Barrio Derruido
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Jack
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Barrio Derruido
03/08/11, 10:56 am
Recuerdo del primer mensaje :
Zona más castigada de la ciudad. Apenas tiene edificios enteros, casi todo son escombros.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Barrio Derruido
09/09/11, 11:34 pm
Me pongo en pie, parece que esto le sirve a Cain, al verlo su ánimo vuelve a subir y me alegro por ello, me sacudo el polvo de la ropa y me vuelvo a la calle, esperando a los demás, a que acaben de recoger lo que quieran, Cain mete los pigmentos en unas bolsitas de piel quebradiza y Elliot agarra unos huesecillos e la criatura que a donado amablemente su piel ... parece que ya estan ...
-Para pinta Yip - le contesto riendo - ... para eso quiere las pinturas - se está haciendo de noche, quizá sea mejor que vayamos todos al mismo sitio - ... mejor vamos todos al burdel, que esta anocheciendo ...
Cuando todos se reúnen me pongo a caminar, la noche refresca, froto mis brazos con las manos ...
Continúa en el Burdel de Dama Espasmo.
-Para pinta Yip - le contesto riendo - ... para eso quiere las pinturas - se está haciendo de noche, quizá sea mejor que vayamos todos al mismo sitio - ... mejor vamos todos al burdel, que esta anocheciendo ...
Cuando todos se reúnen me pongo a caminar, la noche refresca, froto mis brazos con las manos ...
Continúa en el Burdel de Dama Espasmo.
- InvitadoInvitado
Re: Barrio Derruido
09/09/11, 11:44 pm
Cain se limpia las manos en lso pantalones, que estaban llenas de pintura. Coge lo que queda de piel del animal muerto, a lo mejor les sirve de algo... sa noche no piensa dormir, no podía esperar a utilizar los pigmentos... Qué aglutinante usaría? Grasa? Aceite? Aunque... dónde pintaría? No tenía lienzo ni nada por el estilo.... <<Algo tendrá que haber por ahí... no?>> Se muerde el labio... mira que no pensar en el lienzo... <<Bueno, ya veremos como me las apaño>> Vacuum dice de ir al burdel, no es mala idea. Aunque esa ropa no le daba frío, Jack ya debía de estar subiéndose por las paredes, y eso le arrancó una pequeña sonrisa
(sigue en el burdel de dama espasmo)
(sigue en el burdel de dama espasmo)
- Rincewind
Ficha de cosechado
Nombre: Yip Man Jr.
Especie:
Habilidades: Se transforma
Re: Barrio Derruido
09/09/11, 11:52 pm
Yip se sobresalta al oir la palabra burdel dicha con tanta naturalidad
-¿Cómo? ¿iIr a un burdel a pasar la noche? yo no tengo dinero para pagar la "compañía"-dice haciendo hincapié en esa palabra-además mis creencias religiosas me impiden hacer eso-añade ruborizándose, pero cuando ve que todo el mundo, incluido la chica, va, se une rápidamente a ellos
<<a lo mejor he escuchado mal, no creo que Elliot sea "ese" tipo de chica, aunque... bueno lo aparenta>>
Sigue en el burdel de dama Espasmo
-¿Cómo? ¿iIr a un burdel a pasar la noche? yo no tengo dinero para pagar la "compañía"-dice haciendo hincapié en esa palabra-además mis creencias religiosas me impiden hacer eso-añade ruborizándose, pero cuando ve que todo el mundo, incluido la chica, va, se une rápidamente a ellos
<<a lo mejor he escuchado mal, no creo que Elliot sea "ese" tipo de chica, aunque... bueno lo aparenta>>
Sigue en el burdel de dama Espasmo
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Barrio Derruido
31/10/11, 12:29 am
Por fin, de noche... El otro día al salir del burdel me vine directo hacia aquí, el barrio donde descubrí unos túneles subterráneos y buenas presas, bastante grandes además. Cacé una criatura nunca antes vista, del tamaño de un colaespina, forma de rata pero de color blanco y cabeza con cuernos... Pero estaba rica y me sació por un día completo. Lo malo es su piel, que era dura y correosa y tuve que morderle por debajo, pero eso sí, ahora la piel es mía y está clavada en la pared de este refugio improvisado: un edificio en ruinas al cual trepé hasta el tejado y lo "adecenté" un poco, además de que bloqueé las ventanas con la madera de los abandonados muebles. <<Podría ser uno de mis refugios de caza...Y además la parte de abajo da a uno de esos túneles subterráneos>> Y claro, cuando salió el sol tocó alearse de los resquicios de las ventanas para repasar los hechizos...
Y por fin ha vuelto a anochecer. Toca ir de caza y buscar algo para Gael, algo grande y que sepa defenderse. Si pudiese encontrar otra criatura como aquella del túnel, estaría bastante bien para el chaval. Hora de bajar. Me armo con mi espada y el látigo, que descansaban en la mesa junto al paño de piel con los hechizos que me pongo en el brazo de inmediato. Presto, voy escaleras abajo hasta el portalón con barrotes que da al túnel. ¿Abrir o colarme? Vamos. Me transformo en humo y me escurro entre las diminutas grietas en la madera, hasta llegar a los subterráneos <<Luego tendré que abrir para sacar los cuerpos que consiga>>
(continúa en los Subterráneos)
(hoy)
Tras la noche de ayer y todo el día de hoy desollando a las variopintas criaturas y preparando el cuerpo para Gael, algo me saca de mis pensamientos peleteros y me hace mirar a las ventanas tapiadas. Algo repiquetea contra la madera y la agrietada piedra del edificio... Pero el sonido es demasiado continuo así que me acerco a la ventana, la desbloqueo y aparto la madera hacia dentro, sacando la cabeza al aguacero que está cayendo. ¡Lluvia! No me había dado cuenta de que había anochecido, pero aún mejor: ¡está lloviendo! No he cazado todavía bajo la lluvia... No se hable más, decidido: a beber bajo la lluvia. Dejo las pieles clavadas a la pared y suelo con cuidado y las herramientas que acabo de hacerme las pongo a resguardo en una vieja cajonera. Y ahora de nuevo asomado a la ventana, a dos o tres pisos del suelo <<Pero nada de empaparme>> me quito la camiseta y la dejo bajo un montón de pieles para , por fin, saltar por la ventana y caer a la calle con las rodillas flexionadas, sin apenas sentir la caída. Miro a la negrura sobre mi cabeza y sonrío cuando la lluvia me acaricia el torso desnudo, chorreando por mi cara y empapándome el pelo <<Y para no resfriarse, ¡a correr y a cazar!>> Y rápidamente inicio la carrera hacia no sé dónde en un primer momento, pero luego siguiendo el rastro del olor a sangre, oculto en un edificio completamente derruido. Me transformo en humo para colarme entre los cascotes con facilidad y por fin llego a una especie de guarida donde habita una especie de oso, pero eso, "especie de" porque de oso tiene las patas, torso y brazos, pero por la espalda está cubierto por escamas y unas púas de hueso sobresalen de su piel, quizá de su columna. Y huele bastante bien, es decir, su sangre ha de saber bastante bien y la criatura de por sí me ha percibido desde antes de que me transformase en humo. Pero ya está perdida pues, tras cegarla, ya cuelgo de su cuello por la parte peluda, embargándome con su calor sobrehumano que me enfrenta a la fría y húmeda noche. Cuando ya estoy satisfecho me separo con un gemido de mi presa y me limpio con peludo su brazo inerte. ¿Inerte? No, aún sigue vivo, pero más muerto que vivo... Quizá se recupere y otro día pueda saciarme con este... Ya veré, ahora, a correr, bajo la lluvia, ¡a donde me lleve el viento!
