Torreón Sendar
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Rocavarancolia Rol
15 participantes
- Rocavarancolia Rol
Torreón Sendar
19/09/12, 10:54 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Ya antes de la Batalla de Rocavarancolia éste era uno de los mayores torreones de la ciudad. Quedó destruido por un explosivo que le arrancó sus cuatro plantas superiores, dejando tan sólo dos, aunque más tarde se reformó convirtiéndose en un torreón de cuatro plantas. Su base es circular y está protegido por un foso frente a la puerta, mientras que en la parte trasera hay un risco de varios metros de profundidad.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
Tiene un patio empedrado muy pequeño acoplado a la parte trasera, con sitio para que una o dos personas entrenen. Una estatua pegada al muro representa una figura envuelta en túnicas cuya nariz y barbilla sobresalen de entre los pliegues. Alguien le pintó un bigote ridículo y una perilla garabateada con carbocillo mezclado con grasa.
La planta baja es un salón circular dividido en una gran sala central con cocina y salón y tres dormitorios pequeños que la rodean. Las escaleras, que están tras una puerta, llevan al resto de plantas del torreón. En el sótano hay una armería con mazmorras, en la primera planta hay cinco habitaciones medianas y dos baños, y en la segunda hay tres dormitorios grandes. La última planta no contiene nada salvo unas escaleras que llevan a la azotea, delimitada por un muro simple de escasa altura.
- Recetario integral de Persilia Sukaldaria:
- RECETARIO INTEGRAL DE PERSILIA SUKALDARIA
Libro de unas 150 páginas encuadernado en cuero. El título está escrito con letras cursivas y enrevesadas y un poco de relieve que ocupan toda la cubierta, donde no hay ninguna ilustración. En la parte trasera hay una sinopsis escrita en un recuadro decorado.
Sinopsis
¿Aburrido de cocinar siempre lo mismo? Adéntrate en mi recetario integral, donde he volcado años de experimentación combinando las delicias de todos los mundos conocidos. Entrantes, picoteo, postres y todo tipo de platos tradicionales con una vuelta de tuerca… ¡las mezclas de sabores nunca vistas conquistarán tu paladar y el de tus comensales!
Más de 100 increíbles recetas.
¡Incluye un anexo de venenos que se camuflarán perfectamente en tus platos y un grimorio de cocina con los hechizos imprescindibles para cualquier chef!
Anexo
LOS VENENOS MÁS DISCRETOS
Tanto si quieres provocar una diarrea como si tienes más interés en matar a comensales indeseados (…) este anexo imprescindible en cualquier recetario que se precie (…).
(La página está rota y, el resto de este anexo, arrancado).
GRIMORIO DE COCINA DE PERSILIA SUKALDARIA
Todo cocinero debe dominar estos hechizos, a los que he hecho referencia a lo largo del recetario. Descubre conmigo cómo realizarlos si todavía no los conocías.- Leyenda de colores y niveles:
- Mago
Brujo alto
Brujo bajo
• ¿Tienes carnes difíciles de cortar y despiezar? Prueba con el hechizo de corte.- Instrucciones:
- Corte: invoca un diminuto filo invisible de ondas que hace un corte en la superficie señalada. Hay muchas variaciones de este hechizo que, a altos niveles, permiten hacer cortes enormes o en profundidad. Un brujo bajo suele ser capaz de hacer rasguños en carne desprotegida o tallar madera. Un brujo medio podría cortar madera, arañar metal o hacer cortes superficiales en carne desprotegida. Mientras que un cosechado nivel mago podría hacer arañazos más profundos en el metal o tajos sobre carne.
Como hechizo físico que es, sus efectos dependen de la dureza y resistencia del material objetivo.
Lanzamiento a ojo, los gestos de la mano delimitando la dirección de los cortes. Conjuración rápida.
• ¡Con el hechizo de homogeneización no vuelvas a dejarte los brazos batiendo!- Instrucciones:
- Hechizo de homogeneización (*): hechizo que acelera la homogeneización de un líquido, suele aparecer un pequeño torbellino. En su defecto, implica que el líquido dé vueltas.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• No encontrarás nada más rápido para encender el fuego que esto: hechizo de invocar llamas.- Instrucciones:
- Invocar llamas (**): Un brujo bajo puede hacer algunos chispazos y llamas de vela (*). Un brujo alto puede invocar llamas ligeramente más grandes que las de vela que, si es hábil o controla bien el hechizo, puede manejar con las manos sin que le quemen (**). Un mago puede encender hogueras pequeñas en poco tiempo e invocar fuegos de antorcha (***).
Importante: Estas llamas no pueden arrojarse como proyectiles ya que necesitan sustentarse o bien en la magia de quien las invoca o bien en un combustible (madera, grasa...) y si se alejan demasiado del invocador y carecen de combustible, se apagan. Sin embargo pueden usarse como arma de corta distancia.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida.
• También es importante conocer estas soluciones para medir la temperatura, la concentración de sal, la presión dentro de la olla, la densidad de un líquido o el tiempo hasta que esté listo tu plato:- Instrucciones:
- Hechizos medidores de magnitudes sencillas: forman una pequeña esfera fantasma que cambia de color según la intensidad de la magnitud a medir. Son diferentes variedades de un mismo hechizo que permiten medir la temperatura, la presión, la densidad de un material, el tiempo (para lo que hacen falta conocimientos adicionales y nivel de brujo alto para configurar el medidor), o la concentración de un determinado soluto (posible a niveles a partir de brujo alto).
Si una esfera no está configurada, ésta tenderá a habituarse a la cantidad de magnitud a la que esté expuesta y la establecerá como su nuevo punto de equilibrio, asociándola con el color intermedio.
Lanzamiento por voluntad. Conjuración rápida-media.
• La solución más rápida para calentar o enfriar tus platos rápidamente es, sin duda, el hechizo térmico.- Instrucciones:
- Térmico: aumenta o disminuye notablemente la temperatura de un objeto de tamaño pequeño (*). Con práctica pueden limitarse esos cambios a una dirección controlada por el mago (chorros de calor, [**]). Puede anclarse a una sala concreta, creando una cámara frigorífica (***): no obstante es necesario repetir varias veces el hechizo si se quiere usar una habitación como congelador ya que este hechizo supone solamente un descenso térmico. Van de fuera a dentro.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida-media.
• ¿Quieres catar la comida solo con el aroma? ¿Estás en otra habitación y necesitas saber que no se te esté pasando la comida? El hechizo de amplificación sensorial del olfato es un aliado imprescindible.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial olfativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores nasales. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• O, si quieres disfrutar de la comida como nunca, prueba esta otra variante: el hechizo de amplificación sensorial del gusto.- Instrucciones:
- Amplificación sensorial gustativa:(**) magnifica los impulsos que llegan al cerebro por parte de receptores del gusto. Los nervios se vuelven hipersensibles a la transmisión de percepciones, pero ello no significa que éstas lleguen más rápido.
• ¿Te ha quedado muy aguada la comida? ¿Has echado demasiada agua a esa sopa? No te preocupes, ¡hay solución! ¡El hechizo de drenaje!- Instrucciones:
- Hechizo de drenaje: deseca superficies húmedas, evaporándolas o más comúnmente trasladando dicha humedad a otro recipiente deseado succionándola. Es un hechizo simple en su formulación pero con amplia variabilidad de potencia: puede secar desde un dedal de agua a un lago según la energía que aportes. (disponible a cosechados hasta el límite de sus fuerzas).
Lanzamiento por área. Conjuración rápida.
• ¿El aspecto de tu comida no es el que esperabas? ¿Quieres un resultado digno de reyes? Emplata como un profesional con el moldeado de materia orgánica.- Instrucciones:
- Moldear materia orgánica (**): el hechizo reblandece la materia al contacto con la piel del usuario, dejándola así por un tiempo. Sin embargo no altera su naturaleza, lo que moldees seguirá siendo lo que era aunque cambie de forma.
Lanzamiento por contacto, a ojo en el caso de hechiceros más experimentados. Conjuración rápida-media.
• Si el anterior era una maravilla infravalorada, este es una verdadera joya infravalorada. ¡Olvídate de desastres y queda bien siempre con tus invitados con el Nudo de Cerática!- Instrucciones:
- Nudo de Cerática (*): ¿harto de que se le desmoronen los sándwiches de más de dos pisos? ¿Cansado de que, al cortar una tarta, la mitad de la nata que la rellena se salga por los lados? ¡No se preocupe más! El Nudo de Cerática tiene la solución. Con este simple hechizo, podrá hacer una hamburguesa de diez pisos, luego cortarla en rodajas perfectas, ¡y hacerse un bocadillo de hamburguesa! El Nudo de Cerática lo mantiene todo en su sitio perfectamente. ¿Los sanjacobos le estallan llenándole el plato de queso? ¿Teme morder un taco por miedo a llenarse el regazo de salsa picante? ¡Se acabó, gracias al Nudo de Cerática! ¡No me puedo creer que no sea una variación del hechizo tapón!
El Nudo de Cerática se anula al cortar rodajas o mordiscos lo suficientemente finos, o con los ácidos gástricos. Cuesta más cuanto más endeble, complejo y líquido sea su sándwich.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
• ¿A tu comida le falta esa chispa de color que hace que se coma con los ojos? ¿O quieres darle un toque exótico? Si no tienes colorantes alimentarios a mano, el hechizo de cambio de color será tu mejor aliado.- Instrucciones:
- Cambio de color: hechizo que sirve para colorear materia. No se limita a aplicar una capa de color externa o modificar el color de la superficie, sino que cambia el propio color que posee un material, dejando una pequeña huella mágica reconocible mediante hechizos específicos. Se puede graduar: aplicar colores diferentes (en todos los sentidos), hacerlo uniforme, solo en cierta parte del material, etc.
- Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
- Los cosechados nivel mago pueden modificar completamente el tono (aunque todavía quedará algún matiz del antiguo). Con esfuerzo puede aprender a aplicar leves matices y gradaciones no muy extremas. Necesitan (*****) para objetos grandes.
- A partir del nivel moderado bajo se pueden aplicar colores y gradaciones sin límite en cualquier objeto, costando más energía y concentración cuanto mayor sea el tamaño de la cosa en cuestión y cuandos más colores y matices quieran usarse.
Lanzamiento a ojo. Conjuración media a larga (dependiendo de las cláusulas que tenga). - Los brujos altos pueden cambiar el matiz del color original, manteniéndolo uniforme y sin controlar los matices y gradaciones que surjan de la mezcla entre el nuevo tono y el antiguo. Cuesta (***) para objetos pequeños y (****) para objetos medianos.
• ¿Le falta aroma a tu plato? ¿O tienes algún ingrediente que ocultar a tus comensales? Mejora o altera las propiedades organolépticas de la comida con el hechizo de olor falso.- Instrucciones:
- Hechizo de olor falso (*): El hechicero que lo realice puede hacer que aquello que toque desprenda un olor que tiene que ser muy familiar para aquel que realiza el hechizo. El coste aumenta a medida que aumenta el área afectada por el hechizo. El olor se va de golpe a los tres días. Más convincente será el engaño cuanto con más detalle lo recuerde el mago, aunque hay que tener en cuenta que el olor resultante puede verse afectado por la subjetividad del que realice el hechizo, al basarse en sus recuerdos al fin y al cabo.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
• ¿Harto de que se te derramen líquidos en la cocina? Hechiza tus recipientes con la maravilla infravalorada que es el hechizo tapón.- Instrucciones:
- Hechizo tapón (*): hechizo que impide que un líquido se derrame de su recipiente.
Lanzamiento por área, aplicado generalmente a la boca del recipiente. Conjuración muy rápida.
• ¿Tienes las manos de mantequilla? Literal, o figuradamente. ¡Endurece tus tarros de cristal con la protección contra ruptura!- Instrucciones:
- Protección contra ruptura (**): aplicado a objetos frágiles, evita que se rompan con tanta facilidad. A más resistencia que se quiera incrementar y mayor la superficie del objeto encantado, más energía requiere.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración rápida-media.
• ¿Te has manchado cocinando? El hechizo de limpieza de ropas es la solución.- Instrucciones:
- Limpieza de ropas (**): elimina manchas, arrugas y limpia en general las prendas de ropa que desee el mago (es un agregado de varios hechizos unificados en uno solo).
Lanzamiento por anclaje. Conjuración muy rápida.
• O también, si sueles quemarte cocinando (a ti, o tus pertenencias), también tienes solución con el hechizo ignífugo.- Instrucciones:
- Hechizo ignífugo (**): encanta prendas de ropa, personas u objetos para que sean inmunes a fuego normal.
Lanzamiento por anclaje. Conjuración media.
- Grimorio para principiantes de Platero:
- Barrera de inercia:
- -Barrera de inercia: (***) de nombre engañoso (no es una barrera en absoluto) en el área delimitada impide que cualquier objeto o persona desprotegidos sean levantados del suelo, y que los atrae irremediablemente hacia el suelo si ya están en el aire. No obstante, también impide cualquier acción voluntaria que implique levantar ambos pies del suelo a la vez, como saltar o emprender el vuelo (se puede correr pero con más torpeza). Si se invoca mientras el objetivo está en el aire, al caer lo hará infaliblemente pies por delante.
Físico. Lanzamiento por área. No es inversible, lo que quiere decir que incluso el lanzador, si está en el área delimitada, se verá afectado. Conjuración media.
- Campo de fuerza:
- -Campo de fuerza (** el espacio para una persona, una campana grande ***, el espacio equivalente a una habitación ****): en forma de media esfera (con una especificación puede formar una esfera completa) bloquea proyectiles de tamaño considerable como si éstos hubieran chocado ante una barrera invisible, en un radio variable según la destreza del mago.
Físico. Inversible. Lanzamiento por área. Conjuración rápida-media.
- Curación nívea:
- -Curación nívea: (****) (utilizable cerca de la Luna Roja). Combate venenos que cursan con fiebre y repara quemaduras; actúa a modo de incentivo para que el organismo siga funcionando y reparándose a sí mismo. Evita que la sangre se coagule y que los órganos se colapsen, además de ejercer un efecto refrescante sobre el organismo en general. No obstante no puede mantener indefinidamente con vida a un moribundo: el organismo depende cada vez más de ese impulso artificial y usarlo en demasía puede provocar que si se le deja a solas empeore considerablemente.
Lanzamiento por área: se hace un barrido con la mano que abarca al área quemada o a la persona envenenada. Es necesario que se aplique sucesivas veces y con regularidad, del mismo modo que se debe renovar una cataplasma o emplasto.
Conjuración media-larga.
- Desvío:
- -Desvío (**, pero variable a más según la potencia de lo desviado): Interfiere en la trayectoria de un hechizo que ya haya sido lanzado. Requiere gestos intuitivos para desviar el encantamiento en una dirección u otra. Siempre requiere menos energía que bloquearlo o disolverlo, pero también reflejos. Si el hechizo es demasiado potente, probablemente no se podrá desviar lo suficiente o hacerlo requerirá demasiada energía. (El coste orientativo indicado arriba es el que ofrecerán unos hechizos ofensivos de potencia moderada en términos de cosechado: se han obviado los más débiles porque normalmente ésos no suelen constituir una verdadera amenaza, y los que les sean lanzados con verdaderas intenciones de daño les costarán más) Si se desvía a demasiada poca distancia el coste será prácticamente el mismo que el de bloquearlo: si se hace a distancia cercana pero prudencial (la típica en duelos de magia) una unidad menos, si se tiene cuidado de poner distancia de unos cuantos metros llegará a dos unidades menos.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.
