Ofiuco Aquae

—Exacto: sería un desperdicio tener a nuestra disposición todos estos planetas y no visitarlos todos —se mostró de acuerdo con el comentario de Gael.

A continuación asintió a la propuesta de Adara.
—Me siento más torpe que un elefante en una cacharrería ahora mismo, así que no rechazaré el ofrecimiento. No creo que importe mucho el tipo de alas… ¿no? Bueno, o eso espero.

Se rio con los comentarios de Wen.
—Lo sentimos, tú no puedes participar. Estás descalificada automáticamente por profesional; esta es una competición para noobs—. La chica pidió entonces si podían planear la visita a la playa para dentro de un tiempo y el draco asintió—. Yo no tengo prisa ninguna. Además, tendré que aprender a nadar primero o quedaré en ridículo.

Las pullas y los piques continuaron un rato más, pero pronto se moverían tanto figurada como literalmente, porque la vouivre iba a hacerles un tour por las instalaciones.

Gael le sonrió a Erika quitándole importancia a lo que le había explicado momentos antes. Gracias a eso, Giz le propuso ser los jueces, y al fuego fatuo se le iluminó la mirada.
—¡Pues claro! Seremos como esos jueces quisquillosos de los programas de talentos —le dijo al goliat, encantado de poder participar de alguna manera en el concurso a pesar de sus taras.

Cuando escuchó las palabras de Jack no pudo evitar menear la cabeza con efusividad.
—Ah, no, no. Eres el único vampiro del grupo, si aquí haces vida diurna también la puedes hacer en la playa —bromeó, junto con varios de los demás que también le respondieron—. Aunque tampoco me opongo a quedarnos por allí hasta que se haga de noche. Así llueve un poco a gusto de todos.

Las pullas sobre quién ganaría o perdería no le afectaban a él, pero cuando Noel dijo que tenía que practicar primero, protestó.
—Sería mejor si os lanzaseis de cabezas al concurso sin preparación. Por lo menos los jueces nos íbamos a reír más.
No quería un concurso serio, ni siquiera uno justo. Al menos estaba seguro de que, fuese como fuese, lo iban a pasar en grande.

El plan de la playa iba tomando forma entre bromas e ideas, y la pareja estaba en su salsa. Los piques iban y venían y se reían como siempre.

Al vampiro le hizo especial gracia el giro de la británica, y chasqueó los dedos antes de responderle.
—Que conste que nuestra serpiente favorita ha cambiado de idea gracias a mí —y entonces le sacó la lengua y se rió.

Erika se sumó a las bromas.
—No le hagáis caso, es perfectamente capaz de no derretirse al sol... Pero mientras os picáis entre ustedes dos, la carrera la ganaré yo —dijo con aires de suficiencia—. O puedo sobornar a los jueces si hace falta, solo tengo que hacerles reír —bromeó.
—¿Podemos decir que es trampa aprovecharse de los piques, de las condiciones climáticas y demás? —y remató la pregunta salpicándole agua a la bruja—. Yo lo que propongo es una hoguera en la orilla de noche, y también podemos hacer una barbacoa para comer de día también, y bailar y beber... Echo de menos las fogatas de campamento.

Asiento con un “¡aaajá!” a lo que dice Noel. La verdad es que te vendría bien aprender tío, nunca sabes cuándo puedes necesitarlo… Vale que es cierto que podemos usar magia, pero eh. Cuantos más recursos tiene uno, mejor.

—La verdad es que tiene pinta de habrá bicharracos muy guapos por ahí —respondo a Giz—Buah, quiero irme de caza para allá.

Desde que volví de mi… Viaje retiro espiritual crisis treintañera o lo que fuera que hice, le he pillado aún más el gusto a cazar y recoger comida en los distintos mundos. Es, no sé, como un reto para mí. Algo que me mantiene activa, concentrada y a la vez me relaja. Me mola.

Los comentarios de Wen hace que me ponga a reír a carcajadas, en especial el que le ha soltado a Jack.

—¡Eh! ¿A quién llamas noob tú? —respondo a Noel. A continuación me dirijo a Wen—. ¡No nos quites la ilusión! Es cierto que tienes una ventaja injusta, pero nunca se sabe lo que puede pasar en la pista…

Sonrío y aparto la mirada haciendo como que finjo inocencia. La verdad es que me gustaría un concurso que fuera un pelín justo, así que tampoco puedo aceptar lo que dice Gael. Pero… dejemos que lo pase bien con sus planes de disfrutar a costa de Noel. Qué malo.

