, pronto descubrió que al menos una de sus afirmaciones no reflejaba la realidad. Se oían pasos. Pasos a la carrera y una respiración entrecortada. Alguien se acercaba deprisa. Decidió ocultarse un poco, algo que no se le daba mal, pero intentando no perder de vista la calle.
En cuanto entró en su rango de visión, reconoció enseguida que se trataba de Alyssa. La clinger casi perdió el equilibrio al ver que estaba bien. Aún faltaba saber dónde se encontraba el resto, pero era un comienzo.
—¡Alyssa! —La llamó. Justo tras el grito, se dejó ver mientras bajaba por la media fachada del edificio.
Probablemente gritar no hubiera sido lo más sensato, pero en aquel momento no quería ni pensar. Pues en sus pensamientos residía el cadáver decapitado de Qirra.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Barrio Derruido
06/03/21, 10:09 pm
Alyssa había seguido corriendo tan rápido como era capaz, sin parar, sin mirar atrás. Escuchó los gritos de alguien en algún momento, pero no se detuvo. Teniendo en cuenta lo que había pasado mucha gente tenía motivos para gritar. Si se detenía a mirar la alcanzarían. Y corrió y corrió... hasta que sus pulmones fueron simplemente incapaces de mantener el ritmo y cayó al suelo de rodillas tosiendo, exhausta.
Entre tos y tos, con los ojos húmedos y la visión borrosa tanto por la sobrecarga física que acababa de pasar como por la situación emocional que todavía mantenía escuchó su nombre, a gritos. Tuvo que parpadear varias veces para que su visión dejara de estar borrosa y distinguir quién la había llamado.
–¿Krad...ko? – Alcanzó a decir entre tos y tos.
La adrenalina, la intensidad de lo que acababa de vivir… empezaba a remitir, sustituida poco a poco por dolor y el cansancio extremo, fruto de haber forzado su cuerpo a la hora de huir.
A nivel emocional... el pánico iba desapareciendo poco a poco, reemplazado por la culpa, y los remordimientos. Con las pocas fuerzas que le quedaban, se arrastró hasta donde se encontraba la clinger y la abrazó, todavía de rodillas e incapaz de levantarse.
–¡Lo siento! –empezó a repetir una y otra vez, cada una más baja que la anterior, mientras rompía a llorar. –Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento…
Entre tos y tos, con los ojos húmedos y la visión borrosa tanto por la sobrecarga física que acababa de pasar como por la situación emocional que todavía mantenía escuchó su nombre, a gritos. Tuvo que parpadear varias veces para que su visión dejara de estar borrosa y distinguir quién la había llamado.
–¿Krad...ko? – Alcanzó a decir entre tos y tos.
La adrenalina, la intensidad de lo que acababa de vivir… empezaba a remitir, sustituida poco a poco por dolor y el cansancio extremo, fruto de haber forzado su cuerpo a la hora de huir.
A nivel emocional... el pánico iba desapareciendo poco a poco, reemplazado por la culpa, y los remordimientos. Con las pocas fuerzas que le quedaban, se arrastró hasta donde se encontraba la clinger y la abrazó, todavía de rodillas e incapaz de levantarse.
–¡Lo siento! –empezó a repetir una y otra vez, cada una más baja que la anterior, mientras rompía a llorar. –Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento…
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Barrio Derruido
07/03/21, 09:47 pm
Aunque le pareció totalmente comprensible, le sorprendió la reacción de Alyssa cuando se reunieron. Esta, claramente destrozada por mucho más que la carrera, la abrazó aun estando de rodillas. Lo que, para la altura de la clinger, casi se asemejaba más a que le abrazara alguien de su misma especie. Quitando que la griega es más blandita.
Afectada por el estado emocional de la griega y el suyo propio, su propio cuerpo no le dio otra opción que dejarse llevar. A pesar de que quería preguntarle qué había pasado o dónde estaba el resto, no pudo más que apretar el abrazo y ponerse a temblar. No fue hasta que ambas se calmaron un poco que pudo articular las preguntas.
—¿Qué ha pasado? Yo… entré en pánico por… —No podía decirlo, sus cuerdas vocales no se lo permitían—. Y hui… Lo siento. ¿Dónde están los demás?
«Oh no… qué he hecho», pensó al ser consciente de lo que implicaba que hubiera huido sin más.
Afectada por el estado emocional de la griega y el suyo propio, su propio cuerpo no le dio otra opción que dejarse llevar. A pesar de que quería preguntarle qué había pasado o dónde estaba el resto, no pudo más que apretar el abrazo y ponerse a temblar. No fue hasta que ambas se calmaron un poco que pudo articular las preguntas.
—¿Qué ha pasado? Yo… entré en pánico por… —No podía decirlo, sus cuerdas vocales no se lo permitían—. Y hui… Lo siento. ¿Dónde están los demás?
«Oh no… qué he hecho», pensó al ser consciente de lo que implicaba que hubiera huido sin más.
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Barrio Derruido
07/03/21, 11:18 pm
Alyssa necesitó tiempo para recomponerse, y cuando por fin lo hizo empezó a darse cuenta lentamente de la situación en la que se habían metido.
Aun así, no fue hasta que Kradko preguntó por los demás que finalmente la griega pudo atreverse a mirar atrás para ver… a nadie. Ni gente, ni ruido, nada.
–No… no lo sé. –Respondió de forma entrecortada. –Yo he… yo creía que venían conmigo.
No había estado fijándose en los demás durante su carrera. Había escuchado ruidos, gritos… pero creía que los demás venían corriendo con ella. Al menos eso era lo que quería creer, porque la alternativa era reconocer que los había abandonado sin pensarlo dos veces y ahora mismo no sería capaz de lidiar con esa verdad.
Centrarse en su situación actual tampoco ayudaba. Estaban solos, en medio de ninguna parte y no precisamente en su mejor momento.
–Kradko yo…
¿Qué hacían ahora? ¿Intentaban buscar al resto? Si hacían eso se arriesgaban a volver solo para que los mataran a todos. ¿Volvían al torreón entonces? ¿Pero y si todavía estaban vivos pero heridos y por no buscarlos les pasaba algo? ¿Y si, y si, y si….
Alyssa estaba totalmente abrumada. no sabía qué hacer. Cada posible idea, cada posible decisión solo la agobiaba todavía más mientras las miles de cosas que podían salir mal pasaban por su cabeza, en cambio las positivas no aparecían para nada en sus pensamientos.
–Yo no… no se que hacer, Kradko –acabó diciendo, incapaz de pensar.
Al final nada había cambiado, seguía siendo incapaz de hacer nada por sí misma. Ahora miraba si Kradko podía tomar la decisión por ella.
Aun así, no fue hasta que Kradko preguntó por los demás que finalmente la griega pudo atreverse a mirar atrás para ver… a nadie. Ni gente, ni ruido, nada.
–No… no lo sé. –Respondió de forma entrecortada. –Yo he… yo creía que venían conmigo.
No había estado fijándose en los demás durante su carrera. Había escuchado ruidos, gritos… pero creía que los demás venían corriendo con ella. Al menos eso era lo que quería creer, porque la alternativa era reconocer que los había abandonado sin pensarlo dos veces y ahora mismo no sería capaz de lidiar con esa verdad.
Centrarse en su situación actual tampoco ayudaba. Estaban solos, en medio de ninguna parte y no precisamente en su mejor momento.
–Kradko yo…
¿Qué hacían ahora? ¿Intentaban buscar al resto? Si hacían eso se arriesgaban a volver solo para que los mataran a todos. ¿Volvían al torreón entonces? ¿Pero y si todavía estaban vivos pero heridos y por no buscarlos les pasaba algo? ¿Y si, y si, y si….
