Pozos

01/11/11, 09:16 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Barrio plagado de pozos de los que se obtiene el agua que fluye bajo la ciudad, además de una serie de curiosas criaturas acuáticas.

07/09/20, 04:52 pm

Estaba terminando el desayuno cuando escuchó el grito de Kradko. Estaba a punto de subir a las habitaciones cuando Lethe se adelantó. Confiaba en ella, sabía que la chica bicho estaría segura con ella, aunque estaba un poco preocupado por lo que hubiera pasado. Sin muchos más percances, pusieron rumbo hacia la zona de los pozos.

El camino fue muy tranquilo y, por precaución, se quedó cerca de Adam. Se había estado entrenando mucho e iba bien armado para defenderlos. Se sentía seguro a su lado, aunque últimamente sentía algo que no sabría describir...

Kahlo rompió el silencio una vez llegaron al lugar. El encuentro con la serpiente voladora le traía recuerdos de los primeros días. -¿Quién habría imaginado todo lo que ha pasado desde entonces?- pensó. -La verdad es que todavía me sorprende que sobrevivieras un tiempo aquí solo Adam. Hace falta ser muy valiente para eso.- le dijo al ruso.

La tranquila charla quedó de lado cuando se fijó en el lugar donde estaban las cestas. Había un chico, una chica manca y una chica más que tenía un brazo extraño de metal recogiendo la comida. Eran con toda seguridad otros cosechados, cosa que confirmó una de las jóvenes. Ambos grupos se habían puesto a la defensiva nada más encontrarse, pero se relajaron después (sobre todo el grupo en el que iba el ochrorio). Con su amabilidad y buenas maneras características, Chromsa se unió a la mediación: -Hola, soy Chromsa. Es justo lo que dice mi amigo Alec, también somos cosechados que vivimos cerca. Me alegra ver que hay más gente que está pudiendo sobrevivir- se fijó en el muñón de la chica -y lo siento por todo lo que hayais podido pasar.- Escuchó la pregunta de Adam y estaba bastante de acuerdo con lo que decía. La ciudad los había tratado mucho peor que a ellos, una ayuda seguro que les vendría bien. -Pues sí, podríamos repartir la comida según si os hace más falta. De hecho creo que podríamos hablarlo y ayudarnos, no hemos visto a otros cosechados desde el primer día. Bueno, excepto un encontronazo que tuvimos aquí con un lagarto grande.- dijo con una sonrisa agradable para transmitir la confianza que consideraba necesaria para disipar las dudas que pudieran tener sobre ellos. No lo recordó en ese momento, pero había algo que se le estaba escapando respecto a aquel día, pero que podría ser importante ahora mismo.

07/09/20, 05:27 pm

Kolja siguió todo el trayecto a la cabeza del grupo hasta que llegaron a los pozos. Algunos se pusieron a recordar los primeros días en aquel lugar y el encontronazo con la serpiente. Cuando Alec mencionó su papel en aquella salida soltó un gruñido de fastidio, lo que el recordaba era sobretodo la bronca que le echaron después, en su opinión todavía completamente injustificada. Y Adam los vio y se les unió. También fue allí donde se encontraron al maldito lagarto asesino, el motivo por el que se les ocurrió la idea del abordaje de bañeras, realmente. La verdad es que a pesar de los sustos, siempre habían sacado algo bueno de sus excursiones a los pozos.

Entonces fue cuando vio a los tres aliens. No eran de ninguna especie conocida, pero desde aquel pregón ya sabían que había varios mundos más, desde los que traían cosechados. Dejó hablar a sus compañeros, encogiéndose de hombros ante la propuesta de repartir los alimentos. La verdad es que no necesitaban tanto, conque mañana o pasado abordaran alguna bañera, tenían suficiente. Y aquellos tres desconocidos parecía que lo habían pasado bastante peor que ellos.

-Además, hay suficiente para todos, en cuanto levitemos las cestas que se han caído en los pozos- añadió, por decir algo.

