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Cicatriz de Arax

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Rocavarancolia Rol
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Cicatriz de Arax - Página 33 Empty Cicatriz de Arax

03/08/11, 11:05 am
Recuerdo del primer mensaje :

La cicatriz de Arax atraviesa la ciudad de este a oeste. Es una fosa común repleta huesos entre los que se mueven unos enormes gusanos ciegos con bocas repletas de afilados colmillos.
A su largo se han instalado recientemente varios puentes colgantes de unos dos metros de ancho. Aunque se tambalean considerablemente la madera es firme y está en buenas condiciones, así como las cuerdas.

Seth

Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental

Cicatriz de Arax - Página 33 Empty Re: Cicatriz de Arax

28/03/23, 02:45 pm
El grupo por fin inició la marcha, azuzados por el deseo de no perder de vista la bañera voladora. Aquella ciudad era una completa ruina y el largo paseo que dieron solo confirmó esas sospechas. El motero andaba al frente, acompañado de Ethan, con decisión y paso ligero. No sabía exactamente qué hora era en ese lugar, pero tenían que encontrar el refugio cuanto antes. Cuando había que girar en algunas calles Connor asomaba rápidamente la cabeza antes de continuar el camino. Les habían avisado de los peligros de Rocavarancolia, así que intentaría no ser sorprendido de ninguna de las maneras posibles. Su pulso era algo acelerado, fruto de la adrenalina, pero su expresión corporal no delataba aquello. Su mente había entrado en modo automático, completamente centrado en vigilar todas las esquinas y recovecos, el mismo modo automático en el que entraba cuando estaba haciendo algún trabajo de la banda. Sin pensamientos externos irrelevantes, solo la orden que Eva le había dado y el objetivo de cumplirla. En este caso la orden se la había puesto él mismo: "Sobrevive pedazo de gilipollas... Sobrevive y vuelve a casa".

Sin embargo no siempre podía mantenerse así de centrado, y había veces que algo ajeno a su propio control aparecía de repente y amenazaba con estropearlo todo. En este caso esa puta amenaza se llamaba Damian, y a pesar de que le había advertido el niño volvía a tocar los cojones de nuevo con aquellos berridos y gritos. El motero se giró hacia el mocoso, y le faltaron dos segundos más para que le diera una colleja o lo elevara en el aire por la camiseta para reprenderle. Pero Nohlem lo intentó calmar antes de que a Connor le diera tiempo a hacer nada, de forma más diplomática y pacífica. A lo que se le sumó también Ethan, al que le dedicó la misma mirada de exasperación aunque cargada de más ira, en referencia a lo mucho que le molestaba Damian. <<A este enano lo que le hacen falta son dos putas hostias, no mimitos de mierda o jueguecitos de los cojones.>> Pensó mientras volvía su vista al frente y seguía andando. Si Damian volvía a gritar Connor tenía lista la mano para descargarla contra la cabeza del niño, en aquel caso sí estaba más que de acuerdo en que una buena colleja era la solución. No pensaba morir por culpa de que sus gritos alertaran a lo que sea.

-Es un puto espantapájaros, joder.- Le contestó a Abel sobre si aquel ser les daría problemas a la hora de coger la comida, no creyendo semejante gilipollez. Aunque luego lo sopesó mejor y era cierto que aquella idea del chico no era tan descabellada, teniendo en cuenta donde se encontraban.-Pero si resulta ser un cabronazo... lo reventamos a hostias. Tenemos que comer, ¿no?- Le diría echándole un rápido vistazo hacia atrás. Connor creía fervientemente que algunos del grupo debían cambiar rápidamente el chip de sus cabezas, si querían sobrevivir a esa ciudad.

Finalmente llegaron a una amplia zona, libre de callejuelas. Y aunque ya había experimentado grandes sorpresas desde que llegó a la ciudad: alienígenas, una fuente que te cambiaba el idioma, barcos y bañeras voladoras.... Nada se comparaba con la enorme impresión e impacto visual que provocaba esa gran grieta, mayor aún por la cantidad de huesos y esqueletos que poblaban su interior. Era un enorme abismo que alcanzaba hasta donde llegaba la vista, y Connor anduvo más lento mientras observaba cómo la bañera cruzaba la grieta y se alejaba de ellos.