(sigue en la Taberna del Mago Tuerto)
Y por fin ha vuelto a anochecer. Toca ir de caza y buscar algo para Gael, algo grande y que sepa defenderse. Si pudiese encontrar otra criatura como aquella del túnel, estaría bastante bien para el chaval. Hora de bajar. Me armo con mi espada y el látigo, que descansaban en la mesa junto al paño de piel con los hechizos que me pongo en el brazo de inmediato. Presto, voy escaleras abajo hasta el portalón con barrotes que da al túnel. ¿Abrir o colarme? Vamos. Me transformo en humo y me escurro entre las diminutas grietas en la madera, hasta llegar a los subterráneos <<Luego tendré que abrir para sacar los cuerpos que consiga>>
(continúa en los Subterráneos)
(hoy)
Tras la noche de ayer y todo el día de hoy desollando a las variopintas criaturas y preparando el cuerpo para Gael, algo me saca de mis pensamientos peleteros y me hace mirar a las ventanas tapiadas. Algo repiquetea contra la madera y la agrietada piedra del edificio... Pero el sonido es demasiado continuo así que me acerco a la ventana, la desbloqueo y aparto la madera hacia dentro, sacando la cabeza al aguacero que está cayendo. ¡Lluvia! No me había dado cuenta de que había anochecido, pero aún mejor: ¡está lloviendo! No he cazado todavía bajo la lluvia... No se hable más, decidido: a beber bajo la lluvia. Dejo las pieles clavadas a la pared y suelo con cuidado y las herramientas que acabo de hacerme las pongo a resguardo en una vieja cajonera. Y ahora de nuevo asomado a la ventana, a dos o tres pisos del suelo <<Pero nada de empaparme>> me quito la camiseta y la dejo bajo un montón de pieles para , por fin, saltar por la ventana y caer a la calle con las rodillas flexionadas, sin apenas sentir la caída. Miro a la negrura sobre mi cabeza y sonrío cuando la lluvia me acaricia el torso desnudo, chorreando por mi cara y empapándome el pelo <<Y para no resfriarse, ¡a correr y a cazar!>> Y rápidamente inicio la carrera hacia no sé dónde en un primer momento, pero luego siguiendo el rastro del olor a sangre, oculto en un edificio completamente derruido. Me transformo en humo para colarme entre los cascotes con facilidad y por fin llego a una especie de guarida donde habita una especie de oso, pero eso, "especie de" porque de oso tiene las patas, torso y brazos, pero por la espalda está cubierto por escamas y unas púas de hueso sobresalen de su piel, quizá de su columna. Y huele bastante bien, es decir, su sangre ha de saber bastante bien y la criatura de por sí me ha percibido desde antes de que me transformase en humo. Pero ya está perdida pues, tras cegarla, ya cuelgo de su cuello por la parte peluda, embargándome con su calor sobrehumano que me enfrenta a la fría y húmeda noche. Cuando ya estoy satisfecho me separo con un gemido de mi presa y me limpio con peludo su brazo inerte. ¿Inerte? No, aún sigue vivo, pero más muerto que vivo... Quizá se recupere y otro día pueda saciarme con este... Ya veré, ahora, a correr, bajo la lluvia, ¡a donde me lleve el viento!
(sigue en la Taberna del Mago Tuerto)
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Barrio Derruido
10/11/11, 11:21 pm
El barrio en el que me cité con Jack sigue en un estado tan catastrófico como de costumbre. Las piedras se apilan de cualquier manera, se pueden apreciar restos de estructuras, paredes a medio caer, y sobre todo escombros por todas partes. Apenas hay luz en ese lugar, pero por un lado me da miedo aumentar la luz a mi alrededor y atraer depredadores o... cualquier cosa, con ella. Y por otro lado... no veo nada. ¿Dónde puede estar Jack? Será más fácil que él me vea a mí, estoy seguro de que se me ve a bastante distancia, y él puede convertirse en humo y sobrevolar la zona.
Me paseo por el lugar bastándome de la luz que yo mismo emito, rebuscando entre los escombros, y sin encontrar nada. ¿Dónde se habrá metido? Habíamos quedado a la hora en que se ocultase del todo el sol... sigo dando vueltas en círculos, había tenido que dar una buena caminata hasta ahí, y ahora Jack no aparecía. ¿Habrá pasado algo? ¿O se ha olvidado? Espero que sea lo segundo, no creo que nadie pueda poner a Jack en problemas, y él iba a venir aquí, no a hacer nada temerario... espero. No, me estoy empranoiando demasiado, simplemente se le habrá olvidado, eso espero. Sabe donde estoy, ya volverá a la torre... Por ahora eso es lo que debería hacer yo. Reprimo un escalofrío. No me gusta nada este barrio de noche. No veo, no parece haber vida... pero los monstruos se esconden entre los escombros, aquí, en algún lugar, hay alguna entrada a aquellos subterráneos. Y los recuerdo demasiado bien. Ahora mismo no estoy preparado para un ataque por sorpresa. Voy demasiado confiado, pero todavía no he encontrado la forma de protegerme, de poder ir completamente tranquilo por las calles.
Apuro el paso y me pongo rumbo a la torre Serpentaria. Estoy cansado de estar allí encerrado, pero ahora mismo lo prefiero, prefiero la seguridad del hogar. O, al menos, volver a las calles que conozco más para dejar de sentir esta inquietud.
(Sigue en la Torre Serpentaria).
Me paseo por el lugar bastándome de la luz que yo mismo emito, rebuscando entre los escombros, y sin encontrar nada. ¿Dónde se habrá metido? Habíamos quedado a la hora en que se ocultase del todo el sol... sigo dando vueltas en círculos, había tenido que dar una buena caminata hasta ahí, y ahora Jack no aparecía. ¿Habrá pasado algo? ¿O se ha olvidado? Espero que sea lo segundo, no creo que nadie pueda poner a Jack en problemas, y él iba a venir aquí, no a hacer nada temerario... espero. No, me estoy empranoiando demasiado, simplemente se le habrá olvidado, eso espero. Sabe donde estoy, ya volverá a la torre... Por ahora eso es lo que debería hacer yo. Reprimo un escalofrío. No me gusta nada este barrio de noche. No veo, no parece haber vida... pero los monstruos se esconden entre los escombros, aquí, en algún lugar, hay alguna entrada a aquellos subterráneos. Y los recuerdo demasiado bien. Ahora mismo no estoy preparado para un ataque por sorpresa. Voy demasiado confiado, pero todavía no he encontrado la forma de protegerme, de poder ir completamente tranquilo por las calles.
Apuro el paso y me pongo rumbo a la torre Serpentaria. Estoy cansado de estar allí encerrado, pero ahora mismo lo prefiero, prefiero la seguridad del hogar. O, al menos, volver a las calles que conozco más para dejar de sentir esta inquietud.
(Sigue en la Torre Serpentaria).
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Barrio Derruido
11/11/11, 09:00 pm
Maldita sea... No tengo ni idea de dónde estoy, llevo toda la maldita noche pasada y el día de hoy dando vueltas por esos malditos túneles subterráneos. No debí adentrarme más justo cuando había quedado con Gael... Espero que no le hayan atacado al acercarse al barrio en tinieblas... sería mi culpa... Y por fin, una rendija en el suelo que a saber a dónde da. Me escurro por los barrotes de hierro y salgo a la calle mientras me azota la corriente de nuevo aire, para nada puro, pero no tan cargado como ahí abajo. Creo que eso no era una ramificación de los túneles sino una alcantarilla o algo similar, tenía que ir casi encorvado y con cuidado de no golpearme la cabeza. En fin... Reconozco los edificios que me rodean: estoy en el barrio derruido, pero muy al norte de mi propio edificio derruido. Toca elevarse en el aire y lanzarme con el viento hacia el sur, buscando mi refugio de caza que se sostiene sobre dos plantas aplastadas la una contra otra y con un tejado semiestable, con pocos agujeros, todos tapiados por mí al igual que las ventanas. Pero quiero probar una cosa: entrar a saco a través de los tablones que me sirven de tapias. Cuando por fin distingo abajo mi refugio comienzo un descenso brusco en espiral de forma que esta acabe en una de las rendijas de la ventana elegida, pero lo que hago es transformarme de nuevo en estado sólido, por así decirlo, arropado en la capa de lobo y quebrando los tableros a mi paso, llenando el suelo de la habitación de astillas sin arañarme, para finalmente caer de pie y suavemente, como si hubiese entrado por la puerta. < Pero no hay tiempo para eso ahora. El Acorazado Osezno y el par de hienas y colaespinas esperan a su legítimo dueño. Sonrío cuando los veo a resguardo en la siguiente habitación y me asomo a la calle para esperar a Gael. ¿Qué podría hacer para guiarle? Un hechizo de fuego... En plan antorcha no debería dañarme... Pero se lanzarían contra el chico nada más verle. Esperaré en la calle pues, suponiendo que venga de Serpentaria tiene que pasar por el borde sur. Y así pues echo a volar de nuevo, siguiendo los escombros y los edificios semiderruidos hasta el último de estos, llegando al borde del barrio para esperar a Gael de pie, en estado sólido, espada en mano por si a alguna criatura se le ocurriera acercarse demasiado, porque las huelo cerca pero no se atreven del todo, están siempre esperando a que baje la guardia...
