Gradas

Giz esbozó una sonrisa ante el recibimiento de Noel. Lo de la comida no le preocupaba mucho, ya tendría tiempo para pedir más.

—Ese ha sido mi primer paso para hacerme con todos—intentó bromear. Sin embargo, no tardó en sobrevenirle la duda—. ¿Era esa la coletilla, no? Que ahora dudo—se encogió de hombros y se sentó en su asiento con parsimonia, para observar atentamente el resto de los combates.

Estos se fueron sucediendo uno a uno y, tras un tiempo de espera, probablemente para que los jueces deliberaran, la voz de miseria irrumpió por todo el anfiteatro. Giz se alegró de oír que habían pasado ambos y le alzó el pulgar a Noel en silencio, para seguir escuchando los resultados. Cuando acabaron, las palabras del draco le hicieron fruncir el ceño levemente.

—No sé por qué te sorprendes—Giz hablaba en serio en serio, huvo movimientos del draco que le habian dejado completamente sorprendido, como la autopetrificación—. No me contuve, de verdad. Pero tú tampoco—se volvió a encoger de hombros, no sabiendo qué más decir para convencer al draco.

Los resultados de la primera ronda en cada fase fueron dadas, le sorprendió saber de alguno de los ganadores y le hizo un poco d gracia de que Noel no hubiese perdido en ninguna de las fases del torneo. vio que los resultado eran bastante buenos, había quedado muchos de su cosecha para la siguiente ronda en las diferentes fases, se alegro especialmente por Shizel, Karime y Atol... aparte también habían ganado toros conocidos, como era el caso de Koval y de Jack. las siguientes rondas de cada fase iban a estar divertidas de ver. Vio cerca Giz y Noel hablando de los resultados y la cara de pasmo del draco por sus propios resultados era digna de grabarse.

-Noel, si estas así por los resultados de estas victorias, me pregunto si te morirás de un ataque si ganas las cuatro. Creo que si eso pasara no te volveríamos a ver una pluma en largo tiempo -añadió con humor al verlo tan desencajado por todo aquello. En verdad tenia un suerte demoníaca, eso o en verdad era amado por el publico y los jueces. Igual el lo había visto pelear y también se lucia bastante así que no era tan rara sus victorias. Miro a Giz que también había quedado empatado con Noel en una de las fases del torneo, aunque le interesaba mas esa donde había usado a las hienas aquellas contra Zmey- Enhorabuena por seguir en el torneo, esas hienas que usaste en tu pelea con Zmey, ¿eran las que vi la ultima vez que fui a tu laboratorio?- pregunto interesado y añadió antes de nada por si acaso no lo sabia y lo mandara a tomar viento fresco, cosa que podría hacer igual aun sabiendo quien era, pero bueno-Y soy DL- añadió con cierto humor, había sido muchas peleas y realmente ya estaba con los nervios por saber cuales serian las siguientes parejas a competir en la próximas rondas. Mirando tanto a Noel como a Giz, articulo una pregunta con curiosidad- ¿Contra quien os gustaría competir en la siguiente ronda? Ha habido muchas peleas curiosas en la primera- pregunto dirigiéndose a ambos, aunque aquello era mas por mera curiosidad, ya que el no competía quería saber que pensaba de las competencias con cada quien.

Me encuentro del brazo de Sandy pidiendo otra nueva bolsa de palomitas dulces de colores cuando el ominario comienza a recitar los ganadores de las rondas. Cuando escucho que he perdido la batalla contra el piromante suspiro y chasqueo la lengua. A decir verdad desde que me apunté al torneo ya me había concienciado de que no pasaría de la primera ronda y, a decir verdad, esos novatos me habrían hecho sudar de haber podido.

Cuando llega el turno de la pelea libre y las mascaras dicen mi nombre como ganador miro incredulo al vendedor y le sonrio. Pago la bolsa y vuelvo a pasos acelerados hasta los chicos con Sandy caminando a mi espalda. -¡SEÑORES! ¡Felicidades!- Digo cuando llego a su altura. -¿Habeis oido? No parece ser que nos haya ido tan mal. ¿No?- Pregunto sonriendo.