—¡Eso suena maravilloso Jack! —Exclamo en respuesta a su idea. Tuve un buen puñado de fiestas así cuando estaba en la Tierra… ¡Y aquí, con esta gente, va a ser aún mejor!

La verdad es que se está tan genial aquí en el agua, que me da a hasta pena cuando Wen nos dice si queremos ir a hacer una visita por el resto de las termas. Pero bueno, oye… después de todo lo que ha pasado para construirlo, es lo normal que quiera fardar de lo que ha logrado. Y con razón.

Mjorne era un mundo del que todavía no sabía mucho y eso quedaba como tarea pendiente, pero no descartaba apuntarse a la excursión. Echaba de menos el mar, un mar que no diese absoluto asco, claro está.

-Apuntadme a mi también como juez. Se me da bien eso de criticar a la gente -dijo. No era especialmente competitivo, y desde luego no iba a apuntarse a una competición que no supiese que iba a ganar al cien por cien.

Se terminó la copa, se tomó otra más. Los piques continuaron y Cain se abstuvo de participar salvo con pequeñas aportaciones para meter cizaña. Wen les propuso enseñarle las instalaciones y el invocador se apresuró a salir de la piscina. Había sido espectador de casi todo el proceso, pero el producto final era un misterio y tenía muchas ganas de verlo. Se secó con un hechizo y se puso la bata. Entre amigos no tenía por qué vestirse. El ojo insectoide correteó hacia él y le trepó al hombro dispuesto a estudiarlo todo con detalle.

Wen rió encantada con los piques que volaron sobre la competición de nado y al final parecía que iba a haber más jueces que participantes.

La vouivre aprovechando el final de la conversación, decidió darles un tour por el edificio, comenzando con las habitaciones de las termas que les rodeaban y enseñando parte del catálogo de entornos en algunas de ellas. La mayoría de los ambientes eran paisajes de distintos mundos vinculados, pero también había algunos lugares de la propia Rocavarancolia, como el desierto, y otros que eran ficticios.

Luego les llevó a la barra, la sala de personal y el almacén, tras lo cual salieron a la entrada, explicando un poco cómo funcionaba la zona de reuniones.

-Luego por ese pasillo se va a mi despacho, pero todavía está sin terminar porque quería centrarme más en el resto de cosas y hacer esa zona con más tranquilidad -explicó señalando el susodicho pasillo. Luego giró y señaló el otro-. Y por ahí se va a los vestidores y los baños, donde ya habéis estado. Os enseñaría las habitaciones de arriba, pero por el momento son habitaciones privadas y no creo que mis empleados apreciaran la intromisión -bromeó.

Siguió a Wen junto a los demás y atendió a sus explicaciones acerca de las diferentes salas que les iba enseñando. Sintió curiosidad por el selector de entornos que había instalado en cada una de las termas y lo utilizó varias veces para ver las distintas escenas de su catálogo.
—Joder, me da la impresión de estar en un sitio demasiado lujoso para alguien de mi calaña —comentó bromeando solo a medias—. Has pensado en todo. ¿Qué más tipos de termas raras tienes aparte de la de fuego? Sé que querías poner varias de ese palo…

El sueco nunca había sentido la necesidad de lujos, pero debía reconocer que pasar tiempo relajándose en las aguas termales empezaba a resultarle una idea cada vez más atractiva. Claro que, por otra parte, sabía que aquel interés nacía del hecho de que se tratase del negocio de la vouivre y probablemente no se sentiría la mitad de cómodo en unas instalaciones similares que perteneciesen a cualquier otro.

La pequeña excursión playera había quedado organizada en un periquete tras ocurrírseles por sorpresa. Gael todavía pensaba en ella mientras Wen les terminaba de enseñar las instalaciones, aunque poco a poco el tema fue olvidándosele. Las termas habían quedado impresionantes.
—Sería un poco violento que entrase un nutrido grupo en bañador a ver tu habitación —confirmó, tras el comentario de la vouivre. La imagen mental, sin embargo, le estaba haciendo demasiada gracia.