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Barrio Derruido
11/11/11, 09:34 pm
Camino hacia el norte por las calles que conozco hasta que en una encrucijada decido desviarme hacia el oeste al ver no muy lejos a dos desconocidos hablando. Me escabullí hacia la otra calle sin que me vieran y pensé que ese desvío como mucho me retrasaría un poco. Reconocí el camino que llevaba al barrio derruido cuando llegué a otro cruce, y seguí por allí por ser una calle más conocida, en el fondo seguía teniendo miedo de perderme por la ciudad.
Para cuando llegué a las primeras ruinas la noche ya había caído. El lugar parecía tan silencioso como se costumbre. El viento al pasar silbaba entre los huecos de las piedras, adquiriendo eco y haciendo parecer el lugar encantado. De pronto mis ojos captan una figura de pie a lo lejos, con una espada desenvainada. Me detengo en seco y me pongo inconscientemente a ganar altura. Pero para mi sorpresa la figura no hace en absoluto ademán de atacarme y, cuando me fijo, me doy cuenta de que es Jack.
-¿Jack? ¿Eres tú? -pregunto aunque sea evidente-. ¡Hola! -saludo alegremente mintras pierdo altura de nuevo y me acerco a él-. Anoche estuve aquí también... ¿dónde te habías metido? Eh... ¡no es que me importe! -remiendo, temeroso de enfadarle también a él-. Es solo que... nada, me preguntaba si te habría pasado algo. Menos mal... -iba a terminar diciendo que me alegraba de que estuviese bien, pero tal vez se ofenda. Es muy fuerte y ni yo creo que las criaturas de la calle le den problemas teniendo en cuenta que puede convertirse en humo.
Para cuando llegué a las primeras ruinas la noche ya había caído. El lugar parecía tan silencioso como se costumbre. El viento al pasar silbaba entre los huecos de las piedras, adquiriendo eco y haciendo parecer el lugar encantado. De pronto mis ojos captan una figura de pie a lo lejos, con una espada desenvainada. Me detengo en seco y me pongo inconscientemente a ganar altura. Pero para mi sorpresa la figura no hace en absoluto ademán de atacarme y, cuando me fijo, me doy cuenta de que es Jack.
-¿Jack? ¿Eres tú? -pregunto aunque sea evidente-. ¡Hola! -saludo alegremente mintras pierdo altura de nuevo y me acerco a él-. Anoche estuve aquí también... ¿dónde te habías metido? Eh... ¡no es que me importe! -remiendo, temeroso de enfadarle también a él-. Es solo que... nada, me preguntaba si te habría pasado algo. Menos mal... -iba a terminar diciendo que me alegraba de que estuviese bien, pero tal vez se ofenda. Es muy fuerte y ni yo creo que las criaturas de la calle le den problemas teniendo en cuenta que puede convertirse en humo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Barrio Derruido
11/11/11, 10:40 pm
Tras un rato, realmente no percibo el tiempo que pasa, solo noto a las criaturas habitantes de las ruinas moviéndose en la noche, sin más, hasta que de pronto algunas se crispan, se ponen nerviosas, como si algo se acercase. Y lo que veo al poco me hace sonreir, deslumbrando levemente en la noche. Al verme se alarma y comienza a elevarse en el aire, pero no respondo de forma alguna, solo permanezco impasible, inmóvil, hasta que él solo acaba por reconocerme. Y le saludo a mi vez, con la mano y hablando:
-Buenas noches. El mismo.-atiendo a su pregunta y alzo la mano derecha como pidiendo tranquilidad ante sus preguntas y temores.-No pasó nada, simplemente que me perdí en unos túneles que pasan por aquí debajo.-digo pisando con fuerza el suelo a mis pies.-Lamento no haber ido, pero no pensaba que me fuese a perder en esa maraña de túneles. Y bueno, aunque tengamos toda la noche, mejor apresurarse. No tengo un refugio por nada, vamos.
Espero a que se coloque a mi altura y después retomo el camino hacia el refugio convertido de nuevo en humo, sin alejarme apenas de Gael y atento a los habitantes, criaturas o no, del barrio. Pero llegamos sin problemas a mi refugio: un edificio parcialmente derruido, de tres plantas, donde la última se sustenta sobre las ruinas de las otras dos.
-Toca trepar o levitar.-digo a través del humo, para después colarme por una rendija en el edificio y abrirle la puerta, ya sólido.
Una vez dentro nos esperan el cadáver de colaespina y el de la hiena y tras estos, una habitación completamente tapiada en la que aguarda el Acorazado Osezno, tal como lo describí la otra noche, excepto en colores: los cuernos son blanco hueso, el pelaje es marrón pero salpicado de manchas negras aquí y allá. Por supuesto, la puerta de dicha habitación no existe, es un mero agujero para que el experimento pueda ser extraído del cuarto sin problema.
-Bueno, todos tuyos. Si lo necesitas vamos luego a Serpentaria y te llevo la hiena y el colaespina, y el Acorazado si no puedes tenerlo allí estará siempre aquí. Tú dirás, Gael.-termino, cruzándome de brazos y apoyándome espalda contra pared.
-Buenas noches. El mismo.-atiendo a su pregunta y alzo la mano derecha como pidiendo tranquilidad ante sus preguntas y temores.-No pasó nada, simplemente que me perdí en unos túneles que pasan por aquí debajo.-digo pisando con fuerza el suelo a mis pies.-Lamento no haber ido, pero no pensaba que me fuese a perder en esa maraña de túneles. Y bueno, aunque tengamos toda la noche, mejor apresurarse. No tengo un refugio por nada, vamos.
Espero a que se coloque a mi altura y después retomo el camino hacia el refugio convertido de nuevo en humo, sin alejarme apenas de Gael y atento a los habitantes, criaturas o no, del barrio. Pero llegamos sin problemas a mi refugio: un edificio parcialmente derruido, de tres plantas, donde la última se sustenta sobre las ruinas de las otras dos.
-Toca trepar o levitar.-digo a través del humo, para después colarme por una rendija en el edificio y abrirle la puerta, ya sólido.
Una vez dentro nos esperan el cadáver de colaespina y el de la hiena y tras estos, una habitación completamente tapiada en la que aguarda el Acorazado Osezno, tal como lo describí la otra noche, excepto en colores: los cuernos son blanco hueso, el pelaje es marrón pero salpicado de manchas negras aquí y allá. Por supuesto, la puerta de dicha habitación no existe, es un mero agujero para que el experimento pueda ser extraído del cuarto sin problema.
-Bueno, todos tuyos. Si lo necesitas vamos luego a Serpentaria y te llevo la hiena y el colaespina, y el Acorazado si no puedes tenerlo allí estará siempre aquí. Tú dirás, Gael.-termino, cruzándome de brazos y apoyándome espalda contra pared.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Barrio Derruido
12/11/11, 12:12 am
Cuando Jack me explica el motivo por el cual no vino anoche me siento extraño. Me preocupé, me enfadé... por nada. No tuvo la culpa, y estaba en un lugar muy peligroso. Quiero preguntarle si fue todo bien, pero él ya me está dirigiendo hacia el lugar donde guarda sus experimentos. Mientras avanzamos la emoción del día anterior me embarga de nuevo, voy a ver por fin el acorazado osezno. Al llegar ante un edificio nos detenemos y dice que hay que levitar. El se alza en forma de humo y yo lo sigo concentrádome para elevarme por mí mismo.
