Casa de los Dulces
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Naeryan
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Alicia
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Rocavarancolia Rol
14 participantes
- Rocavarancolia Rol
Casa de los Dulces
03/08/11, 10:53 am
Recuerdo del primer mensaje :
Una modesta casita hecha principalmente de chocolate y otros dulces. Está protegida por un hechizo de gula que te obliga a comer y comer dulces sin parar hasta que la casa decide que ya estás lo suficientemente cebado como para ir al horno en el que te chamuscarás hasta las cenizas.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Casa de los Dulces
03/12/13, 10:49 pm
Por poco se le salio el corazón por la boca, o lo que tuviera mas similar en su cuerpo, cuando a punto de darle un mordisco al dulce, escucho la voz de Branniel, alarmado y gritándole que parase. De forma instintiva DL dejo caer el trozo de dulce al suelo, igual que si quemara. Al menos el consiguió no comer, pero Skarog era un caso aparte, DL no entendía nada, pero el obvio pánico y advertencia en el tono del Branniel le decía que sus sospechas sobre la casa no iban desencaminada. ¿Como había podido ser tan estúpido dejarse seducir por la comida de aquella forma?, aquello solo podía tener una explicación como la mayoría en esa ciudad: magia. "Condenada magia, mira que por lo general te quiero pero en estos momentos no te imaginas cuanto te odio" pensó el foner mirando la casa y poniendo una expresión de descontento.
-Al final esta casa si que tiene algo. Maldito y delicioso olor...- refunfuño el cambiante apartándose un poco de la casa para mirar al trasgo y como paralizaba al goloso Skarog-¿Ya conoces esta casa, no? Jo, ya sospechaba que algo malo tenia pero ¿no hueles? Es difícil resistirse- añadió sintiéndose avergonzado de la estupidez que había estado a punto de cometer, fuera lo que fuera que esa casa hiciera, el hecho de que Branniel se sobresaltara tanto implicaba que no era nada pero que nada bueno. observo la cosa entrecerrando los, el olor a dulce le envolvía pero la advertencia de Branniel pesaba mas ahora para el que su glotonería. Ahora tenia claro que debían irse de allí antes que el también tuviera que ser paralizado para no comer- Vayámonos ya, ya encontraremos lo que necesitamos en otra parte. Nos alejaremos un poco antes de quitarte la parálisis Skarog ¿vale? Así evitamos que empieces a comer de nuevo - murmuro mirando desconfiadamente a la casa, para luego agarrar al helión y alejarse de allí para que Branniel pudiera quitarle el hechizo.
-Al final esta casa si que tiene algo. Maldito y delicioso olor...- refunfuño el cambiante apartándose un poco de la casa para mirar al trasgo y como paralizaba al goloso Skarog-¿Ya conoces esta casa, no? Jo, ya sospechaba que algo malo tenia pero ¿no hueles? Es difícil resistirse- añadió sintiéndose avergonzado de la estupidez que había estado a punto de cometer, fuera lo que fuera que esa casa hiciera, el hecho de que Branniel se sobresaltara tanto implicaba que no era nada pero que nada bueno. observo la cosa entrecerrando los, el olor a dulce le envolvía pero la advertencia de Branniel pesaba mas ahora para el que su glotonería. Ahora tenia claro que debían irse de allí antes que el también tuviera que ser paralizado para no comer- Vayámonos ya, ya encontraremos lo que necesitamos en otra parte. Nos alejaremos un poco antes de quitarte la parálisis Skarog ¿vale? Así evitamos que empieces a comer de nuevo - murmuro mirando desconfiadamente a la casa, para luego agarrar al helión y alejarse de allí para que Branniel pudiera quitarle el hechizo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Casa de los Dulces
03/12/13, 11:27 pm
En su lugar, DL me dijo algo de que parase, ¡zarandeándome incluso! Le dije algo de que sólo cogería un poco más y me lo quité de encima. <<Si no quiere, a más tocan>> Y habría seguido comiendo si, de pronto, no me hubiera quedado paralizado. Sí, oí y escuché al trasgo, pero pasé de él como ya hiciera con el foner. Pero la parálisis no era nada normal. <<¿Qué demonios?>> Quizá me había roto una uña... <<No, no se ha liberado ningún hechizo por error>> pensé al mirarme las manos, intactas aunque pringosas. <<¿Entonces? Los dulces no... ¿O sí?>>
Sí y no. Por lo que sucedió después, deduje que el hechizo me lo había echado Bran para contrarrestar otro de la Casa que me había hecho olvidar todo lo demás y obcecarme en comerme los dulces. <<¿Pero por qué? ¿De qué sirve una trampa así? ¿Qué dice este idiota? ¡Llevaré un año aquí, pero no lo he explorado todo! Pregunta a otros veteranos, sapientísimo Bran, ya verás>>
Al poco habló DL y, en efecto, me alejaron de allí. <<Quitádmelo ya, ¿no? ¡Venga!>> Ver a compañeros paralizados era divertido, pero sufrirlo... Cuando el hechizo se desvaneció, me miré las manos manchadas indeciso, pero acabé decidiendo limpiarme con magia en vez de chuparme los dedos. <<Maldita casa...>> Por el dolor de barriga era más que obvio el funcionamiento de la trampa, aunque quedase sin resolver el fin de esta
-¿Cuánto habré comido? Maldita sea esta ciudad y sus trampas... Que la comida intente matarme mientras está viva, vale, pero que un puñetero pastel me obligue a comerme a toda su familia para luego hacerme vete a saber qué... es de locos. ¡Un bizcocho! Hay que joderse. ¡Arg!-tras desahogarme un poco, me giré hacia el trasgo.-Eh, Bran, buen trabajo.-el cabreo que llevaba encima no estaba por la labor de decir un simple "gracias".-DL, no pienso tener nada que ver con esos dulces, además de que no llevas nada para transportarlos a la Sede. Esto no estaba previsto, nada lo estaba. Ni siquiera tu aparición.-dije, mirando al trasgo.-Menuda sorpresa, ¿eh? ¿Y ahora? Nosotros pensábamos ir al Mercado, a no ser que DL prefiera coger dulces de aquí directamente, en cuyo caso yo iré a la Botica. ¿Nos movemos?
Sí y no. Por lo que sucedió después, deduje que el hechizo me lo había echado Bran para contrarrestar otro de la Casa que me había hecho olvidar todo lo demás y obcecarme en comerme los dulces. <<¿Pero por qué? ¿De qué sirve una trampa así? ¿Qué dice este idiota? ¡Llevaré un año aquí, pero no lo he explorado todo! Pregunta a otros veteranos, sapientísimo Bran, ya verás>>
Al poco habló DL y, en efecto, me alejaron de allí. <<Quitádmelo ya, ¿no? ¡Venga!>> Ver a compañeros paralizados era divertido, pero sufrirlo... Cuando el hechizo se desvaneció, me miré las manos manchadas indeciso, pero acabé decidiendo limpiarme con magia en vez de chuparme los dedos. <<Maldita casa...>> Por el dolor de barriga era más que obvio el funcionamiento de la trampa, aunque quedase sin resolver el fin de esta
-¿Cuánto habré comido? Maldita sea esta ciudad y sus trampas... Que la comida intente matarme mientras está viva, vale, pero que un puñetero pastel me obligue a comerme a toda su familia para luego hacerme vete a saber qué... es de locos. ¡Un bizcocho! Hay que joderse. ¡Arg!-tras desahogarme un poco, me giré hacia el trasgo.-Eh, Bran, buen trabajo.-el cabreo que llevaba encima no estaba por la labor de decir un simple "gracias".-DL, no pienso tener nada que ver con esos dulces, además de que no llevas nada para transportarlos a la Sede. Esto no estaba previsto, nada lo estaba. Ni siquiera tu aparición.-dije, mirando al trasgo.-Menuda sorpresa, ¿eh? ¿Y ahora? Nosotros pensábamos ir al Mercado, a no ser que DL prefiera coger dulces de aquí directamente, en cuyo caso yo iré a la Botica. ¿Nos movemos?
