Mesón “El jardín de sevli”
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Rocavarancolia Rol
9 participantes
- Rocavarancolia Rol
Mesón “El jardín de sevli”
05/05/20, 12:42 am
Recuerdo del primer mensaje :
Casa de dos alturas y planta rectangular con un patio trasero cerrado por un muro con verja que tiene un portal estrecho para acceder a este directamente. Por su lado derecho linda con otra casa abandonada, pero por el resto de laterales da a la calle. Tanto las paredes como el muro son de piedra, y las puertas, las ventanas y las contraventanas son de madera. Las vigas que sostienen el tejado, formado por tejas oscuras y planas, son también de madera y sobresalen por el exterior creando el alero de la casa.
El patio contiene un pozo en el centro, y alrededor de este hay siempre parterres de hortalizas, especias y algunas plantas ornamentales que son cultivadas con la ayuda de la magia. De las vigas que sobresalen por los laterales de la casa cuelgan macetas con las enredaderas de flores rosadas que dan nombre al mesón. Este está escrito sobre la puerta en una tabla tallada.
El interior tiene los suelos de madera, con zócalos altos y sencillos del mismo material cubriendo la parte inferior de las paredes. La piedra restante está enlucida con yeso, alisando la superficie de las paredes y haciendo las estancias un poco más luminosas. La decoración más destacable del local son las plantas. Muchas enredaderas de sevli se encuentran en macetas colgantes desde el techo, pero también hay otras plantas de hojas grandes y verdes en los rincones. De noche se ilumina gracias a los farolillos sinhadres que cuelgan por el techo, aunque su fuente de luz es mágica.
La planta baja contiene una estancia amplia con algunas columnas donde se encuentran las mesas y sillas para los comensales. Al fondo hay una barra de madera que sobresale un poco para servir bebidas con algunos taburetes, tras la que se encuentra la cocina. La puerta que lleva a esta es de cantina y fácil de abrir sin manos. Desde la cocina se puede acceder a una gran despensa que aprovecha, en parte, el espacio bajo las escaleras, donde se guardan la mayoría de alimentos. Al lado derecho de la barra hay otras dos puertas: una da al baño para la clientela, y la otra lleva a las escaleras que dan acceso a la vivienda.
Estas escaleras conducen a un salón comedor con una mesa pequeña, cuatro sillas, un sofá y una butaca. Alrededor de este salón hay varias puertas que llevan al resto de habitaciones: un baño, una biblioteca con despacho, un cuarto de invitados y las habitaciones de Eara y Ayne. La decoración es mucho más sencilla en la planta superior, a pesar de que en ella hay, a mayores, alfombras. Existe una pequeña buhardilla sobre la última planta que aprovecha el espacio dejado por el tejado a dos aguas, pero como apenas tiene espacio no hay ningún acceso al lugar.
El patio contiene un pozo en el centro, y alrededor de este hay siempre parterres de hortalizas, especias y algunas plantas ornamentales que son cultivadas con la ayuda de la magia. De las vigas que sobresalen por los laterales de la casa cuelgan macetas con las enredaderas de flores rosadas que dan nombre al mesón. Este está escrito sobre la puerta en una tabla tallada.
El interior tiene los suelos de madera, con zócalos altos y sencillos del mismo material cubriendo la parte inferior de las paredes. La piedra restante está enlucida con yeso, alisando la superficie de las paredes y haciendo las estancias un poco más luminosas. La decoración más destacable del local son las plantas. Muchas enredaderas de sevli se encuentran en macetas colgantes desde el techo, pero también hay otras plantas de hojas grandes y verdes en los rincones. De noche se ilumina gracias a los farolillos sinhadres que cuelgan por el techo, aunque su fuente de luz es mágica.
La planta baja contiene una estancia amplia con algunas columnas donde se encuentran las mesas y sillas para los comensales. Al fondo hay una barra de madera que sobresale un poco para servir bebidas con algunos taburetes, tras la que se encuentra la cocina. La puerta que lleva a esta es de cantina y fácil de abrir sin manos. Desde la cocina se puede acceder a una gran despensa que aprovecha, en parte, el espacio bajo las escaleras, donde se guardan la mayoría de alimentos. Al lado derecho de la barra hay otras dos puertas: una da al baño para la clientela, y la otra lleva a las escaleras que dan acceso a la vivienda.