El comentario de Noel fue lo que hizo que finalmente se echase a reír, completamente de acuerdo con su amigo.
—Si algún día nos acostumbramos es porque nos hacemos viejos —agregó. También le interesaba la respuesta a la pregunta del draco, así que esperó a que Wen continuase hablando.

Las propuestas dieron forma a un plan bastante guay, y entre bromas, piques y comentarios avanzó el tiempo. Después Wen propuso enseñarles el lugar y tanto la bruja como el vampiro se unieron a la comitiva. Erika se rió cuando hablaron de omitir las visitas a las habitaciones de los empleados porque a Elunin le habían tenido que aislar y trasladar al sótano su habitación por sus experimentos con armas y explosivos caseros, y el rubio se rió con las menciones al lujo por los dilemas que arrastraba desde hacía tiempo.
—Yo no he podido acostumbrarme y estamos pensando en hacer cambios en...

Se interrumpió por un codazo y una mirada reprobatoria por parte de su pareja. No habían decidido nada aún y definitivamente esa no era la forma de dar ninguna noticia al respecto. Carraspeó y terminó de hablar.
—Lujos o no, estará genial tener unas termas como estas para venir a relajarnos de vez en cuando. ¿Las de sangre son potables o me cobrarás extra si me la bebo? —bromeó también.
—Yo tengo un laboratorio espléndido tanto aquí como en el Macetero, que es un todo lujo pero sirve para algo, que también hay que distinguir eso. Y hablando de los tipos de termas, si alguna vez te puedo ayudar con algo solo dilo —y sonrió a la británica.

Wen guió de nuevo al grupo hacia el interior para que pudieran seguir disfrutando de la terma grande y los aperitivos.

-Pues tengo pensado varias, pero por ahora fuera del agua a todas las temperaturas posibles, salada o no, y el fuego que ya habéis visto, tengo niebla y arena -contestó a la pregunta de Noel, quedando bastante claro en qué personas había pensado al añadir esas opciones-. Lamentablemente todavía no tengo una de sangre. Sé que sería muy cotizada, pero resultaría bastante caro por el momento, sobre todo para que después venga una sanguijuela sin consideración a bebérselo - añadió mirando a Jack tras su comentario-. Aunque estoy barajando en ponerme en contacto con los proveedores de la Casa de los Dulces. A lo mejor incluso consigo tener una opción de lágrimas, ¿Quién sabe?

La vouivre agradeció la sugerencia de Erika, pero le aseguró que por el momento no era necesario. Ciertamente tenía planes de ampliación y modificación en el futuro, pero por el momento iba a limitarse a disfrutar del inicio de su nuevo negocio y reformar con tranquilidad su despacho. Una vez estuviera a su gusto y tuviera ya un poco de experiencia con el negocio abierto, se plantearía esos cambios según las peticiones de sus clientes.

Su pequeña fiesta siguió sin problemas, con todos riendo y disfrutando del agua, la comida y la bebida, y con la británica muy satisfecha con su trabajo y esperando con ansia el día de la inauguración.

El día por fin había llegado. Wen había estado tan a contrareloj durante la última semana que ni siquiera recordaba la última vez que había dormido más de dos horas seguidas. "Benditas sean los hechizos y la magia" pensó recordando cuánto había tirado en estos últimos días de ellos para mantenerse descansada, fresca y despierta.

-Todo va a salir bien.

La voz de Virgo le llegó con suavidad desde su espalda. Sin darse cuenta, la vouivre se había quedado mirando la puerta principal casi con miedo.

-¿No deberían ser esas mis palabras? Soy yo la que tiene experiencia con las fiestas y los grupos grandes -contestó sacudiéndose la inquietud de encima con una sonrisa.

No era algo nuevo para Wen que a Virgo no le gustaban del todo las grandes agrupaciones de gente por la desagradable experiencia que había tenido en el mercado de esclavos, pero gracias a los cuchitrileros estaba aprendiendo a tolerarlo, incluso a apreciarlo. Además, todos los eventos relacionados con las termas los estaba tomando con un enfoque laboral, lo que le estaba ayudando enormemente a manejarlos con tranquilidad. Y era precisamente por eso por lo que, en contra de la sugerencia de su jefa, había decidido asistir a la fiesta vestida con su uniforme de anfitriona, aunque en vez de recogerse el pelo en un moño alto como habían establecido que sería protocolario, había decidido hacerse una cola alta con los rizos cayéndole con libertad. La británica le había dicho que podía vestirse con uno de sus vestidos sin problema, pero Virgo le había recordado que la dueña era ella y su trabajo sería mezclarse con la gente, hablar y divertirse tanto como pudiera, mientras que el trabajo de la keniata sería ocuparse de que todo funcionara correctamente y para ello necesitaba verse como una más del personal.