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Casa de los Dulces
04/12/13, 12:49 am
—Sí, la conozco —contesté escuetamente a DL. El tiempo (y la Luna) habían reducido el horror del sueño, pero seguía siendo una pesadilla extremadamente desagradable seguida por una serie de visiones oníricas no mucho mejores, así que no tenía muchas ganas de recordarlo ni de hablar de ello. Y no lo sé a ciencia cierta, pero me jugaría a que está hechizada, especialmente viendo la glotonería de Skarog —«y porque dudo muchísimo que esa gente vaya a dejar nada al azar». Me alivió que pudiésemos alejarnos con el libense a cuestas sin problemas: lo último que necesitaba era cualquier clase de problema con los dueños del restaurante.
—Pues menos mal que aparecí imprevistamente, porque si no ahora estaríais siendo servidos en un restaurante para transformados con apetitos culinarios peculiares —repliqué al helión, preguntándome si el orgullo le venía de serie o era cosa de la Luna. No lo podía saber, dado que no había conocido lo suficiente a Atol. Sus siguientes palabras me sorprendieron, ¿es que hoy era el día de las coincidencias?
—Precisamente iba al mercado a ojear varias cosas —confesé al dúo de la Sede—. Y por mí de acuerdo en movernos —«no quiero estar aquí más tiempo del estrictamente necesario» terminé mentalmente.
—Pues menos mal que aparecí imprevistamente, porque si no ahora estaríais siendo servidos en un restaurante para transformados con apetitos culinarios peculiares —repliqué al helión, preguntándome si el orgullo le venía de serie o era cosa de la Luna. No lo podía saber, dado que no había conocido lo suficiente a Atol. Sus siguientes palabras me sorprendieron, ¿es que hoy era el día de las coincidencias?
—Precisamente iba al mercado a ojear varias cosas —confesé al dúo de la Sede—. Y por mí de acuerdo en movernos —«no quiero estar aquí más tiempo del estrictamente necesario» terminé mentalmente.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Casa de los Dulces
04/12/13, 01:31 am
Cuando por fin se alejaron Branniel le quito el hechizo al helión que no tardo mas que unos segundo en comenzar a a hablar,de evidente mal mal humor. DL no dijo anda solo dejo que el helión se desquitara a gusto la mala leche mientras prestaba atención alas palabras del trasgo ya al información que les brindaba. Sobretodo algo de lo que dijo hizo que frunciera el ceño uniendo cabos "Transformados con apetitos peculiares...vale, comprendido. No comer de es condenada casa" pensó estremeciéndose, no había que ser muy listo para saber que Branniel se refería a otros trasgos al igual que el, como también a otras criaturas que pudiera alimentarse de esa comida peculiar, que seguramente serian bastantes.
-No pienso volver ahí créeme, por mas delicioso que sean los dulces de la casa. Así que sobre lo del al mercado lo veo mas factible- añadió mirando con atención al trasgo escuchando que se dirigía al mismo camino que ellos- Entonces vayamos, ya estuve en el mercado en una ocasión con Shizel. Aunque tenemos un problema Skarog, mejor dicho...yo tengo un problema. No tengo dinero para comprar lo que vayamos a necesitar, al contrario de alguno de vosotros no tengo trabajo aun - añadió mientras se rascaba la nuca y se alejaba por fin de aquella casa. Lo de conseguirse algún trabajo en aquella ciudad empezaba a hacersele cada vez mas importante, estaba empezando a cansarse de tener que ir dependiendo de los demás, resultaba incluso estorboso para los otros y lo sabia "Me voy a tener que quitar la mala costumbre a hostias, esto ya no es FONERA, aun parezco no enterarme a pesar de llevar meses así. Aquí no tienes un trabajo determinado desde el principio, aquí te lo tienes que buscar tu...así que a ponerme las pilas pero ya, no puedo contar que lo de Mephis salga bien y tengo que tener opciones o seré un puto vegetal" la mente de DL mientras se dirigían al Mercado era un hervidero, no era capaz de pensar en una sola cosa al mismo tiempo, su cabeza aprecia buscar salidas, opciones cosas para hacer con la misma velocidad que podía transformarse tras saber la apariencia que quería tomar. Ciertamente el convertirse el cambiante había afectado a su cabeza de algún modo, aunque no fuese de un modo de locura exactamente, al menos por el momento.
Sigue en el Antiguo Mercado.
-No pienso volver ahí créeme, por mas delicioso que sean los dulces de la casa. Así que sobre lo del al mercado lo veo mas factible- añadió mirando con atención al trasgo escuchando que se dirigía al mismo camino que ellos- Entonces vayamos, ya estuve en el mercado en una ocasión con Shizel. Aunque tenemos un problema Skarog, mejor dicho...yo tengo un problema. No tengo dinero para comprar lo que vayamos a necesitar, al contrario de alguno de vosotros no tengo trabajo aun - añadió mientras se rascaba la nuca y se alejaba por fin de aquella casa. Lo de conseguirse algún trabajo en aquella ciudad empezaba a hacersele cada vez mas importante, estaba empezando a cansarse de tener que ir dependiendo de los demás, resultaba incluso estorboso para los otros y lo sabia "Me voy a tener que quitar la mala costumbre a hostias, esto ya no es FONERA, aun parezco no enterarme a pesar de llevar meses así. Aquí no tienes un trabajo determinado desde el principio, aquí te lo tienes que buscar tu...así que a ponerme las pilas pero ya, no puedo contar que lo de Mephis salga bien y tengo que tener opciones o seré un puto vegetal" la mente de DL mientras se dirigían al Mercado era un hervidero, no era capaz de pensar en una sola cosa al mismo tiempo, su cabeza aprecia buscar salidas, opciones cosas para hacer con la misma velocidad que podía transformarse tras saber la apariencia que quería tomar. Ciertamente el convertirse el cambiante había afectado a su cabeza de algún modo, aunque no fuese de un modo de locura exactamente, al menos por el momento.
Sigue en el Antiguo Mercado.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Casa de los Dulces
09/04/14, 06:13 pm
La casa de los dulces se mantenía, como siempre, en espléndidas condiciones. Los alimentos que la conformaban eran renovados periódicamente para tentar incluso a los cosechados de mundos más recientemente vinculados, y se mantenían frescos e inagotables gracias a una serie de hechizos similares a los que garantizaban las provisiones permanentes de los cosechados. De fijarse uno era posible ver confitería hecha con frutas de Dryfus, tarta de requesón ordés, bollos de mantequilla irrenses e incluso chucherías hipercalóricas carabesas.
No obstante ello no implicaba que los viejos trucos siguieran ahí, y los propietarios del local sabían que los humanos eran un tipo de "clientela involuntaria" muy susceptible de picar. Un sector de la valla que rodeaba la casa estaba construido enteramente de pockys con dangos pinchados; y silencioso cual sombra y mientras sus compañeros aún asesoraban lo que acababan de descubrir Baurus se acercó discretamente a comer.
