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Aes
Aes

Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
Fleur: Humana (Francia)
Siwani
Aniol: Humano (Polonia)


Unidades mágicas : 9/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Entre sedas y tules

06/09/23, 12:58 pm
Recuerdo del primer mensaje :

Y por eso Anna es mi princesa Disney favorita —remató con ilusión. El niño cambió de postura, moviendo sin querer un poco el colchón donde se encontraban todos y quedando ahora hacia arriba, con un cielo de mentira haciendo de cabaña. Se encontraba apretujado entre Ethan y Damian, pero eso no le impedía mantener una conversación también con Nohlem, que yacía un poco más allá. Acababa de relatarles todo un monólogo de por qué Anna era mucho más valiente y mejor princesa que su hermana mayor, ya que aunque carecía de poderes eso nunca fue excusa para tratar mal a sus seres queridos. Incluso demostró tener gran coraje al adentrarse en el bosque nevado para hacer que Elsa regresara a Arendelle—. Bueno y porque… Kristoff es tan tan… guapo… —susurró con un tono meloso. Aquel hombretón rubio y tonto hacía que se derritiera como una tarta de sirope olvidada al sol.

Sonrió, arropado por la compañía. No era la primera vez que dormían juntos, pero quizá sí la primera que hablaban tanto pues  las primeras noches cayeron rendidos a penas sus mejillas rozaron la almohada. Pronto descubrió que ese refugio parecía tener luz propia, alumbraba sin la necesidad de antorchas. La oscuridad y el silencio era total en la ciudad, pero en ese momento el temor estaba guardado bajo llave.

Apretó con suavidad uno de los brazos del medio japonés mientras sus ojos imaginaban estrellas relucir entre las cortinas.

Seguro que por aquí debe estar mi príncipe azul, esperando en alguna parte… —dijo con tono soñador. En cambio, la melancolía fingida le duró poco y pronto una parte de él que solo mostraba a las personas que le apreciaban salió a flote. Una risita tenue emigró de su boca en forma de susurro. Estaba emocionado, pero no deseaba despertar a nadie—. ¡Aunque la princesa destinada para Ethan está entre mis hermanas! Seguro segurísimo, algunas de ellas caerían rendidas si les regalas una rosa de papel —no hacía especial frío aquella madrugada, pero la brisa que entraba por las troneras fue suficiente para que Aniol se tapara con la sábana hasta el cuello, y luego subiera para ocultar su boca, casi como si quisiera disimular que aquel tema le divertía demasiado—. A menos… claro… —se regodeó, incorporándose hasta quedar sentando y buscando la complicidad de Nohlem y Damian—. Que… Ethan ya tenga novia en casa. ¡O esté enamorado de una de las chicas del torreón! ¿Te gusta Kalnaaaaa a que sí? He visto que te preocupas mucho por sus heridas...

_________________________________________

"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."

"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."

"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."

"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"

Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

28/09/23, 06:53 pm
Sin saberlo Aniol le estaba ofreciendo uno de los mejores consuelos que podía regalarle, uno que no necesitaba más que palabras y una promesa vaga. Ethan asintió en silencio creyendo por un momento que aquella infantil idea podría ser una realidad, se sumió en el confort de sentirse querido aunque en parte sabía que aquello no era más que un burdo engaño. No existía ese castillo, ni Aniol podría darle un lugar al que llamar hogar. Cuando toda esa pesadilla pasase y hubieran superado el escabroso juego simplemente regresaría con su familia. Todos intentarían remendar unas vidas desechas en el alivio de una normalidad recuperada y mientras para algunos eso significaba volver a tener un plato en la mesa y una fogata recién encendida para otros significa una soledad tan abrumadora como las noches del sitio.

Se sentía horrorosamente egoísta por querer un poco más del polaco, por querer aferrarse al cuento del que hablaba y por pensar que sin poder llegar a reemplazar a sus hermanas podría ser un buen sustituto. No eran más que los pensamientos desesperados de quien deseaba ser añorado, de quien necesitaba importarle a alguien, aunque irónicamente sabía la condena que traía escrito todo eso.

-A mi no me importaría vivir en tu castillo. -Le respondió en apenas un murmullo a medio camino entre hablar para sí y atreverse a compartirlo en alto.
Y si no había bastado con aquel consuelo, encontró otro en la gentil caricia que Aniol le dedicó, envolvió la pequeña mano del niño como si quisiera protegerla del exterior a pesar de que era él quien necesitaba su apoyo. Era ridículo verse tan vulnerable como para que le tuviera que ayudar un compañero de apenas diez años pero en ese momento en privacidad, donde lo que hablaran se quedaría atrapado entre sedas y tules se permitió ese pequeño capricho. Fue un pequeño apretón, un gesto sutil que no buscaba más que reafirmar que seguía ahí y solo eso bastó para tranquilizar las espesas aguas.

Gracias a eso pudo navegar mejor por la inocencia torpona de Damian, evitar que su pedido le hiciera naufragar como una ola desafortunada y que en las turbulentas corrientes marinas encontrara algún hilo por el que seguir hasta encontrar tierra segura. Aniol no lo sabía pero no necesitaba de castillos y coronas para ser toda una princesa, porque él no sería todo un pueblo, pero ya había ganado su corazón.

Durante la conversación se mantuvo en silencio, conseguido el avance sin incidentes, no es que el cambio de tema le hiciera mucha gracia pero definitivamente era mejor. Después de perder a un hermano no tenía ni hueco, ni ánimos para ceder ese apodo a nadie de allí.

-No se… -Volvió a decir de forma escueta. A su duda le siguió unos segundos de silencio introspectivo. Era complicado sacar nada en claro, hacía más de un año que había abandonado cualquier idea de carrera. -Antes quería ser bombero o policía pero eh… la pierna me dejó sin muchas opciones que me gustasen y bueno, no sé, no me plantee mucho más.

Intentó reírse, apenas un resoplido escueto y mustío ante la idea de crear castillos. Al menos esa idea parecía más real que cualquiera de sus metas, que puestos a, no existían.

>>Supongo que haría algo tranquilo, lo siento soy un poco aburrido. -Volvió a reírse, solo que esta vez si se le noto más animado al respecto.- Quiero decir jo. ¡Me habéis puesto el listón altísimo! Ser circense tiene que ser muy divertido y pianista es muy interesante y bonito, hasta ser churrero es genial, yo no puedo competir contra eso. Aunque ahora me da pena, ojalá tener un piano o chocolate, mataría por tener un poco de música en el torreón y ni os cuento de comerme algún dulce.
Aes

Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

30/09/23, 05:06 pm
Debido a la cercanía que mantenían ambos, Aniol escuchó a la perfección el murmullo que Ethan emitió a su lado. Parpadeó durante unos segundos, sopesando si lo que había oído era tal o se lo había imaginado. ¿Acababa de expresar que no le importaría vivir con él en su castillo? Infló los mofletes, lleno de orgullo y con una felicidad contenida que parecía luchar por salir a flote. Sus orejas ardieron un poco por la vergüenza y su lengua decidió hacerse un nudo para no estropear aquel momento.

El británico se estaba convirtiendo a ritmos vertiginosos en un gran apoyo para él. Que envolviera su mano regordeta con la suya propia le hacía sentir como cuando se refugiaba al calor de la chimenea en un día especialmente frío. Aún recordaba llegar calado de nieve hasta los huesos y acercarse a la hoguera con una taza calentita para reconfortar el cuerpo. Ethan se sentía así. Después de conocerle no sabía qué regalo pedir al Señor Santa. Excepto que no le pasara nada a ninguno de ellos.

Instantes después la verborrea de Damian hizo que estallara en risitas, ajeno a que Nohlem se mostraba más apático con ese tema en particular.