Alyssa estaba totalmente abrumada. no sabía qué hacer. Cada posible idea, cada posible decisión solo la agobiaba todavía más mientras las miles de cosas que podían salir mal pasaban por su cabeza, en cambio las positivas no aparecían para nada en sus pensamientos.
–Yo no… no se que hacer, Kradko –acabó diciendo, incapaz de pensar.
Al final nada había cambiado, seguía siendo incapaz de hacer nada por sí misma. Ahora miraba si Kradko podía tomar la decisión por ella.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Barrio Derruido
08/03/21, 11:49 pm
Y no era la única. Kradko solo sabía que habían huido. Que habían, sin duda, abandonado el resto a su suerte. Era consciente de que tanto ella como Alyssa tenían eso presente. Y se sentía como una mierda por ello. Pero, al mismo tiempo, sabía que debían hacer algo y, viendo el estado de Alyssa, que debía tomar la decisión ella. Por supuesto, no estaba nada segura, pero en verse con la responsabilidad alentó ligeramente su capacidad de decisión. Tampoco iban a arreglar nada quedándose ahí.
—Volvamos —soltó de repente. Ofreció su mano como si pretendiera ayudarla a levantarse—. Volvamos con el resto. Estoy segura de que van a necesitar nuestra ayuda.
«Sobre todo tu magia», pensó sin poder evitar del todo el ligero malestar que le producía aún ese tema. Sin embargo, esta vez tenía cosas mucho más importantes de las que preocuparse. Y algunas le podían causar un malestar bastante mayor que la pérdida de su magia.
—Volvamos —soltó de repente. Ofreció su mano como si pretendiera ayudarla a levantarse—. Volvamos con el resto. Estoy segura de que van a necesitar nuestra ayuda.
«Sobre todo tu magia», pensó sin poder evitar del todo el ligero malestar que le producía aún ese tema. Sin embargo, esta vez tenía cosas mucho más importantes de las que preocuparse. Y algunas le podían causar un malestar bastante mayor que la pérdida de su magia.
Re: Barrio Derruido
11/03/21, 10:07 pm
Kradko no solo tomó el control de la situación, sino que lo hizo mucho más deprisa de lo que Alyssa esperaba. La chica miró a la clinger con sorpresa, aún con la cara húmeda por el llanto anterior pero asintió y aceptó la mano que le ofrecían, levantándose por sí misma después.
Rápidamente empezaron a deshacer el camino que habían recorrido en pánico hacía todavía demasiado poco tiempo, de vuelta al peligro que la había dejado en aquel estado.
Y sin embargo no sintió miedo, en su lugar empezó a recorrerla una emoción desagradable, pero diferente. Una consecuencia de lo que acababa de hacer, o no hacer, la humana.
Como no había podido asumir la responsabilidad le había tocado a Kradko hacerlo y ahora no podía evitar sentirse horrible. Acababa de hacer que una niña, clinger o no, tomara la decisión, decisión que tendría que haber tomado ella.
Pero al mismo tiempo no pudo evitar admirar a la niña insecto por mantenerse firme a pesar de todo lo que había pasado. Era más de lo que Alyssa había podido lograr.
Sigue en Luna Alta
Rápidamente empezaron a deshacer el camino que habían recorrido en pánico hacía todavía demasiado poco tiempo, de vuelta al peligro que la había dejado en aquel estado.
Y sin embargo no sintió miedo, en su lugar empezó a recorrerla una emoción desagradable, pero diferente. Una consecuencia de lo que acababa de hacer, o no hacer, la humana.
Como no había podido asumir la responsabilidad le había tocado a Kradko hacerlo y ahora no podía evitar sentirse horrible. Acababa de hacer que una niña, clinger o no, tomara la decisión, decisión que tendría que haber tomado ella.
Pero al mismo tiempo no pudo evitar admirar a la niña insecto por mantenerse firme a pesar de todo lo que había pasado. Era más de lo que Alyssa había podido lograr.
Sigue en Luna Alta
Re: Barrio Derruido
20/04/21, 12:39 am
La luna roja azotaba sin piedad la ciudad, derribando tanto los edificios en mal estado como los que uno pensaría que iban a aguantar. El barrio derruido no era una excepción, pero parecía más seguro de lo que en realidad era aquella noche por la sencilla razón de que allí ya no quedaba mucho para destruir.
Aquella noche, sin embargo, un edificio solitario destacaba entre las montañas de escombros: mientras los restos de sus hermanos y hermanas eran azotados por la tormenta que sin ningún cuidado ni lamento había desatado el astro rojo, a este no llegaba ni una sola gota de agua. La lluvia y el viento parecían desviarse en el último momento por arte de magia, en busca de otra víctima, y desde su azotea el responsable de dicho hechizo disfrutaba de la luz con la que le bañaba el astro rojo, a la vez que observaba el torreón Silente desde su posición elevada.
No era propio de Kirés tomarse las molestias de usar magia solo para no mojarse, y mucho menos desviar la lluvia entera, pero aquella era la noche en la que desafiar los límites de lo posible, la noche en la que ir más allá. Era la noche en la que su magia alcanzaba su punto más alto, después de todo. ¿Por qué no darle uso? Además, no era solo para él. Seguro que sus invitados, a los que acababa de oír llegar, también lo agradecerán.
–¡Ya estamos aquí! –La azotea entera tembló cuando Xalkoth aterrizó pesadamente y sin ningún cuidado, pero los cimientos aguantaron, de momento.
La plaga parecía tener la misma energía infinita que de costumbre. Se acercó agitando la pinza de forma exagerada mientras vibraba para secarse ahora que ya no le llovía encima.
>>¡Me encanta que aquí no llueva! ¿Has sido tú? ¡Claro que has sido tú! Aunque quizás deberías mojarte un poco luego, que no llueve todos los días. Bueno, vale, casi ninguno. Aunque tampoco te ves muy bien mojado.
En un contraste que no pudo ser mayor, Kirés le devolvió el ajetreado saludo del clinger con calma y silencio, tan solo alzando una garra.
–¿Confío en que no tuvisteis problemas para llegar? La tormenta parece problemática para volar. –dijo Kirés.
–¡Para nada! Chocamos unas cuantas veces, pero pero nada que mi caparazón no pudiera soportar. –le respondió Xalkoth. Las ideas de la plaga de “vuelos sin incidentes” no daban exactamente una sensación de seguridad, pero si la plaga estaba contenta no iba a cuestionarlo, aunque se sintió algo mal por su pasajero.
–¡Ahora cuéntame tú! ¿Qué está pasando en el torreón? ¿Puedes verlos? –Mientras decía eso, Xalkoth pegó varios saltitos mientras intentaba enfocar la vista en Silente. –Desde aquí yo no veo mucho, pero yo no tengo magia.
–Hasta cierto punto. –Respondió Kirés a la plaga mientras concentraba su atención de vuelta al torreón. –Creo que la clinger sigue en la planta baja. Lethe acaba de salir a la Azotea.
Kirés frunció el ceño mientras se concentraba con su magia. No le gustó lo que estaba viendo, y se sintió mal por la enderth, pero no podía hacer nada al respecto. Aún no.
Xalk, por su parte, estaba más atento al paladín de lo que dejaba entender y se dio cuenta de lo que le pasaba por la cabeza.
–¡Vaya! ¿Le ha tocado una de las dolorosas? Que mal. ¡Anda, mira! Justo lo contrario que tú y yo! Pero no le des muchas vueltas, que estará bien. –Agitó su tenaza delante de los ojos del ave para obligarlo a que dejara de mirar el torreón y lo mirara a él. –¡Fijate lo que me tocó a mí! ¡Y mírame ahora, tan cuerdo y feliz como siempre! –Añadió mientras pegaba un bote con cada frase.