Y ya no pudo parar.
Si los sonidos del atiborramiento no les advirtieron antes, un aullido de dolor sería lo que haría girar las cabezas de los macieleros en esa dirección. Perfectamente camuflado dentro de uno de los pockys había una aguja gruesa, que había traspasado el paladar del japonés al ir a comérselo de un poderoso mordisco. Se atragantó con el resto y escupió sangre al suelo: ésa era la señal que aguardaba la casa para saber que la trampa había pillado a alguien. De uno de los árboles de regaliz que adornaban el jardín de hierba dulce se alargaron sendas ramas en su dirección, que atraparon al japonés y en un visto y no visto lo hicieron desaparecer en el cobertizo. La puerta de caramelo se cerró tras él herméticamente, ahogando también sus gritos.
A excepción de la sangre en el suelo, la casa parecía tan inocente como nunca hubiera pasado nada.
No obstante ello no implicaba que los viejos trucos siguieran ahí, y los propietarios del local sabían que los humanos eran un tipo de "clientela involuntaria" muy susceptible de picar. Un sector de la valla que rodeaba la casa estaba construido enteramente de pockys con dangos pinchados; y silencioso cual sombra y mientras sus compañeros aún asesoraban lo que acababan de descubrir Baurus se acercó discretamente a comer.
Y ya no pudo parar.
Si los sonidos del atiborramiento no les advirtieron antes, un aullido de dolor sería lo que haría girar las cabezas de los macieleros en esa dirección. Perfectamente camuflado dentro de uno de los pockys había una aguja gruesa, que había traspasado el paladar del japonés al ir a comérselo de un poderoso mordisco. Se atragantó con el resto y escupió sangre al suelo: ésa era la señal que aguardaba la casa para saber que la trampa había pillado a alguien. De uno de los árboles de regaliz que adornaban el jardín de hierba dulce se alargaron sendas ramas en su dirección, que atraparon al japonés y en un visto y no visto lo hicieron desaparecer en el cobertizo. La puerta de caramelo se cerró tras él herméticamente, ahogando también sus gritos.
A excepción de la sangre en el suelo, la casa parecía tan inocente como nunca hubiera pasado nada.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Casa de los Dulces
09/04/14, 07:22 pm
Keiria permanecía apoyada en el mango de su bisento con gesto distraído, prestando poca atención a la conversación que mantenían sus compañeros junto a ella. Acababan de dejar al aprendiz en Letargo, y ya estaban regresando a su torreón cuando aquella extraña casa que parecía tan fuera de lugar les salió al paso. Estaba construida con dulces, y aunque la pelirroja no era una experta, sin lugar a dudas lucía bastante apetitosa. Se abstuvo de opinar sobre si acercarse o no, sin embargo, pues a sabiendas de que le sentaría mal si se le ocurría probar alguna cosa, su voz no tenía demasiado peso en el debate que mantenían el resto de macieleros.
Su ensimismamiento se prolongó durante unos minutos, y al final fueron los sonidos que hacía Baurus al devorar la valla los que la devolvieron a la realidad. El humano estaba completamente entregado a su tarea, y si la ulterana hubiera tenido tiempo para fijarse, le habría extrañado la voracidad con la el chico se estaba poniendo las botas.
—Bau —le llamó, dando un paso en su dirección—, ¿no deberías esperar a los demás? Aun están sopesando los... —continuó, pero el grito del japones le cortó a mitad de frase.
Keiria se quedó paralizada por la impresión, y antes de que pudiera reaccionar, la casa se tragó al humano en un instante. La escena frente a sus ojos regresó a la normalidad con la misma velocidad, y solo un charco de sangre y el eco de los gritos del muchacho quedaron como prueba de lo que acababa de suceder.
—¿Baurus? —llamó la ulterana con voz débil— ¡BAURUS! —gritó con mas fuerza, echando a correr hacia la verja en un gesto inconsciente.
Se detuvo a un par de pasos, sin embargo, dándose cuenta a tiempo de su imprudencia. La pelirroja sujetaba su bisento con fuerza, conteniendo a duras penas las ganas de correr a aporrear la puerta, y con la indecisión pintada en el rostro, se giró hacia sus compañeros.
—¿Qué hacemos? —preguntó con tono apremiante.
Su ensimismamiento se prolongó durante unos minutos, y al final fueron los sonidos que hacía Baurus al devorar la valla los que la devolvieron a la realidad. El humano estaba completamente entregado a su tarea, y si la ulterana hubiera tenido tiempo para fijarse, le habría extrañado la voracidad con la el chico se estaba poniendo las botas.
—Bau —le llamó, dando un paso en su dirección—, ¿no deberías esperar a los demás? Aun están sopesando los... —continuó, pero el grito del japones le cortó a mitad de frase.
Keiria se quedó paralizada por la impresión, y antes de que pudiera reaccionar, la casa se tragó al humano en un instante. La escena frente a sus ojos regresó a la normalidad con la misma velocidad, y solo un charco de sangre y el eco de los gritos del muchacho quedaron como prueba de lo que acababa de suceder.
—¿Baurus? —llamó la ulterana con voz débil— ¡BAURUS! —gritó con mas fuerza, echando a correr hacia la verja en un gesto inconsciente.
Se detuvo a un par de pasos, sin embargo, dándose cuenta a tiempo de su imprudencia. La pelirroja sujetaba su bisento con fuerza, conteniendo a duras penas las ganas de correr a aporrear la puerta, y con la indecisión pintada en el rostro, se giró hacia sus compañeros.
—¿Qué hacemos? —preguntó con tono apremiante.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Casa de los Dulces
09/04/14, 07:59 pm
Archime permaneció en silencio, a excepción de un breve saludo, cuando pasaron por Letargo para acompañar a Shaco hasta allí. A la vuelta el grupo dio un rodeo y terminó en una zona en la que no habían estado antes todavía, aunque el irrense estaba seguro de que no se encontraban muy lejos de aquel lugar donde habían visto los nombres de los rocavarancoleses fallecidos grabados en la piedra.
Pero sin duda aquella casa tan particular era más llamativa, aunque se podría decir que simplemente lo era de distinta forma. Al biomecánico no se le pasó por la cabeza acercarse. La observó, eso sí, con genuina curiosidad y realizó unas fotografías destinadas a su base de datos rocavarancolesa. Lo primero que sopesó es que podría tratarse de una variante de los edificios de la Avenida de las Casas Carnívoras, puesto que tenía un aspecto atrayente pero no parecía funcionar igual ya que resultó evidente que todos estaban observando lo mismo. Obviamente después de todo lo que habían visto, el grupo no podía sino ver aquella aparentemente deliciosa construcción con completa desconfianza.
O eso era lo que la lógica reinante dictaba, pero los gritos de Keiria descubrieron que una persona, en cambio, no había seguido la misma corriente de pensamiento que el resto. El ingeniero quiso advertirle, aunque ya lo estaba haciendo la ulterana, pero no logró articular palabra alguna. Iba a suceder de nuevo. Y de hecho sucedió.
Al principio tan solo pudo permanecer paralizado observando fijamente el lugar, ahora marcado por un charco de sangre, donde hace unos instantes había estado Baurus. Al cabo de unos pocos segundos, la mente del biomecánico pareció ponerse en marcha de nuevo y comenzó a recitar.