Al llegar arriba encontramos los cadáveres de una hiena y un colaespina, y detrás, en otra habitación, se ve por un hueco el animal del que me había hablado hace dos noches. Era más o menos como me lo imaginaba, pero más maloliente, estaba ya algo putrefacto, pero eso no impedía que lo usase. Me acerco a él a observar cómo está hecho el trabajo. Es perfecto. Miro a Jack boquiabierto, aguantando como puedo el mal olor.
-Es... es genial... Te debo un enorme favor... mil gracias. Voy a... voy a probar si puedo moverlo.
Me concentro en el cadáver y lo poseo, pero algo va mal. Lo primero que poseo es la parte más grande del cuerpo, pero se mueve solo lo que es esa parte. Si poseo otras zonas por separado, no consigo que se muevan si no pueden hacerlo por sí mismas. El cuerpo no coordina, y como esperaba, no soy capaz de usarlo. Pero no se puede desperdiciar así como así. Salgo de él y me planto ante Jack de nuevo.
-Nada... no puedo moverlo -digo meneando la cabeza-. Y creo que en Serpentaria no puedo ponerme a almacenar animales muertos. Debería buscar algún lugar más cercano donde dejarlos, pero de momento mejor se quedarán aquí. Lo que sí voy a hacer es congelar el acorazado osezno, para conservarlo hasta que encuentre el hechizo para que el cuerpo funcione como uno solo.
Repaso mentalmente el hechizo de congelación y se lo lanzo al cadáver. Aparece escarchar enseguida sobre el animal y me acerco para darle con el pie y asegurarme de que está realmente rígido. Al volverme veo los otros dos cadáveres y se los señalo.
-¿Puedo usarlos ahora? Bueno, me vale con uno solo, podría congelar el otro. ¿Cuál crees que será más rápido? Es que... tengo que ir rápido a un sitio...
No quisiera ofender a Jack marchándome muy pronto, pero había salido de casa con un objetivo, y sigo preocupado. Y debería ir pensando una forma de agradecerle a Jack todo esto. Y encima me encantaría aprender de él cosas como coser las piezas de los cadáveres, pero no puedo seguir dependiendo de él, tendré que arreglármelas yo a partir de ahora. Conseguiré más cadáveres con estos, y buscaré lo demás en la biblioteca o donde sea.
Al llegar arriba encontramos los cadáveres de una hiena y un colaespina, y detrás, en otra habitación, se ve por un hueco el animal del que me había hablado hace dos noches. Era más o menos como me lo imaginaba, pero más maloliente, estaba ya algo putrefacto, pero eso no impedía que lo usase. Me acerco a él a observar cómo está hecho el trabajo. Es perfecto. Miro a Jack boquiabierto, aguantando como puedo el mal olor.
-Es... es genial... Te debo un enorme favor... mil gracias. Voy a... voy a probar si puedo moverlo.
Me concentro en el cadáver y lo poseo, pero algo va mal. Lo primero que poseo es la parte más grande del cuerpo, pero se mueve solo lo que es esa parte. Si poseo otras zonas por separado, no consigo que se muevan si no pueden hacerlo por sí mismas. El cuerpo no coordina, y como esperaba, no soy capaz de usarlo. Pero no se puede desperdiciar así como así. Salgo de él y me planto ante Jack de nuevo.
-Nada... no puedo moverlo -digo meneando la cabeza-. Y creo que en Serpentaria no puedo ponerme a almacenar animales muertos. Debería buscar algún lugar más cercano donde dejarlos, pero de momento mejor se quedarán aquí. Lo que sí voy a hacer es congelar el acorazado osezno, para conservarlo hasta que encuentre el hechizo para que el cuerpo funcione como uno solo.
Repaso mentalmente el hechizo de congelación y se lo lanzo al cadáver. Aparece escarchar enseguida sobre el animal y me acerco para darle con el pie y asegurarme de que está realmente rígido. Al volverme veo los otros dos cadáveres y se los señalo.
-¿Puedo usarlos ahora? Bueno, me vale con uno solo, podría congelar el otro. ¿Cuál crees que será más rápido? Es que... tengo que ir rápido a un sitio...
No quisiera ofender a Jack marchándome muy pronto, pero había salido de casa con un objetivo, y sigo preocupado. Y debería ir pensando una forma de agradecerle a Jack todo esto. Y encima me encantaría aprender de él cosas como coser las piezas de los cadáveres, pero no puedo seguir dependiendo de él, tendré que arreglármelas yo a partir de ahora. Conseguiré más cadáveres con estos, y buscaré lo demás en la biblioteca o donde sea.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Barrio Derruido
12/11/11, 12:48 am
Gael empieza a agradecérmelo y yo, que no veo necesidad alguna de que me lo devuelva el favor ni nada similar, solo hago gestos cansados y digo
-No es nada, no es nada. Suficiente será con verlo corretear por la ciudad.-digo sonriendo con los ojos cerrados, imaginándolo.
Al poco se concentra y empieza a poseerlo, logrando moverlo pero ligeramente, lo cual es un progreso a mi modo de verlo. Pero no lo consigue por completo y cesa en su intento.
-Lo conseguirás, lo creo sin ninguna duda. Todo se mejora con la práctica.-después le miro congelarlo y sopeso la pregunta de cuál es más rápido...-El colaespina pesa poco y además tiene las púas de la cola, te sirven si alguien te ataca. La hiena no sé si es más rápida, tiene buenas zarpas y buenas fauces. Yo probaría primero con el colaespina... Pero no sé, tú verás... Aunque... Mejor el colaespina: más o menos rápido, más pequeño de tamaño y te puedes colar por agujeros y eso, pasando desapercibido mientras que la hiena es más grande. Y el grande seguirá aquí siempre entonces. Cuando te veas preparado te estará esperando, puedes entrar sin más. Yo me voy al Burdel, que hace días que estoy fuera del hogar...-lo digo casi con añoranza, recordando a Erika con una sonrisa y con los ojos como platos a Cain y Vacuum.-¿Nos vamos?
Me planto en la puerta y bajo a la calle de un salto, para después esperar a Gael y despedirme de él tras haber cerrado la puerta.
-Buenas noches y hasta la vista.-me despido, luego me alzo en la oscuridad del cielo y casi con prisa me dirijo hacia mi destino mientras veo a Gael alejarse dentro de su posesión...
(Continúa en el Burdel de Dama Espasmo)
-No es nada, no es nada. Suficiente será con verlo corretear por la ciudad.-digo sonriendo con los ojos cerrados, imaginándolo.
Al poco se concentra y empieza a poseerlo, logrando moverlo pero ligeramente, lo cual es un progreso a mi modo de verlo. Pero no lo consigue por completo y cesa en su intento.
-Lo conseguirás, lo creo sin ninguna duda. Todo se mejora con la práctica.-después le miro congelarlo y sopeso la pregunta de cuál es más rápido...-El colaespina pesa poco y además tiene las púas de la cola, te sirven si alguien te ataca. La hiena no sé si es más rápida, tiene buenas zarpas y buenas fauces. Yo probaría primero con el colaespina... Pero no sé, tú verás... Aunque... Mejor el colaespina: más o menos rápido, más pequeño de tamaño y te puedes colar por agujeros y eso, pasando desapercibido mientras que la hiena es más grande. Y el grande seguirá aquí siempre entonces. Cuando te veas preparado te estará esperando, puedes entrar sin más. Yo me voy al Burdel, que hace días que estoy fuera del hogar...-lo digo casi con añoranza, recordando a Erika con una sonrisa y con los ojos como platos a Cain y Vacuum.-¿Nos vamos?
Me planto en la puerta y bajo a la calle de un salto, para después esperar a Gael y despedirme de él tras haber cerrado la puerta.
-Buenas noches y hasta la vista.-me despido, luego me alzo en la oscuridad del cielo y casi con prisa me dirijo hacia mi destino mientras veo a Gael alejarse dentro de su posesión...