Kirés por su parte lo miró con el equivalente enderth de Alzar una ceja, a lo que su invitado replicó encogiéndose de hombros. Que el insecto fuera consciente o no del “chiste” que acababa de hacer era algo que quedaría en misterio, porque lejos de aclararlo cambió de tema.
–Además, es mejor dejar de especular e ir a verlo directamente. ¡Vamos!
Xalkoth alzó el vuelo en dirección al torreón, pero Kirés estaba preparado. Rápidamente cogió a la plaga del tobillo con una garra, mientras que con la otra trazó los gestos de una barrera de inercia que ancló a sus pies, para asegurarse de que no se lo llevaban a él volando con el tirón.
–Todavía no. – Le dijo mientras tiraba de él con firmeza y lo volvía a colocar en el suelo. –Es mejor dejar que asimilen su nueva situación primero. Llegar ahora solo los desorientaría más.
–¡JOOOOOOO! ¡NO QUIERO! –Gritó Xalk, mientras hacía un gesto que Kirés reconoció como un mohín.
Kirés suspiró: A pesar de ser un adulto de 9 años, el clinger todavía se comportaba como si fuera un niño de 4.
–Ten un poco de paciencia. –Terminó por decir, sabiendo que eso nunca ocurriría.
–Tener paciencia es tu rollo, no el mío. –Le respondió. –Tener paciencia es aburrido. No quiero aburrirme. –Hizo una pausa y luego miró fijamente a Kirés a los ojos.
>>Entretenme.
Mientras ocurría todo esto, en la misma azotea en la que ambos se encontraban, el tercer invitado silencioso, Metro. Contemplaba a los dos habitantes de Dryfus con desdén, especialmente a su compañero: el clinger. Era inteligente, sabía lo que pasaba y no envidiaba a Kirés lo más mínimo, pero tampoco lo apreciaba tanto como para involucrarse y arriesgarse a convertirse en otra víctima.
Aprovechando que allí no llovía se enroscó en una esquina y se echó a dormir.
Aquella noche, sin embargo, un edificio solitario destacaba entre las montañas de escombros: mientras los restos de sus hermanos y hermanas eran azotados por la tormenta que sin ningún cuidado ni lamento había desatado el astro rojo, a este no llegaba ni una sola gota de agua. La lluvia y el viento parecían desviarse en el último momento por arte de magia, en busca de otra víctima, y desde su azotea el responsable de dicho hechizo disfrutaba de la luz con la que le bañaba el astro rojo, a la vez que observaba el torreón Silente desde su posición elevada.
No era propio de Kirés tomarse las molestias de usar magia solo para no mojarse, y mucho menos desviar la lluvia entera, pero aquella era la noche en la que desafiar los límites de lo posible, la noche en la que ir más allá. Era la noche en la que su magia alcanzaba su punto más alto, después de todo. ¿Por qué no darle uso? Además, no era solo para él. Seguro que sus invitados, a los que acababa de oír llegar, también lo agradecerán.
–¡Ya estamos aquí! –La azotea entera tembló cuando Xalkoth aterrizó pesadamente y sin ningún cuidado, pero los cimientos aguantaron, de momento.
La plaga parecía tener la misma energía infinita que de costumbre. Se acercó agitando la pinza de forma exagerada mientras vibraba para secarse ahora que ya no le llovía encima.
>>¡Me encanta que aquí no llueva! ¿Has sido tú? ¡Claro que has sido tú! Aunque quizás deberías mojarte un poco luego, que no llueve todos los días. Bueno, vale, casi ninguno. Aunque tampoco te ves muy bien mojado.
En un contraste que no pudo ser mayor, Kirés le devolvió el ajetreado saludo del clinger con calma y silencio, tan solo alzando una garra.
–¿Confío en que no tuvisteis problemas para llegar? La tormenta parece problemática para volar. –dijo Kirés.
–¡Para nada! Chocamos unas cuantas veces, pero pero nada que mi caparazón no pudiera soportar. –le respondió Xalkoth. Las ideas de la plaga de “vuelos sin incidentes” no daban exactamente una sensación de seguridad, pero si la plaga estaba contenta no iba a cuestionarlo, aunque se sintió algo mal por su pasajero.
–¡Ahora cuéntame tú! ¿Qué está pasando en el torreón? ¿Puedes verlos? –Mientras decía eso, Xalkoth pegó varios saltitos mientras intentaba enfocar la vista en Silente. –Desde aquí yo no veo mucho, pero yo no tengo magia.
–Hasta cierto punto. –Respondió Kirés a la plaga mientras concentraba su atención de vuelta al torreón. –Creo que la clinger sigue en la planta baja. Lethe acaba de salir a la Azotea.
Kirés frunció el ceño mientras se concentraba con su magia. No le gustó lo que estaba viendo, y se sintió mal por la enderth, pero no podía hacer nada al respecto. Aún no.
Xalk, por su parte, estaba más atento al paladín de lo que dejaba entender y se dio cuenta de lo que le pasaba por la cabeza.
–¡Vaya! ¿Le ha tocado una de las dolorosas? Que mal. ¡Anda, mira! Justo lo contrario que tú y yo! Pero no le des muchas vueltas, que estará bien. –Agitó su tenaza delante de los ojos del ave para obligarlo a que dejara de mirar el torreón y lo mirara a él. –¡Fijate lo que me tocó a mí! ¡Y mírame ahora, tan cuerdo y feliz como siempre! –Añadió mientras pegaba un bote con cada frase.
Kirés por su parte lo miró con el equivalente enderth de Alzar una ceja, a lo que su invitado replicó encogiéndose de hombros. Que el insecto fuera consciente o no del “chiste” que acababa de hacer era algo que quedaría en misterio, porque lejos de aclararlo cambió de tema.
–Además, es mejor dejar de especular e ir a verlo directamente. ¡Vamos!
Xalkoth alzó el vuelo en dirección al torreón, pero Kirés estaba preparado. Rápidamente cogió a la plaga del tobillo con una garra, mientras que con la otra trazó los gestos de una barrera de inercia que ancló a sus pies, para asegurarse de que no se lo llevaban a él volando con el tirón.
–Todavía no. – Le dijo mientras tiraba de él con firmeza y lo volvía a colocar en el suelo. –Es mejor dejar que asimilen su nueva situación primero. Llegar ahora solo los desorientaría más.
–¡JOOOOOOO! ¡NO QUIERO! –Gritó Xalk, mientras hacía un gesto que Kirés reconoció como un mohín.
Kirés suspiró: A pesar de ser un adulto de 9 años, el clinger todavía se comportaba como si fuera un niño de 4.
–Ten un poco de paciencia. –Terminó por decir, sabiendo que eso nunca ocurriría.
–Tener paciencia es tu rollo, no el mío. –Le respondió. –Tener paciencia es aburrido. No quiero aburrirme. –Hizo una pausa y luego miró fijamente a Kirés a los ojos.
>>Entretenme.
Mientras ocurría todo esto, en la misma azotea en la que ambos se encontraban, el tercer invitado silencioso, Metro. Contemplaba a los dos habitantes de Dryfus con desdén, especialmente a su compañero: el clinger. Era inteligente, sabía lo que pasaba y no envidiaba a Kirés lo más mínimo, pero tampoco lo apreciaba tanto como para involucrarse y arriesgarse a convertirse en otra víctima.
Aprovechando que allí no llovía se enroscó en una esquina y se echó a dormir.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Barrio Derruido
21/07/24, 10:43 pm
Kalna se limitó a sonreír con autosuficiencia ante la explicación de Mara. Las probabilidades estaban para sobreponerse a ellas. No iba a rendirse por unos números ficticios cuando ella sabía bien de lo que era capaz y a lo que tendría que llegar. Sobreviviría, volvería a Libo. Mayor o menor dificultad, tanto daba. La habían criado para ser siempre la mejor en todo, y aquella no sería una excepción. Si su nombre debía acabar en los libros de Historia, aquel era un buen comienzo para lograrlo.