-Joder...puta mierda...- Dijo el motero sin dejar de buscar algún sitio por donde cruzar en vano. Aquel lugar era sobrecogedor y Connor se asomó un poco al borde para ver su interior, movido por la curiosidad. Muchos de aquellos huesos era incapaz de reconocerlos como humanos, y otros muchos dejaban que jugara con la imaginación y pensara en la clase de titánicas criaturas que tenían que haberlos llevado en vida. De repente el perro humanoide gritó, y Connor se giró hacia su dirección para mirarlo con alerta, para después volver su vista a la grieta al escuchar su alarma.<<Gusanos... jodidos gusanos gigantes>>. Tras un rápido vistazo buscando pudo ver algo blanquecino y móvil, que en nada tenía que ver con los esqueletos de allí. El motero dio dos pasos atrás para alejarse del borde, con el ceño fruncido y preguntándose por primera vez si sería capaz de...sobrevivir a todo aquello.- Como se te ocurra hacer el gilipollas en el borde te juro que te vas a llevar tantas collejas como putos huesos hay abajo, Damian.- Le diría al niño italiano, con expresión autoritaria. Aniol era mucho menos alocado y sabía que no hacía falta que le dijera nada.

Connor se cruzó de brazos, con aire pensativo mientras escuchaba los comentarios e ideas del resto. En algún lugar tenía que haber algún puente o forma de cruzar, como sugirió Räg. Pero no le gustaba la idea de dejar a Aniol y Damian a solas con Serena, teniendo en cuenta el comentario que había dicho antes sobre dejarlos atrás a él mismo y a Ethan. Además acababa de darse cuenta de que se había atado varias telas para hacer de zapatos por haberse hecho un corte y no sería capaz de defender a los críos de nada.<<Ten cuidado Serena, lo mismo hay que dejarte atrás... subnormal de los cojones.>>.

-Separarnos sería una puñetera cagada.- Le dijo tanto al lagarto como al británico, negando con la cabeza sin estar de acuerdo.- Hagamos lo que hagamos deberíamos hacerlo todos juntos.- No le gustaba la idea de alejarse del resto, al menos en grupo podían defenderse mejor o salir corriendo mientras otro moría en su lugar. Por otro lado no parecía haber ningún puente a la vista, y eso significaba que si iban a buscarlo podrían tardar bastante en encontrarlo. Aquella grieta parecía cortar la ciudad entera en dos, a juzgar por su longitud.-Creo que tenemos que mandar la comida a tomar por culo, y buscar el jodido refugio.- Sugirió el motero observando la bañera, cada segundo mucho más lejos de ellos. Sus gritos hablando de la comida que llevaba se escuchaban cada vez menos claros y fuertes.

Connor creía que para cuando encontraran el puente ya habrían perdido de vista la bañera.
Trish

Ficha de cosechado
Nombre: Serena
Especie: Humana
Habilidades: Astucia, agilidad y habilidad manual

Cicatriz de Arax - Página 33 Empty Re: Cicatriz de Arax

28/03/23, 06:47 pm
Si era cierto que en aquel mundo se podía conjurar cualquier tipo de magia, lo único que quería Serena era encontrar el modo de hacerse invisible.

El arreglo que había conseguido con la chaqueta no sirvió de mucho tras unos minutos y, aunque intentaba no apoyar la planta del pie, cada vez que lo hacía sentía que el corte volvía a abrirse de nuevo. Tampoco mejoraba la situación el hecho de que nadie tratara de ofrecerle ayuda. Era cierto que no quería sentir ningún tipo de compasión hacia ella y que, además, había hablado de manera bastante cortante, pero ¿de verdad nadie iba a proponer que pararan un rato? Se le estaban ocurriendo varios adjetivos -propios del vocabulario de Connor- cuando se tranquilizó al escuchar que Airi y Abel hablaban preocupados sobre ella. Es más, cuando al final alguien se dignó a prestarle ayuda, en lo que a Rick le pareció una propuesta disimulada, incluso se sintió agradecida. Sabía que estaba siendo totalmente incoherente con sus propios pensamientos, pero de poco serviría su orgullo si acababa sola en medio de aquella ciudad por no haber podido seguir el ritmo de los demás. Además, no pudo pasar por alto el hecho de que la actitud arrogante del chico había desaparecido, dirigiéndose a ella con cierto respeto y precaución en el tono de su voz.