- Hechizo de impacto:
- -Hechizo de impacto: potente golpe mágico que actúa como una bola de demolición (***). Puede gradarse hacia abajo para actuar a modo de empujón de moderado (*) a potente (**).
Lanzamiento por disparo de alcance largo. Conjuración media.
- Levitación:
- -Levitación: un hechizo exigente mentalmente, cansa más de lo acostumbrado. Cuando una persona levita lo más normal es caminar sobre el aire; uno puede dejarse arrastrar simplemente por el hechizo sin moverse, pero la sensación de indefensión es mayor.
Lanzamiento a ojo. Conjuración rápida.- Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Brujos altos: Un baúl con poca práctica, una persona (***) con práctica.
- Magos: Una persona con algo de práctica, objetos muy pesados (****)con mucha práctica.
Si el objeto que levantado es un puñado de botones (los cuales entran en la categoría de objeto ligero) contarían como un solo asterisco. Lo que cuesta más es la concentración necesaria para mantener tantos objetos distintos en el aire a la vez. - Brujos bajos: objetos ligeros (por ejemplo una manzana)(*) con poca práctica, un baúl (**) con práctica.
- Parálisis:
- -Parálisis (***): envuelve al objetivo en un aura azulada al lanzarlo. Sus efectos duran cerca de una hora si se aplica a una única persona. Inmoviliza por completo, y su coste aumenta proporcionalmente a lo voluminoso del objetivo.
Lanzamiento por disparo de alcance corto, por contacto o por área a varios objetivos. Conjuración media.
- Traspaso de energía:
- -Traspaso de energía: no un hechizo en sí, aunque necesita de un chispazo de magia para arrancar. No obstante la energía puede tomarse de alguien no mágico (los efectos se detallan en el post de Sistema de magia). El proceso es perceptible para ambas partes y puede gradarse a voluntad: no obstante si el traspaso de energía es excesivo por parte de la parte emisora y ésta se desmaya o pierde el conocimiento, el enlace entre ambas personas se rompe y el traspaso se interrumpe. Es el mecanismo de funcionamiento de muchos amuletos.
Lanzamiento por contacto. Conjuración muy rápida.
Notas:
-Este grimorio también contiene varios de los hechizos que también venían en el libro de cocina (corte, térmico...).
-También pueden aprender de él cómo anclar hechizos.
-A lo largo de los meses se irán traduciendo más hechizos y añadiéndolos a esta lista.
- Ver mensajes archivados:
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Sendar
10/04/23, 01:28 pm
Para regocijo de Tawar, la grieta en el suelo y sus moradores eran lo suficientemente amenazadores para que siguieran buscando refugio lejos de allí o de evitar cualquier intento de cruzarla. Habían visto una estructura de piedra enorme destacando por encima de las cuevas más pequeñas que yacían en ruinas a su alrededor, y le habían llamado "torre" o "torreón". Cuando la vio cada vez más de cerca desde la cabeza de Nohlem, aventuró para sus adentros que allí debían vivir gigantes, igual que en los edificios que elle había confundido con cuevas. Sería como las cabañas de ramas y hojas que se hacían en su colonia, solo que aquellas casas eran tremendas y hechas en mayor parte con rocas. Los métodos para levantarlas, en cambio... eso ya era savia digna del bosque de cristal: un misterio, quizá un fenómeno alimentado por dones propios.
No obstante, pese a la maravilla que sentía al aproximarse al edificio, le fue quedando cada vez más claro por las conversaciones que pretendían entrar y apropiarse de este. No podía hacer nada por evitar que entraran, pues eran muchos quienes lo vieron adecuado y allá que fueron. Agradeció eso sí que el varmano se quedara al margen momentáneamente, más aún en cuanto empezaron los insultos, los gritos, los ruidos... ¡Habían entrado en la guarida de algún gigante peligroso! ¡Y encima iban así, como si nada, con gigantes jóvenes que armaban escándalo!
Acabó haciéndose un ovillo sobre la cabeza del chico. Temblaba con el retumbar de los pasos y las voces de sus compañeros, y se cubría la cabeza con más fuerza con cada nuevo ruido sin explicación. Por eso no supo responder cuando Nohlem le preguntó, pero hizo un esfuerzo cuando también se sumó Rick a la preocupación sobre elle. Se irguió lo justo sobre las piernas, lo justito para que asomara su cabeza sobre el cabello del varmano y miró al otro. Le hizo un gesto para que se acercara y entonces se acercó a la oreja derecha de Nohlem, de nuevo. Les respondería, sí, pero entre susurros.
—No me ha pasado nada, aún no, más allá de matarme a sustos. A esos gigantes que nos acompañan, en cambio, les falta bosque, y se los van a comer. ¿Por qué han entrado así? ¡Puede haber gigantes más grandes y con savia más agria que la vuestra!
Hacía aspavientos de frustración y claramente se notaba que estaba haciendo esfuerzos por no mover el pelo de Nohlem ni golpearle por accidente. Bastantes quebraderos de cabeza, y nunca mejor dicho, le estaba dando al gigante amable. Al final se sentó, con las piernecitas rozando la patilla del chico. Y suspiró, frustrade. Sabía que no podía convencer a un grupo tan grande y tan extraño.
—¿De verdad nos vamos a quedar ahí? ¿No habrá ningún refugio en las montañas o los bosques?
No obstante, pese a la maravilla que sentía al aproximarse al edificio, le fue quedando cada vez más claro por las conversaciones que pretendían entrar y apropiarse de este. No podía hacer nada por evitar que entraran, pues eran muchos quienes lo vieron adecuado y allá que fueron. Agradeció eso sí que el varmano se quedara al margen momentáneamente, más aún en cuanto empezaron los insultos, los gritos, los ruidos... ¡Habían entrado en la guarida de algún gigante peligroso! ¡Y encima iban así, como si nada, con gigantes jóvenes que armaban escándalo!
Acabó haciéndose un ovillo sobre la cabeza del chico. Temblaba con el retumbar de los pasos y las voces de sus compañeros, y se cubría la cabeza con más fuerza con cada nuevo ruido sin explicación. Por eso no supo responder cuando Nohlem le preguntó, pero hizo un esfuerzo cuando también se sumó Rick a la preocupación sobre elle. Se irguió lo justo sobre las piernas, lo justito para que asomara su cabeza sobre el cabello del varmano y miró al otro. Le hizo un gesto para que se acercara y entonces se acercó a la oreja derecha de Nohlem, de nuevo. Les respondería, sí, pero entre susurros.
—No me ha pasado nada, aún no, más allá de matarme a sustos. A esos gigantes que nos acompañan, en cambio, les falta bosque, y se los van a comer. ¿Por qué han entrado así? ¡Puede haber gigantes más grandes y con savia más agria que la vuestra!
Hacía aspavientos de frustración y claramente se notaba que estaba haciendo esfuerzos por no mover el pelo de Nohlem ni golpearle por accidente. Bastantes quebraderos de cabeza, y nunca mejor dicho, le estaba dando al gigante amable. Al final se sentó, con las piernecitas rozando la patilla del chico. Y suspiró, frustrade. Sabía que no podía convencer a un grupo tan grande y tan extraño.
—¿De verdad nos vamos a quedar ahí? ¿No habrá ningún refugio en las montañas o los bosques?
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Torreón Sendar
11/04/23, 09:48 am
Ethan no parecía darse cuenta de que momentos antes en su cabeza había pensado mal de él, en cambio se acercó rebuscando en sus bolsillos y alegando que no le pasaría nada. Aniol extendió la palma de la mano hacia arriba, con expresión curiosa mientras contemplaba más de cerca las cicatrices del británico, quién parecía esconder más secretos tras aquel rostro marcado.
—Yo… ¡Por supuesto! —aquello era todo lo que necesitaba y Ethan se lo estaba dando sin darse cuenta. Una distracción, un propósito o quizá sentirse útil y arropado en un entorno hostil. En su hogar los refuerzos positivos y gestos de afecto eran constantes, y aunque diferente aquello era lo más parecido que había tenido desde que se despidió de su madre antes de perderse en el bosque. Los ojos color miel del niño se pusieron un poco brillosos dejando ver lo sensible que era ante pequeños estímulos como ese, y luego con su otra mano intentó tapar la figura de papel como si fuera a salir volando de un momento a otro— La cuidaré por ti, prometo que no le ocurrirá nada —la fantasía y el melodramatismo de Aniol hacían que pareciera una decisión de vida o muerte por su tono de voz. Su mirada tardaría en despegarse de la grulla, tomando consciencia de su fragilidad.
Como Räg también creía que ese torreón podía ser su casita el niño se internó en sus dimensiones, dando lugar a un salón muy espacioso, algo sucio y lúgubre. Como era de esperar su atención se centró en una única cosa y sintió una punzada al darse cuenta de que a simple vista carecía de ella.
—Un hogar no es un hogar sin chimenea donde poder calentarse al fuego… chicos… quizá deberíamos buscar otro sitio —dijo, repitiendo las palabras con un matiz adulto impropio de él, ya que esas palabras pertenecían a su abuela. Para el pequeño era motivo suficiente para abandonar el lugar, pero de repente una sarta de insultos por parte de Damian le distrajo, provocando que frunciera el ceño apretando los labios y haciendo más visible su hoyuelo en la barbilla. Se giró hacia el Señor Perro Grande, horrorizado y sin ser capaz de contestarle al italiano como hubiese querido, en su lugar quiso dedicarle unas palabras de consuelo al canino, tal y como hacía su hermana cuando alguien se metía con él en el cole—. No… no eres un bicho raro… que lo sepas… —Aniol empezaba a sentir cierta responsabilidad por corregir los errores del otro niño, a lo mejor no quería que pensaran que él también era así de maleducado—. Bueno… mi hermana Nelka siempre dice que todos somos bichos raros, pero que no pasa nada por eso. Si quieres puedo ayudarte a encontrar… una palangana —el aspecto del perrito o su propia existencia seguía impresionando a Aniol, lo mismo le ocurría con Räg. Pero no se dejaría vencer por su miedo a lo desconocido. Al fin y al cabo se llevó media de su corta vida pidiendo un mundo de fantasía y no todas las criaturas de cuento tenían que ser bonitas. ¿No?
Al poco se quedó prácticamente solo en la habitación, Abel salió con la chica hermosa a una especie de patio y el resto se dividió en las plantas superiores o inferiores. Casi lo agradeció ante tanto cuchillo y espada, no quería saber nada de eso. La poca gente restante subió a toda prisa cuando un nuevo grito se escuchó arriba. Estuvo a punto de subir al pensar que se trataba de Ethan pero luego le dio algo de miedo al discernir que Kalna y Connor reñían a Damian muy fuerte.
—Hola, me llamo Aniol —el polaco aproximó entonces distancias con el chico de cabello rojizo. Sentía algo de miedo y soledad, y de momento necesitaba orbitar a un adulto de manera constante. Por la expresión del niño era evidente que trataba de distraerse de lo que fuera que estuviera ocurriendo más allá de las escaleras donde el Señor Perro Grande permanecía quieto—. Sólo por asegurarme… ¿Eres un elfo de la navidad? Y tú… ¿Un hadita? —esbozó una tonta sonrisa aún protegiendo la grulla de papel con sus manos haciendo de cascarón protector—. Me gustan mucho las hadas… yo… ¡Sulo suy un humano! Estos cuernos son mentira, es un disfraz.
—Yo… ¡Por supuesto! —aquello era todo lo que necesitaba y Ethan se lo estaba dando sin darse cuenta. Una distracción, un propósito o quizá sentirse útil y arropado en un entorno hostil. En su hogar los refuerzos positivos y gestos de afecto eran constantes, y aunque diferente aquello era lo más parecido que había tenido desde que se despidió de su madre antes de perderse en el bosque. Los ojos color miel del niño se pusieron un poco brillosos dejando ver lo sensible que era ante pequeños estímulos como ese, y luego con su otra mano intentó tapar la figura de papel como si fuera a salir volando de un momento a otro— La cuidaré por ti, prometo que no le ocurrirá nada —la fantasía y el melodramatismo de Aniol hacían que pareciera una decisión de vida o muerte por su tono de voz. Su mirada tardaría en despegarse de la grulla, tomando consciencia de su fragilidad.
Como Räg también creía que ese torreón podía ser su casita el niño se internó en sus dimensiones, dando lugar a un salón muy espacioso, algo sucio y lúgubre. Como era de esperar su atención se centró en una única cosa y sintió una punzada al darse cuenta de que a simple vista carecía de ella.
—Un hogar no es un hogar sin chimenea donde poder calentarse al fuego… chicos… quizá deberíamos buscar otro sitio —dijo, repitiendo las palabras con un matiz adulto impropio de él, ya que esas palabras pertenecían a su abuela. Para el pequeño era motivo suficiente para abandonar el lugar, pero de repente una sarta de insultos por parte de Damian le distrajo, provocando que frunciera el ceño apretando los labios y haciendo más visible su hoyuelo en la barbilla. Se giró hacia el Señor Perro Grande, horrorizado y sin ser capaz de contestarle al italiano como hubiese querido, en su lugar quiso dedicarle unas palabras de consuelo al canino, tal y como hacía su hermana cuando alguien se metía con él en el cole—. No… no eres un bicho raro… que lo sepas… —Aniol empezaba a sentir cierta responsabilidad por corregir los errores del otro niño, a lo mejor no quería que pensaran que él también era así de maleducado—. Bueno… mi hermana Nelka siempre dice que todos somos bichos raros, pero que no pasa nada por eso. Si quieres puedo ayudarte a encontrar… una palangana —el aspecto del perrito o su propia existencia seguía impresionando a Aniol, lo mismo le ocurría con Räg. Pero no se dejaría vencer por su miedo a lo desconocido. Al fin y al cabo se llevó media de su corta vida pidiendo un mundo de fantasía y no todas las criaturas de cuento tenían que ser bonitas. ¿No?
Al poco se quedó prácticamente solo en la habitación, Abel salió con la chica hermosa a una especie de patio y el resto se dividió en las plantas superiores o inferiores. Casi lo agradeció ante tanto cuchillo y espada, no quería saber nada de eso. La poca gente restante subió a toda prisa cuando un nuevo grito se escuchó arriba. Estuvo a punto de subir al pensar que se trataba de Ethan pero luego le dio algo de miedo al discernir que Kalna y Connor reñían a Damian muy fuerte.
—Hola, me llamo Aniol —el polaco aproximó entonces distancias con el chico de cabello rojizo. Sentía algo de miedo y soledad, y de momento necesitaba orbitar a un adulto de manera constante. Por la expresión del niño era evidente que trataba de distraerse de lo que fuera que estuviera ocurriendo más allá de las escaleras donde el Señor Perro Grande permanecía quieto—. Sólo por asegurarme… ¿Eres un elfo de la navidad? Y tú… ¿Un hadita? —esbozó una tonta sonrisa aún protegiendo la grulla de papel con sus manos haciendo de cascarón protector—. Me gustan mucho las hadas… yo… ¡Sulo suy un humano! Estos cuernos son mentira, es un disfraz.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torreón Sendar
11/04/23, 01:26 pm
Damian buscaba y buscaba pero parecía no encontrar por ningún lado a aquella misteriosa bruja que lo acogió en ese nuevo sitio con gusanos gigantes y castillos. Esperaba cruzarse con aquellos juguetes con vida pero muy por el contrario no había nada, solo escuchaba su propia voz y unos pasos que estaban detrás suyo.