07/09/20, 11:10 pm

El chico gris y la chica del hocico y el brazo mecánico fueron los primeros en suavizar sus posturas.

—Justo eso, sí —dijo la chica en respuesta tanto a Amira como a Adam.

—Somos más de tres, pero no por mucho —añadió el otro—. Mi nombre es Nori, ella —señaló a la irrense— es Reira y esta de aquí que parece que os va a saltar a la yugular es Keskit —acabó con algo de humor. Solo entonces la ulterana manca se destensó un poco.

—No iba a saltarle a nadie —refunfuñó Keskit.

—Claro que no, Kes.

Hubo un pequeño silencio que no pareció incómodo para ellos.

—Vivimos en un torreón que queda un poco lejos de aquí, se llama Maciel —retomó la palabra Reira—. Aunque no se puede saber sin mapa. —Agachó un segundo la mirada, insegura de cómo continuar—. El lagarto que decís… Si tenía escamas rojas y tres crestas se llama Setenta y siete. Fue compañero nuestro…

—Y básicamente, nos la jugó a todos —añadió Keskit, resolutiva—. En cuanto tradujimos hechizos suficientes nos robó los apuntes. Nos la clavó por la espalda, el muy bastardo. Para que os hagáis una idea, yo soy de las afortunadas —alzó el muñón e incluso les sonrió durante un instante, enseñando sus colmillos—. Su marcha no fue pacífica.

—Es la razón por la que estamos aquí —siguió Nori—, Setenta y siete ronda nuestro antiguo punto de abastecimiento. Si os lo cruzáis de nuevo os recomendamos que corráis.

—Y os agradecemos que estéis dispuestos a compartir...

Cuando uno de ellos les preguntó por un temblor, se miraron los tres confusos y negaron con la cabeza.

08/09/20, 02:17 pm

Bueno, pues esta vez no había serpiente, sino tres jóvenes de aspecto demacrado. Muy demacrado. No tenían nada que ver con Kirés o Wheem, lo suyo es como si estuvieran gritando a la miseria a pleno pulmón. Kahlo no acostumbraba a la hostilidad física, así que incluso cuando una de las chicas lucía como un animal acorralado la varmana no hizo ademán alguno de sacar su estoque, únicamente reposando la mano sobre la empuñadura. Tan solo podía fijarse en el brazo robótico de quien tenía hocico como ella, Reira. Media sonrisa se dibujó en su rostro tras el comentario ácido de Amira, rebajando sus nervios ante la respuesta positiva de los desconocidos.

Poco duró, porque la mención al lagarto gigante -no alado- hizo que sus alarmas volvieran a alzarse. Abrió los ojos como platos al recordar el horror del primer día e imaginar lo que convivir con él debió suponer, la horrible secuela que Kes demostraba en su muñón. Kahlo se llevó ambas manos al pecho mientras se sujetaba la una con la otra, como si temiese perder una también. Y como si fuera poco, ahora el enemigo tenía magia.

—Santísima tierra... —logró articular, abrumada. Por su cabeza ni siquiera cabía la posibilidad de unir fuerzas para ir todos contra él, acataría el consejo de huir a la primera ciegamente—. ¡Pero, por supuesto! —se adelantó tras la cuestión de compartir alimentos. No necesitaba saber más. Como bien decían sus compañeros, había suficiente para todos, y ahora con motivo de sobra—. ¡Dadnos un segundo!

Kahlo ni corta ni perezosa se acercó al pozo que tuviera más cerca, buscando aquel -o aquellos- que tuvieran cestas. Al dar con uno con contenido lanzaría el hechizo de levitación sobre dos cestas de una, esperando que alguno de sus compañeros ayudase con ellas. Lo cierto es que si había reaccionado tan deprisa sin presentarse siquiera era principalmente por no pararse a pensar en Setenta y siete, una respuesta nerviosa. El recuerdo le revolvía tanto las entrañas que, si le dedicaba medio segundo más sin moverse, sus piernas se sacudirían más que las plumas de un osogrifo en la época de muda.