Estas escaleras conducen a un salón comedor con una mesa pequeña, cuatro sillas, un sofá y una butaca. Alrededor de este salón hay varias puertas que llevan al resto de habitaciones: un baño, una biblioteca con despacho, un cuarto de invitados y las habitaciones de Eara y Ayne. La decoración es mucho más sencilla en la planta superior, a pesar de que en ella hay, a mayores, alfombras. Existe una pequeña buhardilla sobre la última planta que aprovecha el espacio dejado por el tejado a dos aguas, pero como apenas tiene espacio no hay ningún acceso al lugar.
[Referencia visual]
- Personal del mesón:
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Mesón “El jardín de sevli”
30/08/23, 05:11 pm
Neil mantuvo el sonrojo halagado por la felicitación de Eitne y las alabanzas de Adru, quien le dio un gran abrazo que dolió un poco, pero que realmente no le importó. Los abrazos de su edeel, incluso en los que no medía su fuerza, siempre le calentaban el corazón.
-Oh, claro, ningún problema. Ahora mismo yo... -comenzó a contestar al gamusino con la mano a medio camino de lanzar el hechizo correspondiente para templar el bizcocho, pero Nime y su magnífica idea le adelantó-. O también podemos mezclarlo como Nime -añadió riendo al ver a la demonio mineral mientras le servía a Eitne una gran porción de bizcocho y helado juntos en el mismo plato-. A la vez o por separado, como tú quieras -le contestó finalmente al daeliciano mientras le ponía el plato delante.
Aunque todavía quedaba por ver cómo solucionaría lo de la plantación, todo parecía haber salido tan bien y rodado el día de hoy que Neil no podía evitar sentirse extremadamente feliz y satisfecho y, simplemente, se dedicó a disfrutar de catar su nueva receta de bizcocho, el cual, aunque estaba mal que él mismo lo dijera, estaba francamente rico.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Mesón “El jardín de sevli”
20/09/23, 04:52 pm
La bestia del crepúsculo asintió a Adru para dejar claro que tendría cuidado de no quemarse y se le iluminaron los ojillos cuando Neil le sirvió las dos cosas juntas, al niño le encantaba el contraste de temperaturas y no tardó ni medio segundo en hundir la cuchara en el postre, seguido de un "¡Gracias, gracias, gracias!" cantarín para los dos sinhadres.
Mientras daba buena cuenta del postre, sin embargo, continuó tramando junto a Nime.
—Claro que es en serio —dijo en exclusiva para ella, sin pillar la ironía—, pero para quedarnos uno nosotros, no para venderlos... —añadió, esperando no haber dicho nada ofensivo para la libense. Por suerte, la idea de Nime era mejor que la de vender mascotas y al niño se le pasó la preocupación rapidísimo—. ¡Es genial! ¡Y si volvemos con un montón de oros y joyas nadie se podrá enfadar con nosotros! ¿En qué mundo habrá más? ¿Varmania?
Quedaba mucho por maquinar, pero entre tarta y helado, Eitne sentía que tendrían una buena aventura por delante.
Mientras daba buena cuenta del postre, sin embargo, continuó tramando junto a Nime.
—Claro que es en serio —dijo en exclusiva para ella, sin pillar la ironía—, pero para quedarnos uno nosotros, no para venderlos... —añadió, esperando no haber dicho nada ofensivo para la libense. Por suerte, la idea de Nime era mejor que la de vender mascotas y al niño se le pasó la preocupación rapidísimo—. ¡Es genial! ¡Y si volvemos con un montón de oros y joyas nadie se podrá enfadar con nosotros! ¿En qué mundo habrá más? ¿Varmania?
Quedaba mucho por maquinar, pero entre tarta y helado, Eitne sentía que tendrían una buena aventura por delante.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Mesón “El jardín de sevli”
20/09/23, 05:29 pm
Rio suavemente cuando Nime mezcló el bizcocho con el helado. Iba a explicarse cuando Neil dijo que podían hacer justamente eso.
—Es que no sabía si el cocinero daba su aprobación a mezclar los sabores, pero ahora que tenemos la confirmación… —no tardó en imitar a la libense y a todos los que estaban haciendo lo mismo y colocó su porción de helado sobre el bizcocho.
No tardaría en tener algunas manchas del mismo en la cara al intentar esparcirlo torpemente.