¡Que no los puedes coleccionar como a los Pokemon! ¡Hombre! —le diría, adoptando el tono propio de una persona de más edad que le explicaba algo obvio a un niño pequeño. A pesar de ello el polaco sintió ternura por el italiano, sabía exactamente a qué se refería y si todo iba bien… quizás un hermano aún era pronto… pero podían ser buenos amigos. ¿Se conformaría Damian con eso?—. Seríamos una familia muy rara… —añadió sin embargo, siguiendo la estela del circense con diversión—. Como la familia Addams.

Aniol agradeció que el varmano repitiera su pregunta, él también se había quedado con las ganas de que Ethan se abriera un poco más.

¡Justifica tu respuesta! —exclamó, imitando uno de los enunciados de su último examen del colegio. Tras quedar maravillado porque el granta se sumara a sus ensoñaciones de castillos, al churumbel le costó quitarle la mirada tras advertir que el chico parecía estar siendo consumido por el sueño. Quizás estaba aburrido, debía ser eso—. Oh… —murmuró, no queriendo dotar de negatividad al hecho de que Ethan ya no pudiera ser bombero o policía. No sabía si le pegaba mucho. Así que decidió dar su pequeño granito de arena para animar el cotarro—. MMMMM… ¿Algo tranquilo? ¿¿Como las personas que trabajan en un SPÁ y dan masajitos relajantitos?

Se incorporó de manera súbita, apartándose la melena a un lado y pasando los dedos por sus cabellos como si se tratara de un peine que deshacía enredos. Su otra mano quedó inmóvil, mientras el medio japonés le sostuviera no pensaba deshacer el contacto.

¡Ya sé! ¡Serías un buen profesor! Se te da bien hacer entender… creo… ¡Y Nohlem también! ¡De música! ¡Hasta tiene gafas de profe! No se sí es algo relajado como lo que dices pero… —el ceño del pequeño se frunció y sus labios se estiraron formando una extraña mueca de duda y aspiración—. Seguro que Damian es de los que tiran bolas de papel en clase pero… si me porto bien… ¿Podrías enseñarme? Si me voy a quedar aquí un AÑOOO ENTERO…

Sus compañeros no tardarían en adelantarle. Aquello le hizo reflexionar de nuevo sobre lo lejos que se encontraba de su aula, de sus amigos y de sus padres. Pero metió aquel pensamiento en el retrete y lo arrojó al mar en un sorprendente gesto resolutivo.
Isma

Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

02/10/23, 10:29 pm
Lo de los hermanos ciertamente lo tenía loco de ilusión. No sabía lo que se podía sentir teniendo uno y se puso a pensar en algunos escenarios de forma divertida con una agradable sonrisa en su cara. Si tuviese un hermano, ¿lo querría más pequeño o más grande que él? Tener un hermano mayor sería muy guay, tener a alguien como Connor de hermano le molaba muchísimo al italiano. Sin embargo tiraba más por la idea de tener un hermanito al que enseñarle cosas y ser su guía, inconscientemente elegido para inflarse más en tu tonto ego infantil de sentirse superior al resto.

Y de verdad no le importaba tener de hermanos a todos los del castillo, le encantaba la idea y la veía como un juego muy divertido al menos para simularlo. Tendría hermanos de todo tipo: Hermano perro, hermano lagartijo, hermana tía tocha, hermano con cresta, hermano de dos ojos distintos, hermano mejor amigo, hermano con morro de gato, hermano vietnamita, minihermano, hermana cornuda, hermano fideo, hermana dormida mediotonta, todo tipo de hermanos. Eso le hizo menear la cabeza feliz con sonrisillas por lo bajo, en su burbuja de pensamiento.

¡JAJAJAJAJA! —el circense no pudo evitar carcajear bien alto cuando escuchar a Aniol decir eso—. ¡Yo los colecciono hombre, como los Porkemon esos! ¡Más mejor! —había escuchado la palabra pero ni idea de que eran esas cosas que comparó con coleccionar. Se encogió de hombros durante el ataque de risa, dejándose llevar—. ¡Rara pero putamente feliz, es lo que importa coño! —eso si que le emocionó para bien, sintiendo una extraña calidez que llegaba a sentir con su familia, su circo, esta vez proyectado en unos desconocidos que le traían sentimientos… hogareños. Eso último se le reflejó en un sonrojo tonto, de pura felicidad, alegre de que la conversación haya tomado un buen rumbo—. ¡Bah Nohlem, tampoco te lo tomes tan en serio macho! ¡Tan solo me hacía ilu cojones! —sacó la lengua burlón a Nohlem para volver de nuevo a Aniol—. ¡Bua la verdad que eso ni idea de lo que es, los Adam esos! ¿Qué coño es un Adam, una familia? ¿Es famosa?

Después de esa ronda de preguntas que no estaba demasiado seguro de si se la iban a responder, tampoco le quitaría el sueño no saber eso, atendió a la insistencia de Nohlem con el tema de Ethan y a lo que se quería dedicar de más mayor. Cruzó las piernas, agarrándose los pies en un meneo adelante-atras que era lento pero constante.

Uuuu, ¡diseñar castillos moooola! —eso le molaba mogollón, diseñar tu propio castillo y que lo construyan sonaba molón—. ¡Tenéis cara de listillos así que de profesor sí me pega de cojones para vosotros! ¡Tú también Aniol! ¡Profe de los churros, el churrero supremooo! —soltaba lo que se le venía en coco, toda la información sin tamizar ni un poco—. ¡Hombre es que somos unos putos máquinas! ¡Pero tío, lo que te propongas palante coño! ¡Si quieres te hago un hueco en el circo y le digo a mi mamá que te meta! —ofreció a Ethan con un par de buenas palmadas brutas a su espalda sin perder su sonrisota.

Con el comentario de Aniol hacia él se giró preparado para refutarlo a su manera, sacando morros—. ¡Oye, que yo aprendí a sumar y restar el año pasado, he aprendido cosas así que me porto de puta madre! Bueeeno… ¡Solo me regañó Stefano una vez, que le tiré una bola de papel en toda la cara jajajajajajaja! ¡No veas el cabreo que tenía encima, la que me cayó jajajaja! —por su reacción poco arrepentido parecía con ello pero estaba ciertamente orgulloso con saber sumar y restar—. ¡A mi me enseñáis cosas también eh! ¡OOOHHH! —le agarró la mano al polaco de pronto, dando unos meneos toscos a su mejor amigo muy emocionado— ¡Aniol es como una excursión deee aprender cosas de música y esas mmmmierdas! ¡Vaya vacaciones tío: nos darán poderes, hay comida para reventar, un castillo que flipas Y ENCIMA NOS ENSEÑAN COSAS GUAPAS! —ya por pura espesura o por un mecanismo de defensa de su cuerpo poco pensaba en los peligros que vivió, aparte entrenar bajo la tutela de Kalna y Rag le daba una valentía bastante ciega, al fin y al cabo él se lo estaba currando.
Kanyum

Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

03/10/23, 01:39 pm
Los ojos del varmano se redondearon peligrosamente por un momento antes de regresar a su afilada verticalidad de siempre, acribillando a Damian con la mirada y nula expresión cuando este le habló. Ver reflejado en él a un yo más joven ahora quedaba ridículamente lejos, y es que cada insulto innecesario tiraba de su oreja derecha hacia abajo, la misma dirección que tomaban sus ojos esquivos con una incomodidad que solo sentía cuando se cruzaba con alguien que no le caía bien o los prejuicios de su crianza más clasista le distanciaba de aquellos como Damian. No eran solo las palabras malsonantes o la falta de modales del pequeño, mucho venía arrastrado de antes, pero que poco ayudaban los añadidos.

El tema que él mismo había rescatado salvaba, pero incluso así se notaba poco receptivo por la extraña inquietud que había anidado en su pecho. No le quedaba otra que quitar las ramitas pacientemente.