(Continúa en el Burdel de Dama Espasmo)
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Barrio Derruido
12/11/11, 02:08 am
Atiendo a la explicación de Jack sobre la elección entre el colaespina y la hiena, y le doy toda la razón. Yo mismo iba a escoger el colaespina... la hiena parecía más pesada y menos escurridiza, y como ninguno de los dos animales es muy bueno en batalla, prefiero escapar de cualquier conflicto. Congelo el cadaver de la hiena y hago levitar el colaespina detrás de mí. Cuando Jack dice que se va a ir al burdel estoy tentado de preguntarle qué tal todos, pero parece tener prisa.
-Iré a visitaros pronto -me limito a decir.
Bajo a la calle con él, y de nuevo le doy las gracias y nos despedimos. Jack se va hacia el norte y yo me quedo plantado ante el edificio. Memorizo el lugar para poder volver más adelante, y dejo el cuerpo del animal en el suelo a mi lado. Paso a poseerlo y pruebo su cuerpo moviendo las extremidades, acostumbrándome a él. Yo iba a ir al burdel... pero no sé por qué cambié de opinión en el último momento. Es tarde, y la verdad... dudo mucho que Nia haya ido allí sola. Estoy seguro de que estará en el mar o en el río, ¿pero cómo puedo encontrarla? Ambos sitios son demasiado grandes. Podría hacer un hechizo de localización, pero no recuerdo ahora cómo... Será mejor que vuelva sobre mis pasos hacia el mar y pare en la torre un momento para consultar el hechizo. Si no va a ser imposible.
Echo a correr entonces por las calles, pegado a los edificios en ruinas. Con estos ojos parece que me guío algo mejor en la oscuridad, y eso es más que suficiente. El olfato del animal aún funciona bastante bien, y eso ayuda, se nota que estaba bastante fresco. Pronto dejo atrás las calles hechas polvo y me adentro entre edificios todavía en pie, de camino a la torre.
(Sigue en Torre Serpentaria).
-Iré a visitaros pronto -me limito a decir.
Bajo a la calle con él, y de nuevo le doy las gracias y nos despedimos. Jack se va hacia el norte y yo me quedo plantado ante el edificio. Memorizo el lugar para poder volver más adelante, y dejo el cuerpo del animal en el suelo a mi lado. Paso a poseerlo y pruebo su cuerpo moviendo las extremidades, acostumbrándome a él. Yo iba a ir al burdel... pero no sé por qué cambié de opinión en el último momento. Es tarde, y la verdad... dudo mucho que Nia haya ido allí sola. Estoy seguro de que estará en el mar o en el río, ¿pero cómo puedo encontrarla? Ambos sitios son demasiado grandes. Podría hacer un hechizo de localización, pero no recuerdo ahora cómo... Será mejor que vuelva sobre mis pasos hacia el mar y pare en la torre un momento para consultar el hechizo. Si no va a ser imposible.
Echo a correr entonces por las calles, pegado a los edificios en ruinas. Con estos ojos parece que me guío algo mejor en la oscuridad, y eso es más que suficiente. El olfato del animal aún funciona bastante bien, y eso ayuda, se nota que estaba bastante fresco. Pronto dejo atrás las calles hechas polvo y me adentro entre edificios todavía en pie, de camino a la torre.
(Sigue en Torre Serpentaria).
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Barrio Derruido
18/11/11, 09:01 pm
Vuelo hacia el norte de forma inconsciente, buscando un lugar donde aterrizar, donde practicar sin molestar a nadie. Al cabo de unos minutos veo el barrio derruido, muy parecido a aquel donde conocí a Gighena, y que hace ya un tiempo que no visito. Me apetece ver a la chica, pero dudo que le hallan dejado salir del sitio al que la llevaran, estoy seguro de que la guardan celosamente, a fin de cuentas es una valiosa sacerdotisa de su culto. Suspiro con abatimiento, jure que la ayudaría, y aun no puedo hacerlo, tal vez esta magia me facilite cumplir mi promesa.
Bajo hasta el suelo, levantando un poco de polvo y observando las diferencias con el barrio quemado, la ausencia de cenizas es evidente, y la de los murmullos de los fantasmas quemado, pero la dejadez del sitio es la misma que la del barrio quemado, perfecto para hacer magia sin molestar a nadie. Busco una zona donde practicar cómodo, avanzando entre los escombros. Llego a una zona bastante despejada, rodeada de unos cuantos edificios en ruinas, pero que mantienen alguna de sus paredes en pie. Un lugar perfecto, incluso hay algo de vegetación, un poco de musgo y hierbajos etnre las piedras.
Me pongo en el punto medio de la zona despejada, buscando la mayor amplitud posible. Saco el libro y ojeo la página en cuestión con detenimiento. Se necesitan dos ingredientes: algo de sangre, del hechicero en este caso, y un pellizco de polvo de hado infernal. Las palabras se entienden bien, o eso creo yo, pero la gramática es extraña, resulta bastante siniestra. Memorizo con atención las palabras, y dejo el libro a mis pies. Saco la daga de mi cinturón y me llevo la mano libre al bolsillo, cogiendo un pequeños pellizco de polvo de uno de los saquitos que guardo en el.
-Veamos si funciona -murmuro para mi, llevando la punta de la daga a la yema del índice de la mano que contiene el polvo en el hueco de la palma.
Comienzo a recitar las palabras, que parecen estar llenas de susurros de sombras, como si provinieran de un pozo oscuro y profundo, pero me equivoco antes de acabar. Suspiro y vuelvo a empezar, concentrándome mas en esta ocasión. Mi voz de oscuridad se extiende por el aire, como tanteando la zona, preparando el hechizo. Cuando la última frase sale de mi boca, perforo mi piel con la punta de la daga, con fuerza suficiente para conseguir que sangre. Retiro la daga y unas gotas de sangre se deslizan por mi índice y hacen contacto con el polvo. Ambos ingredientes, con la ayuda de la magia, se mezclan en mi palma con un fogonazo de luz negra, extinguiéndose por completo. Una turbación extraña recorre el aire, extendiéndose por la zona. De pronto unos hilos de energía negra, que provienen de mi, se hunden en la tierra y se extienden por el aire, buscando algo. Siento como dentro de mi empieza a acumularse energía, reponiendo la mía y aumentando mas aun. Extrañas sombras me rodean, susurrando sin que llegue a entenderlas, antes de desaparecer en mi interior, dándome cada vez mas energía. Rompo el hechizo en seguida, tampoco quiero pasarme la primera vez, pero aun así estoy bastante lleno, mis ojos rebosan energía oscura, una energía que aun no se de donde a salido. Cuando las sombras desaparecen, miro a mi alrededor parpadeando, y i expresión alegre por el éxito del hechizo, se deshace por completo. Toda la escasa vegetación que había en la zona esta completamente seca, sin vida, llego a atisvar los esqueletos de pequeños roedores que antes no estaba ahí, solo cubierto por una quebradiza capa de piel seca. Eso es el hechizo que acabo de hacer, he robado la vida que había a mi alrededor y me he cargado con ella, aumentando mi poder. Mi visión se nubla momentáneamente, mientras mi cuerpo se tambalea al asaltarme un repentino mareo. Caigo de rodillas, evitando así caerme de morros.
-Lo siento -logro susurrar, tratando de contener las nauseas, mientras el poder bulle en mi interior, listo para usarlo.
Ahora entiendo por que esta magia resulta tan peligrosa y poco recomendable, acabo de hacer una monstruosidad, ¿en que me he convertido?.
-Lo siento -repito de nuevo, acercando el libro y guardándolo bajo mi chaqueta-... siento haberos matado -aunque solo eran plantas y ratones, lo que acabo de hacer me resulta vomitivo, acabo de beberme la vida de otras criaturas, pienso conmocionado, mientras me pongo en pie con dificultad y me apoyo en una pared, mientras trato de calmar las nauseas con pesar-... soy un imbécil -susurro para mi.
Bajo hasta el suelo, levantando un poco de polvo y observando las diferencias con el barrio quemado, la ausencia de cenizas es evidente, y la de los murmullos de los fantasmas quemado, pero la dejadez del sitio es la misma que la del barrio quemado, perfecto para hacer magia sin molestar a nadie. Busco una zona donde practicar cómodo, avanzando entre los escombros. Llego a una zona bastante despejada, rodeada de unos cuantos edificios en ruinas, pero que mantienen alguna de sus paredes en pie. Un lugar perfecto, incluso hay algo de vegetación, un poco de musgo y hierbajos etnre las piedras.