Ayne había dado por concluida la entrevista, por lo que Amira pudo sentarse a comer con ellos también. Sonrió tanto a Eitne como a la chica humana cuando recibió los agradecimientos y volvió a alabar por chorrocienta vez la habilidad de Neil para los dulces mientras degustaba el delicioso último postre del día.
—¿Qué estarán tramando esos dos? —Le preguntaría jocosamente en algún momento en susurros a su aurva.
Los cascabeles del daeliciano no dejaban de sonar, pero claramente solo estaba hablando para Nime, quien le respondía con el mismo secretismo que estaba empleando elle en ese momento con el brujo de la cera.
Hasta que se fueran charlaría sobre todo con la otra pareja sinhadre, Neil y Amira, preguntándole cosas cómo dónde vivía, cuánto tiempo llevaba en la ciudad o cuál era su transformación, devolviéndole, por supuesto, la misma información respecto a sí misme. Nunca desperdiciaría la oportunidad de declarar con mucho orgullo que era un gamusino siempre que esta se presentase.
—Es que no sabía si el cocinero daba su aprobación a mezclar los sabores, pero ahora que tenemos la confirmación… —no tardó en imitar a la libense y a todos los que estaban haciendo lo mismo y colocó su porción de helado sobre el bizcocho.
No tardaría en tener algunas manchas del mismo en la cara al intentar esparcirlo torpemente.
Ayne había dado por concluida la entrevista, por lo que Amira pudo sentarse a comer con ellos también. Sonrió tanto a Eitne como a la chica humana cuando recibió los agradecimientos y volvió a alabar por chorrocienta vez la habilidad de Neil para los dulces mientras degustaba el delicioso último postre del día.
—¿Qué estarán tramando esos dos? —Le preguntaría jocosamente en algún momento en susurros a su aurva.
Los cascabeles del daeliciano no dejaban de sonar, pero claramente solo estaba hablando para Nime, quien le respondía con el mismo secretismo que estaba empleando elle en ese momento con el brujo de la cera.
Hasta que se fueran charlaría sobre todo con la otra pareja sinhadre, Neil y Amira, preguntándole cosas cómo dónde vivía, cuánto tiempo llevaba en la ciudad o cuál era su transformación, devolviéndole, por supuesto, la misma información respecto a sí misme. Nunca desperdiciaría la oportunidad de declarar con mucho orgullo que era un gamusino siempre que esta se presentase.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Mesón “El jardín de sevli”
21/09/23, 01:07 pm
Los sinhadres dejaron fluir la conversación, dejando a los niños tranquilos con sus secretos, fuesen cuales fuesen. Como Adru, querían conocer a Amira, así que se interesaron por su vida en la ciudad sin presionar, a la vez que también hablaron de sí mismos, como estaban haciendo todos. Las últimas recetas de Neil estaban buenísimas y, aparte de felicitar al cocinero también se habló de cómo cambiaría el menú de postres con la presencia de Neil más adelante.
Nime no perdía el tiempo planificando con Eitne entre tanto.
—Podemos quedarnos con mascotas siempre que queramos —dijo, olvidando que era una mentira como un piano solo porque ya tenían varias—. ¡Exacto, el oro y las joyas es lo que da dinero! Y también podemos quedarnos con algo de oro. ¡Siempre quise joyas de oro! —Eso le recordó exactamente cuál debía ser el mundo más rico—. ¡Ya sé! No es Varmania, tiene que ser Libo. Los nobles y los andróginos siempre van cubiertos de oro. Y seguro que nos reciben con regalos y honores por ser de Rocavarancolia. ¿Crees que Mánia nos dejaría ir?
De aquella manera seguirían inventando posibilidades hasta que terminasen incorporándose a la conversación de los mayores. Era mejor seguir hablando en el refugio por la noche, porque seguro que si ahora acababan oyéndoles les dirían que no podían hacer ni la mitad de lo que querían.
Cuando se despidieron al anochecer, los sinhadres quedaron para hablar con Amira y Neil de nuevo en los días próximos, y Nime quedó de volver a probar el menú un día que el restaurante estuviese abierto. Que ella en particular no tenía dinero no se le pasó por la cabeza.
Nime no perdía el tiempo planificando con Eitne entre tanto.
