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Torreón Letargo (Archivo II)

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Rocavarancolia Rol
Yber
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Caillech
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Caillech
Caillech

Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)
Personajes : Caillech: Suele tener mal caracter y un humor peor, normalmente a causa del hambre que la irrita. Es muy impulsiba y a veces se deja de llevar por sus impulsos sin pensar. Aun así si consigues su amistad la tendrás para siempre, cosa que pocos son los afortunados que logran.
Alexandra: es una buena amiga, siempre que puedas tratar con su gran pereza y su extraña fascinación hacia la sangre.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 Empty Torreón Letargo (Archivo II)

09/11/11, 08:05 pm
Recuerdo del primer mensaje :

Oía pasos detras de mi, pero en ningún momento miré atras para comprobar si eran los humanos o el ser quien me perseguía. Tampoco me quité la mano de la nariz, el intenso hedor me habría frenado al instante. Hacer cualquiera de las dos cosas solo haría que perdiera unos valiosos segundos que podrían ser la diferencia entre mi vida o mi muerte a manos de aquel apestoso ser. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Solo la imagen de él comiendo mi cuerpo inerte me ponía enferma. Esa era, en definitiva, la peor final para alguien como yo, terminar anclada a alguien como eso. No había ni peor muerte ni peor destino, estaba segura. Era un destino que no le esperaba ni a mi peor enemigo, ni siquiera a un Ranta.

Mientras corría más de una vez maldecí a mi suerte. No podía haber sido un ser que no poseyera olor, no debía ser el engendro que peor olía de toda la ciudad quien nos debía de perseguir. Las estrellas no debían de estar muy contentas conmigo para hacerme tal cosa. Ciertamente, no era de su agrado. Eso era algo que había descubierto hace mucho tiempo, el mismo día que me expulsaron de la tribu por un crimen que no era mío.

A mitad del recorrido mis pulmones empezaron a pedirme más aire de la que le facilitaba por la mordaza que tenía por mano alrededor de ellos. Debía encontrar un lugar pronto donde el aire fuera minimamente respirable o perder al engendro de vista, sino no sabía lo que podría llegar a pasar. Y lo cierto era que prefería no pensar en ello. Esas imagenes o pensamientos no me ayudarían en nada a salir de esta. No me servían de nada más que para ponerme peor y como tal los expulsé de mi mente, encerrándolos bajo llabe en algún rincón oscuro de la que no pudiera salir.

Nadie puede describir, entonces, mi dicha y alegría cuando vi como se alzaba una torre no a muchos metros de mí. ¡Si!, grité para mis adentros, esa debía ser la otra torre de la que nos habían hablado aquella pareja, la torre que nos mantendría a salvo. Debía llegar allí a toda costa, no podría aguantar mucho más de la forma que estaba.

Reuní todas las fuerzas que aún tenía y los empleé para alargar aún más las zancadas. Mientras más cerca veía la torre más esfuerzo hacía yo para acortar aún más la distancia hasta que desapareció dicha distancia. Entré como una exalación, de la misma forma que había entrado en la otra torre, aunque esta vez no me impulsaba el enfado sino las ganas de sobrevivir. Nada más transpasar el umbral di una gran bocanada de aire mientras me quitaba la mano de la cara.

- Si, esto es otra cosa - dije mientras me hacía con cuanto aire podía almacenar mis pulmones, parecía que quisiera succionarlo. Ciertamente, no deseaba pasar por aquella esperiencia jamás. Ya podía aprender muchas cosas que no pensaba pasar por semejante dolor sensorial nuevamente. - Por, Nasandra, esto duele... - me doilían la nariz. Me volvía a llevar las manos a esta con la esperanza de que así disminuyese el dolor punzante. Hasta ahora no me había permitido sentir nada, pero en estos momentos me venía la factura por haber pasado tanto tiempo con aquel ser de olor tan penetrante.

_________________________________________

Al principio lloré,
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.

Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar

Invitado
Invitado

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

10/12/11, 07:10 pm
Mánia vigilaba los movimientos de Cail desde debajo de las mantas de su nido cuando esta se acercó al horno para dejar el tronco. La andrógina podía notar sin problemas el aura de hostilidad que le rodeaba, su rabia era tal que casi podía olerla, por eso había decidido evitarla lo máximo posible. Cuando se hubo ido, Mánia salió de su escondite y se cargó de talismanes para subir a practicar magia. No fue a la sala de entrenamiento, sino que recogió el libro de hechizos y se metió en el estudio, sentándose en un rincón con las piernas cruzadas. Se puso la capucha de la sudadera para evitar las distracciones y se puso a estudiar. Aun había hechizos que no había probados, y algunos le serían realmente útiles, como el hechizo de curación. Con sus mismas uñas se hizo un corte en el antebrazo, sin mostrar dolor alguno, y luego pronunció el conjuro. La herida se cerró muy lentamente, y tuvo que repetirlo varias veces para que se cerrara del todo, dejando una cicatriz rosada. De nuevo se cortó y de nuevo intentó curarse la herida, y aunque esta vez tan solo necesitó dos intentos, de nuevo le quedó una cicatriz. Repitió el proceso una y otra vez hasta agotarse. Sin duda era el hechizo que más le había costado hasta el momento, pero no pensaba dejarlo hasta que lo dominase. Se dejó caer en el suelo para descansar, mirando al techo, tamborileando sobre su barriga mientras tarareaba una cancioncilla. Mánia no era de mucho pensar, y cuando se perdía en sus pensamientos solían ser fantasías que rozaban lo infantil o juegos estúpidos de buscarle formas a las manchas del suelo. Alcanzó de nuevo el libro de magia y lo hojeó sin prestarle demasiada atención, imitando símbolos al azar de los hechizos por los que iba pasando. En una de estas que hizo los de un conjuro entero sintió un chispazo en las manos que le obligó a soltar el libro, y una bola naranja brillante con tres rajas a modo de boca y ojos se apareció flotando frente a ella. Era realmente feo y parecía realmente enfadado, le dijo algo a Mánia en una lengua estraña y esta corrió a consultar el librio para ver qué había hecho... Un lacayo... había invocado un lacayo... Leyó rápidamente las frases para comunicarse con él, pero no fue lo bastante rápida y el ser grotesco se marchó aún más malhumorado.
-¡No te vayas!- le gritó al aire.
Aprovechó para leerse concienzudamente las únicas órdenes que podía darle y volvió a invocarlo. Cuando lo tuvo delante señaló una de sus garras que había colocado en el otro lado de la habitación previamente y dijo con ese tono imperativo que tan bien conocía:
-Tráeme eso
El ser grotesco asintió y fue a coger la garra con la boca. No se hizo ningún corte con las cuchillas, para decepción de Mánia, pero le costó sus buenos minutos poder cogerla del suelo, cosa que hizo reír a carcajadas a la andrógina. Cuano tuvo su garra de nuevo en la mano, se quitó uno de los talimanes y lo lanzó, repitiendo la orden. Otra dosis de risas pues ahora al ser le resultaba todavía más difícil cumplir la orden, siendo el talismán bastante más pequeño que la garra. Mánia repitió el proceso una y otra vez hasta que su magia fue incapaz de mantener al lacayo y este se esfumó para su alivio y fastidio de Mánia, que volvía a experimentar el placer de dar órdenes a los demás.
La práctica había sido divertida y sin duda volvería a invocar al pobre lacayo para jugar de nuevo, pero ahora tenía hambre. Bajó a la cocina y rebuscó en la cesta algo para comer. No había mucho más que pan duro y algo de ese queso maloliente que no tuvo más remedio que probar... Bueno, no estaba mal del todo. Se sentó en una silla y comió mirándose los cascabeles de los tobillos como si fuesen la cosa más interesante del mundo.
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