08/09/20, 03:15 pm

Amira no hizo más preguntas, dejando primero que los desconocidos les respondieran a las que sus compañeros habían hecho. Eran ya suficientes como para cargarles con más. Les ofrecieron compartir la comida, algo con lo que Amira estaba de acuerdo: no les hacía falta llevarse toda, y ellos tendrían hambre y tampoco tenían buen aspecto. Por lo que parecía, también les habían llevado a la ciudad y estaban en su misma situación, solo que bastante peor. El lagarto asesino había estado con ellos, por lo visto, y había sido el causante de la pérdida del brazo de la chica de pelo azul.

—¡Pero será cabrón! ¡Pedazo de malparido! —Amira estaba furiosa. Aquel bicho era un asesino, les robaba la comida y encima traicionaba a sus compañeros de torreón en una situación tan jodida como la que estaban viviendo. Si estuviera en su mano poder acabar con el puto lagarto de una vez lo haría sin dudar. Sin embargo, sabía que no podría hacerlo, no sola (y por lo que Keskit decía, tampoco ir en grupo sería muy útil), y que huiría sin intentar enfrentarse a él como sugerían los macieleros.
Kahlo no tardó en ponerse a hacer levitar las cestas, y ella fue corriendo a ayudar a recogerlas para que la varmana pudiera ir a sacar más de los pozos.

—De verdad que no nos es problema compartir —añadió al ofrecimiento de sus compañeros—. Ya bastante dura es la situación como para no ayudarnos entre nosotros. No vivimos muy lejos de aquí, pero el torreón no aparece en los mapas: creo que es nuevo.
Las esperanzas de que aquel lagarto hubiera muerto en la ciudad se habían desvanecido del todo. Parecía que no iba a dejar de joderles hasta que pudieran volver a casa, no solo a ellos sino a todos los chicos que había en la ciudad.

08/09/20, 03:50 pm

Adam bajó el escudo, aliviado de que tuviesen en cuenta su sugerencia pero comprensivo por las dudas que Reina puso en su mirada. Tampoco parecían malas personas pero la asiática tuvo sus motivos para desconfiar.

—Yo no he sentido nada... —respondió a Alec, confundido.

Siguieron hablando y sacaron el tema del lagarto. Adam se puso blanco al escucharlos, siendo víctimas del monstruoso ser. El ruso tragó saliva, apretando los dientes con una furia de mil demonios.

—Hijo de puta… —la ira que reflejó en sus ojos crearon una marcada disonancia con el suave verde de sus iris. El solo pensar el breve encuentro que tuvieron y el miedo que pasaron no hizo más que empeorar la imagen empática del ruso que tuvo de ellos. <<Lo deben de haber pasado fatal, mierda>>, pensó aun con la rabia contenida, cerrando sus ojos de disgusto.

—¡Eso! ¡Por favor pedid lo que os haga falta! —se unió a Amira y Kahlo, deseoso de ayudar en lo que le fuese posible. En su interior tuvo un peligroso pensamiento de enterrar su espada en el pecho del lagarto, un pensamiento que lo asustó un poco.