Notó una mano grande apoyarse sobre su hombro de forma no muy amigable y eso lo hizo alterarse. ¿Sería Ethan? No se sentía particularmente mal pero se esperaba regaños por semejante patada, el propio italiano sentía el pie medio dormido del impacto. En el circo lo regañaban mucho por hacer travesuras pero aquello de tener a otro de su edad y que le prestasen más atención que él era una situación completamente nueva. Al final fue el pelogallo quien lo regañó, que también era de esperar. Aquel hombre demostró tener un humor de perros, muy serio con todo y no lo entendía.
—¡N-no fui yo, ha sido-!
Enmudeció de pronto ¿Qué podía contestar? Aquel tío era intimidante y ancho, solo se quedó con una mirada de pocos amigos y cuando ya pensó en lo que quería decir Ethan se… ¿se puso a mentir?
Damian no entendía. ¿Era tonto Ethan? Airi y Rayín subieron y el italiano bajó la cabeza. Fue sobre todo por la presencia del lagarto que sintió una pizca de culpabilidad encima. Lo que desencadenó ese ataque de rabia y celos no le empezó a gustar al italiano, encogiendo el rostro. La bondad de Ethan no la sintió merecida, parecía querer defenderlo. Lo miró extrañado, pensando por qué se puso ahora de su lado cuando antes prefirió a Aniol y le dio un regalo.
Sin tiempo a hacer nada, Connor se pronunció acusándolo sin ningún filtro. Le aceleró el pulso cuando vio a Kalna subir con aquel tocho de espada, esa mujer no estaba bien de la cabeza. Esperando lo peor, se llevó otra leve colleja que, incluso, le hirió en el orgullo el triple. El chulo, para rematarlo del todo, lo agarró de la enorme camiseta de tirantes levantándolo como antes y mirándolo con esos ojos afilados. Damian apretó los dientes, la frustración y la confusión por todo el entorno desconocido lo mataban por dentro y el nudo en la garganta se hizo grande y desagradable.
Ya cuando terminó la tortura verbal y las amenazas lo tiró al suelo. Incapáz de mantener el equilibrio se cayó en sus posaderas, aguantando muchísimo sus ganas de estallar en lágrimas tensando sus pequeños puños. Quería ver a su madre de nuevo, sentirse rodeado entre sus brazos y mimos dando razón a sus acciones “malas”.
—Solo quería saber donde esta Akeyo… Y. Y. ¡Y también me da coraje que él tenga regalo y yo no! —se veía de lejos que el chico estaba haciendo todo su esfuerzo por no llorar, mordiendo su labio y coloreando su rostro de un leve rojo, arqueando sus cejas en la congoja.
Como un instinto de cobardía, se acercó a Rayín y se adhirió a sus ropajes de nuevo estando a sus espaldas. Miraba de vez en cuando a Ethan, consciente de que llevaba encima su chaqueta.
—Ella... Ella me prometió poderes. Quiero encontrarla y volver al circo coño, ¿por qué no me ha acompañado? Odio todo esto, joder —dijo, frustrado por todo y asqueado de sentirse tan mal por la regañina.
Damian, para no variar, no se enteró de casi nada del discurso de antes. Tenía un objetivo en mente y le preocupaba que la búsqueda se le alargase demasiado, se negaba a esperar tanto.
Notó una mano grande apoyarse sobre su hombro de forma no muy amigable y eso lo hizo alterarse. ¿Sería Ethan? No se sentía particularmente mal pero se esperaba regaños por semejante patada, el propio italiano sentía el pie medio dormido del impacto. En el circo lo regañaban mucho por hacer travesuras pero aquello de tener a otro de su edad y que le prestasen más atención que él era una situación completamente nueva. Al final fue el pelogallo quien lo regañó, que también era de esperar. Aquel hombre demostró tener un humor de perros, muy serio con todo y no lo entendía.
—¡N-no fui yo, ha sido-!
Enmudeció de pronto ¿Qué podía contestar? Aquel tío era intimidante y ancho, solo se quedó con una mirada de pocos amigos y cuando ya pensó en lo que quería decir Ethan se… ¿se puso a mentir?
Damian no entendía. ¿Era tonto Ethan? Airi y Rayín subieron y el italiano bajó la cabeza. Fue sobre todo por la presencia del lagarto que sintió una pizca de culpabilidad encima. Lo que desencadenó ese ataque de rabia y celos no le empezó a gustar al italiano, encogiendo el rostro. La bondad de Ethan no la sintió merecida, parecía querer defenderlo. Lo miró extrañado, pensando por qué se puso ahora de su lado cuando antes prefirió a Aniol y le dio un regalo.
Sin tiempo a hacer nada, Connor se pronunció acusándolo sin ningún filtro. Le aceleró el pulso cuando vio a Kalna subir con aquel tocho de espada, esa mujer no estaba bien de la cabeza. Esperando lo peor, se llevó otra leve colleja que, incluso, le hirió en el orgullo el triple. El chulo, para rematarlo del todo, lo agarró de la enorme camiseta de tirantes levantándolo como antes y mirándolo con esos ojos afilados. Damian apretó los dientes, la frustración y la confusión por todo el entorno desconocido lo mataban por dentro y el nudo en la garganta se hizo grande y desagradable.
Ya cuando terminó la tortura verbal y las amenazas lo tiró al suelo. Incapáz de mantener el equilibrio se cayó en sus posaderas, aguantando muchísimo sus ganas de estallar en lágrimas tensando sus pequeños puños. Quería ver a su madre de nuevo, sentirse rodeado entre sus brazos y mimos dando razón a sus acciones “malas”.
—Solo quería saber donde esta Akeyo… Y. Y. ¡Y también me da coraje que él tenga regalo y yo no! —se veía de lejos que el chico estaba haciendo todo su esfuerzo por no llorar, mordiendo su labio y coloreando su rostro de un leve rojo, arqueando sus cejas en la congoja.
Como un instinto de cobardía, se acercó a Rayín y se adhirió a sus ropajes de nuevo estando a sus espaldas. Miraba de vez en cuando a Ethan, consciente de que llevaba encima su chaqueta.
—Ella... Ella me prometió poderes. Quiero encontrarla y volver al circo coño, ¿por qué no me ha acompañado? Odio todo esto, joder —dijo, frustrado por todo y asqueado de sentirse tan mal por la regañina.
Damian, para no variar, no se enteró de casi nada del discurso de antes. Tenía un objetivo en mente y le preocupaba que la búsqueda se le alargase demasiado, se negaba a esperar tanto.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Torreón Sendar
11/04/23, 05:17 pm
Cierto, Rick no era como el resto. Ahora que tenía la oportunidad de hablar con él y entender lo que decía, viendo sus ojos dispares bajo la luz del sol (y no en el hueco de unas escaleras) a Nohlem le gustaba más. Le dedicó una pequeña sonrisa; no le convencían del todo sus palabras aunque apreciaba que alguien de su especie mostrase más decencia. A los niños se les pasaban esas cosas con el tiempo, sí, si por tiempo entendemos “años”. Él no quería pasar ni tres días allí.
—Claro… los nervios.
A él también le habían jugado malas pasadas y sentía que había empezado con mal pie con algunos, pero el comportamiento de Damian era exagerado. Las dudas que por respeto él no quería pronunciar fueron expuestas igualmente por el lagarto y de manera menos elegante por el lobo, y por mucho que la falta de modales distara de gustarle no pudo evitar empatizar y sofocar una risa por sus maneras. No le culpaba. Rick -como buen caballero- preguntó por Tawar y este reaccionó por fin. Su oreja derecha se alzó un poco para atender.
—No lo sé —respondió por partida doble, tanto al lobo como a le pequeñe en su cabeza—. Es casi como si estuvieran acostumbrados a colarse en sitios ajenos —continuó en voz baja. No quería susurrar por no hacer el feo a los demás pero mantendría la privacidad si era lo que Tawar deseaba. Justo en ese momento vio a la hija de Márika subir armada, imagen que le añadió cuatro capas de ironía a todo. Ya podría haber un gigante agresivo con savia sabor a carbón ahí dentro, que no querría estar en su pellejo—. Por lo pronto… —no quiso decir que sí. A él tampoco le gustaba la idea de pasar la noche ahí pero era lo que había—. ¿Pero tú has visto bosques? Porque por ver yo no he visto un mísero árbol en todo el camino. Y Varmania… o sea, mi mundo —se corrigió— está repleto de ellos.
Nohlem tenía verdadera curiosidad por la respuesta que pudiera darles Rick sobre como eran los críos de su especie, si de verdad era algo cultural o un caso aislado, pero igual que Rick era la excepción en la norma respecto a los humamones, el otro niño, Aniol, se les acercó y se dirigió directamente a él de una forma completamente distinta a como lo había hecho Damian con el lobo.
—Hola —respondió con voz suave, tanteando sus intenciones—. ¿Un elfo de la navidad…? —abrió un poco más los ojos, con la duda surcándole el rostro—. No sé lo que es un elfo… Yo soy Nohlem, un varmano. Y este es Tawar —agachó un poco la cabeza (con cuidado siempre) para que Aniol viese mejor a su compañere sin importunar al misme. La manera en la que especificó que sus cuernos eran de mentira -algo obvio a sus ojos- le arrancó una sonrisa. Bendita inocencia, aquello confirmaba que era una cuestión de crianza y no de especie—. Que bonitos, Aniol. Oye, a lo mejor si me cuentas como son los elfos puedo decirte si soy uno o no. Quizás es solo que en tu mundo los varmanos nos llamamos diferente.
Lo dudaba pero… bueno, él mismo había creído que el lagarto era un augurio y seguía pensando en Tawar como un espíritu del bosque. Por lo menos el primero ni de coña lo era, solo se lo había parecido en la oscuridad, pero si a él como adulto le había pasado de un niño con mucha más imaginación era totalmente esperable.
—Claro… los nervios.
A él también le habían jugado malas pasadas y sentía que había empezado con mal pie con algunos, pero el comportamiento de Damian era exagerado. Las dudas que por respeto él no quería pronunciar fueron expuestas igualmente por el lagarto y de manera menos elegante por el lobo, y por mucho que la falta de modales distara de gustarle no pudo evitar empatizar y sofocar una risa por sus maneras. No le culpaba. Rick -como buen caballero- preguntó por Tawar y este reaccionó por fin. Su oreja derecha se alzó un poco para atender.
—No lo sé —respondió por partida doble, tanto al lobo como a le pequeñe en su cabeza—. Es casi como si estuvieran acostumbrados a colarse en sitios ajenos —continuó en voz baja. No quería susurrar por no hacer el feo a los demás pero mantendría la privacidad si era lo que Tawar deseaba. Justo en ese momento vio a la hija de Márika subir armada, imagen que le añadió cuatro capas de ironía a todo. Ya podría haber un gigante agresivo con savia sabor a carbón ahí dentro, que no querría estar en su pellejo—. Por lo pronto… —no quiso decir que sí. A él tampoco le gustaba la idea de pasar la noche ahí pero era lo que había—. ¿Pero tú has visto bosques? Porque por ver yo no he visto un mísero árbol en todo el camino. Y Varmania… o sea, mi mundo —se corrigió— está repleto de ellos.
Nohlem tenía verdadera curiosidad por la respuesta que pudiera darles Rick sobre como eran los críos de su especie, si de verdad era algo cultural o un caso aislado, pero igual que Rick era la excepción en la norma respecto a los humamones, el otro niño, Aniol, se les acercó y se dirigió directamente a él de una forma completamente distinta a como lo había hecho Damian con el lobo.
—Hola —respondió con voz suave, tanteando sus intenciones—. ¿Un elfo de la navidad…? —abrió un poco más los ojos, con la duda surcándole el rostro—. No sé lo que es un elfo… Yo soy Nohlem, un varmano. Y este es Tawar —agachó un poco la cabeza (con cuidado siempre) para que Aniol viese mejor a su compañere sin importunar al misme. La manera en la que especificó que sus cuernos eran de mentira -algo obvio a sus ojos- le arrancó una sonrisa. Bendita inocencia, aquello confirmaba que era una cuestión de crianza y no de especie—. Que bonitos, Aniol. Oye, a lo mejor si me cuentas como son los elfos puedo decirte si soy uno o no. Quizás es solo que en tu mundo los varmanos nos llamamos diferente.
Lo dudaba pero… bueno, él mismo había creído que el lagarto era un augurio y seguía pensando en Tawar como un espíritu del bosque. Por lo menos el primero ni de coña lo era, solo se lo había parecido en la oscuridad, pero si a él como adulto le había pasado de un niño con mucha más imaginación era totalmente esperable.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torreón Sendar
11/04/23, 07:32 pm
No le dio la impresión de que Nohlem creyera sus palabras, aunque no lo culpaba. De momento solo era una teoría, la que consideraba más factible y que esperaba por el bien de la convivencia que sucediera.
Tawar reaccionó a la preocupación de ambos, surgiendo desde el cabello del chico de una forma un tanto adorable y les llamó, acercándose el humano al instante con curiosidad. La posible preocupación que tuviera pasó a la calma y hasta le apareció una leve sonrisa tonta con lo que contaba. No dejaba de ser una crítica en realidad, pero las palabras y sobre todo aquella expresión se le hacían familiares. -(Lo que decía, nervios)- pensó confirmando de momento su idea. Iba a contestarle cuando tanto Rägjynn como Szczenyak también preguntaron al respecto. Teniendo en cuenta que Serena y Abel se habían ido y Aniol era pequeño, le había tocado ser el embajador de la humanidad a la fuerza, lo cual lo estaba abrumando un poco con tanta pregunta. Buscando las palabras sobre la marcha explicó: -Pues... Es algo así como las "zonas" que dices. La Tierra es un mundo con muchos países con culturas diferentes e incluso en un mismo sitio puede haber diferencias importantes según las circunstancias de la persona. Quiero decir, solo hay que ver a los que venimos de allí para notar esa diversidad. Y me temo que sí, a veces hay gente que es imbécil con los que son diferentes a ella.-
Iba a añadir algo como que " tal vez fuera la impresión de ver a alguien de otro mundo" para dar el beneficio de la duda al chaval cuando Kalna apareció a toda velocidad con una espada, cosa que lo llevó a exclamar: -¿¡Qué diablos!?- Aunque las implicaciones de que tuvieran armas en el sótano eran interesantes cuanto menos, la atención de Rick se dirigió a las escaleras por las que subió la chica y a la que se disponían a subir también el lagarto y Airi. Por lo escuchado después del grito confiaba en que no fuera nada, pero antes de que subieran dijo: -Si de verdad hay peligro, avisad.- Se estaba encargando de que nada apareciera por la entrada, pero si ya había alguien dentro iría al instante a protegerlos. Esperaba que no fuera el caso.
Rick se mantenía "en calma" con las manos en los bolsillos de la gabardina, pero su expresión tensa hacía notar que estaba atento para subir a la menor señal. Se sumó a lo que decía Nohlem mientras tanto: -No se cómo será tu mundo, pero al menos en el mío los edificios sirven de hogar y refugio. Esto queda bastantes siglos atrás comparado a las casas actuales, pero te aseguro que tenemos más probabilidades de sobrevivir aquí que al aire libre.- Tampoco es que aquella torre les asegurara nada sin saber lo que habría por la ciudad, pero de momento parecía un lugar tranquilo.