—Podemos quedarnos con mascotas siempre que queramos —dijo, olvidando que era una mentira como un piano solo porque ya tenían varias—. ¡Exacto, el oro y las joyas es lo que da dinero! Y también podemos quedarnos con algo de oro. ¡Siempre quise joyas de oro! —Eso le recordó exactamente cuál debía ser el mundo más rico—. ¡Ya sé! No es Varmania, tiene que ser Libo. Los nobles y los andróginos siempre van cubiertos de oro. Y seguro que nos reciben con regalos y honores por ser de Rocavarancolia. ¿Crees que Mánia nos dejaría ir?
De aquella manera seguirían inventando posibilidades hasta que terminasen incorporándose a la conversación de los mayores. Era mejor seguir hablando en el refugio por la noche, porque seguro que si ahora acababan oyéndoles les dirían que no podían hacer ni la mitad de lo que querían.
Cuando se despidieron al anochecer, los sinhadres quedaron para hablar con Amira y Neil de nuevo en los días próximos, y Nime quedó de volver a probar el menú un día que el restaurante estuviese abierto. Que ella en particular no tenía dinero no se le pasó por la cabeza.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Mesón “El jardín de sevli”
23/09/23, 10:40 am
Tras felicitar a Neil por lo riquísimo que estaba tanto el bizcocho como el helado, la conversación se centró en cosas más cotidianas, si es que en Rocavarancolia había algo cotidiano. No tenía problemas en decirles que era nueva en la ciudad, que se había transformado en valkyria (y que tenía un pegaso) y que vivía en la torre Serpentaria por el momento. Realmente no tenía nada que ocultarles, aunque evitaría decir cosas sobre los desaparecidos porque no era cuestión de arruinar el momento con aquella incógnita. Se interesó también por lo que contaban los demás, y quiso recordar sus transformaciones para buscarlas después, especialmente la de Adru, pues el nombre le había sonado gracioso.
El tiempo pasó volando con lo agradable de la conversación, y cuando Amira quiso darse cuenta ya estaba anocheciendo. Tras quedar con sus nuevos jefes para volver a verse algo más adelante, se despidió del resto.
El tiempo pasó volando con lo agradable de la conversación, y cuando Amira quiso darse cuenta ya estaba anocheciendo. Tras quedar con sus nuevos jefes para volver a verse algo más adelante, se despidió del resto.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Mesón “El jardín de sevli”
16/10/23, 12:39 pm
Neil se rió por lo bajo cuando Adru preguntó por lo que estarían tramando Nime y Eitne, divertido por sus secretos, pero esperando también que no fuera algo peligroso.
-Supongo que en un momento u otro lo descubriremos- le contestó también en susurros, sabiendo que fuera lo que fuera que planeaban los dos niños no solían dejar que pasara mucho tiempo hasta ponerlo en marcha.
La tarde pasó muy amena hablando con Ayne, Eara, Amira y Adru sobre diversas cosas, pero sobre todo sobre el nuevo trabajo y los cambios que harían en el menú de postres. Neil estaba extasiado y no veía el momento de empezar, a pesar de que todavía había cosas que hablar y cerrar, tanto con Ayne y Eara, como con Jack y Erika.
Aún así, el brujo salió de la merienda más que satisfecho. Sus postres habían encantado y había conseguido un trabajo que se adaptaba perfectamente a él.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Mesón “El jardín de sevli”
21/10/24, 12:44 am
En la fachada principal del mesón había una escalerita sobre la que se encaramaba una de los dueños del local. Eara, con un mandilón de jardinería puesto sobre su vestido, estaba regando y recortando las plantas de sevli que decoraban la fachada. Como plantas salvajes que eran, se cuidaban fácilmente, pero crecían a gran velocidad al no faltarles nunca agua y debía recortarlas para que los ramilletes no acabasen arrastrándose por el suelo.
Cuando terminó de regar la maceta que tenía delante se bajó de la escalera para apoyar la regadera en el suelo y rascarse la espalda con gesto distraído. Apenas había pasado un par de días desde que le habían tatuado las runas defensivas, y aunque le habían tratado la piel con magia todavía la notaba extraña. Se alegraba de no haber tenido que dejar que el tiempo la curase.
Con parsimonia desplazó la escalera hasta la siguiente macera, dejando la regadera atrás, y sacó una tijera del bolsillo del mandil. Subiéndose a los primeros peldaño, empezó a examinar las ramas que colgaban para buscar las más viejas y cortarlas, dejando solo las que empezaban a cargarse de capullos rosados.