Serena ya había decidido que estaba dispuesta a aceptar la ayuda de Rick, pero algo hizo que dejara de andar antes de que pudiera dirigirse a él. Tuvo que alzar la cabeza hasta encontrar la mirada de Kalna; había podido apreciar la altura de la chica desde que la había visto en las mazmorras pero ahora, tan cerca de ella, hacía que se sintiera más pequeña que nunca. Estaba preparada para recibir cualquier tipo de reproche por el espectáculo que estaba montando, pero su cuerpo entero se tensó en cuanto notó una de sus manos sujetándole la barbilla. Podía notar que sus mejillas habían comenzado a arder de manera inconsciente, ¿se habría dado cuenta Kalna? Una vez más, Serena tan solo quiso desaparecer. Además, el agarre de la chica ejercía la suficiente fuerza como para no permitirle apartar la cabeza, por lo que su única opción era tratar de mostrar el enfado que sentía a través de la mirada. Se dio cuenta de que estaba intentando transmitirle un mensaje de ánimo pero, ¿quién se creía que era para acercarse así?

¿¡Qué!? —Serena la miró boquiabierta y negó con firmeza cuando le propuso llevarla subida a la espalda. ¡Como si ella fuera un saco!—. Esto… Gracias, pero aún puedo andar yo sola.  

Lógicamente no podía o, al menos, no durante mucho más tiempo si no quería que aquel corte empeorara considerablemente. A una parte de ella le parecía demasiado tentadora la oferta; humillante, sí, pero también sensata teniendo en cuenta el estado de su pie. Sus dudas se disiparon cuando irremediablemente volvió a quedarse atrás y Kalna se acercó de nuevo a ella, esta vez de forma mucho más contundente.

Está bien… Pero solo un rato, hasta que descanse un poco el pie  —aclaró Serena, mientras Kalna se limitaba a sujetarla entre sus brazos y acomodarla sobre la espalda.

Se sentía ridícula, pero al menos Kalna no tenía palabras de consuelo para ella; estaba segura que, de haberlas recibido, habría vuelto a romper a llorar, y las pocas fuerzas que le quedaban habrían desaparecido. Sin embargo, la vergüenza que sentía fue disminuyendo poco a poco. La espalda de la chica era tan fuerte que Serena tuvo que acomodarse hasta encontrar una posición cómoda entre sus músculos. Mientras lo hacía, se aseguró de apretar con sus manos más de lo necesario, sabía que no le podría hacer daño a Kalna, pero quería vengarse del ridículo que le había hecho pasar. Apartó la vista del entramado de trenzas de la chica y distinguió un torreón que se erguía entre los edificios destruidos. No debía encontrarse a demasiados minutos andando, por lo que le pareció una buena opción como posible refugio. Más que comer, lo que necesitaba Serena era poder limpiarse la herida y reposar el pie.

El grupo dejó de andar al llegar a una gran grieta que parecía dividir el terreno en dos, y Kalna la dejó en el suelo de nuevo. No tardó en escuchar los gritos del perro y los comentarios de Ethan. ¿De verdad había gusanos gigantes? Estaba deseando acercarse para comprobarlo, pero decidió no arriesgarse al recordar que no podría salir corriendo en caso de peligro.

El lagarto se acercó a ella y le preguntó si quería quedarse con los niños. Decidió que lo incluiría en el grupo de las pocas personas que toleraba desde que había despertado en esa ciudad, al menos se dirigía a ella con respeto.