Mientras que los chicos hablan pienso en que sea probable que los novatis esten tambien por  aqui. Me acerco al oido de Sandy y le susurro. -Tenemos que intentar buscar a Hyter o a Per. Date una vuelta a ver si los encuentras. Si lo haces avisame.- La muñeca asiente como si entendiese mi orden y la joven de arena desaparece entre la gente buscando.  

La figura de arena camina entre los habitantes hasta detenerse frente a un grupo de veteranos que se encuentran frente a Per y sus amigos. De pronto un pequeño mechón de pelo se desprende surcando el aire como arrastada por una corriente de aire inexistente. Los grumos de arena surcan el aire hasta mi posición fotando sobre mi cara pir lo que los atrapo con la mano y los observo mientras intento detectar donde esta la muñeca.

-Ahora vuelvo. Dadme un segundo.- Digo escuetamente antes de desaparecer entre la gente. Cuando llego a la altura de la muñeca la agarro del brazo y alzo la mirada hacia donde mira mi creación para ver al grupo de chicos. -¡Oh! Buen trabajo señorita.- Digo sonando cual padre orgulloso. Nos acercamos al novato y sus amigos ambos a la vez. En cabeza yo, y justo detras mía camina Sandy con las manos entrelazadas en el vientre.

-Esto.. Hola Per.- Digo para llamar la atención del chico. -Felicidades por el combate. Que no tuve tiempo de hacerlo cuando acabamos. ¿Estas bien? Espero que no me guardes mucho rencor.- Digo sonriendo.

El anuncio de los resultados provocó un silencio súbito en las gradas, tan ruidosas hasta el momento. Gael, expectante, ya hacía tiempo que le daba vueltas a los posibles resultados, aunque tratando de apartar esos pensamientos para no angustiarse por sus errores y posibles futuros contrincantes. Los resultados no le cogieron por sorpresa, a decir verdad, aunque solo tuvo oídos para fijarse en los combates de sus conocidos aparte de los suyos propios. Estaba un poco nervioso. Se prometió a sí mismo mejorar en la próxima ronda, ya estaba más acostumbrado a tener fijas en él las miradas de tanto espectadores. No se podía decir que no sintiera envidia de los éxitos absolutos de sus compañeros… o extrañeza por Adara. Todo dependía mucho del rival que tocase. Y, pensando precisamente en rivales, buscó a Jack con una sonrisa, tendiéndole la mano para felicitarlo.
—No esperaba menos, contra uno de mis maestros —dijo riendo. Los demás contrincantes no se encontraban cerca y, posiblemente, solo a Enredo podría hablarle con normalidad. Al final se limitó a felicitar a sus compañeros y amigos a viva voz—. ¡Enhorabuena a todos! Ganando o no, lo habéis hecho genial.
Probablemente se pondría a hacer un bizcochón para todos al llegar a casa «¿por qué no? Hay que recuperar energías».

Atol
Disfrutaba de una cerveza justo cuando Miseria dio el anuncio de los resultados. Debería haber dejado de beber mientras su voz resonaba por todo el lugar, pero hice lo contrario. Mal hecho, pues me atraganté al oír que pasaba a la segunda ronda en Duelo mágico y estuve un rato tosiendo. Rato que se alargó por una broma interna: aun con estas, las supuestas clases que le comenté al drake deberían seguir vigentes de cara a la siguiente ronda: de los que habían ganado, y de los que conocía, al menos sabía que Shiz era un especialista en magia <<Eh, espera, ¿Hyter no era uno de los sendarios? Ni idea de en qué se transformó, no me acuerdo...>>