Cuando terminó de regar la maceta que tenía delante se bajó de la escalera para apoyar la regadera en el suelo y rascarse la espalda con gesto distraído. Apenas había pasado un par de días desde que le habían tatuado las runas defensivas, y aunque le habían tratado la piel con magia todavía la notaba extraña. Se alegraba de no haber tenido que dejar que el tiempo la curase.
Con parsimonia desplazó la escalera hasta la siguiente macera, dejando la regadera atrás, y sacó una tijera del bolsillo del mandil. Subiéndose a los primeros peldaño, empezó a examinar las ramas que colgaban para buscar las más viejas y cortarlas, dejando solo las que empezaban a cargarse de capullos rosados.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Mesón “El jardín de sevli”
23/10/24, 12:02 am
Por unas calles cercanas se iba acercando de buen humor Chromsa. El ochrorio volvía a Serpentaria junto a sus hojas, que danzaban en el aire como siempre, satisfecho con una nueva adquisición para su pequeño "jardín" que estaba montando en su habitación. Técnicamente solo había comprado la maceta, puesto que la planta la había recogido en su salida del trabajo. Ya en un par de ocasiones había pensado que quería añadir a su colección alguna de las numerosas plantas que había en el Macetero y finalmente se decidió por un curioso helecho verde amarillento (aunque parte de los matices del color no podía apreciarlos) de hojas que caían en espiral. -(En cuanto llegue le haré un sitio junto con las demás para que le de sol y compruebo como está la tierra)- iba pensando con una sonrisilla, fantaseando en cómo de bonito se iba volviendo su dormitorio.
Su hilo de pensamiento acabó en cuanto se fijó en el edificio que tenía delante. Le recordaba a tantos otros reformados por los barrios de la ciudad, con un toque acogedor y hasta familiar de sus visitas al pueblo que contrastaba siempre entre las ruinas. Pero aquello no era el detalle que le había hecho pararse con curiosidad un poco más cerca de la fachada. Sin duda eran las numerosas enredaderas que colgaban en macetas por los muros y vigas. -(Que bonitas)- se dijo mentalmente intentando enfocarse mejor en las flores para poder apreciarlas con más detalle. No eran del todo rojas, aunque era lo más cercano a lo que le permitía llegar su vista, y su forma era preciosa, por no hablar del olor, que inconscientemente lo había animado a pasar por esa calle. Aparte de lo llamativas que eran, había un detalle importante más, y es que en los libros de botánica que había estado leyendo no había encontrado nada parecido. ¿De qué mundo vendrían? Al fin y al cabo, todavía tenía mucho que aprender de las posibilidades que daban los portales.
Al menos estaba de suerte, porque justo una chica de un color muy parecido a las flores se estaba encargando de podar y regar aquellas plantas. Le daba un poco de apuro molestarla mientras trabajaba, aunque una preguntita curiosa no debería hacerle daño a nadie. Tomando un poco de valor y tranquilidad, se atrevió a alzar la voz para saciar su interés. -Disculpe- llamó primero la atención con un tono tranquilo, tampoco quería que se asustara y se cayera de la escalera. -¿Qué plantas son esas exactamente? No... conozco nada parecido de mis libros, pero son bonitas y huelen bien- preguntó, explicando de paso el por qué de la pregunta. El ochrorio terminó echando un vistazo rápido a la enredadera con la que estaba trabajando la chica, sonriendo cuando halagó: -Se nota que están bien cuidadas.- No tenía claro de dónde, pero tenía la sensación de haber visto el uniforme de la chica en alguna parte.
Su hilo de pensamiento acabó en cuanto se fijó en el edificio que tenía delante. Le recordaba a tantos otros reformados por los barrios de la ciudad, con un toque acogedor y hasta familiar de sus visitas al pueblo que contrastaba siempre entre las ruinas. Pero aquello no era el detalle que le había hecho pararse con curiosidad un poco más cerca de la fachada. Sin duda eran las numerosas enredaderas que colgaban en macetas por los muros y vigas. -(Que bonitas)- se dijo mentalmente intentando enfocarse mejor en las flores para poder apreciarlas con más detalle. No eran del todo rojas, aunque era lo más cercano a lo que le permitía llegar su vista, y su forma era preciosa, por no hablar del olor, que inconscientemente lo había animado a pasar por esa calle. Aparte de lo llamativas que eran, había un detalle importante más, y es que en los libros de botánica que había estado leyendo no había encontrado nada parecido. ¿De qué mundo vendrían? Al fin y al cabo, todavía tenía mucho que aprender de las posibilidades que daban los portales.