-Eso sería cierto si tus nervios fueran por la fiesta y no por, bueno, el resto -contestó Virgo con una sonrisa conocedora.

Wen bufó como si aquello no fuera con ella, pero volvió a mirar hacia la puerta con nerviosismo.

-Todavía queda un rato para que dé comienzo la inauguración y no creo que aparezca nadie por esa puerta de momento. Sobre todo porque Merak no tiene órdenes de abrirla hasta entonces -siguió diciendo Virgo.
-Lo sé, yo solo... ¡Argh! No sé ni porqué estoy preocupada -gimió frustrada consigo misma la vouivre.
-Es normal, has trabajado mucho en ello y solo quieres que salga bien.
-¿Has comprobado que todo en el interior marcha bien? -preguntó Wen ignorando las últimas palabras de Virgo como si se le acabara de ocurrir la posibilidad de que algo no marchara bien.

Virgo se rió disimuladamente por el cambio de tema algo divertida por los nervios de su jefa.

-Sí, cualquier invitado que desee disfrutar de las aguas será bienvenido y tendrá a su disposición todo lo que necesite, así como los invitados que solo quieran pasear entre las termas y charlar.
-¿Ya está dispuesto todo el catering en las mesas? -siguió preguntando la británica sin dejar de mirar la puerta cerrada.
-Así es -contestó la keniata señanado a Spica y Merak quienes estaban en ese momento terminando de ordenar una de las mesas de aperitivos-. Nekkar y Zaniah ya tienen preparadas las bandejas de bebidas que pasearán entre los invitados. Tal y como indicaste ellos se encargarán del servicio en la zona de aguas y Spica y Merak lo harán aquí en la recepción. Yo iré de una zona a otra asegurándome que todo vaya según lo previsto-recitó Virgo como si fuera una lección arduamente estudiada. Luego sonrió con mofa-. Y tú te dedicarás a saludar a los invitados, charlar y pasarlo bien.
-Voy a comprobar que los catálogos de las termas funcionen correctamente -dijo la vouivre de forma distraída antes de girarse en dirección a la zona de aguas.
-Por supuesto, jefa -contestó Virgo sonriendo con ironía sin perderse la sonrisa disimulada de la británica.

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A pesar de los nervios iniciales, la fiesta había comenzado sin incidentes y de acuerdo a lo planeado por Wen, quien se encontraba en la puerta principal saludando a los invitados vestida con el conjunto que había elegido para la ocasión y que consistía en un vestido negro sin mangas con escote en forma de corazón y media espalda descubierta con la falda de volantes y varias capas corta por delante y larga por detrás. Llevaba la tiara que le regaló Noel para la fiesta del Palacete para disimular la gema de su frente, tacones sencillos negro mate, mitones cortos de encaje y algunas piezas de joyería nuevas como un pendiente de un cuervo rodeando la oreja y una serpiente metálica negra subiéndole por la pierna. Completaba el conjunto un semirecogido alto y muy poco maquillaje.

Mientras saludaba a las personas que iban entrando, iba repasando la lista de invitados en su mente, tachando mentalmente los que ya estaban en el interior. La lista de invitados para la inauguración había sido extensa, pero más o menos cerrada, de manera que no cualquier habitante de la ciudad podría asistir, pero sí gran parte de ellos. Incluso había invitado a algunos integrantes del Consejo de forma personal, como eran dama Aroma, Gahna y Melodes, gracias a que los conocía personalmente por distintas circunstancias.

Con una rápida mirada a su alrededor dedujo que Virgo se encontraba supervisando la zona de aguas, pero también pudo ver que todo marchaba según lo previsto y un poco de tensión cayó de sus hombros mientras se recordaba las palabras de Virgo.

"Todo va a salir bien".