Me pongo en el punto medio de la zona despejada, buscando la mayor amplitud posible. Saco el libro y ojeo la página en cuestión con detenimiento. Se necesitan dos ingredientes: algo de sangre, del hechicero en este caso, y un pellizco de polvo de hado infernal. Las palabras se entienden bien, o eso creo yo, pero la gramática es extraña, resulta bastante siniestra. Memorizo con atención las palabras, y dejo el libro a mis pies. Saco la daga de mi cinturón y me llevo la mano libre al bolsillo, cogiendo un pequeños pellizco de polvo de uno de los saquitos que guardo en el.
-Veamos si funciona -murmuro para mi, llevando la punta de la daga a la yema del índice de la mano que contiene el polvo en el hueco de la palma.
Comienzo a recitar las palabras, que parecen estar llenas de susurros de sombras, como si provinieran de un pozo oscuro y profundo, pero me equivoco antes de acabar. Suspiro y vuelvo a empezar, concentrándome mas en esta ocasión. Mi voz de oscuridad se extiende por el aire, como tanteando la zona, preparando el hechizo. Cuando la última frase sale de mi boca, perforo mi piel con la punta de la daga, con fuerza suficiente para conseguir que sangre. Retiro la daga y unas gotas de sangre se deslizan por mi índice y hacen contacto con el polvo. Ambos ingredientes, con la ayuda de la magia, se mezclan en mi palma con un fogonazo de luz negra, extinguiéndose por completo. Una turbación extraña recorre el aire, extendiéndose por la zona. De pronto unos hilos de energía negra, que provienen de mi, se hunden en la tierra y se extienden por el aire, buscando algo. Siento como dentro de mi empieza a acumularse energía, reponiendo la mía y aumentando mas aun. Extrañas sombras me rodean, susurrando sin que llegue a entenderlas, antes de desaparecer en mi interior, dándome cada vez mas energía. Rompo el hechizo en seguida, tampoco quiero pasarme la primera vez, pero aun así estoy bastante lleno, mis ojos rebosan energía oscura, una energía que aun no se de donde a salido. Cuando las sombras desaparecen, miro a mi alrededor parpadeando, y i expresión alegre por el éxito del hechizo, se deshace por completo. Toda la escasa vegetación que había en la zona esta completamente seca, sin vida, llego a atisvar los esqueletos de pequeños roedores que antes no estaba ahí, solo cubierto por una quebradiza capa de piel seca. Eso es el hechizo que acabo de hacer, he robado la vida que había a mi alrededor y me he cargado con ella, aumentando mi poder. Mi visión se nubla momentáneamente, mientras mi cuerpo se tambalea al asaltarme un repentino mareo. Caigo de rodillas, evitando así caerme de morros.
-Lo siento -logro susurrar, tratando de contener las nauseas, mientras el poder bulle en mi interior, listo para usarlo.
Ahora entiendo por que esta magia resulta tan peligrosa y poco recomendable, acabo de hacer una monstruosidad, ¿en que me he convertido?.
-Lo siento -repito de nuevo, acercando el libro y guardándolo bajo mi chaqueta-... siento haberos matado -aunque solo eran plantas y ratones, lo que acabo de hacer me resulta vomitivo, acabo de beberme la vida de otras criaturas, pienso conmocionado, mientras me pongo en pie con dificultad y me apoyo en una pared, mientras trato de calmar las nauseas con pesar-... soy un imbécil -susurro para mi.
- Fundador
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Barrio Derruido
21/11/11, 01:45 am
El sonido de arrastre y el entrechocar de miríadas de pequeñas formas que colgaban de ella la precedían. Una figura abultada cubierta por innumerables cuerdas y fragmentos de madera, hueso, piedras preciosas y todo tipo de alhajas se acercaba. A cada paso que daba deprendía millones de chispas mágicas. Todos los pequeños objetos que llevaba eran amuletos, amuletos de todo tipo, tantos que cubrían a quien los portaba por completo.
Era imposible saber si era una mujer o un hombre, nisiquiera si era humana o no. Demasiadas partes de su cuerpo parecían moverse por su cuenta. Frente a ella caminaba un esqueleto, aparentemente de un can. Su cabeza sin ojos parecía concentrada en buscar algo. Tras varios olisqueos nerviosos, su morro apuntó hacia Vacuum. Con una mirada inquisitiva, InCordia se acerco a él.
—¡Estúpido Nero!
La voz era indudablemente femenina. Le propisó una patada al animal, que se desmoronó por unos segundos y se alejo patéticamente de su ama.
—Voy a tener que castigarte otra vez... ¿Te parece esto un amuleto demoníaco? ¿Una piedra tenebrosa, quizás? ¿Es algún experimento necromántico o una estatua viviente?
Le dió unos golpecitos al impasible espectador.
—¿Suena a piedra? ¡No! ¡No sirves para nada! —le reprochó. Luego, con una voz más suave, le susurró— Anda, ven, bonito. Vuelve conmigo. Ya encontrarás algo, Nero.
Una vez entonados aquellos versos, el ser volvió a su forma original: una calavera lobuna del tamaño de un puño. Su ama le puso hábilmente una cuerda y se lo colgó.
—Cómo pesa este imbécil —se quejó. Teniendo en cuenta la cantidad de cachivaches que cargaba, debía de llevar el equivalente al peso de un toro en amuletos. Retiró unas cuerdas que cubrían parte de su cara y descubrió tanto como pudo para observar a Vac—. No llevas ningún amuleto interesante, ¿no? Ya veo.
De repente, pareció perder el interés en él. Entonces observó el suelo.
—Vaya estropicio has hecho. No sé qué pensarás hacer a continuación, pero yo me iría de aquí enseguida. Este tipo de magia suele atraer a criaturas poco agradables. Si quieres puedes venir conmigo. Date prisa.
Esto último lo dijo de espaldas a él, ya que ya había empezado a alejarse a paso ligero, y con la voz amortiguada por un sinfín de abalorios y ornamentos. mirándola de cerca, se podía ver cómo unos muñequitos de paja caminaban sobre ella, algo correoso y alargado que la rodeaba reptaba y algunas figuritas de madera hablaban.
—Me llaman InCordia —se presentó sin pararse ni darse la vuelta.
Era imposible saber si era una mujer o un hombre, nisiquiera si era humana o no. Demasiadas partes de su cuerpo parecían moverse por su cuenta. Frente a ella caminaba un esqueleto, aparentemente de un can. Su cabeza sin ojos parecía concentrada en buscar algo. Tras varios olisqueos nerviosos, su morro apuntó hacia Vacuum. Con una mirada inquisitiva, InCordia se acerco a él.
—¡Estúpido Nero!
La voz era indudablemente femenina. Le propisó una patada al animal, que se desmoronó por unos segundos y se alejo patéticamente de su ama.
—Voy a tener que castigarte otra vez... ¿Te parece esto un amuleto demoníaco? ¿Una piedra tenebrosa, quizás? ¿Es algún experimento necromántico o una estatua viviente?
Le dió unos golpecitos al impasible espectador.
—¿Suena a piedra? ¡No! ¡No sirves para nada! —le reprochó. Luego, con una voz más suave, le susurró— Anda, ven, bonito. Vuelve conmigo. Ya encontrarás algo, Nero.
Neroni Cretos, perro fiel,
muerde la mano que te da de comer,
excava la tumba del fallecido.
Yo te encierro y te castigo.
muerde la mano que te da de comer,
excava la tumba del fallecido.
Yo te encierro y te castigo.
Una vez entonados aquellos versos, el ser volvió a su forma original: una calavera lobuna del tamaño de un puño. Su ama le puso hábilmente una cuerda y se lo colgó.
—Cómo pesa este imbécil —se quejó. Teniendo en cuenta la cantidad de cachivaches que cargaba, debía de llevar el equivalente al peso de un toro en amuletos. Retiró unas cuerdas que cubrían parte de su cara y descubrió tanto como pudo para observar a Vac—. No llevas ningún amuleto interesante, ¿no? Ya veo.