Al menos estaba de suerte, porque justo una chica de un color muy parecido a las flores se estaba encargando de podar y regar aquellas plantas. Le daba un poco de apuro molestarla mientras trabajaba, aunque una preguntita curiosa no debería hacerle daño a nadie. Tomando un poco de valor y tranquilidad, se atrevió a alzar la voz para saciar su interés. -Disculpe- llamó primero la atención con un tono tranquilo, tampoco quería que se asustara y se cayera de la escalera. -¿Qué plantas son esas exactamente? No... conozco nada parecido de mis libros, pero son bonitas y huelen bien- preguntó, explicando de paso el por qué de la pregunta. El ochrorio terminó echando un vistazo rápido a la enredadera con la que estaba trabajando la chica, sonriendo cuando halagó: -Se nota que están bien cuidadas.- No tenía claro de dónde, pero tenía la sensación de haber visto el uniforme de la chica en alguna parte.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Mesón “El jardín de sevli”
24/10/24, 02:34 pm
Eara sintió que alguien se acercaba por la calle, y su instinto le hizo mirar enseguida para comprobar de qué o quién se trataba. Solía meterse discretamente dentro del mesón si se acercaba una criatura o alguien que no conociese, aunque Ayne estaba en casa y no se sentía particularmente preocupada. Sin embargo, aunque no creía haber visto antes a quien se acercaba, su curiosidad le hizo quedarse mirando. Era un chico más o menos de su edad, con rasgos caprinos, pero lo que más le llamó la atención era la frondosa planta que llevaba consigo... y las hojas que levitaban a su alrededor.
Aunque decidió actuar con cautela, Eara determinó que no parecía peligroso y continuó trabajando. No pudo evitar mirar fugazmente un par de veces para verlo mejor a medida que se acercaba. Fue su expresión despreocupada lo que le dio confianza para no moverse de donde estaba.
Mentiría si se negase a sí misma que le preocupó verlo mirando las flores en la segunda ocasión que le observó, pero pensó que la curiosidad por las plantas del otro podía ser compartida y fingió no darse cuenta de ese hecho. Hasta que le habló, y tuvo que fingir no sobresaltarse antes de dirigirse a él con una sonrisa. Su educación y su curiosidad genuina le hicieron sentir un gran alivio.
—Gracias —comenzó por responder al halago—. No son muy conocidas —comenzó a explicar, guardándose las tijeras en el mandil por no hablar mientras las blandía, y se bajó del peldaño—, las llaman sevli y se daban solo en el bosque de Karul, en Sinhdro. Ahora aquí sí son auténticas rarezas.
Su expresión se plagó de melancolía, aunque todavía mantenía la sonrisa cortés. Aquel tema no era agradable para nadie que le dirigiese la palabra por primera vez, al menos si le saltaba a la vista su origen, así que enseguida agregó:
—No estoy en contra de que nadie saque esquejes, todo lo contrario. Por si te interesa. También te gustan las plantas, ¿verdad? —preguntó, dirigiendo una mirada curiosa e intencional al helecho encaracolado. Ahora que lo veía mejor, le sonaba que lo había visto antes, pero no podía estar segura al verlo fuera del contexto de su mundo de procedencia.
Aunque decidió actuar con cautela, Eara determinó que no parecía peligroso y continuó trabajando. No pudo evitar mirar fugazmente un par de veces para verlo mejor a medida que se acercaba. Fue su expresión despreocupada lo que le dio confianza para no moverse de donde estaba.
Mentiría si se negase a sí misma que le preocupó verlo mirando las flores en la segunda ocasión que le observó, pero pensó que la curiosidad por las plantas del otro podía ser compartida y fingió no darse cuenta de ese hecho. Hasta que le habló, y tuvo que fingir no sobresaltarse antes de dirigirse a él con una sonrisa. Su educación y su curiosidad genuina le hicieron sentir un gran alivio.
—Gracias —comenzó por responder al halago—. No son muy conocidas —comenzó a explicar, guardándose las tijeras en el mandil por no hablar mientras las blandía, y se bajó del peldaño—, las llaman sevli y se daban solo en el bosque de Karul, en Sinhdro. Ahora aquí sí son auténticas rarezas.