10/12/11, 09:43 pm
Giz y yo fuimos interrumpidos por Mánia, quien volvió a pedir ayuda para bañarse. Giz accedió a llenarle él la bañera esta vez. Caillech siguió descargando su ira contra el tablón hasta que finalmente se fue. No sabían donde estaban Ethan o Alicia en ese momento. << ¿Y ahora qué hago? >>. Había pensado en ponerme a practicar magia, pero el libro no estaba allí. Se lo habría llevado Giz con él, no me había fijado. Estuve sentado durante unos minutos pensando en lo que había sucedido durante los últimos días. ¿Cuánto tiempo llevábamos en Rocavarancolia? Creía que algo más de una semana pero no estaba muy seguro. Durante ese tiempo había conocido a Cai y Giz, quienes eran una especie de lagartos antropomórficos procedentes de otro planeta... y me había hecho amigo de ellos. Al menos ya los consideraba amigos. No podía estar tan seguro con el resto de habitantes del torreón. Mánia apenas me prestaba atención, sólo cuando quería algo, y la verdad es que por ahora tampoco parecía congeniar especialmente bien con ella. Ethan era un chico bastante callado, aunque me caía bien, pero no había tenido ocasión de tratar con él demasiado. Alicia... Alicia era extraña. Era casi más callada que Ethan en cierto modo. No es que no me cayese bien, pero parecía que rehuía nuestra compañía a menudo. No entrenaba con nosotros, sin embargo esta mañana la había pillado entrenando sola. Por eso con quien mejor me llevaba era con Giz, a pesar de ser tan diferentes en lo que a origen, raza, especie y todo lo que se quiera decir se refiere... era con quien más me podía sentir identificado de todo el grupo. Al fin y al cabo, por muy lagarto que fuera, también era un chico y casi de la misma edad.

Sonriendo me levanté de un salto haciendo palanca con las manos. Supuse que Giz ya habría terminado de ayudar a Mánia a llenar la bañera así que bajé a ver qué hacían mis compañeros. Me encontré con Ethan en la cocina, quien había empezado a preparar la cena. A falta de algo mejor que hacer me quedé ayudándole.
Invitado
Invitado

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

11/12/11, 01:06 am
Después de comer Mánia había decidido echarse una siesta, y fue esa la razón de que a la tarde estuviese hiperactiva. Por lo general, Mánia solía ser bastante dormilona, pero desde que llegó a la ciudad dormía solo cuando estaba muy cansada, en pequeños periodos de tiempo repartidos a lo largo del día. Eso provocaba que su humor y su energía en general fuese explosiva, comenzando con arrebatos nada más levantarse, y descendiendo de ánimo a partir de ahí. Fue al poco de acabar de comer que había decidido bajarse el libro de conjuros para seguir practicando, pero la modorra pudo con ella y el libro quedó olvidado en la mesa de la cocina hasta que despertó. Nada más abrir los ojos una idea brillaba en la cabeza de la andrógina quería probarla cuanto antes. Repasó el hechizo de impulso practicándolo una vez o dos en uno de sus anillos y luego se descalzó, atándose unos girones de tela a los pies para no resbalar y para sujetar los tobillos y se puso manos a la obra. El hechizo de impulso era sencillo y gastaba poca energía, así que se había convertido en uno de los preferidos de Mánia. Empezó con saltitos pequeños y fue aumentando la altura, flexionando las rodillas para amortiguar la caída y no hacerse daño al aterrizar. Subió las escaleras a saltos, impulsándose ya en las paredes al llegar a los últimos pisos. La sala de entrenamiento estaba desierta, y Mánia aprovechó esta oportunidad para divertirse armando jaleo, sin tener que preocuparse de mantenerse alejada de Cail o de golpear a quien sea. Saltó contra las paredes. rozando el techo con las garras, dando volteretas más por casualidad que por verdadera intención, hasta que se dió cuenta de que estaba mellando las cuchillas de sus queridas garras. Practicó un poco los movimientos que había estudiad en el libro rojo, los golpes y patadas, pero tuvo que envolver en mantas uno de los troncos que usaba para entrenar porque se estaba haciendo verdadero daño y empezaba a hartarse de las astillas... Gracias al hechizo sus golpes eran más potentes, y compensaba lo menuda que era, pero no mejoraba su resistencia. Pronto Mánia estaba por los suelos, jadeando pero riéndose sola por lo acababa de descubrir y por las ideas que se iban formando en su cabecita. Se sentía realmente orgullosa de sí misma por lo que había logrado en tan poco tiempo, y se imaginó siendo recompensada por Madre... Su Madre... Sentada en el suelo, Mánia miró sus garras fijamente, sus ojos violeta se reflejaban en las cuchillas, ya sin ningun tipo de adorno y totalmente limpios de maquillaje. ¿Hacía cuando que no se miraba a un espejo? Estaba tan acostumbrada a tu rostro pintado de blanco negro y rojo que ver su piel al natural le resultaba extraño, incluso feo. De alguna forma se las había apañado para mantener su coquetería natural, para presevar su estilo por encima de todo en ese sucio caos, pero no era para nada como en Libo, no era como en casa. La Mánia reflejada en las garras no era la Mánia reflejada en los ricos espejos del castillo, no era el ser sagrado que había salido de aventuras varias noches atrás. Entre juegos, temores y novedades, la andrógina se había olvidado de algo importante; echar de menos su hogar, y la añoranza de días se le vino encima en segundos. Había mejorado mucho, estaba aprendiendo a valerse por sí misma, pero no era para unas semanas o unos meses, no iba a venir la guardia de Madre a buscarla para llevarla de nuevo a casa, todo lo que estaba aprendiendo iba a ser para siempre. << Me dejarán volver, seguro que sí... Dijo que podría volver...>> Pero para volver tenía que buscar una forma de recuperar lo que había abandonad de la Mánia antigua, tenía que poder quitarse una piel para ponerse otra, tenía que... Sus pensamientos se perdieron y Mánia se echó a llorar sentada en el suelo, con las garras cruzadas sobre las rodillas. Era un llanto bajito, el llanto de una niña que ha olvidado el motivo que la hizo llorar. Encogió las piernas y decidió dejar de pensar.
Alicia

Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

11/12/11, 02:28 am
Alicia alzó la mirada del libro al cabo de un rato. Se aburría y se sentía sola. La conversación con Noel esa mañana solo le demostraba lo que ya sabía. Allí no tenía amigos. No le conocían, y ella apenas sabía nada de ellos. «¿Y de quien es culpa? Te empeñas en mantener distancias.» se dijo a si misma, retornando al libro, pero sin leer una sola palabra. Algo en Alicia luchaba contra su forma de ser.
Su discreción, y el firme muro de silencio que solía alzar sobre sí misma, la alejaban de casi todos, desde pequeña. Pero nunca había tenido que cambiar. Sus amigos de Dinamarca eran las personas que no solían atosigarla a preguntas, sino que se limitaban a hacerle compañía y hablarle de sus cosas, hasta que Alicia decidía tocar algún tema concreto. Le dejaban el espacio que su personalidad necesitaba. En su familia, de igual modo, habían comprendido su rara forma de ser, reprimida y poco sociable, y estaban adaptados a ella. Así que Alicia siempre había convivido con gente a la que querer y que la quería, y la soledad jamás la había impulsado a comportarse de otra manera. Eso no quiere decir que Alicia fuera una rara apartada y muda. Entre gente en la que confiaba era de lo más normal. Y para el resto del mundo, también, aunque ligeramente distante.

Ahora la situación hacía insostenible eso. Echaba tanto de menos el calor que le daban sus relaciones con familia y amigos, que la soledad se hacía más dura que en ninguna otra ocasión. Y el peso de esa sensación, siempre más pesada cuando estas entre un grupo o una multitud, luchaba por echar por tierra todo. La discreción, la timidez, los reparos en hablar de si misma, en bromear con desconocidos. ¿Por qué no simplemente se levantaba y les decía algo? ¿por qué no pedía a nadie que entrenara con ella? Lo había hecho con Vlad, la persona que menos confianza le inspiraba de todos, junto con Dee. ¿Por qué demonios le costaba tanto ahora?
Reunió un poco de valor y cerró el libro y se incorporó.
- ¿se os ocurre que hacer? - preguntó. Su habitual tono sosegado sonaba vacilante. ¿que hacer ante un grupo de extraños? Alicia quería forzarse a si misma a acortar el tiempo que normalmente necesitaba para confiar en los demas. Tenía que forzarse a ser sociable, alegre, encantadora, lo que fuese. Tenía que romper el muro que ella misma había construido, porque se daba cuenta de que alli nadie iba a dar más pasos de los ya dados por hacer amigos. Y Alicia todavía no había dado ni uno solo de ellos. «Habla como si fueran Karina. ¿no te dio ella misma ese consejo una vez?».
Sí, una vez, la única quizás, Karina había dicho:
-No eres nada sociable, Aliz.
Ella había alzado la mirada sorprendida.
- Sabes que eso no es cierto. Es solo que no me gusta charlar con la gente en general.
- Esa es la definición de “nada sociable”.- había dicho riendo Karina. Alicia había fruncido el ceño.- amplía un poco tu círculo, Alicia. Hannes, Maerys, Dan... son los de siempre. Y eso esta bien. Pero ¿por qué no hablas un poco más con el resto del mundo? Bromear, dar tu opinión. No se ta da mal ser simpática. Tu solo piensa que hablas conmigo en vez de con otro.

-Nunca pensé que la rutina me fuese a pillar en “la ciudad de los milagros y los portentos”- dijo esbozando una sonrisa.- pero así es. ¿que llevamos, una semana? Y todo es entrenar, leer. Y ahora hacer magia. Nunca pensé que pudiera hacer magia. Y es fascinante. Y estoy aprendiendo a tirar con arco y eso que tengo mala puntería. Pero hasta eso parece un poco monotono. Si pudieramos hacer algo... - lo de pensar en ellos como si fuesen Karina iba bien. Alicia les habló con una naturalidad sorprendente para alguien que había resultado tan fría durante casi una semana. «Quizás porque en realidad aquí todos vamos a nuestra bola». Pero eso ya no lo dijo.
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

12/12/11, 12:00 am
Caillech pasa justo cuando estoy acabando de secar el suelo mediante hechizos y comienza a hablar, sin embargo, cuando se da cuenta de lo que estoy haciendo, se tensa y calla de pronto. Inmediatamente me levanto y escondo uno de los talismanes que tenía en la mano, pues no tardo mucho en averiguar el por qué de su silencio repentino. Le dirijo una sonrisa amistosa y poso la mano, ahora libre, sobre su hombro.