Cargar con cestas no era algo que le preocupase cuando el resto debería volver con comida en poco tiempo o incluso haberlo hecho ya. Sabía volver, así que simplemente caminó hacia el torreón. Sabía en que callejuelas había que girar, y no estaba demasiado lejos comparado con el otro punto de recogida, así que la probabilidad de girar donde no era y perderse era mucho menor.
Y, sin embargo, no acabó donde debería. Sus músculos se tensaron mientras miraba escombros que antes habían sido casas y ruinas en aún peor estado que las que acostumbraba a ver en las cercanías de la torre. Y no reconocía ninguna casa, ninguna calle, ningún punto que le pudiera servir de referencia para volver. Se giró a Mara, suponiendo que era el responsable ante la falta de nadie más a quien culpar. No había notado el teletransporte, pero eso no significaba que no hubiese truco. Al fin y al cabo, recordaba bien haber acabado de nuevo delante de la salida del laberinto, aunque hubiese intentado salir por otro lado.
—¿Dónde estoy? He seguido el camino correcto, así que ha tenido que ser cosa tuya —preguntó con tono neutro.
Quería saber, no provocar. Era mujer, y como tal se suponía que debía tener el control de no dejarse llevar por sus emociones a la hora de actuar. Estaba harta de que enredase en su cabeza y la llevase por mil sitios distintos de la ciudad, pero era lo bastante lista como para saber que era una estrategia pésima tenerle en su contra. Era más poderoso que ella por el momento, y jugaba en desventaja, así que no iba a amenazarle por ganas que tuviera a ratos de clavarle la lanza en el pecho. Jugaría a largo plazo, ya encontraría la forma de librarse de él.
Cargar con cestas no era algo que le preocupase cuando el resto debería volver con comida en poco tiempo o incluso haberlo hecho ya. Sabía volver, así que simplemente caminó hacia el torreón. Sabía en que callejuelas había que girar, y no estaba demasiado lejos comparado con el otro punto de recogida, así que la probabilidad de girar donde no era y perderse era mucho menor.
Y, sin embargo, no acabó donde debería. Sus músculos se tensaron mientras miraba escombros que antes habían sido casas y ruinas en aún peor estado que las que acostumbraba a ver en las cercanías de la torre. Y no reconocía ninguna casa, ninguna calle, ningún punto que le pudiera servir de referencia para volver. Se giró a Mara, suponiendo que era el responsable ante la falta de nadie más a quien culpar. No había notado el teletransporte, pero eso no significaba que no hubiese truco. Al fin y al cabo, recordaba bien haber acabado de nuevo delante de la salida del laberinto, aunque hubiese intentado salir por otro lado.
—¿Dónde estoy? He seguido el camino correcto, así que ha tenido que ser cosa tuya —preguntó con tono neutro.
Quería saber, no provocar. Era mujer, y como tal se suponía que debía tener el control de no dejarse llevar por sus emociones a la hora de actuar. Estaba harta de que enredase en su cabeza y la llevase por mil sitios distintos de la ciudad, pero era lo bastante lista como para saber que era una estrategia pésima tenerle en su contra. Era más poderoso que ella por el momento, y jugaba en desventaja, así que no iba a amenazarle por ganas que tuviera a ratos de clavarle la lanza en el pecho. Jugaría a largo plazo, ya encontraría la forma de librarse de él.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Barrio Derruido
22/07/24, 11:48 pm
Mara parecía estar conteniendo la risa a cada poco rato, aunque si Kalna se girase a mirarle le vería fingir seriedad, tal vez encogiéndose de hombros. Ante la acusación directa se hizo el sorprendido, claramente sobreactuando. Se señaló a sí mismo con una expresión inquisitiva como si no pudiera creerse la afrenta.
—¿Yo? ¿Crees que yo he hecho algo ahora mismo? Si yo solo te estaba siguiendo tan tranquilo, disfrutando del... bueno, no es que haya mucho paisaje del que disfrutar, pero ya me entiendes —hizo un gesto de desaire con las manos señalando hacia los edificios completamente en ruinas—. ¿Estás segura de que doblaste la esquina correcta? ¿Dónde te has podido equivocar?
El demonio no pudo continuar con su sobreactuación plagada de ironía y dejó escapar una risotada muy poco digna.
>>A ver, pero como ya te dije soy demasiado bueno en el fondo, así que voy a responder a tu pregunta... Este es el Barrio Derruido. Sí, lo sé: la gente de esta ciudad tiene un don para los nombres. Estamos al noroeste... Aunque igual eso no te ayuda mucho, porque al final resultó que el mapa ya no estaba en aquel cajón —añadiría mirándose las garras con mucho interés, volviendo a tener que contener su risa.
—¿Yo? ¿Crees que yo he hecho algo ahora mismo? Si yo solo te estaba siguiendo tan tranquilo, disfrutando del... bueno, no es que haya mucho paisaje del que disfrutar, pero ya me entiendes —hizo un gesto de desaire con las manos señalando hacia los edificios completamente en ruinas—. ¿Estás segura de que doblaste la esquina correcta? ¿Dónde te has podido equivocar?
El demonio no pudo continuar con su sobreactuación plagada de ironía y dejó escapar una risotada muy poco digna.
>>A ver, pero como ya te dije soy demasiado bueno en el fondo, así que voy a responder a tu pregunta... Este es el Barrio Derruido. Sí, lo sé: la gente de esta ciudad tiene un don para los nombres. Estamos al noroeste... Aunque igual eso no te ayuda mucho, porque al final resultó que el mapa ya no estaba en aquel cajón —añadiría mirándose las garras con mucho interés, volviendo a tener que contener su risa.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Barrio Derruido
23/07/24, 01:02 pm
Mara podía ser poderoso, pero a veces parecía tan estúpido que le resultaba difícil de aceptar. Claro que había seguido el camino correcto. No solo era una ruta que había hecho más de una vez, es que la había registrado junto con Rick en el mapa que ella había sugerido hacer. La ironía sin sentido y la sobreactuación tampoco ayudaban a que Kalna se tomase en serio nada de lo que decía. Puso los ojos en blanco con su risa, para luego volver a su expresión neutra habitual. «¿Te crees que soy idiota?».
Entre el Bosque Fantasma y el Barrio Derruido, estaba claro que la gente en aquella ciudad ponía los nombres más obvios que podían, aunque desde luego eran una buena manera de saber dónde estaba… si tuviera un mapa. Ya había hecho uno, y no tendría problemas en repetirlo en cuanto tuviera papel y cualquier cosa para escribir, pero en aquellos momentos la única manera de orientarse que tenía era la guía de un loco.
No habían ido al norte, eso era territorio sin explorar. Maldijo mentalmente las reticencias que habían tenido algunos a explorar al principio, y es que a lo mejor podían haber descubierto más de la ciudad y ahora no estaría tan perdida.
—Sí, puedo ver tú… —contuvo una mueca de desagrado— bondad natural.
Si se era sincera, Kalna hubiera preferido mantenerse en silencio el resto del camino a ver si Mara no abría más la boca y no tenía que aguantarle, pero necesitaba saber más para saber cómo había acabado en un lugar totalmente desconocido cuando había seguido las calles correctas.
»Ahora dime, ¿qué me has hecho?