Ah. ¿Por eso hacías deporte? —preguntó a Ethan en un tono distraído. No pasó por alto que el chico se menospreciase llamándose aburrido, pero poco le importaba ahora. Él tampoco estaba para tirar cohetes y ni siquiera su cumplido por pianista resultó en más que la sombra de una sonrisa—. Hm.

La idea de Aniol fue como un rayo de sol, no porque ser profesor le atrayese sino por la inocencia que resumaban sus motivos. Una sonrisa más propia le llenó las mejillas, interrumpida por los suspiros exasperados que le proferían las desagradables formas de Damian. Por los Santos anónimos, ¿podían ser mas chabacanos los pobres? ¿Cómo educabas a un niño así? "Es de un circo", se dijo como si fuera evidente, con desdén. Y pensar que a él le habían pegado por mucho menos...

Por favor, ese lenguaje... —suspiró otra vez.

"Es un trabajo relajado si los alumnos son buenos" pensó, mordaz. Mejor si se estaba calladito y cerraba los ojos. La ilusión de los dos menores no era mala, ni siquiera el amargor que le dejaba oír llamar "vacaciones" a un secuestro horripilante, si acaso en su inocencia hallaba el alivio de que lo peor no les estuviera salpicando todavía. Por eso mismo Nohlem se esforzó en relajar sus hombros tensos, contar hasta 3 y apartarse de algo en lo que no se sentía involucrado. No porque no tuviera instrumento alguno, sino porque no era buen alumno. No iba a ser buen profesor.
Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

04/10/23, 02:24 am
La propuesta de Aniol le sacó una ligera risa sin llegar a perturbar la sonrisa formada en su rostro. No sabía si se le daría especialmente bien trabajar en un Spa, ni le apetecía dar masajes, ni calentar agua para nadie pero solo la idea le mantuvo entretenido. No le importaría un trabajo terciario, ayudar a gente o atenderla de manera educada, sería ser servicial, colaborar en la medida de lo posible.

-Profesor… -Ethan jugó con la profesión, saboreándolo en su paladar un tanto distraído. Estaría bien enseñar a ambos peques aunque dudaba que mantuvieran un mismo nivel. Al menos sería una distracción de todo lo que estaba sucediendo. No sería su trabajo idóneo pero si eso les era de ayuda entonces no le parecía mala idea. -Bueno se podría mirar, aunque creo que tendríamos que ponernos en común varios de la casa, no sé si recordaré bien que se tiene que dar a vuestra edad.

Y si Aniol era la gentil brisa de un rocío mañanero en la calma de un bello prado, Damian era la tormenta llena de relámpagos que asaltaba tus pacíficas noches. Hasta él tenía un medidor de aguante en el que ¨ser un crío¨ tenía un límite. Ambos peques desconocían el tema de Nohlem con su hermana, no iba a juzgar eso, pero tampoco le servía de excusa para una respuesta tan desconsiderada. Menos aún cuando no era la primera de la noche y cuando se le había pedido repetidas veces que corrigiera su lenguaje. Que tuviera un mal hogar era un tema delicado, su pasado no parecía haber sido fácil y en su ignorancia encontraba un refugio válido ahora bien, se le estaba tratando de la forma más considerada y respetuosa posible. Si no quería cambiar ya no era un problema suyo.

-Damian, ya. -Respondió cortante, lejos quedaba una sonrisa que había desaparecido tras un agotado rostro. Ethan soltó con suavidad la mano de Aniol para incorporarse y salir de la cama. -Creo que tienes suficiente edad para al menos escuchar, así que presta atención por primera vez en la noche porque no voy a repetirme.

Estaba incorporado, de brazos cruzados en un exterior indiferente de que no pudiera verle entero, su cuerpo quedaba apoyado sobre la puerta con el aire amenazante de lo que eso podía significar.

>>Este cuarto es de todos pero siento que tu no lo consideras así. Ni Nohlem, ni Aniol, ni yo estamos siendo irrespetuosos pero tú acabas de responder de muy mala manera a una opinión de un compañero y no es la primera vez. Te pedimos que bajes la voz y tú has decidido seguir gritando, te pedimos que no seas mal hablado porque nadie de aquí lo está siendo y tu has procedido a seguir siendo faltoso, te pedimos respeto y respondes como te da la gana.

Un suspiro de exasperación cortó el regaño, irónicamente en su tono no había molestía, no estaba enfadado sino cansado y era en esa emoción donde se encontraba una voz extrañamente tranquila.

-Así que si vas a seguir así te recomiendo que te vayas a dormir con Connor que como dices tú también habla mal o con Serena que no se fija en nadie más que en su propia comodidad. -La puerta se abrió con un ligero chasquido a medida que Ethan se apartaba del marcó de la misma como una sutil invitación. No lo quería echar, pero era una advertencia, o empezaba a respetarlos o se buscaba otro sitio para descansar.

-Tu eliges Damian.
Aes
Aes

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Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.

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Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

06/10/23, 06:39 pm
Aquella noche el mar manifestaba una personalidad caótica. A veces se encontraban navegando en un plato de agua calmo y tranquilo, y otras la cresta de las olas lamían las rocas de los acantilados con esmero. Si estuvieran atrapados en ese cuento y viajaran en un barquito de papel como los que podía hacer Ethan, estaba seguro de que Damian no paraba de soplar en dirección contraria a la de todos.

Su sugerencia fue bien acogida. El medio japonés jugó a deleitarse con la idea un rato, dejando refulgir la llama de esperanza que el polaco anidaba en su estómago. Incluso una sonrisa llenó las mejillas de Nohlem, una de esas que en su rostro quedaban tan bien. Pero Damian no tardó en matar todas las mariposillas de colorines que aunque ninguno de los presentes se las estaba imaginando, flotaban por encima de sus cabezas cada vez que remaban en el mismo sentido.

La advertencia de Nohlem fue el pistoletazo de salida. Ethan le siguió con un tono cortante que si bien no era hiriente como el de Serena, provocó que Aniol se congelara en el sitio de la misma forma en que haría si se dirigieran a él. Sus manos se agarraron a las sábanas por acto reflejo y comenzaron a jugar con ellas para aliviar su tensión.

Llevaban razón. Puede que pasar tanto tiempo con su amigo provocara que se estuviera acostumbrando a ciertas partes de su personalidad, pero hasta para él era demasiado. Si se encontraran en un colegio de verdad el circense acababa de chirriar toda la pizarra con unas uñas dantescas y kilométricas.

Damian… jo —musitó, temiendo otro berrinche y contemplando el marco de la puerta con pesar. Era tan fácil que volviera a ser maleducado al abrir la boca que el niño se apresuró a hablar antes que él para evitarlo. Era el último salvavidas que le tendía—. No van a querer enseñarnos nada si nos portamos mal… ni son unas vacaciones chulis si molestas a los demás hablando así… —la mano del churumbel se deslizó hasta la muñeca huesuda del chico, tratando de transmitirle afecto—. Porfi, quédate. Somos una tribu. Y seguro que Connor ronca muchito —bufó, mirando a los dos muchachos de manera intermitente.

Ojalá Ethan nunca se mostrara tan cansado con él. Prefería cientos de veces percibir molestia en su voz que aquella emoción parecida a la que su madre empleaba  cuando estaba decepcionada pero no quería gritar.

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"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."

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"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."

"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
Isma
Isma

Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad.
Armas :
  • Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
  • Damian: Dientes
    Daga

Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

07/10/23, 07:58 pm
¡Diselo a Rag y a Airi, lo mismo también quiere ser un profe! ¡O a todos mejor! —dijo en respuesta a Ethan.