Su expresión se plagó de melancolía, aunque todavía mantenía la sonrisa cortés. Aquel tema no era agradable para nadie que le dirigiese la palabra por primera vez, al menos si le saltaba a la vista su origen, así que enseguida agregó:
—No estoy en contra de que nadie saque esquejes, todo lo contrario. Por si te interesa. También te gustan las plantas, ¿verdad? —preguntó, dirigiendo una mirada curiosa e intencional al helecho encaracolado. Ahora que lo veía mejor, le sonaba que lo había visto antes, pero no podía estar segura al verlo fuera del contexto de su mundo de procedencia.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Mesón “El jardín de sevli”
05/11/24, 04:52 pm
El ochrorio había estado concentrado en las enredaderas, así que ignoraba que la chica ya había estado pendiente de él antes de que le preguntara por las flores. Su instinto no había captado nada a su alrededor ni en la chica, así que no temía que tuviera malas intenciones ni que tuviera que estar en alerta. Se podía permitir disfrutar de las plantas un poquito mientras no molestara, aquello era lo único que le preocupaba un poco.
Chromsa atendió con curiosidad y una sonrisilla complacida al ver que la joven aceptaba el halago y continuaba la conversación. El fauno entreabrió la boca en un pequeño "Ooooh" mirando fugazmente a las sevli ahora que sabía una pizca más sobre ellas. La fascinación no tardó en cambiar hacia una ligera confusión con el final de la explicación, sin embargo. -Creo que no... había escuchado nada sobre ello- comenzó a decir con cierta duda a medida que iba hablando, pues a media frase notó parte de la expresión de la chica. No mentía en que Sinhdro era un mundo que no le sonaba apenas, pero quedaba claro que no era un tema del que quisiera preguntar aunque quisiera saber más. Tal vez era su mundo de origen, pero no llegaba a imaginarse qué podía pasar para que el aire se hubiera vuelto un poco más pesado a su alrededor. Las hojas redujeron sus vaivenes siguiendo las emociones del brujo, dando la sensación de sentirse culpables por moverse tanto.
Que el tema de conversación cambiara fue un alivio, aunque el ofrecimiento le tomó completamente por sorpresa. -¡Ah! Bueno, agradezco mucho el gesto, pero no se si...- comenzó a decir tras un leve respingo y una creciente vergüenza que movía de nuevo parte de su dominio. Le daba todavía un poco de apuro cuando acababa de conocerla y justamente había estado arreglando las plantas, además de que no sabía si las sevlis podrían estar sanas en el interior de su habitación. -Pues sí, sí. Desde siempre me han gustado y luego de la Luna...- siguió algo atropelladamente mirando un par de veces al helecho que llevaba, aunque pudo mentalizarse pronto para parar y recobrarse del corte.
-Disculpa, mejor empiezo por el principio- se excusó inclinando un poco la cabeza hacia abajo. -Me llamo Padre Foresta, soy de los más nuevos en la ciudad. En Ochroria era granjero y después de transformarme reconozco que me empezaron a gustar incluso más las plantas- explicó con bastante más tranquilidad. -De momento estoy creando un pequeño jardín en macetas y justo estaba volviendo de El Macetero con una nueva- sonriente, extendió los brazos para que la joven pudiera fijarse mejor en el helecho. -No es que tengamos mucho espacio en el torreón, pero al menos es algo.-
Chromsa atendió con curiosidad y una sonrisilla complacida al ver que la joven aceptaba el halago y continuaba la conversación. El fauno entreabrió la boca en un pequeño "Ooooh" mirando fugazmente a las sevli ahora que sabía una pizca más sobre ellas. La fascinación no tardó en cambiar hacia una ligera confusión con el final de la explicación, sin embargo. -Creo que no... había escuchado nada sobre ello- comenzó a decir con cierta duda a medida que iba hablando, pues a media frase notó parte de la expresión de la chica. No mentía en que Sinhdro era un mundo que no le sonaba apenas, pero quedaba claro que no era un tema del que quisiera preguntar aunque quisiera saber más. Tal vez era su mundo de origen, pero no llegaba a imaginarse qué podía pasar para que el aire se hubiera vuelto un poco más pesado a su alrededor. Las hojas redujeron sus vaivenes siguiendo las emociones del brujo, dando la sensación de sentirse culpables por moverse tanto.