Mientras hablaba siguió andando. AL fondo había visto una torre que parecía tener mejor aspecto que el resto de aquella zona, y tal vez aquel fuera un buen lugar desde el que ubicarse. Tal vez fuera un refugio como el suyo, y tal vez fueran igual que su grupo con Aria y obtenía ayuda. Y si era el de el grupo que les había atacado e invocado a Mara… bueno, nadie se acordaba de ella, así que no debería ser un problema.
Entre el Bosque Fantasma y el Barrio Derruido, estaba claro que la gente en aquella ciudad ponía los nombres más obvios que podían, aunque desde luego eran una buena manera de saber dónde estaba… si tuviera un mapa. Ya había hecho uno, y no tendría problemas en repetirlo en cuanto tuviera papel y cualquier cosa para escribir, pero en aquellos momentos la única manera de orientarse que tenía era la guía de un loco.
No habían ido al norte, eso era territorio sin explorar. Maldijo mentalmente las reticencias que habían tenido algunos a explorar al principio, y es que a lo mejor podían haber descubierto más de la ciudad y ahora no estaría tan perdida.
—Sí, puedo ver tú… —contuvo una mueca de desagrado— bondad natural.
Si se era sincera, Kalna hubiera preferido mantenerse en silencio el resto del camino a ver si Mara no abría más la boca y no tenía que aguantarle, pero necesitaba saber más para saber cómo había acabado en un lugar totalmente desconocido cuando había seguido las calles correctas.
»Ahora dime, ¿qué me has hecho?
Mientras hablaba siguió andando. AL fondo había visto una torre que parecía tener mejor aspecto que el resto de aquella zona, y tal vez aquel fuera un buen lugar desde el que ubicarse. Tal vez fuera un refugio como el suyo, y tal vez fueran igual que su grupo con Aria y obtenía ayuda. Y si era el de el grupo que les había atacado e invocado a Mara… bueno, nadie se acordaba de ella, así que no debería ser un problema.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Barrio Derruido
24/07/24, 12:48 am
Mara suspiró y resopló de nuevo con fingida molestia.
—No me vas a dejar en paz hasta que te lo diga, ¿eh? En realidad ya te dije hace un buen rato que el que toda la ciudad te hubiese olvidado no era mi único regalo, ¿o ya no te acuerdas? Que los que perdieron la memoria son los demás, no tú —se mofó con una risilla—. Te daré una pista: no vas a ser capaz regresar al Torreón Sendar por mucho que lo intentes. Si pudieras, esto sería demasiado fácil. Ni una sola pizca de emoción. ¿Qué gracia tendría que simplemente cogieses y pudieses volver caminando un rato? Ah, mira, creo que no sabías que se era el nombre del Torreón: si es que no paro de darte información.
—No me vas a dejar en paz hasta que te lo diga, ¿eh? En realidad ya te dije hace un buen rato que el que toda la ciudad te hubiese olvidado no era mi único regalo, ¿o ya no te acuerdas? Que los que perdieron la memoria son los demás, no tú —se mofó con una risilla—. Te daré una pista: no vas a ser capaz regresar al Torreón Sendar por mucho que lo intentes. Si pudieras, esto sería demasiado fácil. Ni una sola pizca de emoción. ¿Qué gracia tendría que simplemente cogieses y pudieses volver caminando un rato? Ah, mira, creo que no sabías que se era el nombre del Torreón: si es que no paro de darte información.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Barrio Derruido
27/07/24, 11:05 pm
Kalna no tenía, como insinuaba Mara, problemas de memoria, pero prefería una confirmación verbal a sus suposiciones que vivir con la incertidumbre de hipótesis incorrectas. En realidad que no podría volver era algo a lo que se había estado haciendo a la idea, y aunque se arrepintiese de no haber intentado buscar cestas cuando estuvo en el punto de recogida de los colaespina, ahora no podía volver. Tal vez podría buscar al día siguiente, y no iba a morir por pasar hambre un día más. No era la primera vez en la ciudad, por incómodo que fuera.
Un nuevo nombre era algo con lo que podía llenar su futuro mapa, o con lo que buscar si al final encontraba uno real y que no estuviera lleno de purpurina, por mucho que no pudiera volver. De momento, sin embargo, la prioridad era llegar a la torre que se vislumbraba entre las ruinas.
Si Mara esperaba una rección, o una respuesta, no la obtendría. Kalna no podría hacer la comparación, pero un terrestre podría haber dicho que era como si hubiera terminado el diálogo con un NPC de una aventura gráfica. Había obtenido toda la información que le parecía relevante, y no iba a perder más tiempo hablando. En completo silencio, la libense siguió acercándose al torreón.
Un nuevo nombre era algo con lo que podía llenar su futuro mapa, o con lo que buscar si al final encontraba uno real y que no estuviera lleno de purpurina, por mucho que no pudiera volver. De momento, sin embargo, la prioridad era llegar a la torre que se vislumbraba entre las ruinas.
Si Mara esperaba una rección, o una respuesta, no la obtendría. Kalna no podría hacer la comparación, pero un terrestre podría haber dicho que era como si hubiera terminado el diálogo con un NPC de una aventura gráfica. Había obtenido toda la información que le parecía relevante, y no iba a perder más tiempo hablando. En completo silencio, la libense siguió acercándose al torreón.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Barrio Derruido
27/07/24, 11:23 pm
Mara la siguió con una sonrisa estúpida que fue decreciendo cada vez más hasta convertirse gradualmente en un ceño fruncido y una expresión de desagrado.
—¿Ahora me haces el vacío? Hay que ver... Pues a la gente maleducada sí que no le doy más explicaciones, faltaría más.
Después de eso el demonio se cruzaría de brazos y le seguiría en esa pose levitando a cierta distancia. A medio camino se pondría a silbar una melodía completamente aleatoria que apareció en su mente, (probablemente era algo que solía tararear o silbar el unicornio yonqui, pero qué importaba), manteniendo una expresión de disgusto con una ceja arqueada. En realidad, se notaba que le daba igual y estaba haciendo tanto teatro como había estado haciendo casi todo el tiempo.
Sus silbidos subirían de intensidad según se acercaban cada vez más al Torreón Silente, aunque no estaba claro de si lo había hecho de forma consciente o inconsciente.
—¿Ahora me haces el vacío? Hay que ver... Pues a la gente maleducada sí que no le doy más explicaciones, faltaría más.
Después de eso el demonio se cruzaría de brazos y le seguiría en esa pose levitando a cierta distancia. A medio camino se pondría a silbar una melodía completamente aleatoria que apareció en su mente, (probablemente era algo que solía tararear o silbar el unicornio yonqui, pero qué importaba), manteniendo una expresión de disgusto con una ceja arqueada. En realidad, se notaba que le daba igual y estaba haciendo tanto teatro como había estado haciendo casi todo el tiempo.
Sus silbidos subirían de intensidad según se acercaban cada vez más al Torreón Silente, aunque no estaba claro de si lo había hecho de forma consciente o inconsciente.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 14/16
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Barrio Derruido
03/01/25, 03:39 pm
Rick tenía razón, no estaban seguros allí. Lo que le fastidiaba porque eso significaba que debía de pasar a la acción y dejar de admirar en secreto las lucecitas que emitía Nohlem. Entre tanto edificio derruido y polvo levantándose era lo único que le parecía hermoso de por allí, pero no tocaba.
Tan pronto como Ethan le dedicó una mirada fugaz el niño aceptó ser cargado por sus brazos, al principio no entendió su propósito pero una vez lo levantó y empezó a correr por las calles se dejó hacer, murmurando en voz baja las primeras palabras de su hechizo. En los últimos días había entrenado de diferentes maneras, pero es que además coordinarse con el medio japonés siempre le resultó más sencillo que con el resto.