De repente, pareció perder el interés en él. Entonces observó el suelo.
—Vaya estropicio has hecho. No sé qué pensarás hacer a continuación, pero yo me iría de aquí enseguida. Este tipo de magia suele atraer a criaturas poco agradables. Si quieres puedes venir conmigo. Date prisa.
Esto último lo dijo de espaldas a él, ya que ya había empezado a alejarse a paso ligero, y con la voz amortiguada por un sinfín de abalorios y ornamentos. mirándola de cerca, se podía ver cómo unos muñequitos de paja caminaban sobre ella, algo correoso y alargado que la rodeaba reptaba y algunas figuritas de madera hablaban.
—Me llaman InCordia —se presentó sin pararse ni darse la vuelta.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Barrio Derruido
21/11/11, 06:14 pm
Tras unos minutos de descanso, acostumbrándome a la enorme cantidad de poder que he conseguido, doy una par de pasos tambaleantes hacia el centro de la calle. Me cuesta moverme, mis miembros, agarrotados por la tensión, no responden del todo bien. Alzo la mirada algo mareado y lo que veo no me cuadra. Una figura, cubierta de cientos de cuerdas de las que cuelgan huesos, piedras, plumas y todo tipo de cosas, desde joyas hasta objetos que parecen inservibles, se acerca hacia mi, precedida por lo que parece el esqueleto de un perro. El ovillo de cuerdas llega hasta mi cuando el can me señala con el hocico, y se enfada con el perro por que, al parecer, no soy ningún tipo de talismán demoníaco o mágico. La miro incrédulo cuando me golpea con el dedo, como comprobando si soy una estatua o algo, para luego hacer desaparecer al can.
-Pues no -le respondo cuando me pregunta si llevo algún talismán, aunque era mas bien una pregunta retórica, lo cierto es que llevo mi anillo, que siempre esta cargando, por que parece no tener limite de capacidad de energía, con lo que siempre le llevo puesto para emergencias, no se lo pienso dar si esa es su intención.
Noto enseguida como la mujer pierde interés en mi, al ver que no tengo nada de lo que busca. Mira al suelo y habla con desgana, como si hablara sola. Sus palabras me hacen pensar, quizá sea mejor que la siga. La mujer echa a andar sin esperarme, y yo la sigo con dificultad, aun algo agarrotado. Parece ser que se llama InCordia, y deduzco que colecciona talismanes... <<¿Como narices se moverá con eso encima? -me pregunto internamente.>>.
-Yo me llamo Vacuum -me presento, aunque parece que no me escucha, esto es frustrante, no estoy de humor para hablar con alguin que me hace menos caso que a una piedra, como si en realidad hablara sola, ademas me estoy quedando atrás...
Aun me cuesta moverme, y la mujer esta no se para a esperar, ya nos hemos alejado bastante de la zona donde hice el hechizo, necesito parar un momento. Me apoyo contra un muro mientras InCordia sigue andando. le digo que espere un momento, pero no alzo mucho la voz, y no parece oírme. La tensión acumulada hace temblar mis manos, necesito liberar un poco, aun no me he acostumbrado a tal cantidad de energía. Estampo el puño contra la pared, una y otra vez, con ambas manos, liberando parte de la tensión acumulada. La pared se agrieta entera, el gran boquete que he hecho a desestabilizado la estructura del muro. Me alejo algo mas ligero, con un paso menos tambaleante mientras la pared comienza a desmoronarse. Aun veo a InCordia a lo lejos, pero no se si la voy a alcanzar...
-¡Maldición! -mascullo sin acelerar el paso, no tengo ganas de caminar mucho.
Me envuelvo en la capa, calándome la capucha, y continúo andando, en silencio, sumido en mis pensamientos, aun debatiendo internamente sobre lo que acabo de hacer. Pequeñas chispas de energía mágica, de un color negro incandescente, se escapan de vez en cuando de mi piel, pero no le doy mucha importancia...
-Pues no -le respondo cuando me pregunta si llevo algún talismán, aunque era mas bien una pregunta retórica, lo cierto es que llevo mi anillo, que siempre esta cargando, por que parece no tener limite de capacidad de energía, con lo que siempre le llevo puesto para emergencias, no se lo pienso dar si esa es su intención.
Noto enseguida como la mujer pierde interés en mi, al ver que no tengo nada de lo que busca. Mira al suelo y habla con desgana, como si hablara sola. Sus palabras me hacen pensar, quizá sea mejor que la siga. La mujer echa a andar sin esperarme, y yo la sigo con dificultad, aun algo agarrotado. Parece ser que se llama InCordia, y deduzco que colecciona talismanes... <<¿Como narices se moverá con eso encima? -me pregunto internamente.>>.
-Yo me llamo Vacuum -me presento, aunque parece que no me escucha, esto es frustrante, no estoy de humor para hablar con alguin que me hace menos caso que a una piedra, como si en realidad hablara sola, ademas me estoy quedando atrás...
Aun me cuesta moverme, y la mujer esta no se para a esperar, ya nos hemos alejado bastante de la zona donde hice el hechizo, necesito parar un momento. Me apoyo contra un muro mientras InCordia sigue andando. le digo que espere un momento, pero no alzo mucho la voz, y no parece oírme. La tensión acumulada hace temblar mis manos, necesito liberar un poco, aun no me he acostumbrado a tal cantidad de energía. Estampo el puño contra la pared, una y otra vez, con ambas manos, liberando parte de la tensión acumulada. La pared se agrieta entera, el gran boquete que he hecho a desestabilizado la estructura del muro. Me alejo algo mas ligero, con un paso menos tambaleante mientras la pared comienza a desmoronarse. Aun veo a InCordia a lo lejos, pero no se si la voy a alcanzar...
-¡Maldición! -mascullo sin acelerar el paso, no tengo ganas de caminar mucho.
Me envuelvo en la capa, calándome la capucha, y continúo andando, en silencio, sumido en mis pensamientos, aun debatiendo internamente sobre lo que acabo de hacer. Pequeñas chispas de energía mágica, de un color negro incandescente, se escapan de vez en cuando de mi piel, pero no le doy mucha importancia...
- Fundador
Ficha de cosechado
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Re: Barrio Derruido
21/11/11, 07:35 pm
Para cuando la alcanzó, ya se encaminaba aparentemente hacia el mercado. En aquel momento, una figura humanoide hecha de madera con articulaciones metalicas le susurraba al oido.
—Hurgar en los bolsillos ajenos está mal —le reprendió como haría con un niño pequeño—. Al menos habrás encontrado algo interesante, ¿no?
Aguardó unos segundos antes de soltar un bufido despectivo.
—Pues vaya cosa.
El muñeco corrió a esconderse en lo que parecía un bolsillo atestado de frasquitos diminutos y InCordia cogió algo parecido a un cristal de reloj opaco con unas runas complicadas grabadas en un círculo. En cuanto lo tocó, estas se desplegaron hacia fuera, quedando suspendidas en el aire, y el cristal se hizo transparente salvo en el borde. Lo utilizó como si fuera un monóculo para examinar al que caminaba tras ella.
—Espadas... Al final, las espadas no sirven para nada. Son grandes, pesadas y están muertas. ... Algún tipo de sustancia tóxica. Podría venirme bien algo de veneno, pero no parece muy peligroso. ... ¿Un anillo de carga? Qué repelús me dan esas cosas. Yo no tengo tanta resistencia mágica. No me gustaría ser él cuando la resistencia llegue al máximo. Juguetes peligrosos —rió y se dirigió al portador del anillo—. Yo que tú no llevaría eso demasiado tiempo puesto. No querrás llevarlo al límite y que empiece a liberar energía condensada, ¿no? Aún recuerdo aquella catástrofe con la amonita mágica del templo aquel de Varmania... Pobre tipo, nisiquiera sabía lo que era la magia, ja.
Como si hubiese hablado demasiado por el momento, volvió a sumirse en sus pensamientos. Parecía que se dirigía al mercado, como si no llevase ya uno propio encima, evitando el Torreón Letargo, pero en el último momento se desvió en dirección a la biblioteca. Tenía algo que recoger.
Sigue en la Biblioteca Mágica.