El otro niño, Aniol, se acercó a ellos. Le daba ternura el chico, más aún comparado con lo diferente que era de Damian. Entre las preguntas tan inocentes que hizo y que todo parecía ir en orden arriba (si por orden se entiende que le estaban echando una bronca a Damian por haber hecho alguna trastada), Rick relajó su expresión y se unió a la conversación compartiendo la ilusión del chiquillo. Nohlem parecía que ya se había contagiado de ella; le estaba cayendo bastante bien. -Quien sabe, tal vez podrían serlo o nos encontramos con alguno por aquí- dio su opinión con voz suave y juguetona. Añadió con seguridad: -Lo que sí podemos decir seguro es que, a su manera, son aliens como E.T. o Alf.- Aquello era un hecho, parte del grupo venía de otros planetas y, aunque distaban de ser como los de las pelis, seguían siendo extraterrestres. Teniendo eso en cuenta y que la magia parecía existir, que hubiera elfos y hadas era cada vez más posible.
Tawar reaccionó a la preocupación de ambos, surgiendo desde el cabello del chico de una forma un tanto adorable y les llamó, acercándose el humano al instante con curiosidad. La posible preocupación que tuviera pasó a la calma y hasta le apareció una leve sonrisa tonta con lo que contaba. No dejaba de ser una crítica en realidad, pero las palabras y sobre todo aquella expresión se le hacían familiares. -(Lo que decía, nervios)- pensó confirmando de momento su idea. Iba a contestarle cuando tanto Rägjynn como Szczenyak también preguntaron al respecto. Teniendo en cuenta que Serena y Abel se habían ido y Aniol era pequeño, le había tocado ser el embajador de la humanidad a la fuerza, lo cual lo estaba abrumando un poco con tanta pregunta. Buscando las palabras sobre la marcha explicó: -Pues... Es algo así como las "zonas" que dices. La Tierra es un mundo con muchos países con culturas diferentes e incluso en un mismo sitio puede haber diferencias importantes según las circunstancias de la persona. Quiero decir, solo hay que ver a los que venimos de allí para notar esa diversidad. Y me temo que sí, a veces hay gente que es imbécil con los que son diferentes a ella.-
Iba a añadir algo como que " tal vez fuera la impresión de ver a alguien de otro mundo" para dar el beneficio de la duda al chaval cuando Kalna apareció a toda velocidad con una espada, cosa que lo llevó a exclamar: -¿¡Qué diablos!?- Aunque las implicaciones de que tuvieran armas en el sótano eran interesantes cuanto menos, la atención de Rick se dirigió a las escaleras por las que subió la chica y a la que se disponían a subir también el lagarto y Airi. Por lo escuchado después del grito confiaba en que no fuera nada, pero antes de que subieran dijo: -Si de verdad hay peligro, avisad.- Se estaba encargando de que nada apareciera por la entrada, pero si ya había alguien dentro iría al instante a protegerlos. Esperaba que no fuera el caso.
Rick se mantenía "en calma" con las manos en los bolsillos de la gabardina, pero su expresión tensa hacía notar que estaba atento para subir a la menor señal. Se sumó a lo que decía Nohlem mientras tanto: -No se cómo será tu mundo, pero al menos en el mío los edificios sirven de hogar y refugio. Esto queda bastantes siglos atrás comparado a las casas actuales, pero te aseguro que tenemos más probabilidades de sobrevivir aquí que al aire libre.- Tampoco es que aquella torre les asegurara nada sin saber lo que habría por la ciudad, pero de momento parecía un lugar tranquilo.
El otro niño, Aniol, se acercó a ellos. Le daba ternura el chico, más aún comparado con lo diferente que era de Damian. Entre las preguntas tan inocentes que hizo y que todo parecía ir en orden arriba (si por orden se entiende que le estaban echando una bronca a Damian por haber hecho alguna trastada), Rick relajó su expresión y se unió a la conversación compartiendo la ilusión del chiquillo. Nohlem parecía que ya se había contagiado de ella; le estaba cayendo bastante bien. -Quien sabe, tal vez podrían serlo o nos encontramos con alguno por aquí- dio su opinión con voz suave y juguetona. Añadió con seguridad: -Lo que sí podemos decir seguro es que, a su manera, son aliens como E.T. o Alf.- Aquello era un hecho, parte del grupo venía de otros planetas y, aunque distaban de ser como los de las pelis, seguían siendo extraterrestres. Teniendo eso en cuenta y que la magia parecía existir, que hubiera elfos y hadas era cada vez más posible.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Sendar
11/04/23, 08:10 pm
Airi solo pudo observar con la boca abierta todo lo que sucedió tras llegar al piso superior. Ethan parecía querer fingir que no había ocurrido nada, pero Connor le corrigió enseguida. Las cejas de Airi se fruncieron al oír que el niño había agredido a Ethan sin razón aparente, convenciéndose definitivamente de que el niño tenía que estar asalvajado.
Pese a su conclusión, terminó apartando la mirada mientras le reñían. La escena era muy incómoda de presenciar, pero no se podía defender a Damian en absoluto después de lo que había hecho. En su tribu, sin embargo, no habrían tratado así a nadie, aunque tampoco había niños tan maleducados como aquel. Tal vez era lo que solían hacer los sin espinas, pero no le parecía correcto. Peor que el golpe de Kalna fue cómo Connor elevó a Damian por la camiseta. Airi se revolvió con incomodidad, pero decidió esperar y observar con el corazón en un puño.
Sintió alivio cuando los pies del niño regresaron al suelo, que duró poco al ver que se caía. Pero, al menos, parecía que todo había terminado. Damian pasó cerca de Airi para agarrarse a las ropas de Rägjynn y proferir más lamentos. Podía entender aquellos sentimientos, seguramente todos habían estado lidiando con ellos como podían desde que se habían despertado en esa ciudad. Tenía que ser peor para los que eran aún más jóvenes y, a sus ojos, Damian tendría diez años o menos. Airi inspiró antes de abrir la boca, tratando de calmarse, pues Kalna y Connor le infundían demasiado respeto.
—Creo que lo mejor sería que nosotros volviésemos abajo —propuso, mirando a Damian y luego a Rägjynn—. Dejemos que ellos exploren el resto de plantas y nosotros mientras probamos a ver si se puede encender la cocina para calentar esto un poco —improvisó. Lo único que quería era separar al niño de los mayores por ahora e intentar hablar con él sin que este se sintiera intimidado, y sin que los otros volvieran a perder los papeles. La regañina estaba zanjada, y los ánimos allí no eran los apropiados para una conversación tranquila. Solo quería hablar, llegar al fondo de por qué se comportaba así y comprenderle un poco mejor. Si entre tanto se calmaban los ánimos, mejor para todos.
Airi esperaba que el resto entendiesen sus intenciones, especialmente Rägjynn, que parecía ser de quien el niño se fiaba más ahora mismo. Damian no necesitaba más violencia, pero tampoco lo iba a tratar como si fuese inocente después de lo que había visto y oído. Miró con seriedad a los mayores, tratando de darles a entender que no se tomaba el asunto a la ligera y que tampoco trataba de librar al niño de las consecuencias de sus actos. Al mirar a Ethan, en sus ojos también se filtró la preocupación, aunque parecía que el dolor de este había ido remitiendo.
Pese a su conclusión, terminó apartando la mirada mientras le reñían. La escena era muy incómoda de presenciar, pero no se podía defender a Damian en absoluto después de lo que había hecho. En su tribu, sin embargo, no habrían tratado así a nadie, aunque tampoco había niños tan maleducados como aquel. Tal vez era lo que solían hacer los sin espinas, pero no le parecía correcto. Peor que el golpe de Kalna fue cómo Connor elevó a Damian por la camiseta. Airi se revolvió con incomodidad, pero decidió esperar y observar con el corazón en un puño.
Sintió alivio cuando los pies del niño regresaron al suelo, que duró poco al ver que se caía. Pero, al menos, parecía que todo había terminado. Damian pasó cerca de Airi para agarrarse a las ropas de Rägjynn y proferir más lamentos. Podía entender aquellos sentimientos, seguramente todos habían estado lidiando con ellos como podían desde que se habían despertado en esa ciudad. Tenía que ser peor para los que eran aún más jóvenes y, a sus ojos, Damian tendría diez años o menos. Airi inspiró antes de abrir la boca, tratando de calmarse, pues Kalna y Connor le infundían demasiado respeto.
—Creo que lo mejor sería que nosotros volviésemos abajo —propuso, mirando a Damian y luego a Rägjynn—. Dejemos que ellos exploren el resto de plantas y nosotros mientras probamos a ver si se puede encender la cocina para calentar esto un poco —improvisó. Lo único que quería era separar al niño de los mayores por ahora e intentar hablar con él sin que este se sintiera intimidado, y sin que los otros volvieran a perder los papeles. La regañina estaba zanjada, y los ánimos allí no eran los apropiados para una conversación tranquila. Solo quería hablar, llegar al fondo de por qué se comportaba así y comprenderle un poco mejor. Si entre tanto se calmaban los ánimos, mejor para todos.
Airi esperaba que el resto entendiesen sus intenciones, especialmente Rägjynn, que parecía ser de quien el niño se fiaba más ahora mismo. Damian no necesitaba más violencia, pero tampoco lo iba a tratar como si fuese inocente después de lo que había visto y oído. Miró con seriedad a los mayores, tratando de darles a entender que no se tomaba el asunto a la ligera y que tampoco trataba de librar al niño de las consecuencias de sus actos. Al mirar a Ethan, en sus ojos también se filtró la preocupación, aunque parecía que el dolor de este había ido remitiendo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Sendar
11/04/23, 10:05 pm
Parecía finalmente que no pasaba nada y que solo había sido un susto… pero esa no era toda la verdad. El culpable del grito de Ethan sí había sido Damian, pero la historia era bien distinta a como la contaba el chico mayor. Connor se encargó de explicar lo que realmente había ocurrido y Räg permaneció unos buenos segundos sin saber qué decir, completamente anonadado por el comportamiento del niño. Las explicaciones que les había dado Rick hacía un momento tenían sentido, pero aun así le costaba asimilar cómo podía comportarse alguien de aquella forma. A su pesar, tuvo que observar sin decir nada como Kalna volvía a propinarle una colleja al pequeño: a fin de cuentas él había hecho mucho más daño a Ethan. Al igual que a Airi, le resultó todavía más violento el arranque de Connor y miró hacia ella y hacia Ethan con el rostro preocupado. No se atrevía a decir nada: el chico de la cresta rosa estaba siendo muy brusco, pero era cierto que el comportamiento de Damian había sido inaceptable y entre todos los insultos y los malos modos había palabras que se le debían decir.
El mjörní se sentía muy frustrado, pues aquella clase de conflictos escapaban a cualquier cosa con la que estuviese acostumbrado a lidiar, y sentía mucha inseguridad sobre qué debía hacer o decir, con el miedo también añadido de ofender a alguien al estar tratando con personas tan dispares.
El niño se pegó a sus ropas tal y como había hecho cuando se encontraron por primera vez en las sucias celdas y Rägjynn se vio divido entre la empatía que sentía al verlo así y el hecho de que no entendía cómo podía tener aquel comportamiento. Parecía que se había celado de Aniol y eso sí lo había visto en otros niños pero… desde luego no una respuesta tan desmedida a ello. Los niños mjörnís aprendían desde muy pequeños que la violencia jamás era la respuesta a ningún problema y que se meterían en serios problemas con los adultos si recurrían a ella.
Pensativo como estaba, dio un pequeño respingo cuando Airi se dirigió a él, pero entendió sus intenciones a la perfección.
—Ah… ¡Sí! Me parece una buena idea. ¿Qué opinas, Damian? —le dijo con una pequeña sonrisa al niño: ya le habían regañado bastante—. Así puedes hablarnos más de Akeyo mientras tanto. Pero tienes que prometer que no vas a volver a pegarle a nadie, ¿de acuerdo? —le dio un pequeño toquecito en la cabeza—. Ah, y discúlpate con Ethan antes de irnos: estoy seguro de que planeaba darte un regalo cuando pudiera, pero si te comportas así es lógico que no lo recibas.
No se iba a mentir a sí mismo: la propuesta de Airi también le había aliviado en otro sentido. Alejarse de Kalna y su espada y del cuchillo que ahora ya había visto que llevaba Connor le proporcionaría también un alivio considerable. Le preocupaba Ethan y su pierna, sobre todo después de lo que les había contado en las calles, pero ya no creía que Connor o Kalna supusiesen un peligro para el grupo por muy nervioso que le pusiese que portasen armas y el aura agresiva que desprendían.
El mjörní se sentía muy frustrado, pues aquella clase de conflictos escapaban a cualquier cosa con la que estuviese acostumbrado a lidiar, y sentía mucha inseguridad sobre qué debía hacer o decir, con el miedo también añadido de ofender a alguien al estar tratando con personas tan dispares.
El niño se pegó a sus ropas tal y como había hecho cuando se encontraron por primera vez en las sucias celdas y Rägjynn se vio divido entre la empatía que sentía al verlo así y el hecho de que no entendía cómo podía tener aquel comportamiento. Parecía que se había celado de Aniol y eso sí lo había visto en otros niños pero… desde luego no una respuesta tan desmedida a ello. Los niños mjörnís aprendían desde muy pequeños que la violencia jamás era la respuesta a ningún problema y que se meterían en serios problemas con los adultos si recurrían a ella.
Pensativo como estaba, dio un pequeño respingo cuando Airi se dirigió a él, pero entendió sus intenciones a la perfección.
—Ah… ¡Sí! Me parece una buena idea. ¿Qué opinas, Damian? —le dijo con una pequeña sonrisa al niño: ya le habían regañado bastante—. Así puedes hablarnos más de Akeyo mientras tanto. Pero tienes que prometer que no vas a volver a pegarle a nadie, ¿de acuerdo? —le dio un pequeño toquecito en la cabeza—. Ah, y discúlpate con Ethan antes de irnos: estoy seguro de que planeaba darte un regalo cuando pudiera, pero si te comportas así es lógico que no lo recibas.
No se iba a mentir a sí mismo: la propuesta de Airi también le había aliviado en otro sentido. Alejarse de Kalna y su espada y del cuchillo que ahora ya había visto que llevaba Connor le proporcionaría también un alivio considerable. Le preocupaba Ethan y su pierna, sobre todo después de lo que les había contado en las calles, pero ya no creía que Connor o Kalna supusiesen un peligro para el grupo por muy nervioso que le pusiese que portasen armas y el aura agresiva que desprendían.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientaciónPersonajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Sendar
12/04/23, 05:14 pm
A Colmillo se le escapó una sonrisa al escuchar las palabras de Aniol y su cola se agitó un poco por la ternura que le dió el pequeño, recordándole al vittya a sus muchos sobrinitos.
-No te preocupes, cachorro, no me he ofendido -le contestó con la voz amable, cariñosa y un poco paternalista que siempre usaba con los más pequeños de su familia-. Tampoco hace falta que me ayudes, solo que si vamos a vivir aquí no quería entrar la mierda de la calle. Mi nana me arrearía con el bastón si se enterara, pero supongo que mientras tú no te chives, puedo esperar un rato más a lavarme los pies -bromeó guiñandole un ojo como forma de tranquilizar al niño-. Supongo que puedo ver por qué Damián no entendería que quisiera limpiarme. Todos nos hemos podido dar cuenta que no hace ni puto caso a esas cosas -comentó al aire frunciendo la nariz solo con el recuerdo de su hedor.