De modo que conjuró pasándose las yemas de los dedos por sus párpados con una entonación familiar. A medida que aquel toque describió la forma de sus ojos una niebla blanquecina comenzó a envolverlos como si se trata de un antifaz mágico. Aquella humareda espesa flotaba más allá de sus lagrimales con un efecto suspendido similar al del agua. Pero lo más importante no era ese detalle, si no que la visión de Aniol ya no se encontraba allí.
La sensación era extraña. Podía ver las callejuelas de alrededor con la facilidad pasmosa de una brisa invisible. Y aun así, seguía notando el intenso olor a plata que él mismo emanaba. Debido a la cercanía, probablemente el aroma de la magia también fuera especialmente fuerte para Ethan, a quien continuaba percibiendo bajo el agarre de sus manos en los hombros del chico.
—Es Letargo —inició. La cabeza del polaco se inclinó hacia un lado de manera instintiva, como si así pudiera enfocar mejor su nueva vista en lugar de acercarse más a voluntad. El cabello rebotaba al ritmo de los pasos de Ethan—. Está el niño... y la tortuga gigante... y... están todos toditos... creo... —su mente infantil ya empezaba a hacer conjeturas sin sentido para nadie que alcanzara su propio nivel de fantasía—. Parece que discuten... el chico de pelo morado... creo que es un rollo de amoríos, porque varias de las chicas le miran mal. Seguro que ha jugado con sus corazones y... oh.
Un color de cabello especial le sacó de su rol de alcahueta para retomar el de mini-soldado eficiente. Para un pequeño que adoraba el arcoiris, se sorprendió así mismo odiando su verde.
—También está ella —el tono de voz sonó ajeno, recordando quizás el brazo retorcido de Damian y aquella risa pérfida. En ese punto sus manos adoptaron la postura de unos prismáticos a pesar de que no le hacía falta. Solo logró a centrarse al identificar el papel que la chica sacaba del bolsillo—. Mmm —todos podrían ver que sus labios se habían quedado a medias, evitando recitar una mala noticia para segundos más tarde soltarla a cascoporro—. Tiene runas. Vienen a por nosotros.
Tan pronto como Ethan le dedicó una mirada fugaz el niño aceptó ser cargado por sus brazos, al principio no entendió su propósito pero una vez lo levantó y empezó a correr por las calles se dejó hacer, murmurando en voz baja las primeras palabras de su hechizo. En los últimos días había entrenado de diferentes maneras, pero es que además coordinarse con el medio japonés siempre le resultó más sencillo que con el resto.
De modo que conjuró pasándose las yemas de los dedos por sus párpados con una entonación familiar. A medida que aquel toque describió la forma de sus ojos una niebla blanquecina comenzó a envolverlos como si se trata de un antifaz mágico. Aquella humareda espesa flotaba más allá de sus lagrimales con un efecto suspendido similar al del agua. Pero lo más importante no era ese detalle, si no que la visión de Aniol ya no se encontraba allí.
La sensación era extraña. Podía ver las callejuelas de alrededor con la facilidad pasmosa de una brisa invisible. Y aun así, seguía notando el intenso olor a plata que él mismo emanaba. Debido a la cercanía, probablemente el aroma de la magia también fuera especialmente fuerte para Ethan, a quien continuaba percibiendo bajo el agarre de sus manos en los hombros del chico.
—Es Letargo —inició. La cabeza del polaco se inclinó hacia un lado de manera instintiva, como si así pudiera enfocar mejor su nueva vista en lugar de acercarse más a voluntad. El cabello rebotaba al ritmo de los pasos de Ethan—. Está el niño... y la tortuga gigante... y... están todos toditos... creo... —su mente infantil ya empezaba a hacer conjeturas sin sentido para nadie que alcanzara su propio nivel de fantasía—. Parece que discuten... el chico de pelo morado... creo que es un rollo de amoríos, porque varias de las chicas le miran mal. Seguro que ha jugado con sus corazones y... oh.
Un color de cabello especial le sacó de su rol de alcahueta para retomar el de mini-soldado eficiente. Para un pequeño que adoraba el arcoiris, se sorprendió así mismo odiando su verde.
—También está ella —el tono de voz sonó ajeno, recordando quizás el brazo retorcido de Damian y aquella risa pérfida. En ese punto sus manos adoptaron la postura de unos prismáticos a pesar de que no le hacía falta. Solo logró a centrarse al identificar el papel que la chica sacaba del bolsillo—. Mmm —todos podrían ver que sus labios se habían quedado a medias, evitando recitar una mala noticia para segundos más tarde soltarla a cascoporro—. Tiene runas. Vienen a por nosotros.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Las Emociones Que No Expresas Nunca Mueren."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 9/9
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Barrio Derruido
03/01/25, 11:26 pm
Por supuesto que era Letargo. Desde hacía meses la cosa siempre iba sobre ellos. La ciudad estaba tan roñosa que ya pudiera ser el peso de los años reclamando las estructuras inhabitadas, pero las coincidencias eran un bien exclusivo de gente afortunada. Las lucecitas atravesaron las manos de Ethan y desaparecieron como si, traido el mal fario, hubieran terminado su trabajo.
Las odiaba, pero hasta en sus pensamientos ese era un sentimiento demasiado arriesgado a extrapolar cuando se trataba de lo desconocido.
El granta abrió los ojos y se quitó del hombro el arco, sacando una flecha del carcaj para prepararla a medida que el olor a plata del hechizo de Aniol perfumaba el aire que les rodeaba. Llegó a una conclusión, aunque fuera momentánea, y es que no quería morirse: no tan cerca del cementerio, no después de lo que habían visto. Quizás en unas semanas recuperase su vieja tregua con el más allá, pero no era tal el caso inmediato. Su malestar, similar a miel cristalizada, se fue derritiendo a favor de unos nervios más físicos y familiares, saltando de un miedo incontrolable y filosófico a ese pellizco de uno mucho más primordial e instintivo. El miedo que le gustaba. No era un reemplazo completo ni una buena combo, pero sí una pequeña mejora. Nohlem esperó “paciente” con la flecha aún apuntado al suelo para no cansar innecesariamente sus brazos a que los nuevos ojos de Aniol les ofrecieran una pista.
“Vamos”, apuró al niño mentalmente mientras trataba de acompasar su respiración, exhasperantemente lenta para lo agitado que empezaba a encontrarse. “Vamos”. Cada vez tenía menos claro si le pedía prisa a Aniol o Letargo.
Suspiró, no queriendo por una vez los desvaríos del pequeño sino algo más serio, injusto e impropio para su corta edad, y cuando por fin lo recibió tras esa pausa, ese “oh”, a Nohlem lo embargó un sentimiento diferente. Uno tan intenso que al cambio se sintió hasta bien.
“Ella”.
No necesitaba más descripción, sabía de quien hablaba. El pelimorado del que les había hablado Muerto quizás fuera un objetivo más lógico en el que centrar todo su odio, pero no era el hijo de puta que les había lanzado directamente al vacío, no era el capullo que se había manchado las manos fingiendo ser un herido ni quien se había reído cual psicópata al ver en primer plano caer a un puñado de críos y otros de su edad en su trampa.
—¿Por dónde? —preguntó en seguida, pues el chiquillo había soltado prenda justa para mentalizarlos, no tanto para prepararlos—. ¿Por dónde, Aniol?
Dentro de su inquietud ganó cierta entereza. Después de todo, ya había matado una vez.
Podía hacerlo una segunda.
Las odiaba, pero hasta en sus pensamientos ese era un sentimiento demasiado arriesgado a extrapolar cuando se trataba de lo desconocido.