Que el tema de conversación cambiara fue un alivio, aunque el ofrecimiento le tomó completamente por sorpresa. -¡Ah! Bueno, agradezco mucho el gesto, pero no se si...- comenzó a decir tras un leve respingo y una creciente vergüenza que movía de nuevo parte de su dominio. Le daba todavía un poco de apuro cuando acababa de conocerla y justamente había estado arreglando las plantas, además de que no sabía si las sevlis podrían estar sanas en el interior de su habitación. -Pues sí, sí. Desde siempre me han gustado y luego de la Luna...- siguió algo atropelladamente mirando un par de veces al helecho que llevaba, aunque pudo mentalizarse pronto para parar y recobrarse del corte.
-Disculpa, mejor empiezo por el principio- se excusó inclinando un poco la cabeza hacia abajo. -Me llamo Padre Foresta, soy de los más nuevos en la ciudad. En Ochroria era granjero y después de transformarme reconozco que me empezaron a gustar incluso más las plantas- explicó con bastante más tranquilidad. -De momento estoy creando un pequeño jardín en macetas y justo estaba volviendo de El Macetero con una nueva- sonriente, extendió los brazos para que la joven pudiera fijarse mejor en el helecho. -No es que tengamos mucho espacio en el torreón, pero al menos es algo.-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Mesón “El jardín de sevli”
11/11/24, 01:08 pm
Eara no pudo evitar observar con atención cuando el desconocido admitió no saber de qué hablaba. Sus dudas parecían genuinas, lo que hacía posible que se tratase de alguien de la última criba. Por un momento temió tener que dar explicaciones, pero el cambio de tema resultó efectivo para desviar su atención.
Eara negó con la cabeza con una sonrisa, tratando de indicarle que no se sintiese presionado cuando le agradeció el ofrecimiento. Lo había hecho para que no se preocupase si tenía algún interés en la planta, y para cambiar de tema. Su sonrisa se ensanchó cuando mencionó que su interés en las plantas venía de más atrás, porque era evidente que su transformación tenía algo que ver con las hojas que flotaban a su alrededor. Eara no estaba muy segura de qué se trataba, pero tampoco tenía tanta importancia, sabiendo que parecía una persona normal.
Su historia y su presentación le recordaron que ella misma no se había presentado. Le escuchó con curiosidad, ya que no había hablado con muchos ochrorios en su vida, y confirmó que se trataba de alguien nuevo por la ciudad. Cuando mencionó el Macetero sus ojos se abrieron un poco, al recordar por fin de qué le había sonado aquel helecho.
—¡Claro! Ya me parecía que me sonaba. Trabajé en el Macetero durante un tiempo —aclaró—. Es una preciosidad de helecho.
»Yo me llamo Eara —dijo entonces, simplemente sonriendo, ya que no conocía las costumbres de ochroria a la hora de presentarse y, de todos modos, el chico tenía las manos ocupadas—. Soy dueña de este local junto a Ayne; nosotros ya llevamos un par de años por la ciudad —explicó, para darse a conocer de alguna manera—. ¿Estás en alguno de los refugios aún? La verdad es que allí el espacio rendía poco para plantas —rió.
Eara negó con la cabeza con una sonrisa, tratando de indicarle que no se sintiese presionado cuando le agradeció el ofrecimiento. Lo había hecho para que no se preocupase si tenía algún interés en la planta, y para cambiar de tema. Su sonrisa se ensanchó cuando mencionó que su interés en las plantas venía de más atrás, porque era evidente que su transformación tenía algo que ver con las hojas que flotaban a su alrededor. Eara no estaba muy segura de qué se trataba, pero tampoco tenía tanta importancia, sabiendo que parecía una persona normal.
Su historia y su presentación le recordaron que ella misma no se había presentado. Le escuchó con curiosidad, ya que no había hablado con muchos ochrorios en su vida, y confirmó que se trataba de alguien nuevo por la ciudad. Cuando mencionó el Macetero sus ojos se abrieron un poco, al recordar por fin de qué le había sonado aquel helecho.
—¡Claro! Ya me parecía que me sonaba. Trabajé en el Macetero durante un tiempo —aclaró—. Es una preciosidad de helecho.
»Yo me llamo Eara —dijo entonces, simplemente sonriendo, ya que no conocía las costumbres de ochroria a la hora de presentarse y, de todos modos, el chico tenía las manos ocupadas—. Soy dueña de este local junto a Ayne; nosotros ya llevamos un par de años por la ciudad —explicó, para darse a conocer de alguna manera—. ¿Estás en alguno de los refugios aún? La verdad es que allí el espacio rendía poco para plantas —rió.
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