No me importa quedarme con ellos. —Serena agradecía la confianza depositada en ella, aunque no le convencía tener que quedarse con el niño gritón maleducado—. Pero quizá es mejor idea acercarnos a aquel torreón y asegurarnos de encontrar refugio antes de que anochezca —señaló, ignorando a Connor y negándose a darle la razón.
Isma

Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad

Cicatriz de Arax - Página 33 Empty Re: Cicatriz de Arax

28/03/23, 08:15 pm
Con las tripas que le daban media vuelta con la de hambre que arrastraba, Damian no paraba quieto ni tenía intenciones de callarse. Daba botecitos y pequeños saltos, haciendo sonidos con la garganta que iban y venían con cada bote de su cuerpo. Como era un sitio nuevo para él, tambien le emocionaba como sería la comida que no eran cacahuetes. Lo que no reconocía lo imaginaba como verdaderos manjares deliciosos y gigantescos. Tal era su euforia que no le dedicaría ni un momento a la que estuvo herida del pie por el camino.

Nohlem se le acercó, era la primera vez que hablaba directamente a Damian quien lejos de ser discreto lo miro extrañado, sus ojos gritaban “que raro eres”. Verlo de cerca, sin embargo, hizo que el chico se centrase en sus rasgos no humanos. El hocico, las orejas, todo era gatuno pero muy sutil comparándolo con colmillo. En su tono hubo suavidad asi que Damian se paró por un momento a escucharlo.

Lo primero como que no lo entendió, tampoco veía peligro alguno por la zona, pero cuando mencionó que sus gritos espantarían al de la bañera. Ethan también se unió a la conversación y ellos dos pudieron ver que calaron sus palabras en el niño.

Dejó ir un pequeño grito ahogado, mortificado—. ¡Ah! ¿En serio? Mierda... —susurró asustado por quedarse sin comer, hablando muy bajito—. Vale, me callo. Lo juro. Lo prometo —selló una promesa colocando un dedo sonre sus labios. Tardaría bien poco en romperse pero, por lo pronto, consiguieron sellar temporalmente la bocaza del circense.

Habían llegado a lo que parecía ser una raja en el suelo, una enorme que se extendía bastante lejos. No pudo contener su curiosidad y, cercano a Connor, se asomó con él al abismo lleno de…

Ostias… Eh, ¡¿Qué?! ¡Ayayay que cojones! ¿Qué son esas cosas, joder? Coño, qué es este sitio... —expresó con un repelús por todo su cuerpo. Eran huesos, huesos, muchísimos, acompañados de gusanos gigantescos que hicieron retroceder a Damian, algo perturbado por la visión. No era el único, los que miraban tambien eran invadidos por el mismo sentimiento. ¿Dónde lo habían mandado? Connor lo amenazó con no liarla como era costumbre pero Damian ya tuvo más respeto por la situación en la que estaban, se le notaba en la mirada más seria que antes. Conque esos eran los peligros a los que Nohlem y Ethan se referían, ¿habrían más cosas así, fuera de esa grieta?

¡Yo quiero que vayamos juntos, eso es mejor! —revaloró la situación, entendiendo el peligro y acobardándose un poco. Él en su cabeza se veía capaz pero… no, no quería perder a gente con la que poder contar. También era la primera vez que empatizaba con el chucho, mirándolo algo asustado. Esos bichos han comido cosas de las que solo han dejado huesos. Abel, aquel chico que en un principio no lo asustó con el pelo por delante, también se retorció de asco. Era el perfecto ejemplo de que ya no era un juego. No eran huesos de mentira como alguno que tenían en el circo ni tampoco eran cosas que solo aparentaban ser perturbadoras, también hacían daño. Comen. Matan. Tragó esos sentimientos, podía hacerlo. Solo tenían que estar a salvo.

Por ello asintió a la sugerencia de Connor con rapidez. Le dolía estar sin comer pero que un bicho igual de peligroso lo atacase, esa idea le quitaba el hambre. No podían cruzar, asi que debían hacer algo. Solo quedaban dos opciones, derecha o izquierda. Suspiró un poco ante la idea de estar con la pelirroja y si no lo mandaban directamente haría oidos sordos y se pegaría a Ethan y al pelogallo.