Noel

Para la ocasión había decidido buscarse un nuevo atuendo formal. Sus pantalones de cuero los acompañaba un chaleco del mismo material bajo el que llevaba una camisa blanca y una corbata roja. En sus brazos llevaba mitones y muñequeras largas de cuero y también había comprado unos botines, para variar de las botas altas que normalmente usaba. Al final iba a cogerle el gusto a la ropa “formal” si podía elegir algo más acorde a su estilo y no tener que utilizar un traje de “hombre de negocios” por narices. El rollo mafioso había estado bien en su momento, pero ya empezaba a ser una excusa aburrida por repetición.

Llegó junto al resto de sus amigos y compañeros de casa, a excepción de Wen que se encontraba en sus termas desde bien pronto y fue directo hacia su pareja en cuanto que la vio. El edificio, a fin de cuentas, ya lo había visto varias veces y, aunque era ciertamente una maravilla, la vista se le iba más bien hacia otro lado.

<<Las termas son impresionantes, pero a mí me parece que tú lo estás mucho más>> le dijo telepáticamente solo a ella, transmitiéndole cierta picardía.
—Aquí estamos. ¿Somos los primeros? —fue lo que dijo en voz alta sin dejar de sonreír en dirección a la vouivre.


Irianna

Aunque acusaba algunas ausencias, la mayoría de sus amigos había aceptado las invitaciones que dama Diurna les había dado a Kimbra y a ella para que pudiesen invitar a quién quisiera. Habían quedado todos juntos cerca del lugar que ahora ocupaban las nuevas termas y se dirigieron puntuales a la inauguración. En esta ocasión llevaba un vestido azul marino con motivo de rayas negras y blancas en la parte del centro, cerrado en su cintura con un cinturón blanco. Sus guantes, unas medias negras y sus botas habituales remataban el conjunto, acompañado de su peinado con una trenza en el medio de su cabeza.

Con el edificio una vez a la vista se detuvo a admirarlo desde cierta distancia. No reconocía el estilo arquitectónico, pero le parecía impresionante. Ella misma había estado ocupada con su propio negocio, por lo que era la primera vez que veía el edificio si quiera.
—Me acercaré a dama Diurna cuando no esté ocupada —les dijo a sus amigos—. ¿Vosotros habéis venido con intención de bañaros?
Ella, por supuesto, sí que lo había hecho. Bajo el vestido llevaba uno de los bañadores que había comprado en la boutique.

Vivia, Ariven y Circe aprovecharon que todavía no habían llegado los peces gordos para entrar montando escándalo y correr directamente hacia Wen para felicitarla. Luego ya se pondrían la máscara de personas distinguidas.

-¡ES PRECIOSO WEN, ME SUPERENCANTA! -exclamó Vivia abrazando a su amiga.

-Dios, pasas demasiado tiempo con esos frivys -se burló dama Circe -Pero tiene razón, ¡este sitio es una pasada!

-Y tú estás radiante. Dinos dónde colocarnos para agasajar a tus invitados, haremos que no olviden esta fiesta en la vida -dijo Ariven con picardía.

Estaba claro que las tres tenían intención de meterse en el agua, y que pensaban dar espectáculo. Vivia llevaba un body color nacar decorado con pequeños diamantes y un pareo de seda transparente que imitaba la niebla. Su cabello verde caía en ondas por su hombro derecho. Ariven llevaba una combinación de pedrería roja y plateada de elaboración libense cubierto por una túnica vaporosa color negro e iba descalza. Por último, dama Circe llevaba una túnica morada corta de mangas amplias y escote aún más amplio que dejaba a la vista la parte de arriba de un bikini de estilo similar al de sus amigas.

-Cain y los demás llegarán en un rato, y Jau creo que vendrá con Gahna -dijo Vivia.

-Wheem no vendrá, está castigado -añadió Circe.

*

Como diseñadora de los uniformes, dama Isis había recibido una invitación para la inauguración de las termas, y no podía hacerle más ilusión. No era solo la apertura de un negocio interesante que acercaba a la ciudad un poco más a su idea de civilización, si no que la impresión que se había llevado de dama Diurna había sido francamente buena, y tenía intención de entablar amistad con ella, o al menos continuar su relación cordial de negocios. Además, algunos de sus amigos también habían sido invitados. Tenía muchas ganas de disfrutar de la fiesta con ellos.

-Yo esta vez no, lo siento -le respondió a Irianna -Creo que prefiero venir un día con calma.