No pude seguir pensando en eso pues el anuncio siguió con la Lucha armada. Al acabar, busqué con la mirada al guerrero entre el gentío del Anfiteatro para darle la enhorabuena en cuanto acabase el anuncio. <<¡Bien por Ramas! Tap pasa de ronda... y casi todos los que pasan son de mi cosecha... ¡El enano tiene que estar divirtiéndose con tanto gigante aspirante a ser aplastado! ¡Karime empatada con el vampiro! ¡Toma! ¿Pero entonces? ¿Se vuelven a enfrentar? Ya nos enteraremos>>

Una vez terminado el anuncio, busqué a los sendarios y, tras localizarlos, esperé a que Matt se alejara de ellos por no interrumpir. Luego me acerqué al grupo y me dirigí a Ebnun.
—Hey, enhorabuena, grandullón. ¿Para cuándo la revancha?—bromeé mientras le tendía una mano.


Jack
Estaba sentado junto a mis amigos, con mi peculiar gorra con sangre y Lerka en el regazo. Al fin acabó la primera ronda y dieron los resultados. Casi todos mis amigos y algunos novatos conocidos pasaron a la siguiente. En mi caso, casi todo había ido acorde a lo esperado, osea, lo que esperaba tras haber acabado cada combate. Con casi me refería a que esperaba también empatar con Gael, pero bueno.

Y mira por donde no tardó en acercarse para felicitarme. Me quité la peculiar gorra, me encogí de hombros y le estreché la mano.
—Anda, anda. Un maestro sólo se sentirá orgulloso cuando sus pupilos le aventajen, pardiez. ¡Otra vez será! Eh, al resto, ¡enhorabuena a todos! ¿Nos pillamos una juerga antes de la siguiente ronda para celebrarlo todo, derrotas y victorias?—bromeé.

Pero ni de broma. Lo primero que haría tras salir de aquí sería dormir. O quizá una buena caza y luego dormir. O dormir cazando... No, eso sería aburrido. ¿Y cazar y dormir en un charco de sangre?  ¿Qué demonios estaba diciendo? En cuanto acabase con los cuchitrileros, iría a por Erika y Norou. Y luego, dormiría. Eso sin duda.

Las palabras de Per me hacen sonreir y mirarle fijamente. -Me gustaria ver eso.- Digo devolviendole el apretón de manos. Chasqueando los dedos como si intentase recordar algo continuo hablando. -¿Sabes Per? Tienes un dominio muy entretenido señor brujo de la madera.- Le hablo señalandole con el dedo. - Te propongo un plan. ¿Que te parecería si algun día quedamos y repetimos esto? Sin golpearnos nosotros y con una buena merendola.  Me ha gustado ver lo que haces con la madera y, para serte sincero, me gustaria ver que sabes hacer sin la restricción de peso.-

En ese momento señalo con la cabeza a Sandy y sonrio. -No se si algún día te he presentado a Sandy. Ya has conocido a una parte de ella, concretamente a cinco kilos.- Remato riendo mientras hago que la muñeca salude con la mano y esboce una sonrisa. -A ella no la han dejado entrar por gorda. Pero yo creo que esta en su peso.- Al llamar gorda a la muñeca hago que ponga los brazo en jarra y mire al suelo mientras se balancea levemente. - Oye si te gustaron las arañas te puedo enseñar un par de figuras mas. Que las dos de antes fueron demasiado improvisadas.-

Tras el visto bueno del chico sonrio a la par que Sandy da palmadas mientras da varios pequeños saltos. Tras despedirme de todos los novatos por encima le doy un pequeño golpe en el hombro al brujo. -Esperaré que me avises para vernos eh.- Digo guiñandole el ojo al chico poniendo rumbo hacia los cuchitrileros. Cuando paso por la altura de Sandy hago qie esta se gire y se despida con la mano para agarrarse a mi brazo y comenzar a andar conmigo.

Tap había comenzado a escuchar los resultados con escepticismo. Esperaba perder en las dos rondas que había hecho porque el torneo lo llevaban los gigantes y seguramente estuviera amañado, pero se sorprendió al descubrir que colarse en el sobaco de aquella bestia fea le había valido una victoria. El muñeco saltó en el aire sacudiendo sus cuatros brazos y olvidó a propósito que había perdido con aquel brujo de cavar agujeros.