¡Si nos movemos rápido lo encontraremos, vamos de una puta vez venga! —el chico se impacientó, respondiendo a lo de buscar el refugio. Lo mismo dentro habría comida, camas como las de la prisión o quizás se encontrarían a Akeyo y por fin le daría sus poderes sin esperar tanto y volvería al circo en brazos de su mamá.
Jack

Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia

Cicatriz de Arax - Página 33 Empty Re: Cicatriz de Arax

29/03/23, 10:11 pm
Después de que Nohlem hablara con el pequeño gigante para que hablara más bajo (y conseguirlo), Tawar se aferró a su cabeza peluda para no caerse durante el camino. No se agarró a nada sino que repartió sus extremidades como pudo para mantener el equilibrio pero le costaba mirar a todo lo que había alrededor del grupo mientras seguían a la bañera con promesas de extrañas viandas. No entendía cómo podían salir semejantes estructuras de piedra del suelo ni por qué los demás las llamaban ruinas. ¿Acaso antaño habían lucido otro aspecto? ¿Cómo habrían sido? Entendía que los gigantes debían vivir dentro, pues tenían unos tamaños proporcionales a esas cuevas. Pero también... ¿brotaban del suelo? Tenían formas muy similares, quizás eran un mismo tipo de montaña... o quizás las podían horadar y trabajar con herramientas de gigantes. Y a todo esto, ¿dónde estaban los demás gigantes?

Tenía numerosas preguntas, pero se agolpaban una detrás de otra de tal manera que no fue capaz de enunciar ninguna. No hasta que el grupo se detuvo y empezaron de nuevo los improperios y los comentarios de frustración. Le repobladore se irguió entonces sobre las dos piernas para ver qué lechugas podridas estaba pasando...
¿¡Pero qué es eso!?

Se acercó al borde con la frente de Nohlem y se puso de puntillas para poder mirar mejor adelante y a continuación a ambos lados. Un tremendo corte atravesaba la tierra de lado a lado hasta donde sus ojillos podían alcanzar. Para colmo, la bañera voladora se había marchado a la otra orilla.
Quizás yo pueda saltar y trepar, se nos da bien... —aventuró, pero entonces escuchó que hablaban de "gusanos gigantes". Sabía lo que significaban ambas palabras, pero no quería asumir lo que entrañaba la suma de ambas. Qué rayos, Nohlem incluso se estaba acercando y le bastó un vistazo rápido para echarse hacia atrás y tirar de sus pelos—. ¡No he dicho nada, yo por ahí no paso! ¡No te acerques tanto! ¡Quietes todes, atrás! —gritaba y gritaba, aterrade.

No había llegado a ver los gusanos. Tampoco le temía al salto o a las alturas ni a lo escarpado de la pared opuesta. No. Lo que le había hecho tragar más saliva que nunca era la inmensa cantidad de esqueletos que había visto y el olor a muerte que despedía la grieta. No quería estar allí cerca ni un segundo más ni entendía cómo podían acercarse y asomarse tanto los demás. Si por Tawar fuera, la bañera se podía quemar.
Kanyum

Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma

Cicatriz de Arax - Página 33 Empty Re: Cicatriz de Arax

30/03/23, 01:02 am
Oh, no me lo digas dos veces…” pensó ante la provocación del otro, y en seguida posó la vista en sus piernas creyendo que el juego de palabras vendría por algo.
El truco con el pequeño inquieto funcionó de maravilla, más de lo que hubiera esperado considerando lo caótico que era. Le guiñó un ojo a Damian para sellar el trato, y en cuanto este ya no miraba le dio las gracias en silencio al de la “mala pata” con una sonrisa, a tiempo de ver el intercambio de miradas entre él y Connor con una exhalación a modo de risa.