Damian se encontraba inmerso en un trance de intensidad que hacía subir y subir, encajar un poco en la conversación le hacía sentir uno más, un chico más en su nuevo grupo de amigos, mejores amigos que hablaban de las cosas que les molaban y estarían más unidos que nunca. Quería más de sus amigos, reflejado en el crecimiento de su vulgar actitud que forjó bien en sí mismo alrededor de los que no eran Stefano ni Luciano.

Bianca siempre le decía: “Todo está bien, no hagas caso a Stefano y Luciano. Eres perfecto como eres”. Eso era su mundo, su yo era perfecto y él, en un trance de felicidad ciega, creía eso sin dudarlo ni un segundo. Él era el mejor, ¿no?

¿No?

Cuando pensó que nada podía salir mal, cuando vio a sus ojos egoístamente que la conversación estaba yendo a un terreno cómodo el primer comentario de Nohlem sobre el puto lenguaje lo descuadró un poco de su molde.  Al fin empezó a encajar, ¿en serio sacarían otra vez lo de las palabrotas? Sin perder la sonrisa de la cara se giró a Nohlem, preparado para quitarle importancia con una disculpa ensayada, la típica respuesta cómoda que se traduciría en un infantil “te digo esto, ahora déjame en paz”.

Sin embargo no todo acabó ahí. Ethan empezó con una respuesta cortante, lo suficiente como para llamar la atención del niño aun con las comisuras alzadas pero una mirada neutral. ¿Otra vez? El inglés le pidió atención y con esa frase y la mirada carente de siguera media sonrisa hicieron que el rostro del italiano mimetizara eso, teniendo una cara más que larga, preocupada. Se incorporó, yendo a la puerta con los brazos cruzados. ¿Qué quería hacer?

Y ahí empezó la acusación, no falta de razon que Damian no quería ver en su cabezonería interna. Respeto, una palabra de la que ni siquiera estaba familiarizado en cuanto a su significado exacto, abordado por el niño para sí, quería que lo respetasen a él. No obstante ahí estuvo el adulto al lado de la puerta usándola en su contra. Un resoplo breve salió de su nariz, algo colorada junto a sus mejillas por la propia vergüenza paralela al berrinche interno que estaba teniendo. No, no quería más regaños, quería huir y eso se pudo apreciar en mitad de la regañina cuando sus ojos se posaban, en busca de apoyo desesperado, sobre Nohlem y Aniol varias veces.

Todo acabó de la peor manera que Damian siquiera podía imaginar, en una condición tajante. El circense abrió un poco la boca, sintiéndose amenazado y, sobre todo, excluido. ¿Tan mal había hecho? Solo eran palabrotas guays, de las que Connor decía. ¿Por qué a él…? Encima Ethan mencionó al de la cresta, como si le leyese la mente. Nohlem dijo que Connor era muy “crecidito” y Damian pensó en lo injusto que era que a él le cayese el palo por ser un niño.

El agobio estaba rompiéndolo por dentro. Ellos, sus amigos, querían echarlo y Damian tenía un nudo enorme en la garganta. Abría la boca y lo regañaban, no quería molestarlos y aun así se sentían molestos. ¿Por qué?

Elegir… Elegir… ¿Por qué dudaban eso? No quería dormir con esa tonta de pelo rojo… quería dormir con ellos, no fuera… Agarró las sábanas con fuerza y de nuevo pensó en que quería aferrarse a su mamá, escapar de sus probl-.

La voz de Aniol lo llevó a mirarlo, interrumpiendo sus pensamientos internos. Todavía conservaba su rostro descompuesto, con exhalaciones entrecortadas por la presión de su pecho. No quería irse, no quería y el polaco, aportando a la situación límite para el italiano, aclaró la situación.

Agachó la cabeza en cuanto sintió la mano de Aniol en su muñeca, arrepentido.

Perdón… No me echéis, no diré nada más… Quiero quedarme con vosotros —dijo con la voz un poco quebrada y alzo la mirada a Ethan, consciente de que la había cagado. Decidió tragarse su orgullo, tomando consciencia de todo. No quería irse del lado de Aniol por nada del mundo, era su mejor amigo y estar castigado sin pasar las noches con él—. Me lo paso bien con vosotros, nunca he estado con amigos en un cuarto y no quiero estar fuera. Porfa, no me echéis —repitió al final, posando su otra mano en la de Aniol.

Aun estaba confundido con todo, aprender nuevas cosas le resultaba muy difícil.
Kanyum
Kanyum

Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
Nohlem: varmano granta. 1’69m
Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m

Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento.
Status : Prrrr prrrrr

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

09/10/23, 07:00 pm
Nohlem llevaba muy en serio lo de permanecer callado. Fuera a consciencia o no, el silencio era una de sus armas favoritas, ya que era especialmente afilado cuando alguien tan dicharachero como él se encontraba sin nada que decir, nada que aportar. Sin embargo el silencio que guardó esta vez tenía otro matiz: no era cansancio, no era ofensa, era miedo. El tipo de silencio que uno guarda cuando no quiere ser descubierto, el silencio que se repetía en su casa cada vez que su madre hablaba y a él le tocaba agachar la cabeza por su propio bien. Solo que no era su madre, era Ethan quien le había atado la lengua al fondo de la garganta. Le estaba defendiendo, terminando una regañina para la que él no tenía ánimos con una elegancia y una lógica que hacía que sus ojos se abrieran y el regusto amargo de su boca cambiase. En lo intimidante que resultaba era admirable.

Incluso Aniol supo hablar antes que él. Que vergüenza. Miró al pequeño, a Ethan y de manera muchísimo más simulada a Damian, extraño por el cambio de tornas que sentía. Hacía un minuto escaso había sentido desprecio, molestia, ahora sin embargo le daba pena. Se ponía en su lugar. No es que Ethan no tuviera razón ni motivos, y los métodos de educación varmanos eran bastante más duros que eso, pero… bueno, con los críos y las broncas Nohlem era más blando, acostumbrado a ser el de abajo. Y como bien le había dicho a los dos menores días atrás, ninguno allí era padre de nadie. Solo sus progenitores y si acaso sus profesores tenían el poder de educarles, de reñirles, claro que… por esa misma razón ellos tampoco tenían porqué molestarse en sufrir sus actitudes. Tomó aire y miró al londinense con una minúscula sonrisa sumisa, de esas llenas de peticiones y permisos velados que le había visto a su padre tantas veces, al hablar para Damian.

Vamos, no hace falta que… No te estamos echando, solo… —se atrevió a mirar al rubio directamente. No iba a echar por tierra las palabras de Ethan, si acaso remarcarlas con aún más suavidad—. Mira, es tu decisión, Damian. Nosotros no te estamos echando —encontró firmeza—. Pero hay formas y palabras que son hirientes, y cuando incomodas alguien, ¡aunque sea sin querer!, tienes que pararte a escuchar lo que te dicen y no arremeter como los lobos. Porque ya es la segunda vez. Sino… tienes que entender que haya gente que no quiera estar contigo. Como nosotros ahora no queremos estar con Connor, y hasta hace nada dormíamos en su habitación —suspiró por la nariz, con un toque mínimo de humor—. Mira, hay… Hay palabras que usas que por lo menos para mi son muy desagradables, y me chocan mucho porque aunque son para mayores ni siquiera mis padres las dicen. Se guardan para situaciones diferentes, más… Más violentas. Entonces es incómodo. No te pedimos que estés siempre callado, ni que te marches, ni que de un día para otro dejes de decir las cosas con las que te has criado, porque es obvio que… —omitió lo que fuera a decir—. Lo que sí te pedimos es que te esfuerces y que tengas en cuenta lo que se te dice cuando se te dice —con cautela puso una mano sobre el hombro del chico, ladeando el rostro con una sonrisa frágil pero seria, igual de inclinada—. ¿Vale? Porque a lo mejor a la próxima el que se quiere ir no eres tú, soy yo, o Ethan, o Aniol…

Les miró respectivamente y resopló. Santos, la de cosas que arreglaba una bofetada a tiempo.