Colmillo quedó bastante satisfecho con la contestación de Rick, concluyendo rápidamente que lo que le pasaba a Damián no es que tuviera algún problema mental del que tuvieran que preocuparse, sino que simplemente era un gilipollas racista. "¿Especista? ¿vittyófobo?" Szczenyak, por desgracia, estaba acostumbrado a ese tipo de personas y sabía que simplemente tenía que esforzarse en hacer oídos sordos a sus palabras ofensivas y evitar sus miradas de asco. El zawodny tenía muchos años de experiencia en esas situaciones. Aunque no por eso era más fácil o dolía menos.
A pesar de lo que le había dicho a Aniol con anterioridad, Colmillo estaba incómodo al sentir que estaba pisando el suelo de una casa con sus patas sucias, por lo que empezó a investigar dónde podría encontrar una palangana o un balde que pudiera llenar de agua, cosa que tampoco tardó mucho en encontrar, ya que en la misma cocina había varios. Al no ver ningún tipo de grifería, Colmillo dedujo que no estaban en una zona con agua corriente, por lo que decidió salir por la misma puerta que habían usado Abel y Serena y no tardó en ver el pozo que ahí había.
-¡Joder, por fín! ¡Un puto pozo! -exclamó aliviado y emocionado antes de comenzar a sacar cubos de agua.
Sin perder el tiempo, el vittya pasaría el agua a la palangana que había conseguido en la cocina y se sentaría en la puerta de salida al patio donde por fin podría limpiarse los pies.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Trish
Ficha de cosechado
Nombre: Serena
Especie: Humana
Habilidades: Astucia, agilidad y habilidad manualPersonajes : Serena: humana (1,60 cm)
Unidades mágicas : 5/5
Re: Torreón Sendar
12/04/23, 08:41 pm
Salió al patio seguida de Abel, quien continuaba sosteniendo el cuchillo entre sus manos mientras escudriñaba a su alrededor, y se sintió orgullosa al contemplar la expresión de su rostro. No estaba segura de cómo actuaría en caso de peligro, pero era evidente que de momento se estaba sintiendo bastante útil.
El patio resultó ser insignificante en comparación con el tamaño del edificio, pero a Serena le pareció suficiente con tal de apartarse un rato del resto del grupo. Sus ojos examinaron el pozo que se encontraba en el centro y una sensación de alivio le invadió el cuerpo de forma inmediata: por fin podría limpiarse la herida del pie y cambiar el improvisado vendaje. Trató de acercarse para comprobar que pudieran extraer agua sin problema, pero un grito procedente del interior resonó en los muros del patio. Estaba segura de que en circunstancias normales habría acudido a investigar el origen de aquel sonido, pero tuvo que alejarse de la salida en cuanto observó la reacción de Abel. El chico había comenzado a girar sobre sus propios pies, manteniendo los ojos cerrados a la vez que cortaba el aire sin cesar con su cuchillo. Tardó unos segundos en volver a la normalidad, suficientes para que Serena se arrepintiera ya de haberle devuelto el arma.
—Tranquilo, no ha sido aquí —murmuró Serena, todavía con la voz entrecortada. Tuvo que obligarse a no ser borde, esa situación había sido tan ridícula que no quería humillar todavía más a Abel—. Pero a la próxima intenta controlar un poco más tus impulsos, si llega a ser una persona le habrías arrancado un ojo.
Reparó en la estatua pegada al muro cuando el chico la mencionó tratando de cambiar de tema. Tenía razón en cuanto a que no eran los primeros en estar allí, sobre todo teniendo en cuenta el trazo de carboncillo que trataba de imitar un infantil bigote.
—Deberíamos avisar al resto, sí… Y esperemos que quien lo haya hecho ya no siga aquí. —A Serena le recorrió un escalofrío al pensar que podrían estar invadiendo el hogar de alguien más—. Pero podemos comprobar antes si hay suficiente agua y cubos para que no sea una preocupación.
Se acercaron hacia el pozo con precaución, pero una sombra apareció corriendo y lo alcanzó antes que ellos. El hombre perro parecía haber recibido la mejor noticia desde que habían llegado y se inclinó con entusiasmo a llenar cubos mientras gritaba de alegría.
—¿Y tú por qué estás tan contento? —Preguntó al perro cuando vio que no paraba de llenar cubos—. Dame, te ayudo a entrarlos. Ah, y yo no me acercaría gritando a Abel mientras tenga un cuchillo en la mano.
Serena sostuvo uno de los cubos entre las manos y cojeó de nuevo hacia la salida del patio. Al menos quedaba claro que había agua y cubos suficientes para no morir de sed. Además, aunque tenía que volver a hacer frente al resto del grupo, su prioridad ahora mismo era limpiarse el corte y encontrar algo que le sirviera como calzado.
El patio resultó ser insignificante en comparación con el tamaño del edificio, pero a Serena le pareció suficiente con tal de apartarse un rato del resto del grupo. Sus ojos examinaron el pozo que se encontraba en el centro y una sensación de alivio le invadió el cuerpo de forma inmediata: por fin podría limpiarse la herida del pie y cambiar el improvisado vendaje. Trató de acercarse para comprobar que pudieran extraer agua sin problema, pero un grito procedente del interior resonó en los muros del patio. Estaba segura de que en circunstancias normales habría acudido a investigar el origen de aquel sonido, pero tuvo que alejarse de la salida en cuanto observó la reacción de Abel. El chico había comenzado a girar sobre sus propios pies, manteniendo los ojos cerrados a la vez que cortaba el aire sin cesar con su cuchillo. Tardó unos segundos en volver a la normalidad, suficientes para que Serena se arrepintiera ya de haberle devuelto el arma.
—Tranquilo, no ha sido aquí —murmuró Serena, todavía con la voz entrecortada. Tuvo que obligarse a no ser borde, esa situación había sido tan ridícula que no quería humillar todavía más a Abel—. Pero a la próxima intenta controlar un poco más tus impulsos, si llega a ser una persona le habrías arrancado un ojo.
Reparó en la estatua pegada al muro cuando el chico la mencionó tratando de cambiar de tema. Tenía razón en cuanto a que no eran los primeros en estar allí, sobre todo teniendo en cuenta el trazo de carboncillo que trataba de imitar un infantil bigote.
—Deberíamos avisar al resto, sí… Y esperemos que quien lo haya hecho ya no siga aquí. —A Serena le recorrió un escalofrío al pensar que podrían estar invadiendo el hogar de alguien más—. Pero podemos comprobar antes si hay suficiente agua y cubos para que no sea una preocupación.
Se acercaron hacia el pozo con precaución, pero una sombra apareció corriendo y lo alcanzó antes que ellos. El hombre perro parecía haber recibido la mejor noticia desde que habían llegado y se inclinó con entusiasmo a llenar cubos mientras gritaba de alegría.
—¿Y tú por qué estás tan contento? —Preguntó al perro cuando vio que no paraba de llenar cubos—. Dame, te ayudo a entrarlos. Ah, y yo no me acercaría gritando a Abel mientras tenga un cuchillo en la mano.
Serena sostuvo uno de los cubos entre las manos y cojeó de nuevo hacia la salida del patio. Al menos quedaba claro que había agua y cubos suficientes para no morir de sed. Además, aunque tenía que volver a hacer frente al resto del grupo, su prioridad ahora mismo era limpiarse el corte y encontrar algo que le sirviera como calzado.
No existen los finales felices; son espejismos. No te cuentan que siempre, al final, todos mueren.
- Sevent
Ficha de cosechado
Nombre: Abel
Especie: Humano español
Habilidades: Intuición, imaginación y velocidad
Personajes :
Abel: humano español (1,90m)
Unidades mágicas : 5/5
Armas :
Abel: su arrolladora personalidad
Re: Torreón Sendar
13/04/23, 05:53 pm
Serena parecía bastante más tranquila que él, no parecía pensar que hubiese ningún peligro. Además, lo riñó por su comportamiento. Incapaz de contestarle adecuadamente, ensombreció la mirada y bajo la cabeza para expresar conformidad.
La chica tenía razón, no había sabido controlarse y eso podía haber sido peligroso, sobre todo teniendo en cuenta que había niños en el grupo. No quería pensar mucho en ello, pero si Aniol le hubiese acompañado en vez de haberse quedado dentro, podría haberlo puesto en peligro. Involuntariamente, se le vino a la mente la imagen del inocente niño siendo apuñalado, lo que le angustió e hizo sentir miedo de sí mismo.
Había estado muy alterado desde su despertar en las mazmorras y la riña de su compañera, quien en un principio había demostrado confianza en él, resultó un jarro de agua fría para el chico.
Ethan había tenido razón con lo de que estaría mejor sin arma. Estaba claro que alguien sin habilidad como él no podía servir de protección, y ahora pensaba que llevar el cuchillo solo conseguiría ponerlos en peligro y ser un estorbo.
En esos momentos, apareció el ser perruno por la puerta. Parecía estar actuando normal y poco o nada alterado. De hecho, sonreía ante la visión del pozo de agua. Esto le hizo a Abel sentirse todavía más tonto, quizás se estaba montando una película y en verdad alguien había preparado todo lo que había en el torreón para ellos.
Desanimado, determinó que cualquier cosa que tuviese que decir sobre un posible peligro sería una tontería motivada por su estúpido miedo a todo lo que ocurría. En apenas unas horas, había demostrado que él no podría ser jamás el héroe de ese mundo de fantasía. Pensaba que actuando tan patéticamente como hasta ahora no iba a conseguir jamás ninguno de los objetivos que se había marcado antes de venir a ese mundo. Se enfrentaba a una realidad que creía inalterable; no iba a lograr hacer amigos, ni tener una vida fuera de las cuatro paredes de su habitación y de la oscuridad de los bosques berlineses. Si no podía ni siquiera enfrentarse a ir al instituto, ¿Cómo iba a poder afrontar la situación en la que se encontraba?
Aunque en el fondo no quería rendirse y olvidar las promesas que se había hecho a sí mismo, en esos momentos no sentía ganas de nada.
-“Pues si tengo que ser devorado por un gusano gigante, que así sea” – pensó totalmente desanimado.
Tenía claro que era mejor no hablar ni llamar mucho la atención, ya había hecho suficiente el tonto. Dejo el cuchillo en una repisa y, sin decir nada y apartándose de los otros dos, cogió un cubo de agua, lo entró a la cocina y bebió de él usando algo parecido a un vaso. Consiguió calmar la sed, pero no el cansancio y las ganas de olvidarse de todo.
De esta manera, entró en una de las habitaciones pequeñas de la planta baja. La investigó a conciencia para comprobar que no hubiera nada peligroso. Así, se sentó en el humilde camastro que allí había, apoyando la espalda contra la pared. Dejo la puerta abierta por si alguno de sus compañeros lo necesitaba, aunque dudaba de poderles ser de utilidad.
La penumbra de la habitación ocultaba su apesadumbrada expresión. La mirada de Abel se perdía entre las sombras mientras intentaba huir de los pensamientos catastróficos que cruzaban por su mente.
La chica tenía razón, no había sabido controlarse y eso podía haber sido peligroso, sobre todo teniendo en cuenta que había niños en el grupo. No quería pensar mucho en ello, pero si Aniol le hubiese acompañado en vez de haberse quedado dentro, podría haberlo puesto en peligro. Involuntariamente, se le vino a la mente la imagen del inocente niño siendo apuñalado, lo que le angustió e hizo sentir miedo de sí mismo.
Había estado muy alterado desde su despertar en las mazmorras y la riña de su compañera, quien en un principio había demostrado confianza en él, resultó un jarro de agua fría para el chico.
Ethan había tenido razón con lo de que estaría mejor sin arma. Estaba claro que alguien sin habilidad como él no podía servir de protección, y ahora pensaba que llevar el cuchillo solo conseguiría ponerlos en peligro y ser un estorbo.
En esos momentos, apareció el ser perruno por la puerta. Parecía estar actuando normal y poco o nada alterado. De hecho, sonreía ante la visión del pozo de agua. Esto le hizo a Abel sentirse todavía más tonto, quizás se estaba montando una película y en verdad alguien había preparado todo lo que había en el torreón para ellos.
Desanimado, determinó que cualquier cosa que tuviese que decir sobre un posible peligro sería una tontería motivada por su estúpido miedo a todo lo que ocurría. En apenas unas horas, había demostrado que él no podría ser jamás el héroe de ese mundo de fantasía. Pensaba que actuando tan patéticamente como hasta ahora no iba a conseguir jamás ninguno de los objetivos que se había marcado antes de venir a ese mundo. Se enfrentaba a una realidad que creía inalterable; no iba a lograr hacer amigos, ni tener una vida fuera de las cuatro paredes de su habitación y de la oscuridad de los bosques berlineses. Si no podía ni siquiera enfrentarse a ir al instituto, ¿Cómo iba a poder afrontar la situación en la que se encontraba?
Aunque en el fondo no quería rendirse y olvidar las promesas que se había hecho a sí mismo, en esos momentos no sentía ganas de nada.
-“Pues si tengo que ser devorado por un gusano gigante, que así sea” – pensó totalmente desanimado.
Tenía claro que era mejor no hablar ni llamar mucho la atención, ya había hecho suficiente el tonto. Dejo el cuchillo en una repisa y, sin decir nada y apartándose de los otros dos, cogió un cubo de agua, lo entró a la cocina y bebió de él usando algo parecido a un vaso. Consiguió calmar la sed, pero no el cansancio y las ganas de olvidarse de todo.
De esta manera, entró en una de las habitaciones pequeñas de la planta baja. La investigó a conciencia para comprobar que no hubiera nada peligroso. Así, se sentó en el humilde camastro que allí había, apoyando la espalda contra la pared. Dejo la puerta abierta por si alguno de sus compañeros lo necesitaba, aunque dudaba de poderles ser de utilidad.
La penumbra de la habitación ocultaba su apesadumbrada expresión. La mirada de Abel se perdía entre las sombras mientras intentaba huir de los pensamientos catastróficos que cruzaban por su mente.
Ven conmigo,Ven conmigo por la ciudad,ven conmigo, desatemos un vendaval, esta noche, no me importa lo que dirán
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Torreón Sendar
13/04/23, 06:07 pm
Kalna tuvo que parpadear un par de veces cuando el de la coleta intentó negar lo que el chiquillo había hecho. ¿Por qué intentaba defenderle? Que lo hubiera hecho en la plaza después de la sarta de insultos ya había estado bastante mal, pero visto que en su mundo no conocían ningún respeto, y que insultar gratuitamente no era algo horrible aún podía justificar cierta necesidad de defender al niño. ¿Pero después de pegarle? No se extrañaba que el niño se comportara así de mal, viendo que encima le protegían de llevarse castigos merecidos.
Al menos Connor tuvo una reacción coherente, consistente en seguir su colleja levantándole de la camisa para echarle una bronca que, si le quitaba todas las palabrotas y le añadía una bofetada mucho mejor dada que aquella colleja que le había dado ella al niño, casi podía recordarle a su madre. Puede que fuera un masculinista, pero al menos tenía unas nociones básicas de cómo debía comportarse uno.
—Gracias por la ayuda —le diría, en voz lo bastante baja para que el resto no lo oyera. No quería la situación escalase —. Tiene que aprender que es peligroso…
No se refería únicamente al torreón (que podía ser perfectamente seguro y uno de los refugios que les habían prometido), sino a la ciudad. Iban a pasar pruebas complicadas, y si el chaval iba comportándose así podía acabar herido, o muerto. «Igual sería mejor para todos, viendo los líos en los que quiere meterse y de los que hay que sacarle», pensó, recordando como había querido ir delante en el camino. Al menos no se había tirado de cabeza a la cicatriz, porque le veía capaz.