09/09/20, 01:31 pm

Reina

El hedor ferreo que inundó el area le hizo perder la compostura. Arrugando la nariz, trató de averiguar de donde provenia, pero con todo lo que estaban lidiando, dudaba de si pudiera hallarlo. En aquella ciudad no era buena noticia, seguro. Sus ojos pasaron por la figura de Alec cuando aseguraba sentir temblores. Reina estaba segura de que no habia habido alguno. Lo cual le llevó a deducir que el estado mental del chico estuviera cerca de su límite. Siempre lo habia creido extraño y su trato con él podia describirse como limitado, pero quizás habia estado lidiando con más cosas que los demás. Aquella extraña combinacion de eventos casi le hace olvidarse de lo que de veras importaba, y eran los otros chicos.
Oir de ellos, compartiendo libremente aquella información, casi la hizo relajarse. Cierto era que quien habia abierto este dialogo a ciegas habia sido uno de los suyos, Reina se sintió aliviada de que, de momento, fuera unilateral. Buscaba cualquier sensación de hostilidad, cualquier trazo de traicion, pero lo cierto es que no podia deducir si mentian o no. Su corazón le decia que no podian mentir y se cuadraba con lo que ya sabian del lagarto. Ella no habia tenido el placer de cruzarse con aquel ser, pero por el caos que desataba esperaba nunca tener que hacerlo. Sin embargo se paró en seco. Los sentimientos podrian pensar lo que quisieran. El raciocinio no le permitia ser tan confiada, más bien al contrario. Permaneció hieratica unos instantes mientras los demás asumian por el resto del grupo que compartir era el camino hacia adelante.

La comida no escaseaba. De momento. Y de momento era todo lo que tenian. Un poeta dijo: En las nubes no se alzan montañas, sino al revés. Compartir mientras habia abundancia era fácil. Lo que quizás los demás niños no sabrian lidiar era si, a falta de abundancia, se vieran con el prospecto de tener que alimentar a otras personas que, a salvo de haber sufrido mucho, no sabian nada más. La ignorancia y la piedad iban de la mano y tan solo el ser humano erraba de tal forma. Mantuvo la sonrisa, por ahora. Al igual de la comida, aun habia abundancia para compartir. De momento.

—Por supuesto...— Reina se acordó de hablar. No iba a quedarse en silencio ante su petición, seria de mala educación. —Quizás este sea el comienzo de una fructifera relación. ¿Habria alguna manera de mantenernos en contacto? Podemos ser diferentes hasta un punto, pero la verdad es que todos tenemos en común esta situación que nos ha sido impuesta a la fuerza...—

10/09/20, 02:43 pm

Varios le respondieron que no habían sentido temblor alguno así que Alec descartó el pensamiento achacándolo a que solo había dado un mal paso y se había imaginado el resto.

Observó con una sonrisa como el resto del grupo estaba de acuerdo y cómo Kahlo se afanaba a levitar las cestas con comida que habían caído a los pozos.

El hecho de que el lagarto asesino le hubiera hecho aquello a un grupo de gente inocente no le sorprendía pero sí que le enfurecía. Lanzó una mirada a la chica de pelo azul a la que le faltaba un brazo, estaba claro que había sufrido mucho. Todos lo habían hecho claro.

-Oye chicos, ¿qué os parece si venís hasta nuestro torreón y os refrescáis allí antes de volver al vuestro? - propuso.- Así podemos repartir la comida en un lugar a salvo de cosas. Y también podríamos haceros una copia de nuestros hechizos.

11/09/20, 11:14 am

Cuando los cosechados explicaron su situación, Chromsa recordó con angustia lo que había olvidado. Setenta y siete les dijo que vivía en un torreón con más gente y concretamente era con aquellos que tenía delante. El miedo empezó a recorrer el cuerpo del ochrorio al imaginar a Mori, Keskit, Reira y sus otros posibles compañeros teniendo que convivir con aquel monstruo sin saber de lo que era capaz, creyendo que estaban a salvo. Además no era de eso solo lo que preocupaba a Chromsa. Si ya el lagarto era fuerte, si contaba con magia bien podría ser invencible para ellos. Si Keskit es de las que mejor habían salido de la huída del lagarto del torreón, no quería imaginar los horrores que habría hecho con el resto.

-Lo siento mucho.- fue lo único que pudo decir con aire desanimado después de la confesión de los cosechados. Le alegró no ser el único que sentía lástima por ellos y le animó ver que todos querían ofrecer ayuda. Añadió entonces: -¡Sí, sí, por favor! En el torreón se está mucho mejor que aquí fuera. Podeis descansar el tiempo que os haga falta y podemos ayudaros mejor. De hecho no se si podeis hacerlo, pero si las bañeras pasan cerca de vuestro torreón podríamos enseñaros la forma de conseguir comida sin tener que salir a buscarla.- El ochrorio estaba decidido a ayudarles en todo lo que fuera posible. Al fin y al cabo, estaban en la misma situación e incluso peor que su grupo.