Te puedes quedar, pero tenlo en cuenta, ¿vale?

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♪♫♬:
Raven
Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75

Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga

Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

15/10/23, 12:49 pm
Perfecto, ahora se sentía como ese padre estricto al que nadie quería, ese que cuando sus hijos crecían dejaban de lado. No consideraba que hubiera hecho mal en corregir las continuas faltas de respecto de Damian porque para empezar, él siquiera era una figura paterna para el pequeño pero claro, cuando venías de una situación familiar complicada y veías a Nohlem llevándose el discurso empático para un terreno propio uno no podía evitar sentirse a dos aguas. No le recriminaba a ninguno sus respuestas, simplemente ya no encontraba que añadir. Ahora era como el gruñón, el amargado que cortaba la fiesta llamando a la policía, él que te decía que no había McDonalds porque tenían comida en casa.  

Se rasco la nuca claramente incómodo, ninguna disputa con Damian la había podido cerrar bien. La primera fue robada cuando Kalna se metió de por medio a solucionar un conflicto que le era completamente ajeno y tras el arranque violento de Connor lo que pudiera él o no decir daba igual porque el joven ya había sido regañado dos veces. Ahora en cambio el tema era de todos pero iniciando él, lo había terminado Nohlem así que mientras el felino podía llevarse el amor del pequeño al buscar un entendimiento mutuo, al londinense le quedaba el mal sabor de boca de reñir pero no poder corregir, de quedarse estancado en el origen de la discusión, atrapado en unas inseguridades que se acababan formando como tentáculos invisibles en torno a él.

No logró contener el suspiro antes de que este saliera, dejando ambos hombros caídos en el camino, como si la presión gota a gota fuera erosionando su propio cuerpo. En esos momentos añoraba un poco de soledad, que las incertidumbres y las penas le invadieran en la privacidad del momento aún sabiendo todos los efectos adversos que aquello traía consigo.

-Voy un momento a por una cosa, ahora vuelvo.

Acabó diciendo mientras era él quien tomaba la puerta que buenamente había abierto y cerraba ahora tras sí. Bajar a oscuras era complicado, hacerlo sin tropezar aún más. Para cuando llegó abajo sus ojos se habían acostumbrado un mínimo a la oscuridad, no lo suficiente para ver bien en una noche tan cerrada pero sí para distinguir siluetas ambiguas a su alrededor. No se golpeó una vez, lo hizo 3, con diferentes armarios en su camino al salon. Gruñidos que contuvo en bajo ante la alarma mayor de poder tirar alguno, todo por no querer tomar la antorcha que tenían en el cuarto encendida.

Para cuando volvió a subir, no sin antes equivocarse varias veces de puerta, llevaba consigo varios lápices, papeles y una tabla de madera robada de la cocina para poder apoyarse.

-Vale eh, perdón estaba buscando esto. ¿Qué os parece si jugamos juntos a un juego? -Levantó los nuevos objetos antes de regresar a la cama junto con el resto. -Vamos a hacer normas de convivencia todos juntos así que, ¿Qué os parece si cada uno apunta una cosa que no le gusta que hagan los demás y otra que sí? Empiezo yo si queréis, por poner un ejemplo. A mi no me gusta que la gente hable muy alto, pero si me gusta recibir un abrazo de buenas noches.

Esto último lo dijo recuperando la sonrisa afable de la que hacía gala. Trazó una línea en mitad de su hoja que si bien quedó un poco torcida dividía bastante bien ambas zonas, en la primera fila escribió ¨Conductas que no nos gustan¨ y en cambio en la segunda al revés, ¨Conductas que nos gustan¨. Siguiendo su ejemplo empezó a poner en cada una la frase correspondiente que les había comunicado en alto.

>>De esta forma, tendremos un letrero donde poder leer siempre las normas y así no nos equivocamos. ¿Os parece bien? Si queréis podéis seguir vosotros.
Aes
Aes

Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.

Personajes : Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
Fleur: Humana (Francia)
Siwani
Aniol: Humano (Polonia)


Unidades mágicas : 9/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

22/10/23, 10:05 am
Por un segundo Aniol se temió lo peor al ver la respiración agitada del italiano, pensaba que podía estallar en una de sus rabietas y echarlo todo a perder. Estaba cansado de perder cosas y de tener que alejarse de personas como Serena o Connor porque le causaban miedo. Sin embargo, su amigo reflexionó y en cuanto la mano del polaco entró en contacto con su piel pareció relajarse.

No supo a ciencia cierta si su arrepentimiento se debía a las palabras más duras de Ethan, o a la delicadeza y fragilidad de Nohlem. Normalmente el medio japonés se mostraba mucho más cálido y menos determinante, entendía que si había sido más claro era porque tenía sus motivos. En realidad todos lo tenían para estar hasta la coronilla, como decía su madre.

Durante la intervención del granta el churumbel quedó mudo, dejando que su suavidad se estableciera como lo que deseaba escuchar si alguna vez él fallaba también. Tanto si lo quería como si no el elfito comenzaba a formar parte de una figura cada vez menos ajena para él, similar a lo que sería un primo sabio. Era pronto para asignarle hermano mayor… ¿Verdad?

No abrió la boca hasta que Ethan se fue con los hombros caídos y regresó prometiendo un juego. Le había parecido detectar pesadumbre en su mirada así que fue una buena noticia encontrar segundos más tarde la amabilidad que acostumbraba. Aniol le hizo hueco en la cama, echando su cabeza contra la de Damian y atendiendo a lo que el joven traía entre manos.

¡Me pido el siguiente! —levantó la mano con una sonrisa que recuperaba su buen humor. Sus ojos color miel se detuvieron en la letra de Ethan, absorbiendo los detalles de cuáles eran sus preferencias. Así que un abrazo de buenas noches… ¡Se lo apuntaba!—. Pues yo… —sacó la lengua hacia un lado, pensativo, para después mover su muñeca con diligencia y trazar sus pensamientos—. No me gusta que me obliguen a dar besos o abrazos a gente que no conozco… en mi casa a veces lo hacían cuando nos visitaba mi tía abuela… ¡Siempre me retorcía los mofletes y me decía que estaba muy alto! Creo… que ni se acordaba de mi nombre… —su voz denotaba cierta queja, pero en el fondo se podía entrever cierta nostalgia por cosas que incluso detestaba pero seguían perteneciendo a su hogar—. Me gusta cuando podemos decir que estamos tristes, esa es una de las normas de mi casa, aunque mi madre es la que menos lo cumple.

Su letra era evidentemente la de un niño de diez años, pero si alguien se fijaba vería que era grande y redondeada. Tendió la hoja a Damian tras realizar una última floritura y añadir un corazón pequeño al lado de “Conductas que nos gustan”.

¿Quieres? —deseó con todas sus fuerzas que dijera sí.

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"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."

"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."

"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."

"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
Isma
Isma

Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad.
Armas :
  • Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
  • Damian: Dientes
    Daga

Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

22/10/23, 11:54 am
Más que tristeza, la palabra mas cercana a la hora de describir cómo se sentía el niño era “perdido”. Siempre tuvo a su círculo, su familia de la que nunca se separaría. Nunca pudo llegar a considerar que perder eso con más personas, con más amigos nuevos era siquiera algo posible. Eso se le escapaba, actuando con inocencia, sin filtro y todo acorde a sus designios para pasarlo mejor que nunca.

Ni siquiera pasaba por su cabeza la idea de un enfado temporal. Era fatalista en ese sentido con lo que quería y se negaba a perder. Un fallo, una grieta desmoronaría todo bajo la mentalidad de Damian quien ya le preocupaba tanto que le ardían las orejas y tragaba sin cesar ese nudo tan molesto de su garganta. Quería encajar y procuraba intentarlo, todos en la habitación eran tan interesantes para el chico que simplemente no quería despegarse de ellos.