El granta abrió los ojos y se quitó del hombro el arco, sacando una flecha del carcaj para prepararla a medida que el olor a plata del hechizo de Aniol perfumaba el aire que les rodeaba. Llegó a una conclusión, aunque fuera momentánea, y es que no quería morirse: no tan cerca del cementerio, no después de lo que habían visto. Quizás en unas semanas recuperase su vieja tregua con el más allá, pero no era tal el caso inmediato. Su malestar, similar a miel cristalizada, se fue derritiendo a favor de unos nervios más físicos y familiares, saltando de un miedo incontrolable y filosófico a ese pellizco de uno mucho más primordial e instintivo. El miedo que le gustaba. No era un reemplazo completo ni una buena combo, pero sí una pequeña mejora. Nohlem esperó “paciente” con la flecha aún apuntado al suelo para no cansar innecesariamente sus brazos a que los nuevos ojos de Aniol les ofrecieran una pista.
“Vamos”, apuró al niño mentalmente mientras trataba de acompasar su respiración, exhasperantemente lenta para lo agitado que empezaba a encontrarse. “Vamos”. Cada vez tenía menos claro si le pedía prisa a Aniol o Letargo.
Suspiró, no queriendo por una vez los desvaríos del pequeño sino algo más serio, injusto e impropio para su corta edad, y cuando por fin lo recibió tras esa pausa, ese “oh”, a Nohlem lo embargó un sentimiento diferente. Uno tan intenso que al cambio se sintió hasta bien.
“Ella”.
No necesitaba más descripción, sabía de quien hablaba. El pelimorado del que les había hablado Muerto quizás fuera un objetivo más lógico en el que centrar todo su odio, pero no era el hijo de puta que les había lanzado directamente al vacío, no era el capullo que se había manchado las manos fingiendo ser un herido ni quien se había reído cual psicópata al ver en primer plano caer a un puñado de críos y otros de su edad en su trampa.
—¿Por dónde? —preguntó en seguida, pues el chiquillo había soltado prenda justa para mentalizarlos, no tanto para prepararlos—. ¿Por dónde, Aniol?
Dentro de su inquietud ganó cierta entereza. Después de todo, ya había matado una vez.
Podía hacerlo una segunda.
- ♪♫♬:
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Barrio Derruido
04/01/25, 11:57 am
Connor salió del cementerio con expresión sombría y pensativa. La revelación de la existencia de los muertos le había incomodado y acojonado más que casi cualquier monstruo, porque significaba que ni siquiera estaban a salvo en la puta muerte, ¿no? Joder, él no quería morir y se intentaría llevar por delante a quien lo intentara, pero si al final no podía conseguirlo al menos que su puta boca se mantuviera cerrada después de eso... El motero se mostró silencioso y más atento a las callejuelas y los cascotes del suelo que de la conversación de los demás. Aún así, pronto sus ojos encontraron una distracción más placentera en las luces que rodeaban a Nohlem. Otro jodido misterio de aquel sitio, pero que por el momento le servía a Connor para apagar el cerebro durante un rato y perderse en los colores que rodeaban al felino.
Al menos hasta que sonaron los cascotes.
Aquello sacó a Connor de su ensimismamiento autoimpuesto, quien aferró la maza con fuerza y miró con velocidad hacia la dirección del desprendimiento. En el fondo, una pequeña parte profunda y oscura de él estaba agradecida por aquella distracción. Por aquel posible peligro. Significaba que no tenía que pensar más en los putos muertos. La cosa mejoró cuando Rick avisó de haber visto a alguien, porque aquello le daba ganas de partirse la cara con quien fuera. A diferencia de la no-muerte del cementerio, pegarse de putas hostias no tenía misterio alguno. Y eso era casi tranquilizador.
-Hijos de puta...- Murmuró con ponzoña y una violencia apenas contenida. Daba por hecho que eran Letargo, ¿porque quién cojones iban a ser si no? Ellos eran los causantes de todas sus putas desgracias, y los únicos muertos que tenían también se debía a aquel grupo. No por los monstruos que poblaban aquellas ruinas, no... Por gente como ellos. Así que si aquel día de mierda terminaba con la muerte de otro de esos cabrones... Connor podía dar la excursión por satisfecha y terminada.
Pronto el grupo se puso en marcha, con Ethan a la cabeza cargando a Aniol. El niño tenía los ojos vedados en magia para revelar la posición de los enemigos, así que Connor se limitó a empuñar la maza con fuerza y a esperar. Con la confirmación del polaco de que se trataba de Letargo, Connor notó cómo la adrenalina subía con fuerza por sus venas. Era la sensación de peligro mezclada con fuego rabioso. En comparación con el miedo que había sentido en el cementerio... aquella sensación era una vieja amiga bienvenida. La mención de que aquella cabrona de pelo verde estaba entre ellos avivó la ira de Connor, que bufó con rabia una sola vez y levantó un poco el brazo armado. Huir no tenía sentido porque les estarían dando la espalda a Letargo, y lo cierto es que estaba hasta los cojones de que siempre llevaran la delantera aquella gente. Habían probado la victoria cuando quitaron de en medio a Muerto y lo cierto es que era adictiva. Peligrosa e imprudente, pero adictiva.
-Que vengan, joder...- Replicó con los ojos entrecerrados observando las ventanas del edificio. Aquella cabrona había sido la causante de todo el dolor que habían sufrido en las cuevas. La lucha contra el monstruo mutante, las heridas que lucía en su pecho y la agonía que le habían traído... El brazo roto de Damian y el absoluto miedo de todos... Connor no tenía dudas de ello, si tenía la ocasión pensaba disfrutar un poco haciendo sufrir a esa hija de puta.- Se han metido con la puta gente equivocada, joder...- Dijo ésta vez con una ira fría, mientras fruncía el ceño y su rostro adoptaba su mayor expresión de mala hostia. Estaba harto. Jodidamente harto, pero esta vez estaban preparados para lo que venía. Se puso al lado de Nohlem y su arco, sabiendo de su certera puntería y esperando que éste le hiciera un puto cuerno de unicornio al primero que asomara la jodida cabeza.
Aún así, Connor alzó el brazo izquierdo desarmado y empezó a entonar un hechizo de corte, preparándolo para cuando alguien apareciera por las ventanas o las calles colindantes. Dudaba que alguna vez fuera tan poderoso como la versión de Aniol, pero tampoco hacia falta una fuerza extraordinaria para vaciar un ojo.
Al menos hasta que sonaron los cascotes.
Aquello sacó a Connor de su ensimismamiento autoimpuesto, quien aferró la maza con fuerza y miró con velocidad hacia la dirección del desprendimiento. En el fondo, una pequeña parte profunda y oscura de él estaba agradecida por aquella distracción. Por aquel posible peligro. Significaba que no tenía que pensar más en los putos muertos. La cosa mejoró cuando Rick avisó de haber visto a alguien, porque aquello le daba ganas de partirse la cara con quien fuera. A diferencia de la no-muerte del cementerio, pegarse de putas hostias no tenía misterio alguno. Y eso era casi tranquilizador.
-Hijos de puta...- Murmuró con ponzoña y una violencia apenas contenida. Daba por hecho que eran Letargo, ¿porque quién cojones iban a ser si no? Ellos eran los causantes de todas sus putas desgracias, y los únicos muertos que tenían también se debía a aquel grupo. No por los monstruos que poblaban aquellas ruinas, no... Por gente como ellos. Así que si aquel día de mierda terminaba con la muerte de otro de esos cabrones... Connor podía dar la excursión por satisfecha y terminada.