-Cai...-comienzo-. No deberías frustrarte por no poder hacer magia. Puede que solo necesites algún tipo de empujoncillo, como le pasaba a Mánia-me gusta hacer lo posible por mantener unido al grupo, pero está claro que yo no valgo consolando a la gente y menos a Cail, que es tan terca-. De todas formas, ¿Qué más da? Ya eres el ser más ducho en el arte de las armas de todo este torreón. Peleas con una ferocidad como nadie podría llegar a entender, porque no creo que nadie haya combatido un enemigo más duro que el desierto de Asrena-<< o el rechazo de toda una tribu >> acabo rematando mentalmente la frase-. Entiende que no pueda dejar que te hagas daño por una rabieta así. Si quieres intentar aprender a combatir la magia, yo te intentaré ayudar, pero no creo que sea tan fácil como esquivar piedras...-cuando termino de decir esto, me da la sensación de que la acabo de cagar, pero trato de disimularla aguantando la sonrisa del principio y la actitud cordial. Cambio de tema-. Ahora iba para abajo a por algo de comer, ¿me acompañas?-le ofrezco, antes de encaminarme.

Una vez abajo un olor suave y agradable invade mis fosas nasales y lo sigo hasta la cocina. Allí están Noel y el chico callado preparando la comida. No sé si es por el uso excesivo de hechizos o qué, pero es la primera vez que me siento atraído por la comida cocinada típica de los humanos. Me coloco entre ambos y observo el plato de hoy. Ni siquiera sé que tipo de comida es.

-Huele bien...-dejo caer, como si no fuese un dato obvio-. Acabaréis consiguiendo que lo pruebe, malditos-les digo en tono jocoso, dirigiéndoles una mirada de falso odio. Por una vez no me salgo al patio a descansar y me siento en el suelo en mitad de la cocina, cerca del resto del grupo. Los asientos que utilizan los blanditos me siguen pareciendo cómodos de más.

Al rato aparece Alicia, al principio con su timidez propia, pero al final acaba abriéndose un poco a nosotros y nos cuenta que se siente algo aburrida de la poca variedad de actividades posibles en el torreón. Yo en parte estoy de acuerdo con ella, aquí salvo entrenar, comer y dormir no hay mucho más que hacer, sin embargo, salir a la calle supone un gran riesgo para nosotros.

-No pienso que salir sea lo más seguro-les recuerdo-. Pero tal vez estuviera bien mirar los mapas que tenemos para buscar algún otro punto de interés, como la biblioteca, y ya de paso recoger más comida, que no tardará en acabarse la que tenemos.
Giniroryu
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Personajes : Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
Lethe: Horus, enderth.
Rägjynn: mjörní.
Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.


Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas : Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
Irianna: arco y estoque.
Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
Lethe: arco y lanza.
Rägjynn: jō.
Naeleth: arco, sai y báculo.


Status : Gin: do the windy thing.

Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

12/12/11, 05:55 pm
Mientras ayudo a Ethan a preparar la comida poco a poco el resto se van acercando. Giz se acerca para recriminarnos en broma que le vamos a obligar a probar comida de humanos. Sonrío burlonamente.
-Pues tú a nosotros dudo que seas capaz de hacernos comer cucarachas.
Mientras charlamos Alicia también entra en la cocina. Nos sorprende a todos, pues no suele hablarnos tan abiertamente ni con tanta naturalidad.
-La verdad es que por ahora no veo mucho más que podamos hacer... Salvo salir a explorar, claro. Como dice Giz, no creo que sea demasiado seguro, pero la verdad es que tengo ganas de seguir explorando este sitio -dejo que Ethan termine de preparar la comida y me acerco a Giz y Alicia-. Yo he pensado que podríamos volver a la biblioteca. El libro de magia está muy solicitado y podríamos coger alguno más. A parte de que seguro que podemos encontrar más libros útiles. Podríamos ir mañana si os parece bien.

Me siento a cenar con todos mientras pensamos en cosas qué hacer para abandonar aunque sea un poco la tediosa rutina de la que hablaba Alicia. A mí por el momento no me había llegado el aburrimiento, eran demasiadas cosas nuevas que ver e investigar... Como por ejemplo la magia, la cual todavía se me resisitía. En cuanto terminamos de cenar pregunté donde habían dejado el libro y subí con él al estudio del tercer piso. Una vez allí intenté hacer el hechizo de curación que había utilizado Giz para curar mi mejilla. Repetí mil y una veces las palabras, los gestos. Memoricé todo lo que había que hacer para realizarlo. Y no ocurrió nada en ninguna de las ocasiones. Pasé a otro hechizo. Había visto a Mánia divertirse saltando por todas partes y quería probarlo... Hechizo de impulso. Lo encontré y repetí el mismo proceso de aprendizaje. Nada sucedió. Empezaba a notar una evidente frustración creciendo dentro de mí. << Debo tranquilizarme, no quiero que me ocurra igual que a Cai. >> A pesar de todo no me rendí, lo seguí intentando hasta que el sueño pudo conmigo. No conseguí nada en toda la noche. No sabía que hora era ya pero la vista se me nublaba y empezaba a tener los ojos llorosos. Entre bostezos me fui a acostar, pensando en que mañana seguiría intentándolo. No me dio mucho tiempo a pensar en nada más pues el cansancio se apoderó de mí y no tardé en dormirme.

----

Cuando me desperté todavía tenía algo de sueño, pero decidí levantarme de todos modos. Fui a echarme agua en la cara para despejarme. Giz estaba allí en el patio como de costumbre.
-Buenos días, Giz -digo entre bostezos-. ¿Sabes? Ayer practicando magia se me ocurrió una cosa... Ese hechizo de levitación... -hice una pausa. Lo había estado practicando con el mismo resultado que el resto-. No sé si tú lo has hecho alguna vez, aunque se lo he visto hacer a Mánia. Creo que si lo usamos podríamos recuperar las cestas de comida que se caen derechitas a la cicatriz de Arax. ¿Tú que crees?
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Invitado
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Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