Damian miró a Nohlem en cuanto el chico pelirrojo tuvo la intención de hablar. Decisiones de nuevo, era la palabra clave en esas conversaciones. El italiano en un principio tuvo una opinión negativa al respecto, decidir ya lo había hecho pero…

—«Sin querer»

De ahí en adelante el granta supo tocar la fibra sensible del chico. Había gente como Serena con quienes tuvo mala leche queriendo por puras pataletas o con otros con opiniones distintas. No los conocía del todo y labraba en terreno desconocido, ¿esa era la palabra? Hacía las cosas muchas veces sin intenciones de molestar, ¡incluso se ofrecía a ayudar! La mención reiterada de Connor ya la entendía y ahí pudo ver un poco, se daba cuenta de que la actitud molona del de la cresta era… complicada para los demás sobre todo por el grito a Serena justificado para el chico.

Todo terminó con Damian asintiendo en el aire. Quizás con esfuerzo y con el tiempo entendería toda esa información nueva para él pero algo estaba claro: daría lo mejor de sí mismo para mejorar.

Una breve expresión se formó en la cara de Damian, una expresión sorprendentemente adulta para ser él. Una sonrisa muy pequeña, algo alicaída que no hacía sino burlarse de sí mismo mientras negaba la cabeza con lentitud. Sabía que estaba pifiándola y no poco.

Siempre me han regañado con estas palabras en mi sitio y-hmm. Y no se si a veces no hago bien las cosas buff… Patino mucho con todo y-y tenéis razón, quiero hacerlo todo, hablar todo mucho mejor y quiero que todos mis amigos se alegren conmigo.

Con un poco más de calidez sonrió a todos, echando más aire por la naríz. No estaba acostumbrado a abrir así sus sentimientos y vaya si se le notaba con cada duda que manchaba sus palabras honestas propias de niño pequeño.

Me quedo —asintió con decisión al que le apoyó la mano en el hombro.

Parecía que Ethan iba a ir a por algo y Damian torció la cabeza. No parecía ser porque él dijese nada raro, igualmente ahí estaba la duda pero no quiso dejarse llevar por pensamientos intrusivos. Se hizo un silencio un poco raro por pare del italiano mientras esperaba, aun le siguió dando vueltas al coco sobre la conversación anterior y anotando todo el listado de palabrotas que debía tachar de su vocabulario a partir de ahora, que no eran pocas.

Se sorprendió bastante cuando volvió con lápiz y papel. ¿Iban a dibujar? Al final no era tanto eso, sino de apuntar cosas que nos gustan y cosas que no. Oh dios, estaba perdido de nuevo y deseaba con todas sus fuerzas no empezar, quería ver al menos a uno como ejemplo y menos mal que Ethan tomó la iniciativa. Le sacó una sonrisa Aniol, su amigo parecía emocionado de ser el siguiente y por como decía sus puntos era evidente que disfrutaba el juego.

¿Pero él que pondría?

E-eh ok, voy —vaya si fueron rápidos para lo que Damian pensaba. Aceptó sin pensarlo demasiado y pensó en lo que ellos han puesto. Cosa que no le gusta y cosa que si… Sin mucha seguridad y con una torpeza horrorosa dibujando cada letra puso lentamente lo que se le rondaba a la cabeza. Bastantes erratas tenía su texto en comparación al de Ethan y el de Aniol, notándose que la escritura apenas la practicaba.

Cuando terminó, se volteó al resto para traducir esos jeroglíficos en voz alta a idioma rocavarancolés.

A mí no me gusta cuando me dicen que no puedo puedo hacer algo porque soy todavía un niño —eso le daba mucho coraje, odiaba cuando lo infravaloraban así—. Y me gusta cuando comemos todos juntos. ¿Eso vale?

Tampoco sabía si era muy correcto lo que puso, cediendo el lápiz a Nohlem.
Kanyum
Kanyum

Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
Nohlem: varmano granta. 1’69m
Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m

Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento.
Status : Prrrr prrrrr

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

26/10/23, 12:23 am
La sonrisa de Nohlem estuvo a punto de verse interrumpida por una arruga en su ceja. “Siempre me han regañado por estas palabras en mi sitio”.

¿Y por qué no les has hecho caso entonces?” pensó, con tanta acidez que casi pudo saborearla en la lengua. Apreciaba la sinceridad del niño, que creyera que tenían razón, pero de nada valía si al final se tornaba un “ya me han regañado mil veces por esto y siempre me ha dado igual”. Miró abajo, quitando los ojos de Damian con la sonrisa intacta en el rostro, esperando que en esta ocasión en la vida del circense, su voto de confianza no cayera en saco roto. Y si lo hacía, bueno, advertidos estaban. Todos.

¡Bien! —se reacomodó en la cama con una actitud despreocupada que no sentía plenamente. Quería dar entender que las cosas estaban resueltas… y entonces vio y oyó a Ethan.

En un principio no entendió ni la marcha ni el tono en su voz. Se quedó mirando la puerta con una sola pregunta en mente: ¿he sido yo? A ver, quizás iba al baño, pero… ¿tan abrupto y sin decir nada de lo previo? ¿Habían sido las palabras de Damian o…? Miró al rubio de refilón, dudando. Situaciones así no le eran desconocidas, aunque no fueran en carne propia. A veces, cuando su madre le regañaba, su padre entraba en defensa, así fuera con una frase minúscula para mitigar algún daño o exponer otro punto, y en muchas de esas el mayor salía escaldado por poner en duda la autoridad de ella. No estaba seguro de si era el caso, si había dicho algo mal, aunque igual pudo notar el mordisco de la incertidumbre por quinta vez (sino más) esa noche. Santos, que cansado estaba.

Para cuando Ethan volvió traía consigo papeles y lápices, y el varmano se incorporó en el sitio, atento. La mención a un juego alivió los nudos que le amarraban, más cuando vio la naturaleza del mismo estos tiraron aún más fuerte. Por supuesto que estaba relacionado a todo el tema que había surgido de Damian, y sin embargo no podía evitar sentirse involucrado de alguna forma. La sensación se fue alisando en cuestión de segundos, pero la curva fue lo bastante pronunciada para leer la incomodidad en su rostro lo que tardó en asimilarla.

Ahora su problema era otro: el folio en blanco. Como si él también fuera un crío, escuchó las respuestas de sus compañeros con la esperanza de sacar una propia antes de que llegara su turno, sin mucho resultado. A uno le gustaban los abrazos, a uno no tanto, pensó en la tristeza de la madre de Aniol, que a Damian no le gustaba que le recordasen lo que era…

Pilló el lápiz y se quedó mirando al papel durante un par de eternos segundos.

Eeeh… Me gustaaa…
Gustarle a la gente. El vino de verano. Jugar a los dados. El chisme.
Eeeeem. Me gusta… Que me contéis historias de vuestro mundo —y entre paréntesis añadió, con una caligrafía de otra época, demasiado bonita: “de princesas guapas”—. Yyy no me gusta… que se digan palabras feas. Ah, pero tampoco me gusta que me despierten temprano... Bueno, para la siguiente —le tendió el papel y el lápiz a Ethan—. Oye, ¿entonceees te debemos todos un abrazo?

No se atrevió a mirarle a los ojos al decirlo, una anotación al aire que en realidad buscaba los agujeros de una molestia fantasma, hacer las paces por si acaso, aunque fuera con los niños.