Pronto el grupo se puso en marcha, con Ethan a la cabeza cargando a Aniol. El niño tenía los ojos vedados en magia para revelar la posición de los enemigos, así que Connor se limitó a empuñar la maza con fuerza y a esperar. Con la confirmación del polaco de que se trataba de Letargo, Connor notó cómo la adrenalina subía con fuerza por sus venas. Era la sensación de peligro mezclada con fuego rabioso. En comparación con el miedo que había sentido en el cementerio... aquella sensación era una vieja amiga bienvenida. La mención de que aquella cabrona de pelo verde estaba entre ellos avivó la ira de Connor, que bufó con rabia una sola vez y levantó un poco el brazo armado. Huir no tenía sentido porque les estarían dando la espalda a Letargo, y lo cierto es que estaba hasta los cojones de que siempre llevaran la delantera aquella gente. Habían probado la victoria cuando quitaron de en medio a Muerto y lo cierto es que era adictiva. Peligrosa e imprudente, pero adictiva.
-Que vengan, joder...- Replicó con los ojos entrecerrados observando las ventanas del edificio. Aquella cabrona había sido la causante de todo el dolor que habían sufrido en las cuevas. La lucha contra el monstruo mutante, las heridas que lucía en su pecho y la agonía que le habían traído... El brazo roto de Damian y el absoluto miedo de todos... Connor no tenía dudas de ello, si tenía la ocasión pensaba disfrutar un poco haciendo sufrir a esa hija de puta.- Se han metido con la puta gente equivocada, joder...- Dijo ésta vez con una ira fría, mientras fruncía el ceño y su rostro adoptaba su mayor expresión de mala hostia. Estaba harto. Jodidamente harto, pero esta vez estaban preparados para lo que venía. Se puso al lado de Nohlem y su arco, sabiendo de su certera puntería y esperando que éste le hiciera un puto cuerno de unicornio al primero que asomara la jodida cabeza.
Aún así, Connor alzó el brazo izquierdo desarmado y empezó a entonar un hechizo de corte, preparándolo para cuando alguien apareciera por las ventanas o las calles colindantes. Dudaba que alguna vez fuera tan poderoso como la versión de Aniol, pero tampoco hacia falta una fuerza extraordinaria para vaciar un ojo.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Barrio Derruido
04/01/25, 01:12 pm
La tensión lógicamente se extendió al resto, pero al menos el neoyorquino daba las gracias de que contaran con el hechizo que el polaco estaba preparando. No estaban en una buena posición, pero poder saber quiénes estaban cerca y por dónde vendrían hacía más fácil buscar una forma de contrarrestar el ataque. Estaba de acuerdo con Ethan en lo de esconderse, al menos mientras Aniol se encargaba de informarles, pero que escapar fuera imposible estaba por ver. De primeras necesitaban información, ya después tendrían que elegir entre sus opciones.
Con el arco listo con una flecha, Rick siguió al grupo entre algunas calles, muy atento a cada tejado, encrucijada y en definitiva cualquier lugar del que pudiera aparecer alguien de Letargo. La incertidumbre y el terror de ese momento ocupaba con fuerza su mente, aunque la necesidad de defenderse y proteger al resto ganaba por el momento. Ante el peligro no podía dudar, lo había tenido que aprender con creces después de todo lo que habían pasado.
Poco después pararon en cuanto el pequeño empezó a hablar sobre lo que había encontrado. El neoyorquino atendió en cuanto confirmó que se trataba de todo Letargo y, por la misma concentración y la tensión del momento, la cara de incredulidad con lo siguiente se hizo patente por unos segundos. -(¿Estás de coña?)- llegó a pensar sin verbalizar. Quitando teorías locas, que estuvieran discutiendo era un detalle interesante, aunque no sabía si les servía de algo ahora mismo. Siguió apuntando atento a los alrededores mientras terminaba de escuchar al chiquillo. "Karin" estaba por allí, como cabía esperar y... -¿Qué?- se giró al instante hacia el polaco con la cara ligeramente blanca por unos instantes. -¿Pero quiénes vienen?- se sumó a las preguntas del varmano con cierta inquietud. No tardó en indicarles desde dónde... y que venían todos. -Joder...- soltó por lo bajo mientras intentaba mentalizarse para lo que les esperaba.
Si la amenaza de un ataque completo no era lo suficientemente aterrador, la actitud de Connor era un presagio de que todavía podía ser peor. Por supuesto que esperaba esa reacción del motero, y el pesimismo le decía que probablemente no iba a ser el único en querer quedarse con tantas ganas. Hacía tiempo que aquello había pasado a ser más que defensa propia.
Rick miró a su alrededor una vez más para encontrar alguna posición desde la que prepararse para el enfrentamiento y no tardó con dar con una fachada medio derruida tras ellos, en el lado opuesto por el que estaban viniendo los otros. El chico tomó cobertura en lo que quedaba del muro izquierdo, teniendo que estar en cuclillas. Dejó un momento el arco para coger del bolsillo de la gabardina el papel con el sortilegio de defensa y no dudó en aplicárselo. Hecho aquello, volvió a tomar el arco y miró desde su cobertura en silencio esperando a que llegaran. Lo único que lo rompió por un momento fue un silbido bajito dirigido a Airi y a Räg, indicándoles que había sitio cerca desde el que disparar con algo más de defensa. -(Más nos vale que esto salga bien)- rogó por inercia, pero tenía poca fe en ello. Al menos esperaba que sus amigos no salieran mal parados y haría lo posible para que así fuera.
Con el arco listo con una flecha, Rick siguió al grupo entre algunas calles, muy atento a cada tejado, encrucijada y en definitiva cualquier lugar del que pudiera aparecer alguien de Letargo. La incertidumbre y el terror de ese momento ocupaba con fuerza su mente, aunque la necesidad de defenderse y proteger al resto ganaba por el momento. Ante el peligro no podía dudar, lo había tenido que aprender con creces después de todo lo que habían pasado.
Poco después pararon en cuanto el pequeño empezó a hablar sobre lo que había encontrado. El neoyorquino atendió en cuanto confirmó que se trataba de todo Letargo y, por la misma concentración y la tensión del momento, la cara de incredulidad con lo siguiente se hizo patente por unos segundos. -(¿Estás de coña?)- llegó a pensar sin verbalizar. Quitando teorías locas, que estuvieran discutiendo era un detalle interesante, aunque no sabía si les servía de algo ahora mismo. Siguió apuntando atento a los alrededores mientras terminaba de escuchar al chiquillo. "Karin" estaba por allí, como cabía esperar y... -¿Qué?- se giró al instante hacia el polaco con la cara ligeramente blanca por unos instantes. -¿Pero quiénes vienen?- se sumó a las preguntas del varmano con cierta inquietud. No tardó en indicarles desde dónde... y que venían todos. -Joder...- soltó por lo bajo mientras intentaba mentalizarse para lo que les esperaba.
Si la amenaza de un ataque completo no era lo suficientemente aterrador, la actitud de Connor era un presagio de que todavía podía ser peor. Por supuesto que esperaba esa reacción del motero, y el pesimismo le decía que probablemente no iba a ser el único en querer quedarse con tantas ganas. Hacía tiempo que aquello había pasado a ser más que defensa propia.
Rick miró a su alrededor una vez más para encontrar alguna posición desde la que prepararse para el enfrentamiento y no tardó con dar con una fachada medio derruida tras ellos, en el lado opuesto por el que estaban viniendo los otros. El chico tomó cobertura en lo que quedaba del muro izquierdo, teniendo que estar en cuclillas. Dejó un momento el arco para coger del bolsillo de la gabardina el papel con el sortilegio de defensa y no dudó en aplicárselo. Hecho aquello, volvió a tomar el arco y miró desde su cobertura en silencio esperando a que llegaran. Lo único que lo rompió por un momento fue un silbido bajito dirigido a Airi y a Räg, indicándoles que había sitio cerca desde el que disparar con algo más de defensa. -(Más nos vale que esto salga bien)- rogó por inercia, pero tenía poca fe en ello. Al menos esperaba que sus amigos no salieran mal parados y haría lo posible para que así fuera.
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