12/12/11, 06:30 pm
Cuando Mánia se despertó se dio cuenta de uqe se había dormido en el suelo. Llevaba la capucha de la sudadera puesta y sus garras descansaban a su lado. Se levantó trabajosamente, sintiendo como todos los huesos de su cuerpo le crujían, y se estiró para desentumecerse. Se sentía mal, se sentía horriblemente mal, seguramente por el llanto y los recuerdos que le vinieron la noche anterior, en el fondo aun tenía algo de tristeza... Con paso lento bajó hasta el último piso, ignorando lo poco que quedaba de comida en las cestas, pues no tenía nada de hambre. Salió al patio y se dirigió al pozo para lavarse la cara, su reflejo le devolvió la mirada desde el fondo del cubo. Tenía los ojos enrojecidos y unas grandes ojeras, y de nuevo Mánia no se reconoció en esa imagen, era demasiado vulgar, demasiado enfermiza... Lanzó el cubo de vuelta al pozo y se metió entre los arbustos del patio para perderse entre sus ramas. Desde allí, escondida en la maleza, observó a Giz y a Noel que hablaban. ¿De qué hablaban? Mánia trató de no pensar en ello, pero su curiosidad fue creciendo notablemente, así que se terminó por acercarse a ellos, solo lo suficiente para poder oírles. Hablaban de Mánia, y eso hizo que su ego creciese un poquito, pues habían mencionado un hechizo de los que sabía hacer. Mientras se daba unas palmaditas mentales en la espalda, feliz de estar en boca de alguien, escuchó un nombre: Cicatriz de Arax. Si no se equivocaba, era la brecha llena de huesos que habían visto cuando fueron a por comida ¿Acaso iban a volver? A Mánia le había gustado de verdad aquel sitio, era realmente fascinante y si estaban planeando ir de nuevo no se lo iba a perder por nada del mundo.
-Yo voy- dijo saliendo de su escondite, peleándose con las ramitas y hojas que se le habían quedado en el pelo y la ropa- Quiero ir a ese sitio, es bonito
El concepto de ''bonito'' en Libo era distinto que en la Tierra o en Asrena. Allí la decoración con huesos no era rara de ver y hubo un tiempo en el que fue muy popular, lo cual explica que se entienda como ''bonito'' cualquier cosa que tenga que ver con costillares y calaveras...
Caillech
Caillech

Ficha de cosechado
Nombre: Dama Gula, antes conocida como Caillech (Cail o Cai)
Especie:
Habilidades: Conocimiento de técnicas de supervivencia, olfato muy fino y agilidad (cosas indispensables para una nómada)

Personajes : Caillech: Suele tener mal caracter y un humor peor, normalmente a causa del hambre que la irrita. Es muy impulsiba y a veces se deja de llevar por sus impulsos sin pensar. Aun así si consigues su amistad la tendrás para siempre, cosa que pocos son los afortunados que logran.
Alexandra: es una buena amiga, siempre que puedas tratar con su gran pereza y su extraña fascinación hacia la sangre.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

12/12/11, 09:03 pm
Giz se percada de mi incomodidad al verlo practicarlo y mi odio hacia la mágia. Empieza a hablarme tranquilamente, siempre tan bueno como es no me hecha la bronca que esperaban mis oidos oir por mi actitud. No me ha pasado por alto que las miradas de los demás, quienes ya han comenzado a mirarme como si fuera una persona inestable o peligrosa. No había más que ver como la pequeña Mánia intentaba esquivarme nada más verme. Pero en vez de eso intenta que entre en razón, argumentar conmigo, darme unas esperanzas que no creo que se llagarán a cumplirse. Siento como pasa una de sus manos sobre mis hombros para trasmitirme calma, algo que no he llegado a sentir desde que ese dichoso libro llegó a parar a esta torre y que todos empezaran a hacer magia mientras que yo no. Y, para mi asombro, no me aparto de su contacto, le permito dejar donde esta su mano. No se por qué razón, pero así hice.

Tal y como nos encontrábamos oí todo lo que tenía que decirme con la boca cerrada. Sabía que era habil con las armas, por lo menos la más habil de este torreón. Sabía que había sobrevivido a muchas cosas que habrían matado a más de uno. Sabía que no debería enfadarme por esto tanto. Aún así... Giz, intenta animar el ambiente, sacarme de la cabeza mi fracaso en la mágia y el hecho de haberme dejado claro que mis prácticas no tendrán éxito, invitandome a comer con los humanos. Me encogo de hombros mientras lo veo salir de la habitación.

Para cuando llegamos a nuestro destino los humanos ya tienen casi listo su comida gracias a las habilidades culinarias de Ethan y Noel, aunque este último aprovecha la oportunidad que se le presenta para hablar con los demás y dejar al humano silencioso la tarea de teminar todo.

Yo por mi parte me mantengo callada oyendo todo pero sin participar, perdida en mis pensamientos. Me acerco a la comida sin preparar que tienen los humanos, aquello que ellos no han cocinado, y cogiendo un cacho de carne salgo de la habitación hacia la mia mientras le doi bocados. Cuando ya había llegado a mi destino me percato de que se ma había olvidado contarle mi idea de los monigotes de entrenamientos a Giz por la sorpresa de verlo practicar con tanta soltura la mágia, en unos pocos días había logrado dominar bastante bien los hechizos del libro. Cierro los ojos, bueno, ya tendría mañana la oportunidad de contarle mi idea mañana.

---

Como siempre me despierto de sopetón, alerta y con las manos apretadas alrededor de mis armas. Las pesadillas nunca me dejan ni dejaran en paz. Me preparo para unirme a los demás antes de salir de mi habitación en busca de los demás. En el patio encuentro a Giz, Noel y a Mánia, charlando sobre la posibilidad de coger la comida que cae a la cicatriz mediante la magia. Magia. Aprieto los puños con fuerza, pero ese pequeño gesto es lo único que delata mi estado de ánimo, por lo demás parezco descansada y tranquila. El día anterior había decido no mostrar nuevamente mis rabietas a los demás, no era productivo que los demás me temieran o desconfiaran de mi por mi temperamento, debía parecer tranquila. Era lo mejor.

Me acerqué a ellos.

- Es una buena idea en mi opinión - digo mientras le hago un gesto de extrañeza a la pequeña. ¿Bonito? ¿acababa de definir aquel lugar como bonito? Esa pequeña no había quien lo entendiese. Vuelvo a mirarlos a todos antes de añadir - Ayer se me ocurrió una idea para entrenar. Tranquilo - le digo a Giz antes de darle tiempo de pensar mal - no conlleva ningún ejercicio con piedras. Solo se me pasó por la cabeza que podríamos hacer monigotes con esas cosas que los humanos emplean para dormir y que no utilicen o con maderas. Sería muy util a la hora de entrenar y no tener un compañero a mano. No se, es una idea abierta a debate - digo encogiendome de hombros.

_________________________________________

Al principio lloré,
pero tiempo después
el hambre y el dolor me hizo cambiar
teniendo que matar y de carne alimentar.