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Raven
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Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75

Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga

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Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

26/10/23, 02:12 am
La pequeña conciliación que se formó gracias a su improvisada idea consiguió que poco a poco la calma fuera regresando a su cuerpo, aún con el cansancio llamando a la puerta el peso de la culpa se había esfumado para dar rienda suelta a la alegría que transmitían los pequeños compartiendo sus diferentes gusto y experiencias. Damian abriéndose eran noticias buenas un pequeño paso en la buena dirección que Ethan agradeció con una sincera sonrisa, le daba pena el tener que haber sido tan directo, pero al menos los resultados eran positivos y nadie había acabado mal.

Alegre escuchó los pedidos de todos: Los de Aniol le resultaban muy tiernos y respetuosos, los de Damian aún infantiles venían sellados con el intentó de mejorar y los de Nohlem lógicos y educativos, unos añadidos que iban a agradecer. Recogió el papel con una pizca de orgullo más por el conjunto que por la idea y se quedó unos segundos observando las diferentes caligrafías de los allí presentes. Con una sonrisa de complacencia asintió para sí mismo, inundándose de ánimo al ver lo bonito que había quedado y al comprobar que aún la fuente borrando sus diferentes idiomas natales no había logrado acabar con sus personalidades escritas en palabras. Escrituras tan diferentes como únicas donde le costaba descifrar la del italiano aún compartiendo idioma pero podía apreciar la cursiva elegante del pelirrojo y la redondez adorable del pequeño pocalo.

-Ay, si tuviera celo lo pegaba en la puerta, mañana veo donde lo coloco.

Les respondió enseñando el resultado antes de dejar con cuidado la hoja a las afueras de la tienda de campaña, en un lateral para que no la pisaran por error. Parte de sus nuevos ánimos eran gracias a la propuesta de Nohlem, que si bien había escrito por si los pequeños querían un beso de buenas noches  ahora que la veía dedicada hacía su persona le sacaba colores tímidos a relucir.

Un rosado pastel decorando unas mejillas embriagadas por tal tierna idea. Ethan se moría por un poco de contacto, por recibir el confort y la compañía ajena, ahora que se había separado momentáneamente de Aniol y del consuelo que daba tenerlo cerca no le importaba regalar abrazos si ellos querían. Por eso mismo le dedicó una sonrisa de medio lado al felino, aceptando su propuesta en la brevedad de sus palabras.

-Bueno, si queréis no me importaríaa… -Dejó caer un tanto avergonzado ante su propia propuesta. Cuando más se acercaba al varmano más vergüenza le daba aquel gesto, pero no estaba como para echarse hacía atrás y menos delante de los peques. Le dio un abrazo suave, pasando sus brazos por debajo de los del felino para rodear su espalda y apretar ligeramente como si fuera algún peluche gigante de feria. El calorcito propio de compartir ese gesto amistoso le sacó una risa muda y escueta, como un globo que se deshinchaba sin llegar a hacer ruido.

-Gracias.

Le susurró en bajito antes de que tomara de nuevo distancias, manteniendo ese murmullo como un sutil secreto entre ambos. No lo decía por nada, si no porque la excusa que le había dado le brindaba la oportunidad de poner un broche bien bonito a aquella noche, por eso, aún rompiendo el abrazo mantuvo una de sus manos en la baja espalda del granta, como símbolo de que aún no iba a regresar a su sitio y en vez de eso, estiro el otro brazo en el aire como una invitación a que los niños fueran junto a ellos

-¿Quién quiere un abrazo grupaal?
Aes
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Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.

Personajes : Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
Fleur: Humana (Francia)
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Aniol: Humano (Polonia)


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27/10/23, 11:42 am
Aniol comprobó con satisfacción cómo la idea de Ethan iba rulando de mano a mano en forma de hoja y lápiz, de una manera u otra el chico siempre acababa rodeado de papel así que si les pillaba La Navidad allí el polaco pediría cientos de folios para que el muchacho no se aburriera nunca.

Con una sonrisa y un ojo muy abierto se acercó a Damian para ver qué es lo que estaba escribiendo. Las letras eran extrañas envueltas en una caligrafía y un idioma que no debería entender desde que era incapaz de hablar en polaco y su pobre inglés. Pero aún así era un misterio que la letra horrible del italiano tuviera sentido.

A mi también me gusta que comamos todos juntos —comentó, rozando el hombro del niño con su melena y girando el rostro hacia el elfito—. ¡Y escuchar vuestras historias! Pero yo desde tempranito…. ¡Nohlem es un dormilón!

Aquel gusanillo en el estómago significaba que se lo estaba pasando bien. El falso techo y las falsas paredes de su refugio imaginario le otorgaban una tranquilidad fuera de lo común. Gracias a ese estado de calma no se sintió apartado cuando los dos mayores se fundieron en un abrazo cálido. Los ojos del churumbel hicieron chiribitas mientras guardaba silencio.

Pero qué buenos amigos eran.

Sus mejillas se encendieron al recibir la invitación para unirse a ellos a aquel espectáculo de sedas y tules sí, pero también de algodón.

¡Abracito grupal! —y prácticamente saltó sobre ellos en una amalgama de brazos y piernas imposibles—. ¡Mañana dormimos aquí otra vez! ¿A que sí? —su voz llegaría amortiguada desde el pecho del granta.

Antes de caer rendido Aniol rescataría la sensación que le producía esa cercanía tan física y familiar. Le contó a Ethan lo que se traía entre manos con la tribu para que por fin perteneciera a ella si quería, y soñó con un castillo enorme lleno de luces y joyas.

Soñó que Damian no se había criado en un circo, y que su mirada no era torva cuando hablaba de chicos delante suya.

Soñó que Nohlem no se quedaba tan pensativo a veces y en su lugar tocaba un piano de cola para un gran número de gente.

Y soñó con Ethan, ataviado con una pajarita y gemelos de papel en su traje de chaqueta. En sus tiempos libres era bombero porque ya no cojeaba.

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Isma
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Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Personajes :
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad.
Armas :
  • Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
  • Damian: Dientes
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03/11/23, 08:40 am
Una parte del italiano tenia una vergüenza terrible a que Aniol leyese lo que ha escrito. Escribir se le daba mal, eso era un dato que le recordaba Luciano cada dos por tres en el circo y esperaba algo así como un “no lo entiendo” o “que letra más fea”. Por suerte no dijo nada y pudo ver que no se le quitaba esa sonrisa de la cara que, mientras estuvo escuchando su reacción a los textos, se le contagió un poco juntando un poco de rubor por la vergüenza que le daba abrirse tanto.

Al menos Nohlem también lo hizo junto al resto, Damián prefería no ser el último y le alivió que fuese el de grandes orejas quien tuviese ese honor. Pudo reflejar esa curiosidad de Nohlem sobre los mundos de los demás en sí mismo, aunque por “mundo” entendiese conceptos más similares a los de un país o algo parecido a ello. Lo siguiente imaginó que se dirigía sobre todo a él, ya que le llamaron mucho la atención con las palabrotas. Todavía no estaba muy cómodo con todo eso y viró un poco su mirada hacia arriba.

Eso sí, escuchar a Aniol decir que Nohlem era un dormilón le sacó una risa que intentó silenciar sin lograrlo demasiado. La verdad es que en todos los madrugones que tuvo el circense no hubo día en que el pelinaranja no estuviese frito entre sus sábanas.

¡Si que lo es, siempre lo veo fritísimo! —aportó regalando un meneo al hombro de Aniol.

Bueno, lo del abrazo era algo que no se esperaba y Damian, dentro de sí mismo, quería hacerlo puesto que le agradaba hacerlo, era una muestra de cariño con la que estaba cómodo desde siempre y le otorgó el título de “lapa humana” por muchos en el circo. Los dos chicos decidieron tomar iniciativa y darse un abrazo bien afectivo, era curioso verlos así de cercanos y no sabía que entre ellos eran tan amigos, como él cuando abrazaba bien fuerte a Rag y a Airi después de los baños.