Si luego cambiaba de opinión tenía un plan de emergencia, pero su intención era, como mucho, mojarse los pies. Llevaba un vestido corto de seda nublina color melocotón con escote holgado y tirantes de brillantes, gargantilla a juego y unas sandalias de tacón con plumas de cristal que le subían hasta las rodillas. Su cabello era de color platino, recogido de forma sencilla, y llevaba pendientes y manicura a juego con el conjunto. Quería que reflejase las ondas del agua.

En cuanto al edificio, había visto algún que otro boceto y la paleta de colores, pero no el producto final. Era mucho más grande de lo que había imaginado y quedó fascinada por el cuidado de la estética y los acabados. Sin duda era un sitio en el que querría pasar muchas horas.

Varsai había aceptado encantada la invitación de Irianna a la fiesta de apertura de las termas. No conocía a dama Diurna pero haciendo averiguaciones se enteró de que era una buena conocida de los mercenarios de la brecha, gente que conocía por su reputación y personalmente gracias a la construcción de las dragoneras.

Se había vestido para la ocasión con el mejor vestido que tenía, que era el mismo que se había puesto en la recepción de la reina de Libo, creación de dama Isis. Era negro con motivos morados, las botas también eran negras pero con adornos en azul y los cierres de plata, colores que iban a juego con el pelo de la chica que iba recogido en una trenza sobre su hombro, dejando solo un par de mechones sueltos por la parte de delante de su cabeza. Se había maquillado de forma parecida a como lo había hecho Mánia en Libo y también acentuado ligeramente sus rasgos felinos.

"Me gustaría conocerla" respondió a la idrina cuando mencionó que se acercaría a ella. "¿Puedo ir yo también?"

>>"A mí me gustaría probar el agua, pero me vendría bien ayuda mágica para no fastidiar el maquillaje" una sonrisa cruzó su rostro mientras observaba la decoración.

Definitivamente aquel se iba a convertir en uno de sus lugares favoritos de la ciudad.

El fuego fatuo decidió que había que estrenar traje para la ocasión. En la inauguración de la Boutique no se había esmerado demasiado con la ropa, pero ahora se trataba de las termas de Wen, y no quería que nadie pudiese decir en un día tan importante que sus amigos eran unos cutres. La propia Boutique le vino estupendamente para hurgar hasta dar con algo que le pareciese que le sentaba bien, y encargó un chaleco dolorosamente caro de color azul cobalto y una tela ligeramente brillante con estampados discretos y abstractos que solo se notaban cuando le daba la luz. Se compró una corbata ascot de color similar pero algunos tonos más oscura y un pantalón y una camisa negros. Los zapatos formales negros, por suerte, ya los tenía.

Mientras intentaba poner su pelo en orden delante del espejo probó a echarlo hacia atrás como solía cuando se vestía formal, pero tampoco acababa de gustarle. Después de darle varias vueltas, echó hacia atrás solo el flequillo de un lado, para variar. Después, decidió no volver a mirar al espejo ni darle más vuelta para no llegar a la conclusión de que parecía un cerdo con corbata. De todos modos era enseguida se dejó llevar por el ambiente festivo y se olvidó de sus preocupaciones.

Cuando llegaron se sorprendió, aun habiendo visto las termas muchas veces antes de ese día, por el ambiente de la inauguración. Todo se veía diferente, y que hubiese más caras por allí hacía que ya no fuese el lugar secreto donde se habían divertido poco antes, sino un negocio hecho y derecho. Siguió a Noel hacia donde estaba Wen, deseando felicitarla una vez más.
—¡Enhorabuena! La decoración ha quedado genial y el catering tiene buena pinta. La fiesta va a ser un éxito rotundo, Wen —le aseguró con una sonrisa de oreja a oreja.


Eara y Ayne se habían unido un poco más tarde a sus amigos. Había sido un día muy ajetreado, ya que llevaban preparando comida desde muy temprano en la mañana para la inauguración. Después de haber dejado todo allí, habían regresado a toda prisa para cambiarse de ropa. Por suerte, ya tenían preparado de antemano qué ponerse. En esa ocasión no iban a estar sirviendo entre la gente, por lo que se podían permitir ir un poco más elegantes. Eara se puso una camisa blanca con volantes, un corsé azul y plateado y una falda de color índigo hasta las rodillas. Ayne llevaba un pantalón de traje negro y un suéter de tela fina con el cuello vuelto del mismo color. Encima, vestía una gabardina de color verde oscuro bastante abrigada, aunque la llevaba abierta.