Si tu olor golpea mi nariz, siento tu carne
y así el hambre aflora.
No, nolo puedo evitar, no creas que esta mal
es que yo soy asi
pues el pasado he de olvidar
Giniroryu
Giniroryu
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Personajes : Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
Lethe: Horus, enderth.
Rägjynn: mjörní.
Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.


Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas : Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
Irianna: arco y estoque.
Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
Lethe: arco y lanza.
Rägjynn: jō.
Naeleth: arco, sai y báculo.


Status : Gin: do the windy thing.

Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.

Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

13/12/11, 12:40 am
Mientras hablábamos se nos acercan primero Mánia y después Caillech. ¿Mánia ha dicho que la cicatriz es un sitio "bonito"?
-¿Bonito? Sí, es muy bonito como escenario para una película de terror o similar -comento como quien no quiere la cosa-. De todos modos pienso que aún tenemos comida más que suficiente para hoy, podemos pasar por la Cicatriz mañana. A parte que imagino que Giz todavía debería practicar el hechizo de levitación. Yo propongo hacer otra visita a la biblioteca hoy, si os parece bien.
Caillech interviene en la conversación, hoy parece mucho más calmada que ayer. Nos cuenta su idea sobre hacer muñecos de entrenamiento.
-A mí me parece bien, además contra los muñecos sí que podemos utilizar armas reales. Lo único malo es que se rompan... pero seguro que hay algún hechizo para reparar cosas.
Miro de soslayo a Cai tras decir esto último, había mencionado la magia y quizás era mejor evitar el tema con ella delante... Decidí seguir hablando para evitar ponerla tensa.
-Yo si quieres te ayudo a fabricar los muñecos luego cuando volvamos, si es que finalmente salimos -le digo a Cai con una sonrisa.
Yber
Yber
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
Dirke/Ramas.
Giz.
Tap/Malahierba.
Lara 37/Saria Omen.
Rasqa: parqio transformado en moloch.
Eitne.


Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.

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13/12/11, 02:01 am
Me levanto algo sobresaltado por una voz familiar y me encuentro a Noel a mí lado. Esbozo una sonrisa mañanera antes de utilizar el hechizo para calentar el poncho y me levanto cuando la temperatura me acaba de despertar. Reparo en lo que Noel me ha dicho y no tardo en recordar el desastre que formé con el agua ayer utilizando ese hechizo.

-Bueeeeeeeeno-comento-. Algo había oído hablar de ese hechizo-digo en tono inocentón-. Gracias a él ayer puse perdida la habitación con las bañeras de agua-suelto una carcajada antes de retomar la idea inicial-. Si lo practico tal vez podamos hacernos con esa comida. La verdad es que es buena idea.

Mánia y Cai se acercan a nosotros. La primera con intención de volver a visitar la cicatriz de la ciudad y la segunda para proponernos una idea para el entrenamiento. Las escucho a ambas y luego a Noel de nuevo y asiento. Creo que el chico lleva razón.

-Yo también opino que es mejor dejar la visita a la cicatriz para mañana, así podremos ensayar el hechizo hoy. Será mejor que ir dando un poco palos de ciego-les digo-. Lo de la biblioteca también me parece buena idea, podemos traernos algún libro más-. Ese edificio me ganó desde que puse el primer pie en él. << Todos esos libros... >>. Solo de pensarlo me emociona.

_________________________________________

No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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13/12/11, 05:55 pm
Mánia ladeó la cabeza y miró a Noel extrañada. No comprendía por qué le parecía extraño que pensase que la Cicatriz era bonita... y realmente tampoco sabía qué era una película, pero al hablar de un escenario pensó que sería algo relacionado con el teatro... Seguía dándole vueltas a la palabra cuando oyó la propuesta de ir a la biblioteca. Madre tenía una biblioteca enorme en el castillo, y también había visitado el Archivo Imperial en la Capital. Había correteado durante horas por aquellos largos pasillos llenos a reboras de libros. La curiosidad de Mánia se encendió ¿Sería como la biblioteca de Madre? Los demás ya la habían visitado, de hecho, era de allí de donde habían sacado los libros de... A Mánia se le aceleró el corazón de la emoción cuando por fin cayó en la cuenta de que la biblioteca de la que hablaban probablemente estuviera llena de libros de magia.
-¡Quiero ir allí!- dijo casi chillando- Quiero ir, quiero ir, ¡quiero ir! Yo también voy a la biblioteca. Voy a vestirme.- salió corriendo hacia el interior del torreón- No os vayais sin mi- gritó cuando ya alcanzaba la escalera, con verdadero miedo de que la dejasen allí. Cogió sus garras y bajó de nuevo a su nido para cambiarse de ropa. Se puso un blusón violeta oscuro de mangas anchas y largas con un cordón en el cuello. Le iba grande así que le servía de vestido. Se puso también unos calcetines de lana negra que picaban un poco y le llegaban a medio muslo y los botines viejos, también se colgó varios talismanes. Cuando volvió, se asustó durante un segundo, pues sus compañeros ya no estaban en el patio, pero luego vio con alivio que ya estaban en la puerta, esperándola. Con una amplia sonrisa se ajustó las orejas y siguió a sus compañeros.

Sigue en la Biblioteca Mágica.
Administración
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Especie:
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13/01/12, 10:10 pm
Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 N

Un ruido inhumano llenó el ambiente frente al torreón. Un cosechado de la Tierra se arrastraba hacia ahí tratando de conservar la dignidad. Había algo en su figura, una leve irregularidad que se acentuaba cuando corría, que no encajaba. Estornudó y una sustancia transparente ligeramente verdosa salió de su boca y nariz, abrasándole la piel. Se la retiró con un brazo, conteniendo un grito por el escozor. Allí donde había tocado la mucosa, la manga se le había deshilachado y la piel deshecho, dejando pequeñas motas de carne que a veces sangraban. Pero Zack seguía avanzando. En el torreón lo curarían, seguro. Había visto luces el día anterior y no parecía que nadie cruel lo habitara. Otros habitantes de la ciudad lo habían rechazado, pero ellos no lo harían, algo se lo decía. Absorto en su determinación, no reparó en el hilillo de ardiente sustancia blanca que le salió por uno de los orificios de su nariz hasta que llegó a la boca. El cosechado la escupió enfadado, pero no prestó atención a limpiársela, por lo que corroyó aún más su piel y solidificó incrustándose en ella.
-¡Ayuda...! -suplicó a lo que pudiera haber en el edificio antes de caer de bruces al suelo.
Alicia
Alicia

Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos

Personajes :
  • Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
  • Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
  • Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
  • Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.


Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.

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14/01/12, 03:51 pm
Alicia caminaba por el suelo pedregoso entre el grupo, sin participar en ninguna conversación. Su fuerza de voluntad para ser simpatica no le duraba mucho rato; de la gente se cansaba rápido.

Vislumbró algo tendido en el suelo cuando el torreón se puso a la vista. En el momento que reconoció aquello como una persona echó a correr. El bulto era efectivament un chico desmadejado en el suelo, frente a su puerta, con un aspecto horrible. Le cubrían quemaduras. En muchas zonas no había piel, solo carne sanguinolenta y tenía heridas repugantes a lo largo del cuerpo. Parecía el aspecto de alguien a quien le habían ácido o algo parecido. Alicia jamás había sido aficionada a las peliculas violentas y al gore, así que no tenía muchas referencias. Tampoco podía sentir ternura hacía algo con tal mal aspecto. El chico no era como Mánia cuando la encontraron, precisamente. Sin embargo, le miró morbosa. Era otro humano. Estaba casi segura. ¿cuantos más cosechados aparecerían? ¿Cuantos habría, dispersos en la ciudad? Quiso tocarlo, no pudo evitar hablarle con ansiedad.
- ¿estás b...?-Se interrumpió mientras formulaba semejante estupidez; su mano a punto de posarse sobre un hombro, se detuvo en el aire a pocos milimetros de su ropa desilachada. Lo cubría una especie de moco o pus. Retrocedió, tropezando. El aspecto era aun peor de cerca.

¿está muerto?

Alicia trazó a toda prisa el hechizo de curación que sabía, esperando poder hacer algo.
Administración
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14/01/12, 04:17 pm
Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 N

El hechizo quedó atrapado en la mucosa como un brillo metálico perdido en la infinidad de redes que la componían. La piel de Zach creció y se expandió como una erupción para fundirse con la mucosa, con lo que quedó un trozo de carne que no pintaba nada saliendo de su hombro. El joven gritó de dolor en su inconsciencia y tosió pequeños esputos de más mucosa que le quemaron la garganta al atravesarla. Uno de ellos, pequeño como una moneda de un céntimo, cayó sobre la mano de Alicia, la cual la retiró al instante ante el picor que le causó el líquido.
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14/01/12, 04:40 pm
Mánia caminaba mirándose los pies y tratando de permanecer cerca de Alicia. De todo el grupo, era la que más confianza le inspiraba, e inconscientemente la había convertido en el centro de su relación con el grupo. Cuando echó a correr de pronto, alzó la cabeza y la siguió, como impulsada por un resorte. Era un... ¿chico? lo que había llamado su atención. Su aspecto era horrible, con quemaduras por todas partes, además estaba sucio. Mánia se mantuvo a una distancia prudencial de él, mirándolo con curiosidad y observando como Alicia trataba de curarlo. Cuando escupió aquella extraña sustancia agarró a Alicia y la apartó con brusquedad de él, bufándole y mostrándole los dientes por haberle hecho daño, sin embargo aquella figura patética no parecía demasiado agreviva. Limpió y curó la quemadura de Alicia y paseó la mirada por el grupo que iba llegando, luego pasó al chico agonizante y al torreón, que estaba a apenas unos metros.

-¿Y si lo matamos y volvemos a casa?- preguntó en tono inocente

Nada en aquel ser le inspiraba la menor compasión ni confianza, sin embargo la idea de dejarle ahí sufriendo tampoco le agradaba, era una forma demasiado deshonrosa y lamentable de morir. Además, quería regresar al torreón cuanto antes, y en parte le fastidiaba que la aparición del chico estuviese retrasando su baño...
Se acuclilló y probó de nuevo el hechizo de curación, con el mismo resultado.
-No funciona- dijo alzando la mirada. Su olor era realmente repugnante, y sus gritos y quejidos empezaban a ponerle nerviosa. Le dio unos toquecitos con la garra en el brazo y esta se hundió como si la piel fuese de chicle- ¡Se está derritiendo! -exclamó con más fascinación que miedo.
Giniroryu
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Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas

Personajes : Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
Lethe: Horus, enderth.
Rägjynn: mjörní.
Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.


Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas : Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
Irianna: arco y estoque.
Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
Lethe: arco y lanza.
Rägjynn: jō.
Naeleth: arco, sai y báculo.


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Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