Lo primero que hizo fue anclarse una protección mayor, así como otra de diferente índole para prevenir ataques mágicos. Y después se hizo intangible sin decir nada más ni dar explicaciones. Jadeante, corrió en dirección a la casa y trató de atravesarla. Una fuerza lo empujó hacia atrás tan pronto entró en contacto con las paredes hechas de dulces. El irrense se giró para mirar al resto con la expresión desencajada, todo lo que su inexpresividad podía trasmitir, e hizo un nuevo intento. Un hechizo de llamas, potenciado todo lo que se vio capaz sin llegar a consumir sus energías. Las llamas acariciaron la superficie de la casa, pero eso fue todo. No hubo rastro de que el fuego hubiese servido para algo. Seguramente la cubría algún sortilegio ignífugo, pero fue el único pensamiento que le dedicó al respecto. A continuación probó con el hechizo de moldear materia…
Todo fue inútil. Archime volvió con los demás, deshaciendo la intangibilidad y permaneció jadeante y con la frustración abriéndose paso en su habitual neutralidad. Había sucedido otra vez, había vuelto a fracasar.
Pero sin duda aquella casa tan particular era más llamativa, aunque se podría decir que simplemente lo era de distinta forma. Al biomecánico no se le pasó por la cabeza acercarse. La observó, eso sí, con genuina curiosidad y realizó unas fotografías destinadas a su base de datos rocavarancolesa. Lo primero que sopesó es que podría tratarse de una variante de los edificios de la Avenida de las Casas Carnívoras, puesto que tenía un aspecto atrayente pero no parecía funcionar igual ya que resultó evidente que todos estaban observando lo mismo. Obviamente después de todo lo que habían visto, el grupo no podía sino ver aquella aparentemente deliciosa construcción con completa desconfianza.
O eso era lo que la lógica reinante dictaba, pero los gritos de Keiria descubrieron que una persona, en cambio, no había seguido la misma corriente de pensamiento que el resto. El ingeniero quiso advertirle, aunque ya lo estaba haciendo la ulterana, pero no logró articular palabra alguna. Iba a suceder de nuevo. Y de hecho sucedió.
Al principio tan solo pudo permanecer paralizado observando fijamente el lugar, ahora marcado por un charco de sangre, donde hace unos instantes había estado Baurus. Al cabo de unos pocos segundos, la mente del biomecánico pareció ponerse en marcha de nuevo y comenzó a recitar.
Lo primero que hizo fue anclarse una protección mayor, así como otra de diferente índole para prevenir ataques mágicos. Y después se hizo intangible sin decir nada más ni dar explicaciones. Jadeante, corrió en dirección a la casa y trató de atravesarla. Una fuerza lo empujó hacia atrás tan pronto entró en contacto con las paredes hechas de dulces. El irrense se giró para mirar al resto con la expresión desencajada, todo lo que su inexpresividad podía trasmitir, e hizo un nuevo intento. Un hechizo de llamas, potenciado todo lo que se vio capaz sin llegar a consumir sus energías. Las llamas acariciaron la superficie de la casa, pero eso fue todo. No hubo rastro de que el fuego hubiese servido para algo. Seguramente la cubría algún sortilegio ignífugo, pero fue el único pensamiento que le dedicó al respecto. A continuación probó con el hechizo de moldear materia…
Todo fue inútil. Archime volvió con los demás, deshaciendo la intangibilidad y permaneció jadeante y con la frustración abriéndose paso en su habitual neutralidad. Había sucedido otra vez, había vuelto a fracasar.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Casa de los Dulces
09/04/14, 08:51 pm
Nero se había sentido tentado de quedarse en Letargo, un cambio de aires y de gentes por una temporada era un buen descanso. No se arrepentiría de su decisión, sin embargo. Iba en la retaguardia y fue el primero en darse cuenta de que Baurus comía de la casa pastelera. Estaba ausente de la conversación general, observando primero entre divertido y curioso el ansia del chico. El ruido hizo que otros se giraran, cuando ya se planteaba separarlo o comentar algo. Era evidente que algo iba mal. El edeel retrocedió un paso por mera prudencia, mientras Baurus mordía literalmente el anzuelo y desaparecía entre chillidos.
Estuvo a punto de olvidar que le rodeaba gente y fue dedicarle un aplauso sin entusiasmo por el espectaculo, pero en vez de eso se quedó mirando sin expresión la escena, los intentos inutiles de rescatarlo, y por fin, el regreso a Maciel.
Estuvo a punto de olvidar que le rodeaba gente y fue dedicarle un aplauso sin entusiasmo por el espectaculo, pero en vez de eso se quedó mirando sin expresión la escena, los intentos inutiles de rescatarlo, y por fin, el regreso a Maciel.
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- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Casa de los Dulces
09/04/14, 09:41 pm
No había mucho que decir en Letargo, por lo que literalmente dejaron la "mercancía" y regresaron para no llegar demasiado tarde a la comida en su propio torreón. Sin embargo, utilizando nuevos caminos que habían aprendido tras explorar aquella zona, llegaron un poco más allá, viendo una casa que nunca antes habían visto, una enteramente hecha de dulces, o que al menos lo aparentaba. Muchas cosas eran coloridas y exóticas, alguna la reconocía incluso, pero en general todo sonaba a azúcares y grasas. Solo verlo despertaba glotonería y, de hecho, hasta empachaba. Por supuesto, no parecía muy natural. Había visto las casas de las visiones y aquello bien podía ser algo muy parecido. Nadie traspasó la valla, se limitaron a debatir qué podía ser aquello. Para Cío intentar comer algo era un poco suicida. A lo mejor habrían sido confiados mucho antes, y podía salir bien, como con las cestas de comida, pero prefería aferrarse al punto de abastecimiento seguro. Probablemente aquello solo era decoración, ¿qué loco iba a querer cambiar las chucherías cada vez que se estropeasen?
Pero Baurus demostró que no era decoración. Cuando se fijó en él, ya había comido un buen pedazo de valla y seguía haciéndolo con una avidez impropia del chico.
—En serio. Que no hable pase, pero que no escuche ya toca la moral.
Iba a dirigirse a él también para llamar su atención, y había dado un paso hacia allí, como Keiria, que estaba más cerca todavía, cuando pareció atragantarse con algo y escupió sangre. Aunque trató de alcanzar la verja, aquellas ramas-tentáculo que surgieron del árbol fueron más rápidas que cualquiera de ellos, y arrastraron al chico al otro lado de la puerta. El sonido sordo del cierre sonó muy definitivo. Se quedó sin fuerza para seguir corriendo hacia aquel encirro hermético, temiendo además que las ramas escogiesen otra víctima. Archi pasó a su lado, en silencio pero visiblemente nervioso. Le deseó suerte y observó sus vanos intentos por sacar a Baurus de allí. Otra vez sucedía. Tan estúpido. Trampas por todas partes. Al parecer era imposible pasar al otro lado. «¿Estará aún vivo? ¿muerto?». Lo más probable era que nunca lo vieran salir.
Observó en silencio el regreso lento de Archime.
—Ya has hecho suficiente —le dijo con la voz entrecortada.
Costó, pero la reticencia a abandonar aquel lugar terminó cediendo. Esperaban algo que no sucedería. Como con Taro. Ya debían de haber aprendido de los errores. No había nada que esperar.