¡A-ah si! ¡Dadme unos abrazos! —y ahí se tiró a abrazar todo lo abrazable nada más le diesen carta blanca a hacerlo junto con Aniol. Damian intentó rodear a todos con sus brazos pero en su lugar consiguió que otro brazo ajeno le apretase aun más contra todos ellos—. Mhm —afirmó la propuesta del polaco con su moflete pegado a un hombro que no reconocía de quién era.

Ya era la segunda vez que lo aplastaban aunque esta era más agradable desde luego, se soltó y se preparó para dormir junto al resto. Cerró los ojos y viajaba por su mundo onírico, lleno de escenarios de circo, soldados, comida y sus nuevos amigos. Un escenario simplista e imposible donde un amalgama de todo lo que le gustaba yacía en su cabeza. Su madre por supuesto estaba ahí, tan radiante y fuerte como siempre, alegre de ver todo lo que su hijo había logrado descubrir.

Pero más alegre estaba Damian por verla de nuevo.
Kanyum
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Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
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Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
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03/11/23, 08:48 pm
Por la preocupación que aún no se había quitado de encima su reacción tuvo un retardo de un par de segundos, y no fue hasta que Damian le siguió el juego a Aniol que el varmano no pareció conectar neurona.

¡Dormir es muy importante! —se excusó en seguida, cero ofensa y mucha vergüenza risueña—. Soy más de crepúsculos que de amaneceres, ¿qué le hago? ¡Vosotros los humanos sois muy madrugadores!

Culpar a la especie siempre era una buena alternativa, por mucho que su flojera fuese una cuestión exclusiva y personal. Mientras tanto, Ethan lucía contento con el papel, aunque el granta seguía vigilando sus respuestas con cautelosa atención. Era hijo de su familia, tenía buen ojo para detectar el malestar que arrastraba un enfado mudo, casi más curtido en eso que en la joyería, pero los desconocidos siempre eran su propio universo. No había nada que encontrar, comprendió en cuanto este se le acercó de forma individual, pensando entonces que su idea había salido bien. Demasiado. Si acaso creyó que el chico abrazaría a los niños primero, que para cuando acabase con ellos el suyo sería anecdótico e incluso inexistente al ser los dos adultos, pero no. Ya era tarde para recoger cable, cómo no, y aunque sus orejas tirantes y su sonrisa se veía entorpecida por la timidez de tener público, Nohlem cumplió.

Él era una persona bastante física, pero su lenguaje corporal y sus muestras de afecto eran diferentes, en especial por quién y cuando se daban. Rodear una cadera o un hombro, besar manos, rozar mejillas o los leves cabezasos cariñosos… cosas que estaban reservadas alboroto o privacidad, a familia o amantes, no a amigos ni compañeros y lo que caía entremedias. Y sin embargo, aunque habría rematado el abrazo con un par de palmaditas en su hombro (el culmen de la incomodidad) esas “gracias” prudentes cambiaron el efecto. El moreno no tenía que darlas, había sido una proposición super tonta, pero contento como estaba de recibirlas, de que las cosas estaban bien, le estrujó con fuerza una última vez antes de dejarle ir. Su sonrisa recuperó soltura y un ronroneo se acurrucó tras su lengua, buscando salida a causa de esa mano que aún notaba en su baja espalda y el calorcito de la alegría. Para cuando los pequeños se unieron al conjunto, no obstante, ronroneó.

Que cosa más rara eran los abrazos, y que poco acostumbrado estaba a recibirlos porque sí.

Mañana y las noches que queráis —le respondió a Aniol, positivo a que no pasaría una sola noche solo. El intento de Damian de abarcar más con sus bracitos le hizo estrujarle con ganas, riendo por lo pegados que estaban en aquella agresión adorable.

Nohlem era una criatura sencilla, experto en sobrepensar y en dejar de hacerlo con poco. Por lo pronto esa noche no volvería a su hermana, ni a su futuro incierto ni a las riñas, sino al cándido regusto de las sonrisas y los cuentos de princesas.

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♪♫♬:
Raven
Raven

Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivación
Personajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75

Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga

Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.

Entre sedas y tules - Página 3 Empty Re: Entre sedas y tules

04/11/23, 06:20 pm
Ver como los niños hacían una inocente burla sobre lo dormilón que era Nohlem le llenó de una alegría extraña, un calor hogareño al que pusieron leña para reanimar las llamas, un crepitar que recordaba a una casa que si bien no era perfecta si era acogedora. No sería el mejor hogar, ni la mejor ciudad pero al menos entre aquellas ruinas aún quedaba amor y entre tanto polvo y ceniza había cabida para muestras de afecto tan cotidianas como aquella.

Un brazo rodeo a Nohlem por debajo pero el otro se acomodó entre los niños dándole a cada uno un besito dedicado en la raíz del pelo y un ligero estrujón menos fuerte que el del felino. Ojalá todas las noches así, ojalá esa despedida se repitiera cuantas veces quisieran. Aniol le contó en el confort de las sábanas sobre su tribu y si bien no encontró quizá la afirmación contundente que se podía esperar Ethan le dedicó una sonrisa, le acomodó la almohada y le prometió que otro día lo hablarían mejor pues ahora tocaba dormir. Una huida cobarde para un tema que le daba profundo miedo. Ya había perdido una familia, no quería formar otra tan repentinamente.

-Buenas noches, y claro, siempre que queráis aquí estaremos.

Y esa noche soñó, soñó con el mismo pequeño piso que tenía en Londres, pero esta vez estaba aún más vacío, no había memorias pues aún no había sido estrenado. Escuchó la puerta abrirse, dar paso a unos nuevos inquilinos que llegaban con la alegría y la euforia de quienes abrían un regalo. Vio las cajas y las maletas colocadas en la entrada, las risas y el esfuerzo compartido de subir unas escaleras de forma continua al no tener ascensor. Presenció las peleas por adueñarse de un cuarto ligeramente más grande que el otro y cómo movían con cuidado una televisión de segunda mano para adornar un salón vacío. Como unos puff hacían de sofá improvisado y una balda se llenaba de figuritas de origami a falta de tener libros que colocar. Vió el inicio de una vida que ya había perdido con el dolor que solo los sueños podían darte. Ninguno tenía forma, borrones sinuosos que se movían y hablaban a gritos a medida que la casa iba ganando color y personalidad propia. Un piso modesto, pequeño pero acogedor.

Y entonces lo escuchó, tan vivido como un recuerdo reciente.

-Bueno, vale, no es lo mejor, pero es nuestro y oye! ¡Tenemos baño y todo! Vale sí, obviamente la casa no iba a venir sin uno… EH! Intento ser positivo, un respeto. Buah mira esta increíble never… Vale eh, no se que es eso por si acaso no lo toques. Bueno a ver, podía ser peor. ¡Podríamos tener ratas! Imagínate el marrón, tendríamos que comprarles una jaula y ponerles motes absurdos… ¡Hombre claro! Si quieres las matO no te jode, nanai, si encuentras una enhorabuena, tenemos mascota.

¿Ethan?


Hubo un silencio, uno tan extraño que por un momento el sitio dejó de existir. Una pausa en la que la pared empezó a convertirse en piedra, donde el suelo pasó de una madera color cereza al pavimento blanco y frío del torreón. La silueta vagó con la misma velocidad inexplicable que el sueño le había concebido.

-Oye, no es mal lugar. Es…. es un inicio, no se de que pero eh, tenéis un sofá y todo, a nosotros nos costó años pillarnos uno. ¿Recuerdas?

Hubo una risa convertida en brisa, pues sin estar ahí, sin tener cuerpo, la sintió desordenar su flequillo como si acabaran de revolverle el pelo de la forma más afectuosa posible.

-Estarás bien, anima esa cara idiota.
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