—Hurgar en los bolsillos ajenos está mal —le reprendió como haría con un niño pequeño—. Al menos habrás encontrado algo interesante, ¿no?
Aguardó unos segundos antes de soltar un bufido despectivo.
—Pues vaya cosa.
El muñeco corrió a esconderse en lo que parecía un bolsillo atestado de frasquitos diminutos y InCordia cogió algo parecido a un cristal de reloj opaco con unas runas complicadas grabadas en un círculo. En cuanto lo tocó, estas se desplegaron hacia fuera, quedando suspendidas en el aire, y el cristal se hizo transparente salvo en el borde. Lo utilizó como si fuera un monóculo para examinar al que caminaba tras ella.
—Espadas... Al final, las espadas no sirven para nada. Son grandes, pesadas y están muertas. ... Algún tipo de sustancia tóxica. Podría venirme bien algo de veneno, pero no parece muy peligroso. ... ¿Un anillo de carga? Qué repelús me dan esas cosas. Yo no tengo tanta resistencia mágica. No me gustaría ser él cuando la resistencia llegue al máximo. Juguetes peligrosos —rió y se dirigió al portador del anillo—. Yo que tú no llevaría eso demasiado tiempo puesto. No querrás llevarlo al límite y que empiece a liberar energía condensada, ¿no? Aún recuerdo aquella catástrofe con la amonita mágica del templo aquel de Varmania... Pobre tipo, nisiquiera sabía lo que era la magia, ja.
Como si hubiese hablado demasiado por el momento, volvió a sumirse en sus pensamientos. Parecía que se dirigía al mercado, como si no llevase ya uno propio encima, evitando el Torreón Letargo, pero en el último momento se desvió en dirección a la biblioteca. Tenía algo que recoger.
Sigue en la Biblioteca Mágica.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Barrio Derruido
22/11/11, 01:28 pm
La mujer parece reducir un poco la marcha, ya que da la impresión de estar hablando con alguien o con algo. Cuando la alcanza saca una extraña lente que por la que me mira, dándose la vuelta, susurra para si mientras observa...
Escucho atentamente lo que dice cuando me mira a través de ese cristal tan extraño, a pesar de que susurra la oigo bien gracias a mi buen oído, parece que analiza lo que llevo encima, y como suponía, nada le llama la atención. Atiendo a sus últimas palabras que parecen un consejo, así que cargar tanto un amuleto es peligroso... lo tendré en cuenta.
-Gracias por los consejos mi señora, pero creo que volveré a casa, necesito descansar, en otra ocasión la acompañaría hasta el mercado, queda cerca de mi casa, pero si se dirige a la biblioteca habrá de disculparme, en otra ocasión conversaremos -me despido-... si me necesita búsqueme en el antiguo Burdel de Dama Espasmo. Nos vemos... -digo alejándome de la mujer en otra dirección, no estoy seguro de que me halla atendido, parecía sumida en sus pensamientos, pero no puedo acompañarla, necesito descansar.
Mis pasos me sacan poco a poco de el laberíntico barrio, alejándome del lugar del hechizo. Me dirijo hacia el burdel con paso lento, pero constante. Tengo ganas de ver a Cain o a Elliot, y me pregunto si esta última habrá regresado ya. Ademas tengo que ver a Feliks, tal vez halla despertado y pueda jugar con el un rato, aunque lo primero que haré sera darme un baño...
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
Escucho atentamente lo que dice cuando me mira a través de ese cristal tan extraño, a pesar de que susurra la oigo bien gracias a mi buen oído, parece que analiza lo que llevo encima, y como suponía, nada le llama la atención. Atiendo a sus últimas palabras que parecen un consejo, así que cargar tanto un amuleto es peligroso... lo tendré en cuenta.
-Gracias por los consejos mi señora, pero creo que volveré a casa, necesito descansar, en otra ocasión la acompañaría hasta el mercado, queda cerca de mi casa, pero si se dirige a la biblioteca habrá de disculparme, en otra ocasión conversaremos -me despido-... si me necesita búsqueme en el antiguo Burdel de Dama Espasmo. Nos vemos... -digo alejándome de la mujer en otra dirección, no estoy seguro de que me halla atendido, parecía sumida en sus pensamientos, pero no puedo acompañarla, necesito descansar.
Mis pasos me sacan poco a poco de el laberíntico barrio, alejándome del lugar del hechizo. Me dirijo hacia el burdel con paso lento, pero constante. Tengo ganas de ver a Cain o a Elliot, y me pregunto si esta última habrá regresado ya. Ademas tengo que ver a Feliks, tal vez halla despertado y pueda jugar con el un rato, aunque lo primero que haré sera darme un baño...
Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Barrio Derruido
28/11/11, 07:06 pm
Kniveth Edgar paseaba algo nervioso por el Barrio Derruido. Su porte era el de un caballero, y su forma de moverse, junto con su vestimenta, le señalaban como tal. Llevaba unos pantalones oscuros, metidos en unas botas de montar hechas de suave cuero; su camisa era de un blanco impoluto, con volantes de encaje en la botonadura y un lazo de seda negra anudado al cuello. Gastaba un chaleco, de un color marrón oscuro a juego son su bombin, y completaba el traje con una chaqueta larga a cuadros de color beige. La punta de su bastón de cedro con empuñadura de oro, golpeaba el adoquinado agrietado, levantando pequeñas nubes de polvo, al igual que sus botas.
-Mira que dejarme plantado, ¡semejante ultraje a mi, todo un caballero!, ¡no tiene excusa! -iba diciendo, más para si que para nadie en particular.
Se le veía en su expresión que estaba muy enfadado, sus labios estaban fruncidos, y sus ojos castaños relampagueaban. Al parecer había concertado una cita con su sastre para renovar su vestuario, pero el hombre no se había presentado, y ni siquiera había dejado una nota para disculpar su ausencia.
-¡Debería retarle a duelo, pero seguro que esa rata cobarde tampoco se presentaba! ¡Mal rayo lo parta! -bramo, haciendo temblar las casas a su alrededor.
Al darse cuenta del alboroto que estaba montando trato de serenarse un poco, a fin de cuentas era un caballero, no podía comportarse así. Detuvo su caminar y sacando un pañuelo blanco del interior de su chaqueta, se limpio de la frente un sudor inexistente con leves toques, antes de guardar de nuevo la tela.
-¿Qué debería hacer ahora? -se pregunto, apoyando el pie izquierdo en el tejado de una casa en no muy mal estado, como el que se apoya en un banco, y limpiando el polvo de la punta de su bota- ... no creo que Sir Windstone tenga tiempo para mi, es un hombre muy ocupado por desgracia...
Kniveth era todo un caballero, que no habría desentonado en el Londres del s.XIX, de no ser por el pequeño detalle de sus veinte metros de estatura.
-Mira que dejarme plantado, ¡semejante ultraje a mi, todo un caballero!, ¡no tiene excusa! -iba diciendo, más para si que para nadie en particular.
Se le veía en su expresión que estaba muy enfadado, sus labios estaban fruncidos, y sus ojos castaños relampagueaban. Al parecer había concertado una cita con su sastre para renovar su vestuario, pero el hombre no se había presentado, y ni siquiera había dejado una nota para disculpar su ausencia.
-¡Debería retarle a duelo, pero seguro que esa rata cobarde tampoco se presentaba! ¡Mal rayo lo parta! -bramo, haciendo temblar las casas a su alrededor.
Al darse cuenta del alboroto que estaba montando trato de serenarse un poco, a fin de cuentas era un caballero, no podía comportarse así. Detuvo su caminar y sacando un pañuelo blanco del interior de su chaqueta, se limpio de la frente un sudor inexistente con leves toques, antes de guardar de nuevo la tela.
-¿Qué debería hacer ahora? -se pregunto, apoyando el pie izquierdo en el tejado de una casa en no muy mal estado, como el que se apoya en un banco, y limpiando el polvo de la punta de su bota- ... no creo que Sir Windstone tenga tiempo para mi, es un hombre muy ocupado por desgracia...
Kniveth era todo un caballero, que no habría desentonado en el Londres del s.XIX, de no ser por el pequeño detalle de sus veinte metros de estatura.
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