Durante el resto del camino llevó los puños cerrados, apretados, igual que los dientes. El optimismo se había ido. Era una lotería, sin más.
Sigue en el Torreón Maciel.
Pero Baurus demostró que no era decoración. Cuando se fijó en él, ya había comido un buen pedazo de valla y seguía haciéndolo con una avidez impropia del chico.
—En serio. Que no hable pase, pero que no escuche ya toca la moral.
Iba a dirigirse a él también para llamar su atención, y había dado un paso hacia allí, como Keiria, que estaba más cerca todavía, cuando pareció atragantarse con algo y escupió sangre. Aunque trató de alcanzar la verja, aquellas ramas-tentáculo que surgieron del árbol fueron más rápidas que cualquiera de ellos, y arrastraron al chico al otro lado de la puerta. El sonido sordo del cierre sonó muy definitivo. Se quedó sin fuerza para seguir corriendo hacia aquel encirro hermético, temiendo además que las ramas escogiesen otra víctima. Archi pasó a su lado, en silencio pero visiblemente nervioso. Le deseó suerte y observó sus vanos intentos por sacar a Baurus de allí. Otra vez sucedía. Tan estúpido. Trampas por todas partes. Al parecer era imposible pasar al otro lado. «¿Estará aún vivo? ¿muerto?». Lo más probable era que nunca lo vieran salir.
Observó en silencio el regreso lento de Archime.
—Ya has hecho suficiente —le dijo con la voz entrecortada.
Costó, pero la reticencia a abandonar aquel lugar terminó cediendo. Esperaban algo que no sucedería. Como con Taro. Ya debían de haber aprendido de los errores. No había nada que esperar.
Durante el resto del camino llevó los puños cerrados, apretados, igual que los dientes. El optimismo se había ido. Era una lotería, sin más.
Sigue en el Torreón Maciel.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Casa de los Dulces
18/04/14, 08:16 pm
El grupo se dirigió entonces hacia la primera localización que visitarían aquel día. La casa hecha de dulces apareció en la distancia como un borrón colorido, destacando incongruentemente en medio del ruinoso y descuidado estado general de la ciudad y Archime apuró inconscientemente el paso. En cuanto se dio cuenta de que había comenzado a jadear se obligó a enlentecer sus desgarbados pasos. No podía permitirse agotarse antes de tiempo.
El primer uso de la niebla mágica con un propósito fijo se llevó acabo en cuanto el ingeniero se encontró cerca del edificio de empalagoso aspecto. No quiso acercarse demasiado, pues desconocía si la casa podría atacarlo aunque no la tocase, pero con el fin de no excederse en su uso, ya que a mayor distancia le resultaría más costoso, se mantuvo a una distancia media.
No obstante, una vez más la magia no servía. No pudo atravesar las paredes con su mirada envuelta en la niebla. El biomecánico tenía claro que no había nada incorrecto en el procedimiento, las constantes pruebas llevadas a cabo la noche anterior así lo confirmaban. Aquel edificio estaba protegido contra toda clase de sortilegios o al menos contra los que él conocía.
Se lo comunicó al grupo en tono monótono, con un ligero deje de decepción difícilmente perceptible. Y enseguida se dio la vuelta para continuar hacia el próximo destino.
Sigue en la Avenida de las Casas Carnívoras.
El primer uso de la niebla mágica con un propósito fijo se llevó acabo en cuanto el ingeniero se encontró cerca del edificio de empalagoso aspecto. No quiso acercarse demasiado, pues desconocía si la casa podría atacarlo aunque no la tocase, pero con el fin de no excederse en su uso, ya que a mayor distancia le resultaría más costoso, se mantuvo a una distancia media.
No obstante, una vez más la magia no servía. No pudo atravesar las paredes con su mirada envuelta en la niebla. El biomecánico tenía claro que no había nada incorrecto en el procedimiento, las constantes pruebas llevadas a cabo la noche anterior así lo confirmaban. Aquel edificio estaba protegido contra toda clase de sortilegios o al menos contra los que él conocía.
Se lo comunicó al grupo en tono monótono, con un ligero deje de decepción difícilmente perceptible. Y enseguida se dio la vuelta para continuar hacia el próximo destino.
Sigue en la Avenida de las Casas Carnívoras.
- InvitadoInvitado
Re: Casa de los Dulces
03/02/17, 11:33 pm
Cogieron la plaza de los rataespines como referencia, y subieron por la calle por la que habían visto llegar a los nuevos. A partir de ahí todo fue un desastre. La calles no tenían ningún sentido, no había indicaciones, y parecía que el sentido de la orientación de todo el mundo se había chafado. Estuvieron dando vueltas bastante tiempo y durante todo el camino lo único que vieron fueron casas y casas, todas en estado deplorable. Después del incidente de la casa helada no se fiaban como para entrar en ninguna. Para colmo hacía un calor de mil demonios. Rena pidió una pausa para quitarse la sudadera y recuperar el aliento. Se sentó en la boca de un callejón del que venía una brisa fresca y agradable.
-¿Oléis eso?
Rocavarancolia olía mal, no era ningún secreto, por eso que el viento trajese un olor dulce le sorprendió. Además no era un dulce cualquiera, reconocía perfectamente a qué aramelo pertenecía. Era una chuchería irrense.
-Vamos por aquí.
No esperó la opinión de nadie. ¿Cómo podía? Estaba oliendo a comida de su tierra. Recorrió la callejuela rápidamente (aunque no tan rápido como Adru) y lo que se encontró al final le hizo plantearse si no habrían respirado gases tóxicos por el camino. Era una casa de esas que salen en los videojuegos infantiles de fantasía, hecha enteramente de caramelo. El olor familiar venía de una versión gigantesca de sus piruletas verdes favoritas que decoraban el jardín. Todo tenía un aspecto delicioso, y todo olía maravillosamente.
-¿Qué cojones es esto? -preguntó al aire. Miró a sus compañeros para asegurarse de que no era una alucinación suya.
-¿Oléis eso?
Rocavarancolia olía mal, no era ningún secreto, por eso que el viento trajese un olor dulce le sorprendió. Además no era un dulce cualquiera, reconocía perfectamente a qué aramelo pertenecía. Era una chuchería irrense.
-Vamos por aquí.
No esperó la opinión de nadie. ¿Cómo podía? Estaba oliendo a comida de su tierra. Recorrió la callejuela rápidamente (aunque no tan rápido como Adru) y lo que se encontró al final le hizo plantearse si no habrían respirado gases tóxicos por el camino. Era una casa de esas que salen en los videojuegos infantiles de fantasía, hecha enteramente de caramelo. El olor familiar venía de una versión gigantesca de sus piruletas verdes favoritas que decoraban el jardín. Todo tenía un aspecto delicioso, y todo olía maravillosamente.
-¿Qué cojones es esto? -preguntó al aire. Miró a sus compañeros para asegurarse de que no era una alucinación suya.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Casa de los Dulces
04/02/17, 05:27 pm
Una figura renqueante camina por el centro de la calle. Su silueta recuerda vagamente a la de una persona; una muy, muy deforme. Sus pasos son irregulares, camina encorvado de forma antinatural y, de lejos, se puede ver que uno de sus brazos es bastante más largo que el otro. Al ver a los letarguinos, intenta correr hacia ellos y se cae de bruces. Grita de forma lastimera y trata de incorporarse, pero sus extremidades desiguales se lo ponen difícil.