Cuando oyó que Pablo había ganado, al principio sintió algo parecido a la envidia, pero pronto decidió que si no podía restregarle que había perdido, podría restregarle otra cosa. Fue entonces cuando echó a volar en busca del vampiro. Al cual encontró tras dar un par de vueltas por las gradas. No se fiaba, por lo que antes de acercarse se puso protecciones por precaución.

—¡JA!—exclamó como único saludo nada más llegar junto a él—¿VES LO QUE HA PASADO? Pues SIN MÍ no habrías llegado tan lejos, follacardos. A ver si te das cuenta de que querer matarme por apuntarte aquí fue un error y me das las gracias.

Lo cierto fue que no presté demasiada atención a los resultados. Ya sabía que había ganado mi ronda de antes por el simple hecho de que el otro se había rendido, así que no estaba tan expectante de los resultados como lo estarían los demás. Solo lo justo para confirmarlo… y para acordarme de todos los parientes  del asqueroso y futuro hierbajo quemado que me había apuntado. “Por lo menos podrías haberte molestado en hacerlo con mi nombre rocavarancolés. Maldita planta mutante…”

No me había mantenido con el resto del grupo grande, y me había separado tan pronto como las circunstancias me lo permitieron. Por desgracia había alguien que estaba decidido a pegarse a mí, y peor aún, a hacerlo con el claro propósito de molestar.
La tentación de usar magia para que Tap saliera volando en otra dirección y seguir caminando como si no lo hubiera visto fue grande desde el instante en el que lo vi venir hacia mí. Por desgracia dudaba de que fuera tan estúpido como para acercarse a mí sin tener defensas encima, y más aún desde la que se lió el último día. No quedaba más remedio que aguantarlo.

Una mirada de reojo fue lo que le dediqué durante la conversación. Podría decirse que era mi forma de expresar desdén, en contraste con las flores que se estaba tirando el otro.

-Y sin TÍ, quizás habría tenido alguna oportunidad de que la gente me conociera por mi nuevo nombre y no por el antiguo, pero ya es un poco tarde para eso. Vale, lo admito. Con lo de ir a por ti aquel día me pase bastante, pero ¿qué esperabas? Uno de los belliiísimos detalles con los que me obsequió la luna fue la capacidad de tener tendencias asesinas constantemente. Bastante me cuesta ya no intentar matar a todo lo que se mueve por el mero hecho de tener sangre.

Hice una pequeña pausa que desde fuera podría parecer que era para controlar que mantenía el control, pero que en realidad era porque estaba a punto de decir algo que lamentaría el resto de mi vida, además de que me estaba costando horrores tragarme el orgullo para ello.
"Vamos... es por mi bien. Lo hago para probarme ami mismo que puedo controlarme, no porque realmente crea en ello.

-Te pido disculpas por lo aquella locura. No estuvo bien por mi parte, pero las gracias… no te pases.


“Vale, suficiente. Nada de arrastrarse más por el bicho este.

El poltergeist se había quedado bastante sorprendido. No era eso lo que había esperado al acudir a él. Era un tiquismiquis, por pensar más en las minucias de su nombre que en su victoria, pero no podía esperar que un gigante se rehabilitara del todo de buenas a primeras.

—Ya era hora de que lo reconocieras—añadió de buen humor, todavía sorprendido por aquella primera demostración de Pablo de ser capaz de pensar en condiciones—. Pues buena suerte para la siguiente —<<A ver si te toca con el excavador y te remata>> pensó divertido antes de impulsarse lejos. A diferencia de otros pensamientos con el mismo final, aquel no era serio del todo. Casi un avance en el repoblador.