La persona de los cuernos y el lagarto no le dijeron nada esta vez. Igual por fin habían entendido que el crío (Damian le había llamado el lagarto) necesitaba un toque de atención, especialmente después de que hubiera pegado a Ethan porque sí. Tenía que aprender a comportarse, y no entendía por qué estaban siendo tan blandos con él.
Al menos parecía que iban a llevársele abajo y que ella y los otros dos adultos podían explorar. No sabía hasta que punto Connor sabría usar el cuchillo (suponía que para cocinar, pero eso no implicaba que pudiera luchar con él), así que estuvo tentada de decirle que lo dejara antes de hacerse daño. Si no hubiera estado Ethan le habría instado a que llevara la antorcha, pero el chico había insistido en ayudar, así que prefirió no crear otro follón.
Aunque con la antorcha y habiendo abierto alguna habitación empezaba ya a haber luz, Kalna tenía las pupilas bastante dilatadas, buscando poder ver mejor en la penumbra. Antes de entrar en cada cuarto se paraba, observando si había alguien dentro, y luego pasaba con la espada por delante y revisando bien todas las esquinas. Connor parecía hacer lo mismo, y tenía curiosidad por saber quién había enseñado a un hombre aquello. ¿A lo mejor los masculinistas en su mundo tenían mayor presencia y entrenaban a sus miembros para el combate? Al fin y al cabo ninguno parecía demasiado ofendido por su pelo teñido, así que podía ser una posibilidad. «Genial, lo que me faltaba, que sean todos traidores a la nación». ¿Dónde leches estaban Ilol y Lara? Al primero siempre había querido tenerle en el grupo, ayudarle a superar las pruebas. Y la segunda…al menos era una chica, y libense. Podía ser una plebeya sin clase (Serena también lo era, y desde luego la prefería a Connor o Damian), pero eran dos cosas preferibles a la panda de masculinistas que le habían tocado.
Por otro lado, se notaba que Ethan estaba aún dolorido. La chica pelirroja también había sentido dolor al cortarse, por lo que Kalna dedujo, ya con más seguridad, que era algo de su mundo y no algo particular de Serena. No sabía qué decir, ni cómo empatizar con él, pues nunca había tenido que hacerlo. Cuando por fin comprobaron la última habitación del primer piso, Kalna se dirigió a Ethan.
—Igual deberías bajar —el tono sonaba más a orden que a sugerencia, aunque había sido instintivo y no algo que pretendiese hacer a posta —. No dejas de cojear, ¿Estás seguro de que quieres seguir?
La segunda frase había sido mucho más calmada, esperando que el chico no se lo tomase demasiado mal. Era difícil saber cómo tratar a alguien a quien le dolía algo cuando dejabas de sentir dolor de pequeño y a penas te relacionabas con niños de adulto.
» Puedo llevarte abajo si quieres, y Connor y yo acabamos de explorar las otras plantas.
Serena se había dejado llevar, al fin y al cabo, y no esperaba que un chico fuera a ser más cabezota y orgulloso que una mujer en ese sentido. «Aunque a lo mejor también le han comido la cabeza los masculinistas».
Al menos Connor tuvo una reacción coherente, consistente en seguir su colleja levantándole de la camisa para echarle una bronca que, si le quitaba todas las palabrotas y le añadía una bofetada mucho mejor dada que aquella colleja que le había dado ella al niño, casi podía recordarle a su madre. Puede que fuera un masculinista, pero al menos tenía unas nociones básicas de cómo debía comportarse uno.
—Gracias por la ayuda —le diría, en voz lo bastante baja para que el resto no lo oyera. No quería la situación escalase —. Tiene que aprender que es peligroso…
No se refería únicamente al torreón (que podía ser perfectamente seguro y uno de los refugios que les habían prometido), sino a la ciudad. Iban a pasar pruebas complicadas, y si el chaval iba comportándose así podía acabar herido, o muerto. «Igual sería mejor para todos, viendo los líos en los que quiere meterse y de los que hay que sacarle», pensó, recordando como había querido ir delante en el camino. Al menos no se había tirado de cabeza a la cicatriz, porque le veía capaz.
La persona de los cuernos y el lagarto no le dijeron nada esta vez. Igual por fin habían entendido que el crío (Damian le había llamado el lagarto) necesitaba un toque de atención, especialmente después de que hubiera pegado a Ethan porque sí. Tenía que aprender a comportarse, y no entendía por qué estaban siendo tan blandos con él.
Al menos parecía que iban a llevársele abajo y que ella y los otros dos adultos podían explorar. No sabía hasta que punto Connor sabría usar el cuchillo (suponía que para cocinar, pero eso no implicaba que pudiera luchar con él), así que estuvo tentada de decirle que lo dejara antes de hacerse daño. Si no hubiera estado Ethan le habría instado a que llevara la antorcha, pero el chico había insistido en ayudar, así que prefirió no crear otro follón.
Aunque con la antorcha y habiendo abierto alguna habitación empezaba ya a haber luz, Kalna tenía las pupilas bastante dilatadas, buscando poder ver mejor en la penumbra. Antes de entrar en cada cuarto se paraba, observando si había alguien dentro, y luego pasaba con la espada por delante y revisando bien todas las esquinas. Connor parecía hacer lo mismo, y tenía curiosidad por saber quién había enseñado a un hombre aquello. ¿A lo mejor los masculinistas en su mundo tenían mayor presencia y entrenaban a sus miembros para el combate? Al fin y al cabo ninguno parecía demasiado ofendido por su pelo teñido, así que podía ser una posibilidad. «Genial, lo que me faltaba, que sean todos traidores a la nación». ¿Dónde leches estaban Ilol y Lara? Al primero siempre había querido tenerle en el grupo, ayudarle a superar las pruebas. Y la segunda…al menos era una chica, y libense. Podía ser una plebeya sin clase (Serena también lo era, y desde luego la prefería a Connor o Damian), pero eran dos cosas preferibles a la panda de masculinistas que le habían tocado.
Por otro lado, se notaba que Ethan estaba aún dolorido. La chica pelirroja también había sentido dolor al cortarse, por lo que Kalna dedujo, ya con más seguridad, que era algo de su mundo y no algo particular de Serena. No sabía qué decir, ni cómo empatizar con él, pues nunca había tenido que hacerlo. Cuando por fin comprobaron la última habitación del primer piso, Kalna se dirigió a Ethan.
—Igual deberías bajar —el tono sonaba más a orden que a sugerencia, aunque había sido instintivo y no algo que pretendiese hacer a posta —. No dejas de cojear, ¿Estás seguro de que quieres seguir?
La segunda frase había sido mucho más calmada, esperando que el chico no se lo tomase demasiado mal. Era difícil saber cómo tratar a alguien a quien le dolía algo cuando dejabas de sentir dolor de pequeño y a penas te relacionabas con niños de adulto.
» Puedo llevarte abajo si quieres, y Connor y yo acabamos de explorar las otras plantas.
Serena se había dejado llevar, al fin y al cabo, y no esperaba que un chico fuera a ser más cabezota y orgulloso que una mujer en ese sentido. «Aunque a lo mejor también le han comido la cabeza los masculinistas».
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Raven
Ficha de cosechado
Nombre: Ethan
Especie: Humano
Habilidades: Buen oído, valor y motivaciónPersonajes : Ethan: Humano, Ingles/Japonés 1.75
Síntomas : En ocasiones, se le desenfocará brevemente la vista.
Armas : Ethan Lanza partesana y una daga
Status : Ciego y cojo, el chiste se cuenta solo.
Re: Torreón Sendar
14/04/23, 01:21 am
Después del cabreo inicial y una vez pasada toda la regañina el mal humor de Ethan empezó a menguar. Seguía enfadado con el pequeño y su pierna no hacía más que recordárselo con cada nuevo calambre, pero también podía empatizar con su confusión. Estaba siendo un día largo para todos y estando en frío, dudaba que decirle a un niño que no golpeara a nadie, mientras procedían a hostiarle sirviera de mucho ejemplo. Él había sido criado con refuerzos positivos, así que toda esa violencia le resultaba chocante.
Por ello agradeció profundamente la intervención de Airi y Rag. Se notaba que eran buenas personas, lo que solo reafirmaba la idea de que había hecho bien en esconder el golpe. Kalna y Connor por otro lado… No iba a juzgarlos, no más de lo que ya lo estaba haciendo. Comprendía que el choque cultural estaba siendo enorme y todo el grupo luchaba a su manera por encontrar cierta armonía. Además, no iba a negar que una pequeñita parte de él había disfrutado con el espectáculo.
Cuando Rag habló, decidió que estaba lo suficientemente calmado para poder dialogar él también con el pequeño. Siendo que era uno de los afectados, no quería dejarle bajar sin antes haber podido intervenir.
-Damian, el premio tenía un requisito que era portarse bien. Y hay varias cosas que has hecho que no han estado correctas. Dime, ¿yo te he pegado en algún momento? No, porque confiaba en que como me habías dicho durante el camino eras lo suficientemente mayor para poder hablar como un adulto. -Aunque su tono de voz volvió a ser suave, se notaba que ya no era el mismo con el que le había hablado anteriormente. Cierta frialdad inundaba sus palabras añadiendo un nuevo y sutil matiz. Obviamente no iba a tratarle de la misma manera tras la agresión, y la desaparición de su sonrisa era una muestra clara de ello. -Pero no ha sido así. En vez de respetar a tus compañeros y hablar conmigo sobre que te ha molestado, has decidido pegarme. Te iba a dar una ranita saltarina, pero creo que será mejor que hables con Airi y Rag. Y cuando hayas entendido que has hecho mal y lo soluciones, tendrás otras oportunidades para obtenerla.
Deposito su confianza en los 2 jóvenes. En un ambiente más calmado quizá Damian se prestaba a escuchar lo que tenían que decirle. No como un reproche violento, si no como una oportunidad de que el pequeño pudiera razonar lo ocurrido.
Cuando los 3 bajaron, Ethan se permitió soltar un sonoro suspiro de alivio, se dejó resbalar momentáneamente por la pared, elevando el pie malo para dejarlo descansar. La compañía que quedaba nada tenía que ver con los que habían marchado y si no juzgaba demasiado, a ellos les importaría una mierda su salud física. Algo que en ese momento le aliviaba y que necesitaba para poder desmontar la farsa.
-Joder Connor no quería mentirles, pero no me apetecía montar un puto espectáculo. -Dejó escapar cuando comprobó que ya nadie podía escucharlo desde la escalera. Cargo sus palabras de cierta frustración que no iba dirigida a nadie en concreto. Se estaba desahogando por los infernales minutos aguantando el dolor. -El puto mocoso ha tenido la puñeterisima suerte de darme en la pierna mala y como me vieran así no iba a bajar ni dios.
No buscaba justificarse, trato de explicar la situación porque si se repetía de nuevo, no quería tener a un grupo de personas preocupadas por su cojera. Fue en ese momento que la joven ofreció seguir la ronda y agradecido por la distracción insistió en acompañarlos. Se concentró todo lo que pudo en seguir con su labor, tratando de ignorar la notable cojera que le acompañaba al caminar.
Y entonces le mandó bajar. Por un momento, el tono autoritario le hizo fruncir el ceño en una notable mueca de cabreo. Había luchado por seguirles el ritmo a pesar de su tara y la frustración que le daba el momento era notoria. Para cuando hubo suavizado el tono Ethan aguardo en silencio. Estaba siendo agradable con su persona, pero lo único que sentía eran punzadas que le recordaban lo jodidamente inútil que era gracias a su condición.
-No hará falta. Esto es crónico, da igual que descanse o no. Volverá a aparecer. -Lejos de querer alimentar su orgullo, estaba tratando de frenar la impotencia que le empezaba a revolver el estómago. Así que cargo con más firmeza la antorcha acercándose el solo hacia las escaleras de subida, cojera incluida. Forzando el ritmo lo suficiente como para que se notara que no iba a quedarse atrás. Daba gracias a que podía darles la espalda, pues con cada nueva pisada tenía que morderse el labio para no dejar escapar ningún quejido. -Así que ya me vale joderme y acostumbrarme a ello me guste o no. Pero.. gracias por el ofrecimiento.
Sus últimas palabras fueron sinceras, bajando la firmeza de su voz a uno más gentil. A pesar del mejunje confuso de emociones apreciaba el gesto. Quizá después de todo, aquella guerrera no era tan bestia como él pensaba. Igualmente se quedó esperando en el inicio de las escaleras, marcando con un gesto de cabeza que estaba dispuesto a continuar. Le dedico una última mirada a Connor, devolviéndole la sonrisa burlona que él le había dado hace unos minutos. Nada mejor que el humor para lidiar con una situación de mierda.
- ¿Seguimos? Yo ilumino, vosotros os encargáis de apuñalar.
Por ello agradeció profundamente la intervención de Airi y Rag. Se notaba que eran buenas personas, lo que solo reafirmaba la idea de que había hecho bien en esconder el golpe. Kalna y Connor por otro lado… No iba a juzgarlos, no más de lo que ya lo estaba haciendo. Comprendía que el choque cultural estaba siendo enorme y todo el grupo luchaba a su manera por encontrar cierta armonía. Además, no iba a negar que una pequeñita parte de él había disfrutado con el espectáculo.
Cuando Rag habló, decidió que estaba lo suficientemente calmado para poder dialogar él también con el pequeño. Siendo que era uno de los afectados, no quería dejarle bajar sin antes haber podido intervenir.
-Damian, el premio tenía un requisito que era portarse bien. Y hay varias cosas que has hecho que no han estado correctas. Dime, ¿yo te he pegado en algún momento? No, porque confiaba en que como me habías dicho durante el camino eras lo suficientemente mayor para poder hablar como un adulto. -Aunque su tono de voz volvió a ser suave, se notaba que ya no era el mismo con el que le había hablado anteriormente. Cierta frialdad inundaba sus palabras añadiendo un nuevo y sutil matiz. Obviamente no iba a tratarle de la misma manera tras la agresión, y la desaparición de su sonrisa era una muestra clara de ello. -Pero no ha sido así. En vez de respetar a tus compañeros y hablar conmigo sobre que te ha molestado, has decidido pegarme. Te iba a dar una ranita saltarina, pero creo que será mejor que hables con Airi y Rag. Y cuando hayas entendido que has hecho mal y lo soluciones, tendrás otras oportunidades para obtenerla.
Deposito su confianza en los 2 jóvenes. En un ambiente más calmado quizá Damian se prestaba a escuchar lo que tenían que decirle. No como un reproche violento, si no como una oportunidad de que el pequeño pudiera razonar lo ocurrido.
Cuando los 3 bajaron, Ethan se permitió soltar un sonoro suspiro de alivio, se dejó resbalar momentáneamente por la pared, elevando el pie malo para dejarlo descansar. La compañía que quedaba nada tenía que ver con los que habían marchado y si no juzgaba demasiado, a ellos les importaría una mierda su salud física. Algo que en ese momento le aliviaba y que necesitaba para poder desmontar la farsa.