Incluso sin la alarma andante el camino fue horrible, y a más veía más se le caía el alma a los pies. Lo primero y más chocante era el estado de las “calles” y edificios, que exceptuando algún que otro en la distancia estaban todos hechos pedazos. Lo segundo e incluso peor era la ausencia de árboles. El terreno estaba yermo, con poco o nada de verde ahí por donde posaba la vista, y más que nunca hasta entonces se le apretó el corazón por volver a Varmania cuanto antes. Era lo más antinatural de todo, más incluso que estar andando al lado de un lobo bípedo, tener un duende en la cabeza o que el más alto se preocupase por un espantapájaros en una bañera. No quería que el paisaje le mermara de nuevo el ánimo, ni pensar en la locura que era el tema de su hermana, así que hizo lo propio y le tomó la palabra al chico de la coleta: era bastante más mono que las ruinas. Incluso Connor lo era… a su manera y si no le diera miedo posar la mirada en él más de 10 segundos. En general y para todos los varmanoides, si ignoraba las particulares narices no estaban tan mal. También se aseguró varias veces de que el resto les seguían, viendo como la pelirroja herida era cargada por la hija de Mónika con cierto alivio.

Aunque si creía que el camino era horrible no había adjetivo para el cañón que partía la tierra. Nohlem creyó de primeras que se trataba de un río, mas la idea cayó en descarte pronto al no escuchar agua y…
Por todos los Santos y la madera de sus tumbas…
Con los ojos abiertos como platos se asomó detras de la primera avanzadilla con cuidado, quedando boquiabierto por la cantidad de huesos y el tamaño antinatural de algunos de ellos. Se quedó hipnotizado con el espectáculo e hizo gala de un mínimo de reflejos colocando una mano por encima de su frente para hacer de valla entre el vacío y Tawar, aunque hubiera distancia de sobra.

No sé si… ¿Estás seguro…? ¿Segure? —se corrigió, algo confuso. Su pregunta murió con el grito del lobo y el respingo que le provocó, viendo efectivamente el asqueroso movimiento de los gusanos de los que les advertía. La imagen le heló la sangre, pero por alguna razón también hizo que no pudiese despegar los ojos de ellos. Quería saciar el morbo acercándose más para tener mejor detalle, pero Tawar se aseguró de que no lo hiciera tirándole del pelo—. ¡Ey ey, vale vale! ¡Que no me iba a tirar! ¡Tranquilidad!

En Varmania había insectos gigantes, así que aquellos no eran TAN horripilantes y extraños para él. En su mundo los ciempiés eran más grandes que él y para más inri, volaban. Desde su ignorancia los encontraba bastante peor que los que estaba viendo, claro que… no podía decir que hubiera estado tan cerca de ninguno vivo antes, y tampoco es que un “podría ser peor” lo hiciera menos espeluznante.

Secundo eso de no separarnos… —añadió, volviendo allí donde Tawar no le dejase calvo, aún con los ojos en la grieta. No le hacía gracia dejar ir la comida, pero menos se la hacía acabar como en las novelas de terror que tanto le gustaban a su padre. No había otra. Su vista fue guiada por la pelirroja hasta una gran construcción aparentemente entera -necesitó las gafas para comprobarlo-, y aunque no quería cantar victoria era el mejor objetivo que podían ponerse ahora mismo. A menos que ya estuviera ocupada. O que el dueño no quisiera ayudar a un grupo de raritos. O peor, que tuviera hambre. Al sentir que estaba apretando los dientes de más hizo los pensamientos a un lado—. Como sea, vamos a acercarnos. Ya intentaremos dar con la bañera más tarde.

>>Oye, eh… No conozco tu nombre, lo siento —comentó por lo bajo a la pelirroja antes de seguir andando. Hablaba con delicadez y las orejas algo caídas; seguramente no fuera el momento, pero no podía dejarlo más tiempo—. ¿Vas bien? ¿Te has hecho mucho daño?
Harek
Harek

Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma

Personajes :

Status : The journey never ends

Humor : Cualquier cosa me vale.