El silencio se extendió por las gradas cuando la voz de Miseria se alzó por el anfiteatro para comunicar los resultados. El rostro de su hermano cuando escuchó el resultado de su duelo contra Giz era de foto, y fue mejorando a medida que el ominario le proclamaba como vencedor en los demás combates. Vac fue felicitando y animando a sus amigos según sus victorias y sus derrotas, dejando al sueco para el final y alzándolo en un abrazo repentino cuando se acercó a él.
—Enhorabuena hermanito, estas hecho un auténtico figura —le felicitó riendo, apresurándose a dejarle en el suelo antes de que pudiera replicar—. Has estado fantástico, de verdad —prosiguió, apoyando una mano en su hombro y apretándolo con afecto.

Era consciente de las inseguridades del draco, a pesar de haber compartido muchas clases y entrenamientos con él y de saber de lo que era capaz, el propio Noel se negaba a ver lo que era tan obvio.
—Si esto sirve para que empieces a darte cuenta de tu potencial me daré por satisfecho, melón —le dijo en voz baja para que solo le oyera él, pasándole después un brazo por los hombros y rascándole la coronilla entre risas para picarle.

Noel se arrepintió casi al instante del tono que había empleado para acusar a Giz y su expresión se suavizó cuando el goliat le aseguró que no se había contenido. A su alrededor, todos se felicitaban unos a otros y el draco se dio cuenta que, ocupado como estaba procesando sus propios resultados, todavía no había felicitado a nadie.
—Perdona, Giz. Sé que no es excusa, pero es que me ha cogido demasiado por sorpresa... Fue un buen duelo. Enhorabuena por haber pasado en ambas categorías. —Se retractó mientras le tendía la mano a su amigo para estrechársela.

A continuación se aseguró de que había oído bien los resultados, ya que le había sido difícil prestar atención a Miseria en ciertos momentos del anuncio, tanto para felicitar a los ganadores como para saber qué contrincantes podrían tocarle en la siguiente fase.

Felicitó también a Gael por sus dos victorias, y a Jack aunque no sin una burla implícita, y se extrañó al constatar que Adara había perdido todas sus rondas. Le aseguró a la ángel negro que lo había hecho muy bien en todas ellas a pesar de todo y, poco después de devolverle la felicitación a Matt, se había girado hacia DL cuando se dirigió a él. El draco frunció el ceño ante la apreciación del cambiante, pero la inesperada acción de Vac lo libró de tener que responderle.

—Pues... ¡EH! —fue todo lo que le dio tiempo a exclamar al ser alzado en el imprevisto abrazo que le había dado su hermano.
Cuando lo dejó de nuevo en el suelo le dedicó una mirada fulminante en la que se adivinaba una sonrisa que pugnaba por salir y le propinó un leve puñetazo en el hombro antes de responderle.
—Creo que has cometido algunos errores de cálculo —le espetó enarbolando una amplia sonrisa sarcástica—. Tengo diecisiete años, no siete. Puede que sea tu hermano pequeño, pero ya sé alzar el vuelo yo solito —concluyó dejando escapar, finalmente, una leve risa.

Ante lo que le susurró el hado a continuación volvió a dedicarle otra mirada, recelosa y más inconsciente esta vez, antes de responderle haciendo un gesto de descarte con las manos.
—Solo es la primera fase, esto no demuestra nada —aseguró sin tener intención de seguir hablando de ello.
Si sus fracasos siempre le obsesionaban y tendía a darles varias vueltas, por el contrario los éxitos le resultaban impropios y hablar de ellos, incómodo.

Es por ello que decidió escaquearse de aquella conversación y se acercó a Wen, a quien todavía no se había dirigido desde el anuncio.
—Lo has hecho genial —le dijo mientras la abrazaba y le daba un beso. A continuación imitó la acción que Vac había realizado con él y la alzó en brazos mientras sonreía con diversión y le dedicaba una mirada de reojo al hado con complicidad—. Tú tampoco tienes precisamente ocho años, pero eres tan ligera que debes reconocer que resulta demasiado tentador —se excusó anticipándose a sus quejas para después echarse a reír.

Wen oyó su nombre de vencedora sorprendiéndose gratamente. Sabía que no lo había hecho mal, pero también lo había visto muy reñido. Ornlu sintió la emoción de su dueña y aulló feliz. Kae la felicitó y ella se lo agradeció con una sonrisa. Luego fue Noel quien se le acercó, besándola, abrazándola y levantándola en el aire.

