Segundo sueño de Vacuum

Antes de que alcance al mono sucede algo muy extraño, el pequeño Gael se lanza hacia delate para empujarme, y cuando me toca con las manos quedo paralizado, el muchacho me a paralizado y me ha dejado indefenso, ¿que hará el mono ahora? ... ¿como podre evitarlo?, sin embargo parece que no va a actuar ahora, en cambio me patean hacia un sarcófago de piedra entre los tres, las patadas impactan como mazas, pero apenas las noto, estoy mas preocupado por el mono, los matara y yo no podre hacer nada, de pronto caigo dentro del sarcófago y soy consciente de donde me están metiendo, una negra angustia empieza acrecer en mi interior cuando la tapa empieza a ocultar la luz del exterior, la negrura del sarcófago me oprime en el pecho como una prensa hidráulica, y lo peor es que no me puedo mover aun, porque el hechizo aun no se ha disipado ... cuando este empieza a desaparecer y puedo comenzar a dar sacudidas una luz crece a mis pies, alzo un poco la cabeza, esperanzado, pero mis ilusiones caen al ver unas vendas que reptando empiezan a vendarme, me enroscan poco a poco y me vuelven a arrebatar el movimiento que había ganado ... me retuerzo intentando quitármelas, frenar su avance, pero no sirve para nada ...
-¡NO!, ¡BASTA!, ¡NO ME ... HUMMMM ... ! - grito hasta que las vendas me amordazan - ...
La negrura me nubla la mente, mi razón se hunde en lo mas hondo de mi consciencia y dejo de pensar con coherencia, un miedo primigenio se apodera de mi mente, no soporto los espacios tan cerrados, y no debe de haber nada mas opresivo que la situación en la que estoy, empiezo a moverme como si tuviera espasmos, intentando librarme de las vendas, pero es inútil, las lágrimas empapan las vendas de mi cara, y ausente todo pensamiento me he olvidado de Elliot, de Gael y del mono, ya no soy yo ... soy un desconocido sin mente racional, que carente de cualquier cosa que no sea ese retorcido miedo negro en su interior se siente impotente, sin pensar me empiezo a golpear la cabeza con la tapa del sarcófago, siendo lo único que puedo hacer, la sangre se empieza a mezclar con las lagrimas, pero no me percato, hace rato que deje de sentir ...

No se cuanto tiempo a pasado, es todo muy extraño, el tiempo parece ir a saltos y mi terror inicial a dado paso a una apatía similar a la muerte, e dejado de llorar, ya no me quedan lágrimas, estoy seco, y mi inmovilidad es rota a veces por algún espasmo o algún golpe inútil contra la tapa. De pronto unos golpes en la tapa que no son míos me sacan de mi estado semiinconsciente, la tapa cae y la luz me ciega, oigo voces, pero no veo bien, cuando me acostumbro a la luz veo a través de dos pequeños agujeros en las vendas de mi cara a Elliot, a Gael y al mono loco, asisto asombrado, sin ser capaz de reaccionar, a su conversación arqueológica ... ni siquiera se percataban de que no era una momia muerta, no muy muerta al menos, asisto impotente a la conversación, y cuando el mono saca el cuchillo me quedo paralizado, sin poder decir nada veo como apuñala a mis compañeros, el mundo se me cae, se derrumba ¿porqué pasa esto?, ¿por qué sale todo mal? ... mi corazón estalla y solo me mantiene cuerdo el hecho de que no he visto a Cain, supongo que este bien ... aun así no estoy cuerdo del todo, me empiezo a sacudir, a gemir bajo la mordaza, intentando morderla, liberarme de esta venda que me aprisiona y me impide levantarme, debatiéndome por salir del maldito sarcófago de piedra y arrancarle la cabeza al simio, quiero hacerle sufrir, y mi mirada, de un color negro, le taladra con un odio primigenio, falto de razón, mientras un grito desgarrador, ahogado por las vendas, se escapa de mi boca ...

Mis voces no son escuchadas, la tapa se vuelve a cerrar y ahora mi oscuridad particular no es tranquila, si no que está llena de traqueteos y vaivenes, las vendas me aprietan, pero no puedo hacer nada. Cuando retiran la tapa del sarcófago, después de que cese el movimiento, miro a mi alrededor confuso, solo veo una luz difusa, no distingo nada, hasta que me retiran un plástico de la cara no me doy cuenta de que estos en una especie de museo, hay dos encargados del edificio frente a mi, la sala esta llena de vitrinas, y yo estoy en una, inmóvil, aun paralizado por la impresión, oigo hablar a lo encargados, pero no les presto mucha atención, a pesar de que hablan de mi, el aire esta cargad, y aun no han cerrado la vitrina del todo, nervioso veo como los hombres traen unos alfileres gigantes, ¿habían dicho que eran de unas mariposas? ... ¿que clase de mariposas había en este lugar?, horrorizado veo como dirige la punta de el alfiler hacia mi vientre, hace fuerza y lo clava, pero no me atraviesa, se pone a hurgar, retorciéndomelo en las entrañas, y yo, debido al shock, sigo inmóvil, notando como el acero me quema por dentro, hasta que con un golpe seco me atraviesa y me clava al fondo de la vitrina, entonces dejo de sentir, el dolor se va, pero veo como mi sangre empapa las vendas, sin dolor que me impida hablar o moverme alzo la cabeza hacia los hombres y les lanzo un puñetazo, golpeando a uno en la cara y rompiéndole la nariz ...
-¿Fe farezco fuerffo mal ... ? - las palabras amortiguadas por las vendas se me atragantan al llenarseme la boca de sangre, que empapa la mordaza de mi boca - ...
Otro alfiler se clava en mi cuerpo y yo solo puedo gritar escupiendo sangre, sangre que también se me escapa por las heridas y va formando un charco a mis pies ... los ojos se me nublan y mi grito se va apagando ... no se cuanto durare, pero mientras me quede algo por lo que vivir seguiré hasta que no pueda mas, mi grito toma fuerza de nuevo y redoblo mis esfuerzos por soltarme ...