Cicatriz de Arax - Página 33 Empty Re: Cicatriz de Arax

30/03/23, 05:11 pm
Kalna contestó con lo que, de primeras, parecía algo normal para estándares terrestres. -Sí, se lo que son. Otra cosa es que difieran de aspecto en tu mundo, pero al menos en La Tierra existen.- dijo. Se entendía que también era un ave, así que dentro de todo lo más probable es que se parecieran, pero con todo lo que estaba viendo allí empezaba a cuestionarse lo que era "normal" en su mundo.

El comentario de Rick llamó la atención de varios en el grupo, que buscaron también alguna forma de ayudar a Serena. No había hablado demasiado con ellos, pero tanto Rägjynn como Airi parecían gente de fiar y con buenas intenciones, aunque al humano se le hacía raro todavía el aspecto del lagarto sobre todo. Parecía que la chica iba a aceptar la propuesta, aunque Kalna ofreció una alternativa. No estaba muy a favor de la falta de tacto que estaba mostrando, pero era innegable que había funcionado. Cuando la escocesa ya estaba subida, el chico se cruzó de brazos y esbozó una pequeña sonrisa antes de continuar la marcha. -Perfecto. Esperemos que en los refugios haya algo para curar la herida dentro de lo posible.- mencionó.  Les habían prometido que existían, pero no había mencionado en absoluto ni cómo eran ni que habría dentro. Viendo los alrededores, bien podría ser una de aquellas ruinas.

Rick se quedó al final del grupo, estando más atento de los alrededores ahora que Kalna cargaba con la chica. Para suerte de todos, no apareció ningún peligro y luego de un rato llegaron a un lugar sobrecogedor. Una enorme fosa se extendía frente a ellos, demasiado profunda como para intentar bajar y cruzarla. No parecía haber puentes en ninguna parte y, por desgracia, la bañera seguía su camino en el otro lado. El neoyorquino chasqueó la lengua en resignación mientras se acercaba al precipicio para verlo mejor. Un mar de huesos que no parecía fácil de atravesar. Si todavía guardaba alguna posibilidad, el perro hizo ver algo aún peor. -(¡Vale, ni de coña pasamos por aquí!)- pensó impresionado al ver la marabunta de gusanos gigantes moviéndose entre los restos.

Dada la situación, empezaron a decidir qué hacer ahora. Él se unió al que parecía el grupo mayoritario: -Sí, no nos conviene separarnos. De momento no nos ha pasado nada en el camino, intentemos que siga así.- Habría empezado a mirar desde el borde si se divisaba algún puente aunque fuera en la lejanía, pero Serena señaló algo. El chico posó la mirada en un torreón a en el lado del abismo en el que estaban, algo lejos pero que parecía bastante más estable que las construcciones vistas hasta el momento. -¿Podría ser eso el refugio?- preguntó. Sí de verdad lo era, al menos tendrían un objetivo más fácil de cumplir. -Veo bien lo de ir allí. Cuanto antes tengamos un lugar seguro antes podremos planear el resto como conseguir la comida.-
Tak
Tak
GM

Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
Kin: demonio raigaurum irrense.
Ayne: anima sinhadre.
Eara: sinhadre sin esencia.
Nime: demonio mineral libense.
Iemai: cercana, fallecida.
Airi: sanaí.


Armas :
Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
Kin: alfanje y guan dao.
Ayne: sable.
Eara: ballesta de repetición.
Nime: dagas.
Airi: diálogo y esconderse.


Status : ✧ ─=≡Σ((( つ•̀ω•́)つ

Cicatriz de Arax - Página 33 Empty Re: Cicatriz de Arax

31/03/23, 11:23 am
Airi descubrió que los zapatos no eran necesarios tampoco para las especies de Rägjynn y el aarko, aunque hasta el momento no se había planteado si los necesitaban porque nunca había visto a ningún otro caminante de Sanai que necesitase zapatos, y ellos se parecían a los lagartos y los cánidos. Tras clarificar a qué se refería, Abel también ofreció su ropa, gesto que Airi apreció, pero que no llegó a ser necesario. La mujer del maquillaje excesivo le ofreció ayuda a la que estaba herida y, aunque inicialmente volvió a negarse a recibirla, tras caminar un poco más no le quedó otra que aceptarla. Airi admiraba la fortaleza de la mujer cubierta de oro y, gracias a aquel gesto, cambió un poco la opinión que se había formado previamente de ella.