Ya habían visto previamente la decoración y todo lo demás, pero esperaron a que sus amigos observasen el exterior para entrar todos juntos. La pregunta de Irianna hizo que se mirasen el uno a otro. Ni siquiera se lo habían planteado. En Sinhdro no había eventos del día a día que implicasen bañarse, y entre tantos desconocidos les resultaba bastante intimidante. Por otra parte, así evitarían la posibilidad de estropear la ropa.
—No me he traído nada para bañarme, creo que también prefiero venir otro día que haya menos gente —respondió Eara, haciendo alusión a lo que había dicho Isis.
—No vamos a ser pocos cuando acabe de llegar todo el mundo —dijo Ayne—. No me llama mucho aligerarme de ropa con tanto público.
El anima sonrió, riéndose de sí mismo con cierta amargura. El complejo que tenía con su cuerpo transparente era difícil de curar.

Wednesday

Gran parte de la tensión acumulada en sus hombros desapareció cuando las palabras de Noel llegaron a su mente, a quien le dedicó una sonrisa cariñosa mientras se acercaba junto al resto de sus amigos.

-Casi, algunos invitados están haciendo un recorrido para ver la zona de aguas, pero todavía son muy pocos. Y mientras se mantengan ahí, son problema de Virgo -contestó a la pregunta que dijo en voz alta y luego se giró hacia Gael-. Créeme, el catering está tan bueno como pinta tiene. Si ya tienes hambre no te cortes y ataca. Así también motivará a los tímidos -le contestó sonriendo agradecida por las felicitaciones y cumplidos.

Tras saludar a los cuchitrileros, se vio abordada por sus amigas del burdel, devolviendo abrazos y sonrisas por donde le caían.

-Bueno, la idea es que disfrutéis también de la fiesta, pero si pretendéis hacer vuestra magia estoy completamente segura de que no necesitáis ninguna indicación de mi parte para eso. A las pruebas me remito -contestó a Ariven, apreciando lo guapas que iban las tres-. ¿En qué lío se ha metido ahora para que el jefe le haya mandado a su cuarto sin cenar? -bromeó ante lo que dijo Circe, después de cerciorarse que Caín y el resto no tardarían.


Kimbra

Kimbra se paró unos segundos también para admirar la fachada del nuevo negocio de dama Diurna. Al ver entrar a los invitados, la engendro pensó, al igual que en la inauguración de la boutique de Isis, que no llevaba la ropa adecuada, ya que se había puesto el mismo vestido con accesorios de hueso y madera y maquillaje de sangre, pero también era cierto que no tenía ropa que podía considerarse elegante y que cuando le había preguntado a dama Diurna si era adecuado, ella había dado su visto bueno. Aunque sospechaba que ella hubiera dado el visto bueno siempre que no fuera desnuda.

-No sé si intención es la palabra correcta, pero he traído bajo la ropa la prenda que compramos el otro día por si surgía la ocasión -contestó a la pregunta de Irianna estirando de uno de los tirantes del bikini para mostrar su punto-. Tengo entendido que tampoco es necesario llevar la vestimenta adecuada para el baño para cruzar a la zona de aguas, así que aunque no quieras bañarte, igualmente podrás ver todo el lugar -le dijo a Isis, Eara y Ayne, esperando que no creyeran que porque algunos quisieran probar el agua había una intención de separarse o abandonarlos.

-En eso puedo ayudar -dijo girándose hacia Varsai-. Yo también requiero de hechizos para mantener el maquillaje en su sitio, así que no tendré problema en lanzarlos para ti también- contestó señalando su maquillaje de sangre.


Irenneil

A Neil le había entusiasmado la idea de ir a la inauguración de las termas, aunque la principio tuvo dudas porque sabía que era una fiesta cerrada y no es como si conociera a la dueña y le hubiera invitado directamente, pero Irianna le había asegurado que su invitación era tan buena como la de cualquiera, que dama Diurna, la dueña de las termas, le había dado a Eara, Ayne y ella carta blanca para invitar a quién quisieran.

Cuando llegaron a la puerta del edificio, el brujo no prestó tanta atención al sitio como a acomodar su propia ropa, un conjunto de lino del azul de su pelo y con el lazo al cuello ya típico de su vestimenta en eventos, nervioso por no estar presentable para un evento así.