-Joder Connor no quería mentirles, pero no me apetecía montar un puto espectáculo. -Dejó escapar cuando comprobó que ya nadie podía escucharlo desde la escalera. Cargo sus palabras de cierta frustración que no iba dirigida a nadie en concreto. Se estaba desahogando por los infernales minutos aguantando el dolor. -El puto mocoso ha tenido la puñeterisima suerte de darme en la pierna mala y como me vieran así no iba a bajar ni dios.
No buscaba justificarse, trato de explicar la situación porque si se repetía de nuevo, no quería tener a un grupo de personas preocupadas por su cojera. Fue en ese momento que la joven ofreció seguir la ronda y agradecido por la distracción insistió en acompañarlos. Se concentró todo lo que pudo en seguir con su labor, tratando de ignorar la notable cojera que le acompañaba al caminar.
Y entonces le mandó bajar. Por un momento, el tono autoritario le hizo fruncir el ceño en una notable mueca de cabreo. Había luchado por seguirles el ritmo a pesar de su tara y la frustración que le daba el momento era notoria. Para cuando hubo suavizado el tono Ethan aguardo en silencio. Estaba siendo agradable con su persona, pero lo único que sentía eran punzadas que le recordaban lo jodidamente inútil que era gracias a su condición.
-No hará falta. Esto es crónico, da igual que descanse o no. Volverá a aparecer. -Lejos de querer alimentar su orgullo, estaba tratando de frenar la impotencia que le empezaba a revolver el estómago. Así que cargo con más firmeza la antorcha acercándose el solo hacia las escaleras de subida, cojera incluida. Forzando el ritmo lo suficiente como para que se notara que no iba a quedarse atrás. Daba gracias a que podía darles la espalda, pues con cada nueva pisada tenía que morderse el labio para no dejar escapar ningún quejido. -Así que ya me vale joderme y acostumbrarme a ello me guste o no. Pero.. gracias por el ofrecimiento.
Sus últimas palabras fueron sinceras, bajando la firmeza de su voz a uno más gentil. A pesar del mejunje confuso de emociones apreciaba el gesto. Quizá después de todo, aquella guerrera no era tan bestia como él pensaba. Igualmente se quedó esperando en el inicio de las escaleras, marcando con un gesto de cabeza que estaba dispuesto a continuar. Le dedico una última mirada a Connor, devolviéndole la sonrisa burlona que él le había dado hace unos minutos. Nada mejor que el humor para lidiar con una situación de mierda.
- ¿Seguimos? Yo ilumino, vosotros os encargáis de apuñalar.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio.
Re: Torreón Sendar
14/04/23, 04:43 pm
Al principio Damian había empezado a negar lo ocurrido, pero entre la colleja de Kalna y su reprimenda quiso justificarse. Era evidente que tenía ganas de llorar y que el hecho de levantarlo en peso quizás había sido demasiado para el pequeño. El motero se sentía un poco mal por la reacción del niño, pero no tenía ninguna duda de que había sido necesario. Damian era un malcriado y estaba seguro de que pocas veces le habían dicho que no sus padres, necesitaba alguien con mano dura y él pensaba ejercer ese papel todas las veces que hiciera falta.
-Más vale que lo aprenda rápido, o estará jodido.- Le contestó a Kalna asintiendo con la cabeza. Seguía sin fiarse del todo de la chica y que llevara una espada no ayudaba en absoluto, aún así creía que se podía conversar con ella. Pero aunque todos estaban en el mismo barco, no cometería el error de confiarle su vida a nadie de allí. Escuchó con los brazos cruzados los comentarios de Airi y Räg, y se imaginó que no querían irse solo para encender la cocina y escuchar al crío hablar de Akeyo o sobre lo ocurrido. Se imaginó que habrían sentido miedo o incomodidad de su comportamiento y su manera de reprender, y querían quitarse de en medio. Aunque esto no lo tenía claro y era más una teoría o intuición que tenía. Al fin y al cabo estaba acostumbrado a ese tipo de reacciones en la Tierra y no le sorprendería que estuviera en lo cierto. Ethan le habló entonces explicando por qué había elegido mentir sobre lo ocurrido, aunque a Connor le seguía pareciendo una gilipollez no quiso seguir ahondando en el tema cuando podían seguir en peligro. Además estaba claro que pensaban de manera distinta y ya habría tiempo de comparar opiniones más adelante. -Tenemos que seguir, todavía no estamos seguros de que este sitio esté libre de cabronazos.- Diría cambiando el agarre del cuchillo a uno más cómodo.
Ethan, Kalna y él siguieron explorando la primera planta. Connor iba cauteloso de nuevo, al menos ahora tenían más luz pero seguía girando las esquinas con cuidado y siendo vigilante. La chica gótica parecía hacer lo mismo, y si a eso le sumabas que se la veía muy cómoda con esa espada grande... el motero tenía claro que no solo parecía peligrosa, también lo era. Finalmente terminaron con el primer piso y fue entonces cuando Kalna puso voz a lo que le había estado dando vueltas él mismo antes: Ethan estaba cojeando y se notaba que estaba dolorido. Era evidente que tenía alguna clase de problema, como afirmó después, porque la patada de Damian no había sido para tanto, al fin y al cabo la había dado un puto niño pequeño, enano y escuálido. Le pareció algo ridículo que la chica quisiera llevarlo a cuestas de vuelta a la planta baja, pero el británico se negó rotundamente ante aquello queriendo seguir.
-Así se habla, cojones.- Le diría a Ethan cuando éste se negó a abandonar, mientras lo observaba dirigirse a las escaleras. No sabían a qué clase de peligros se encontrarían pero a juzgar por los gusanos gigantes de antes seguro que eran jodidos. El motero tenía claro que si Ethan se quedaba atrás mientras huían de algo, él no iba a ser quien se diera la vuelta para salvarlo. No era gilipollas. Pero eso no significaba que no respetara su determinación por seguir a pesar del dolor. Sonrió de forma leve al escuchar cómo repetía su broma de antes y se encaminó a las escaleras junto a los otros dos.
La segunda planta no tendría nada más interesante, a excepción de que las habitaciones eran más espaciosas y había un mayor número de camas en ellas. Cuando llegaron a las escaleras de la última planta se paró para mirarlos a ambos.
-¿Listos para la última planta? Si hay algún cabronazo escondido lo reventamos rápido.- Comentó mirando a los ojos a Kalna, ella tenía la espada a fin de cuentas y esperaba que supiera usarla si tenían problemas. Después se dirigió a Ethan.- ¿Cómo va la puñetera pierna?- Le preguntó con curiosidad mientras la observaba con detenimiento.
-Más vale que lo aprenda rápido, o estará jodido.- Le contestó a Kalna asintiendo con la cabeza. Seguía sin fiarse del todo de la chica y que llevara una espada no ayudaba en absoluto, aún así creía que se podía conversar con ella. Pero aunque todos estaban en el mismo barco, no cometería el error de confiarle su vida a nadie de allí. Escuchó con los brazos cruzados los comentarios de Airi y Räg, y se imaginó que no querían irse solo para encender la cocina y escuchar al crío hablar de Akeyo o sobre lo ocurrido. Se imaginó que habrían sentido miedo o incomodidad de su comportamiento y su manera de reprender, y querían quitarse de en medio. Aunque esto no lo tenía claro y era más una teoría o intuición que tenía. Al fin y al cabo estaba acostumbrado a ese tipo de reacciones en la Tierra y no le sorprendería que estuviera en lo cierto. Ethan le habló entonces explicando por qué había elegido mentir sobre lo ocurrido, aunque a Connor le seguía pareciendo una gilipollez no quiso seguir ahondando en el tema cuando podían seguir en peligro. Además estaba claro que pensaban de manera distinta y ya habría tiempo de comparar opiniones más adelante. -Tenemos que seguir, todavía no estamos seguros de que este sitio esté libre de cabronazos.- Diría cambiando el agarre del cuchillo a uno más cómodo.
Ethan, Kalna y él siguieron explorando la primera planta. Connor iba cauteloso de nuevo, al menos ahora tenían más luz pero seguía girando las esquinas con cuidado y siendo vigilante. La chica gótica parecía hacer lo mismo, y si a eso le sumabas que se la veía muy cómoda con esa espada grande... el motero tenía claro que no solo parecía peligrosa, también lo era. Finalmente terminaron con el primer piso y fue entonces cuando Kalna puso voz a lo que le había estado dando vueltas él mismo antes: Ethan estaba cojeando y se notaba que estaba dolorido. Era evidente que tenía alguna clase de problema, como afirmó después, porque la patada de Damian no había sido para tanto, al fin y al cabo la había dado un puto niño pequeño, enano y escuálido. Le pareció algo ridículo que la chica quisiera llevarlo a cuestas de vuelta a la planta baja, pero el británico se negó rotundamente ante aquello queriendo seguir.
-Así se habla, cojones.- Le diría a Ethan cuando éste se negó a abandonar, mientras lo observaba dirigirse a las escaleras. No sabían a qué clase de peligros se encontrarían pero a juzgar por los gusanos gigantes de antes seguro que eran jodidos. El motero tenía claro que si Ethan se quedaba atrás mientras huían de algo, él no iba a ser quien se diera la vuelta para salvarlo. No era gilipollas. Pero eso no significaba que no respetara su determinación por seguir a pesar del dolor. Sonrió de forma leve al escuchar cómo repetía su broma de antes y se encaminó a las escaleras junto a los otros dos.
La segunda planta no tendría nada más interesante, a excepción de que las habitaciones eran más espaciosas y había un mayor número de camas en ellas. Cuando llegaron a las escaleras de la última planta se paró para mirarlos a ambos.
-¿Listos para la última planta? Si hay algún cabronazo escondido lo reventamos rápido.- Comentó mirando a los ojos a Kalna, ella tenía la espada a fin de cuentas y esperaba que supiera usarla si tenían problemas. Después se dirigió a Ethan.- ¿Cómo va la puñetera pierna?- Le preguntó con curiosidad mientras la observaba con detenimiento.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Sendar
16/04/23, 03:38 pm
No, lo cierto era que no habían visto ni una simple hoja en el camino desde que habían despertado en aquel sitio. Nohlem tenía razón y Tawar le respondió con un gruñidito, apesadumbrade. «Tiene que haber vegetación en algún sitio o si no la Flora no me habría traído aquí. La encontraré» pensaba, en cualquier caso. Si aquel tipo de construcción les servía de refugio, confiaría en ellos.
—De donde yo vengo... hacemos cabañas con ramas y hojas. No puedo ni imaginar cómo se puede excavar la tierra para hacer semejante... grandosidad —respondió mientras elevaba los brazos superiores, como queriendo abarcar la superficie del torreón con sus pequeñas extremidades. Ni siquiera tenía una palabra para una estructura tan pero tan grande hecha por alguien, tan antinatural, no con la majestuosidad de una montaña—. Me impone mucho algo tan grande pero me fío de Gigantes Amables como vosotres.
Y hablando de Gigantes Amables... uno de los más pequeños se les estaba acercando. Tawar volvió por instinto al centro de la cabeza de Nohlem y le observó caminar hacia elles. Más concretamente hacia el varmano, a quien llamó "elfo de la navidad". ¿Qué sería eso? Nohlem también desconocía el término, pero intentó que el pequeño se lo contara. Le repobladore por su cuenta, aprovechando la inclinación que había adoptado el varmano, se agachó elle también y acercó su cuerpecito hacia el otro. Le llamaba mucho la atención un gigante tan pequeño y que preguntara esas cosas... y que llevara unos cuernos falsos en lo alto. Los habían tildado de bonitos y también habían cambiado la forma de hablar delante del gigante, así que a lo mejor era una cría, ¿un ejemplar más joven que ellos? Decidió imitarles, por si acaso.
—¿Cómo es un hadita? Parece algo pequeño como yo así que podría ser une, como dice Rick... ¿hay seres como yo cerca de donde vives? Y por cierto, ¿me dejarías subirme a tu cabeza, por favor? Me gustaría ver esos cuernos, son bonitos y parecen muy útiles.
¿Le servirían para que los depredadores de gigantes le temieran, quizás? «Bueno, no sé si tienen un depredador natural... los más bajitos parecen inofensivos y en mi bosque se los comerían sin problemas, ¿pero a lo mejor en su bosque es diferente?» Y, entonces, ¿para qué servía un "disfraz"?
>>Así Nohlem descansa también —añadió, a la par que le acariciaba la frente al varmano. Le causaba mucha ternura que se estuvieran portando tan bien con elle y no se lo terminaba de creer, pero tampoco quería excederse. ¡Tendrían que turnarse entre ellos!
—De donde yo vengo... hacemos cabañas con ramas y hojas. No puedo ni imaginar cómo se puede excavar la tierra para hacer semejante... grandosidad —respondió mientras elevaba los brazos superiores, como queriendo abarcar la superficie del torreón con sus pequeñas extremidades. Ni siquiera tenía una palabra para una estructura tan pero tan grande hecha por alguien, tan antinatural, no con la majestuosidad de una montaña—. Me impone mucho algo tan grande pero me fío de Gigantes Amables como vosotres.
Y hablando de Gigantes Amables... uno de los más pequeños se les estaba acercando. Tawar volvió por instinto al centro de la cabeza de Nohlem y le observó caminar hacia elles. Más concretamente hacia el varmano, a quien llamó "elfo de la navidad". ¿Qué sería eso? Nohlem también desconocía el término, pero intentó que el pequeño se lo contara. Le repobladore por su cuenta, aprovechando la inclinación que había adoptado el varmano, se agachó elle también y acercó su cuerpecito hacia el otro. Le llamaba mucho la atención un gigante tan pequeño y que preguntara esas cosas... y que llevara unos cuernos falsos en lo alto. Los habían tildado de bonitos y también habían cambiado la forma de hablar delante del gigante, así que a lo mejor era una cría, ¿un ejemplar más joven que ellos? Decidió imitarles, por si acaso.
—¿Cómo es un hadita? Parece algo pequeño como yo así que podría ser une, como dice Rick... ¿hay seres como yo cerca de donde vives? Y por cierto, ¿me dejarías subirme a tu cabeza, por favor? Me gustaría ver esos cuernos, son bonitos y parecen muy útiles.
¿Le servirían para que los depredadores de gigantes le temieran, quizás? «Bueno, no sé si tienen un depredador natural... los más bajitos parecen inofensivos y en mi bosque se los comerían sin problemas, ¿pero a lo mejor en su bosque es diferente?» Y, entonces, ¿para qué servía un "disfraz"?
>>Así Nohlem descansa también —añadió, a la par que le acariciaba la frente al varmano. Le causaba mucha ternura que se estuvieran portando tan bien con elle y no se lo terminaba de creer, pero tampoco quería excederse. ¡Tendrían que turnarse entre ellos!
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torreón Sendar
17/04/23, 07:39 pm
Aferrado con sus pequeñas manos a la ropa del lagarto escuchó a Airi, con sus labios temblorosos y sus grandes ojos tristes por la regañina. El chico o chica con cuernos ofreció bajar, plan que le pareció genial y que Rayín apoyo, Damian solo quería escapar del conflicto y no escuchar más regaños por parte de los que no le comprendían.
Sin embargo, su amigo lagarto no estaba de acuerdo conque se fuese de rositas. Ese toquecito en su cabeza se le hizo agridulce ya que se mezcló el agrado de sentir su mano con la reprimenda que estaba recibiendo.
—Lo promeeeeto… —dijo solo para poder librarse al fin del asunto, odiaba las peleas que apuntaban en su contra. Pero ahí no acababa la cosa, Rayín quería una disculpa de Damian y el chico cambió su expresión de pena por sorpresa. ¿Era por la patada? A él le había dado Ethan otra patada emocional anteriormente por la escasez de regalos, solo estaba compensando el daño—. ¡Rayín, venga ya! ¿Por qué tengo que-?