—¡Ayudadme, por favor! —su voz suena rota, como si fuera a arrancar a llorar: está sufriendo. Grita para que puedan oírle desde lejos—. ¿Sois cosechados, no? Por favor... —Se lleva la mano más humana a la barriga y arruga la expresión—. Yo... Yo también lo soy... —vuelve a gruñir, dolorido.
De cerca, los letarguinos podrán comprobar que sus ojos son como los de un pez y que una parte de su rostro está violentamente deformada, especialmente por la zona de la boca. La parte derecha de sus mandíbulas se extiende hacia delante y le otorga una expresión grotesca, sus labios están rotos y asoman dientes y encías. La saliva sigue el cauce natural formado por aquella monstruosidad de rostro y cae formando un hilillo.
Parte de su cuerpo está cubierto de pelo negro, especialmente abundante en el brazo largo, pero varios parches muestran una piel grisácea debajo. La ropa que lleva puesta está rota y sucia, manchada de sangre y barro, y recuerda a las que ellos mismos llevan o tienen guardadas en los baules del torreón. El muchacho logra levantarse con los pantalones caídos, trata de subirlos con la mano sana, pero un bulto en el coxis le impide subirlos bien.
Aquellos ojos negros que tenía se humedecieron.
—¡Ayudadme, por favor! —su voz suena rota, como si fuera a arrancar a llorar: está sufriendo. Grita para que puedan oírle desde lejos—. ¿Sois cosechados, no? Por favor... —Se lleva la mano más humana a la barriga y arruga la expresión—. Yo... Yo también lo soy... —vuelve a gruñir, dolorido.
De cerca, los letarguinos podrán comprobar que sus ojos son como los de un pez y que una parte de su rostro está violentamente deformada, especialmente por la zona de la boca. La parte derecha de sus mandíbulas se extiende hacia delante y le otorga una expresión grotesca, sus labios están rotos y asoman dientes y encías. La saliva sigue el cauce natural formado por aquella monstruosidad de rostro y cae formando un hilillo.
Parte de su cuerpo está cubierto de pelo negro, especialmente abundante en el brazo largo, pero varios parches muestran una piel grisácea debajo. La ropa que lleva puesta está rota y sucia, manchada de sangre y barro, y recuerda a las que ellos mismos llevan o tienen guardadas en los baules del torreón. El muchacho logra levantarse con los pantalones caídos, trata de subirlos con la mano sana, pero un bulto en el coxis le impide subirlos bien.
Aquellos ojos negros que tenía se humedecieron.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Casa de los Dulces
05/02/17, 01:41 am
Rox se había preocupado tanto por tener referencia de la dirección en la que habían dejado el torreón que, para la hora de verdaderamente ubicarse, ya se habían perdido. Esperaba al menos que aún supieran regresar.
Aprovechó la pausa que pidió Rena para mirar todo a su alrededor. Nada nuevo, todo casas en patéticas condiciones. Chasqueó la lengua por la frustración, considerando si sería buena idea subir al tejado de alguna para buscar desde lo más alto. Cuando la irrense habló, Rox estaba divagando sobre qué recovecos de los cimientos podría poner pie.
— ¿El qué? —dijo con la vista todavía fijada en los restos de un edificio. Fue el olor del que por lo visto hablaba la joven el que le hizo girarse. Era un aroma de recuerdo tan ya lejano que a su cerebro le costó procesarlo—. ¿Es... chocolate?
No se lo podía creer. No tenían de eso en las cestas. Ni siquiera pensaba que fuera a haberlo en Rocavarancolia. Aunque le hubiera gustado reclamarle, ni él mismo se paró medio segundo más. El lugar del que provenía el olor, sin embargo...
Dio varios pasos atrás, incrédulo. Intercambió una mirada de Ain, preguntándose si estaría pensando lo mismo que él. La casa tenía una pinta impresionante y el antojo de morder el marco de las ventanas iba a más, pero aquello cantaba demasiado: una casa de dulces en una ciudad maldita, ¿no se les había ocurrido nada mejor?
—Es... la casita de Hansel y Gretel. No me lo creo. —miró a Rena con expresión preocupada, negando deprisa—. Si es como el cuento que tenemos en la Tierra, esto es malo sí o sí.
Una pequeña punzada, la sensación de tener a alguien detrás le hizo girar inconscientemente la cabeza, a penas un gesto. Lo que percibió por el rabillo del ojo le heló el cuerpo. Antes de que se cayera e intentara correr hacia ellos, el coreano ya estaba observándole con expresión indescriptible, haciendo gestos con las manos al resto para que atendieran. Lo que les dice le revuelve el estómago, como si el atracón de dulces que no se habían dado le hubiera sentado mal. Un cosechado. Rox siempre había llevado mal eso del "body horror" de las películas, pero en la realidad era un tema fuera de nivel.
De milagro logró asentir a su pregunta, sintiéndose tremendamente mal por estar aterrado de aquel sujeto. Si era un cosechado no debería tenerle miedo. Se acercó a él, no sin cierta duda y tras asegurarse de que alguien más, Drusar o Ain, le siguiera el paso. Su aspecto general no hacía más que causarle estupefacción. En ese punto no podía asegurar que fuera humano. La expresión lastimera de sus ojos le obligó a reaccionar todo lo rápido que ahora podía.
—¿Q-Qué te sucede? ¿Qué te ha pasado?
Miró fugazmente hacia detrás del cosechado, buscando algo que hubiera podido provocarle tal efecto.
Aprovechó la pausa que pidió Rena para mirar todo a su alrededor. Nada nuevo, todo casas en patéticas condiciones. Chasqueó la lengua por la frustración, considerando si sería buena idea subir al tejado de alguna para buscar desde lo más alto. Cuando la irrense habló, Rox estaba divagando sobre qué recovecos de los cimientos podría poner pie.
— ¿El qué? —dijo con la vista todavía fijada en los restos de un edificio. Fue el olor del que por lo visto hablaba la joven el que le hizo girarse. Era un aroma de recuerdo tan ya lejano que a su cerebro le costó procesarlo—. ¿Es... chocolate?
No se lo podía creer. No tenían de eso en las cestas. Ni siquiera pensaba que fuera a haberlo en Rocavarancolia. Aunque le hubiera gustado reclamarle, ni él mismo se paró medio segundo más. El lugar del que provenía el olor, sin embargo...
Dio varios pasos atrás, incrédulo. Intercambió una mirada de Ain, preguntándose si estaría pensando lo mismo que él. La casa tenía una pinta impresionante y el antojo de morder el marco de las ventanas iba a más, pero aquello cantaba demasiado: una casa de dulces en una ciudad maldita, ¿no se les había ocurrido nada mejor?
—Es... la casita de Hansel y Gretel. No me lo creo. —miró a Rena con expresión preocupada, negando deprisa—. Si es como el cuento que tenemos en la Tierra, esto es malo sí o sí.
Una pequeña punzada, la sensación de tener a alguien detrás le hizo girar inconscientemente la cabeza, a penas un gesto. Lo que percibió por el rabillo del ojo le heló el cuerpo. Antes de que se cayera e intentara correr hacia ellos, el coreano ya estaba observándole con expresión indescriptible, haciendo gestos con las manos al resto para que atendieran. Lo que les dice le revuelve el estómago, como si el atracón de dulces que no se habían dado le hubiera sentado mal. Un cosechado. Rox siempre había llevado mal eso del "body horror" de las películas, pero en la realidad era un tema fuera de nivel.