14/01/12, 05:41 pm
Llegué poco después que Mánia y Alicia a la puerta del torreón, a paso un poco apresurado con Giz e Ethan siguiéndome de cerca. Iba pensando en lo que había ocurrido desde ayer hasta el momento en el que nuestros compañeros de Maciel se despidieron, bastante distraído de lo que me rodeaba. Pero salí bruscamente de mi ensimismamiento cuando alcancé por fin a las chicas y las vi observando horrizadas una escena bastante grotesca: había un chico... deshaciéndose y lleno de un líquido verdoso de aspecto repulsivo. Contemplé paralizado un instante al desdichado entre asqueado y compasivo. Alicia y Mánia intentaron curarle sin otro resultado que el agravamiento del estado del chico. Alicia hizo ademán de tocarle e inmediatamente me adelanté para tratar de impedírselo.
-¡No le...! -pero ya no hizo falta pues una pequeña gota del líquido que comenzó a toser el muchacho cayó en la mano de Alicia y la retiró inmediatamente.
Mánia parecía más inquieta que horrorizada y sugirió matarlo. La miré sorprendido de que lo hubiese dicho con tanta tranquilidad, pero al instante comprendí que probablemente fuese lo mejor que podíamos hacer por él ya que los hechizos de curación que le lanzaban las chicas sólo servían para provocarle más sufrimiento. ¿Quién sería aquel chico? Supuse que otro cosechado, pero nunca lo habíamos visto ni siquiera en las mazmorras. ¿Cómo habría conseguido sobrevivir sólo hasta ahora? Bueno, en realidad no sabíamos cuanto tiempo llevaba en este estado... Se me hizo un nudo en el estómago al imaginarme que durante casi todo el tiempo que llevábamos en Rocavarancolia él podría haber estado sufriendo de esta manera. Sí, sin duda matarlo era lo mejor que podíamos hacer por él.
Alicia pareció molesta en principio ante la sugerencia de Mánia pero, tras meditarlo, llegó a la misma conclusión que yo.
-Yo... creo que Mánia tiene razón. No podemos hacer nada por él y es evidente que sufre lo indecible.
Sonó mucho más convincente de lo que yo mismo me sentía, pues la idea de matar a alguien, por mucho que fuese para liberarlo de una pesadilla, no era algo tan fácil de asimilar. Miré a los demás en busca de comprensión y, cuando nadie pareció poner objeciones, me pregunté quién lo haría. Alicia desde luego no, ya había manifestado su desentendimiento ante el asunto, y estaba seguro de que Giz tampoco sería capaz de hacerlo. Finalmente mi mirada se posó en Caillech. Estaba casi seguro de que ella podría ofrecerse a realizar "el trabajo sucio". Sin embargo, pensando en todo lo que ya había tenido que sufrir Caillech en su injusta vida, comencé a formar un pensamiento. Debía hacerlo yo. Miré finalmente a Mánia. Ella era extraña para este tipo de cosas y no estaba muy seguro qué estaría dispuesta a hacer, pero no esperé a averiguarlo. Un escalofrío me recorrió la espalda y mis manos temblaban mientras desenvainaba la cimitarra y di un paso para acercarme al chico agonizante.
-Lo... lo haré yo -dije tratando de sonar lo más determinado que podía.
Me falló bastante la voz, pero aún así no me retiré. Sujetaba la espada con una temblorosa mano derecha mientras que con la zurda me agarré de la camiseta fuertemente en un ademán de puro nerviosismo. Me acerqué un poco más al chico agonizante y comencé a levantar la cimitarra.
-Lo siento -dije con voz rota-. Esto es lo único que podemos hacer por tí, perdóname.
La expresión de mi cara era de absoluto miedo y mi corazón se aceleró violentamente. Habíamos estado metidos en diversas situaciones peligrosas desde que llegamos a esta ciudad pero aún entonces no había sentido tanto miedo como ahora. Iba a matar a alguien, a un chico como yo. No era fácil aunque fuese por compasión. Inspiré y expiré fuertemente un par de veces y decidí no posponerlo más o seguramente acabaría por rendirme. Acerqué finalmente la espada a su cuello y la levanté, asegurándome de que iba a cortar por donde era debido... De un tajo rasgué el cuello del chico al mismo tiempo que cerraba los ojos y apretaba los dientes en un acto reflejo. Los abrí de golpe y jadeando asesté otro corte para asegurarme de que no lo dejaba aún más agonizante de lo que estaba. La espada había atravesado fácilmente el cuello, mucho más de lo que esperaba; por algún motivo estaba más blando de lo que debería, aunque en ese momento no me detuve mucho a pensar en ello. Estaba hecho, o eso esperaba. Me quedé unos segundos que se me hicieron eternos contemplando aún con la respiración agitada y el corazón golpeando fuertemente en mi interior. Cuando conseguí recomponerme me alejé del cadáver y, lentamente, miré a los demás con la cara consternada. Dejé caer lentamente la espada y me senté en el suelo. de espaldas a la escena que yo mismo había provocado.
-Ya está hecho.


Última edición por Giniroryu el 15/01/12, 01:58 am, editado 3 veces
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Torreón Letargo (Archivo II) - Página 8 Empty Re: Torreón Letargo (Archivo II)

14/01/12, 07:39 pm
Mánia se sorprendió ligeramente de que le diesen la razón, lo suficiente como para no reparar en el gesto de disgusto en la cara de Alicia. Se separó dle cuerpo para no estorbar a Noel (o para no recibir ella el golpe si el chico fallaba) y se agarró al brazo de Alicia sin apartar la mirada del muchacho agonizante. No era la primera vez que veía a alguien morir, no era raro ver a gente morir sin razón aparente en Libo, la muerte era algo bastante natural allí, pero ver a alguien agonizando no era tan frecuente. El dolor, un dolor tan insoportable que te hiciese preferir la muerte, que te hiciese gritar incluso cuando no tienes fuerzas para ello, era algo que escapaba a su entendimiento y que apelaba a su curiosidad. Tan perdida como estaba en sus pensamientos se perdió como el chico exalaba su último suspiro, lo cual le dio algo de rabia. << ¿Cómo mueren los humanos?>> se preguntó. Estaba claro que en un principio morían exactamente igual que la gente de su mundo, pero ¿qué significaba la muerte para ellos? Noel temblaba, temblaba de miedo por lo que acababa de hacer ¿tanto horror les suponía morir? Los habitantes de Libo no vivían demasiado tiempo, y su insensibilidad ante el dolor hacía las muertes accidentales bastante frecuentes, por lo que la mortalidad era bastante alta... ¿acaso era distinto en los humanos? Se quedó mirando a Noel y durante un instante sintió algo parecido a pena. Le apenaba que algo tan normal como es morir le diese tanto miedo. Se acercó a él y volvió a acuclilalrse, esta vez al lado del chico

-Muévete- le ordenó, pero usando un tono mucho más suave- No podemos dejar así el cuerpo.

Se aseguró de que todos emprendiesen el camino al interior del torreón y pronunció un hechizo. Al instante una chispa prendió el cuerpo, que ardió con una facilidad sorprendente. La idea de salir en un futuro y encontrarse el cadáver podrido o comido por los carroñeros le gustaba tanto como su olor. Observó unos instantes las llamas devorando el cuerpo y emprendió la marcha al interior de Letargo.

Ya dentro, anunció al grupo que iba a tomar un baño. Para su fastidio, todos sus talismanes estaban descargados, por lo que tuvo que esperar a cargarlos de nuevo antes de poder bañarse. Luego salió al patio y sacó agua del pozo como había visto hacer a Giz y Noel, valiéndose de un hechizo de levitación para transportar los cubos hasta el baño. Calentó el agua un poco demasiado para una persona normal y se desnudó, lanzando lejos la blusa destrozada y sanguinolenta. La calavera, el libro y sus queridas garras habían quedado en su sillón preferido, ocultas entre los cojines. Se hundió en el agua hasta la nariz, mirandose las uñas negras de los pies que estaban apoyados en el borde de la bañera. Se encontraba bien, estaba relajada, sin embargo por alguna razón ese miedo en Noel le rondaba la mente.
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