El hombre ignora mi puñetazo y aprovecha para clavarme el brazo por la palma de la mano en la pared mientras el otro repite el proceso con el otro brazo, ni siquiera dan muestras de oírme, me siento impotente, es frustrante, es como si en verdad estuviera muerto, eso me asusta, no se que pensar ... oigo una voz a mi lado y al girar la cabeza veo una mariposa que me resulta familiar, esta clavada en la pared, como yo, y su voz es demasiado humana para ser real, le miro sin entender bien, estoy en un estadio mental precario, la muerte de Elliot y Gael me ha conmocionado, nadie parece percatarse de que estoy vivo, y la única que parece hacerlo es una mariposa, trato de pensar bien para darle una repuesta ...
-No lo se criatura, yo ... parece que ni yo puedo soltarme, ojala alcanzara a liberarte, pero no me quedan fuerzas, no tengo nada por lo que ... - la imagen de Cain me golpea como una maza, aun esta vivo, no le he visto morir ... ¿estará bien? - ... si consiguiera liberarme podría ...
Me quedo callado, ahí esta, el mono culpable de todo, el que empezó esto, al que no puedo llegar, ... la furia vuelve a crecer en mi, una ponzoña negra me corroe y abrasa por dentro, mi sien late, mis ojos son negros como la pez, empiezo a sacudirme en mi improvisada cruz, la vitrina tiembla y mi sangre riega el suelo, pero no me importa, solo tengo una cosa en mente ...
-¡TE MATAREEEEE! - grito hacia el mono y la reunión de intelectuales - ...
El grito hace vibrar los cristales, nunca había gritado así, si las miradas matasen el mono moriría mil veces y se quedaría corto ... la vitrina tiembla por mis sacudidas y tengo la esperanza de que se rompa de una vez ...

Parece que mis bandazos dan resultado, o quizá alguien me halla escuchado, el caso es que la vitrina se abre, pero aun sigo clavado, sigo sacudiéndome, ajeno al dolor, con la única intención de llegar hasta el simio y borrarle la sonrisa de la cara, en una de mis miradas a la sala, creo ver algo que llama mi atención, una cabeza rubia entre la monotonía de cabellos blancos de los intelectuales, vuelvo a mirar y si, es el, Cain esta en la sala, lo auriculares en el cuello, mi mirada se aclara bruscamente, feliz de verlo, de que su mirada hacia mirada hacia mi este cargada de dudas, quizá sea capaz de reconocerme, pero sacude la cabeza, como si fuera cosa de su imaginación, se acerca al mono y le da un abrazo, deseándole buena suerte y atándole mi bufanda ... me quedo bloqueado, sin fuerzas en los brazos ni ganas de moverme, mi expresión es pétrea, no parpadeo, mirando a algún punto sin ver ... el verde de mis ojos se difumina y se vuelven de un color gris piedra monótono, falto de toda alegría ... ¿también él? ... no me queda nadie, si Cain también ve al mono como si fuera yo, estoy solo, solo el mono lo sabe y eso no es un consuelo, cuelgo de los alfileres de la pared, sin fuerzas para moverme, el simio se acerca y coge algo de mi lado, pero no giro la cabeza para ver que es, cuando pasa su mano por delante de mi cara veo que ha cogido a la mariposa que había hablado conmigo, se la mete en la boca y mastica, mis ojos vuelven a brillar negros como el azabache, pero solo es un segundo, vuelvo a perder la fuerza y me quedo semiinconsciente colgado de la pared, mis pensamientos vagan sin rumbo, ni siquiera pienso con claridad, algo se ha roto dentro de mi, y los últimos pedazos se tambalean, aun no se por que no se han caído, pero mi subconsciente se ha dado cuenta de las dudas de Cain, y me utiliza para hacer algo, sin pensar y con la mirada perdida, una leve chispa verdosa se debate con el monótono grisáceo que me inunda la mirada, tarareo la nana, tal vez esto acabe pronto ...

La nana interrumpe el discurso del mono, quien lanza fugaces miradas asesinas a Vacuum. Caín tiene un aspecto distraído y deja de tomar notas con la adoración que mostraba hacia el simio suplantador.
Cuando el discurso termina, la nana se acaba y Caín se acerca al cosechado.
-Te pareces a Vacuum -susurra despreocupadamente, sin poder saberse si le está hablando como quien se dirige a una persona o como quien habla a un objeto. El rubio abre su bloc de notas y empieza a dibujar frente a él. A veces le dirige sonrisas divertidas.
-¡Caín, no te entretengas! -ordena la voz del simio.
El joven deja du bloc de notas y se levanta para ver llegar a Vacuum. O al menos a alguien igual. Lleva la bufanda y sonríe con amplitud.
-¿Por qué dibujas a esta estúpida momia? -pregunta alzando el dibujo que Caín había estado haciendo. Vacuum puede ver que es el de un simio muerto envuelto en vendas.

Fin del sueño.