De milagro logró asentir a su pregunta, sintiéndose tremendamente mal por estar aterrado de aquel sujeto. Si era un cosechado no debería tenerle miedo. Se acercó a él, no sin cierta duda y tras asegurarse de que alguien más, Drusar o Ain, le siguiera el paso. Su aspecto general no hacía más que causarle estupefacción. En ese punto no podía asegurar que fuera humano. La expresión lastimera de sus ojos le obligó a reaccionar todo lo rápido que ahora podía.
—¿Q-Qué te sucede? ¿Qué te ha pasado?
Miró fugazmente hacia detrás del cosechado, buscando algo que hubiera podido provocarle tal efecto.
- ♪♫♬:
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Casa de los Dulces
05/02/17, 08:17 pm
- Spoiler:
- Esto es tras el salto que luego escribire en letargo
No habia dudado en salir junto con el resto, necesitaba despejarse un poco. No habia sido facil para ella hablar dos dias seguidos de como se sentia o de su situación en su mundo y aunque cabia la posibildiad de que saliendo tuviera masoportunidades de toparse con aquel ordes que había mencionado Mike pertenecia al otro grupo, no pensaba encerrarse por temor a este. Había escapado deordesta apra ser libre asi que no pensaba encerrarse ella misma por miedo. Ademas la ciudad era lo suficientemente grande para que no tuvieran que econtrarse nunca y Pam esperaba que la suerte estuviera de su parte con eso, incluso si sus compañeros no pensaban igual que ella y estaban decididos a intentar encontrarlos.
Con suerte si los encotnraban el ordes no estaria entre ellos y si lo estaba, estaba decidida a no huir. Nunca mas.
Pensando en eso Pam se mantenia la par de Rox y Rena con sus ojos pendientes se cada calle y esquina, hasta que un holorproviniente de mas adelante atrajo su atencion. La mezcla no le era conocida pero era evidente que habia comida cerca y el olor a fruta fresca bañadas en almibar resultaba tanto atrayente como confuso. << Esto no tiene ningun sentido ¿hay alguien haciendo dulces? >> fue el primer pensamiento de Pam que fruncio ligeramente el ceño cuando vio a Rena y Adru adelantandose para descubrir de donde provenia aquel olor. A Pam aquel olor le recordo ala de ciertas flores de su mundo y la reaccion de sus compañeros acercandose atraidos por ella, a la de ciertos pajaros que se acercaban a tomar su nectar y acabanban siendo digeridos por las bellas plantas carnivoras.
Pam corrio, queriendo avisarles de que un olor tan dulce y atrayente en una ciudad en ruinas jamas iba a ser algo bueno y la vision de una casa hecha de comida, entre ellas las frutas cortadas bañadas en almibar que formaban parte del tejado, confirmo su sospecha de que aquello no podia ser otra cosa que una especie de trampa para tontos hambrientos. Igual a la de las bellas plantas de olor dulzon de su mundo.
Por suerte la sorpresa de todos ante la vision de esa casa no acompaba a que quisiera acercarse y el escuchar a Rox mencionar que existia una casa similar en un cuento de su mundo solo hacia que la desconfiada Pam sospechara aun mas. << Esta ciudad juega con nuestro sentimientos mas que nunca >> penso Pam con real frustración por tener un manjar delante que lucia tan sospechoso.
Para bien o para mal la inspección de la casa no duro, ya que una voz proviniente de una de las calles aledañas atrajo su atencion.La vision de aquella figura deforme agonizante que decía ser un cosechado hizo que Pam retrocediera un par de pasos de forma instintiva, sobresaltada ante la grotescaimagen que se presentaban a pocos metros de ellos.
Era evidente que había algo muy mal con todo aquello. Encontraban una casa con olor apetecible y junto a ella a un chico que parecía estar mutando en vete a saber que criatura, no era muy dificil sacar conjeturas con aquello. Y no eran nada tranquilizadoras.
Y al parecer era la unica con cierto sentido comun sobre esa situación que decia a gritos "no tocar y no acercarse", porque Rox se acerco al chico agonizante seguida de Ain. << Y por esto la gente compasiva muere antes >> penso Pam sin poder evitar pensar que era un riesgo estupido el que su compañero estaba tomando, pues al fin de cuentas no sabían si lo que sea le estaba ocurriendo a ese cosechado no le haría perder la cabeza y acabara atacandoles.
No sabían nada de nada y por consiguiente Pam pensaba mantener una cierta distancia de seguridad, tanto de la casa como de aquel sujeto, por el cual sentia cierta indiferencia, pues aunque no le deseaba abiertamente la muerte a nadie, menos si no le habia hecho nada; tampoco era alguien preciado por el que tuviera que llorar, cosa que incluso asi dudaba poder hacer. A lo sumo sentía cierta congoja pues era notorio que sufria y el miedo que sentia era casi palpable incluso a esa distancia. << La suerte no ha sido tu compañera en esta salida, es evidente >> penso Pam mirando al chico con ojos de pez que apenas si era capaz de incoporarse o mantenerse vestido. Era lastimoso verlo en ese estado, a la par que intrigante y grotesco.
<< Igual quiero saber como ha terminado asi ¿sera por la casa? ¿o hay algo aun mas peligroso por aqui cerca que le ha provocado eso? >> la mona del queso se mordio el labio inferior con un enfrentamiento interno entre la curiosidad que daba el desconocimiento de lo que ocurria y que le pedia acercarsele; y el sentido de superviviencia que le exigia mantener una prudente distancia del posible peligro existente.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- InvitadoInvitado
Re: Casa de los Dulces
05/02/17, 09:10 pm
-¿Jansel y quién?
Rena no tenía ni pajolera idea de qué estaba hablando el humano pero si decía que era algo malo no necesitaba saber más. Por mucho que le doliese tendrían que alejarse de la casa y buscar en otro sitio. << Que mierda, huele todo tan bien>> Era bastante chuchera, en la ciudad no había nada dulce que pudiera tomar aparte de algunas frutas, y no lo estaba llevando muy bien.
Cuando ya iba a sugerir dar media vuelta alguien (o algo) apareció de la nada. Tenía un aspecto horrible, como sacado de una pesadilla, y cuando empezó a hablar el horror que provocaba en Rena se intensificó. ¿Qué le había pasado para acabar así? Solo necesitó unas palabras clave para activarse: ''ayudadme'' ''cosechado'' Sus emociones se ocuparon de mover su cuerpo y de decidir por ella, corrió con los humanos en su ayuda.
-¿Qué cojones te ha pasado? ¿Hay más gente contigo?-le ofreció una mano al supuesto cosechado y un hombro en el que apoyarse.
Rena no tenía ni pajolera idea de qué estaba hablando el humano pero si decía que era algo malo no necesitaba saber más. Por mucho que le doliese tendrían que alejarse de la casa y buscar en otro sitio. << Que mierda, huele todo tan bien>> Era bastante chuchera, en la ciudad no había nada dulce que pudiera tomar aparte de algunas frutas, y no lo estaba llevando muy bien.
Cuando ya iba a sugerir dar media vuelta alguien (o algo) apareció de la nada. Tenía un aspecto horrible, como sacado de una pesadilla, y cuando empezó a hablar el horror que provocaba en Rena se intensificó. ¿Qué le había pasado para acabar así? Solo necesitó unas palabras clave para activarse: ''ayudadme'' ''cosechado'' Sus emociones se ocuparon de mover su cuerpo y de decidir por ella, corrió con los humanos en su ayuda.