- Draco maleducado.- se quejó riendo.- No solo no tengo ocho años, sino que soy mayor que tú. Así que un respeto para tus mayores, que ya no estoy para estos trotes.- rió.- Tu sí que los has hecho genial.- le dijo finalmente abrazándole de vuelta.

Caminaba por las gradas de visible mal humor, mientras soltaba de vez en cuando alguna que otra maldición. La causa: un puesto de apuestas cuyo dueño acababa de timarme en mi cara y sin molestarse en ocultarlo porque yo era un novato, y el tipo se había reído en mi cara y todo. No me había sentado muy bien.

Casi podría decirse que echaba humo de lo enfadado que estaba, lo que pasaba es que lo echaba de verdad porque algunas runas en mi bolsillo, que eran restos de algo que acababa de hacer, acababan de activarse accidentalmente y habían prendido fuego.
Cuando me di cuenta traté de apagarlo a manotazos mientras seguía con las palabrotas, salvo que ahora el volumen con el que saín de mi boca era bastante más que unos simples murmullos.

Noel se despidió del idrino al llegar a las gradas y se dirigió hacia donde se encontraba el resto. No tuvo tiempo de saludar, cuando una serie de maldiciones en voz alta desviaron su atención hacia el vampiro en llamas.
—Vaya, eso es más problemático que quemarse la camiseta —comentó esbozando una sonrisa sarcástica y acercándose a los demás sin dejar de mirar en dirección a Pablo—. Sobre todo si eres una sanguijuela.
No estaba seguro de si el vampiro le podía oír o no, pero tampoco le preocupó demasiado. No es que pudiera hacer nada por ayudarlo que no pudiese hacer el mismo, pero de todas formas estaba bastante seguro de que no querría su ayuda. Por eso prefirió dejar que siguiese gritando.

—Esto es todo lo que queda de mi cazadora —dijo en un tono entre la lástima y la jocosidad mostrando un resto de cuero quemado apenas reconocible—. ¿Debería pasarle la cuenta a Shizel por obligarme a quemar mi propia ropa? —bromeó mientras se sentaba—. Voy a esperar a que anuncien el siguiente combate, por si acaso, y después me escabulliré un momento al cuchitril para ponerme otra camiseta —explicó.
Esperaba que el siguiente no fuese otro de sus combates pendientes.

El regreso de Noel –que se había visto acompañado de una serie de vítores por su combate– fue la causa de que no se diese cuenta de la presencia de Pablo por allí cerca, y no fue hasta sus maldiciones cuando se volvió para ver qué estaba sucediendo. Al vampiro le salía fuego de los bolsillos, y la primera pregunta que le vino a la cabeza fue cómo había terminado así exactamente. Inevitablemente se le escapó la risa y se acercó al chico solo para saber cómo había llegado a esa situación. Extinguió él mismo el fuego con un hechizo que había aprendido por precaución, mientras se acercaba sobrevolando un par de filas de espectadores. Pero el saludo que le dedicó no podía ser serio, sencillamente no era capaz de que lo fuera.
―¡Eh! ―exclamó para llamar su atención entre el gentío―, maldecir y dar manotazos no es la mejor primera opción… salvo que quieras falsificarme la transformación. ¿Qué demonios ha pasado? ―Cuando hizo la pregunta estaba ya serio, pero enseguida tuvo que contener una enorme sonrisa que pugnaba por aparecer en respuesta a una serie de imágenes mentales que lo asaltaron de pronto y sin venir a cuento. Primero se imaginó a Pablo cubierto de fuego azul tras ayudarlo con los manotazos, y después se imaginó cómo habría sido si el vampiro hubiera apagado las llamas conjurando una nube de lluvia sobre su cabeza. Aquella nube que veía en su imaginación le seguía a todas partes y hacía juego totalmente con el carácter del chico.