La caminata por la ciudad fue tensa. Había cierta incertidumbre en el aire, miedo incluso, en el que Airi no quería caer. La primera impresión que se había formado de la ciudad seguía siendo cierta aun mientras caminaban hacia el Este. No todos los barrios por los que pasaban estaban igual de destruidos, pero la sensación de abandono era terrible. Aquella ciudad había estado llena de vida en algún momento, pero ya no era así. Tal vez solo era un escenario conveniente para hacerlos pasar aquellas pruebas, aprovechando que había sido abandonada, pero… ¿quiénes habían vivido allí? ¿Y por qué ya no lo hacían? ¿Acaso era peligrosa en algún sentido?

Pasó un buen tiempo en el que no encontraron nada de interés ni lugares en los que refugiarse. La bañera seguía sin detenerse y, por suerte, aún no la habían perdido de vista. No hasta que su marcha se vio interrumpida por lo que parecía una grieta que dividía el suelo en dos. De lejos parecía una formación natural, lo raro era que si se fijaba en las estructuras de las casas derruidas a su alrededor se notaba que se había abierto después de que estas fueran construidas. Algunas habían quedado partidas por la mitad.
Supongo que la primera prueba es descubrir cómo cruzar este barranco —aventuró mientras se acercaban al borde. Cuando pudo ver por primera vez lo que reposaba al fondo de la grieta se calló por completo.

Un mar de esqueletos, grandes, pequeños y deformes, descansaba al fondo de la grieta. Aquello le horrorizó lo suficiente como para detenerse aún lejos del borde y taparse la boca con la mano. Era totalmente antinatural, pero aparte de eso, muchos esqueletos aún tenían acopladas lo que parecían piezas de armadura. Sus oídos captaron los gritos de Tawar y los de Szczenyak, que anunciaban que en la grieta había vida. Con cautela y el corazón en un puño, Airi se acercó al borde para observar. Aquellas criaturas eran escurridizas, pero pudo ver el lomo de uno antes de que se volviera a hundir entre los esqueletos. Su piel blancuzca le dio muchísimo asco. Aquellas criaturas podrían ser un problema, y desde luego no se atrevería a sugerir cruzar el foso descendiendo al mar de huesos tras verlos.

Se empezaba a hablar de qué hacer, si dividirse o no, buscar puentes o refugios, pero Airi seguía con la mirada clavada en los huesos. Ya no se veía a ningún gusano, pero quería saber mejor qué clase de criaturas eran. Se acercó al borde hincando las rodillas firmemente en el suelo y lanzó una piedra, pidiéndole perdón mentalmente a los fallecidos del fondo por la falta de respeto. Tras apenas un segundo, una cabeza de gusano emergió de entre los huesos allí donde la piedra había caído. A Airi se le heló la sangre al ver la fuerza con la que aquella cosa removía todo a su alrededor, y reculó sin pensarlo hacia el grupo.
No, no, nada de dividirse —dijo aún con el miedo en el cuerpo, uniéndose a los que apoyaban esa idea. La grieta era un buen punto de referencia para volver a reunirse, ¿pero y si la perdían de vista? ¿Y si tardaban demasiado en volver? Al final, seguía siendo prioritario encontrar refugio antes de que llegase la noche.
Precisamente, la torre que había señalado la chica del pie herido prometía. Para ser un edificio tan alto estaba intacto, y además tenía una muralla. No perdían nada por acercarse a mirar, era menos tétrico que las casas a medio derruir que habían visto por el camino.
»Si pudiésemos entrar en esa torre podríamos tener mejores vistas de la ciudad para orientarnos, y ver desde arriba cómo de grande es esta grieta —sugirió. Si era necesario podrían intentar forzar la puerta. A lo mejor no era un buen refugio, pero sí servía de marcador que ver en la distancia para reencontrarse y como atalaya. No tenían muchas otras opciones, así que se pusieron en marcha hacia allí.

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