-¿Estás seguro de que no habrá problema? -le preguntó todavía dudoso a Adru, que se encontraba a su lado.

Noel

—Pues yo no tengo timidez ninguna en ponerme a comer, así que con tu permiso… —dijo mientras se dirigía a las mesas y saludaba con jocosidad al grupo de chicas del burdel que se acercaban montando un buen escándalo—. No vas a tener tiempo de aburrirte —le dijo a la vouivre ya algo alejado.

>>¿Vas a volver a meterte en la terma de fuego luego? —le preguntó a Gael—. Yo supongo que me esperaré a que se haya ido la mayoría para darme un baño.
De pronto, mientras empezaba a echarse comida a la boca recordó algo.
>>Ey, ¿al final sabes algo de Matt? —le preguntó telepáticamente a Wen, pero permitiendo que el fuego fatuo también le escuchase.


Irianna

Tanto Isis como Eara y Ayne afirmaron que preferían bañarse otro día con menos gente.
—Lo comprendo, pero la verdad es que yo no creía poder resistirme —confesó dejando escapar una risa.
Le llamó un poco la atención el pudor del anima, aunque si lo pensaba un poco comprendía por qué. Seguramente nadie iba a prestarle mucha atención siquiera en un sitio como Rocavarancolia, pero ella sabía perfectamente que los complejos no desaparecían por un par de frases motivadoras. Ella misma sentía cierto pudor impropio de su cultura, un resquicio de su trauma en el que no había pensado ni tampoco creía que valiese la pena pagar a Naeleth por eso. Podía llegar a superarlo sola. Sus ganas de meterse en aguas termales superaban con creces el complejo, de todas formas, y por lo menos la demonio rakshasa y la licántropo sí parecían dispuestas a bañarse.
>>Claro, podemos permanecer cerca aunque nos metamos en el agua —dijo tras la explicación de Kimbra—. De todas formas, eso lo dejamos para luego: creo que ahora puede ser buen momento para acercarse a saludar a dama Diurna. Y deberíamos probar lo que han preparado ellos también, además —dijo mirando a los sinhadres—. Claro que puedes venir, Varsai, vamos todos, ¿no?

La nebulomante se dirigió hacia la anfitriona y la saludó tanto a ella como a las chicas del burdel, a las cuales también conocía, aunque especialmente a Vivia.
—No sabes como de feliz soy de que hayas abierto tu negocio —le dijo a la bruja maldita con una gran sonrisa—. Es increíble que lo hayas logrado en tan poco tiempo, además. Isis y tú sois increíbles —añadió a la veela, ya que ella también había conseguido inaugurar su boutique en tiempo record—.  Creo que los conoces a todos menos a Zarpa, ¿verdad? —hizo un gesto a la varmana para que se acercase.


Adrune

El gamusino estaba, por supuesto, tan entusiasmado como cabría esperar. Dio varios saltos observando el edificio según se iban acercando y le hizo a Neil un gesto de despreocupación.
—Irianna te dijo que estaba bien, ¿no? Confía en ella. Además también estarán Eara y Ayne… ¡Y han hecho la comida como para la tienda donde trabajan Rox y Pelusa!
Por desgracia el resto de sus amigos no se habían podido apuntar por un motivo u otro, pero aun así no quería perder la ocasión de comer comida rica y, ahora que sabía nadar –más o menos- bañarse.

Ella llevaba puesta su camisa blanca de conejitos de colores y unos pantalones pirata de tela, rosas. También llevaba el bañador bajo la ropa, y llevaba el pelo recogido con un trozo de cuero marrón en una lazada sencilla.

Cuando llegaron a la entrada no sabía hacia dónde mirar, pues había mucha gente. Quería localizar a Eara, Ayne o Irianna, pero no les estaba viendo. Lo que sí vio fue las mesas de comida, donde se encontraban dos personas que destacaban bastante.
—¡Mira, Neil! —le señaló las mesas.
Sin esperar respuesta ni confirmación, se dirigió a paso ligero hacia la comida y cogió lo primero que se le puso delante.
>>¡Hola! —saludó a los desconocidos—. ¿A qué está rica la comida? La han hecho nuestros amigos —les dijo con orgullo—. Oh, yo soy Adru y este es mi aurva, Neil.