12/09/20, 02:08 pm

Kolja miró a Alec cuando este dijo haber sentido un temblor y preguntó a los demás si ellos también lo habían sentido. Al igual que otros, el alemán no había sentido nada, por lo que simplemente negó con la cabeza. Entonces los del otro grupo les dijeron que habían estado compartiendo torreón con el lagarto asesino gigante. Kolja los miró con ojos como platos, no entendía como un torreón al completo podía haberse perdido la escena de la fuente, desde luego había causado suficiente revuelo como para que todo el mundo supiese que algo iba mal. Pero quizás ese mismo había sido el problema, que con todos huyendo de allí no hubiesen sido capaces de ver la razón de aquella estampida.

Cuando además les dijeron que el lagarto les había traicionado en cuanto descubrieron la magia y que habían peleado contra el, perdiendo compañeros y resultando gravemente heridos en el proceso, Kolja sintió como la rabia crecía en su pecho. Traicionar a sus compañeros de torreón de aquella manera, viviendo la situación en la que estaban, ese maldito sangre fría debía de ser un psicópata con todas sus letras. Ojala el frío que se estaba instalando el la ciudad lo estuviese debilitando, por que si se cruzaban con el Kolja no sabía si sería capaz de dejarlo estar y huir de allí.

Viendo que parecía que todos estaban dispuestos a compartir la comida, Kahlo se separó del grupo para ir levitando las cestas y Kolja la siguió, pensando en echarle una mano, puede que no tuviese magia para hacer levitar las cestas, pero tenía dos manos y bastante fuerza para poder cargar con ellas a la vieja usanza.

Entonces Alec les invitó a ir con ellos a su torreón. A Kolja le pareció demasiado precipitado, era verdad que estaban débiles y que no parecían una amenaza, pero invitarlos a su casa era un paso que él no hubiese tomado. No estaba en contra de compartir sus hechizos, pero podían haberlo echo otro día allí en los pozos, en un terreno neutral. Invitarlos a su casa..., eso entrañaba algunos riesgos. Sin embargo, no dijo nada. Esperaría a ver si más gente, a parte de Chromsa, estaba claro que el buenazo del ochrorio apoyaría la idea, estaba de acuerdo.

12/09/20, 02:36 pm

Los tres se miraron buscando acuerdo u oposición en la mirada del resto. Fue Nori quien finalmente respondió.
—Os estamos muy agradecidos por la ayuda. ¿Está vuestro refugio cerca de aquí, imagino? No me suena haber visto ningún torreón marcado en el mapa como el nuestro en esta zona...

—Si tenéis un mapa podemos marcaros la posición de nuestro torreón en él —dijo Reira—. Y... hum, tal vez sea mejor que por hoy volvamos con la comida: nuestros amigos nos esperan. Además, Jara no está con nosotros ni tenemos nuestros apuntes de magia.

—Jara es una repobladora, no sé si tendréis a alguno en vuestro grupo —explicó Nori—. Son pequeñitos y verdes —dijo mientras hacía un gesto con las manos para marcar unos cuantos centímetros—. Y es a la que mejor se le da la magia de todos.

—Si nos confirmáis que Setenta y siete no está rondando por esta zona podemos acompañaros parte del camino hasta vuestro refugio y volver mañana con Jara y los apuntes —les dijo Keskit.

Aunque tuviesen miedo, aquellos chicos habían sido igual de amables con ellos que el otro grupo.

13/09/20, 12:57 pm

Kahlo comprendía que pudieran estar abrumados por tantas propuestas, y aunque la invitación era una idea excelente, era normal que no la aceptaran de primeras. Si ellos desapareciesen por mucho rato los que se habían quedado esperando seguramente se asustasen. Al menos le alegró descubrir que esos tres no eran los únicos supervivientes de su grupo.