Iba a dar una excusa algo lamentable pero convincente en su cabeza sobre por qué creía que sí que se portaba bien. Entonces Ethan intervino y también repitió lo de su conducta. Damián bajó el foco de su mirada arrugando el ceño, sentía rabia, quería regalos, quería que se fijasen en él. ¿Qué había hecho? Alzó la mirada, Ethan estaba cambiando su tono de voz a algo más serio y frío que le recordó al mueble con chaleco. Diablos, incluso dejó de sonreír mientras recalcaba que se portaba como un niño y no un adulto.
Eso lo hizo avergonzarse, poniéndose colorado. Odiaba que lo llamasen así pero Ethan declaró haber tenido confianza. El de ojos rasgados explicó en qué se equivocó el italiano y aun peor, declaró sus intenciones de dar un regalo al circense, una rana saltarina.
Casi todos en el circo, menos su madre, lo regañaban a diario pero ahí estaba ella para consolarlo por las noches. “No pasa nada cielo”, “Ellos no ven lo especial que eres”, “Seguro que no lo dicen a malas”, todos esos comentarios recibía de su buena mamá. Pero lo de Ethan le empezó a doler un poco, lo había demolido por completo con esa fé en el chico.
La había cagado y no poco.
—Lo siento... —susurró en un finísimo hilo de voz, adornado con un pequeño desafino provocado por el nudo en su garganta. Se aferró a la chaqueta que el mismo que lo andaba regañando le obsequió, empezando a pensar en la petición de Ethan sobre entender sus propias acciones malas. Quería dar más excusas pero entendió que no sería buena idea en ese momento, no quería meterse en más líos y regresó rápidamente al lado de Rayín.
Con el rostro algo más apagado bajó por las escaleras, viendo al resto en la planta baja. Aún pensaba en lo que pasó arriba, trabajando su malcriado cerebro. ¿Tendría que fijarse en el otro niño con cuernos para estar más consentido por el resto?
Sin embargo, su amigo lagarto no estaba de acuerdo conque se fuese de rositas. Ese toquecito en su cabeza se le hizo agridulce ya que se mezcló el agrado de sentir su mano con la reprimenda que estaba recibiendo.
—Lo promeeeeto… —dijo solo para poder librarse al fin del asunto, odiaba las peleas que apuntaban en su contra. Pero ahí no acababa la cosa, Rayín quería una disculpa de Damian y el chico cambió su expresión de pena por sorpresa. ¿Era por la patada? A él le había dado Ethan otra patada emocional anteriormente por la escasez de regalos, solo estaba compensando el daño—. ¡Rayín, venga ya! ¿Por qué tengo que-?
Iba a dar una excusa algo lamentable pero convincente en su cabeza sobre por qué creía que sí que se portaba bien. Entonces Ethan intervino y también repitió lo de su conducta. Damián bajó el foco de su mirada arrugando el ceño, sentía rabia, quería regalos, quería que se fijasen en él. ¿Qué había hecho? Alzó la mirada, Ethan estaba cambiando su tono de voz a algo más serio y frío que le recordó al mueble con chaleco. Diablos, incluso dejó de sonreír mientras recalcaba que se portaba como un niño y no un adulto.
Eso lo hizo avergonzarse, poniéndose colorado. Odiaba que lo llamasen así pero Ethan declaró haber tenido confianza. El de ojos rasgados explicó en qué se equivocó el italiano y aun peor, declaró sus intenciones de dar un regalo al circense, una rana saltarina.
Casi todos en el circo, menos su madre, lo regañaban a diario pero ahí estaba ella para consolarlo por las noches. “No pasa nada cielo”, “Ellos no ven lo especial que eres”, “Seguro que no lo dicen a malas”, todos esos comentarios recibía de su buena mamá. Pero lo de Ethan le empezó a doler un poco, lo había demolido por completo con esa fé en el chico.
La había cagado y no poco.
—Lo siento... —susurró en un finísimo hilo de voz, adornado con un pequeño desafino provocado por el nudo en su garganta. Se aferró a la chaqueta que el mismo que lo andaba regañando le obsequió, empezando a pensar en la petición de Ethan sobre entender sus propias acciones malas. Quería dar más excusas pero entendió que no sería buena idea en ese momento, no quería meterse en más líos y regresó rápidamente al lado de Rayín.
Con el rostro algo más apagado bajó por las escaleras, viendo al resto en la planta baja. Aún pensaba en lo que pasó arriba, trabajando su malcriado cerebro. ¿Tendría que fijarse en el otro niño con cuernos para estar más consentido por el resto?
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Torreón Sendar
17/04/23, 10:02 pm
Aunque la ropa de los humam- humanos fuera tan extraña y vistosa el conjunto que llevaba Rick sí era más parecido a la moda varmana, y aquello que añadió sobre las construcciones le hizo pensar que quizás sus mundos no fuesen tan diferentes. No sabía que era un Ete o un Alf pero ya haría luego indagaciones sobre ello. Que el chiquitín se preocupase por dejarle descansar le sacó una sonrisa, y la pequeña caricia que le propició se la tomó como una bendición, seguro de que caerle en gracia al espíritu del bosque, o hadita o lo que fuese Tawar le traería buena suerte.
—Muy amable —con una pequeña reverencia hizo de su mano un puente para facilitar el trabajo en cuanto Aniol le permitió subir a su cabeza. Pensó que al menos entre todas las cosas raras y feas eso estaba siendo raro pero bonito.
El niño les explicó a Tawar y él más o menos lo que eran un elfo y un hada, confirmando en el proceso que había pequeñas criaturas como el repoblador en su mundo. A él la definición de un elfo de la navidad le dejó algo confuso: eran seres mágicos que hacían regalos y juguetes… ¿y por lo visto tenían las orejas como él? No sabía ni qué era Navidad, si una ciudad, una empresa o algo por el estilo, pero con lo poco que tenía y la ilusión que parecía hacerle el tema tampoco quiso apagarle las ideas tan pronto. A fin de cuentas no sonaban como algo negativo.
—Mmm… Bueno —se acarició la barbilla para añadirle al aire pensativo—. ¿A lo mejor sí soy un elfo? Mis padres hacen regalos, ¿sabes? Y son regalos muy importantes… —pensó en enseñarle uno de sus anillos como ejemplo pero un movimiento llamó su atención dentro: el chaval-fantasma entró solo con un cubo, dejó el cuchillo en la repisa y se metió en una habitación—. Voy a investigar un poco, ¿vale? ¡Luego hablamos más de los elfos! —le estrujó con suavidad el hombro a Aniol al tiempo que le guiñaba un ojo y se metió dentro.
Por mucho que creyese que las posibilidades de peligro eran cada vez menores (¿o quizás el dueño había salido?) miró bien a su alrededor y por donde pisaba en cada momento. Se acercó al cubo a ver su contenido (agua aparentemente) y de paso… que el cuchillo no tuviera sangre. Después se asomó como quien no quiere la cosa a la habitación donde el otro había entrado. Al verle con un aura deprimente se apoyó en el marco de la puerta, sin entrar, tocando este con los nudillos para que supiera que estaba ahí. Incluso con cara larga le daba mala espina, pero empezaba a creer que le estaba juzgando demasiado.
—Hey —cruzó las rodillas, dejando caer el peso contra el marco. Aún no le salía pedir perdón porque no se sentía para nada culpable, pero si conseguía quitarse la mala impresión de encima eso que se llevaba—. ¿Todo bien?
—Muy amable —con una pequeña reverencia hizo de su mano un puente para facilitar el trabajo en cuanto Aniol le permitió subir a su cabeza. Pensó que al menos entre todas las cosas raras y feas eso estaba siendo raro pero bonito.
El niño les explicó a Tawar y él más o menos lo que eran un elfo y un hada, confirmando en el proceso que había pequeñas criaturas como el repoblador en su mundo. A él la definición de un elfo de la navidad le dejó algo confuso: eran seres mágicos que hacían regalos y juguetes… ¿y por lo visto tenían las orejas como él? No sabía ni qué era Navidad, si una ciudad, una empresa o algo por el estilo, pero con lo poco que tenía y la ilusión que parecía hacerle el tema tampoco quiso apagarle las ideas tan pronto. A fin de cuentas no sonaban como algo negativo.
—Mmm… Bueno —se acarició la barbilla para añadirle al aire pensativo—. ¿A lo mejor sí soy un elfo? Mis padres hacen regalos, ¿sabes? Y son regalos muy importantes… —pensó en enseñarle uno de sus anillos como ejemplo pero un movimiento llamó su atención dentro: el chaval-fantasma entró solo con un cubo, dejó el cuchillo en la repisa y se metió en una habitación—. Voy a investigar un poco, ¿vale? ¡Luego hablamos más de los elfos! —le estrujó con suavidad el hombro a Aniol al tiempo que le guiñaba un ojo y se metió dentro.
Por mucho que creyese que las posibilidades de peligro eran cada vez menores (¿o quizás el dueño había salido?) miró bien a su alrededor y por donde pisaba en cada momento. Se acercó al cubo a ver su contenido (agua aparentemente) y de paso… que el cuchillo no tuviera sangre. Después se asomó como quien no quiere la cosa a la habitación donde el otro había entrado. Al verle con un aura deprimente se apoyó en el marco de la puerta, sin entrar, tocando este con los nudillos para que supiera que estaba ahí. Incluso con cara larga le daba mala espina, pero empezaba a creer que le estaba juzgando demasiado.
—Hey —cruzó las rodillas, dejando caer el peso contra el marco. Aún no le salía pedir perdón porque no se sentía para nada culpable, pero si conseguía quitarse la mala impresión de encima eso que se llevaba—. ¿Todo bien?
- ♪♫♬:
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torreón Sendar
18/04/23, 12:03 am
La contestación de Szczenyak a Aniol confirmó que el barreño era un protocolo de higiene en el mundo del perro. Tenía sentido realmente, más teniendo en cuenta que no llevaba zapatos. -(Me pregunto si a Rägjynn también le pasará)- pensó con algo de curiosidad. Tal vez le preguntara más tarde, aunque de momento tenían otros asuntos allí abajo.
Tawar les explicó como eran las casas en su mundo. Con los brazos cruzados y una ligera sonrisilla intentó imaginarse casitas del tamaño de le repobladore, muy del estilo de lo que el niño consideraría "casas de hadas". -Bueno, no creo que esto lo hayan excavado como tal, pero me imagino la impresión. Si ya es grande para nosotros, para ti tiene que ser como un rascacielos para alguien de La Tierra.- dijo. Cayó en la cuenta de que por supuesto tampoco sabría que era eso, así que explicó rápidamente: -Para que te hagas una idea, son torres como esta pero bastantes veces más altas.-
Con las dudas de los dos, Aniol explicó que pensaba que eran. El neoyorquino se limitó a escuchar la descripción tan entusiasmada que hacía, no pudiendo evitar sacar alguna sonrisa de ternura con la ilusión del pequeño. Rick no sabía cuantos años tenía exactamente, pero para creer tan fervientemente en hadas y elfos imaginaba que debía ser bastante joven. Por madurez le ganaba a Damian, pero a saber si tenían la misma edad o no.
Poco después se fijó en que Abel volvía solo, con bastante mala cara. Ya aquello no auguraba nada bueno, pero en cuanto lo vio meterse en una de las habitaciones tuvo claro que algo iba mal. Miró a Aniol en cuanto Nohlem le hizo ver que habían pensado en hacer lo mismo y le dijo al pequeño: -Volvemos en seguida, ¿vale?- Ofreció una mirada también a le repobladore y guiñó un ojo a ambos añadiendo: -Tened cuidado el uno con el otro, ¿eh?- Dicho aquello, siguió al chico de rasgos felinos hasta llegar a la puerta. Ya desde fuera viendo al chico intuía que no iba a ser buena idea que entraran los dos, tal vez podría salir por si Serena o Szczenyak sabían algo. -Voy a ver si me entero de que le ha pasado. Si hace falta apoyo avísame- le dijo a Nohlem antes de dirigirse hacia la puerta del patio.
A Rick no le hizo falta salir, pues justo cuando iba a abrir la puerta Serena justo estaba entrando. Reculó en el último momento para evitar el choque, aunque el pequeño susto se lo llevaba. -¡Ah, Serena! Justo estaba buscándote.- dijo recuperándose del encontronazo. Bajó el volumen por si acaso y preguntó: -Oye... ¿Le ha pasado algo a Abel ahí fuera? Se ha metido allí con mala cara y no parece que sean nauseas de nuevo- El chico le indicó con la cabeza la habitación y esperó la explicación. La verdad que Abel era de los que más le preocupaban de momento del grupo, el pobre no había parado de sufrir desgracias desde la prisión.
Tawar les explicó como eran las casas en su mundo. Con los brazos cruzados y una ligera sonrisilla intentó imaginarse casitas del tamaño de le repobladore, muy del estilo de lo que el niño consideraría "casas de hadas". -Bueno, no creo que esto lo hayan excavado como tal, pero me imagino la impresión. Si ya es grande para nosotros, para ti tiene que ser como un rascacielos para alguien de La Tierra.- dijo. Cayó en la cuenta de que por supuesto tampoco sabría que era eso, así que explicó rápidamente: -Para que te hagas una idea, son torres como esta pero bastantes veces más altas.-
Con las dudas de los dos, Aniol explicó que pensaba que eran. El neoyorquino se limitó a escuchar la descripción tan entusiasmada que hacía, no pudiendo evitar sacar alguna sonrisa de ternura con la ilusión del pequeño. Rick no sabía cuantos años tenía exactamente, pero para creer tan fervientemente en hadas y elfos imaginaba que debía ser bastante joven. Por madurez le ganaba a Damian, pero a saber si tenían la misma edad o no.
Poco después se fijó en que Abel volvía solo, con bastante mala cara. Ya aquello no auguraba nada bueno, pero en cuanto lo vio meterse en una de las habitaciones tuvo claro que algo iba mal. Miró a Aniol en cuanto Nohlem le hizo ver que habían pensado en hacer lo mismo y le dijo al pequeño: -Volvemos en seguida, ¿vale?- Ofreció una mirada también a le repobladore y guiñó un ojo a ambos añadiendo: -Tened cuidado el uno con el otro, ¿eh?- Dicho aquello, siguió al chico de rasgos felinos hasta llegar a la puerta. Ya desde fuera viendo al chico intuía que no iba a ser buena idea que entraran los dos, tal vez podría salir por si Serena o Szczenyak sabían algo. -Voy a ver si me entero de que le ha pasado. Si hace falta apoyo avísame- le dijo a Nohlem antes de dirigirse hacia la puerta del patio.
A Rick no le hizo falta salir, pues justo cuando iba a abrir la puerta Serena justo estaba entrando. Reculó en el último momento para evitar el choque, aunque el pequeño susto se lo llevaba. -¡Ah, Serena! Justo estaba buscándote.- dijo recuperándose del encontronazo. Bajó el volumen por si acaso y preguntó: -Oye... ¿Le ha pasado algo a Abel ahí fuera? Se ha metido allí con mala cara y no parece que sean nauseas de nuevo- El chico le indicó con la cabeza la habitación y esperó la explicación. La verdad que Abel era de los que más le preocupaban de momento del grupo, el pobre no había parado de sufrir desgracias desde la prisión.
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