-¿Qué cojones te ha pasado? ¿Hay más gente contigo?-le ofreció una mano al supuesto cosechado y un hombro en el que apoyarse.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Casa de los Dulces
05/02/17, 11:01 pm
—¡Sí!
Adru fue la primera en responder a Rena, olisqueando con expresión estupefacta mientras intentaba localizar el origen de aquel delicioso olor. La sinhadre se convirtió en un sabueso durante el momento que duró el rastreo de dicho aroma hasta encontrarse de bruces con aquella maravilla.
>>¡Una casa hecha de dulces! —Respondió a la irrense sin comprender que no había formulado la pregunta para que le señalasen lo obvio—. Parece una idea muy rara, porque tienes que construirla cada vez que te la comas… —Pareció reflexionar durante unos instantes, guiñando un ojo y con la mano apoyada sobre el mentón—. ¡No sé, pero deberíamos llamar a la puerta y preguntar si podemos probar aunque sea un poquito! —Se encogió de hombros enseguida con expresión alegre, desestimando cualquier otra duda al respecto de la particular construcción—. Ojalá hubiese venido Neil…
Estaba a punto de preguntarle a Rox de qué cuento hablaba y asegurarle de que no comerían tanto como para que les diese una indigestión –ya que la edeel creía que su preocupación era que comiesen demasiado debido a la gran cantidad de dulce que tenían delante- cuando escucharon los gritos de ayuda.
Pocas cosas hubieran podido distraer a la sinhadre en aquel momento de la casa de dulces, pero se dio el caso de que aquella era una de ellas. Igual de rápido que se había acercado al edificio, volvió sobre sus pasos y ayudó a Rena a levantar al extraño del suelo. Su expresión había pasado de absoluta felicidad a completa preocupación. El recuerdo de la niña muerta y de la pesadilla que había tenido aquella noche la golpearon directamente en el pecho, justo donde aquel flechazo que el aurva de su sueño le había disparado entre las costillas.
—¿Te… te atacaron los encapuchados rojos? —Le preguntó tras conseguir recomponerse. Alguien necesitaba ayuda y no podía vacilar de aquella manera por culpa de un sueño estúpido.
Adru fue la primera en responder a Rena, olisqueando con expresión estupefacta mientras intentaba localizar el origen de aquel delicioso olor. La sinhadre se convirtió en un sabueso durante el momento que duró el rastreo de dicho aroma hasta encontrarse de bruces con aquella maravilla.
>>¡Una casa hecha de dulces! —Respondió a la irrense sin comprender que no había formulado la pregunta para que le señalasen lo obvio—. Parece una idea muy rara, porque tienes que construirla cada vez que te la comas… —Pareció reflexionar durante unos instantes, guiñando un ojo y con la mano apoyada sobre el mentón—. ¡No sé, pero deberíamos llamar a la puerta y preguntar si podemos probar aunque sea un poquito! —Se encogió de hombros enseguida con expresión alegre, desestimando cualquier otra duda al respecto de la particular construcción—. Ojalá hubiese venido Neil…
Estaba a punto de preguntarle a Rox de qué cuento hablaba y asegurarle de que no comerían tanto como para que les diese una indigestión –ya que la edeel creía que su preocupación era que comiesen demasiado debido a la gran cantidad de dulce que tenían delante- cuando escucharon los gritos de ayuda.
Pocas cosas hubieran podido distraer a la sinhadre en aquel momento de la casa de dulces, pero se dio el caso de que aquella era una de ellas. Igual de rápido que se había acercado al edificio, volvió sobre sus pasos y ayudó a Rena a levantar al extraño del suelo. Su expresión había pasado de absoluta felicidad a completa preocupación. El recuerdo de la niña muerta y de la pesadilla que había tenido aquella noche la golpearon directamente en el pecho, justo donde aquel flechazo que el aurva de su sueño le había disparado entre las costillas.
—¿Te… te atacaron los encapuchados rojos? —Le preguntó tras conseguir recomponerse. Alguien necesitaba ayuda y no podía vacilar de aquella manera por culpa de un sueño estúpido.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Casa de los Dulces
06/02/17, 12:24 am
El desconocido pasa la mirada de unos a otros, empezando por los más cercanos. Sabe de sobra lo que estarán pensando, pero no está en circunstancias de sufrir por ello. Hay un dolor peor que la vergüenza de necesitar ayuda y le recorre el cuerpo de arriba a abajo. La cercanía de Rena le hace arrugar la nariz, pero toma la mano y se ayuda de ella para ponerse en pie. No es hasta entonces que intenta hablar de nuevo.
—Yo... Toqué algo... Tenía tres compañeros, pero... —les intenta explicar, de vez en cuando para y gruñe por el dolor que le causa mover la boca o el escozor de sus lágrimas silenciosas sobre la carne abierta—. Fuimos cayendo... Un monstruo, una trampa, el hambre... —toma aire—. Me estaba escondiendo en una casa y vi un collar. Tenía una piedrecita roja y pensé... —se echa a llorar de forma ruidosa y, cuando logra continuar, lo hace con gallos y mocos y babas—. No sé qué hacen esos encapuchados, pero el collar me convirtió en esto.
Con su gesto de dolor perenne, el desconocido clava su mirada en el nublino del grupo. Tal vez Zobriel no lo recuerde, o no lo reconozca en ese estado, pero el pobre desfigurado no olvida el momento en el que vio a Zobriel por primera vez. Al igual que Barael y Eriel, él era otro de los nublinos que cruzaron el portal la noche de la cosecha. El desconocido hace amago de llamar su atención, pero se retracta a medio camino.
—Necesito comer... —le dice a Rena, señalando con la mirada la casa de los dulces. Usa su mano para limpiarse las lágrimas y, aun entre sollozos, añade—. Creía que me iba a morir solo cuando me llegó este aroma apetitoso, gracias a los dioses.
El nublino deformado sonríe con pena y agacha la cabeza.
—Yo... Toqué algo... Tenía tres compañeros, pero... —les intenta explicar, de vez en cuando para y gruñe por el dolor que le causa mover la boca o el escozor de sus lágrimas silenciosas sobre la carne abierta—. Fuimos cayendo... Un monstruo, una trampa, el hambre... —toma aire—. Me estaba escondiendo en una casa y vi un collar. Tenía una piedrecita roja y pensé... —se echa a llorar de forma ruidosa y, cuando logra continuar, lo hace con gallos y mocos y babas—. No sé qué hacen esos encapuchados, pero el collar me convirtió en esto.
Con su gesto de dolor perenne, el desconocido clava su mirada en el nublino del grupo. Tal vez Zobriel no lo recuerde, o no lo reconozca en ese estado, pero el pobre desfigurado no olvida el momento en el que vio a Zobriel por primera vez. Al igual que Barael y Eriel, él era otro de los nublinos que cruzaron el portal la noche de la cosecha. El desconocido hace amago de llamar su atención, pero se retracta a medio camino.
—Necesito comer... —le dice a Rena, señalando con la mirada la casa de los dulces. Usa su mano para limpiarse las lágrimas y, aun entre sollozos, añade—. Creía que me iba a morir solo cuando me llegó este aroma apetitoso, gracias a los dioses.
El nublino deformado sonríe con pena y agacha la cabeza.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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