Se volteó al resto cuando preguntaron por un mapa, esperando que alguno lo llevase encima. Ella mientras se acercó a Reira para ofrecerle una de las cestas.

—Tomad, llevaos las que os hagan falta. ¿Cuántos sois en total? —no creía que la minicriatura verde consumiera mucho, pero lo mismo eran bastantes. Ahora tenía muchísima curiosidad por ver a la tal Jara. A lo mejor la magia se le daba tan bien como a ella, pero verlo de algo tan pequeño sería como poco fascinante—. Hace mucho tiempo no vemos a Setenta y siete por aquí, diría que es seguro —continuó, sin poner la mano en el asador. Hasta hace nada ella no era la que más salía precisamente—. Aún así es mejor ir con ojo... ni siquiera pensé que seguiría vivo.

13/09/20, 09:23 pm

Alguno de sus compañeros les sugirió a los recién conocidos que fueran hasta su torreón, y Amira dudó un segundo. ¿Era lo más sensato dejar que fueran hasta su casa cuando les acababan de conocer? Tal vez no, pero no hacerlo no era lo correcto. Estaban en una situación tan mala como ellos, y al fin y al cabo, ¿no habían hecho lo mismo con Adam? Le habían dejado quedarse con ellos porque estaba solo y en peligro, y aunque ellos no estuvieran solos (y vivieran en otro torreón) no dejaban de haber sufrido una experiencia traumática y ayudarles era lo correcto.

—Nuestro torreón tampoco viene en nuestro mapa —añadió, mirando a sus compañeros. ¿Lo había llevado alguno? —Parece que lo construyeron después de hacerlos o algo.

Parecía que a ellos tampoco les hacía gracia ir al refugio de unos desconocidos, ya que sus compañeros les esperaban, y no querían preocuparles. Les comprendía. Si ellos tardaban mucho probablemente Lethe, Luci y el resto se preocuparían, y no le gustaría aquello. No les estaba pasando nada malo, sí, pero los que se quedaban en el torreón no lo sabían. No pudo evitar sonreír al oír la descripción de la repobladora. Sonaba tan adorable que quería verla.
—Sí, hace mucho que no está. No deberíais tener problemas en volver —les dijo, tratando de quitarles el miedo. Si les podían enseñar donde estaba el torreón podrían verse y ayudarse, cosa que no estaba de más en la ciudad.

13/09/20, 10:35 pm

Adam estuvo contento con la reacción de todos ante la situación problemática del otro grupo, recordando lo diferente de su actuar con respecto al sueño que tuvo. Fue ese momento el que aseguro que siempre estuvo rodeado de personas maravillosas y bondadosas, las mismas que salvaron su vida sin pedir nada a cambio.

Negó con la cabeza ante las miradas de Amira y Kahlo, no llevó ningún mapa encima durante toda la salida.

Curioseó mentalmente al escuchar la descripción de la repobladora. ¿Es posible que un ser vivo inteligente midiese tan poco? Se le hizo muy curioso el hecho de que, si fuese cierto y no estuviesen exagerando, tantas especies variopintas estuviesen conviviendo en este mundo tan raro. Recordó algunas películas de ciencia ficción en las que existían gobiernos estelares de distintas razas alienígenas.

—Hace meses que no vemos a ese monstruo, no creo que aparezca de la nada. Pero para todo lo que necesitéis, lo que sea, nuestras puertas estarán abiertas para vosotros — reiteró esta vez sin pelos en la lengua.

El tema de la magia prefirió no tocarlo, ignorante sobre el tema de los hechizos traducidos que conocían algunos de sus compañeros.

14/09/20, 12:53 am

Reina

La insensatez dio pie al caos. Y mientras las cosas parecían apuntar a bien con el grupo, otros hacian por basicamente exponerse los unos a los otros. Pecar de inocencia era una cosa. Calma, calma. Reina sabia, que la paranoia no le llevaría a ningún lado. Si decían, y parecían demostrar, enemistad con el lagarto, todo podia ser mejor de lo que parecia.
Parecían bastante afectados por el lagarto y si bien, lo que habia oido de los demás es que aquel tipo, aquel alienigena podia ser un verdadero problema.... ¿Pero tanto como para lidiar con todos aquellos chicos? Estaban armados, pero ¿Seria suficiente?
—Mejor viajar en grupos siempre, no vaya ser que lo peor se presente. Pero tampoco a pararse mucho en ningún sitio, deberíamos movernos cuanto antes...— sus ojos se posaron en la chica de pelo oscuro sin brazos. Se preguntó que llevaría a alguien a perder un brazo y no morir desangrado. No había un hospital en la ciudad, que supieran. Izó una pregunta vaga, por curiosidad, pero tambien porque seria bueno saberlo.
—Una pregunta: ¿Tenéis algún tipo de médico, cirujano o sanador en vuestro torreón?— hizo un gesto correcto con las cejas, observando el muñon. —En nuestro torreon es todo gente muy joven, ningún adulto...—

15/09/20, 08:58 pm

Los cosechados ya estaban mucho más tranquilos. Chromsa se alegró de que aceptaran su ayuda, al fin y al cabo eran iguales en aquella ciudad. Fue por eso que comprendió por completo el por qué se negaban a ir al torreón. -Lo entiendo. Nosotros también tenemos compañeros esperando en el torreón.- dijo a Reira.

Al igual que Adam negó con la cabeza cuando Kahlo se volteó para ver si alguien llevaba un mapa encima. Justo después con la descripción de la tal Jara el ochrorio empezó a imaginársela maravillado. Por supuesto que había visto distintos seres de otros mundos, algunos más grandes y otros más pequeños, pero nunca se le habría ocurrido que hubiera alguien así de pequeño por Rocavarancolia. Debía ser aún más difícil que para el resto sobrevivir en la ciudad con ese tamaño, aunque la magia podía compensarlo un poco. -(Tengo ganas de conocerla)- pensó.

-Es eso, hace mucho que no lo vemos. No creo que ande cerca, pero ir con cuidado siempre es buena opción.- añadió con una sonrisa amable. En aquel lugar en pocos sitios se podía estar seguro, pero Chromsa quería tener la esperanza de que Setenta y Siete no volvería. A saber de lo que sería capaz ahora...

La pregunta de Reina le hizo fijarse en un detalle mejor. Curar una herida es fácil, pero estabilizar a alguien al que le falta un brazo no parecía una tarea sencilla. -Me imagino que ha sido cosa de magia curativa, aunque solo es una suposición.- dijo como respuesta a la terrestre y como duda que esperaba respeta al pequeño grupo. Si resulta que sí tenían un médico, aquello podría ser un encuentro incluso mejor de lo que estaba siendo.

15/09/20, 11:27 pm

Alec no comentó nada acerca del lagarto gigante pues sus compañeros lo dijeron por él. Era cierto que hacía mucho que no lo veían y ahora sabían por qué.

-El torreón está por aquí cerca - asintió.- Pero creo que no hemos traído mapa, esta zona ya la conocemos de memoria y no nos hacía falta. Pero vaya, si os subía a cualquier edificio de esta zona es fácil de ver - comentó con una sonrisa amable.- Pero podéis acompañarnos un poco en el camino y lo veréis por vosotros mismos.

>>Podéis venir de visita cuando queráis, estoy seguro de que a los que se quedaron en el torreón no les importará.

Aún así aquel grupo le parecía muy pequeño incluso si decían que les quedaban compañeros.

-¿Os habéis encontrado con alguien más en la ciudad? Nosotros nos hemos encontrado con dos ciudadanos y con el fantasma de la biblioteca. Lo digo porque igual no estáis al tanto de las leyes que les impiden ayudarnos - preguntó con curiosidad.

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